DESDE MI VENTANA. AL SERVICIO DE LA PALABRA
“ALSERDELAPALABRA” presenta a sus
seguidores, breves reflexiones nacidas de la experiencia de la vida
ordinaria. Las escribiré con la frescura de lo sencillo y con la
esperanza de lo sublime. Espero que mi pluma sea dócil y vuestra
aceptación generosa.
seguidores, breves reflexiones nacidas de la experiencia de la vida
ordinaria. Las escribiré con la frescura de lo sencillo y con la
esperanza de lo sublime. Espero que mi pluma sea dócil y vuestra
aceptación generosa.
miércoles, 4 de marzo de 2015
VIEJOS ESCRTOS
Y ME HABLÓ LA MADERA
https://www.youtube.com/watch?v=qSrwEVqzyvk
El
taller en cuestión tenía unos portales de madera vieja en la que aparecían de
forma destacada muchos herrajes. Uno de los jóvenes dio tres aldabonazos con
gran fuerza.
taller en cuestión tenía unos portales de madera vieja en la que aparecían de
forma destacada muchos herrajes. Uno de los jóvenes dio tres aldabonazos con
gran fuerza.
Al poco rato, apareció el hombre del calzón verde y blusa negra
que se había adelantado de nosotros en un negro caballo de raza árabe. Saludó a
los jóvenes con palabras amables y a mi me miró con ojos complacidos. Enseguida
ordenó la forma de trasladarse del carro al interior del taller. Para ello,
volvieron a utilizar el tablón de madera sujeto a seis ruedas. La operación de
descargue fue similar a la
de cargue. Todo salió con exquisita perfección. Se ve que
aquellas personas además de habilidad tenían una gran experiencia en estas
cosas.
que se había adelantado de nosotros en un negro caballo de raza árabe. Saludó a
los jóvenes con palabras amables y a mi me miró con ojos complacidos. Enseguida
ordenó la forma de trasladarse del carro al interior del taller. Para ello,
volvieron a utilizar el tablón de madera sujeto a seis ruedas. La operación de
descargue fue similar a la
de cargue. Todo salió con exquisita perfección. Se ve que
aquellas personas además de habilidad tenían una gran experiencia en estas
cosas.
Situado
otra vez sobre el tablero colocado sobre ruedas y tirado de la manilla por los
jóvenes me fueron introduciendo hasta el salón amplio. El salón era rectangular.
estaba lleno de cosas: tallas terminadas, otras a medio hacer; troncos en el
suelo, muchas herramientas pequeñas colgadas en otra pared; algunos bancos de
carpintería y por el suelo virutas y trozos de madera. En un rincón había un
furgón, es esos momentos, apagado. Junto a él varios badiles y un fuelle para
dar aire.
PARA ESCUCHARotra vez sobre el tablero colocado sobre ruedas y tirado de la manilla por los
jóvenes me fueron introduciendo hasta el salón amplio. El salón era rectangular.
estaba lleno de cosas: tallas terminadas, otras a medio hacer; troncos en el
suelo, muchas herramientas pequeñas colgadas en otra pared; algunos bancos de
carpintería y por el suelo virutas y trozos de madera. En un rincón había un
furgón, es esos momentos, apagado. Junto a él varios badiles y un fuelle para
dar aire.
https://www.youtube.com/watch?v=qSrwEVqzyvk
martes, 3 de marzo de 2015
VIEJOS ESCRITOS
Y ME HABLÓ LA MADERA...
Así
fuimos caminando durante un tiempo, hasta que llegáramos a la entrada de la ciudad. La calle por
donde cruzamos estaba llena de gentes. Unos albergaban las paredes de las fachadas
de sus casas; otros limpiaban la calle de restos de basuras. algunas mujeres
colgaban en las ventanas adornos, al día siguiente iba a pasar por allí la Procesión del Corpus y querían tener todo a punto.
Tal vez por eso,
cuando el carro en el que yo iba cruzó por aquella calle, las personas mayores
nos miraban con cierta extrañeza y hasta con rechazo. Quizás pensaban que la
limpieza que ellos procuraban se iría al traste con nuestro paso.
fuimos caminando durante un tiempo, hasta que llegáramos a la entrada de la ciudad. La calle por
donde cruzamos estaba llena de gentes. Unos albergaban las paredes de las fachadas
de sus casas; otros limpiaban la calle de restos de basuras. algunas mujeres
colgaban en las ventanas adornos, al día siguiente iba a pasar por allí la Procesión del Corpus y querían tener todo a punto.
Tal vez por eso,
cuando el carro en el que yo iba cruzó por aquella calle, las personas mayores
nos miraban con cierta extrañeza y hasta con rechazo. Quizás pensaban que la
limpieza que ellos procuraban se iría al traste con nuestro paso.
Procuramos
pasar
con la mayor rapidez que pudimos por aquella calle. Al fondo de la
misma, giramos a la izquierda y nos metimos por la que se encontraban
los talleres de imágenes, a uno de los cuales nos dirigíamos.
pasar
con la mayor rapidez que pudimos por aquella calle. Al fondo de la
misma, giramos a la izquierda y nos metimos por la que se encontraban
los talleres de imágenes, a uno de los cuales nos dirigíamos.
PARA ESCUCHAR
lunes, 2 de marzo de 2015
VIEJOS ESCRITOS
Y ME HABLÓ LA MADERA ...
https://www.youtube.com/watch?v=3yuTYg58MCw
Las ruedas chirriaron en un primer momento, pero enseguida desapareció
aquel ruido y sólo se oía la voz de mi amo que desde su casa, me decía: hasta
siempre, hasta siempre.
aquel ruido y sólo se oía la voz de mi amo que desde su casa, me decía: hasta
siempre, hasta siempre.
Yo no
pude decir nada, pero internamente pensé que quizás algún día volveríamos a vernos.
pude decir nada, pero internamente pensé que quizás algún día volveríamos a vernos.
El pisar
de los bueyes se oía claramente. Los jóvenes que caminaban detrás comenzaron a
cantar. A duras penas entendí la letra, porque seguía conmovido, aunque si
recuerdo que uno de los jóvenes el más alto cantaba: el aire cruza los montes/ las emociones el alma/ olores lloran las flores/ y los ojos lloran lágrimas.
PARA ESCUCHARde los bueyes se oía claramente. Los jóvenes que caminaban detrás comenzaron a
cantar. A duras penas entendí la letra, porque seguía conmovido, aunque si
recuerdo que uno de los jóvenes el más alto cantaba: el aire cruza los montes/ las emociones el alma/ olores lloran las flores/ y los ojos lloran lágrimas.
https://www.youtube.com/watch?v=3yuTYg58MCw
domingo, 1 de marzo de 2015
VIEJOS ESCRITOS
Y ME HABLÓ LA MADERA ...
https://www.youtube.com/watch?v=xpRvnBS98IE
Así lo
hicieron los jóvenes y el resultado fue todo un éxito. Plataforma y tronco y
los dos jóvenes estaban arriba en el carro; otros dos abajo sujetando los
bueyes, el hombre del calzón verde hablando con mi amo y yo tranquilo, sereno,
contento.
hicieron los jóvenes y el resultado fue todo un éxito. Plataforma y tronco y
los dos jóvenes estaban arriba en el carro; otros dos abajo sujetando los
bueyes, el hombre del calzón verde hablando con mi amo y yo tranquilo, sereno,
contento.
Antes de
arrancar de aquel lugar carro y caballeros, mi amo se llegó hasta mí, pasó su
mano por encima de mi superficie y dijo en voz baja: Adiós, que seas útil y
que te miren muchos ojos a lo largo de los siglos. Yo es posible que sea la
última vez que te mire. Aunque quien sabe las vueltas que pueden dar las cosas.
arrancar de aquel lugar carro y caballeros, mi amo se llegó hasta mí, pasó su
mano por encima de mi superficie y dijo en voz baja: Adiós, que seas útil y
que te miren muchos ojos a lo largo de los siglos. Yo es posible que sea la
última vez que te mire. Aunque quien sabe las vueltas que pueden dar las cosas.
A lo que
yo respondí: hasta siempre o hasta que la providencia nos depare un nuevo
encuentro. De los ojos de mi amo cayeron dos lágrimas. Yo también lloré para
adentro.
PARA ESCUCHARyo respondí: hasta siempre o hasta que la providencia nos depare un nuevo
encuentro. De los ojos de mi amo cayeron dos lágrimas. Yo también lloré para
adentro.
https://www.youtube.com/watch?v=xpRvnBS98IE
sábado, 28 de febrero de 2015
VIEJOS ESCRITOS
Y ME HABLÓ LA MADERA...
https://www.youtube.com/watch?v=w9Bs0MTT7AE
A
continuación con cuatro maromas gordas, pero suaves, me rodearon quedando yo
fijo, inamovible, pero sereno.
continuación con cuatro maromas gordas, pero suaves, me rodearon quedando yo
fijo, inamovible, pero sereno.
A
continuación, ambos jóvenes tiraron de la manilla y toda mi existencia, iba
sobre ruedas, Llegó hasta la salida de aquel amplio almacén. Allí en la calle,
nos esperaban otros dos jóvenes y un viejo carro de madera al que estaban
uncidos unos bueyes, al parecer entrados en años.
continuación, ambos jóvenes tiraron de la manilla y toda mi existencia, iba
sobre ruedas, Llegó hasta la salida de aquel amplio almacén. Allí en la calle,
nos esperaban otros dos jóvenes y un viejo carro de madera al que estaban
uncidos unos bueyes, al parecer entrados en años.
Al
llegar a este lugar, otra vez el hombre del calzón verde y blusa negra comenzó
a dar órdenes: Arrimad el caro a aquel promontorio, ponedlo hacia a tras de
suerte que la base del carro llegue hasta la parte alta del promontorio. Antes
corred la plataforma hasta arriba del promontorio de suerte que con facilidad
pueda correr la plataforma y el tronco hasta dentro del interior del carro.
PARA ESCUCHARllegar a este lugar, otra vez el hombre del calzón verde y blusa negra comenzó
a dar órdenes: Arrimad el caro a aquel promontorio, ponedlo hacia a tras de
suerte que la base del carro llegue hasta la parte alta del promontorio. Antes
corred la plataforma hasta arriba del promontorio de suerte que con facilidad
pueda correr la plataforma y el tronco hasta dentro del interior del carro.
https://www.youtube.com/watch?v=w9Bs0MTT7AE
viernes, 27 de febrero de 2015
VIEJOS ESCRITOS
Y ME HABLÓ LA MADERA
https://www.youtube.com/watch?v=merNu7LS-vA
Esta vez
la espera fue corta. A los veinte minutos estaban allí, de nuevo, los dos
jóvenes, el hombre del gabán verde y mi amo. Además traían una especie de
transportador manual.
Se trataba de un tablero ancho, plano y de cinco centímetros
de espesor, colocado sobre ocho ruedas de tamaño pequeño. En la parte más estrecha
sobresalía una manilla que servía para tirar de ella y poder así arrastrar con
facilidad el peso que se pusiera sobre el tablero.
la espera fue corta. A los veinte minutos estaban allí, de nuevo, los dos
jóvenes, el hombre del gabán verde y mi amo. Además traían una especie de
transportador manual.
Se trataba de un tablero ancho, plano y de cinco centímetros
de espesor, colocado sobre ocho ruedas de tamaño pequeño. En la parte más estrecha
sobresalía una manilla que servía para tirar de ella y poder así arrastrar con
facilidad el peso que se pusiera sobre el tablero.
Enseguida
me di cuenta que aquel mamotreto iba a ser mi silla gestatoria. En efecto, así
fue. Los dos jóvenes siguiendo siempre las órdenes del hombres de calzón verde
y blusa negra y bajo la atenta mirada de mi amo, gordinflón y sereno,
consiguieron, con facilidad y sin molestarme lo más mínimo, pasarme del montón
donde me hallaba a la plataforma en cuestión.
Para ello se colocaron a mi vera,
y sirviéndose de unos trozos de madera apropiados, casi sin esfuerzo rodaron mi
voluminoso perímetro hasta llegar a la plataforma de madera.
PARA ESCUCHARme di cuenta que aquel mamotreto iba a ser mi silla gestatoria. En efecto, así
fue. Los dos jóvenes siguiendo siempre las órdenes del hombres de calzón verde
y blusa negra y bajo la atenta mirada de mi amo, gordinflón y sereno,
consiguieron, con facilidad y sin molestarme lo más mínimo, pasarme del montón
donde me hallaba a la plataforma en cuestión.
Para ello se colocaron a mi vera,
y sirviéndose de unos trozos de madera apropiados, casi sin esfuerzo rodaron mi
voluminoso perímetro hasta llegar a la plataforma de madera.
https://www.youtube.com/watch?v=merNu7LS-vA
miércoles, 25 de febrero de 2015
VIEJOS ESCRITOS
Y ME HABLÓ LA MADERA
Hasta mi
llegaron cuatro personas. Mi amo, feliz y sonriente; el hombre del calzón verde
y blusa negra, que no dejaba de mover sus manos; y dos jóvenes que por su
aspecto externo parecían alegres, contentos y llenos de fuerza.
llegaron cuatro personas. Mi amo, feliz y sonriente; el hombre del calzón verde
y blusa negra, que no dejaba de mover sus manos; y dos jóvenes que por su
aspecto externo parecían alegres, contentos y llenos de fuerza.
El hombre del
calzón verde y blusa negra se dirigió a los dos jóvenes y les dijo: es éste. Y
me señaló a mí. Y siguió: tratádmelo bien. No le hagáis daño. Procurad que no
sufra. Sobre todo en el traslado, porque en su interior, estoy seguro, lleva
una imagen fina y delicada.
calzón verde y blusa negra se dirigió a los dos jóvenes y les dijo: es éste. Y
me señaló a mí. Y siguió: tratádmelo bien. No le hagáis daño. Procurad que no
sufra. Sobre todo en el traslado, porque en su interior, estoy seguro, lleva
una imagen fina y delicada.
Esta
observación me llenó de alegría y me dio tranquilidad y ánimos. Sabía que iba a
sufrir un nuevo traslado pero me consolaba que iba a ser realizado con delicadeza
y esmero, lo que me llenaba de paz y de felicidad.
observación me llenó de alegría y me dio tranquilidad y ánimos. Sabía que iba a
sufrir un nuevo traslado pero me consolaba que iba a ser realizado con delicadeza
y esmero, lo que me llenaba de paz y de felicidad.
Y en
esos momentos, comencé a sentir que algo hermoso iba a brotar de dentro de mí y
me puse orgulloso. Cuando quise darme cuenta, los cuatro hombres habían desaparecido.
esos momentos, comencé a sentir que algo hermoso iba a brotar de dentro de mí y
me puse orgulloso. Cuando quise darme cuenta, los cuatro hombres habían desaparecido.
Otra vez solo y a esperar...
PARA ESCUCHAR
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