LA SANTA MISA EXPLICADA POR SAN PÍO DE PIETRELCINA
(Testimonio del P. Derobert, hijo espiritual del Padre Pío)
El Ofertorio, es el arresto. La Hora ha llegado...
El Prefacio, es el canto de alabanza y de agradecimiento que Jesús dirige al Padre que le ha permitido llegar por fin a esta "Hora".
Desde el comienzo de la Plegaria Eucarística hasta la Consagración nos encontramos ¡rápidamente! con Jesús en la prisión, en su atroz flagelación, su coronación de espinas y su camino de la cruz por las callejuelas de Jerusalén teniendo presente en el "momento" a todos los que están allí y a todos aquellos por los que pedimos especialmente.
La Consagración nos da el Cuerpo entregado ahora, la Sangre derramada ahora. Es místicamente, la crucifixión del Señor. Y por eso el Padre Pío de Pietrelcina sufría atrozmente en este momento de la Misa.
La fracción del Pan marca la muerte de Jesús.....
La intinción, el instante en el que el Padre, habiendo quebrado la Hostia (símbolo de la muerte...) deja caer una partícula del Cuerpo de Cristo en el Cáliz de la preciosa Sangre, marca el momento de la Resurrección, pues el Cuerpo y la Sangre se reúnen de nuevo y es a Cristo vivo a quien vamos a recibir en la comunión.
La bendición del Sacerdote marca a los fieles con la cruz, como signo distintivo y a la vez como escudo protector contra las astucias del Maligno....
Se comprenderá que después de haber oído de la boca del P. Pío tal explicación, sabiendo bien que él vivía dolorosamente esto, me haya pedido seguirle por este camino...lo que hago cada día...¡y con cuánta alegría!.
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