Voy a continuar, con un Tema que a mi siempre me ha apasionado. Espero que os guste
LOS REYES MAGOSLos
Reyes Magos de Oriente (o simplemente Reyes Magos) es el nombre por el
que la tradición denomina a los visitantes que, tras el nacimiento de
Jesús de Nazaret, acudieron desde países extranjeros para rendirle
homenaje y entregarle regalos de gran riqueza simbólica: oro, incienso y
mirra.
Esta escena que forma parte de nuestro acervo cultural y
que, de modo tan natural, incorporamos a los Belenes o Nacimientos que
solemos montar, en Navidad, plantea, sin embargo, varios temas de
debate.
Tenemos, en primer lugar, las dudas que surgen acerca de
la veracidad o historicidad del episodio, ya que su base documental
procede de fuentes no históricas, por ejemplo el tratadista judío Flavio
Josefo, nacido hacia el año 37 d. C., que escribe sobre esta época no
lo menciona y es el Evangelio de San Mateo el único de los canónicos que
relata el suceso aunque de forma breve y poco detallada; no obstante
pueden extraerse de él algunos datos básicos: Los magos o sabios de
Oriente, que han sido avisados por una estrella del nacimiento del rey
de los judíos, llegan a Jerusalén en su busca; Herodes el Grande,
gobernador de Palestina, al enterarse les manda llamar para que le
informen de todos los pormenores; cómo todavía no saben donde se
encuentra, les envía a Belén con la encomienda de que sí lo encuentran
vuelvan a decírselo, ya que él también quiere adorarlo. La estrella les
guía hasta el Niño, encontrándole en su casa con María, su madre, y
arrodillándose lo adoran y le ofrecen sus presentes: oro, incienso y
mirra; avisados por un ángel de que no deben comunicar a Herodes su
paradero, regresan a su tierra por otro camino. Debe acudirse,
nuevamente, a los Evangelios apócrifos para obtener algo más de luz
sobre el tema; el tema está tratado en el Protoevangelio de Santiago
(Cap. XXI), el Evangelio del Pseudo Mateo (Cap. XVI) y en el Evangelio
árabe de la Infancia (Cap. VII).
¿Quiénes fueron los Magos?La
figura de los Magos y las circunstancias de su visita plantean
numerosos interrogantes de tipo práctico, entre ellos la autenticidad de
su existencia, la verdadera naturaleza de la estrella que los guía y su
relación con algunos personajes del Antiguo Testamento.
La palabra
«mago», proviene del elamita ma-ku-ish-ti, que ?pasando por el persa
ma-gu-u-sha y por el acadio ma-gu-shu?2 llegó al griego como ?????
(magós, plural: ?????, magoi) y de ahí al latín magi, /mágui/ (cf.
magister, /maguíster/) de donde llegó al español.
Durante el exilio
en Babilonia, los judíos tomaron contacto con estos insignes personajes,
los que a su vez seguramente fueron impresionados por los relatos de
los exiliados hebreos sobre el Mesías que nunca cesaban de esperar.
Alrededor de la época del nacimiento de Jesús, la perspectiva de un
Mesías que librara a Israel del yugo romano mantenía viva la esperanza
del pueblo judío y los hombres sabios escudriñaban la Naturaleza en
busca de signos que lo anunciaran.
También los judíos que no habían
querido regresar del exilio escrutaban los cielos de Babilonia. Una
teoría sostiene que los Magos eran astrónomos judíos que habían
permanecido en tierras mesopotámicas y que, versados en las artes
mágicas de los persas, habían interpretado la aparición de la estrella
como signo de la llegada del Mesías. En el mundo antiguo, a su vez, la
magia judía era tenida por muy eficaz. Crisóstomo (Sermón, VIII: 5-8)
reconoce implícitamente su efectividad al afirmar que prefiere morir
mártir de una enfermedad que ser curado por la magia de los judíos
Los tres filósofos - (Tre filosofi) -Giorgione
¿Magos de Oriente?Una
de las incógnitas es el significado de la expresión “Magos venidos de
Oriente”. El evangelio de Mateo fue escrito en hebreo o en arameo, pero
se conservó sólo en una versión griega. La palabra que aparece en este
texto es anatole, “salida del sol” y al respecto se suscitan varias
interpretaciones. La más habitual es considerar que provienen de Persia,
en la Mesopotamia, atendiendo a la procedencia de la palabra “mago”.
Pero para los judíos, la Mesopotamia era por excelencia “el país de los
pueblos del Norte”, ya que cuando comerciaban o invadían Palestina, lo
hacían por esa vía. (Gerard, 1995). Con esa acepción se emplea en Isaías
14, 31; Jeremías 1-13-15, Ezequiel 26, 7. Por otro lado, Isaías en
41:25 concilia ambas expresiones cuando se refiere a Ciro: “Del norte
desperté uno y vendrá; del nacimiento del sol llamará en mi nombre”.
También
se considera que Arabia — geográficamente más cercana Palestina y cuyas
rutas caravaneras desembocaban por el Este — podría ser esa región de
que habla Mateo. Además, Arabia era famosa por el oro y por los bálsamos
perfumados que los Magos regalan al Niño Dios. Otra interpretación es
que el lugar de origen era la India, versión que recoge el Evangelio
Armenio de la Infancia (s. VI) pero esta suposición no está avalada por
otras fuentes históricas o apócrifas que así lo sugieran.
Sarcófago Museo cristiano de Arles
Con
este traje persa se representaba en el arte romano a los bárbaros que
ofrecían su homenaje al emperador; en el arte sirio pagano se vestía con
él a Mitra y a Zoroastro; y en el arte cristiano, al profeta Daniel y a
los tres hebreos quemados en el horno.
MONUMENTO A TEODOSIO, CONSTANTINOPLA, PRINC. DEL SIGLO V.
El
emperador con sus dos hijos Arcadio y Honorio y su segunda esposa,
Gala, recibe los tributos que le ofrecen los bárbaros de Tracia (con
pieles ) y los persas (con sus mitras y sus trajes típicos).
El
culto de Mitra, de origen persa, una suerte de herejía al zoroastrismo,
nos cuenta que su dios nace en una caverna. Se origina en el antiguo
Irán alrededor del segundo milenio antes de Cristo, sin embargo una
versión mistérica de su culto es traída a Roma por las legiones, y se
instituye como una poderosa religión, que compite con el cristianismo
durante los primeros siglos de nuestra era.
Escenas
de la cosmogonía y otras imágenes del ciclo de la vida de Mitra, siglo
III, “Mithraeum” Barbeni, Roma, pintura mural. En estos dos ejemplos,
ambos provenientes de diferentes ámbitos y realizados en diferentes
siglos, se puede observar el uso de la túnica corta, los pantalones
anaxyrides y el gorro frigio de los persas.
¿Tres Magos?Mateo
no especifica cuántos eran los Magos, pero muy tempranamente se asumió
que eran tres aunque las Iglesias siria y armenia intentaron imponer el
número de 12, estableciendo correspondencia con las doce tribus de
Israel o con los Apóstoles los eleva a doce. Las pinturas catacumbiarias
a veces muestran dos o cuatro Magos, pero en general puede decirse que
el consenso colectivo fijó el número en tres aún antes de que la voz
oficial de la Iglesia se expidiera al respecto mediante una declaración
del Papa León I el Grande (m. 461) (León I, "Sermones para la Epifanía")
Cripta
de la Madona, cementerio de los santos Pedro Y Marcelino, Roma, Luneto,
siglo III. María, con el Niño en brazos, recibe a dos magos con sendas
bandejas. En este caso, María, vestida como una romana, es de mayor
tamaño que los Magos, que visten el traje persa. Dentro de la
uniformidad de las primeras representaciones de los Magos, existen
algunas variantes. En algunos casos, los regalos son presentados en
simples bandejas, en cofres, en copones e incluso en cuernos de
abundancia.
Tertuliano
(principios del siglo III) encontró que el salmo 72 (71):10 era muy
adecuado para relacionarlo con la visita de los Magos, ya que hablaba de
regalos y de tributos: “Y los reyes de Tarsis y las islas le pagarán
tributo, los reyes de Saba, los de Arabia le traerán presentes”. A
partir de la interpretación de Tertuliano comenzó la identificación de
los Magos con reyes. Se sustituyeron los gorros frigios con que se los
representaba originalmente por coronas y comenzó a gestarse la leyenda
de los Tres Reyes Magos, historia que tardará varios siglos en
completarse.
En la Edad Media el Pseudo Beda menciona
literalmente: Tres Magi tres, partis mudi significant: Asiam, Africam,
Europam; de esta manera se establece a la vez una correspondencia con
las tres razas del género humano, descendientes de los hijos de Noe:
Sem, Cam y Jafet; en este aspecto el descubrimiento colombino, en el
siglo XV, produjo cierto desconcierto. Existiendo intentos de añadir un
cuarto rey mago en representación del nuevo continente; pero el
conservadurismo de la Iglesia hizo inamovible el número de tres que
tradicionalmente había prevalecido durante siglos.
Retablo de la Catedral de Viseu - Vasco Fernándes.
¿Cuándo se produce la adoración?Las
discrepancias que presentan las fuentes hace que el momento concreto en
que se produce la Adoración de los Magos, sea cuestionable, existiendo
dos versiones; la primera de ellas sitúa a la escena en la misma época y
momento cronológico que la Natividad, produciéndose el acontecimiento
inmediatamente posterior. Las versiones apócrifas, sin embargo, parecen
indicar que éste se habría producido después de otros dos momentos
importantes del ciclo vital de Jesús: su Circuncisión y su Presentación
en el Templo; lo que significa que sucedería ya cumplidos los dos años;
de esta manera el edicto de Herodes, cuya historicidad también plantea
dudas y que habría provocado La matanza de los inocentes, estaría mejor
contextualizado.
Santa Maria in Trastevere, Roma, Italia
En
la Edad Media se popularizó en ciertos círculos de eruditos del momento
—especialmente astrólogos— que Jesús había nacido en primavera, y muy
posiblemente en el año 7 a.C., pues en aquellas fechas se había
producido un stellium: una llamativa conjunción de Júpiter, Saturno,
Venus, la Luna y el Sol en el signo de Piscis (el pez era el símbolo que
los cristianos primitivos emplearon para representar a Cristo).
Para
estos estudiosos, la conjunción más importante de este stellium —la
estrella de Belén del Nuevo Testamento— habría sido la de Júpiter y
Saturno con el Sol y esto es, en opinión del profesor Juan Francisco
Esteban Lorente, lo que aparece representado en el tímpano del claustro
románico de San Pedro el Viejo de Huesca.
¿Son Reyes?La
identidad de los magos es también una incógnita, originariamente eran
simples astrólogos, estudiosos de las estrellas; Émile Benveniste indica
que su nombre es de origen persa derivando de las palabras: mogu o maga
y, en principio, no se menciona que se trate de reyes, sino que este
carácter fue un añadido posterior que tiene como finalidad dignificar su
imagen ya que, con el tiempo, el concepto de mago llegó a equipararse
con el de brujo y fue adquiriendo un cierto tono peyorativo;
equiparación que se atribuye a Tertuliano en sus palabras: <nam et
Magos reges habuit fere oriens> y Cesareo de Arles, en el siglo XI,
apoya esto y consecuentemente con ello iconográficamente se produce un
cambio de atuendo para adaptarse a ella.
Salterio .Ingeborg. Los Reyes y Herodes
¿Los nombres de los Magos?Los
nombres de los magos es algo sobre lo que también se ha discutido,
aunque nada se menciona en las fuentes, los fieles querían conocerlos;
el Liber Pontificales de Ravena, del 845, los cita por primera vez
nominalmente: Gaspar, Melchor y Baltasar.
Inicialmente los tres
Reyes Magos tenían el mismo tipo de indumentaria de manera que podían
ser intercambiados sin alterar la imagen. Las primeras imágenes de esta
escena datan de finales del s. II y aparecen en contextos funerarios y
bautismales como los ejemplos de las catacumbas de la Capilla Griega de
la de Priscila o en las de Lucina, Domitila o la de los santos Pedro y
Marcelino; los primeros sarcófagos aparecen en el baptisterio de
Dura-Europos (c. 230). En este momento es cuando se planteó la
indefinición sobre el numero de magos que adoran a Jesús, y existen
ejemplos de dos o cuatros magos, que suelen ir vestidos a la persa con
gorros frigios. Estos son tiempos difíciles para los cristianos, ocultan
sus creencias y su corpus de imágenes aún está definiéndose.
Sarcófago Museo cristiano de Arles
Sarcófago
de Isacio - San Vital, Rávena, Siglo IV o V. Este sarcófago fue
reutilizado a mediados del siglo VII para albergar los restos mortales
del gobernador armenio Isacio, como lo indican las inscripciones griegas
y latinas de la tapa, que no es la original. La Virgen María, sentada
en una simple silla, está convertida en el trono vivo del Niño Jesús,
que se estira para recibir los regalos. Los Tres Magos se acercan, con
trajes persas y con sus mantos flotando por el raudo movimiento con que
el artesano ha sabido dotarlos. El Mago del medio gira su cabeza para
mirar a su compañero que le sigue, aunque probablemente ésta no sea la
pieza original. La estrella que los ha guiado hasta el lugar es visible
en el ángulo superior izquierdo. Como en el sarcófago de Aurelio, los
tres Magos parecen la repetición de una misma figura.
Sarcófago
de Aurelio – catacumba de San Lorenzo Fuori le Mura – Roma, siglo IV,
mármol, en museo del Vaticano. El sarcófago, de factura poco elaborada,
proviene de un taller secundario, de provincia. Los Magos se dirigen
hacia la Virgen sentada en una silla de alto respaldo, que sostiene a
Jesús recién nacido, fajado e inmóvil.
En el siglo IV se
comienzan a conocer los nombres de los Tres Reyes Magos, pero sólo
fueron categórica y ampliamente reconocidos por los creyentes cuando se
les aceptó en un pontifical de Rávena del siglo IX. El Evangelio Armenio
de la Infancia los llama Melkon, Gaspar y Baltasar. No está clara la
etimología de los nombres, aunque sí se concluye en general que no son
de origen exclusivamente persa. Melchor podría tener origen acadio y
significaría “rey”; Baltasar podría ser una forma europeizada del nombre
combinado en persa y en acadio Baal-hashahr, “Baal es rey”. En cuanto a
Gaspar, no se sabe si también significa “rey”, como los otros dos,
porque se desconoce su etimología.
La primera vez que surge el
nombre con que hoy conocemos a los Reyes Magos es en la iglesia de San
Apolinar Nuovo, en Rávena (Italia). El friso de la imagen está decorado
con mosaicos de mediados del siglo VI que representan la procesión de
las Vírgenes. Esta procesión está conducida por tres personajes vestidos
a la moda persa, tocados con un gorro frigio y su actitud es la de ir a
ofrecer lo que llevan en las manos a la Virgen que está sentada en un
trono y tiene al Niño en su rodilla izquierda. Encima de sus cabezas se
pueden leer tres nombres, de derecha a izquierda: Gaspar, Melchior,
Balthassar...
Y su versión Playmobil que hice el año pasado
¿Qué paso con los Reyes Magos?Según
la tradición los Reyes Magos regresaron a Oriente por mar y al fallecer
fueron enterrados en Saba. La emperatriz Helena halló sus cuerpos y,
junto con la madera de la Vera Cruz, los trasladó a Constantinopla;
durante el siglo IX el Obispo Eustorgio, llevó sus restos, en sarcófagos
de mármol, a Milán depositándolos en la Iglesia de su advocación; pero
dos siglos después el saqueo de esta ciudad favoreció que el arzobispo
de Colonia Reinaldo de Dassel, a petición del Emperador Federico
Barbarroja los trasladara a esta ciudad, donde sus osamentas fueron
depositadas en un magnífico relicario de oro.
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