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domingo, 29 de junio de 2014

ME CREEN LOCO , Y SI LO ESTOY LOCO DE AMOR AL SEÑOR: san pio de pietrelcina: LAS APARICIONES P. PIO DE ...

ME CREEN LOCO , Y SI LO ESTOY LOCO DE AMOR AL SEÑOR: san pio de pietrelcina: LAS APARICIONES P. PIO DE ...: san pio de pietrelcina: LAS APARICIONES P. PIO DE PIETRELCINA : Heredero espiritual de San Francisco de Asís, el Padre Pío de Pietrelcina ha...

Biografía

Heredero espiritual de San Francisco de Asís, el Padre Pío de
Pietrelcina ha sido el primer sacerdote en llevar impreso sobre su
cuerpo las señales de la crucifixión.

El Padre Pío, al que Dios donó particulares carismas, se empeñó con
todas sus fuerzas por la salvación de las almas. Los muchos testimonios
sobre su gran santidad de Fraile, llegan hasta nuestros días,
acompañados por sentimientos de gratitud. Sus intercesiones
providenciales cerca de Dios fueron para muchos hombres causa de
sanaciòn en el cuerpo y motivo de renacimiento en el Espíritu.


El Padre Pío de Pietrelcina que se llamó Francesco Forgione, nació en
Pietrelcina, en un pequeño pueblo de la provincia de Benevento, el 25
de mayo de 1887. Nació en una familia humilde donde el papá Grazio
Forgione y la mamá Maria Giuseppa Di Nunzio ya tenían otros hijos.


Desde la tierna edad Francesco experimentó en sí el deseo de
consagrarse totalmente a Dios y este deseo lo distinguiera de sus
coetáneos. Tal “diversidad” fue observada de sus parientes y de sus
amigos. Mamá Peppa contó - “no cometió nunca ninguna falta, no hizo
caprichos, siempre obedeció a mí y a su padre, cada mañana y cada tarde
iba a la iglesia a visitar a Jesús y a la Virgen. Durante el día no
salió nunca con los compañeros. A veces le dije: “Francì sal un poco a
jugar. Él se negó diciendo: no quiero ir porque ellos blasfeman”.



Del diario del Padre Agostino de San Marco in Lamis, quien fuè uno de
los directores espirituales del Padre Pío, se enteró de que el Padre
Pío, desde el 1892, cuando apenas tenía cinco años, ya vivió sus
primeras experiencias carismáticas espirituales. Los Éxtasis y las
apariciones fueron tan frecuentes que al niño le pareció que eran
absolutamente normales.


Con el pasar del tiempo, pudo realizarse para Francesco lo que fue el
más grande de sus sueños: consagrar totalmente la vida a Dios. El 6 de
enero de 1903, a los dieciséis años, entró como clérigo en la orden de
los Capuchinos. Fue ordenado sacerdote en la Catedral de Benevento, el
10 de agosto de 1910. Tuvo así inicio su vida sacerdotal que a causa de
sus precarias condiciones de salud, se desarrollará primero en muchos
conventos de la provincia de Benevento. Estuvo en varios conventos por
motivo de salud, luego, a partir del 4 de septiembre de 1916 llegó al
convento de San Giovanni Rotondo, sobre el Gargano, dónde se quedó hasta
el 23 de septiembre de 1968, día de su sentida muerte.


En este largo período el Padre Pío iniciaba sus días despertándose
por la noche, muy antes del alba, se dedicaba a la oración con gran
fervor aprovechando la soledad y silencio de la noche. Visitaba
diariamente por largas horas a Jesús Sacramentado, preparándose para la
Santa Misa, y de allí siempre sacó las fuerzas necesarias, para su gran
labor para con las almas, al acercarlas a Dios en el Sacramento Santo de
la Confesión, confesaba por largas horas, hasta 14 horas diarias, y así
salvó muchas almas.


Uno de los acontecimientos que señaló intensamente la vida del Padre
Pío fuè lo que se averiguó la mañana del 20 de septiembre de 1918,
cuando, rogando delante del Crucifijo del coro de la vieja iglesia
pequeña, el Padre Pío tuvo el maravilloso regalo de los estigmas. Los
estigmas o las heridas fueron visibles y quedaron abiertas, frescas y
sangrantes, por medio siglo. Este fenómeno extraordinario volvió a
llamar, sobre el Padre Pío la atención de los médicos, de los
estudiosos, de los periodistas pero sobre todo de la gente común que, en
el curso de muchas décadas fueron a San Giovanni Rotondo para encontrar
al santo fraile.


En una carta al Padre Benedetto, del 22 de octubre de 1918, el Padre
Pío cuenta su “crucifixión”: “¿Qué cosa os puedo decir a los que me han
preguntado como es que ha ocurrido mi crucifixión? ¡Mi Dios que
confusión y que humillación yo tengo el deber de manifestar lo que Tú
has obrado en esta tu mezquina criatura!


Fue la mañana del 20 del pasado mes (septiembre) en coro, después de
la celebración de la Santa Misa, cuando fui sorprendido por el descanso
en el espíritu, parecido a un dulce sueño. Todos los sentidos interiores
y exteriores, además de las mismas facultades del alma, se encontraron
en una quietud indescriptible. En todo esto hubo un total silencio
alrededor de mí y dentro de mí; sentí enseguida una gran paz y un
abandono en la completa privación de todo y una disposición en la misma
rutina.


Todo esto ocurrió en un instante. Y mientras esto se desarrolló; yo
vi delante de mí un misterioso personaje parecido a aquél visto en la
tarde del 5 de agosto. Éste era diferente del primero, porque tenía las
manos, los pies y el costado que emanaban sangre. La visión me
aterrorizaba; lo que sentí en aquel instante en mí; no sabría decirlo.
Me sentí morir y habría muerto, si Dios no hubiera intervenido a
sustentar mi corazón, el que me lo sentí saltar del pecho.


La vista del personaje desapareció, y me percaté de que mis manos,
pies y costado fueron horadados y chorreaban sangre. Imagináis el
suplicio que experimenté entonces y que voy experimentando continuamente
casi todos los días. La herida del corazón asiduamente sangra, comienza
el jueves por la tarde hasta al sábado. Mi padre, yo muero de dolor por
el suplicio y por la confusión que yo experimento en lo más íntimo del
alma. Temo morir desangrado, si Dios no escucha los gemidos de mi pobre
corazón, y tenga piedad para retirar de mí esta situación….”


Por años, de cada parte del mundo, los fieles fueron a este sacerdote
estigmatizado, para conseguir su potente intercesión cerca de Dios.
Cincuenta años experimentados en la oración, en la humildad, en el
sufrimiento y en el sacrificio, dónde para actuar su amor, el Padre Pío
realizó dos iniciativas en dos direcciones: un vertical hacia Dios, con
la fundación de los “Grupos de ruego”, hoy llamados “grupos de oración” y
la otra horizontal hacia los hermanos, con la construcción de un
moderno hospital: “Casa Alivio del Sufrimiento.”


En septiembre los 1968 millares de devotos e hijos espirituales del
Padre Pío se reunieron en un congreso en San Giovanni Rotondo para
conmemorar juntos el 50° aniversario de los estigmas aparecidos en el
Padre Pío y para celebrar el cuarto congreso internacional de los Grupos
de Oración. Nadie habría imaginado que a las 2.30 de la madrugada del
23 de septiembre de 1968, sería el doloroso final de la vida terrena del
Padre Pío de Pietrelcina. De este maravilloso fraile, escogido por Dios
para derramar su Divina Misericordia de una manera tan especial.


Muchas han sido las sanaciones y conversiones concedidas por la
intercesión del Padre Pío e innumerables milagros han sido reportados a
la Santa Sede.


Los preliminares de su Causa se iniciaron en noviembre de 1969. El 18
de diciembre de 1997, Su Santidad Juan Pablo II lo pronunció venerable.
Este paso, aunque no tan ceremonioso como la beatificación, es
ciertamente la parte más importante del proceso. El venerable Padre Pío
fue beatificado el 2 de mayo de 1999. Tan grande fue la multitud en la
Misa de beatificación, que desbordaron la Plaza de San Pedro y toda la
Avenida de la Conciliación hasta el río Tiber sin ser estos lugares
suficiente. Millones además lo contemplaron por la televisión en el
mundo entero.


El día 16 de junio del 2002, su Santidad Juan Pablo II canonizó al
Beato Padre Pío. Es el primer sacerdote canonizado que ha recibido los
estigmas de nuestro Señor Jesucristo.


Su
beatificación y su canonización fueron las de mayor asistencia en la
historia. La plaza de San Pedro y sus alrededores no pudieron contener
las multitudes.



caninizacionppio

El Padre Pío es un poderoso intercesor.  Los milagros se siguen multiplicando.


El
santuario del Padre Pío en San Giovanni Rotondo recibe mas peregrinos
cada año que el de Lourdes. Es el segundo santuario mas visitado,
después del Tepeyac (Virgen de Guadalupe).



A 40 años de su fallecimiento, en este 2008, se exhumó su cuerpo el
que se exhibe incorrupto como una nueva señal de su santidad.


Galería de fotos con periódica actualización: http://www.flickr.com/photos/30912936@N03/show/


Sobre la oración
Lunes, mar 28 2011 

Palabras de San Pio sobre  la “ORACION”:


“Solo quiero ser un fraile que reza… “


Reza, espera y no te preocupes. La preocupación es inútil. Dios es misericordioso y escuchará tu oración…


La oración es la mejor arma que tenemos; es la llave al corazón de
Dios. Debes hablarle a Jesús, no solo con tus labios sino con tu
corazón. En realidad, en algunas ocasiones debes hablarle solo con el
corazón…”


El don de la oración está en manos del Salvador. Cuanto más te vacíes
de ti mismo, es decir, de tu amor propio y de toda atadura carnal,
entrando en la santa humildad, más lo comunicará Dios a tu corazón.


A Dios se le busca en los libros, se le encuentra en la meditación.


En la medida en que vaciéis vuestro Yo de sí mismo – es decir, del
apego a los sentidos y a vuestra propia voluntad – , echando raíces en
la santa humildad, el Señor hablará a vuestro corazón.


Practicad con perseverancia la meditación a pequeños pasos, hasta que
tengáis piernas fuertes, o más bien alas. Tal como el huevo puesto en
la colmena se transforma, a su debido tiempo, en una abeja, industriosa
obrera de la miel.


Sed vigilantes cuando meditéis. Generalmente los que se entregan a la
meditación, lo hacen con una especie de arrogancia, tan ansiosos están
por encontrar el sujeto susceptible de consolar su espíritu, y esto es
suficiente para impedirles encontrar lo que buscan.


-SAN PIO DE PIETRELCINA-


SÚPLICAS DE S.S. JUAN PABLO II
Domingo, mar 13 2011 


 Oración pronunciada por Juan Pablo II en la Misa de canonización del padre Pío celebrada el 16 de Junio de 2002

“Enséñanos también a nosotros, te
pedimos, la humildad del corazón para formar parte de los pequeños del
Evangelio, a quienes el Padre les ha prometido revelar los misterios de
su Reino.



“Ayúdanos a rezar sin cansarnos nunca, seguros de que Dios conoce lo que necesitamos, antes de que se lo pidamos.


“Danos una mirada de fe capaz de capaz de reconocer con prontitud en los pobres y en los que sufren el rostro mismo de Jesús.


“Apóyanos en la hora del combate y de la prueba y, si caemos, haz que experimentemos la alegría del sacramento del perdón.


Transmítenos tu tierna devoción a María, Madre de Jesús y nuestra”.


“Acompáñanos en la peregrinación terrena
hacia la patria bienaventurada, donde esperamos llegar también nosotros
para contemplar para siempre la Gloria del Padre, del Hijo y del
Espíritu Santo”.



J.P.II

HACER EL BIEN
Domingo, mar 13 2011 

“Jesús nos llama con sus divinas inspiraciones y se nos comunica con su gracia.”


“¿Cuantas veces él nos ha invitado?”


 “¿Y con que rapidez le hemos contestado?”


 “No dejemos para mañana lo que podemos
hacer hoy. Del bien de después están llenos los sepulcros…, y además,
¿quién nos dice que viviremos mañana?.



Escuchemos la voz de nuestra conciencia,
la voz del Profeta Rey: Si escucháis hoy la voz del Señor, no cerréis
vuestros oídos. Levantémonos y atesoremos, porque sólo el instante que
pasa está en nuestras manos. No queramos alargar el tiempo entre un
instante y otro, que eso no está en nuestras manos.”



 “Comencemos hoy, hermanos a hacer el bien, que hasta ahora no hemos hecho nada”.


 Padre Pío


Algunos pensamientos del Padre Pio en Navidad
Viernes, dic 24 2010 




La ternura de la Navidad


«Todas las fiestas de la Iglesia son hermosas… la Pascua, sí, es la
glorificación… pero la Navidad posee una ternura, una dulzura infantil
que me atrapa todo el corazón»


Lágrimas de gratitud


«¡Qué feliz me hace Jesús! ¡Qué suave es su espíritu! Pero yo me confundo y sólo consigo rezar y repetir: “Jesús, pan mío”»


Los vagidos de Jesús


«Sólo se oyen los vagidos y el llanto del niño Dios y con este llanto
y estos vagidos ofrece a la justicia divina el primer rescate de
nuestra reconciliación …»


El más pequeño de nosotros


«Que el Niño Jesús te colme de sus divinos carismas, te haga probar
las alegrías de los pastores y de los ángeles y te revista todo con el
fuego de esa caridad por la que se hizo el más pequeño de nosotros, y te
convierta en un niño pequeño lleno de amabilidad, sencillez y amor»


Dulcísimo Jesús


«Que el dulcísimo Niño Jesús os traiga todas las gracias, todas las
bendiciones, todas las sonrisas que plazca a su infinita bondad…»


Jesús llama… movidos por su gracia corren


«Jesús llama a los pobres y sencillos pastores por medio de los
ángeles para manifestarse a ellos. Llama a los sabios por medio de su
misma ciencia. Y todos, movidos por el influjo interior de su gracia,
corren hacia él para adorarle. Nos llama a todos con las inspiraciones
divinas y se comunica a nosotros con su gracia»


La justificación de los pecadores


«Nuestra justificación es un milagro extremadamente grande que la
Sagrada Escritura compara con la resurrección del Maestro divino. Sí,
querida amiga, la justificación de nuestra impiedad es tal que bien
podemos decir que Dios mostró su potencia más en nuestra conversión que
en sacar de la nada el cielo y la tierra, pues hay más contraposición
entre el pecador y la gracia que entre la nada y el ser. La nada está
menos lejos de Dios que el pecador. Además, en la creación se trata del
orden natural; en la justificación del impío, en cambio, se trata del
orden sobrenatural y divino»


Jesús es con mayor razón para los pecadores


«Jesús es de todos, pero lo es con mayor razón para los pecadores.
Nos lo dice él mismo: “No he venido a llamar a los justos, sino a los
pecadores”. “No son los sanos los que tienen necesidad del médico, sino
los enfermos”. “El Hijo del hombre ha venido a salvar lo que estaba
perdido”. “Habrá más alegría en el cielo por un solo pecador que se
convierta que por noventa y nueve justos que no tengan necesidad de
conversión”»


… lo hace para que seas más humilde


«Nuestro Señor te ama tiernamente, hija mía. Y si no te hace sentir
la dulzura de su amor, lo hace para que seas más humilde y te sientas
despreciable. No dejes por ello de recurrir a su santa benignidad con
toda confianza, especialmente en el tiempo en el que nos lo
representamos como cuando era un niño pequeño en Belén. Porque, hija
mía, ¿para qué toma esta dulce, amable condición de niño si no es para
provocarnos a amarlo confidentemente y a entregarnos amorosamente a él?»


Pidamos que nos revista de humildad


«Pidamos al Niño divino que nos revista de humildad, porque sólo con
esta virtud podemos gustar este misterio relleno de divinas ternuras»


Fuente: 30 Giorni


Visto en: Romanistas y en Apostolado Eucarístico 

Un nuevo matrimonio camino a los altares: hijos del P. Pío
Martes, dic 21 2010 




Se ha
abierto en Roma el proceso de beatificación de los esposos Settimio
Manelli y Licia Gualandris, padres de 21 hijos, entre los cuales se
encuentra el fundador de los Franciscanos de la
Inmaculada.                     
El Santo Padre Pío de Pietrelcina, según informa la Positio, les había profetizado: “Superaréis los 20 hijos”.
***
Aunque en
la casa sólo entrara el sueldo de él, tuvieron en total 21 hijos: un
ejemplo de “confianza” y de “aceptación” cristiana que la Iglesia, con
la causa de beatificación del matrimonio, indica también a las familias
de hoy. Las vidas de “esposos y padres ejemplares” de Settimio Manelli
(1886-1978) y Licia Gualandris (1907-2004) llegan al proceso para la
elevación al honor de los altares. En efecto, mañana a las 12 hs, en el
Aula della Conciliazione del Vicariato de Roma, se abrirá oficialmente
la causa con la constitución del Tribunal diocesano y con el juramento
de los miembros y del postulador, padre Massimiliano Pio M. Maffei, y de
la vicepostuladora, madre M. Grazia Palma.

La
particularidad y la “fecundidad” de la descendencia de los Manelli está
también el en hecho de que uno de los 21 hijos, Stefano Maria, fundó en
1990 la Orden de los Franciscanos de la Inmaculada, que en pocos años ha
llegado a comprender al menos mil miembros, entre frailes y hermanas,
mientras que otro, Pio, ha tenido a su vez nueve hijos, de los cuales
siete entraron también en la orden religiosa. “Hoy, entre hijos todavía
vivos, nietos y bisnietos, la familia cuenta en total con doscientas
personas: una descendencia grandiosa”, dice el padre Stefano Maria en
vísperas de la ceremonia en el Vicariato.

Settimio
Manelli, originario de Teramo, maestro y director en escuelas
secundarias, y Licia Gualandris, nacida en Nembro (Bérgamo), se casaron
en 1926 y vivieron en Roma. Ambos, desde 1924, conocieron de
cerca al Padre Pío, del que se convirtieron en hijos espirituales (y que
definió a Settimio “un cristiano de una pieza”) e hicieron profesión
como terciarios franciscanos.
Incluso en tiempos marcados por
la guerra y por condiciones económicas adversas, no dudaron en aceptar
los 21 hijos como verdaderos “dones de Dios”. “Recuerdo un episodio de
cuando tenía 10 años – cuenta el padre Stefano Maria. Papá entró a casa y
mamá le dijo tímidamente, casi en un susurro: «¿Sabes que estoy
embarazada de nuevo?». Y él: «¿Ves? Hay otra llama que Dios ha
encendido». “Su ejemplo – prosigue – era de aceptar la vida, nunca
rechazarla. Y también esto venía de la gran escuela del Padre Pío, con una conducta fidelísima al Evangelio”. El religioso recuerda que, un día, el
santo de Pietrelcina, frente a una audiencia de docentes, indicó a
Settimio Manelli como un hombre “que observa y vive el Evangelio a la
letra”, es decir, su “norma verdadera y concreta”.

Las cosas
no fueron fáciles, durante la guerra no llegaba ni siquiera el sueldo
como profesor y se iba hacia delante “con la ayuda de los comerciantes,
que daban créditos”. Pero lo que ayudaba a hacer avanzar “la empresa” –
así la llama el padre Stefano – de una familia tan numerosa “era la
asistencia de Dios, la ayuda de la Providencia”. “Papá y mamá – añade –
nos invitaban siempre a tener confianza en la Providencia, esperaban su
llegada a casa como si fuese una persona”.

El hecho es
que, de los 13 hijos que han quedado, “ocho han obtenido una
licenciatura y, de todos modos, todos se han instalado”. Un mensaje
“para la vida y para la familia” el de los Manelli, frente a los núcleos
“destrozados” de hoy. También la confianza, sin embargo, según el padre
Stefano, “se cultiva, en particular, con la oración”. “Papá – cuenta –
comulgaba todas las mañanas yendo a Misa antes de dirigirse rápidamente a
la escuela”.

La llegada a
la causa de beatificación, tiempo atrás considerada difícil, “ha estado
guiada desde lo alto”. “Hoy son nuestros padrinos – dice el padre
Stefano sobre sus padres, pensando en su orden de los Franciscanos de la
Inmaculada-. Una vez beatos, serán nuestros protectores”.
***

***

San Padre Pío:BONDADOSO CON LOS PECADORES
Sábado, oct 23 2010 

San Padre Pío:

BONDADOSO CON LOS PECADORES

Anecdota tomada de Los Milagros del P. Pío, P. Luis Butera V.  (Producciones Humanas, A.C.), pg. 84.









Para
con los curiosos, los hipócritas y los mentirosos, el P. Pío era
severo, muy severo. No así para con los pecadores arrepentidos. Un día
llegó a San Giovanni Rotondo la riquísima señora Luisa Vairo movida

por pura curiosidad y un poco para desafiar la opinión pública. Al
llegar a la Iglesia, donde confesaba el P. Pío, sintió una grandísima
angustia por sus pecados, que estalló en llanto, sin preocuparse de los

presentes. Nadie pudo consolarla. Se le avisó al P. Pío, quien se le acercó, diciéndole:



-Tranquilícese, hija. La misericordia de Dios no tiene límites y la sangre de Jesús lava todos los pecados del mundo.

-Quiero confesarme, Padre. -Dijo la señora desconocida que una hora antes se hubiera burlado de una tal propuesta.

-Primero cálmese, le contestó el Padre; vuelva mañana.


La señora pasó toda la noche trayendo a la mente todos los pecados de
su vida. ¡No se confesaba desde su infancia! Al día siguiente, delante
del Padre Pío, no pudo decir una sola palabra. Sentía un nudo en la
garganta que le impedía confesarse. Viéndole así, el P. Pío le presentó
la lista de todos sus pecados, a los

cuales contestaba simplemente con un ‘sí’. Cuando pareció terminar, el
Padre le preguntó: -¿No te acuerdas más? La señora se sintió
profundamente turbada, y calló. El Padre Pío la miró y esperó la
respuesta. Finalmente contestó:


-Me acuso también de esto… Y confesó el más grande de sus pecados.


-¡Bendito sea Dios! -exclamó alegremente el P. Pío- ¡Era esto lo que yo esperaba!


Una
vez convertida, la señora Vairo siguió el ejemplo de los grandes
penitentes. Una mañana de invierno, ella decidió ir a la iglesia
descalza. Hacía mucho frío y estaba lloviendo. El camino era lodoso y
con abundante grava que cortaba los pies. Empapada de la lluvia y con
los pies ensangrentados, llegó a la puerta de la iglesia y en vez de
entrar se desmayó. Al despertar vió al P. Pío que le dijo: “hija mía,
también en la santa penitencia es necesario no pasarse”.



Luego,
tocándola suavemente en la espalda, le dijo: “Afortunadamente esta agua
no moja…” Grande fue la sorpresa de todos los presentes al ver que de
pronto, los vestidos de la señora quedaron secos.



Novena al Santo Padre Pío de Pietrelcina – la humildad
Jueves, sep 23 2010 

9º DÍA – 23/9


LA
HUMILDAD: La humildad es la virtud de asumir los defectos y errores
propios. Una de las más difíciles de cultivar para todos los hombres y
de la que han gozado, no sin esfuerzo, todos los santos.


El Santo padre Pío era muy consciente de sus miserias y rogaba
diariamente al Padre para poder combatirse y ayudar a todos sus hijos a
ser
humildes.                                                                                                                                              
En una oportunidad, como una señora admitiera que tenía cierta
inclinación a la vanidad, el Padre comentó: – “¿Ha observado usted un
campo de trigo en sazón? Unas espigas se mantienen erguidas, mientras
otras se inclinan hacia la tierra. Pongamos a pruebe a los mas altivos,
descubriremos que están vacíos, en tanto los que se inclinan, los
humildes, están cargados de granos”


Oración: Humildísimo Santo Padre Pío de Pietrelcina,
Tú que has verdaderamente amado a la Santa Madre Iglesia. Ruega a Dios,
nuestro Señor, al Señor de la Mies para que mande obreros a Su Mies, y
regalos a cada uno de ellos; de manera que llenando el mundo de
sacerdotes santos; obtengan la fuerza y la inspiración de Dios. Además
te rogamos interceder ante la Santísima Siempre Virgen María; para que
conduzcas a todos los hombres hacia la unidad de los cristianos,
reuniéndolos en la gran casa de Dios; para que la Iglesia sea el faro de
luz y salvación en el mar de tempestad que es la vida.


Palabras del Padre Pío: “Siempre mantente unido a la
Santa Iglesia Católica, porque sólo ella puede salvarte, porque sólo
ella posee a Jesús Sacramentado, que es el verdadero príncipe de la paz.
Fuera de la Iglesia Católica, no hay salvación, ella te da el bautismo,
el perdón de los pecados, el Cuerpo, la sangre, el Alma, y la Divinidad
de Jesucristo, concediéndote por tanto la vida eterna; y todos los
santos sacramentos para llevar una vida de santidad.”


Esta coronilla que rezaremos, era recitada diariamente por el Padre Pío por todos aquellos que se encomendaban a sus oraciones.

CORONITA AL SAGRADO CORAZON DE JESUS


I.- ¡Oh Jesús mío!, que dijiste: “En verdad os digo, pedid y obtendréis, buscad y encontraréis, llamad y os abrirán!.


He ahí que, confiando en tu Palabra divina, yo llamo, yo busco, yo pido la gracia……

Padre Pío ruega al Señor en nombre de Jesucristo


Padre Nuestro, Avemaría y Gloria.


Sagrado Corazón de Jesús, en Vos confío.


II.- ¡Oh Jesús mío!, que dijiste: ” En verdad os digo, pasarán los cielos y la tierra pero mis palabras jamás!”


He ahí que basándome en la infalibilidad de tus santas palabras yo pido la gracia……

Padre Nuestro, Avemaría y Gloria.


Sagrado Corazón de Jesús, en Vos confío.


III.- ¡Oh Jesús mío!, que dijiste: “En verdad os digo, todo aquello que pediréis a mi Padre en mi Nombre, El os lo concederá”.


He ahí que al eterno Padre en tu Nombre yo pido la gracia…….


Padre Nuestro, Avemaría y Gloria.


Sagrado Corazón de Jesús, en Vos confío.


¡Oh Sagrado Corazón de Jesús, el cual es imposible no sentir
compasión por los infelices, ten piedad de nosotros, pobres pecadores, y
concédenos las gracias que pedimos en nombre del Inmaculado Corazón de
María, nuestra tierna Madre.


San José, padre adoptivo del Sagrado Corazón de Jesús, ruega por nosotros.


Dios te salve, Reina y Madre…


Novena al Santo Padre Pío – la pureza
Jueves, sep 23 2010 

8º DÍA – 22/9


LA
PUREZA: La pureza es algo con lo que nacemos pero a medida que
comenzamos a tomar conciencia, por la influencia del mundo, vamos
perdiendo. Es necesario ser puros de mente y cuerpo, para poder ser
puros de alma. No es una tarea sencilla, ni carente de obstáculos. La
pureza de corazón, como toda virtud, exige un entrenamiento diario de la
voluntad y una disciplina constante interior. Exige, ante todo, el
asiduo recurso a Dios en la oración.  Decía el Santo Padre Pío a sus
hijos espirituales: “Ten por cierto que si a Dios un alma le es grata,
más la pondrá a prueba. Por tanto, ¡Coraje! y adelante siempre.” Pero
hay una promesa a tanto esfuerzo: “Felices los limpios de corazón,
porque verán a Dios” (Mt 5,8) El corazón limpio es el corazón abierto y
humilde. El corazón impuro es, por el contrario, el corazón presuntuoso y
cerrado, completamente lleno de sí mismo, incapaz de dar un lugar a la
majestad de la verdad. Que pide respeto y, al fin, adoración, nos
exhorta  S.S. Benedicto XVI


Oración: Purísimo Santo Padre  Pío de Pietrelcina,
Tú que has querido mucho a tus hijos espirituales. Muchos de tus hijos
han sido comprados por ti con el precio de tu sangre. También nos
concedes a los que no te hemos conocido personalmente, de considerarnos
como tus hijos espirituales. Con tu paternal protección, con tu santa
guía y con la fortaleza que conseguirás para nosotros de Dios, podremos,
en el momento de la muerte, encontrarte en las puertas del Paraíso, en
espera de nuestra llegada.


Palabras del Padre Pío: “Si me fuera posible,
querría conseguir de Dios solamente una cosa; si me dijera: “Vas al
Paraíso”, querría conseguir esta gracia: “Señor, no me dejéis ir al
Paraíso hasta que el ultimo de mis hijos; la última de las personas que
me han sido confiadas, haya entrado antes que Yo.”


Esta coronilla que rezaremos, era recitada diariamente por el Padre Pío por todos aquellos que se encomendaban a sus oraciones.

CORONITA AL SAGRADO CORAZON DE JESUS


I.- ¡Oh Jesús mío!, que dijiste: “En verdad os digo, pedid y obtendréis, buscad y encontraréis, llamad y os abrirán!.


He ahí que, confiando en tu Palabra divina, yo llamo, yo busco, yo pido la gracia……

Padre Pío ruega al Señor en nombre de Jesucristo


Padre Nuestro, Avemaría y Gloria.


Sagrado Corazón de Jesús, en Vos confío.


II.- ¡Oh Jesús mío!, que dijiste: ” En verdad os digo, pasarán los cielos y la tierra pero mis palabras jamás!”


He ahí que basándome en la infalibilidad de tus santas palabras yo pido la gracia……

Padre Nuestro, Avemaría y Gloria.


Sagrado Corazón de Jesús, en Vos confío.


III.- ¡Oh Jesús mío!, que dijiste: “En verdad os digo, todo aquello que pediréis a mi Padre en mi Nombre, El os lo concederá”.


He ahí que al eterno Padre en tu Nombre yo pido la gracia…….


Padre Nuestro, Avemaría y Gloria.


Sagrado Corazón de Jesús, en Vos confío.


¡Oh Sagrado Corazón de Jesús, el cual es imposible no sentir
compasión por los infelices, ten piedad de nosotros, pobres pecadores, y
concédenos las gracias que pedimos en nombre del Inmaculado Corazón de
María, nuestra tierna Madre.


San José, padre adoptivo del Sagrado Corazón de Jesús, ruega por nosotros.


Dios te salve, Reina y Madre…


Novena al Santo Padre Pío – la penitencia
Martes, sep 21 2010 

7º DÍA – 21/9





LA PENITENCIA: Conocemos la penitencia como aquel “castigo” que nos
impone el Confesor luego de absolvernos de nuestras faltas en el
Sacramento de la Confesión. Pero existe también la Penitencia como una
serie de diferentes ejercicios penosos que podemos imponernos, con la
debida autorización de nuestro director espiritual, para procurar la
mortificación de nuestras pasiones y sentidos, como modo de expiación
por nuestros pecados ya perdonados. El Santo Padre Pío fue muy penitente
y supo vivir en austeras penitencias toda su vida religiosa, sin perder
la alegría.


Oración: Benditísimo Santo Padre  Pío de
Pietrelcina. Tú que has realizado el proyecto de salvación de Dios y has
ofrecido tus sufrimientos para desatar a los pecadores de las riendas
de Satanás. Ruega a Dios para que los hombres, que no creen, tengan una
gran y verdadera fe y se conviertan; arrepintiéndose en lo profundo de
su corazón; y que las personas con poca fe mejoren su vida cristiana; y
que los hombres justos continúen sobre el camino de la salvación.


Palabras del Padre Pío: “Si el pobre mundo pudiera
ver la belleza del alma sin pecado, todos los pecadores, todos los
incrédulos se convertirían al instante. “


Esta coronilla que rezaremos, era recitada diariamente por el Padre Pío por todos aquellos que se encomendaban a sus oraciones.

CORONITA AL SAGRADO CORAZON DE JESUS


I.- ¡Oh Jesús mío!, que dijiste: “En verdad os digo, pedid y obtendréis, buscad y encontraréis, llamad y os abrirán!.


He ahí que, confiando en tu Palabra divina, yo llamo, yo busco, yo pido la gracia……

Padre Pío ruega al Señor en nombre de Jesucristo


Padre Nuestro, Avemaría y Gloria.


Sagrado Corazón de Jesús, en Vos confío.


II.- ¡Oh Jesús mío!, que dijiste: ” En verdad os digo, pasarán los cielos y la tierra pero mis palabras jamás!”


He ahí que basándome en la infalibilidad de tus santas palabras yo pido la gracia……

Padre Nuestro, Avemaría y Gloria.


Sagrado Corazón de Jesús, en Vos confío.


III.- ¡Oh Jesús mío!, que dijiste: “En verdad os digo, todo aquello que pediréis a mi Padre en mi Nombre, El os lo concederá”.


He ahí que al eterno Padre en tu Nombre yo pido la gracia…….


Padre Nuestro, Avemaría y Gloria.


Sagrado Corazón de Jesús, en Vos confío.


¡Oh Sagrado Corazón de Jesús, el cual es imposible no sentir
compasión por los infelices, ten piedad de nosotros, pobres pecadores, y
concédenos las gracias que pedimos en nombre del Inmaculado Corazón de
María, nuestra tierna Madre.


San José, padre adoptivo del Sagrado Corazón de Jesús, ruega por nosotros.


Dios te salve, Reina y Madre…


Novena al Santo Padre Pío – la obediencia
Lunes, sep 20 2010 

6º DÍA – 20/9


LA
OBEDIENCIA: a través de la virtud de la obediencia se logra realizar lo
que nuestros superiores nos piden sin cuestionar las posibles
consecuencias y motivos de la orden que se nos da. Quien obedece se
limita a actuar según lo pedido. En la vida religiosa se dice que “quien
obedece no se equivoca”  y así actuó nuestro santo a lo largo de toda
su vida, aún cuando las órdenes que le dieron eran evidentemente
injustas, como suspenderlo e impedirle confesar o celebrar la Santa Misa
públicamente. Es uno de los votos realizados por el Santo Padre Pío al
ingresar a la vida religiosa, que con la ayuda de Dios, pudo cumplir
fielmente junto a la pobreza y la castidad, representados visiblemente
en los tres nudos de su lazo alrededor de la cintura. 
                          


    Decía nuestro Santo: Es mediante una sumisión completa y ciega
que os sentiréis guiado en medio de las sombras, las perplejidades y las
luchas de la vida. “El hombre obediente cantará victoria”, nos dice la
Escritura. Si Jesús se manifiesta a vosotros, dadle también las gracias;
si se oculta a vuestra vista, dadle también las gracias. Todo esto
compone el yugo del
amor.                                                                     

                                                                           
Vivió la santa obediencia de modo exquisito, incluso en la enfermedad o
en el dolor provocado por los continuos ataques y tentaciones del
Maligno.


Oración: Obedientísimo Santo Padre  Pío de
Pietrelcina. Tú, que has querido tanto a los enfermos; más que a ti
mismo porque en ellos viste  a Jesús. Tú, que en el nombre de Dios has
obrado Milagros de sanación en el cuerpo, en el alma, y en la mente, en
el presente, en el pasado y en el futuro de las personas; devolviendo
esperanza de vida y renovación del espíritu, y en la integridad total de
las personas. Ruega a Dios para que todos los enfermos; por intercesión
de María Santísima, puedan experimentar tu potente ayuda y a través de
la sanación de su cuerpo encontrar beneficios espirituales y agradecer
para siempre a Dios.


Palabras del Padre Pío:”Si yo sé que una persona
está afligida, sea en el alma o en el cuerpo, suplicaría a Dios para
verla libre de sus males. De buena gana yo tomaría todos sus
sufrimientos para verla salvada y cedería los frutos de tales
sufrimientos en su favor”.


Esta coronilla que rezaremos, era recitada diariamente por el Padre Pío por todos aquellos que se encomendaban a sus oraciones.

CORONITA AL SAGRADO CORAZON DE JESUS


I.- ¡Oh Jesús mío!, que dijiste: “En verdad os digo, pedid y obtendréis, buscad y encontraréis, llamad y os abrirán!.


He ahí que, confiando en tu Palabra divina, yo llamo, yo busco, yo pido la gracia……

Padre Pío ruega al Señor en nombre de Jesucristo


Padre Nuestro, Avemaría y Gloria.


Sagrado Corazón de Jesús, en Vos confío.


II.- ¡Oh Jesús mío!, que dijiste: ” En verdad os digo, pasarán los cielos y la tierra pero mis palabras jamás!”


He ahí que basándome en la infalibilidad de tus santas palabras yo pido la gracia……

Padre Nuestro, Avemaría y Gloria.


Sagrado Corazón de Jesús, en Vos confío.


III.- ¡Oh Jesús mío!, que dijiste: “En verdad os digo, todo aquello que pediréis a mi Padre en mi Nombre, El os lo concederá”.


He ahí que al eterno Padre en tu Nombre yo pido la gracia…….


Padre Nuestro, Avemaría y Gloria.


Sagrado Corazón de Jesús, en Vos confío.


¡Oh Sagrado Corazón de Jesús, el cual es imposible no sentir
compasión por los infelices, ten piedad de nosotros, pobres pecadores, y
concédenos las gracias que pedimos en nombre del Inmaculado Corazón de
María, nuestra tierna Madre.


San José, padre adoptivo del Sagrado Corazón de Jesús, ruega por nosotros.


Dios te salve, Reina y Madre…


Novena al Santo Padre Pío – la Prudencia
Lunes, sep 20 2010 

5º DÍA – 19/9


LA
PRUDENCIA: La prudencia es una de las cuatro virtudes cardinales, que
consiste en discernir y distinguir lo que es bueno o malo, para seguirlo
o huir de ello. La prudencia es sinónimo de cautela, de moderación. Es
el motor del buen cristiano. Quien la ejerce sabe acallar su lengua, sus
malos pensamientos y evitar las malas obras. El santo Padre Pío fue una
escuela viva de prudencia, de sensatez y de amor. Decía nuestro Santo
sobre la prudencia: La prudencia tiene ojos. El amor piernas. El amor,
que tiene piernas, querría correr hacia Dios, pero su impulso es ciego, y
uno tropezaría, de no estar dirigido por los ojos de la prudencia…


Oración: Prudentísimo Santo Padre Pío de
Pietrelcina. Tú que tanto amas y nos enseñasteis a amar a las Almas del
Purgatorio; por las que te has ofrecido como víctima que expió sus
penas. Ruega a Dios Nuestro Señor, para que ponga en nuestros corazones
sentimientos de compasión y amor por estas almas. También nosotros
ayudaremos a las Almas del Purgatorio y reduciremos sus tiempos de
destierro y de gran aflicción. Ganaremos para Ellas, con sacrificios y
oración, el descanso eterno de sus almas; y las santas Indulgencias
necesarias para sacarlas del lugar del sufrimiento.


Palabras del Padre Pío: “Oh Señor, Padre Jesucristo;
te suplico viertas sobre mí, todos los castigos que son para los
pecadores y las ánimas benditas del purgatorio; multiplica sobre mí los
sufrimientos, con que conviertes y salvas a los pecadores, y líbralos
pronto del tormento del purgatorio”.


Esta coronilla que rezaremos, era recitada diariamente por el Padre Pío por todos aquellos que se encomendaban a sus oraciones.

CORONITA AL SAGRADO CORAZON DE JESUS


I.- ¡Oh Jesús mío!, que dijiste: “En verdad os digo, pedid y obtendréis, buscad y encontraréis, llamad y os abrirán!.


He ahí que, confiando en tu Palabra divina, yo llamo, yo busco, yo pido la gracia……

Padre Pío ruega al Señor en nombre de Jesucristo


Padre Nuestro, Avemaría y Gloria.


Sagrado Corazón de Jesús, en Vos confío.


II.- ¡Oh Jesús mío!, que dijiste: ” En verdad os digo, pasarán los cielos y la tierra pero mis palabras jamás!”


He ahí que basándome en la infalibilidad de tus santas palabras yo pido la gracia……

Padre Nuestro, Avemaría y Gloria.


Sagrado Corazón de Jesús, en Vos confío.


III.- ¡Oh Jesús mío!, que dijiste: “En verdad os digo, todo aquello que pediréis a mi Padre en mi Nombre, El os lo concederá”.


He ahí que al eterno Padre en tu Nombre yo pido la gracia…….


Padre Nuestro, Avemaría y Gloria.


Sagrado Corazón de Jesús, en Vos confío.


¡Oh Sagrado Corazón de Jesús, el cual es imposible no sentir
compasión por los infelices, ten piedad de nosotros, pobres pecadores, y
concédenos las gracias que pedimos en nombre del Inmaculado Corazón de
María, nuestra tierna Madre.


San José, padre adoptivo del Sagrado Corazón de Jesús, ruega por nosotros.


Dios te salve, Reina y Madre…


Novena al Santo Padre Pío – la castidad
Lunes, sep 20 2010 

4º DÍA – 18/9


LA
CASTIDAD: La castidad es la virtud por la cual se conserva la pureza de
mente y cuerpo necesarias para poder cultivar un alma limpia, como la
de un niño pequeño. Es uno de los votos realizados por el Santo Padre
Pío al ingresar a la vida religiosa, que con la ayuda de Dios, pudo
cumplir fielmente junto a la pobreza y la obediencia, representados
visiblemente en los tres nudos de su lazo alrededor de la cintura. Esta
es, además, una virtud angélica.


Oración: Castísimo Santo Padre Pío de Pietrelcina;
que tanto amaste y nos enseñasteis a amar al Santo Ángel de la Guarda;
el que te sirvió de compañía, de guía, de defensor y de mensajero. A ti
las Figuras Angélicas llevaron los ruegos de tus hijos espirituales.
Intercede cerca de Dios para que también nosotros aprendamos a hablar
con nuestro Ángel de la Guarda, para que en todo momento sepamos
obedecerle, pues es la luz viva de Dios que nos evita la desgracia de
caer en pecado. Nuestro Ángel siempre está listo a señalarnos el camino
del bien y a disuadirnos de hacer el mal.


Palabras del Padre Pío: “Invoca a tu Ángel de la Guarda, que te iluminará y te conducirá. Dios te lo ha dado por este motivo. Por tanto válete de él”.


Esta coronilla que rezaremos, era recitada diariamente por el Padre Pío por todos aquellos que se encomendaban a sus oraciones.

CORONITA AL SAGRADO CORAZON DE JESUS


I.- ¡Oh Jesús mío!, que dijiste: “En verdad os digo, pedid y obtendréis, buscad y encontraréis, llamad y os abrirán!.


He ahí que, confiando en tu Palabra divina, yo llamo, yo busco, yo pido la gracia……

Padre Pío ruega al Señor en nombre de Jesucristo


Padre Nuestro, Avemaría y Gloria.


Sagrado Corazón de Jesús, en Vos confío.


II.- ¡Oh Jesús mío!, que dijiste: ” En verdad os digo, pasarán los cielos y la tierra pero mis palabras jamás!”


He ahí que basándome en la infalibilidad de tus santas palabras yo pido la gracia……

Padre Nuestro, Avemaría y Gloria.


Sagrado Corazón de Jesús, en Vos confío.


III.- ¡Oh Jesús mío!, que dijiste: “En verdad os digo, todo aquello que pediréis a mi Padre en mi Nombre, El os lo concederá”.


He ahí que al eterno Padre en tu Nombre yo pido la gracia…….


Padre Nuestro, Avemaría y Gloria.


Sagrado Corazón de Jesús, en Vos confío.


¡Oh Sagrado Corazón de Jesús, el cual es imposible no sentir
compasión por los infelices, ten piedad de nosotros, pobres pecadores, y
concédenos las gracias que pedimos en nombre del Inmaculado Corazón de
María, nuestra tierna Madre.


San José, padre adoptivo del Sagrado Corazón de Jesús, ruega por nosotros.


Dios te salve, Reina y Madre…


Novena al Santo Padre Pío – las virtudes
Viernes, sep 17 2010 

Continuamos rezando la Novena al Santo Padre Pío de Pietrelcina en preparación para su fiesta el próximo 23 de septiembre.


Paz y Bien





3º DÍA – 17/9


LAS VIRTUDES: Para crecer como personas necesitamos, al igual que un
atleta, ejercitarnos todos los días en aquello que nos perfecciona. No
basta querer ser responsables, por ejemplo. Es necesario todos los días
hacer ejercicios de responsabilidad, hasta que lo logremos. El fruto
será llegar a serlo realmente: ser responsable.  De la misma manera, si
queremos ser justos, sinceros, ordenados, es necesario que lo
practiquemos con esfuerzo y dedicación todos los días, hasta que
formemos el hábito, es decir, la costumbre. Ese hábito que
desarrollamos, que nos hacer ser mejores personas, se llama
VIRTUD.                                                 
                                             Según el catecismo de la
Iglesia Católica las virtudes humanas “son perfecciones habituales y
estables del entendimiento y de la voluntad, que regulan nuestros
actos, ordenan nuestras pasiones y guían nuestra conducta en conformidad
con la razón y la fe. Adquiridas y fortalecidas por medio de actos
moralmente buenos y reiterados, son purificadas y elevadas por la gracia
divina.”
(#1804-1810-1811-1834, 1839)                       
                                                                                                                                                
         El Santo Padre Pío amó y veneró a la Santísima Virgen María
toda su vida. Vio en Ella todas las virtudes posibles y fue su
permanente modelo. Ella es grande por su santidad porque supo imitar las
virtudes de Jesucristo.  También a la Santísima Virgen le costó mucho,
pero lo hizo por amor a su hijo y por amor a nosotros.


Oración: Virtuosísimo Santo Padre  Pío de
Pietrelcina, tú que has querido muchísimo a Nuestra Señora; y que cada
día te concedió gracias y consuelos solamente por ELLA alcanzables. A la
Virgen Santa, te suplicamos ruegues y pongas en Sus manos nuestros
pecados y nuestras frías oraciones, para que como en Caná de Galilea, el
Hijo le conceda a la Madre; y ya nuestro nombre será escrito en el
Libro de la Vida.


Palabras del Padre Pío: “María sea la estrella que
os alumbre el camino, os enseñe la calle segura para ir al Padre
Celestial; Ella sea el asidero firme que tengáis, para que os conservéis
cada vez más unidos estrechamente en el tiempo de la prueba”.


Esta coronilla que rezaremos, era recitada diariamente por el Padre Pío por todos aquellos que se encomendaban a sus oraciones.

CORONITA AL SAGRADO CORAZON DE JESUS


I.- ¡Oh Jesús mío!, que dijiste: “En verdad os digo, pedid y obtendréis, buscad y encontraréis, llamad y os abrirán!.


He ahí que, confiando en tu Palabra divina, yo llamo, yo busco, yo pido la gracia……

Padre Pío ruega al Señor en nombre de Jesucristo


Padre Nuestro, Avemaría y Gloria.


Sagrado Corazón de Jesús, en Vos confío.


II.- ¡Oh Jesús mío!, que dijiste: ” En verdad os digo, pasarán los cielos y la tierra pero mis palabras jamás!”


He ahí que basándome en la infalibilidad de tus santas palabras yo pido la gracia……

Padre Nuestro, Avemaría y Gloria.


Sagrado Corazón de Jesús, en Vos confío.


III.- ¡Oh Jesús mío!, que dijiste: “En verdad os digo, todo aquello que pediréis a mi Padre en mi Nombre, El os lo concederá”.


He ahí que al eterno Padre en tu Nombre yo pido la gracia…….


Padre Nuestro, Avemaría y Gloria.


Sagrado Corazón de Jesús, en Vos confío.


¡Oh Sagrado Corazón de Jesús, el cual es imposible no sentir
compasión por los infelices, ten piedad de nosotros, pobres pecadores, y
concédenos las gracias que pedimos en nombre del Inmaculado Corazón de
María, nuestra tierna Madre.


San José, padre adoptivo del Sagrado Corazón de Jesús, ruega por nosotros.


Dios te salve, Reina y Madre…


Novena al Santo Padre Pío – la santidad
Jueves, sep 16 2010 

Continuamos rezando la Novena al Santo Padre Pío de Pietrelcina en preparación para su fiesta el próximo 23 de septiembre.

Paz y Bien





2º DÍA  – 16/9


Meditación sobre la Santidad: la santidad es un
llamado para todos los seres humanos. Por el solo hecho de haber nacido y
ser hijos de Dios, creados a su Imagen y Semejanza, tenemos la
invitación amorosa a imitarlo. Es imposible que Dios inspire deseos
irrealizables, decía Santa Teresita, por lo que desde nuestra pequeñez y
poquedad, podemos ser santos, si lo deseamos ardientemente y trabajamos
lo suficiente para lograrlo. A este llamado obedeció con su SÍ pleno el
Santo Padre Pío y nos invita a todos sus hijos espirituales a responder
como él, para poder entrar al Paraíso y vivir eternamente en la
presencia de Dios.


Oración: Santísimo Santo Padre Pío de Pietrelcina,
tú que te encuentras cerca de nuestro amadísimo Padre Dios Jesucristo, y
has tenido la santidad y resistencia en las tentaciones del Maligno. Tú
que has sido golpeado por los demonios del infierno que quisieron
convencerte a abandonar tu camino de santidad. Ruega a Dios por
nosotros, para que con tu ayuda y con la de Nuestro Señor, encontremos
la fortaleza espiritual para renunciar al pecado y para conservar la fe
hasta el día de nuestra muerte.


Palabras del Padre Pío: “Ánimo y no temas la ira de
Lucifer. Recordad siempre: que es una buen señal cuando el enemigo se
agita y ruge alrededor vuestro, ya que esto demuestra que él no está
dentro de ti”.


PARA REZAR TODOS LOS DÍAS


Esta coronilla que rezaremos, era recitada diariamente por el Padre Pío por todos aquellos que se encomendaban a sus oraciones.





CORONITA AL SAGRADO CORAZON DE JESUSI.- ¡Oh Jesús mío!, que dijiste: “En verdad os digo, pedid y obtendréis, buscad y encontraréis, llamad y os abrirán!.

He ahí que, confiando en tu Palabra divina, yo llamo, yo busco, yo pido la gracia……

Padre Pío ruega al Señor en nombre de JesucristoPadre Nuestro, Avemaría y Gloria.

Sagrado Corazón de Jesús, en Vos confío.
II.- ¡Oh Jesús mío!, que dijiste: ” En verdad os digo, pasarán los cielos y la tierra pero mis palabras jamás!”

He ahí que basándome en la infalibilidad de tus santas palabras yo pido la gracia……


Padre Nuestro, Avemaría y Gloria.

Sagrado Corazón de Jesús, en Vos confío.


III.- ¡Oh Jesús mío!, que dijiste: “En verdad os digo, todo aquello que pediréis a mi Padre en mi Nombre, El os lo concederá”.

He ahí que al eterno Padre en tu Nombre yo pido la gracia…….


Padre Nuestro, Avemaría y Gloria.

Sagrado Corazón de Jesús, en Vos confío.


¡Oh Sagrado Corazón de Jesús, el cual es imposible no sentir
compasión por los infelices, ten piedad de nosotros, pobres pecadores, y
concédenos las gracias que pedimos en nombre del Inmaculado Corazón de
María, nuestra tierna Madre.

San José, padre adoptivo del Sagrado Corazón de Jesús, ruega por nosotros.


Dios te salve, Reina y Madre…

Novena al Santo Padre Pío – el amor
Miércoles, sep 15 2010 

Hoy comenzamos la Novena al Santo Padre Pío de Pietrelcina en preparación para su fiesta el próximo 23 de septiembre.

Paz y Bien




1º DÍA – 15/9  Meditación sobre el amor:  lo que llevó a
Nuestro  Señor Jesucristo a ofrecerse a sí mismo por el perdón de
nuestros pecados. Es el amor el que nos debe también conducir a nosotros
a agradecerle eternamente por tanto sufrimiento inmerecido. El Santo
Padre Pío comprendió este Amor y quiso ser, humildemente, otro Cristo
para en estos tiempos, aplacar la Ira divina. Así el Padre le “regala”
el sufrimiento del mismo Jesucristo para expiar en el dolor las faltas
de tantos pecadores. Padre Pío responde con amor a este “regalo”
haciendo vivas las palabras de San Agustín cuando dice: “Vamos hacia Dios no caminando, sino amando.”
Pese a sus padecimientos durante 40 años de tener estigmas sangrantes
no deja de trabajar y servir a sus hijos espirituales y sus hermanos con
el más puro amor cristiano. Nos dijo nuestro Santo: No lo olvidéis: el
eje de la perfección es el amor. Quien está centrado en el amor, vive en
Dios, porque Dios es Amor, como lo dice el Apóstol.


Oración: Amadísimo Santo Padre Pío de Pietrelcina,
tú que has llevado sobre tu cuerpo los estigmas de Nuestro Dios
Jesucristo. Tú que también has llevado la Cruz por todos nosotros,
soportando los sufrimientos físicos y morales que te flagelaron
continuamente el alma y el cuerpo, en un doloroso martirio. Te rogamos,
intercedas ante Dios Todopoderoso para que cada uno de nosotros sepa
aceptar las pequeñas y grandes Cruces de la vida, transformando cada
individual sufrimiento en un seguro vínculo que nos ata a la Vida
Eterna.


Palabras del Padre Pío: “Conviene acostumbrarse a
los sufrimientos que Jesús os manda. Jesús que no puede soportar veros
sufrir, vendrá a solicitaros y a confortaros, infundiendo nuevo ánimo en
vuestro espíritu”


Esta coronilla que rezaremos, era recitada diariamente por el Padre Pío por todos aquellos que se encomendaban a sus oraciones.

CORONITA AL SAGRADO CORAZON DE JESUS


I.- ¡Oh Jesús mío!, que dijiste: “En verdad os digo, pedid y obtendréis, buscad y encontraréis, llamad y os abrirán!.


He ahí que, confiando en tu Palabra divina, yo llamo, yo busco, yo pido la gracia……

Padre Pío ruega al Señor en nombre de Jesucristo


Padre Nuestro, Avemaría y Gloria.


Sagrado Corazón de Jesús, en Vos confío.


II.- ¡Oh Jesús mío!, que dijiste: ” En verdad os digo, pasarán los cielos y la tierra pero mis palabras jamás!”


He ahí que basándome en la infalibilidad de tus santas palabras yo pido la gracia……

Padre Nuestro, Avemaría y Gloria.


Sagrado Corazón de Jesús, en Vos confío.


III.- ¡Oh Jesús mío!, que dijiste: “En verdad os digo, todo aquello que pediréis a mi Padre en mi Nombre, El os lo concederá”.


He ahí que al eterno Padre en tu Nombre yo pido la gracia…….


Padre Nuestro, Avemaría y Gloria.


Sagrado Corazón de Jesús, en Vos confío.


¡Oh Sagrado Corazón de Jesús, el cual es imposible no sentir
compasión por los infelices, ten piedad de nosotros, pobres pecadores, y
concédenos las gracias que pedimos en nombre del Inmaculado Corazón de
María, nuestra tierna Madre.


San José, padre adoptivo del Sagrado Corazón de Jesús, ruega por nosotros.


Dios te salve, Reina y Madre…


Oración por los niños
Jueves, ago 19 2010 

Oración por los Niños




Buen Dios, por intercesión de San Pío de
Pietrelcina, que tanto te amó y siempre en ti confió, hasta que
consiguió vivir como un niño pequeño abandonado en brazos de su padre,
te suplicamos por los niños, por quienes él siempre mostró predilección.
Te confiamos a los niños ricos, que tienen abundancia en bienes
materiales, pero que a veces carecen del afecto de sus padres. Te
encomendamos a los niños más pobres a quienes nuestra sociedad de
consumo ha quitado todas las posibilidades de progreso. Te imploramos
por los niños sanos, para que no se crea inmortales, ni sean soberbios.
Te suplicamos por niños enfermos, para que no desesperen ni caigan en la
depresión. Te rogamos por los niños sin hogar, por los que sufren
hambre, por los que viven en países en guerra, por los desamparados, por
los que han caído en las garras de la droga, por los que son esclavos o
viven como si lo fueran, por los chicos de la calle y los encarcelados .
Finalmente, Padre bueno y misericordioso, queremos pedirte por quienes
no te conocen, ni han oído hablar de tu Hijo: Que como el Padre Pío,
muchos se compadezcan de ellos y consagren su vida a servirlos. Amén




UNA SUPERSTICIÓN QUE INVOLUCRA AL PADRE PÍO ¡CUIDADO!
Jueves, ago 19 2010 

UNA SUPERSTICIÓN QUE INVOLUCRA AL PADRE PÍO ¡CUIDADO!


EL FALSO  PAN BENDITO DEL PADRE PÍO

Lea esto para que su fe no se debilite


Queridos hermanos:

Recientemente recibí este comunicado que he sabido que circula tanto por
Internet como por las casas, pasándose de persona a persona. Les
escribo, por si llega a sus manos, para que tengan ustedes una
explicación, y que este comunicado sirva para aclarar y fortalecer su fe
en el Señor y no dejarnos engañar por estos escritos que solo buscan
socavar nuestra fe, ya que este tipo de cadenas solo perjudican la fe de
nuestro pueblo cristiano, llevándolo a creer en prácticas
supersticiosas.

Debemos de tener siempre en cuenta que los autores de estas cadenas
inventan toda clase de mentiras y amenazas para hacer que circulen sus
mensajes. Es una obra del demonio, que siempre busca confundir a los
hijos de Dios y llevarlos al camino de la superstición, para de ahí
debilitar su fe. El camino del cristiano está claramente indicado en la
Sagrada Escritura, en el magisterio de nuestra Iglesia y no en este tipo
de mensajes y prácticas supersticiosas.


A continuación hago un pequeño comentario del mensaje para que vean
con claridad la falsedad e incongruencia de este y no dejemos que más
hermanos se vean atrapados en estas artimañas. He puesto en cursiva,
azul y entre “comillas” (« ») el mensaje original.


« EL PAN BENDITO DEL PADRE PIO »


Para empezar, no hay pan que pueda en sí mismo estar bendito. Para
que algo esté bendito tiene que ser bendecido por un ministro de la
Iglesia (Obispo, Sacerdote, Diácono) y solo ese objeto queda bendito. No
se pude dar la bendición por contacto (ponerlo junto a…), ni por
ampliación (creencia en cuanto a que si se agrega agua bendita en el
agua sin bendecir, ésta también queda bendita, esto es falso).


Por otro lado, hasta donde sabemos el Padre Pío (San Pío de
Pietrelcina) no hizo jamás pan, ni creó una receta “mágica” para que el
pueblo de Dios recibiera bendiciones a través de esto. Si lo hubiera
hecho, ciertamente no seria santo, sino un brujo.


« Este pan es llamado Hermin, es el pan del Padre Pío y viene del Vaticano.

Trae bendiciones abundancia y prosperidad a cada familia que lo reparta a otra familia buena.

En el día 10 usted deberá dar este pan a otra persona »



Esto de nuevo parece una fórmula mágica, con bendiciones especiales.
Cualquier persona instruida sabría que el Padre Pío no vivió jamás en el
Vaticano sino en San Giovanni Rotondo, donde murió en su convento.
Además, no sabemos qué significa eso de “Hermin”. Quienes hacen estos
mensajes buscan poner nombres extraños que más bien parecen estar
ligados con ritos mágicos o al menos supersticiosos.


« RECUERDA, NO DEBES RECHAZAR ESTE PAN UNA VEZ QUE SE TE DÉ »


Ésta es la típica amenaza de las cadenas… ¿qué pasaría si no lo hago?
¿Dios me va a castigar, va a mostrar su cólera contra mí por haber
rechazado un pan? Hermanos: Dios NO castiga como merecemos por rechazar
el Pan Eucarístico y la palabra de su hijo Jesucristo y, ¿nos va a
castigar por no pasarle a otra persona un pan o por no recibirlo en
nuestras casas? Por supuesto que no. Sin embargo, las amenazas es lo que
le da fuerza a la cadena para que pueda circular.


Ahora viene la formula MÁGICA que, la verdad, podría haber sido otra, un poco más interesante:

«Cuando recibas la masa del pan, ponla
en un recipiente de vidrio y cúbrela con papel transparente o con papel
encerado, déjalo en un sitio de la casa a temperatura ambiente»


**NUNCA PONGAS LA MASA EN LA NEVERA**


«En el día 1 y 2: No toques la masa, el pan se esta adaptando a tu casa, absorber sus alrededores y

tomar su atmósfera, esto es lo que hace la masa de familia en familia »



Esto de no tocar la masa pues “se está adaptando a tu casa” tiene
todos los principios del New Age. Estas son conocidas prácticas
Esotéricas, prohibidas por la Iglesia.


«En el día 3 y 4: Mezclar bien la
masa con una cuchara de madera una vez al día. En el día 5: Agregue a la
masa 1 taza de leche, 2 tazas de harina y 1 taza de azúcar y mezclar
bien con una cuchara de madera. En el día 6, 7, 8 y 9: Mezclar la masa
con una cuchara de madera una vez al día »



El tema de la cuchara de madera, de nuevo pone en evidencia el carácter esotérico de la “receta”.

« En el día 10: Agregue a la masa, 1
taza de leche, 2 tazas de harina y 1 taza de azúcar. Mezcle todo con una
cuchara de madera. Cuando esté bien mezclado divida la masa en 4
porciones iguales, quédese con una porción y distribuya las restantes a 3
familias buenas que usted considere que harán el pan. »



Para que la cadena funcione siempre es importante buscar personas
ignorantes que puedan continuar con la cadena. De lo contrario se
detendrá y no tendrá el efecto nocivo que está buscando el demonio.
Esto, porque una vez que la familia lo haga estará ya en las garras de
la superstición… y poco a poco irá destruyendo su fe con otras prácticas
que seguramente llegarán o buscarán.


«A su porción usted deberá agregarle
1/4 de taza de azúcar, 3 huevos, 1/4 de taza de aceite vegetal y 2
cucharaditas de polvo para hornear y la leche necesaria para que la
pasta quede a punto de cordón. Mezcle bien con la cuchara de madera.
Precaliente el horno a 170 grados C. (325grados F.). Engrase un molde de
9 X 13 y coloque la masa en el horno por espacio de 35 a 40 minutos.
Después se puede comer el pan. ****RECUERDE USTED SOLAMENTE DEBE HACER
EL PAN DE HERMIN UNA VEZ EN LA VIDA****LA DIVINA PROVIDENCIA SE EXPANDE
PARA QUE NUNCA NOS FALTE: CASA, VESTIDO Y SUSTENTO »



Resulta que ya no es el “pan del Padre Pío” sino de HERMIN…
como vez, querido hermano, esto es una clara burla y una trampa para la
fe. Más que un pan de bendición, esta parte final nos inspira a pensar
en una serie de maldiciones que ocurrirán si lo repetimos. Más trampas
para los ingenuos y faltos de fe en Jesucristo. Solo bastaría recordar
las palabras del Apóstol Pablo: ¿Quién nos apartará del amor de Cristo
Jesús? (te invito a leer Romanos 8, 31-39). Es necesario que regresemos a
la Sagrada Escritura y que dejemos que nuestra vida sea dirigida por
ella y no por todos los escritos y prácticas esotéricas (como ésta) ni
por todas las supersticiones que circulan por Internet o en escritos
como éstos.


Que Dios nuestro Señor te dé siempre la sabiduría y la luz para no
caer en estas trampas del poder de las Tinieblas. Camina siempre en la
luz de Cristo y serás plenamente feliz.


Amados hermanos, los invito a comer del Pan verdadero: “Yo soy el pan
de vida. El que viene a mí nunca tendrá hambre; el que cree en mí nunca
tendrá sed”. Juan 6, 35


Como María, todo por Jesús y para Jesús.

P. Ernesto María Caro


La voz y fotos del Padre Pío
Domingo, jul 25 2010 

http://www.youtube.com/watch?v=xDCFxUQr0EU


UNO DE LOS MILAGROS MAS FAMOSOS: LA NIÑA SIN PUPILAS QUE PUEDE VER
Viernes, jun 25 2010 

Uno de los casos más extraordinarios de curación del Padre Pío es
el de Anna María Gemma Di Giorgio. Diversos oftalmólogos han examinado a
Anna María, los diagnósticos son los mismos: carece de pupilas y sus
ojos tienen opacidades grises y blancas; así nació y sus ojos siguen
iguales al examen físico hasta la fecha. En el lenguaje médico esta
condición física significa que ella es y ha sido ciega, con esos ojos es
imposible que vea.


¿Cómo ve entonces? Anna María nació ciega y creció con esta
limitación hasta que tuvo siete años. Su ceguera total nunca le había
permitido ver ni el menor atisbo de luz.

La abuela de la niña decidió escribir al Padre Pío, que le contestó
diciendo, “te aseguro que rezaré por la pequeña niña, pidiendo para ella
lo que más le convenga”.


Poco después la abuelita se fue con la nieta a ver al Padre Pío, en
el camino la niña comenzó a decir, “abuela, veo una barca en el mar”, ¡y
en el mar había una barca! Esto duró solo unos momentos. Al llegar
donde estaba el Padre Pío, éste le tocó los ojos y trazó sobre ellos la
Señal de la Cruz… y desde entonces recuperó la vista de forma
permanentemente, hasta ahora.


Se trata de un hecho inexplicable para la ciencia. Para los católicos
es una curación milagrosa (ocurrida cerca de 1948, en vida del Padre
Pío). Lo ocurrido no consistió en la restitución del tejido o de la
parte de los ojos de la que carecía la beneficiaria, sino que le
proporcionó un mecanismo por medio del cual las ondas de lo que ve
llegan a la segunda parte del ojo sin ser procesadas por la primera
parte porque ésta sigue siendo inexistente (las pupilas).


Por eso, todas las veces en que ha sido examinada por los médicos, a
éstos no les ha quedado más remedio que concluir: “El mecanismo por el
cual ella ve, desafía las leyes naturales y la ciencia es incapaz de
explicarlo”.


Para tener una idea exacta, equivale a una cámara fotográfica o
filmadora sin lente de entrada o con el lente tapado o cerrado. La
imagen no existiría, habría un negro total porque la luz no pasaría a la
cámara para generar una imagen. No obstante, si en estas condiciones en
la cámara se genera una imagen clara, sería algo que pondría de cabeza a
todos los expertos en óptica. ¿Cómo se generaría la imagen? Eso es lo
que sucede con Anna María.


Ella aún vive y da testimonio de este milagro sucedido hace 60 años:



Unido al Hijo por medio de la Madre
Sábado, may 29 2010 

por Alejandro de Ripabottoni, o.f.m.cap.


El
padre Pío murió estrechando entre sus manos la corona del rosario; no
podía ser de otra manera porque la imagen del padre Pío vivo era
inseparable de la corona del rosario: ésta formaba parte, por así
decirlo, de su misma estructura física.

El rezo del rosario a la Virgen era como el tejido que unía los espacios
que había vacíos entre confesar, decir misa, la vida de comunidad y las
visitas. Podía parecer como algo mecánico para un observador extraño,
pero era sólo el signo visible de una realidad mucho más profunda y
maravillosa.

Esta realidad no era sino el amor filial, expresado en el epistolario y
en el modo de hablar, con una sinfonía de apelativos bellísimos:
«querida madrecita», «bella madrecita», «bella Virgen María», «bendita
madre», «tierna madre», «queridísima madre», «celestial madrecita»,
«pobre madrecita».

Es en el fondo una ternura teológica ya que María es para el padre Pío
el «camino que lleva a la vida», la «vía para llegar a feliz término».
Camino y vía que le llevan a combatir por la salvación: «Protegido y
conducido por tan tierna madre lucharé hasta que Dios quiera, con la
seguridad y confianza puestas en esta madre».

Por eso, el rosario es un arma en sus manos. Camino y vía que llevan al
misterio de la cruz: «La Virgen dolorosa nos alcance de su santísimo
Hijo el adentrarnos cada vez más en el misterio de la cruz hasta
embriagarnos con ella en los padecimientos de Jesús»; camino y vía que
nos conducen al amor a la cruz: «La santísima Virgen nos alcance el amor
a la cruz, a los sufrimientos, a los dolores: ella que fue la primera
en poner en práctica el evangelio en toda su perfección, en toda su
rigurosidad, incluso antes de que se publicara».

Es esta «querida madre» la que le da conciencia de su misión en el
mundo: «Salgamos con ella junto a Jesús fuera de Jerusalén, símbolo y
figura… del mundo que rechaza y reniega de Jesucristo»; es ella la que
le acompaña en el sacrificio. «Pobre madrecita, qué bien me quiere. Lo
he constatado hermosamente de nuevo al comenzar este bello mes. Con qué
cuidado me ha acompañado en el altar esta mañana».

De este modo el padre Pío puede expresar así en síntesis su devoción
mariana: «Me siento estrechamente ligado al hijo por medio de esta madre
sin ver siquiera las cadenas que tan fuertemente me religan».


LA DEVOCIÓN DEL PADRE PÍO A LA VIRGEN
Jueves, may 20 2010 

El Padre Tiberio Munari nos explica la Espiritualidad mariana de Padre Pío, en su libro, con las siguientes palabras:


La devoción de su infancia

Un verdadero retrato de Padre Pío estaría incompleto si no se diera el debido realce a su devoción mariana.

Cuando niño, Francisco entraba en la iglesia de Pietrelcina a saludar a
la Virgen de la “Libera”. En 1901, cuando tenía 14 años, fue a visitar
el santuario de nuestra Señora del Rosario de Pompeya, con otros 7
compañeros de escuela y acompañados por el maestro Don Ángel. El 6 de
mayo de 1913 escribe al P. Agustín, su director espiritual: “Esta Madre
tan tierna, en su gran misericordia, sabiduría y bondad ha querido
verter en mi corazón tantas y tales gracias que, cuando me hallo en su
presencia y en la de Jesús, me siento estrechamente unido y ligado al
Hijo por medio de esta Madre!”.


El Mes de mayo dedicado a María

El Padre Pío llamaba el mes de mayo: “el mes de la hermosa mamita”. El 1
de mayo de 1912, él escribía a su padre espiritual: “¡oh el hermoso
mes de mayo! El más bonito del año. Si, padre mío ¡este mes nos recuerda
muy bien las dulzuras y la belleza de María! Pensando en los muchos
beneficios que me ha hecho esta querida Mamita, tengo vergüenza de mí
mismo por no haberla amado y servido lo bastante: en cambio, a sus
cuidados afectuosos he respuesto con ingratitudes”

“El mes de mayo para mí es el mes de las gracias y este año espero
recibir dos: que me recoja consigo para no seguir viendo esas caras feas
(demonios); la otra, usted la conoce. Quisiera tener una voz poderosa
para invitar a todos los pecadores del mundo a amar a la Virgen”

Para mostrar su devoción a la Virgen y obtener más fácilmente sus
gracias, él le ofrece sus sacrificios. El 21 de julio de 1913, escribe
al padre espiritual: “Le pido el permiso de abstenerme de la fruta el
miércoles en honor de la Virgen” y el 6 de enero de 1917 le pide el
permiso de ayunar dos veces por mes, una vez en honor de la Virgen y la
otra en honor de San Antonio.

“Su amor a la Virgen era muy grande -cuenta un sacerdote-. Recuerdo que
una vez le pedimos a Padre Pío, en la fiesta de la Asunción, un
pensamiento sobre la Virgen para ese día. Se le iluminó el rostro y
sollozando nos dijo:”Hijos míos amemos a la Virgen. Ella (y aquí se
emocionó) es nuestra Madre”. También nosotros nos pusimos a llorar,
confundidos y humillados ante a tanto amor”.

Un día Cleonice Morcaldi, su hija espiritual, le preguntó a Padre Pío:

- Padre, ¿la Virgen viene uno que otro día a su celda?

-Mejor di -le contestó Padre Pío- si algún día no viene…

-¿Se le aparece como en Lourdes?- siguió preguntando atrevida Cleonice

-Eh, si. Allá se apareció ., pero aquí nada.

-¡Oh qué paraíso, Padre” Dígame un pensamiento sobre la grandeza de María para que me anime a amarla.

-¿No te basta saber que es Madre de Dios?¿Que todos los ángeles y santos
no llegan a alabarla dignamente? Dios es el Padre del Verbo, María es
la Madre del Verbo, hecho carne. Nada nos concede el Señor si no pasa
por las manos de la Reina del Cielo. Si Dios es la fuente de agua viva,
María es el acueducto que la lleva a nosotros. Ámala en la tierra y la
contemplarás en el cielo.


Su arma preferida

Su amor a la Virgen se expresaba en particular por el rezo del Santo
rosario que llevaba siempre enrollado en la mano o en el brazo, como si
fuera un arma siempre empuñada.

Una tarde Padre Pío estaba en cama y lo asistía su sobrino Mario. El tío le dijo:

-Mario, tráeme el arma.

El sobrino buscó por aquí y por allá en la celda, sobre la mesa, en el cajón.

-Pero tío, no encuentro ninguna arma.

-Mira en el bolsillo de mi hábito.

El sobrino hurgó en el amplio bolsillo, y nada.

-Tío está sólo la corona del rosario.

-Tonto-, ¿no es esa el arma?

-”Toma esta arma”, le había dicho una vez en sueño la Virgen.

Sus cohermanos llamaban a Padre Pío “El rosario viviente” ¿hay oración
mas bella -decía él- que aquella que nos enseñó Ella misma? Recen
siempre el rosario”.

Y con el rosario en la mano, pronunciando dulcemente los nombres de Jesús y María, entregó su hermosa alma a Dios.

Le gustaba al Padre Pío contar ese sueño:

“Una noche soñé que estaba asomado a la ventana del coro y veía la plaza llena de gente. Les grité:

-¿Qué quieren?-La muerte de Padre Pío-contestaron

-Ah, entonces ustedes son comunistas! -les dije yo, y me metí al coro.

En aquel momento me viene al encuentro la Virgen y me dice:

-No le tengas miedo, aquí estoy yo. Toma esta arma, vuelve a la ventana y úsala.

Yo obedecí y todos se cayeron muertos.

“En nombre de la Virgen te curarás”

Una joven enfermera de Bolonia fue hospitalizada en octubre de 1952 por
una forma nefrítica muy grave, necesitando la operación. Una noche le
apareció en sueño Padre Pío diciéndole.”En nombre de la Virgen María tus
riñones desde este momento, no sangrarán más” y la avisó que volvería.
La mañana siguiente los médicos la encontraron clínicamente curada y la
dieron de alta. Sin embargo ella dijo que los médicos la habían curado.

Se le apreció nuevamente Padre Pío, muy serio, reprochándole su mentira.
“Ha sido la Virgen quien vino a curarte, recuérdate y repíteselo a todo
el mundo, porque hay muchas jóvenes de tu edad que se están perdiendo,
pero cuando sepan lo que te ocurrió, podrán rehabilitarse”.

“¿Quién no recuerda -escribe Curci- la oración de la “Visita de María
Santísima” que Padre Pío rezaba todas la tardes, delante del Santísimo
Sacramento? su corazón latía por Ella, y su alma se enternecía hasta las
lágrimas cuando llegaba a aquella palabras “No me desampares mientras
no me veas salvo en el cielo, bendiciéndote y cantando tus misericordias
por toda la eternidad”.

El 1959 llegó a Italia, procedente de Fátima, la estatua de la Virgen
Peregrina que visitaba varias ciudades de la Península. El 5 de agosto
llegó a San Giovanni Rotondo. Padre Pío estaba enfermo y ni siquiera
podía celebrar. El se detuvo por mucho tiempo delante de la sagrada
imagen y le puso entre las manos su rosario, gesto que arrancó lágrimas a
los presentes.

Cuando el helicóptero se levantó de la terraza del hospital, llevándose
la Virgen Peregrina, Padre Pío la llamó por su nombre y se quejó
amorosamente:

-”Madrecita linda, has llegado a Italia y me he enfermado; ahora te vas y me dejas enfermo”.

En aquel instante sintió como un escalofrío que le corrió por todo el cuerpo. Gritó:

-Estoy curado! La Virgen me ha curado.

En efecto, se curó de su pleuresía y nunca se sintió tan sano ni tan fuerte en toda su vida. El mismo afirmó:

-La Virgen vino hasta aquí porque quería curarme.

Amor concreto y profundo

La Virgen introdujo a Padre Pío en el misterio de la cruz. El escribió
al Padre Agustín, su director espiritual:”La Virgen dolorosa nos obtenga
de su santísimo Hijo que ahondemos cada vez más en el misterio de la
cruz y nos embriaguemos con ella en los padecimientos de Jesús. Que nos
consiga el amor a la cruz, a sus padecimientos y a sus dolores. Que
María, que fue la primera en practicar el Evangelio en toda su
perfección, nos obtenga también la ayuda de llegar junto a Ella.
Asociémonos siempre a esta querida Madre, salgamos con Ella junto a
Jesús fuera de Jerusalén”:

La Virgen lo introdujo también en el misterio eucarístico. Escribió
“Pobre Madrecita, cuanto me quiere. Lo he contemplado con renovado
fervor al comienzo del más hermoso mes. Con qué cariño me ha acompañado
hasta el altar esta mañana. Me ha parecido que Ella no tuviese ni
siquiera en quien pensar sino sólo en mí, al llenarme el corazón de
santos afectos”.

Padre Pío no soportaba que se pusiera en duda los privilegios de María.

Un día oyendo hablar de ciertos errores que circulaban en algunas
escuelas teológicas y revistas, referentes a la virginidad de María y a
la interpretación de su Anunciación, él se fue de allí pidiendo al padre
superior que le excusara: “Me marcho -dijo- porque me hace mucho mal
oír ciertas cosas”.


webcam en directo desde San Giovanni Rotondo
Lunes, sep 21 2009 

http://www.operapadrepio.it/img2.php?counter=1294081042751


“Presencia del Padre Pío”
Domingo, ago 23 2009 

41 it

(agradecemos la foto de la colección personal del R.P. Andrés del C.J.)


Junto al cuerpo incorrupto del Santo Padre Pio hay una placa de mármol que reza:


“Sucederá en vosotros el milagro que ha sucedido en el Padre Pío.

¡Mirad que fama ha obtenido! ¡Qué clientela mundial a reunido entorno a
él! ¿Tal vez porque era un filósofo? ¿Porque era un sabio? ¿Porque tenía
medios a su disposición?

Porque decía la Misa humildemente, confesaba de la mañana a la noche, y
era, difícil de decir, representante, estampado, de los estigmas de
Nuestro Señor.

Era hombre de oración y de sufrimiento.”

SS Paolo VI – Roma, febrero 1971





Y en otro sector de la Iglesia, también cercano a su cuerpo, otra placa:


“Presencia del Padre Pío”

Por 52 años, en esta capilla y convento, el Padre Pío celebró la Misa,
confesó, aconsejó, consoló, guió, exhortó, reprendió con celo
apostólico, oró, sufrió y se consumió gritando como San Francisco “no
años, sino almas, por María a Jesús, todos en el Paraíso”.



El domingo 21 de junio, tras las huellas del Padre Pío
Sábado, jun 27 2009 

ITALY POPE PADRE PIOEl
Papa Benedicto XVI visitó la tumba de uno de los grandes santos del
siglo XX: el Padre Pío, cuyos restos se encuentran en San Giovanni
Rotondo, Italia, un permanente destino de peregrinaciones.


La visita no fue casual. Autoridades franciscanos acertadamente ya
dijeron que el Padre Pío es el ‘Cura de Ars’ de nuestros días.


Los superiores apostaban a que ejercería un mediocre apostolado y por
ello lo enviaron, una vez ordenado, a un pobre caserío con muy pocos
habitantes: Ars, en la Diócesis de Balley.


Para sorpresa de todos, 40 años permaneció en el pueblo y fue tan
buen predicador y pasaba tantas horas en el confesionario que su
prestigio se extendió y de todas partes acudían para pedirle consejos al
punto que una empresa ferroviaria tuvo que organizar las corridas de
los visitantes en partidas especiales.


Por su parte, el padre Pío también pasaba largas horas en el
confesionario y de igual modo tuvo problemas algunos de sus superiores,
quienes por envidia y prudencia frente a su creciente fama, le hicieron
la vida de cuadritos.


Desde su muerte, el padre Pío ha recibido la visita de dos
Pontífices: Juan Pablo II y ahora Benedicto XVI, quien resumo su
discurso en pocas palabras: “Guiar las almas y aliviar el sufrimiento”.


En medio de algunos escándalos en los que se han visto involucrado
algunos sacerdotes en todo el mundo, el Año Sacerdotal servirá para que
juntos, religiosos y fieles, mediten profundamente sobre el papel que
tienen por obligación de desempeñar en la Iglesia y en la propia
sociedad.


Santa Teresa de Lisieux, en ‘Historia de un Alma’, decía que no es lo
mismo hablar de Dios que hablar con Dios, y en este sentido el Papa
invita a que este año los sacerdotes sigan ambos caminos, porque el
púlpito no hace al sacerdote si éste no entabla una relación permanente e
íntima con Dios.


El ejemplo que dieron con sus vidas el Cura de Ars y el Padre Pío y
otros más, se reduce a aspectos básicos del apostolado, como la
sencillez, el amor, la coherencia entre el hablar y el actuar, y por
supuesto, la absoluta entrega con vocación de servicio al prójimo.
Quienes se ocultan tras la casulla para cometer fechorías hacen graves
daños a la Iglesia.


Más info: http://www.vatican.va/news_services/liturgy/saints/ns_lit_doc_20020616_padre-pio_sp.html


Consejos del Santo Padre Pío
Sábado, jun 20 2009 

¿Qué es el misterio de la Santísima Trinidad?
Jueves, jun 4 2009 

SantisimaTrinidad
Así respondió el Padre Pío de Pietrelcina a esta pregunta:
  “El padre,
con sencillas palabras, comenzó a disipar las
dudas:                            “Hija, ¿quién puede comprender y
explicar los misterios de Dios? Se llaman misterios precisamente porque
no pueden ser comprendidos por nuestra pequeña inteligencia. Podemos
formarnos alguna idea con ejemplos. ¿Has visto alguna vez preparar la
masa para hacer el pan? ¿qué hace el panadero? Toma la harina, la
levadura y el agua. Son tres elementos distintos: la harina no es la
levadura ni el agua; la levadura no es la harina ni el agua y el agua no
es la harina ni la levadura. Se mezclan los tres elementos y se forma
una sola sustancia. Por lo tanto, tres elementos distintos forman unidos
una sola sustancia. Con esta masa se hacen tres panes que tienen la
misma sustancia pero distintos en la forma el uno del otro. Eso es, tres
panes distintos el uno del otro pero una única sustancia. Así se dice
de Dios: Él es uno en la naturaleza, Trino en las personas iguales y
distintas la una de la otra. El Padre no es el Hijo ni el Espíritu
Santo; el Espíritu Santo procede del Padre y del Hijo. Son tres personas
iguales pero distintas. Sin embargo, son un solo Dios porque única e
idéntica es la naturaleza de Dios”.

Las Apariciones y las almas del Purgatorio
Miércoles, may 13 2009 

Para el Padre Pío las apariciones ya
comenzaron cuando todavìa era joven. El pequeño Francesco no habló nunca
porque creyó que las apariciones eran cosas que ocurrieran a todas las
almas. Las apariciones eran de Ángeles, de Santos, de Jesús, de la
Virgen, pero a menudo, también de demonios. En los últimos días de
diciembre de 1902, mientras él estaba meditando sobre su vocación,
Francesco tuvo una visión. He aquí como la describió, muchos años
después, “Francesco vio a su lado a un hombre majestuoso de rara
belleza, resplandeciente como el sol, que le tomó por la mano y lo animó
con la precisa invitación: “Vienes conmigo porque te conviene combatir
de bravo guerrero”. Francesco fue conducido a un gran campo, entre una
multitud de hombres que fue dividida en dos grupos: En una parte habían
hombres de rostro guapísimo y cubiertos de vestidos blancos, cándidos
como la nieve, de la otra eran como hombres de horroroso aspecto y
vestidos de negro sombríos y oscuros. (Explicación. Vienes conmigo (con
Jesús), porque te conviene combatir (te conviene luchar contra la
tentación, así te haces mas fuerte), bravo guerrero (buen
cristiano).Inútil es tu resistencia (habla la tentación), con este
conviene combatir. Ánimo (le dice Jesús), entra confiado en la lucha
(puedes vencer al maligno), avanza atrevidamente que Yo te seré propicio
(puedes retar al enemigo que siempre estaré contigo); te ayudare y no
permitiré que el te venza.) El joven situado entre aquellas dos alas de
espectadores, vio venir a su encuentro un hombre de desmedida altura,
tan alto, que podía tocar con la frente las nubes, y con un rostro
horroroso. El personaje resplandeciente que tuvo a su lado lo exhortó a
batirse con el personaje monstruoso. Francesco rogó evitar el furor del
extraño personaje, pero aquel luminoso no aceptó: “Inútil es tu
resistencia, con éste conviene combatir”. Ánimo, entra confiado en la
lucha, avanza atrevidamente que yo te seré propicio; te ayudaré y no
permitiré que él venza”. El combate fue aceptado y resultó terrible. Con
la ayuda del personaje luminoso siempre ayudándole, Francesco venció.
El personaje monstruoso, obligado a huir, se arrastró tras aquella gran
multitud de hombres con horroroso aspecto, entre gritos, imprecaciones
se aturdió. La otra multitud de hombres del vago aspecto, emanó voces de
aplauso y laudos verso al que asistió al pobre Francesco, en una tan
áspera batalla. El personaje espléndido y luminoso más que el sol, puso
sobre la cabeza de Francesco victorioso una corona de rara belleza, que
inútil sería describirla. La corona fue retirada por el personaje bueno
el que precisó: “Otra más bonita tengo para ti guardada. Si tú supieras
luchar con aquel personaje con el que ahora has combatido. Él siempre
volverá al asalto…; combates de bravo y no dudes en mi ayuda… no te
asustes por su horrorosa presencia…. Yo estaré cerca de ti, yo siempre
te ayudaré, para que tú logres vencerlo”. Tal visión fue seguida, luego,
de reales batallas con el Diablo. El Padre Pío enfrentó en efecto
numerosas batallas contra el “enemigo” de las almas en el marco de su
vida, con el propósito de arrancar las almas de las cadenas de Satanás.
Una tarde el Padre Pío estaba
descansando en una habitación, en la planta baja del convento, que fue
destinada a hospedería. Estuvo solo descansando, y apenas se había
extendido sobre el sofá cuando, de repente, he aquí que vino a
comparecerle un hombre envuelto en una negra capa. El Padre Pío,
sorprendido, levantándose, interrogó al hombre quién era y qué quería.
El desconocido le contó que era un alma del Purgatorio. “Soy Pietro
Di Mauro. He muerto en un incendio, el 18 de septiembre de 1908, en este
convento que fue destinado a un geriátrico, después de la expropiación
de los bienes eclesiásticos. Morí entre las llamas, en mi cama de paja,
sorprendido en el sueño, justo en esta habitación. Vengo del Purgatorio:
el buen Dios me ha concedido la gracia de veniros a preguntar si
podrías ofrecer la Santa Misa de mañana por mi descanso eterno. Gracias a
esta Misa podré entrar al Paraíso”.
El Padre Pío aseguró que
ofrecería la Santa Misa por su alma. El. Padre Pío contó: “Yo, quise
acompañarlo a la puerta del convento, para despedirlo, y cual sería mi
sorpresa; que una vez a mi lado desapareció repentinamente. Por lo que
me di verdaderamente cuenta de haber hablado con un difunto”. Tengo que
decir que regresé al convento muy asustado. Al padre Paolino de
Casacalenda, Superior del convento, que notó mi agitación, le pedí el
permiso de celebrar la Santa Misa en sufragio de aquella alma
necesitada; después, naturalmente, de haberle narrado lo ocurrido”.
Tiempo después, el Padre Paulino, despertado por la curiosidad, quiso
hacer la averiguación. Fue al Despacho del registro del ayuntamiento de
San Giovanni Rotondo, solicitó y consiguió el permiso de consultar el
registro de los fallecidos en el año 1908, la narración del Santo Padre
Pío correspondió a la realidad. En el registro relativo a las muertes
del mes de septiembre, el padre Paulino localizó el nombre, el apellido y
la imputación de la muerte: “En fecha el 18 de septiembre de 1908, en
el incendio del geriátrico Pietro Di Mauro verdaderamente murió.”



La Señora Cleonice Morcaldi de San
Giovanni Rotondo fue una hija espiritual del Padre Pío. A un mes de la
muerte de su mamá, el Padre Pío le dijo: “Esta mañana tu mamá ha volado
al Paraíso, la he visto mientras estaba celebrando la Misa.” Lo que
quiere decir que tuvo la gentileza de ofrecer la misa por el descanso
eterno de su alma.



El Padre Pío contó esta historia al
Padre Anastasio. “Una tarde, mientras yo estaba solo en el coro para
orar, oí el susurro de un traje y ví a un monje joven que revolvió al
lado del altar principal. Parecía que el joven monje estaba
desempolvando los candelabros y arreglando los jarrones de las flores.
Yo pensé que él era el Padre Leone que estaba reestructurando el altar; y
como ya era la hora de la cena, me acerqué a él y le dije: “Padre
Leone, vaya a cenar, no es tiempo para desempolvar y reparar el altar”.
Pero una voz que no era la voz del padre Leone me contestó”: “yo no soy el Padre Leone”, “¿y quién es usted? “, le pregunté. “Yo
soy un hermano suyo que hice el noviciado aquí, mi misión era limpiar
el altar durante el año del noviciado. Desgraciadamente en todo ese
tiempo yo no reverencié a Jesús Sacramentado, Dios Todopoderoso, como
debía haberlo hecho, mientras pasaba delante del altar. Causando gran
aflicción al Sacramento Santo por mi irreverencia; puesto que el Señor
se encontraba en el tabernáculo para ser honrado, alabado y adorado. Por
este serio descuido, yo estoy todavía en el Purgatorio. Ahora, Dios,
por su misericordia infinita, me envió aquí para que usted decida el
tiempo desde cuando que yo podré disfrutar del Paraíso. Y para que Ud.
cuide de mí.”
Yo creí haber sido generoso con esa alma en
sufrimiento, por lo que yo exclamé: “usted estará mañana por la mañana
en el Paraíso, cuando yo celebre la Santa Misa.”. Esa alma lloró: “Cruel de mí, que malvado fui.” Entonces
él lloró y desapareció.  Esa queja me produjo una herida tan profunda
en el corazón, la cual yo he sentido y sentiré durante toda mi vida. De
hecho yo habría podido enviar esa alma inmediatamente al Cielo pero yo
lo condené a permanecer una noche más en las llamas del Purgatorio.”



Carta que el Padre Pío escribió a su
director espiritual: Carta al Fraile Agostino, del 7 de abril de 1913,
“Mi estimado Padre, yo todavía estaba en la cama el viernes por la
mañana, cuando el Señor Jesús se me apareció. Él se encontraba golpeado y
desfigurado. Él me mostró una gran muchedumbre de sacerdotes y
dignatarios eclesiásticos indiferentes, quienes estaban celebrando
vistiendo sus sagradas túnicas. Cuando yo vi a mi Jesús en esta
condición sentí un gran sufrimiento, por consiguiente, yo le pregunte
porqué él sufrió tanto. Él no me contestó, él me mostró a los sacerdotes
que debía castigar. Pero poco después, el Señor estaba tristísimo al
mirar a estos sacerdotes y yo noté, con gran horror, dos lágrimas
enormes que emanaron del Santo Rostro. Jesús salió de esa muchedumbre de
sacerdotes y con una gran expresión de aversión en la cara, lloró’:
¡”Carniceros”! “Entonces Él me dijo: “Mi Niño, no creas que mi agonía ha
sido de tres horas, no; realmente yo estaré en la agonía hasta el fin
del mundo; debido a las almas que yo amo. Durante el tiempo de la
agonía, mi niño, nadie puede dormir. Mi alma va buscando alguna gota de
piedad humana, pero ellos me dejan solo bajo el peso de la indiferencia.
La ingratitud hace más severa la agonía para mí. ¡Ellos responden mal a
mi amor! El tormento mayor para mí es que crece en las personas su
desprecio, indiferencia, e incredulidad. Cuántas veces mi ira deseó
destruirlos por el relámpago, pero yo me detuve por los ángeles y las
almas que me aman….. Escribe a tu padre y nárrale lo que has visto y Yo
te dije en esta Mañana. Dile que muestre tu carta al Padre provincial…
“Jesús continuó hablando pero yo nunca puedo revelar lo que él dijo… “

(PADRE PIO DA PIETRELCINA: Epistolario I° (1910-1922) a cura di
Melchiorre da Pobladura e Alessandro da Ripabottoni – Edizioni “Padre
Pio da Pietrelcina” Convento S.Maria delle Grazie San Giovanni Rotondo –
FG)



En la carta al Padre Agostino del 13 de
febrero de 1913: Nuestro Padre Jesucristo me reveló “no te preocupes, yo
le haré sufrir pero yo también te daré la fuerza” – “Yo deseo que tu
alma se purifique e con el martirio oculto diario; no te asustes si yo
permito al Diablo atormentarte, y al mundo para hastiarlo, porque nadie
ganará contra esas personas que sufren bajo la cruz por mi amor y que yo
he decidido protegerlos. “

(PADRE PIO DA PIETRELCINA: Epistolario I° (1910-1922) a cura di
Melchiorre da Pobladura e Alessandro da Ripabottoni – Edizioni “Padre
Pio da Pietrelcina” Convento S.Maria delle Grazie San Giovanni Rotondo –
FG)



La carta al Padre Agostino, del 18 de
noviembre de 1912, “… Jesús, su estimada Madre, y el Ángel Guardián;
estuvieron visitándome con otros para animarme, me dijeron que ellos no
se olvidan de decirme que la víctima, ser llamado la víctima, tiene que
perder toda su sangre.”

(PADRE PIO DA PIETRELCINA: Epistolario I° (1910-1922) a cura di
Melchiorre da Pobladura e Alessandro da Ripabottoni – Edizioni “Padre
Pio da Pietrelcina” Convento S.Maria delle Grazie San Giovanni Rotondo –
FG)

La carta para al Padre Agostino, del 12 de marzo de 1913, “… mi padre,
escucha las quejas de nuestro dulce Jesús: ¡Se reembolsa “mi amor para
los hombres con tanta ingratitud! Esas personas me hubieran ofendido
menos si yo los hubiera amado menos. Mi padre no quiere llevárselos
todavía. ¡Me gustaría dejar de amarlos, pero… (Y aquí Jesús guardó
silencio y, luego desprevenidamente me dijo:) ¡pero mi corazón es hecho
para amar!. Los hombres no hacen el intento de superar las tentaciones.
Más bien estos hombres disfrutan sus faltas de equidad. Las almas que Yo
amo más son las que sufren una tentación, y cuando ellos no tienen
éxito resistiendo, me invocan pidiendo ayuda, y Yo me presento y las
fortifico en la tentación. Las almas débiles se desaniman y desesperan.
Las almas fuertes que confían en Jesús, me llaman y Yo vengo para
relajarlos. Ellos me dejan solo por la noche y en la mañana en la
Iglesia. Ellos no cuidan del Sacramento del Altar; ellos ya no hablan de
este sacramento de amor; también, las personas que hablan del
sacramento lo hacen con la tanta indiferencia y frialdad. De mi Corazón
se han olvidado; nadie cuida de mi amor; Yo siempre me entristezco. Mi
casa se ha vuelto un teatro de obras para muchas personas; incluso mis
sacerdotes que yo siempre he protegido cuidadosamente, que yo he amado
como la niña de mis ojos; ellos deben confortar mi corazón lleno de
amargor; ellos deben ayudarme en la redención de las almas, en cambio….
¿Quién lo creería? Yo recibo la ingratitud de ellos. Yo veo, Hijo mío, a
muchos de ellos que… (Aquí él se detuvo, los hipos le apretaron la
garganta, él lloró) que bajo la semejanza falsa ellos me traicionan con
las comuniones sacrílegas, mientras Yo estoy estampando en ellos la luz y
las fuerzas que continuamente les doy… “.

(PADRE PIO DA PIETRELCINA: Epistolario I° (1910-1922) a cura di
Melchiorre da Pobladura e Alessandro da Ripabottoni – Edizioni “Padre
Pio da Pietrelcina” Convento S.Maria delle Grazie San Giovanni Rotondo –
FG)

Carta a Padre Benedetto del 17 de diciembre de 1917: … “En una de las
visitas que tuve de Jesús en estos días, le pregunté con más insistencia
si pudiera tener compasión de las pobres naciones, tan a prueba por la
desdicha de la guerra y que por fin cediera su justicia y misericordia.
¡Cosa extraña! Él no contestó sino con una señal de mano, que quiso
decir: despacio, tranquilo. Pero ¿cuándo?, añadí yo. Y él, con seriedad y
con una media sonrisa en boca, posó su mirada sobre de mí y sin decir
palabra se despidió.”

«Sacerdote santo – Víctima perfecta»
Martes, may 12 2009 

                                                                                          «Sacerdote santo – Víctima perfecta»

por Alejandro de Ripabottoni, o.f.m.cap.
P)
Vistió el
hábito capuchino en el convento de Morcone el 22 de enero de 1903, y
recibió su nuevo nombre: Fray Pío de Pietrelcina. Con qué propósito y
con cuánta entrega vivió el año de noviciado fray Pío nos lo da a
conocer él mismo en una carta autobiográfica de 1922: el Señor hacía
comprender al quinceañero Francisco que para él «el puesto seguro, el
hogar de paz era el batallón de la milicia eclesiástica. Y, ¿dónde podré
servirte mejor, oh Señor, que en el claustro y bajo la bandera del
pobrecillo de Asís?… ¡Oh Dios! deja que mi pobre corazón te sienta cada
vez más y lleva a término en mí la obra comenzada por ti… Que Jesús me
conceda la gracia de ser un hijo menos indigno de san Francisco, que
pueda servir de ejemplo a mis hermanos de modo que el fervor continúe
siempre en mí y se acreciente cada vez más hasta hacer de mí un perfecto
capuchino». El 25 de enero de 1904, dos días después de hacer la
profesión temporal, partió del noviciado para continuar los estudios y
prepararse al sacerdocio; después de haber permanecido en diferentes
conventos, en mayo de 1908, tuvo que volver a su casa paterna por
motivos de salud. Continúa privadamente los estudios siendo ordenado
sacerdote el 10 de agosto de 1910 en Benevento, y de nuevo se queda en
su casa, siempre por motivos de salud, hasta 1916. Cada Santa Misa para
el padre Pío es siempre la primera Misa; la gloria es continua e
inexpresable, gusta ya el paraíso, siente como un fuego que le abrasa y
su boca saborea toda la dulzura de aquella carne inmaculada del Hijo de
Dios. Las luchas del espíritu no faltan en este período: grandes
tormentas diabólicas, que a veces no lo dejan libre ni siquiera en las
horas de descanso: el demonio lo quiere para sí a toda costa; cuando se
ve al borde de la desesperación recurre a la Virgen María a la que no
sabe cómo agradecer tantas y tan singulares gracias; se pone con
confianza en los brazos de Jesús y que suceda lo que Él quiera; Él,
ciertamente, vendrá en su ayuda. Orando a los pies de Jesús no siente ni
el peso del cansancio al vencer las tentaciones, ni la amargura o el
desagrado. Durante un mes de permanencia en el convento de Venafro, en
1911, la comunidad advierte los primeros fenómenos sobrenaturales:
«Asistí, y no fui yo el único -escribe el padre Agustín en su diario-, a
varios éxtasis y a muchas vejaciones diabólicas. Escribí, entonces,
todo lo que escuché de su boca durante el éxtasis y cómo sucedían las
vejaciones satánicas». Constreñido a vivir «desterrado en el exilio del
mundo, es decir, fuera del convento, en Pietrelcina, como sacerdote se
esfuerza por tratar a todos con cordialidad y confianza: el mundo
campesino del que proviene es también su propio mundo; va al campo y, lo
mismo que antes, saluda, dice buenas palabras de ánimo, acepta
voluntariamente la invitación de pararse a descansar, aunque sea por un
momento, bajo la sombra de un árbol si hace calor, o dentro del cortijo
si hace mal tiempo; en los campos y a los campesinos les habla de Dios
en su típico «dialecto». Su apostolado ministerial se reduce a ayudar al
párroco en la administración de los sacramentos, excepto oír
confesiones para lo que el Provincial no le concede licencia en los
primeros años de haber cantado misa, por motivos de salud y por carecer
entonces de la suficiente experiencia moral. Hacia finales de este
período (1914-1915) inicia la dirección espiritual de algún alma que
otra, pero, por correspondencia, y siempre con permiso expreso de los
superiores. Pero mucho más que en estas formas visibles, el padre Pío
manifiesta su celo por las almas a través del estado de víctima, vivido
intensamente como irradiación de la virtud salvífica de Jesús y del
sufrimiento del cuerpo y del alma, requerido y aceptado como
participación personal y generosa por el rescate de la humanidad
redimida y pecadora. Este es su programa trazado desde el día de su
ordenación sacerdotal y vivido intensamente día tras día: «Jesús, mi
aliento y mi vida, hoy que trepidante te elevo en un misterio de amor,
haz que contigo yo sea para el mundo Camino, Verdad y Vida, y para ti
sacerdote santo y víctima perfecta».
app32p

Oración al Padre Pío por la Conversión de los pecadores
Sábado, may 9 2009 

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Oración por la Conversión de los Pecadores


Señor, tú eres bondadoso y misericordioso, y todo lo hiciste muy bien,
creando de la nada cuanto existe. Señor, tú eres clemente y comprensivo,
y no quieres la muerte del pecador, sino que se convierta y viva. Señor
tú eres paciente y fiel, y esperas al hijo pródigo e invitas  al justo a
alegrarse a  su
regreso.                                                                          
   Señor, tú
tanto amaste al mundo, que enviaste a tu Hijo  único, no para juzgarnos,
sino para salvarnos. Señor, tú quieres que todos los hombres se salven,
lleguen al conocimiento de la verdad  y sean uno como tú eres uno. 
                                                                                                                                                   
 Te pido la conversión de los que, como yo, son pecadores, quiero
unirme, junto al  Padre Pío, a tu deseo de salvación universal,
solidarizándome con mis hermanos  y  emprendiendo con  ellos un camino
de  sincera  conversión.                                                             

                                                                                                                                                 
  Dame la gracia de cumplir tus mandamientos alimentando al hambriento,
dando de beber al sediento, vistiendo al desnudo, alojando al
forastero, visitando al enfermo y al encarcelado, descubriéndote y
respetándote en la obra  de tus manos.  Cambia mi forma de pensar y de
sentir, porque muchas veces no parezco hijo tuyo. Permíteme disfrutar al
final de los tiempos del banquete que tienes preparado no sólo para 
los que te conocen y sirven, sino también para aquellos que no han
tenido esa gracia   y que,  a pesar de no saberlo, también son hijos
tuyos. Amén.

El Padre Pío como Director Espiritual
Lunes, abr 13 2009 

El director espiritual
por Alejandro de Ripabottoni, o.f.m.cap.
El
padre Pío inició su actividad de dirección espiritual, en el sentido
ordinario de la expresión, con un primer grupillo de almas desde su
llegada a San Giovanni Rotondo. Los puntos clave fueron dos encuentros
semanales con conferencias en común, la propuesta de los medios de
perfección más principales, según la doctrina común tradicional, y la
unidad de padre espiritual y confesor.
No
es erróneo el reconocer en este pequeño grupo el primer «grupo de
oración», según su propósito de formar «pocas y bien formadas almas que a
su vez serán simiente para otras almas», y, según su misma sugerencia
expresada en el desarrollo de las reuniones: «Los materiales están
preparados -dijo-, ahora comenzar a construir». Pero el aspecto más
notable de la dirección espiritual del padre Pío y de su estatura como
director espiritual se puede deducir de la dirección por
correspondencia, considerada por los expertos como extraordinaria. El
epistolario publicado comprende tres volúmenes. Tal correspondencia,
interrumpida por orden del entonces Santo Oficio el 2 de junio de 1922,
ocupa ciertamente un puesto de honor entre los epistolarios clásicos del
género.
Motivos
de espacio no permiten ni siquiera una sumaria indicación de las
características y dimensiones de la dirección espiritual hecha por el
padre Pío, y por eso hay que remitirse a los estudios realizados por el
padre Melchor de Pobladura: En la escuela espiritual del padre Pío y Problemática de la dirección espiritual en el epistolario del padre Pío.
La
novedad de tal dirección no hay que buscarla tanto en los medios y en
las indicaciones de teología espiritual cuanto en la constancia de vivir
en primera persona y en hacer vivir a las almas dirigidas las verdades
fundamentales de la fe, es decir, en la figura del director espiritual.
Con
este fin, conviene hacer aquí una primera observación y es que, en la
galería de las muchísimas almas dirigidas por él, el padre Pío
conmensura el hilo conductor del compromiso en santificarse a la gran variedad de edad, cultura, condición social o profesión de cada una de las personas. El padre Pío se nos revela como un genial y santo artista del método diferenciado.
Le dijeron en una ocasión: «Padre, verdaderamente sois todo de todos». Y
él añadió rápidamente: «Corrige. ¡Soy todo de cada uno! Cada cual puede
decir: el padre es mío».
hijos
Esta
totalidad de rendición voluntaria, centrada en cada una de las almas,
está basada en la profunda convicción de actuar por mandato de Dios: «Yo
soy un instrumento en las manos divinas, que sólo sirve para algo si es
manejado por el artífice divino». La exigencia de que los demás vean a
Dios y no la imagen del director es el segundo punto relevante, el cual
nos permite explicar, con dificultad pero de forma segura, la fuerza
moral, a veces brusca y dolorosa, ejercitada al guiar las almas hacia
Dios.
«Siguiendo
al padre Pío -confiesa cándidamente una hija espiritual- se sufría
fuertemente: sus pruebas, sus reprensiones, su diferente trato con las
almas, partía de dolor el corazón y se necesitaba mucha fe para decir
que su modo de proceder así era justo».
Un
tercer elemento de relieve, que subraya su constante vocación
corredentora, es la clara, sincera, íntima participación del director
espiritual padre Pío en las angustias, conflictos interiores,
desolaciones y penas de las almas dirigidas: «Siento como mías vuestras
aflicciones». «Haré míos todos vuestros dolores y todos los ofreceré en
holocausto al Señor por vosotros». Es el método de la dirección espiritual participada
que caracteriza específicamente al padre Pío como director espiritual y
hace más eficaz su trabajo como guía de la perfección. El padre Pío se
sentía dirigiendo a las almas como el «pobre cireneo», el «piadoso
cireneo que lleva la cruz por todos».
 con-sus-hijas
La clientela mundial
La
característica más típica de la poderosa llamada de lo divino realizada
por el padre Pío durante cincuenta años, es la universalidad. Casi como
por una especie de atracción de gravedad, de todas las partes del mundo
se moviliza la gente para acercarse al padre Pío.  
Gente
de todas las edades, de toda clase social, de cualquier condición
económica, de todas las jerarquías eclesiásticas y políticas, de todo
nivel cultural; gente de todas las naciones, de todas las razas acude al
padre Pío con su carga de problemas y necesidades.  
Y
cuando la gente no puede viajar hasta él, escribe centenares, quizá
miles de cartas al día en todos los idiomas: desde los más diferentes
dialectos italianos a la mayoría de las lenguas más difundidas en el
mundo.   
La
novedad del hecho manifiesta una especie de revolución copernicana en
San Giovanni Rotondo, realizada por el padre Pío en un momento histórico
en el cual se pone de relieve la respuesta al mandamiento evangélico:
«Id a todo el mundo», con un exagerado activismo. Pero en San Giovanni
Rotondo se cumple aquello que Jesús había dicho de sí mismo: «Venid
todos a mí». Autorizada y manifiestamente este hecho ha sido puesto de
relieve por el papa Pablo VI cuando se ha referido a la «clientela
mundial» del padre Pío. 
Y es natural preguntarse con fray Maseo:
«¿Por qué a ti, por qué a ti, por qué a ti?»… Y la respuesta, una vez
más, viene dada por el propio Pablo VI que define al padre Pío como «el
representante marcado con los estigmas de nuestro Señor» (20 septiembre
1971). La gente no lleva a San Giovanni Rotondo sólo su carga de
problemas y necesidades, sino que en lo más íntimo de su alma lleva
consigo la única necesidad de ver a Dios y a Jesucristo en el hombre de
Dios que es el padre Pío. Se repiten las maravillas de Dios: «Cuando sea
levantado sobre la tierra atraeré todos a mí».  
El
mundo percibía claramente la respuesta alternativa al problema
fundamental de su siglo: no se puede ser santos sin Dios, no se puede
vivir sin la gracia. «Siento asiduamente una voz que me dice:
santifícate y santifica», había dicho el padre Pío a una de sus hijas
espirituales en el lejano noviembre de 1922.
Y
con intuición maravillosa la gente de todo el mundo comprendía
rápidamente que las señales en las manos, en los pies y en el costado
del primer sacerdote estigmatizado no podían ser interpretadas sino como
«motivos de credibilidad» de la misión del padre Pío en el mundo
contemporáneo de ser clavado en la cruz para actualizar la redención; y
comprendía más pronto todavía que los dones carismáticos concedidos por
Dios al padre Pío -como el discernimiento de espíritus, la profecía, el
don de la bilocación, los efluvios y perfumes olorosos- no eran otra
cosa que «medios providenciales para acreditar el misterio de la
reconciliación con Dios».
Sin
embargo, la «clientela mundial», al mismo tiempo, crecía en torno al
padre Pío por otra línea de fuerza, de naturaleza esencialmente
espiritual: la dirección de las almas, la confesión sacramental y la
celebración de la misa.

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