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domingo, 29 de junio de 2014

Temas de Historia de la Iglesia Inicio Autores Blogs Hemeroteca Quiénes somos Colaborar con InfoCatólica « Lo que puede hacer un sacerdote en tiempos de crisis El gran siglo misionero de la Iglesia » 16.09.13 Conversiones, multitudes y persecución de los buenos A las 9:58 AM, por Alberto Royo Categorías : General PADRE PÍO, A LOS 45 AÑOS DE SU FALLECIMIENTO JOSÉ RAMÓN GODINO ALARCÓN San Francesco Forgione, más conocido como el P. Pío de Pietrelcina, fue uno de los fenómenos espirituales más grande del s. XX. Conocido en todo el mundo por sus estigmas, sus milagros y su clarividencia, corre sin embargo el peligro de ser encorsetado en un mero pietismo milagrero que esconda su honda humanidad. Nada más lejano de su vida y su experiencia espiritual. Nació en Pietrelcina, en el Benevento, el 25 de mayo de 1887, su madre, devota y sencilla católica que influiría en él de forma decisiva, le puso por nombre Francesco en honor de san Francisco de Asís. Fue bautizado al día siguiente en su pueblo, donde pasaría su infancia. Como en tantas otras familias humildes de la zona, Francesco no pudo asistir regularmente a la escuela. El trabajo de la tierra, necesario para la supervivencia, le retenía muchos días en el campo. Sólo cuando tuvo doce años comenzó a estudiar regularmente de la mano del cura del pueblo, Domenico Tizzani, quien vio en él un futuro candidato al sacerdocio. En dos años aprendió toda la escuela elemental, pudiendo pasar con normalidad a realizar los estudios de Secundaria. El encuentro con Fray Camillo, un fraile capuchino del vecino convento de Morcone, a 30 kilómetros de Pietrelcina, que iba de pueblo en pueblo pidiendo limosna, hizo que expresase su deseo de hacerse capuchino. Corría el año 1902 y Francesco había tenido una niñez débil y enfermiza, lo cual en un primer momento disuadió a los frailes. Sólo en otoño de 1902 llegó el consentimiento para entrar en el convento, dejando a su madre y a sus hermanos, pues su padre había emigrado a América en 1898. El 6 de enero de 1903 entró oficialmente en el convento. Días antes, el 1 de enero, había tenido una visión después de comulgar que le anunciaba una continua lucha contra Satanás. El 5 de enero, la noche antes de entrar en los capuchinos, declaró haber tenido una aparición de Jesús y la Virgen que le aseguraban su protección y predilección. Las visiones serían desde entonces una constante en su vida, así como los ataques por parte del demonio. El 22 de enero, con tan sólo 15 años, tomó el hábito, con el nombre de fray Pío. En 1904, pronunció sus votos simples y el 25 de enero de ese mismo año se trasladó al convento de Sant’Elía para continuar con sus estudios. Es en este convento donde se produjo su primera bilocación, asistiendo al nacimiento de Giovanna Rizzani, futura hija espiritual suya, nacida en Udine, Venecia, lejos de donde físicamente se encontraba el padre Pío en ese momento. El 27 de enero de 1907, hizo la profesión de sus votos solemnes. Ese mismo año fue trasladado al convento de Serracapriola, ubicado a quince kilómetros del mar, pero el clima no le sentó bien y su salud decayó. Sus superiores lo enviaron de regreso a Pietrelcina para ver si el clima de su casa le hacía bien. La gente de su pueblo confiaba en él, pidiéndole consejo, y así Francisco comenzó a dedicarse a la dirección de almas. En 1908 marchó al convento de Montefusco y n noviembre de ese año, recibió las órdenes menores (ostiario, lector, exorcista, acólito) y luego el subdiaconado. Toda esta época fue para él de mucha oración y estudio. El 10 de agosto de 1910 fue consagrado sacerdote en la catedral de Benevento. Sin embargo, permaneció con su familia hasta 1916 por motivos de salud. Es en este periodo cuando fray Pío comenzó a experimentar un fenómeno que alteraría su vida: los estigmas en las manos. En estos años, aún eran invisibles y sólo sentía los dolores. Lo comunicó por primera vez el 8 de septiembre de 1911, en una carta a su padre espiritual en la que afirmaba que el fenómeno se llevaba repitiendo desde hace un año y que había sido callado por vergüenza. En febrero de 1916 volvió a la vida conventual en Foggia. El 28 de julio llegó a S. Giovanni Rotondo, lugar en el que parece ser que se sentía mucho mejor y podía descansar, por lo que pidió al provincial de la orden que le dejara establecerse allí. La respuesta tardaba en llegar y escribió al provincial diciéndole que “Jesús le había asegurado que allí estaría mejor”. Se estableció con permiso de sus superiores definitivamente en el Seminario seráfico de S. Giovanni Rotondo como director espiritual. En su nueva comunidad era muy difícil esconder los estigmas por el profundo dolor que le ocasionaban. El 17 de octubre confesó al Padre Agustín de San Marcos que sufría los estigmas, pero que había pedido a Dios que no se mostraran, lo que le había sido concedido, aunque sin que se retirara el dolor. Confesó, además, que semanalmente sufría los dolores de la coronación de espinas y la flagelación de Cristo. Esto le producía dolores agudísimos. Entretanto, fray Pío tuvo que prestar servicio militar durante la Primera Guerra Mundial, participando en el servicio sanitario. Su servicio fue intermitente por su debilidad física, llegando a ser definitivamente alejado del servicio activo en 1918 por afecciones pulmonares. En agosto de 1918, aseguró haber recibido una visión en la que un hombre armado con una lanza le atravesaba, dejando una herida constantemente abierta, fenómeno conocido como transverberación. Esta lesión, junto con los estigmas, fue interpretada con distintos matices: unos pensaban que era signo de santidad, otros que era una enfermedad de la piel y otros directamente que eran heridas autoinfligidas. Los estigmas constituyen el fenómeno más conocido del P. Pío y por ello debemos detenernos a hacer una cronología de los orígenes de este. Como ya hemos visto, el inicio de la manifestación está en 1910, cuando por su debilidad debió permanecer en numerosas ocasiones en su casa de Pietrelcina para reponerse. Todos los días solía retirarse al campo a rezar después de la Misa matutina, algo que hacía que sus pulmones mejoraran. Según lo revelado a su confesor, recibió allí los estigmas el 7 de septiembre de 1910, pero no comenzó a sentirlos con intensidad hasta septiembre de 1911. La mañana del 20 de septiembre de 1918, rezando ante el crucifijo del coro de la vieja iglesia pequeña de San Giovanni Rotondo, el P. Pío tuvo otra experiencia mística en la que los estigmas o las heridas se hicieron visibles y quedaron abiertas, frescas y sangrantes, algo que continuaría durante medio siglo. La noticia de los estigmas no tardó en correr desde el establecimiento en San Giovanni Rotondo, donde se hicieron imposibles de ocultar. El tranquilo convento pronto se convirtió en meta de peregrinación de personas que deseaban obtener gracias por la intercesión del P. Pío. La fama del religioso se extendía cada vez más. De él se decía que conseguía conversiones inesperadas por medio de la confesión y el “boca a boca” hacía que se extendiese la fama de su santidad. El convento acogía cada vez a más visitantes y se convirtió en lugar de peregrinación, no sin envidia de los párrocos de los alrededores. La situación se volvió preocupante para las autoridades eclesiásticas. En el Vaticano había división de opiniones ante la falta de noticias claras sobre lo que verdaderamente estaba sucediendo. Las continuas peregrinaciones alimentaban el temor de que pudiera tratarse de una estafa económica o de que pudiera estallar un escándalo. La credibilidad de la Iglesia estaba en juego y comenzaron las investigaciones. El primer encargado de investigar fue el general de los capuchinos, quien envió al médico Giorgio Festa al lugar de los hechos. La investigación no fue concluyente, pero se mostró favorable al origen sobrenatural. Ante la insuficiencia de las conclusiones, que expresaban quizás demasiado entusiasmo, continuaron las investigaciones, a menudo de forma secreta. Comenzaron los estudios médicos. Primero investigó el doctor Romanelli por orden del superior provincial capuchino. El 15 y el 16 de mayo de 1919, certificó que las heridas no eran superficiales, pero tampoco sangraban. El 26 de julio, llegó de Roma el profesor Bignami, que coincidió con Romanelli, pero encontró una razón patológica para las heridas: necrosis neurótica, una enfermedad motivada por la autosugestión o por el uso de alguna sustancia química. En 1920, el cardenal español Merry del Val encargó al famoso franciscano P. Agostino Gemelli el estudio del caso en nombre del Santo Oficio. El Santo Oficio estaba preocupado por las acusaciones que llegaban de conducta escandalosa del capuchino y se pedía la ayuda del científico franciscano, dado su conocimiento de la medicina y de los fenómenos místicos. Gemelli, interesado por el tema, decidió conocer en persona al P. Pío, a pesar de estar en un principio opuesto a él. El religioso se negó a enseñar los estigmas a Gemelli alegando que no tenía autorización de su provincial, a pesar del mandato de Merry del Val por parte del Santo Oficio. Gemelli salió irritado de San Giovanni Rotondo por el apoyo de los superiores al religioso, quienes pidieron que la investigación se hiciera por canales oficiales. El dictamen del famoso franciscano, buen científico, pero hombre de gran arrogancia, fue durísimo. Tildó al fraile de histérico y psicópata, achacando las heridas a autolesiones a una enfermedad mental. Más adelante definiría al P. Pío como “psicótico, autodestructivo y fraude”. Estas afirmaciones no se debían al examen clínico de las heridas, pues no las examinó, pero la autoridad del que las afirmaba hizo que pesaran en lo que restaba de vida del fraile de Pietrelcina. Entre abril y mayo de 1921, el Santo Oficio decretó una visita apostólica a San Giovanni Rotondo que estudiase la personalidad del P. Pío. Se eligió al obispo de Volterra, Raffaele Carlo Rossi, después cardenal. Tras una semana en el lugar redactó un informe en el que analizaba los casos de posibles curaciones y bilocaciones. En él afirmaba que el P. Pío a muchas de las preguntas había respondido que no estaba en su conocimiento que hubiera realizado ciertas acciones y negaba un caso de bilocación. La conclusión final de Rossi fue escéptica, dando por falsos todos los milagros y situaciones misteriosas puestos a examen. Las consecuencias de este examen llegaron en 1923. El 31 de mayo, apareció un decreto en el que el Santo Oficio declaraba que no constaba nada sobrenatural en lo sucedido en San Giovanni Rotondo y exhortaba a los fieles a no visitar San Giovanni Rotondo ni propagar su fama. Oficialmente la Iglesia manifestaba que no había fenómenos sobrenaturales en el lugar, sin negar la posibilidad de que en un futuro los hubiera. La noticia llegó a todo el mundo. En 1924, Giorgio Festa pidió realizar un examen exhaustivo con nuevas técnicas, a lo que se negaron las autoridades eclesiásticas. Mientras tanto, con el paso de los años el dictamen del Santo Oficio se revelaba inservible ante la creciente avalancha de peregrinos. En 1931, llegó un documento más duro que prohibía las peregrinaciones e imposibilitaba al P. Pío decir Misa en público y confesar. Pío XI, después de estudiar el caso, revocó estas restricciones en 1933, pero el decreto de negación seguía vigente y oficialmente los fenómenos ocurridos al P. Pío no eran reconocidos. Esto no preocupaba ni a la gente común ni a las personalidades. A partir de 1938 acudieron en visita a San Giovanni Rotondo miembros de numerosas familias reales católicas y personajes públicos italianos y de otros países buscando conocer al fraile y pedir consejo. El fenómeno creado en torno al P. Pío se convirtió en mundial. Las colas para confesar eran larguísimas, emulando las del Cura de Ars. Él pasaba la mayor parte del día en el confesionario y la mayor parte de la noche en oración en el coro de la iglesia. Paralelamente, comenzó a gestarse una gran obra social que canalizaba los donativos hechos al santuario: el hospital “Casa de Alivio en el sufrimiento”, comenzado en 1940. En 1950, el fenómeno era ya de tal magnitud que entró en funcionamiento un sistema de reserva de turno para confesar con P. Pío. Pío XII le había librado del voto de pobreza para administrar el hospital, pero ante el posible escándalo le fue retirada dicha dispensa al poco tiempo. La controversia no terminó. Habiendo caído la curia general capuchina en práctica bancarrota por unas inversiones desafortunadas de sus fondos, se pidió al religioso de parte del General de la Orden que destinase algo de las donaciones que llegaban para el nuevo hospital a remediar el desfalco, a lo que éste se negó por querer respetar la voluntad de los donantes. Eso desencadenó una terrible ola de inquina por parte de algunos religiosos hacia él, inventándose éstos acusaciones falsas, incluso grabando sus confesiones. Juan XXIII pidió una nueva investigación en el ambiente del Concilio Vaticano II, ante las noticias tan contradictorias que le llegaban. Se envió a monseñor Maccari para averiguar si lo sucedido en San Giovanni Rotondo no era sino fruto de una religiosidad arcaica y se llevó a cabo una durísima investigación en la que se usaron incluso las pruebas magnetofónicas. El visitador trató con gran severidad al religioso, imponiéndole duras medidas para evitar su influjo entre los fieles. El Papa no se pronunció, pero sus diarios revelan que se inclinaba por creer que era un engaño. Sin embargo, algunos superiores del P. Pío y numerosos obispos manifestaron que, a pesar de las reticencias de los informantes del Papa, la conducta del fraile se guiaba por la obediencia y la ortodoxia. El P. Pío callaba y vivía aquello que en cierta ocasión escribía a una dirigida espiritual: “Que toda su solicitud en medio de las tribulaciones que la invaden totalmente, se centre en un abandono total en los brazos del Padre celeste, ya que Él tiene sumo cuidado para que su alma, tan predilecta, no sea sometida al poder de Satanás. Humíllese, pues, ante la Majestad de Dios y déle gracias continuamente, a tan buen Señor, de tantos favores con lo que sin cesar enriquece su alma de Ud. y confíe cada vez más en su divina Misericordia. No tema, vuelvo a repetirle en el Señor, quien le ha ayudado hasta ahora continuará hasta su salvación”. Las investigaciones quedaron paralizadas al ser elegido el nuevo Papa, Pablo VI, que dijo sobre el caso: “Dejad en paz al Padre Pío”, pues desde hacía años lo apreciaba, si bien no lo había conocido personalmente. Pablo VI autorizó al P. Pío a seguir celebrando la Misa según el misal previo a la reforma conciliar. Fue en esa época cuando la Santa Sede pasó a vigilar de una forma más cercana las actividades económicas del santuario y el hospital, sin encontrar aspectos negativos sobre el P. Pío, quien donó todos sus bienes a la Santa Sede y con ellos la institución hospitalaria. Murió el 23 de septiembre de 1968, rodeado del cariño de muchos. Sus funerales fueron multitudinarios. Al preparar el cadáver se encontró que las heridas habían cicatrizado y casi desaparecido, según se decía por haber pedido el P. Pío que se le retiraran antes de morir. El proceso de canonización no tardó en empezar. Se reunieron 104 volúmenes de declaraciones positivas y negativas, que fueron estudiadas por la Santa Sede. Después de un largo proceso y certificados los milagros el P. Pío fue declarado beato el 2 de mayo de 1999 y canonizado el 16 de junio de 2002 por Juan Pablo II, que le había conocido en vida y le tenía grandísimo aprecio. En dicha ceremonia, el Papa dijo: “¡Cuán actual es la espiritualidad de la cruz que vivió el humilde capuchino de Pietrelcina! Nuestro tiempo necesita redescubrir su valor para abrir el corazón a la esperanza. En toda su existencia buscó una identificación cada vez mayor con Cristo crucificado, pues tenía una conciencia muy clara de haber sido llamado a colaborar de modo peculiar en la obra de la redención. Sin esta referencia constante a la cruz no se comprende su santidad.” A pesar de lo controvertido de su figura, la Santa Sede reconoció los numerosos fenómenos sobrenaturales de su vida después de una nueva investigación sin prejuicios. Hoy san Pío es uno de los santos más invocados de la Iglesia, aunque desde numerosos medios se empeñan tozudamente en multiplicar las investigaciones para descubrir un nunca probado montaje. Actualmente él sigue respondiendo con las mismas evidencias que cuando estaba vivo, realizando conversiones y acercando a multitudes a Dios desde su sepulcro de San Giovanni Rotondo. Enviar Imprimir 4 comentarios Comentario de abuelajuana Gracias por la información acerca del Padre Pio. Cuando era una jovencita, en Chile se hablaba mucho de este santo en vida y pude conocer a algunas personas que habían viajado a Italia y lo habían visto. Pidasmosle ahora que rece por el mundo y sus gobernantes. Que rece por el pronto triunfo del Inmaculado Corazón de Maria. ¡Padre Pio, ruega por nosotros! 17/09/13 3:43 PM Comentario de Javier En el artículo se señala que "Pablo VI autorizó al P. Pío a seguir celebrando la Misa según el misal previo a la reforma conciliar". A este respecto me siento extrañado porque se puede observar en youTube* un video de la última misa del Padre Pio y es novus ordo en el cual se le ve bastante perdido y desconcertado. ¿Es cierto que la primera y última vez que celebró Misa fue "novus ordo" y que murió después de terminada? Un saludo. Javi *https://www.youtube.com/watch?v=3RN4P2z-xi8 26/09/13 5:51 PM Comentario de carlos Estimados hermanos y miembros del Cuerpo Místico.He Aqui UN GRANDE de nuestros tiempos,un Santo que no era amigo de las ambiguedades,no menejaba los grices,mirar en el Google,todo lo extraordinario.Johannes Jörgensen,converso cuando descubrío la Doctrina Social de Nuestra Madre la Iglesia,afirma en la mejor biografia que leí de Santa Catalina de Siena,lo extraordinario,es lo propio de la Iglesia, a las apariciones de Cristo Resucitado,se sucede que a san Esteban se le abren los cielos y ve a Dios Nuestro Señor a la Derecha del Padre,luego a san Paplo en el camino a damasco se le aparece el mismo Señor Resucitado,en el caso de Nuestra Santa Santa Catalina de Siena,Santa Brigida escuchan palabras inefables,si estan Y/o en el cuerpo,no lo saben,toda la vida de Santa Catalina fue un prodigio,la vida de Charbel Makluff,es extraordinaria,y contemporánea quien lo pude explicar!!!!Lo extraordinario amputado por heterodoxias racionalistas,pelagianas,algunas muy evidentes,otras vestidas de Pseudoortodoxia,el diablo es más sutil,la corrupción de lo mejor es lo peor.Insisto lo extraordinario,y no lo ordinario es propio de Nuestra Madre.La vida sobrenatural,que vivió Edit Stein es posible,ella se convirtio en santa teresa de la cruz,la vida mística es lo ordinario en un Creyente.La Espiritualidad del Carmen observante que sigue a Santa Maravillas,esta lleno de fidelidad,ahí esto está por demás claro y no existen las heterodoxias,yo pertenezco e ELLa es una vacuna para todas las espiritualidades,racionalistas,humanistas,seguir a SANTA TERESA de JESÚS,MAESTRA!!!!,la libertad interior ,que Dios respeta,a pesar de estar en una misma observancia,sontodos distintos los santos del carmen,Sor Isabel del Trinidad,ilustra ese misterio,Santa Teresita,la infancia espiritual,la espiritualidad Steiniana,tiene matices propios,san Juan de la Cruz.No seguir espiritualidades que niegan la libertad interior,pelagianas,las virtudes humanas ,lo que se ve.DIOS nuestro Señor mira nuestro fondo que claramente tiene que morir para que él se incorpore.Que caracteriza esas espiritualiades la incoherencia,aparte de que se compromete el destino eterno.a Cristo por Maria y con el Papa.la vida mistica es común a todos,Garrigou Lagrange.Sante Teresa aqui hay un millon de moradas.A cristo por Maria y con el papa. 15/10/13 5:49 PM Comentario de carlos Estiamdos hermanos y meimbros del Cuerpo Mistico,mirar en el google a San Charbell Makluff,también están invitados loss ateos,quien puede explicar cientificamente esto,yo que amo ese mundo que tanto bien le hace a la humanidad,le digo que nadie.Santa Bernarditta cada vez mas hermosa,su cuerpo incorrupto,el cajón se descompuso.verla en el google,quién lo puede explicar,ustedes ponganse a rezar como lo dice santa teresa,respeten todo lo que dice la Santa,percibiran el alma,Existe ASOMBRO!!!Dios existe la LA IGLESIA de 2013 años tiene razón,esto debe ser lo ordinario para nosotros,en el medio de su debilidad,gracias a ellas me puse hacer oración,Busquen la Fuerza en DIOS:EXISTE!!!!! 18/10/13 8:28 PM Dejar un comentario Nombre: Email: Tu dirección email NO será mostrada en este sitio. 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Sacerdotes que dejaron huella en el siglo XX Alberto Royo Precio: 21,90 € papel Precio: 4,00 € electr. Santos por las calles de Nueva York Alberto Royo Precio: 9,50 € papel Precio: 4,00 € electr. 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Pierre Blet S.I., gran historiador de Pío XII La Reforma litúrgica (VI): Pablo VI y el humo de Satanás Galileo, al concluir el año dedicado a él El asesinato de Ignacio Ellacuría y sus compañeros, visto veinte años después Historias del postconcilio (IV): La polémica del Cardenal Daniélou con algunos superiores generales religiosos Historia de un clérigo que, metido a revolucionario, hizo mucho daño a la Iglesia Memoria histórica: El anticlericalismo de la 2ª República (II) Sor Pascualina, la mujer que los curialistas de la época llamaban "virgo potens" La evangelización de América: Las peripecias del primer obispo de América En la familia Borgia floreció, sorprendentemente, la santidad Memoria histórica: El anticlericalismo de la 2ª República española (I) El Arzobispo Romero que no todos conocen Recordando a Juan Pablo II: La bala que no llegó a su destino (1ª parte) El bombardeo que destruyó la abadía de Montecassino La intrigas políticas produjeron, de rebote, la elección de un Papa santo La reforma litúrgica (IV): Las amarguras de Pablo VI SI QUERÉIS PUBLICAR CON VUESTRO NOMBRE ALGÚN ARTÍCULO INTERESANTE SOBRE LA HISTORIA DE LA IGLESIA, ENVIADLO A MI CORREO ELECTRÓNICO: royomejia@gmail.com Categorías Todos Alejandro VI Alexia América Bartolomé de las Casas Beata Juana Jugan Beato Domingo Barberi Benedicto XIV Benedicto XVI Cardenal Cooke Cardenal Daniélou Cardenal Newman Cardenal Ottaviani China Córdoba Cruzadas Cura Brochero Dorothy Day Europa Cristiana Eusebio de Cesarea General Gregorio VII Guadalupe herejias Hitler Holocausto Inquisición Islam Jansenismo Jerónimo de Loaysa Jesuitas Juan de Quevedo Juan de Zumárraga Juan Pablo II Juan XXIII Leon XIII Leyenda de Abgar Lima Liturgia Lucrecia Borgia Mártires Mateo Ricci Matilde de Canosa Medalla milagrosa Memoria Histórica México Miguel Servet Monacato Monjes sirios Mons. 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Para más información consulte nuestra política de privacidad. Oración: Castísimo Santo Padre Pío de Pietrelcina; que tanto amaste y nos enseñasteis a amar al Santo Ángel de la Guarda; el que te sirvió de compañía, de guía, de defensor y de mensajero. A ti las Figuras Angélicas llevaron los ruegos de tus hijos espirituales. Intercede cerca de Dios para que también nosotros aprendamos a hablar con nuestro Ángel de la Guarda, para que en todo momento sepamos obedecerle, pues es la luz viva de Dios que nos evita la desgracia de caer en pecado. Nuestro Ángel siempre está listo a señalarnos el camino del bien y a disuadirnos de hacer el mal. LA PUREZA: La pureza es algo con lo que nacemos pero a medida que comenzamos a tomar conciencia, por la influencia del mundo, vamos perdiendo. Es necesario ser puros de mente y cuerpo, para poder ser puros de alma. No es una tarea sencilla, ni carente de obstáculos. La pureza de corazón, como toda virtud, exige un entrenamiento diario de la voluntad y una disciplina constante interior. Exige, ante todo, el asiduo recurso a Dios en la oración. Decía el Santo Padre Pío a sus hijos espirituales: “Ten por cierto que si a Dios un alma le es grata, más la pondrá a prueba. Por tanto, ¡Coraje! y adelante siempre.” Pero hay una promesa a tanto esfuerzo: “Felices los limpios de corazón, porque verán a Dios” (Mt 5,8) El corazón limpio es el corazón abierto y humilde. El corazón impuro es, por el contrario, el corazón presuntuoso y cerrado, completamente lleno de sí mismo, incapaz de dar un lugar a la majestad de la verdad. Que pide respeto y, al fin, adoración, nos exhorta S.S. Benedicto XVI Oración: Purísimo Santo Padre Pío de Pietrelcina, Tú que has querido mucho a tus hijos espirituales. Muchos de tus hijos han sido comprados por ti con el precio de tu sangre. También nos concedes a los que no te hemos conocido personalmente, de considerarnos como tus hijos espirituales. Con tu paternal protección, con tu santa guía y con la fortaleza que conseguirás para nosotros de Dios, podremos, en el momento de la muerte, encontrarte en las puertas del Paraíso, en espera de nuestra llegada. Palabras del Padre Pío: “Si me fuera posible, querría conseguir de Dios solamente una cosa; si me dijera: “Vas al Paraíso”, querría conseguir esta gracia: “Señor, no me dejéis ir al Paraíso hasta que el ultimo de mis hijos; la última de las personas que me han sido confiadas, haya entrado antes que Yo.” Esta coronilla que rezaremos, era recitada diariamente por el Padre Pío por todos aquellos que se encomendaban a sus oraciones. CORONITA AL SAGRADO CORAZON DE JESUS I.- ¡Oh Jesús mío!, que dijiste: “En verdad os digo, pedid y obtendréis, buscad y encontraréis, llamad y os abrirán!. He ahí que, confiando en tu Palabra divina, yo llamo, yo busco, yo pido la gracia…… Padre Pío ruega al Señor en nombre de Jesucristo Padre Nuestro, Avemaría y Gloria. Sagrado Corazón de Jesús, en Vos confío. II.- ¡Oh Jesús mío!, que dijiste: ” En verdad os digo, pasarán los cielos y la tierra pero mis palabras jamás!” He ahí que basándome en la infalibilidad de tus santas palabras yo pido la gracia…… Padre Nuestro, Avemaría y Gloria. Sagrado Corazón de Jesús, en Vos confío. III.- ¡Oh Jesús mío!, que dijiste: “En verdad os digo, todo aquello que pediréis a mi Padre en mi Nombre, El os lo concederá”. He ahí que al eterno Padre en tu Nombre yo pido la gracia……. Padre Nuestro, Avemaría y Gloria. Sagrado Corazón de Jesús, en Vos confío. ¡Oh Sagrado Corazón de Jesús, el cual es imposible no sentir compasión por los infelices, ten piedad de nosotros, pobres pecadores, y concédenos las gracias que pedimos en nombre del Inmaculado Corazón de María, nuestra tierna Madre. San José, padre adoptivo del Sagrado Corazón de Jesús, ruega por nosotros. Dios te salve, Reina y Madre… Relacionado Novena al Santo Padre Pío - el amorEn "Así rezaba el Padre Pío" El Amor a los hijos e hijas espirituales del Padre PíoEn "Biografía" Novena al Santo Padre Pío - la santidadEn "Así rezaba el Padre Pío" Trackback URI 5 respuestas a Novena al Santo Padre Pío – la pureza Juan Luis Barragán Umpiérrez dice: septiembre 25, 2010 en 8:11 pm Quiero que el Padre Pío bendiga a mi familia. Me sane corporalmente, emocionalmente y espiritualmente. Edgardo Quintero dice: mayo 24, 2011 en 8:49 pm Dicen que cuando la verdad se viste para salir a pasear; la mentira le a dado la vuelta al mundo. Le ruego a Padre Pío que cure las almas y corazones de las personas que han sido victimas de este flagelo. Gracias Padre Pío. sergio dice: junio 14, 2011 en 12:06 am padre Pio quiero ser un sacerdote como tu has sido en la viña del Señor AYUDAME Marta dice: junio 13, 2012 en 2:45 pm MARTA.PADRE PIO, AYUDAME A SER FIEL A JESUS, PROTEGEME EN TODOS MIS CAMINOS QUE EL ENEMIGO DE LAS ALMAS NO ME CONFUNDA NO ME HAGA CAER, PROTEGE A MI FAMILIA, LIBERA A MIS ENEMIGOS Y PERSONAS CON ODIO Y ENVIDIA QUE QUIEREN DESTRUIR A MI FAMILIA Y A MI, HACIENDO QUE TODOS MIS PROYECTOS FRACASEN.BENDICE A TODOS MIS ENEMIGOS VISIBLES Y INVISIBLES, QUE ELLOS OBTENGAN MUCHAS BENDICIONES PARA QUE DEJEN DE ODIAR Y ENVIDIAR.PADRE PIO POR ULTIMO TE PIDO LA GRACIA DE QUE MI FAMILIA SEA NUMEROSA Y BENDECIDA.BORRA TODA CULPA DE MIS ANTEPASADOS Y BENDICENOS.AMEN. O CON JESUCRISTO O CONTRA JESUCRISTO O CATOLICISMO O LIBERALISMO NO ES POSIBLE LA CONCILIACIÓN Introducción La nota dominante de la carta del señor Presbítero don Baltasar Vélez, es un falso espíritu de con- ciliario todo, secundando la corriente que en ese mismo sentido han establecido ciertos hombres católico- liberales, y que nos llevaría a las consecuencias más funestas para la Religión y la sociedad, si llegara a pro- pagarse. Quiere y pide dicho sacerdote en su carta, transigencia con el liberalismo de Colombia, y la pide so- bre todo al clero. Queremos suponer buenas intenciones en el señor Presbítero Baltasar, pero es lo cierto, que ha dado motivo de escándalo a los buenos con su carta, y que ha proporcionado placer no pequeño a los enemigos de la Iglesia, a juzgar por la conducta de los de esta ciudad de Pasto, quienes, en muy pocos días, han hecho ya dos ediciones numerosas de la expresada carta, en la Imprenta de Ramírez de Gómez Herma- nos de esta misma ciudad, puesta siempre, por lo visto, la tal imprenta al servicio del diablo, pues ya son varias las obras salidas de ella que nos hemos visto precisados a prohibir. El horror que ha causado en los buenos la carta del dicho señor Presbítero, y el gusto manifiesto que ha producido en los enemigos de la Iglesia, debe bastar a todo buen católico para juzgarla como contraria a las doctrinas e intereses de nuestra Santa Religión, y rogar a Dios que ilumine a su desgraciado autor. Yo sólo hubiera hecho esto: rogar a Dios que diera sus luces al autor de la carta; pero personas eclesiásticas y seglares me han manifestado deseos vehementes de que dijera algo contra la carta, dándome por razón, el que algunos fieles vacilaban en la verdad por ser un sacerdote el autor de ella, y esto me ha movido a decir algo, pero nada más que algo, por no disponer de tiempo para decir lo muchísimo que se podría decir contra tanta variedad de cosas expuestas de un modo caprichoso, vago, confuso, temerario y sospechoso. Es la tal carta, en efecto, una verdadera barahúnda de cosas buenas y malas; de verdades y de erro- res; de doctrinas oscuras y temerarias; de afirmaciones que, según como se miren, pueden parecer negacio- nes; de negaciones, que también pueden parecer afirmaciones según por el lado que se tomen, y en tanta confusión es poco menos que imposible establecer un perfecto deslinde de todo, y se necesitaría un, trabajo no pequeño para ir recorriendo línea por línea toda la carta y señalar en una parte lo que es error, en otra lo que es temerario, aquí lo que es sospechoso, allí lo que es contradictorio, y más allá y por muchas partes lo que necesita de explicación para que deje de ser o contradictorio, o sospechoso, o temerario, o erróneo y aun herético. Siendo pues poco menos que imposible el decir todo lo que se puede decir contra la carta, sólo me propongo entresacar de esa barahúnda los errores como capitales o fuentes y raíces de otros. los cuales haré notar o señalaré en cada uno de los capitulitos en que los he de combatir. La mayor gloria de Dios y el bien de las almas, es lo único que me mueve a entrar en este nuevo combate que se presenta, y proseguir una lucha de la que, en este mundo, sólo puedo esperar la abundancia de insultos, burlas, desprecios y horribles calumnias, que ya hace tiempo vengo recibiendo de parte de los enemigos de Dios y de su Iglesia Santa. Un gran error que se halla en la carta, contrario a una verdad católica Antes de entrar a combatir otros errores, creemos conveniente señalar uno verdaderamente notable que se halla en la introducción de la carta del señor Presbítero don Baltazar Vélez, porque, desde el momen- to en que dicho señor Presbítero aparece, o negando una verdad católica, o ignorando esa verdad tratada por todos los teólogos, no cabe duda que cae en descrédito ante toda persona sensata, y como consecuencia también su carta. Dice, pues, el señor Presbítero Baltasar, que desde el día en que recibió la ordenación sacerdotal prometió... “no ver en los hombres, ni conservadores ni liberales, ni católicos ni herejes sino una sola cosa en Cristo”. Ver en todos los hombres una sola cosa en Cristo, aunque algunos o muchos de esos hombres admi- tan y propalen herejías, es no ver con la clara luz de la fe, sino con la negra llama del error. Nuestra Santa Madre la Iglesia jamás ha visto, ve, ni verá en esos hombres una sola cosa en Cristo, sino que, por el contra- rio, ha visto, ve y verá en ellos, miembros separados de Cristo. 1 El primer Concilio Niceno, en el canon VIII, señala condiciones para admitir a los herejes que quie- ran volver a la Iglesia. El primero de Constantinopla dice en el canon VI que los herejes están arrancados, separados de la Iglesia. Los Santos Padres se expresan en el mismo sentido. San Jerónimo, en el diálogo contra los lucife- rianos n. ult.. dice: “Que los herejes son, no la Iglesia de Cristo, sino la sinagoga del Anticristo”. Mi gran padre San Agustín (In Serm. 1a, c. 6 de simb. ad cathechum.) se expresa así: “Todos los herejes salieron de la Iglesia, como sarmientos inútiles cortados de la vid”. No hay para qué citar ni más concilios ni más Santos Padres. Si pues los herejes están separados de la Iglesia, siendo como es Jesucristo cabeza de la Iglesia, des- dícese de un modo claro y terminante, que los herejes están separados de Jesucristo y no son una cosa con El. El mismo Jesucristo, Verdad Eterna, nos enseña que hay hombres separados de Él, como se ve en estas palabras salidas de su divina boca: Así como el sarmiento no puede dar fruto si no está unido a la vid, así vosotros si no estuviereis en mí (Joan.XV-4). Ni de los creyentes que se hallen en pecado mortal, puede decirse de un modo absoluto que sean una sola cosa con Cristo. Sólo la caridad nos une a Jesucristo de un modo perfecto, y el que la pierde por el pe- cado, sólo queda unido a El de un modo imperfecto por el don de la fe. Por eso dice San Juan (Epist. 1a. c. III. v. 8): “El que comete el pecado es del diablo”. Y también dice (ibíd. v. 10): “Todo aquel que no es justo no es de Dios”. Aunque tratemos de dar a las palabras del autor de la carta una interpretación lo más benigna po- sible, siempre será un error contrario a la verdad católica el decir que los que se manifiestan herejes sean una sola en Cristo con los creyentes. Como consecuencia de todo lo dicho, se presenta este dilema: o el autor de la carta escribió ese error con conocimiento de lo que escribía, o con ignorancia. Si con conocimiento, faltó a la fe enseñando una doc- trina contraria a la verdad católica, y él y su carta quedan juzgados para todo hijo fiel de la Iglesia; y si con ignorancia, no podemos esperar que quien ignora una verdad católica tan clara, pueda ser maestro, que enseñe y desenvuelva debidamente cuestiones católicas tan difíciles y delicadas como las que trata en la carta. Nada más sería necesario añadir para que las personas sensatas miren la carta con el desprecio que se merece, pero he prometido decir algo más y voy a cumplir la promesa. El liberalismo político que defiende el autor de la carta, aun tal como lo propone, está con- denado por la Iglesia Confieso con sinceridad, que he tenido que leer varias veces la carta del señor Presbítero don Balta- sar, para poder llegar a comprender qué es lo que entiende por liberalismo político, o qué liberalismo políti- co es el que defiende como bueno e inocente. Las varias definiciones que da sobre dicho liberalismo, eran causa de oscuridad y confusión, que me dificultaban el conocimiento verdadero de la naturaleza del objeto que definía y proponía; pero, por fin, llegué a ver con claridad suficiente para poder juzgar y decir, que el liberalismo político que propone y defiende en la carta, aun tal como lo hace, está condenado por la Iglesia. Ya hemos visto que el liberalismo político, no es el republicanismo, como dice el autor de la carta. ¿Qué otra cosa es el liberalismo político según dicho autor? ¿Qué otra definición nos da? Nos da la siguien- te: liberalismo político es la profesión de la doctrina que reconoce en el hombre derechos connaturales, y en los pueblos el de gobernarse a sí mismos libre y ordenadamente. He ahí una definición vaga, indeterminada, de ancha base, que puede ser admitida sin inconveniente por un racionalista o un ateo, y que no puede admitir sin recelo un católico, al ver que se hable en ella de derechos del hombre, y gobierno libre de los pueblos, frases que vienen sonando muy mal, hace ya tiempo, a los oídos de todo verdadero creyente. Y por cierto, que no andaría equivocado el católico que tomara con recelo la tal definición, porque más adelante explica otra el autor de la carta, y después de manifestar gusto no pequeño, porque la humanidad se emancipó con el memorable suceso del 4 de agosto de 1789, concluye por fin dando otra definición y diciendo que el liberalismo político del que habla, es la Declaración de los derechos del hombre. ¡Acabáramos! La Iglesia católica enseña, y los autores católicos defienden, que la Declaración de los derechos del hombre nació como de fuente del racionalismo; que éste propuso aquellos derechos en teoría, y la revolu- 2 ción los puso en práctica, aplicándolos a la política, al gobierno de los pueblos. León XIII en su encíclica Immortale Dei dice lo siguiente: Pero las dañosas y deplorables novedades del siglo XVI, habiendo primeramente trastornado las co- sas de la Religión cristiana, por natural consecuencia, vinieron a trastornar la filosofía y por ésta to- do el orden de la sociedad civil. De aquí como de fuente se derivaron aquellos modernos principios de libertad desenfrenada, inventados en la gran revolución del siglo pasado, y propuestos como base y fundamento de un derecho nuevo, jamás conocido, y que disiente en muchas de sus partes no solamente del derecho cristiano, sino también del natural. Visto ese documento, no creo ya necesario recordar que la Declaración de los derechos del hombre fue condenada por Pío VI cuando apareció en Francia en la Revolución, y tampoco hacer ver que el Syllabus condena los desatinos del moderno liberalismo contenidos todos en germen en la Declaración. Están, pues, condenados los principios inventados por la Revolución del siglo pasado, base y funda- mento del derecho nuevo. Jamás ha tenido ni tendrá la Iglesia otra cosa que condenaciones para los princi- pios del 89, para las ideas modernas, para el derecho nuevo, basado en aquellos funestos derechos del hom- bre. Queda suficientemente probado que el liberalismo político del que habla el autor de la carta está condenado por la Iglesia, y nada más sería preciso añadir, pero a mayor abundamiento vamos a presentar otra prueba. Dice el autor de la carta que el liberalismo político que defiende, es el que profesan en masa varias naciones que nombra. Una de las nombradas es (como él dice) la gran República norteamericana. Pues bien: León XIII en su encíclica dirigida al episcopado de esa república, después de confesar que allí la Igle- sia posee, al abrigo de toda arbitrariedad, la facultad de vivir y obrar, añade estas palabras: Pero cualquiera que sea la verdad de estas observaciones, no es menos necesario rechazar el error que consistiría en creer que es preciso buscar en América el ideal de la Iglesia, o que sería del todo legítimo y ventajoso que los intereses de la sociedad civil, y los de la sociedad religiosa, ca- minasen separados, a la usanza americana. Siendo pues el liberalismo político, que defiende el autor de la carta, el mismo que profesa la Re- pública norteamericana, hay que concluir diciendo que no es el ideal de la Iglesia, ni es legítimo ni ventajoso para la Religión y la sociedad. Donde se habla de nuevo del liberalismo político y de su condenación por la Iglesia En el apartado anterior me concreté a compartir el liberalismo político, tal como lo defiende el autor de la carta, y creyendo será útil y provechoso salir de esos límites, decir algo más, voy a hacerlo en este apar- tado, exponiendo la doctrina de la Iglesia sobre dicho liberalismo, para que sea mejor conocida su malicia, y se deteste y condene, como lo detesta y condena la Iglesia. El ideal acariciado del liberalismo es que el Estado, la familia y el individuo, sacudan toda obedien- cia a Dios y a su Iglesia Santa, y se declaren completamente independientes. Para conseguir la realización de ese ideal, el liberalismo no se detiene en argumentos, teorías y cosas abstractas, sino que pasa al terreno de los hechos, donde ha manifestado y manifiesta que es un sistema esencialmente político-religioso, y que tuvo razón el profundo publicista Donoso Cortés para decir que “toda cuestión política entraña en sí otra cuestión metafísica y religiosa”. El liberalismo político es el racionalismo llevado a la práctica. Esto es lo que nos enseña nuestro Santo Padre León XIII en su encíclica Libertas con estas palabras: Lo mismo que en filosofía pretenden los naturalistas o racionalistas, pretenden en la moral y en la política los factores del liberalismo, que no hacen sino aplicar a las costumbres y acciones de la vida los principios sentados por los naturalistas. Así como dije antes, que el filosofismo fue el que propuso en teoría los derechos del hombre, y la re- volución la que los llevó a la práctica, del mismo modo digo ahora apoyándome en las palabras de León XIII, que el racionalismo propone los errores, y el liberalismo los lleva a la práctica en la política o gobierno de los pueblos. Esa aplicación que hace el liberalismo de los principios del racionalismo a la política, puede ser en mayor o menor escala porque la voluntad (dice León XIII) puede separarse de la obediencia debida a Dios y 3 a los que participan de su autoridad no del mismo modo, ni en el mismo grado, y por la cual el liberalismo tiene múltiples formas. Tres formas principales señala el mismo León XIII en su encíclica Libertas. La primera es la que re- chaza absolutamente el Supremo Señorío de Dios en el hombre y en la sociedad, y por esto se llama este liberalismo radical. La segunda, es la que confiesa que hay que obedecer los mandatos conocidos por la razón natural mas no los que Dios quiera imponer por otra vía, o sea por la sobrenatural de su Iglesia. Se llama este liberalismo naturalista. La tercera forma o clase de liberalismo la describe León XIII con estas palabras: Algo más moderados son pero no más consecuentes consigo mismo los (liberales) que dicen que, en efecto, se han de regir según las leyes divinas, la vida y las costumbres de los particulares, pero no las del Estado, porque en las cosas públicas es permitido apartarse de los preceptos de Dios, y no tenerlo en cuenta al establecer las leyes. De donde sale aquella perniciosa consecuencia que es necesario separar la Iglesia del Estado. Absurdo que no es difícil conocer, por ser cosa absurdísima, que el ciudadano respete a la Iglesia, y el Estado no la respete. (Encíclica Libertas). Hemos copiado, con toda intención, letra por letra, lo que dice nuestro Santo Padre sobre esta forma de liberalismo, para hacer notar que ésta es la que proclama en su Manifiesto la Convención de delegados del partido liberal que se reunió e instaló en Bogotá el 20 de agosto del presente año. En ese Manifiesto que lleva la fecha de 15 de septiembre, dicen los delegados de un modo claro, terminante y bajo su firma, que: Deferente al sentimiento religioso de la gran mayoría del país, la Convención, aun cuando cree que la solución científica del llamado problema religioso, es LA SEPARACIÓN DE LA IGLESIA Y EL ESTADO, admite que las dos potestades sean regladas por un concordato. ¡Qué burla, y qué insulto a la mayoría del país! Ya lo sabe la gran mayoría: ya lo saben los católicos de Colombia. Los delegados de la convención del partido liberal, creen que si llegan a mandar o ser gobier- no, deben mirar nuestra Santa Religión como cosa extraña de la que no tendrá por qué cuidarse, por más que sea de la mayoría, y sólo así, como por gracia, y en atención a que es la religión de la mayoría admitirá un concordato; pero a pesar de ese concordato, “consagrará la libertad de cultos en su más generosa ampli- tud, y la libertad absoluta de la prensa sin la más mínima limitación”. Son ésas las dos libertades de perdi- ción que se señalan en el Manifiesto, pero también se presentarán todas las otras libertades modernas, co- mo consecuencia lógica. ¡Pobre Iglesia de Colombia, y pobre Religión de los colombianos, si los liberales llegan a gobernar! Además de esas tres formas de liberalismo, hay otras menos principales y variadas, según la mayor o menor atenuación que hacen de los principios racionalistas, y la aplicación más o menos acentuada de esos mismos principios a la política o gobierno de los pueblos. Todas sin embargo, están condenadas por la Igle- sia y deben abominarse, porque uno mismo es el criterio racionalista de todas ellas, que proclama la inde- pendencia del hombre de la autoridad de Dios, aunque pidan más independencia y otros menos. Existe un liberalismo católico o catolicismo liberal condenado por la Iglesia, que no enumera el autor de la carta Por raro que parezca, y por repugnante que sea, no es posible dudar, y es preciso convenir en que existe un liberalismo católico o catolicismo liberal, porque, de lo contrario, sería preciso admitir el absurdo de que se engañan a sí mismos, y engañan a todos, los que dicen: Yo soy católico, pero liberal; y lo que to- davía es más grave, sería preciso admitir el aún mayor absurdo de que los Sumos Pontífices Pío IX y León XIII se han engañado y nos engañan al hablarnos en tantas ocasiones de los católico-liberales, y al condenar su conducta. Los católicos no podemos admitir que los vicarios de Jesucristo se engañen y nos engañen en asunto como el que se trata; por otra parte, todos conocemos a no pocos de esos hombres que gritan y dicen en todos los tonos, que son liberales, pero que también son católicos, y hay que convenir, por consiguiente, en que existe un catolicismo liberal por más que catolicismo y liberalismo sean cosas opuestas, y no sea po- sible la unión entre ambas. No voy a decir lo que es el catolicismo liberal, lo seductor que se presenta, y los daños que causa a la Santa Iglesia y a las almas, porque Pío IX lo dijo todo mucho mejor de lo que yo pudiera decirlo, en los repe- tidos Breves y Alocuciones con que ha condenado ese error, y basta que copiemos algunas partes principales de esos documentos, para conocerlo tal cual es, y saber a qué atenernos sobre el asunto. Muchas citas se podrían hacer, pero sólo haremos algunas. En 1871 decía a unos romeros franceses: 4 Lo que aflige a vuestro país, y le impide merecer las bendiciones de Dios, es la mezcolanza de principios. Diré la palabra, y no la callaré; lo que para vosotros temo, no son esos miserables de la Commune, verdaderos demonios escapados del infierno; es el liberalismo católico, es decir, este sis- tema fatal que siempre sueña en poner de acuerdo dos cosas inconciliables, la Iglesia y la Revolu- ción. Le he condenado ya, pero le condenaría cuarenta veces, si necesario fuera. Sí, vuelvo a decirlo por el amor que os tengo, sí, ese juego de balancín es el que acabaría por destruir la Religión entre vosotros. En Breve de 8 de mayo de 1873 dirigido a los círculos católicos de Bélgica, dice así: Lo que más alabamos en vuestra muy religiosa empresa, es la absoluta aversión que, según noticias, profesáis a los principios católico-liberales y vuestro denodado intento en desarraigarlos. Verdaderamente al emplearos en combatir ese insidioso error, tanto más peligroso que una enemis- tad declarada, porque se cubre con el manto del celo y la caridad, y en procurar con ahínco apartar de él a las gentes sencillas, extirparéis una funesta raíz de discordia y contribuiréis eficazmente a unir y fortalecer los ánimos. En otro Breve de 9 de junio del mismo año, decía a la Sociedad Católica de Orleans: Aunque tengáis que luchar contra la impiedad, tal vez por este lado es más leve el peligro que os amenaza, que el que os viene de amigos imbuidos en aquella doctrina anfibia, que rehúye las últimas consecuencias de los errores y retiene obstinadamente sus gérmenes. Doy fin a estas citas con el Breve del 28 de julio de 1873 al Obispo de Quimper, donde refiriéndose a la Asamblea general de las asociaciones católicas, se expresa de este modo: Pudieran ponerlas en el camino resbaladizo del error, esas opiniones llamadas liberales, aceptas a muchos católicos, por otra parte hombres de bien y piadosos, los cuales por la influencia misma que les da su religión y piedad, pueden muy fácilmente captarse los ánimos e inducirlos a profesar máximas muy perniciosas. Inculcad, por lo tanto, venerable hermano, a los miembros de esa católica Asamblea, que Nos, al increpar tantas veces como lo hemos hecho a los secuaces de esas opiniones liberales, no nos hemos referido a los declarados enemigos de la Iglesia, pues a éstos habr- ía sido ocioso denunciarlos, sino a esos otros antes aludidos, que reteniendo el virus oculto de los principios liberales que han mamado con la leche, cual si no estuviese impregnado de palpable ma- lignidad, y fuese tan inofensivo, como ellos piensan, para la Religión, lo inoculan fácilmente en los ánimos, propagando así la semilla de esas turbulencias que, tanto tiempo ha, traen revuelto el mun- do. Estos Breves cierran todas las salidas a los católico-liberales, o anfibios, como muy bien se dice en uno de ellos; y para que no quede libre de censura, ni aun el nombre de liberal, León XIII en su Alocución en el consistorio de cardenales, de 30 de junio de 1897, dijo lo siguiente: No comprendemos cómo puede haber personas que dicen ser católicas, y que al propio tiem- po no sólo tengan simpatías con el liberalismo, sino que llegan a tal grado de ceguedad e insensatez, que se glorían de llamarse liberales. El liberalismo está condenado por nuestra Santa Madre la Iglesia en todas sus formas y grados, y to- do el que se precie de buen católico debe también condenarlo de la misma manera, y rechazar hasta el nombre de liberal. O con Jesucristo, o contra Jesucristo Los liberales que hacen guerra franca a Jesucristo, y se despachan a su gusto contra todo lo que le pertenece, con ruido y escándalo; los que le persiguen de un modo más moderado y sin grandes alborotos; los que buscan el modo de que el liberalismo sin dejar de ser tal. ande unido con el catolicismo con perjuicio de éste; y los que ayudan y protegen a todos ésos en su obra liberalesca, es claro y manifiesto que están con- tra Jesucristo y no militan en el bando de los que están con El. Pero ocurre, que hay católicos que creen po- der permanecer neutrales y no pertenecer a ninguno de esos dos bandos opuestos, que hoy se disputan el 5 gobierno de los pueblos, aspirando el uno a regirlos según la ley de Dios y enseñanzas de la Iglesia y el otro sin tener en cuenta para nada lo que manda Dios y lo que enseña la Iglesia. Este es otro error que es preciso disipar, y a eso dedico este apartado. Ese estado neutral, ese puesto medio en que quieren permanecer algunos católicos es una ilusión, una quimera, un engaño completo, porque jamás ha existido, ni existirá. Así lo declaró formalmente Jesu- cristo en su Evangelio cuando dijo: “El que no está conmigo, está contra mí”. Algunos han querido oponer a esa sentencia, esta otra que se lee en San Lucas: “El que no está con- tra vosotros, por vosotros es”. Cornelio Alápide y todos los expositores dicen que no hay oposición entre esas dos sentencias, porque la última debe entenderse así: El que en nada está contra vosotros, está por vosotros. Eso no se verifica en el neutral en religión, y por eso resulta siempre, que el que no está con Jesu- cristo, está contra El. Tiene Jesucristo la plenitud de autoridad sobre las naciones, los pueblos y los individuos, y puede imponer su ley a unos y otros con pleno derecho a ser obedecido. Las naciones pues, los pueblos y los indi- viduos que están neutrales, y les sea indiferente el que Jesucristo sea o no sea obedecido, están contra El, porque no le procuran una obediencia que le corresponde, y dejan que no se le rinda el homenaje que se le debe como a soberano Señor de todo, y permiten hasta que se le insulte y desprecie. Jesucristo tiene derecho a que todo sea para El, para gloria suya, y todo por consiguiente debe or- denarse a ese fin en el gobierno de las naciones, de los pueblos, de las familias y en la conducta de los indi- viduos. Los que no procuren ese estado de cosas; aquellos para quienes sea indiferente que se le dé o no se le dé gloria a Jesucristo, que se le reconozca o no por soberano Señor de todo, que se le sirva o no, están contra Jesucristo. De aquí se puede deducir que. un gobierno aun cuando no dicte leyes de persecución contra la Igle- sia de Jesucristo con sólo el hecho de mostrarse indiferente para con ella, está ya contra Jesucristo. Esto se comprenderá mejor con un ejemplo. Supongamos que un hombre se presente de repente en una casa y dirigiéndose puñal en mano a la señora de ella, le exige cuánto dinero guarda en sus arcas, so pena de hundirle el puñal en el pecho. Allí mismo esta un hijo de la señora, fuerte y robusto, que puede muy bien defender a su madre y librarla de aquel peligro, pero lejos de hacer eso dice para sí: “Ahí se las arregle mi madre como pueda. Si la roban, que la roben; si no quiere dar el dinero y la matan, que la maten; nada tengo que ver en eso; observaré una con- ducta neutral”. ¿Quién no dirá, en este caso, que ese hijo, en el mero hecho de no obrar a favor de su madre pudiendo hacerlo, obró contra su madre? Esto es indudable, porque la madre salió perjudicada, por no haberla defendido su hijo. Hace lo mismo un gobierno que ve y observa los daños que se hacen a la Religión de Jesucristo y di- ce como aquel hijo: “Ahí se las haya la Religión como pueda. Si se blasfema de Dios que se blasfeme; si se propagan errores contrarios a sus doctrinas, que se propaguen; si desaparece totalmente de los pueblos, que desaparezca, si Jesucristo es olvidado por completo, me da lo mismo; no tengo que ver en eso. Yo he de permanecer neutral”. ¿Quién puede dudar, preguntamos de nuevo, de que ese gobierno está contra Jesu- cristo? La misma doctrina se puede aplicar a los individuos que pueden y deben hacer algo por Jesucristo, y no lo hacen. Hoy se encuentran muchos de esos, que dicen muy frescos: no me meto en política; allá se las arreglen; que suba el que quiera; lo mismo me importa que manden unos, como que manden otros. ¿ Quién no ve que estos hombres están contra Jesucristo, puesto que nada les importa que suban al poder hombres que le persigan en su Iglesia, en sus ministros y en sus cosas? Hay otros muchos de los que cada uno de ellos se explica de este modo: Sensible es todo lo que está pasando; grande es el peligro en que nos hallamos; los enemigos de Dios trabajan con ardor; pero ¡qué hemos de hacer! Yo con nadie pienso meterme; no es cuestión de indisponerse con nadie. Algunos o muchos de los que hablan de ese modo, pueden hacer mucho por Jesucristo, o por su po- sición social, o por su talento, o porque disponen de no pocos recursos, no lo hacen, y dejan que trabajen los enemigos de Jesucristo, con tal de que esos enemigos de Jesucristo sean amigos de ellos, y no los persigan como hacen con el Divino Maestro: ¿Diremos que estos están con Jesucristo, siendo amigos de sus enemi- gos, y no oponiéndose a sus planes de guerra a Jesucristo, pudiendo hacerlo? Basta: esos neutrales están juzgados por Jesucristo con esta sentencia que dio contra ellos: “Quien no está conmigo, está contra mí”. O catolicismo, o liberalismo: No es posible la conciliación. Cuando la Iglesia Nuestra Madre ha hablado sobre alguna cuestión, el verdadero católico, al tratar de la cuestión de que ya habló la Iglesia, debe siempre pensar y hablar de ella, sin perder de vista las ense- 6 ñanzas dadas por la que es Maestra de la verdad, si es que quiere andar sobre terreno firme y seguro. Debe desaparecer el juicio propio, cuando la Iglesia ha manifestado el suyo. ¿Ha hablado la Iglesia, y ha manifestado su juicio en eso de componendas y conciliaciones entre ca- tolicismo y liberalismo, entre católicos y liberales? Sí; la Iglesia ha hablado, y ha condenado esas concilia- ciones, como perjudiciales a la Religión y a las almas. Para probar esta afirmación citaremos sólo una pro- posición condenada en el Syllabus, una Alocución, y un Breve de Pío IX, dejando otros documentos, que también prueban lo mismo y que se podrían citar. La última proposición condenada en el Syllabus dice lo siguiente: El Romano Pontífice puede y debe reconciliarse y transigir con el progreso, con el liberalis- mo, y la civilización moderna. Condenada esa proposición como errónea, resulta verdadera la contraria, o sea que el Romano Pontífice ni puede ni debe reconciliarse, ni transigir con el progreso, con el liberalismo y con la civilización moderna. El catolicismo, pues, del que el Papa es jefe y cabeza, no puede reconciliarse con el liberalismo; son incompatibles. Esta condenación solemne es ya suficiente prueba para todo católico; empero, a mayor abundancia, citaremos lo que más hace al caso de la Alocución y del Breve que dijimos. El 17 de septiembre de 1861 después del decreto relativo a la canonización de los veintitrés mártires franciscanos del Japón, dijo Pío IX lo siguiente: En estos tiempos de confusión y desorden, no es raro ver a cristianos, a católicos -también los hay en el clero- que tienen siempre las palabras de término medio, conciliación, y transacción. Pues bien, yo no titubeo en declararlo: estos hombres están en un error, y no los tengo por los enemigos menos peligrosos de la Iglesia... Así como no es posible la conciliación entre Dios y Belial, tampoco lo es entre la Iglesia y los que meditan su perdición. Sin duda es menester que nuestra fuerza vaya acompañada de prudencia, pero no es menester igualmente, que una falta de prudencia nos lleve a pactar con la impiedad... No, seamos firmes: nada de conciliación; nada de transacción vedada e im- posible. El Breve que hemos prometido citar, es el que el mismo Pío IX dirigió al presidente y socios del Círculo de San Ambrosio de Milán en 6 de marzo de 1873, donde dice lo siguiente: Si bien los hijos del siglo son más astutos que los hijos de la luz, serían sin embargo menos nocivos sus fraudes y violencias, si muchos que se dicen católicos no les tendiesen una mano amiga. Porque no faltan personas que, como para conservarse en amistad con ellos, se esfuerzan en estable- cer estrecha sociedad entre la luz y las tinieblas, y mancomunidad entre la justicia y la iniquidad, por medio de doctrinas que llaman católico-liberales, las cuales basadas sobre principios perniciosísi- mos adulan a la potestad civil que invade las cosas espirituales, y arrastran los ánimos a someterse, o a lo menos, a tolerar las más inicuas leyes, como si no estuviese escrito: ninguno puede servir a dos señores. Estos son mucho más peligrosos y funestos que los enemigos declarados, ya porque sin ser notados, y quizá sin advertirlo ellos mismos, secundan las tentativas de los malos, ya también por- que se muestran con apariencias de probidad y sana doctrina, que alucina a los imprudentes amado- res de conciliación, y trae a engaño a los honrados, que se opondrían al error manifiesto. Habló, pues, la Iglesia prohibiendo las conciliaciones entre católicos y liberales, y habló de un modo tan enérgico, tan expresivo, tan terminante, que no deja lugar a la menor duda. Si pues habló la Iglesia y condenó esas conciliaciones, no se deben, ni se pueden proponer, ni aceptar, y los que las proponen, y los que las aceptan, obran en contra de lo que enseña y quiere la Iglesia. Es preciso enseñar esta doctrina en tono tan alto, que todos la oigan, y de un modo tan claro, que to- dos la entiendan. Yo, haciendo mías las palabras de Pío IX, y aplicándolas a nuestra actual situación, con- cluyo este apartado diciendo: Nos hallamos en días de confusión y desorden, y en estos días se han presen- tado hombres cristianos, católicos -también un sacerdote-, lanzando a los cuatro vientos palabras de térmi- no medio, de transigencia, de conciliación. Pues bien, yo tampoco titubeo en declararlo: esos hombres están en un error, y no los tengo por los enemigos menos peligrosos de la Iglesia. No es posible la conciliación entre Jesucristo y el diablo, entre la Iglesia y sus enemigos, entre catolicismo y liberalismo. No; seamos fir- mes: nada de conciliación; nada de transacción vedada e imposible. O catolicismo, o liberalismo. No es po- sible la conciliación. 7 Necesidad de luchar contra el liberalismo de un modo decidido y unánime,en vista de lo alarmante de su propagación entre nosotros con perjuicio de nuestra santa Fe Ya lo hemos probado y lo hemos dicho, y lo hemos repetido: los liberales son muchos en Colombia; muchos además los culpables de complicidad liberal, y podemos añadir, que es posible sean muchos más aún los resabiados de liberalismo, que lo favorezcan, acaso sin darse cuenta. Tiene, pues, nuestra santa Fe muchos enemigos, pero enemigos que no duermen, que no descansan, ni están mano sobre mano, sino que se mueven, que obran, que luchan de continuo por obtener el triunfo y gobernarnos con la menor dosis de catolicismo que les sea posible, y sólo en el caso de que no les sea dado desterrarlo del todo, pues únicamente permitirán algo, por deferencia, como ellos dicen, al sentimiento reli- gioso de la gran mayoría. En virtud de ese movimiento continuo del enemigo, de esa actividad, de esos trabajos, de ese luchar constante y tenaz, ensancha su esfera de acción, engruesa sus filas, va ganando terreno, avanza. y se presen- ta de frente no sólo pidiendo, sino exigiendo que se respeten los derechos, que dice tener, para separar a los hombres de Dios, su Creador y Dueño, y legislar de modo, que se pueda insultar a ese gran Dios impune- mente, y propagar cuantas blasfemias ocurran. ¡Como si pudiera haber derecho para tales crímenes! Si todo derecho viene de Dios, es indudable que Dios no da, ni puede dar derecho alguno al hombre para que lo desprecie, para que lo insulte, para que obre contra El; y por consiguiente, el hombre no tiene esos derechos que pide y exige el liberalismo. ¡Con qué gusto nos detendríamos a explanar esta doctrina! Pero no es ese el asunto que ahora tratamos, y lo dejamos con sentimiento. Decíamos que el enemigo avanza, que ensancha su campo, que se propaga. Sí; el liberalismo se ex- tiende por todas partes; todo lo invade cual peste mortífera, y yo veo que ya han caído muchas víctimas de su destructora acción. Veo a unos que han muerto ya a la vida de la fe; a otros que andan gravemente afec- tados del terrible mal, y a muchos que bambolean faltos de firmeza y como embriagados por la asfixia que les produce la atmósfera contagiosa que se respira por todas partes. Muchos, muchísimos han tragado ya el veneno sin sentirlo, y escriben a lo liberal; y hablan a lo liberal, y obran a lo liberal, habiendo figurado antes en el campo de las ideas sanas. Siendo, pues, atrevida y alarmante la actitud del enemigo, y grande el peligro para las almas, necesa- rio es luchar con valor cristiano, si no queremos figurar en la milicia de Jesucristo como soldados cobardes e indignos de su nombre, No se trata de que cada católico coja su fusil, ni excito a nadie a que le coja, por- que los enemigos no se presentan aún con fusiles; si se presentaran con ellos, entonces harían bien los cató- licos en coger también fusiles, y salirles al encuentro, porque, si un pueblo puede guerrear por ciertas cau- sas justas, mucho mejor puede hacerlo para defender su fe que proporciona medios no sólo para ser felices en cuanto cabe serlo en la tierra, sino también para conseguir la verdadera y eterna felicidad para que fue criado el hombre. Si no hubiera derecho para guerrear en este caso, no lo habría en ningún otro, porque todos los otros justos motivos que puede haber, son muy inferiores al de la conservación de la fe de un pue- blo que se halla en posesión de ella. Pero, no se trata de la lucha de sangre, repito, ni excito a ella ¡Ojala no la veamos nunca! Sólo digo que en vista de cómo el liberalismo se propaga, y de la altivez y arrogancia con que se presenta, superiores e inferiores, eclesiásticos y seglares, jóvenes y ancianos, ricos y pobres, hombres y mujeres, todos estamos en el deber de defender nuestra fe de la manera lícita que cada uno pueda, y de luchar contra el liberalismo, impedir su propagación, y acabar, si es posible, con sus doctrinas y sus obras. Mucho y bueno han dicho ya los prelados de esta provincia eclesiástica de Colombia contra el mons- truo que amenaza tragarnos. Recomendamos la lectura de La Semana Religiosa, órgano de la diócesis de Popayán, y la del Revisor Católico, que lo es de la de Tunja, por no nombrar otros, y en muchos de los números correspondientes a los últimos meses, se encontrarán artículos muy superiores combatiendo las doctrinas liberales. El último que hemos visto en La Semana Religiosa de la diócesis de Popayán, titulado “El liberalismo colombiano”, lo recomendamos en especial al autor de la carta y a otros que dicen con él, que no existe en Colombia el liberalismo condenado por la Iglesia. Los sacerdotes secundando las miras de sus prelados han mantenido y mantienen muy alta la ban- dera de la integridad de la fe católica, con instrucciones dadas al pueblo, y con escritos brillantes. Preciso es también, que los católicos seglares hagan coro con sus prelados y sacerdotes, y griten alto y recio en defensa de la fe. Ante un enemigo común que nos provoca a la lucha, nadie debe permanecer in- activo y perezoso. La fe debe ser para los pueblos el tesoro de más valor, y ese tesoro hay que defenderlo, sin permitir que disminuya en lo más mínimo, a fin de transmitirlo íntegro a los que nos sucedan, como el legado más precioso que les podemos dejar. Nace pues de ahí para cada católico un deber imperioso de acudir a la de- fensa de su fe cuando la ve en peligro, y de luchar y de oponerse al enemigo por cuantos medios permite la ley de Dios. 8 Hoy el combate religioso lo presenta el enemigo en el terreno político. A ese terreno hay que acudir, pues, con valor y decisión, para que los mandatarios sean católicos, católica su manera de gobernar los pue- blos, o sea su política. La Iglesia no hace ni puede hacer suyas las candidaturas liberales, y el que da el voto por ellas peca y ofende a Dios. Podemos también oponernos al error y luchar contra él con la palabra, o sea, no callando, cuando en nuestra presencia se hable contra nuestra santa Religión. El que sepa escribir, puede combatirlo oponiendo doctrinas íntegramente católicas, a las doctrinas impías o de medias tintas. Todos podemos hacer algo con- tra el error con el buen ejemplo; viviendo como buenos católicos; y también con la oración rogando a Dios con fervor, que ilumine a los ciegos, que traiga al buen camino a los que andan descarriados, y sostenga a los buenos en la fe, y en la práctica de las virtudes cristianas. Conclusión Otros muchos comentarios se pudieran añadir de no menor interés que los que quedan escritos, pe- ro nos hemos propuesto que se reparta pronto, y se pueda conseguir con facilidad, y damos por terminado con lo que vamos a decir como conclusión. Sea lo primero, asegurar de corazón, que a nadie odiamos ni tenemos mala voluntad; que para todos pedimos a Dios abundantes bendiciones y sobre todo la vida eterna, y que el fin que nos hemos propuesto al hacer este trabajito, es contribuir en algo al triunfo de la verdad, a la gloria de Dios, y al bien de las almas. Hecha esta declaración, quedamos dispuestos y preparados para recibir esa lluvia de frases de puro género liberal, ya viejas, y hasta con olorcillo a almacén donde están guardadas, hasta que les parece hay necesidad de sacarlas al aire. ¡Intransigencia! ¡Oscurantismo! ¡Los ministros de Dios no deben meterse en política! ¡Su misión es misión de paz! ¡Eso es falta de caridad! Venga todo eso, que más nos han dicho ya; pero conste, que sólo se trata en este opúsculo de pura religión; que aunque nuestra misión es de paz. tam- bién lo es de guerra contra todo error, y que no es falta de caridad que tanto predica el liberalismo o sus sectarios, sólo es tolerancia absurda y criminal, que nunca tendremos, si Dios no nos deja de su mano. Esperamos que el autor de la carta, recibirá con buena voluntad cuanto dejamos dicho, porque, por una parte, dice, que sujeta humildemente su escrito al juicio del Episcopado colombiano, y por otra debe suponer, que hemos escrito no contra él, sino contra los errores de su carta. También esperamos que reciba los siguientes consejos que le damos: 1o Que no haga alarde de independencia de carácter, ni diga que nunca piensa ser materia plástica de nadie, porque eso no está conforme, ni mucho menos, con la perfección de la humildad cristiana, y es una disposición de ánimo muy expuesta a total ruina espiritual. Por lo menos debe ser plástico, blando, dúctil, y dejarse modelar fácilmente, de Dios, de su santa Religión, y de sus legítimos superiores. 2a Que no corra tanto por el norte de América y Europa, porque aquí en Colombia hay mucha falta de sacerdotes, y los prelados los deseamos para los pueblos que no los tienen. 3o Que no llame a Nuestro Señor Jesucristo. Tribuno del pueblo: añadiendo que vino a establecer los derechos del pueblo: porque todo eso suena a revolucionario, y es mucho más respetuoso y dulce llamarle como le llama el pueblo cristiano: Divino Redentor de las almas; Salvador que nos sacó de la esclavitud del pecado y del demonio; Libertador que nos libra del infierno, si nosotros le servimos fielmente. 4o Que no haga ostentación de tener muchísimos amigos liberales, ni diga a los demás que pueden hacer lo mismo, porque el error es contagioso, y se pega. Por eso dice Dios en los Proverbios (c. I, v. 10): “Si te provocan los pecadores diciéndote: júntate a nosotros... hijo mío, no condesciendas con ellos, no te juntes con ellos”. San Pablo dice también a Timoteo: “Huid de esta clase de hombres... porque resisten a la verdad” (II c. 3). Eso mismo enseña nuestra Santa Madre la Iglesia, y no otra cosa dicen los Santos Padres. Sirvamos a Dios Nuestro Señor en este mundo, de la manera que El quiere que le sirvamos, para que tengamos la dicha de verle, poseerle y gozarle en el otro. Allí nos veamos todos. Así sea. San Ezequiel Moreno Pasto, Colombia, 29 de octubre de 1897 Tomado de Revista “Tradición Católica” no 102, noviembre de 1994. www.statveritas.com.ar 9 Hispavista.com Trabajos.com Alojado en Galeon.com Hispavista Compartir en: Compartir en Twitter Compartir en Facebook Compartir en Google + Denunciar Política de cookies EL PADRE PIO SU VOCACIÓN Y NOVICIADO Mis enlaces favoritos PADRE PIO DE PIETRELCINA FOTOS DEL PADRE PIO EL PADRE PÍO ES ESTIGMATIZADO PARA SIEMPRE EL PADRE PÍO VUELVE Y SALVA MÁS ALMAS EL PADRE PÍO Y SU GRAN OBRA TERRENAL EL CALVARIO Y LA SEGUNDA PERSECUCIÓN EL PADRE PÍO Y SU OCASO LA ÚLTIMA MISA AYUDA PARA EMPEZAR LA VIDA ESPIRITUAL EL MISTICISMO DEL PADRE PÍO CARTAS DEL PADRE PÍO Mis aficiones nuevo MENSAJES DE SUPERACIÓN DEL PADRE PÍO TESTIMONIOS DE LA VIDA DEL PADRE PÍO EL PADRE PÍO ES ESTIGMATIZADO PARA SIEMPRE Estigmatizado para siempre– Los Grupos de Oración. –Similar a Cristo- Al instalarse en su nueva y definitiva residencia, algunos hermanos se habían preocupado por el riesgo de contagio. Con una gran sencillez y también firmeza, les tranquilizó: –Mi enfermedad no es como las otras. Por fin sus superiores decidieron mantenerle definitivamente en San Giovanni Rotondo, donde vivirá cincuenta y dos años, hasta su muerte en 1968 a sus 81 años. Le confiaron al principio el cargo de director espiritual y de maestro del pequeño grupo de muchachos que se preparaban para entrar en la Orden. Esta nueva vida le daba profundidad. No sabía que allí iba a empezar su gran misión. Las multitudes iban a acudir a él de todas partes, a ese rincón antes desconocido, y serían atendidas principalmente por sus misas y sus confesiones. No importa que la celebración eucarística dure tres horas o más, los fieles degustarán su mística, sus éxtasis y los dones que Dios se dignó concederle, y el fruto se propagará por doquier, con conversiones inesperadas e inauditas. Otro de los dones del Espíritu Santo de que disponía en abundancia era el de consejo. Los Grupos de Oración En Florencia, una chica se tiró del Ponte Vecchio al río Arno. Su hermana vivía atormentada pensando en el hecho de un suicidio premeditado y voluntario, y por tanto que se había condenado. Tal era su dolor que por fin decidió visitar al Padre Pío en San Giovanni Rotondo. Nuestro fraile, en cuanto la vio, le dijo sin más, con su dulzura acostumbrada: –Del puente al río hay unos segundos. Y no le dijo nada más. Ella, entre sollozos, sólo pudo balbucear: –Gracias, padre.¿Cómo sabía él que le iba a preguntar por su hermana si ni siquiera la conocía a ella? Era evidente que por confidencia divina sabía que mientras caía tuvo tiempo de arrepentirse. Realmente la hermana podía regresar con la paz en el corazón. Había escrito allí en Pietrelcina:«La oración es el gran negocio de la salvación humana» Y ahora en San Giovanni lo llevaba a la práctica, contagiando a muchas personas de buena voluntad. Una de las realizaciones más importantes del Padre Pío fueron los Grupos de Oración, que se extenderán por todas partes del mundo a partir de 1945, ayudados también por la exhortación del Papa Pío XII. Ejercía la dirección espiritual de las almas piadosas que se acercaban a él, dando gran importancia a la lectura espiritual, la meditación, el examen de conciencia, la comunión diaria, la confesión semanal: –La meditación es la clave del progreso en el conocimiento de uno mismo y en el de Dios, y permite alcanzar la finalidad de la vida espiritual, que es la transformación del alma en Dios.– ¿Y la confesión, padre? –La confesión es el baño del alma, hijos míos. Hay que lavarla al menos cada ocho días. Similar a Cristo crucificado El 20 de septiembre de 1918, estando el Padre Pío ante un gran crucifijo que domina la sillería del coro, recibió los estigmas, visibles y sangrantes, que hasta su muerte lo identificaron con Cristo crucificado. Gracias al padre Benedetto, su amigo, confesor y director espiritual, sabemos los detalles de cómo sucedió, pues sin más preámbulo, y para vencer aquel silencio, aquellas medias palabras, aquel esconderse de miradas, aquella vergüenza natural del Padre Pío, le obligó con estas palabras: –Hijo mío, dímelo todo claramente... Quiero saberlo todo con detalle y en virtud de la santa obediencia. De esa forma nuestro querido beato no tuvo más remedio que contar, punto por punto, en carta fechada el 22 de octubre, todo lo sucedido aquel día y podemos comprobar que fue en circunstancias bastantes parecidas a lo acaecido a San Francisco de Asís el 14 de septiembre de 1224, con siete siglos de distancia. Otra gran diferencia que conviene señalar: lo que fue admitido por la Edad Media cristiana no lo fue tan fácilmente en la época del Padre Pío. Médicos, visitantes oficiales, expertos en la mística, se sucedían para examinarlo y dar su opinión. Se formaron dos grupos opuestos. Los que, después de un estudio profundo y minucioso, sólo encontraron una explicación sobrenatural; y los que, para mantenerse en su incredulidad, buscaron razones de todos los colores aunque ninguna fue lo bastante coherente para ser admitida a través del tiempo. Tampoco faltaron los que se atrevieron a insinuar que aquellas llagas podían ser artificialmente provocadas. Esas heridas sangraron diariamente más de cincuenta años. La cantidad de sangre perdida diariamente, algo más de una taza, habría acabado con la vida del ser más fornido en menos de un año. Pero en el Padre Pío, enfermizo, falto de salud como hemos visto, tachado de tuberculoso –apenas dormía, comía muy poco, se pasaba muchísimas horas diarias en el confesonario con el consiguiente desgaste–, y jamás en esos cincuenta años tales llagas se infectaron o dieron síntomas de cicatrizarse. La fama del Padre Pío, bien en un sentido o bien en otro, fue creciendo por toda Italia y por el mundo entero, y no solamente en círculos religiosos o científicos. Una fotografía de nuestro capuchino llegó a manos del general Luigi Cadorna, quien había sido tachado de responsable de la derrota en la batalla de Caporetto contra las tropas austroalemanas en 1917. Tan pronto la vio, le reconoció inmediatamente:–Éste, éste es el fraile que sin permiso, sin ser anunciado, sin ser visto por nadie, entró en mi despacho aquella noche en que yo había tomado la decisión de suicidarme, con el revólver ya cargado en mi mano. Fue él quien me disuadió de hacerlo y cuando ya me tuvo convencido y arrepentido desapareció tal cual había llegado. El bueno del general diose cuenta de que había sido beneficiado con una gracia especial del Señor a través de aquel religioso excepcional. Y la multitud de fieles devotos era cada vez más numerosa. CONQUISTA DE ALMAS Una conversión espectacular. –Interviene el Santo Oficio Los milagros y lo sobrenatural difícilmente son aceptados, y la Iglesia ha actuado siempre con mucha prudencia al respecto. Fueron numerosas las altas autoridades eclesiásticas y muchos los médicos que atestiguaron las curaciones milagrosas y otros fenómenos sobrenaturales incomprensibles para la razón humana, de los que hemos detallado algunos para dar unos pequeños ejemplos de tal abundancia en la vida del Padre Pío. Estas gracias sobrenaturales no eran concedidas por Dios para la autoglorificación de nuestro capuchino, sino para dar testimonio de la vida divina, para llamar a la conversión, para aliviar e incluso curar, y no se perdió ni una sola ocasión sin que acabara haciéndose el bien. Una conversión espectacular El confesonario fue el lugar habitual de los sucesivos «milagros» realizados por él. Llegaba a pasar hasta quince horas al día confesando, con lo cual abundaban las verdaderas transformaciones interiores. Una de las conversiones espectaculares, antes de la primera persecución de que fue objeto, fue la del famoso abogado genovés Cesare Festa, gran dignatario de la masonería italiana y primo del doctor Giorgio Festa. Éste había comentado en su informe médico: «Después de varios exámenes y ver la evolución con el tiempo de las heridas del Padre Pío, no hay otra explicación que la de que nos encontramos ante un caso sobrenatural». Con su primo Cesare, ateo y rabiosamente anticlerical, mantenían una discusión interminable, hasta que al fin un día le dijo: –Cesare, anda, vete a San Giovanni Rotondo y encontrarás allí un testigo que acabará con todas tus objeciones. Después ya continuaremos hablando.Cesare decidió ir, con el propósito de desenmascarar y denunciar lo que él creía ser un fraude. El Padre Pío no le conocía ni sabía de su existencia. Cuando le vio entrar en la sacristía junto a otros peregrinos, le espetó bruscamente: –¿Qué hace ése entre nosotros? Es un masón.–Pues sí, es cierto, lo soy.–¿Qué papel desempeñas en la masonería? –Luchar contra la Iglesia. El Padre Pío, sin decir más, le señaló el confesonario, y ante la estupefacción de todos los presentes el abogado masón se arrodilló, abrió su corazón, y con la ayuda del padre capuchino examinó toda su vida pasada. Cuando se levantó era otro hombre, ¡llevaba la paz en su corazón! Permaneció tres días en el convento y regresó a Génova. Su conversión salió en la primera página de los periódicos. Cesare Festa fue a Lourdes y volvió a San Giovanni Rotondo para recibir de manos del Padre Pío el escapulario de la Orden Tercera franciscana. Todo en pocos meses: de masón a franciscano. Fue recibido por el Papa Benedicto XV, quien le confió esta misión: –Tengo en gran estima al Padre Pío, a pesar de algunos informes desfavorables que me han hecho llegar. Es un hombre de Dios. Comprométase usted a darlo a conocer, porque no es apreciado por todos como él se merece. La Gran Logia italiana se reunió para expulsar al abogado renegado. Cesare Festa decidió asistir y dar a conocer su testimonio. El mismo día recibió una carta del Padre Pío animándole: «No te avergüences de Cristo y de su doctrina; es momento de lucha a rostro descubierto. El Espíritu Santo te dará la fortaleza necesaria». Dios conquistaba las almas a través del Padre Pío en número incalculable. Monseñor Damiani de la diócesis de Salto, Uruguay, visitó al Padre Pío y luego comentó a Su Santidad Benedicto XV:– Es uno de esos hombres extraordinarios que Dios envía a la tierra de vez en cuando para la conversión de los hombres. Monseñor Damiani al regresar a Uruguay aplicó un guante que había pertenecido al Padre Pío sobre el corazón y el estomago de Sor Teresa, enferma terminal afectada de cáncer de estomago y con problemas cardíacos. Sor Teresa se durmió al momento, soñó que se le acercaba un monje con barba y la tocó en la cara... Al despertar completamente sana, reconoció en una fotografía del Padre Pío al religioso que la había curado. Interviene el Santo Oficio En esos años que van de 1919 a 1921, su entrega es total y poco tiempo le queda para mantener una correspondencia abundante con sus directores espirituales como antaño. En noviembre de 1921 escribía al padre Benedetto: «Me siento devorado por el amor a Dios y al prójimo». O en otra ocasión: «He trabajado, quiero trabajar; he rezado, quiero rezar; he velado, quiero velar; he llorado, quiero llorar siempre por mis hermanos del exilio. Sé y comprendo que es poco, pero sé hacer eso, soy capaz de hacer eso y eso es todo lo que soy capaz de hacer». Así, simple y sencillo. Tras la inesperada muerte de Benedicto XV, el 22 de enero de 1922, le sucederá el 1 de febrero de 1922 Achille Ratti, amigo de siempre del padre Gemelli, con el nombre de Pío XI. El 10 de mayo, el Santo Oficio, reunidos sus cardenales inquisidores, tomará en deliberación una serie de medidas internas respecto a la Orden capuchina, so pretexto de frenar el torrente de devociones que desembocaba en el Padre Pío y mantener una mayor prudencia acerca de los fenómenos sobrenaturales. Según sus mismas palabras, pondrán al Padre Pío «bajo observación». Pero las instrucciones que dieron al general de la Orden capuchina eran mucho más severas: «Que la misa que celebra el Padre Pío sea a horas indeterminadas, con preferencia de madrugada y en privado, que no dé la bendición en público, que no muestre, hable o deje que besen los supuestos estigmas. Que cambie de director espiritual, que no tenga ningún tipo de contacto con el padre Benedetto, ni por carta ni por cualquier otro medio, pues su dirección deja mucho que desear. Que el Padre Pío sea alejado de San Giovanni Rotondo; mejor mandarlo al Norte de Italia». Se le prohibía responder la correspondencia. Las únicas cartas que podía escribir, con permiso de sus superiores, eran a su familia y las felicitaciones o las condolencias. En el convento, estas instrucciones cayeron como una bomba. El Padre Pío no pudo ni siquiera compartir su pena y sorpresa con sus directores espirituales. El padre Benedetto morirá veinte años después con la pena de no haber vuelto a ver, ni haber escrito, ni haber hablado con aquel a quien tan admirablemente había dirigido. Veneno e infamia El padre Pietro Da Ischitella, provincial de Foggia, al contestar al ministro general de la Orden, indicó: «... el Padre Pío siempre ha rechazado la ostentación y la vanidad espiritual. Pero sepa usted, padre, que las órdenes del Santo Oficio, por la santa obediencia, ya han sido puestas en marcha. En cuanto a su traslado, permítame indicarle que en ningún lugar de Italia estará más discreto que aquí. Lo apartado, la falta de comunicaciones, aislados por la nieve buena parte del año, proporcionan cierta tranquilidad. Por el contrario, si lo mandamos al norte, ¿no es precisamente allí dónde tiene mayor fama? Espero, pues, sus órdenes para proceder...» Monseñor Gagliardi no tenía suficiente con eso, se fue a Roma a destilar su veneno en presencia de obispos y cardenales, y no se privó del perjurio para dar mayor fuerza a sus monstruosas calumnias y mentiras. «Yo mismo lo he visto, lo juro, descubrí un frasco de ácido con el que se provoca las heridas y colonia para perfumárselas. El Padre Pío es un poseso del demonio y los monjes de su convento unos estafadores... »El 2 de julio Monseñor Gagliardi fue recibido por Pío XI, quien después de escucharle consideró confirmadas las prevenciones contra el capuchino hechas por su amigo el padre Gemelli. A todo esto se sumaron rumores gratuitos contra los capuchinos de San Giovanni, que encontraban en toda Roma oídos complacidos incluso dentro del Santo Oficio. Una nueva vuelta de tuerca se estaba preparando. Mientras tanto, en Santa Maria delle Grazie (nombre del convento de San Giovanni Rotondo) la vida continuaba a pesar del tumulto exterior por un lado y las coacciones impuestas, por el otro. El Padre Pío continuaba confesando (todavía no se le había prohibido), celebrando misa matinal y convirtiendo almas. PUGNA AL MÁS ALTO NIVEL –Otro hecho extraordinario. –Acoso implacable. Aquellos años que sucedieron a 1924 fueron tiempos de silencio y de prueba para nuestro querido Padre Pío, que acataba con sorprendente y extraordinaria obediencia las órdenes que viniendo de arriba le eran transmitidas por sus superiores. A cada nueva prohibición se limitaba a decir: –Que se haga la voluntad de Dios. Poco sabemos de su vida interior en esos años en que no le permitieron escribir a su director espiritual. Sólo podía confiarse a sus hermanos del convento. Esta prodigiosa vida interior del Padre Pío, su vida de oración y de gracias, era totalmente desconocida por la mayoría de sus superiores y demás autoridades romanas. Otro hecho extraordinario Fue en estos años cuando se produjo otra extraordinaria bilocación del Padre Pío, y en esta ocasión se hizo defensor de su propia causa. Al cardenal Silj, que estaba presente, le debemos el conocer este hecho. Se habían reunido con el Papa algunos cardenales, que para terminar de una vez con el caso Padre Pío eran partidarios de gravísimas sanciones. En aquel momento se vio entrar a un fraile capuchino, con las manos escondidas dentro de las mangas, un andar doloroso pero decidido, que avanzó directamente hacia el Santo Padre. Sin que nadie pudiera detenerlo, se arrodilló, besó los pies de Su Santidad y con voz suplicante le dijo: –Santidad, por el bien de la Iglesia, no permitáis eso. Pidió la bendición, de nuevo besó los pies del Santo Padre y salió como había entrado. Los cardenales allí presentes estaban estupefactos, no podían creer lo que acababan de ver, se interrogaban unos a otros con la mirada, hasta que algunos, reaccionando, salieron a preguntar a los guardias:– ¿Cómo es que habéis dejado pasar a ese fraile capuchino?.– ¿Fraile capuchino? Por aquí no ha entrado ni ha salido nadie. Los demás guardias afirmaron: –Es cierto, es cierto, no ha pasado nadie desde que se reunieron Vuestras Eminencias. Brunatto, el fiel Brunatto, reúne documentos, pruebas de toda clase, escribe cartas para presionar a la Santa Sede y pedir que se digne hacer justicia al Padre Pío. Solicita que se le devuelvan las libertades y al tiempo se investigue a los canónigos que habían apoyado al arzobispo de Manfredonia, e incluso al mismísimo Monseñor Gagliardi. Poco a poco los calumniadores son descubiertos y destituidos de sus funciones. No faltaron testigos, con pruebas evidentes y numerosas, de antaño y de entonces, acerca de la conducta escandalosa del que era cabeza de la diócesis, quien gracias a sus amistades y a moverse con diligencia se iba manteniendo en su privilegiado lugar, hasta que en octubre de 1929 por fin fue destituido. Se retiró sin pena ni gloria a vivir con su familia, desposeído de sus insignias episcopales. Sin embargo, desenmascarado el principal calumniador, no por eso el Padre Pío va a obtener del Santo Oficio que le sean levantadas todas las limitaciones. Todo sigue igual respecto a nuestro fraile, que no mueve ni un dedo para defenderse, más bien suplica a unos y a otros para que sean perdonados sus acusadores, cosa que él hace de todo corazón. Brunatto insiste, actúa desesperadamente. Aquellas presiones junto con los sucesivos artículos que aparecían en los periódicos, el río de peregrinos que no cesaba en San Giovanni Rotondo, las continuas cartas que llegaban de todo el mundo, pesaron mucho sobre las decisiones tomadas por el Santo Oficio el 13 de mayo 1931 en reunión plenaria. El 23 de mayo así se le comunicó al ministro general de la Orden.: «Al Padre Pío se le priva de todas las facultades del ministerio sacerdotal, excepto la de celebrar misa, pero solamente en la capilla interior del monasterio, no en la iglesia pública». El provincial de Foggia era el encargado de comunicar el decreto al Padre Pío, quien una vez más se limitó a decir: –Que se haga la voluntad de Dios – y se echó a llorar. No podía celebrar misa en público, ni confesar, ni dirigirse a los fieles, ni darles sus consejos tan acertados, ni exhortarles, ni siquiera verles. –Dios mío, no podré en tu nombre liberar a las almas de sus culpas. Se privaba precisamente al Padre Pío de lo más esencial, pues la confesión junto con la celebración de la misa eran el verdadero núcleo de su vocación. No podía escribir ni mantener relación alguna, pero los fieles no conocían la existencia de los decretos del Santo Oficio, así que durante su aislamiento recibía un montón de cartas de todo el mundo solicitando alguna gracia por su intercesión. Todas estas peticiones las tenía presentes en sus solitarias celebraciones eucarísticas, que duraban más de hora y media, e incluso hasta tres horas. Por lo demás, comer y rezar el oficio con sus hermanos era lo único que se le permitía en comunidad.– Padre, así recluido irá ya por dos años. –Sí, hermano, sí, dos años llevo de prisionero inocente. Lo cuenta el padre Raffaele, superior del convento en esos años: –Mirad, hermanos, se me humedecen los ojos de emoción al ver a tanta gente venida del extranjero. Al no poder ver a nuestro Padre Pío, se conforman y se quedan en la iglesia. ¡Con qué devoción rezan y piden por la liberación de su padre espiritual! –Y esto, padre, sucede un día, y el siguiente, y el siguiente, por los años que llevamos, cada día, sin fallar. La voz de Pío XI Corría el mes de marzo de 1933 cuando inesperadamente un hermano le comenta a otro: –Hermano, ¡aleluya!, ha llegado a San Giovanni Rotondo Monseñor Passetto desde Roma. –¿Monseñor Passetto? ¿Y viene de Roma? ¿Qué querrá Su Eminencia de nosotros? –Dicen que viene por encargo directo de Su Santidad Pío XI. Quiere tener información fidedigna del Padre Pío, sin intermediarios ni tergiversaciones ni exageraciones. –Ya es hora de que el Santo Padre sepa toda la verdad. Cuando vean con qué humildad acata tantas injusticias, su obediencia, su sencillez, su amor, creo que en Roma van a cambiar de parecer. Y así fue tras el relato que Monseñor Passetto hizo a raíz de su visita. ¡Y cómo Su Santidad Pío XI cambió de parecer! No esperó mucho. El 14 de julio de 1933, por voluntad expresa del Pontífice, se rehabilita al Padre Pío permitiéndole celebrar misa en público y confesar incluso a religiosos fuera del convento. Pero el Santo Oficio tuvo que añadir unas palabras: «Sí, pero que quede entre nosotros, sólo se trata a título puramente experimental, y que no olvide que las misas no deben durar más de 35 minutos y todas las demás prescripciones de nuestro decreto que todavía están vigentes». La noticia se recibió con gran alegría y corrió por toda la comarca. El 16 de julio, día de Nuestra Señora del Carmen, el Padre Pío volvió a celebrar su misa en la iglesia pública del convento, que en aquella ocasión estaba llena a rebosar. A partir de ese día, año tras año, la situación del Padre Pío irá mejorando, dejando atrás aquellas injustas prescripciones sin que nadie se atreva a hacerlas recordar. Empezará una época feliz de apostolado fecundo que durará casi treinta años. Se multiplicarán los peregrinos, las conversiones, curaciones y gracias. Será en esta época cuando el Padre Pío ponga en marcha sus dos grandes realizaciones: la espiritual, los Grupos de Oración, y su gran obra terrenal, la Casa Sollievo della Sofferenza. Palabras de S.S. Pío XI a Monseñor Cuccarollo: –Debéis estar contentos los capuchinos, el Padre Pío ha sido recuperado y más aún –con expresión muy significativa –es la primera vez que el Santo Oficio si rimangia (se traga) sus decretos. Imagen Puedes modificar este párrafo realizando diferentes operaciones con él, como por ejemplo, editarlo, moverlo, copiarlo, eliminarlo... Imagen LAS APARICIONES P. PIO DE PIETRELCINA Heredero espiritual de San Francisco de Asís, el Padre Pío de Pietrelcina ha sido el primer sacerdote en llevar impreso sobre su cuerpo las señales de la crucifixión. Él ya fue conocido en el mundo como el "Fraile" estigmatizado. El Padre Pío, al que Dios donó particulares carismas, se empeñó con todas sus fuerzas por la salvación de las almas. Los muchos testimonios sobre su gran santidad de Fraile, llegan hasta nuestros días, acompañados por sentimientos de gratitud. Sus intercesiones providenciales cerca de Dios fueron para muchos hombres causa de sanación en el cuerpo y motivo de renacimiento en el Espíritu. El Padre Pío de Pietrelcina que se llamó Francesco Forgione, nació en Pietrelcina, en un pequeño pueblo de la provincia de Benevento, el 25 de mayo de 1887. Nació en una familia humilde donde el papá Grazio Forgione y la mamá Maria Giuseppa Di Nunzio ya tenían otros hijos. Desde la tierna edad Francesco experimentó en sí el deseo de consagrarse totalmente a Dios y este deseo lo distinguiera de sus coetáneos. Tal "diversidad" fue observada de sus parientes y de sus amigos. Mamá Peppa contó - "no cometió nunca ninguna falta, no hizo caprichos, siempre obedeció a mí y a su padre, cada mañana y cada tarde iba a la iglesia a visitar a Jesús y a la Virgen. Durante el día no salió nunca con los compañeros. A veces le dije: "Francì sal un poco a jugar. Él se negó diciendo: no quiero ir porque ellos blasfeman". Del diario del Padre Agostino de San Marco in Lamis, quien fue uno de los directores espirituales del Padre Pío, se enteró de que el Padre Pío, desde el 1892, cuando apenas tenía cinco años, ya vivió sus primeras experiencias carismáticas espirituales. Los Éxtasis y las apariciones fueron tan frecuentes que al niño le pareció que eran absolutamente normales. Con el pasar del tiempo, pudo realizarse para Francesco lo que fue el más grande de sus sueños: consagrar totalmente la vida a Dios. El 6 de enero de 1903, a los dieciséis años, entró como clérigo en la orden de los Capuchinos. Fue ordenado sacerdote en la Catedral de Benevento, el 10 de agosto de 1910. Tuvo así inicio su vida sacerdotal que a causa de sus precarias condiciones de salud, se desarrollará primero en muchos conventos de la provincia de Benevento. Estuvo en varios conventos por motivo de salud, luego, a partir del 4 de septiembre de 1916 llegó al convento de San Giovanni Rotondo, sobre el Gargano, dónde se quedó hasta el 23 de septiembre de 1968, día de su sentida muerte. En este largo período el Padre Pío iniciaba sus días despertándose por la noche, muy antes del alba, se dedicaba a la oración con gran fervor aprovechando la soledad y silencio de la noche. Visitaba diariamente por largas horas a Jesús Sacramentado, preparándose para la Santa Misa, y de allí siempre sacó las fuerzas necesarias, para su gran labor para con las almas, al acercarlas a Dios en el Sacramento Santo de la Confesión, confesaba por largas horas, hasta 14 horas diarias, y así salvó muchas almas. Uno de los acontecimientos que señaló intensamente la vida del Padre Pío fuè lo que se averiguó la mañana del 20 de septiembre de 1918, cuando, rogando delante del Crucifijo del coro de la vieja iglesia pequeña, el Padre Pío tuvo el maravilloso regalo de los estigmas. Los estigmas o las heridas fueron visibles y quedaron abiertas, frescas y sangrantes, por medio siglo. Este fenómeno extraordinario volvió a llamar, sobre el Padre Pío la atención de los médicos, de los estudiosos, de los periodistas pero sobre todo de la gente común que, en el curso de muchas décadas fueron a San Giovanni Rotondo para encontrar al santo fraile. En una carta al Padre Benedetto, del 22 de octubre de 1918, el Padre Pío cuenta su "crucifixión": “¿Qué cosa os puedo decir a los que me han preguntado cómo es que ha ocurrido mi crucifixión? ¡Mi Dios que confusión y que humillación yo tengo el deber de manifestar lo que Tú has obrado en esta tu mezquina criatura! Fue la mañana del 20 del pasado mes (septiembre) en coro, después de la celebración de la Santa Misa, cuando fui sorprendido por el descanso en el espíritu, parecido a un dulce sueño. Todos los sentidos interiores y exteriores, además de las mismas facultades del alma, se encontraron en una quietud indescriptible. En todo esto hubo un total silencio alrededor de mí y dentro de mí; sentí enseguida una gran paz y un abandono en la completa privación de todo y una disposición en la misma rutina. Todo esto ocurrió en un instante. Y mientras esto se desarrolló; yo vi delante de mí un misterioso personaje parecido a aquél visto en la tarde del 5 de agosto. Éste era diferente del primero, porque tenía las manos, los pies y el costado que emanaban sangre. La visión me aterrorizaba; lo que sentí en aquel instante en mí; no sabría decirlo. Me sentí morir y habría muerto, si Dios no hubiera intervenido a sustentar mi corazón, el que me lo sentí saltar del pecho. La vista del personaje desapareció, y me percaté de que mis manos, pies y costado fueron horadados y chorreaban sangre. Imagináis el suplicio que experimenté entonces y que voy experimentando continuamente casi todos los días. La herida del corazón asiduamente sangra, comienza el jueves por la tarde hasta al sábado. Mi padre, yo muero de dolor por el suplicio y por la confusión que yo experimento en lo más íntimo del alma. Temo morir desangrado, si Dios no escucha los gemidos de mi pobre corazón, y tenga piedad para retirar de mí esta situación....” Por años, de cada parte del mundo, los fieles fueron a este sacerdote estigmatizado, para conseguir su potente intercesión cerca de Dios. Cincuenta años experimentados en la oración, en la humildad, en el sufrimiento y en el sacrificio, dónde para actuar su amor, el Padre Pío realizó dos iniciativas en dos direcciones: un vertical hacia Dios, con la fundación de los "Grupos de ruego", hoy llamados “grupos de oración” y la otra horizontal hacia los hermanos, con la construcción de un moderno hospital: "Casa Alivio del Sufrimiento." En septiembre los 1968 millares de devotos e hijos espirituales del Padre Pío se reunieron en un congreso en San Giovanni Rotondo para conmemorar juntos el 50° aniversario de los estigmas aparecidos en el Padre Pío y para celebrar el cuarto congreso internacional de los Grupos de Oración. Nadie habría imaginado que a las 2.30 de la madrugada del 23 de septiembre de 1968, sería el doloroso final de la vida terrena del Padre Pío de Pietrelcina. De este maravilloso fraile, escogido por Dios para derramar su Divina Misericordia de una manera tan especial. Y LAS ALMAS DEL PURGATORIO Para el Padre Pío las apariciones ya comenzaron cuando todavía era joven. El pequeño Francesco no habló nunca porque creyó que las apariciones eran cosas que ocurrieran a todas las almas. Las apariciones eran de Ángeles, de Santos, de Jesús, de la Virgen, pero a menudo, también de demonios. En los últimos días de diciembre de 1902, mientras él estaba meditando sobre su vocación, Francesco tuvo una visión. He aquí como la describió, muchos años después, "Francesco vio a su lado a un hombre majestuoso de rara belleza, resplandeciente como el sol, que le tomó por la mano y lo animó con la precisa invitación: "Vienes conmigo porque te conviene combatir de bravo guerrero" Francesco fue conducido a un gran campo, entre una multitud de hombres que fue dividida en dos grupos: En una parte habían hombres de rostro guapísimo y cubiertos de vestidos blancos, cándidos como la nieve, de la otra eran como hombres de horroroso aspecto y vestidos de negro sombríos y oscuros. (Explicación. Vienes conmigo (con Jesús), porque te conviene combatir (te conviene luchar contra la tentación, así te haces mas fuerte), bravo guerrero (buen cristiano). Inútil es tu resistencia (habla la tentación), con este conviene combatir. Animo (le dice Jesús), entra confiado en la lucha (puedes vencer al maligno), avanza atrevidamente que Yo te seré propicio (puedes retar al enemigo que siempre estaré contigo); te ayudare y no permitiré que el te venza.) El joven situado entre aquellas dos alas de espectadores, vio venir a su encuentro un hombre de desmedida altura, tan alto, que podía tocar con la frente las nubes, y con un rostro horroroso. El personaje resplandeciente que tuvo a su lado lo exhortó a batirse con el personaje monstruoso. Francesco rogó evitar el furor del extraño personaje, pero aquel luminoso no aceptó: "Inútil es tu resistencia, con éste conviene combatir". Ánimo, entra confiado en la lucha, avanza atrevidamente que yo te seré propicio; te ayudaré y no permitiré que él venza". El combate fue aceptado y resultó terrible. Con la ayuda del personaje luminoso siempre ayudándole, Francesco venció. El personaje monstruoso, obligado a huir, se arrastró tras aquella gran multitud de hombres con horroroso aspecto, entre gritos, imprecaciones se aturdió. La otra multitud de hombres del vago aspecto, emanó voces de aplauso y laudos verso al que asistió al pobre Francesco, en una tan áspera batalla. El personaje espléndido y luminoso más que el sol, puso sobre la cabeza de Francesco victorioso una corona de rara belleza, que inútil sería describirla. La corona fue retirada por el personaje bueno el que precisó: "Otra más bonita tengo para ti guardada. Si tú supieras luchar con aquel personaje con el que ahora has combatido. Él siempre volverá al asalto...; combates de bravo y no dudes en mi ayuda... no te asustes por su horrorosa presencia.... Yo estaré cerca de ti, yo siempre te ayudaré, para que tú logres vencerlo". Tal visión fue seguida, luego, de reales batallas con el Diablo. El Padre Pío enfrentó en efecto numerosas batallas contra el "enemigo" de las almas en el marco de su vida, con el propósito de arrancar las almas de las cadenas de Satanás. Una tarde el Padre Pío estaba descansando en una habitación, en la planta baja del convento, que fue destinada a hospedería. Estuvo solo descansando, y apenas se había extendido sobre el sofá cuando, de repente, he aquí que vino a comparecerle un hombre envuelto en una negra capa. El Padre Pío, sorprendido, levantándose, interrogó al hombre quién era y qué quería. El desconocido le contó que era un alma del Purgatorio. "Soy Pietro Di Mauro. He muerto en un incendio, el 18 de septiembre de 1908, en este convento que fue destinado a un geriátrico, después de la expropiación de los bienes eclesiásticos. Morí entre las llamas, en mi cama de paja, sorprendido en el sueño, justo en esta habitación. Vengo del Purgatorio: el buen Dios me ha concedido la gracia de veniros a preguntar si podrías ofrecer la Santa Misa de mañana por mi descanso eterno. Gracias a esta Misa podré entrar al Paraíso". El Padre Pío aseguró que ofrecería la Santa Misa por su alma. El. Padre Pío contó: "Yo, quise acompañarlo a la puerta del convento, para despedirlo, y cuál sería mi sorpresa; que una vez a mi lado desapareció repentinamente. Por lo que me di verdaderamente cuenta de haber hablado con un difunto". Tengo que decir que regresé al convento muy asustado. Al padre Paolino de Casacalenda, Superior del convento, que notó mi agitación, le pedí el permiso de celebrar la Santa Misa en sufragio de aquella alma necesitada; después, naturalmente, de haberle narrado lo ocurrido". Tiempo después, el Padre Paulino, despertado por la curiosidad, quiso hacer la averiguación. Fue al Despacho del registro del ayuntamiento de San Giovanni Rotondo, solicitó y consiguió el permiso de consultar el registro de los fallecidos en el año 1908., la narración del Santo Padre Pío correspondió a la realidad. En el registro relativo a las muertes del mes de septiembre, el padre Paulino localizó el nombre, el apellido y la imputación de la muerte: "En fecha el 18 de septiembre de 1908, en el incendio del geriátrico Pietro Di Mauro verdaderamente murió." La Señora Cleonice Morcaldi de San Giovanni Rotondo fue una hija espiritual del Padre Pío; A un mes de la muerte de su mamá, el Padre Pío le dijo: "Esta mañana tu mamá ha volado al Paraíso, la he visto mientras estaba celebrando la Misa." Lo que quiere decir que tuvo la gentileza de ofrecer la misa por el descanso eterno de su alma. El Padre Pío contó esta historia al Padre Anastasio. "Una tarde, mientras yo estaba solo en el coro para orar, oí el susurro de un traje y vi a un monje joven que revolvió al lado del altar principal. Parecía que el joven monje estaba desempolvando los candelabros y arreglando los jarrones de las flores. Yo pensé que él era el Padre Leone que estaba reestructurando el altar; y como ya era la hora de la cena, me acerqué a él y le dije: "Padre Leone, vaya a cenar, no es tiempo para desempolvar y reparar el altar". Pero una voz que no era la voz del padre Leone me contestó": "yo no soy el Padre Leone", "¿y quién es usted? ", le pregunté. "Yo soy un hermano suyo que hice el noviciado aquí, mi misión era limpiar el altar durante el año del noviciado. Desgraciadamente en todo ese tiempo yo no reverencié a Jesús Sacramentado, Dios Todopoderoso, como debía haberlo hecho, mientras pasaba delante del altar. Causando gran aflicción al Sacramento Santo por mí irreverencia; puesto que El Señor se encontraba en el tabernáculo para ser honrado, alabado y adorado. Por este serio descuido, yo estoy todavía en el Purgatorio. Ahora, Dios, por su misericordia infinita, me envió aquí para que usted decida el tiempo desde cuando que yo podré disfrutar del Paraíso. Y para que UD cuide de mí." Yo creí haber sido generoso con esa alma en sufrimiento, por lo que yo exclamé: "usted estará mañana por la mañana en el Paraíso, cuando yo celebre el la Santa Misa.". Esa alma lloró: Cruel de mí, que malvado fui. “Entonces él lloró y desapareció." Esa queja me produjo una herida tan profunda en el corazón, la cual yo he sentido y sentiré durante toda mi vida. De hecho yo habría podido enviar esa alma inmediatamente al Cielo pero yo lo condené a permanecer una noche más en las llamas del Purgatorio." Carta que el Padre Pío escribió a su director espiritual: Carta al Fraile Agostino, del 7 de abril de 1913, "Mi estimado Padre, yo todavía estaba en la cama el viernes por la mañana, cuando el Señor Jesús se me apareció. Él se encontraba golpeado y desfigurado. Él me mostró una gran muchedumbre de sacerdotes y dignatarios eclesiásticos indiferentes, quienes estaban celebrando vistiendo sus sagradas túnicas. Cuando yo vi a mi Jesús en esta condición sentí un gran sufrimiento, por consiguiente, yo le pregunte por qué él sufrió tanto. Él no me contestó, él me mostró a los sacerdotes que debía castigar. Pero poco después, el Señor estaba tristísimo al mirar a estos sacerdotes y yo noté, con gran horror, dos lágrimas enormes que emanaron del Santo Rostro. Jesús salió de esa muchedumbre de sacerdotes y con una gran expresión de aversión en la cara, lloró': ¡"Carniceros”! “Entonces Él me dijo: "Mi Niño, no creas que mi agonía ha sido de tres horas, no; realmente yo estaré en la agonía hasta el fin del mundo; debido a las almas que yo amo. Durante el tiempo de la agonía, mi niño, nadie puede dormir. Mi alma va buscando alguna gota de piedad humana, pero ellos me dejan solo bajo el peso de la indiferencia. La ingratitud hace más severa la agonía para mí. ¡Ellos responden mal a mi amor! El tormento mayor para mí es que crece en las personas su desprecio, indiferencia, e incredulidad. Cuántas veces mi ira deseó destruirlos por el relámpago, pero yo me detuve por los ángeles y las almas que me aman..... Escribe a tu padre y nárrale lo que has visto y Yo te dije en esta Mañana. Dile que muestre tu carta al Padre provinciano... "Jesús continuó hablando pero yo nunca puedo revelar lo que él dijo... " (PADRE PIO DA PIETRELCINA: Epistolario I° (1910-1922) a cura di Melchiorre da Pobladura e Alessandro da Ripabottoni - Edizioni "Padre Pio da Pietrelcina" Convento S.Maria delle Grazie San Giovanni Rotondo - FG) En la carta al Padre Agostino del 13 de febrero de 1913: Nuestro Padre Jesucristo me reveló “no te preocupes, yo le haré sufrir pero yo también te daré la fuerza" - "Yo deseo que tu alma se purifique con el martirio oculto diario; no te asustes si yo permito al Diablo atormentarte, y al mundo para hastiarlo, porque nadie ganará contra esas personas que sufren bajo la cruz por mi amor y que yo he decidido protegerlos. " (PADRE PIO DA PIETRELCINA: Epistolario I° (1910-1922) a cura di Melchiorre da Pobladura e Alessandro da Ripabottoni - Edizioni "Padre Pio da Pietrelcina" Convento S.Maria delle Grazie San Giovanni Rotondo - FG) La carta al Padre Agostino, del 18 de noviembre de 1912, "... Jesús, su estimada Madre, y el Ángel Guardián; estuvieron visitándome con otros para animarme, me dijeron que ellos no se olvidan de decirme que la víctima, ser llamado la víctima, tiene que perder toda su sangre." (PADRE PIO DA PIETRELCINA: Epistolario I° (1910-1922) a cura di Melchiorre da Pobladura e Alessandro da Ripabottoni - Edizioni "Padre Pio da Pietrelcina" Convento S.Maria delle Grazie San Giovanni Rotondo - FG) La carta para al Padre Agostino, del 12 de marzo de 1913, "... Mi padre, escucha las quejas de nuestro dulce Jesús: ¡Se reembolsa "mi amor para los hombres con tanta ingratitud! Esas personas me hubieran ofendido menos si yo los hubiera amado menos. Mi padre no quiere llevárselos todavía. ¡Me gustaría dejar de amarlos, pero... (Y aquí Jesús guardó silencio y, luego desprevenidamente me dijo:) ¡pero mi corazón es hecho para amar!. Los hombres no hacen el intento de superar las tentaciones. Más bien estos hombres disfrutan sus faltas de equidad. Las almas que Yo amo más son las que sufren una tentación, y cuando ellos no tienen éxito resistiendo, me invocan pidiendo ayuda, y Yo me presento y las fortifico en la tentación. Las almas débiles se desaniman y desesperan. Las almas fuertes que confían en Jesús, me llaman y Yo vengo para relajarlos. Ellos me dejan solo por la noche y en la mañana en la Iglesia. Ellos no cuidan del sacramento del altar; ellos ya no hablan de este sacramento de amor; también, las personas que hablan del sacramento lo hacen con la tanta indiferencia y frialdad. De mi Corazón se han olvidado; nadie cuida de mi amor; Yo siempre me entristezco. Mi casa se ha vuelto un teatro de obras para muchas personas; incluso mis sacerdotes que yo siempre he protegido cuidadosamente, que yo he amado como la niña de mis ojos; ellos deben confortar mi corazón lleno de amargor; ellos deben ayudarme en la redención de las almas, en cambio.... ¿Quién lo creería? Yo recibo la ingratitud de ellos. Yo veo, Hijo mío, a muchos de ellos que... (Aquí él se detuvo, los hipos le apretaron la garganta, él lloró) que bajo la semejanza falsa ellos me traicionan con las comuniones sacrílegas, mientras Yo estoy estampando en ellos la luz y las fuerzas que continuamente les doy... ". (PADRE PIO DA PIETRELCINA: Epistolario I° (1910-1922) a cura di Melchiorre da Pobladura e Alessandro da Ripabottoni - Edizioni "Padre Pio da Pietrelcina" Convento S.Maria delle Grazie San Giovanni Rotondo - FG) Carta a Padre Benedetto del 17 de diciembre de 1917: ... "En una de las visitas que tuve de Jesús en estos días, le pregunté con más insistencia si pudiera tener compasión de las pobres naciones, tan a prueba por la desdicha de la guerra y que por fin cediera su justicia y misericordia. ¡Cosa extraña! Él no contestó sino con una señal de mano, que quiso decir: despacio, tranquilo. Pero cuándo?, añadí yo. Y él, con seriedad y con una media sonrisa en boca, posó su mirada sobre de mí y sin decir palabra se despidió." (PADRE PIO DA PIETRELCINA: Epistolario I° (1910-1922) a cura di Melchiorre da Pobladura e Alessandro da Ripabottoni - Edizioni "Padre Pio da Pietrelcina" Convento S.Maria delle Grazie San Giovanni Rotondo - FG) Publicado por alberto ramirez mozqueda en 12:06 Enviar por correo electrónicoEscribe un blogCompartir con TwitterCompartir con FacebookCompartir en Pinterest No hay comentarios: Publicar un comentario en la entrada Biografía Heredero espiritual de San Francisco de Asís, el Padre Pío de Pietrelcina ha sido el primer sacerdote en llevar impreso sobre su cuerpo las señales de la crucifixión. El Padre Pío, al que Dios donó particulares carismas, se empeñó con todas sus fuerzas por la salvación de las almas. Los muchos testimonios sobre su gran santidad de Fraile, llegan hasta nuestros días, acompañados por sentimientos de gratitud. Sus intercesiones providenciales cerca de Dios fueron para muchos hombres causa de sanaciòn en el cuerpo y motivo de renacimiento en el Espíritu. El Padre Pío de Pietrelcina que se llamó Francesco Forgione, nació en Pietrelcina, en un pequeño pueblo de la provincia de Benevento, el 25 de mayo de 1887. Nació en una familia humilde donde el papá Grazio Forgione y la mamá Maria Giuseppa Di Nunzio ya tenían otros hijos. Desde la tierna edad Francesco experimentó en sí el deseo de consagrarse totalmente a Dios y este deseo lo distinguiera de sus coetáneos. Tal “diversidad” fue observada de sus parientes y de sus amigos. Mamá Peppa contó - “no cometió nunca ninguna falta, no hizo caprichos, siempre obedeció a mí y a su padre, cada mañana y cada tarde iba a la iglesia a visitar a Jesús y a la Virgen. Durante el día no salió nunca con los compañeros. A veces le dije: “Francì sal un poco a jugar. Él se negó diciendo: no quiero ir porque ellos blasfeman”. Del diario del Padre Agostino de San Marco in Lamis, quien fuè uno de los directores espirituales del Padre Pío, se enteró de que el Padre Pío, desde el 1892, cuando apenas tenía cinco años, ya vivió sus primeras experiencias carismáticas espirituales. Los Éxtasis y las apariciones fueron tan frecuentes que al niño le pareció que eran absolutamente normales. Con el pasar del tiempo, pudo realizarse para Francesco lo que fue el más grande de sus sueños: consagrar totalmente la vida a Dios. El 6 de enero de 1903, a los dieciséis años, entró como clérigo en la orden de los Capuchinos. Fue ordenado sacerdote en la Catedral de Benevento, el 10 de agosto de 1910. Tuvo así inicio su vida sacerdotal que a causa de sus precarias condiciones de salud, se desarrollará primero en muchos conventos de la provincia de Benevento. Estuvo en varios conventos por motivo de salud, luego, a partir del 4 de septiembre de 1916 llegó al convento de San Giovanni Rotondo, sobre el Gargano, dónde se quedó hasta el 23 de septiembre de 1968, día de su sentida muerte. En este largo período el Padre Pío iniciaba sus días despertándose por la noche, muy antes del alba, se dedicaba a la oración con gran fervor aprovechando la soledad y silencio de la noche. Visitaba diariamente por largas horas a Jesús Sacramentado, preparándose para la Santa Misa, y de allí siempre sacó las fuerzas necesarias, para su gran labor para con las almas, al acercarlas a Dios en el Sacramento Santo de la Confesión, confesaba por largas horas, hasta 14 horas diarias, y así salvó muchas almas. Uno de los acontecimientos que señaló intensamente la vida del Padre Pío fuè lo que se averiguó la mañana del 20 de septiembre de 1918, cuando, rogando delante del Crucifijo del coro de la vieja iglesia pequeña, el Padre Pío tuvo el maravilloso regalo de los estigmas. Los estigmas o las heridas fueron visibles y quedaron abiertas, frescas y sangrantes, por medio siglo. Este fenómeno extraordinario volvió a llamar, sobre el Padre Pío la atención de los médicos, de los estudiosos, de los periodistas pero sobre todo de la gente común que, en el curso de muchas décadas fueron a San Giovanni Rotondo para encontrar al santo fraile. En una carta al Padre Benedetto, del 22 de octubre de 1918, el Padre Pío cuenta su “crucifixión”: “¿Qué cosa os puedo decir a los que me han preguntado como es que ha ocurrido mi crucifixión? ¡Mi Dios que confusión y que humillación yo tengo el deber de manifestar lo que Tú has obrado en esta tu mezquina criatura! Fue la mañana del 20 del pasado mes (septiembre) en coro, después de la celebración de la Santa Misa, cuando fui sorprendido por el descanso en el espíritu, parecido a un dulce sueño. Todos los sentidos interiores y exteriores, además de las mismas facultades del alma, se encontraron en una quietud indescriptible. En todo esto hubo un total silencio alrededor de mí y dentro de mí; sentí enseguida una gran paz y un abandono en la completa privación de todo y una disposición en la misma rutina. Todo esto ocurrió en un instante. Y mientras esto se desarrolló; yo vi delante de mí un misterioso personaje parecido a aquél visto en la tarde del 5 de agosto. Éste era diferente del primero, porque tenía las manos, los pies y el costado que emanaban sangre. La visión me aterrorizaba; lo que sentí en aquel instante en mí; no sabría decirlo. Me sentí morir y habría muerto, si Dios no hubiera intervenido a sustentar mi corazón, el que me lo sentí saltar del pecho. La vista del personaje desapareció, y me percaté de que mis manos, pies y costado fueron horadados y chorreaban sangre. Imagináis el suplicio que experimenté entonces y que voy experimentando continuamente casi todos los días. La herida del corazón asiduamente sangra, comienza el jueves por la tarde hasta al sábado. Mi padre, yo muero de dolor por el suplicio y por la confusión que yo experimento en lo más íntimo del alma. Temo morir desangrado, si Dios no escucha los gemidos de mi pobre corazón, y tenga piedad para retirar de mí esta situación….” Por años, de cada parte del mundo, los fieles fueron a este sacerdote estigmatizado, para conseguir su potente intercesión cerca de Dios. Cincuenta años experimentados en la oración, en la humildad, en el sufrimiento y en el sacrificio, dónde para actuar su amor, el Padre Pío realizó dos iniciativas en dos direcciones: un vertical hacia Dios, con la fundación de los “Grupos de ruego”, hoy llamados “grupos de oración” y la otra horizontal hacia los hermanos, con la construcción de un moderno hospital: “Casa Alivio del Sufrimiento.” En septiembre los 1968 millares de devotos e hijos espirituales del Padre Pío se reunieron en un congreso en San Giovanni Rotondo para conmemorar juntos el 50° aniversario de los estigmas aparecidos en el Padre Pío y para celebrar el cuarto congreso internacional de los Grupos de Oración. Nadie habría imaginado que a las 2.30 de la madrugada del 23 de septiembre de 1968, sería el doloroso final de la vida terrena del Padre Pío de Pietrelcina. De este maravilloso fraile, escogido por Dios para derramar su Divina Misericordia de una manera tan especial. Muchas han sido las sanaciones y conversiones concedidas por la intercesión del Padre Pío e innumerables milagros han sido reportados a la Santa Sede. Los preliminares de su Causa se iniciaron en noviembre de 1969. El 18 de diciembre de 1997, Su Santidad Juan Pablo II lo pronunció venerable. Este paso, aunque no tan ceremonioso como la beatificación, es ciertamente la parte más importante del proceso. El venerable Padre Pío fue beatificado el 2 de mayo de 1999. Tan grande fue la multitud en la Misa de beatificación, que desbordaron la Plaza de San Pedro y toda la Avenida de la Conciliación hasta el río Tiber sin ser estos lugares suficiente. Millones además lo contemplaron por la televisión en el mundo entero. El día 16 de junio del 2002, su Santidad Juan Pablo II canonizó al Beato Padre Pío. Es el primer sacerdote canonizado que ha recibido los estigmas de nuestro Señor Jesucristo. Su beatificación y su canonización fueron las de mayor asistencia en la historia. La plaza de San Pedro y sus alrededores no pudieron contener las multitudes. caninizacionppio El Padre Pío es un poderoso intercesor. Los milagros se siguen multiplicando. El santuario del Padre Pío en San Giovanni Rotondo recibe mas peregrinos cada año que el de Lourdes. Es el segundo santuario mas visitado, después del Tepeyac (Virgen de Guadalupe). A 40 años de su fallecimiento, en este 2008, se exhumó su cuerpo el que se exhibe incorrupto como una nueva señal de su santidad. Galería de fotos con periódica actualización: http://www.flickr.com/photos/30912936@N03/show/ 12 Responses » Sobre la oración Lunes, mar 28 2011 Así rezaba el Padre Pío and Fotos and Grupos de Oración and hijos espirituales pietrelcina 8:40 pm Palabras de San Pio sobre la “ORACION”: “Solo quiero ser un fraile que reza… “ Reza, espera y no te preocupes. La preocupación es inútil. Dios es misericordioso y escuchará tu oración… La oración es la mejor arma que tenemos; es la llave al corazón de Dios. Debes hablarle a Jesús, no solo con tus labios sino con tu corazón. En realidad, en algunas ocasiones debes hablarle solo con el corazón…” El don de la oración está en manos del Salvador. Cuanto más te vacíes de ti mismo, es decir, de tu amor propio y de toda atadura carnal, entrando en la santa humildad, más lo comunicará Dios a tu corazón. A Dios se le busca en los libros, se le encuentra en la meditación. En la medida en que vaciéis vuestro Yo de sí mismo – es decir, del apego a los sentidos y a vuestra propia voluntad – , echando raíces en la santa humildad, el Señor hablará a vuestro corazón. Practicad con perseverancia la meditación a pequeños pasos, hasta que tengáis piernas fuertes, o más bien alas. Tal como el huevo puesto en la colmena se transforma, a su debido tiempo, en una abeja, industriosa obrera de la miel. Sed vigilantes cuando meditéis. Generalmente los que se entregan a la meditación, lo hacen con una especie de arrogancia, tan ansiosos están por encontrar el sujeto susceptible de consolar su espíritu, y esto es suficiente para impedirles encontrar lo que buscan. -SAN PIO DE PIETRELCINA- 4 Responses » SÚPLICAS DE S.S. JUAN PABLO II Domingo, mar 13 2011 Así rezaba el Padre Pío and Fotos pietrelcina 11:57 pm Oración pronunciada por Juan Pablo II en la Misa de canonización del padre Pío celebrada el 16 de Junio de 2002 “Enséñanos también a nosotros, te pedimos, la humildad del corazón para formar parte de los pequeños del Evangelio, a quienes el Padre les ha prometido revelar los misterios de su Reino. “Ayúdanos a rezar sin cansarnos nunca, seguros de que Dios conoce lo que necesitamos, antes de que se lo pidamos. “Danos una mirada de fe capaz de capaz de reconocer con prontitud en los pobres y en los que sufren el rostro mismo de Jesús. “Apóyanos en la hora del combate y de la prueba y, si caemos, haz que experimentemos la alegría del sacramento del perdón. “Transmítenos tu tierna devoción a María, Madre de Jesús y nuestra”. “Acompáñanos en la peregrinación terrena hacia la patria bienaventurada, donde esperamos llegar también nosotros para contemplar para siempre la Gloria del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo”. J.P.II 4 Responses » HACER EL BIEN Domingo, mar 13 2011 Así rezaba el Padre Pío and doctrina and hijos espirituales pietrelcina 11:47 pm “Jesús nos llama con sus divinas inspiraciones y se nos comunica con su gracia.” “¿Cuantas veces él nos ha invitado?” “¿Y con que rapidez le hemos contestado?” “No dejemos para mañana lo que podemos hacer hoy. Del bien de después están llenos los sepulcros…, y además, ¿quién nos dice que viviremos mañana?. Escuchemos la voz de nuestra conciencia, la voz del Profeta Rey: Si escucháis hoy la voz del Señor, no cerréis vuestros oídos. Levantémonos y atesoremos, porque sólo el instante que pasa está en nuestras manos. No queramos alargar el tiempo entre un instante y otro, que eso no está en nuestras manos.” “Comencemos hoy, hermanos a hacer el bien, que hasta ahora no hemos hecho nada”. Padre Pío Leave a Response » Algunos pensamientos del Padre Pio en Navidad Viernes, dic 24 2010 Así rezaba el Padre Pío and Biografía and Fotos and hijos espirituales pietrelcina 10:55 pm La ternura de la Navidad «Todas las fiestas de la Iglesia son hermosas… la Pascua, sí, es la glorificación… pero la Navidad posee una ternura, una dulzura infantil que me atrapa todo el corazón» Lágrimas de gratitud «¡Qué feliz me hace Jesús! ¡Qué suave es su espíritu! Pero yo me confundo y sólo consigo rezar y repetir: “Jesús, pan mío”» Los vagidos de Jesús «Sólo se oyen los vagidos y el llanto del niño Dios y con este llanto y estos vagidos ofrece a la justicia divina el primer rescate de nuestra reconciliación …» El más pequeño de nosotros «Que el Niño Jesús te colme de sus divinos carismas, te haga probar las alegrías de los pastores y de los ángeles y te revista todo con el fuego de esa caridad por la que se hizo el más pequeño de nosotros, y te convierta en un niño pequeño lleno de amabilidad, sencillez y amor» Dulcísimo Jesús «Que el dulcísimo Niño Jesús os traiga todas las gracias, todas las bendiciones, todas las sonrisas que plazca a su infinita bondad…» Jesús llama… movidos por su gracia corren «Jesús llama a los pobres y sencillos pastores por medio de los ángeles para manifestarse a ellos. Llama a los sabios por medio de su misma ciencia. Y todos, movidos por el influjo interior de su gracia, corren hacia él para adorarle. Nos llama a todos con las inspiraciones divinas y se comunica a nosotros con su gracia» La justificación de los pecadores «Nuestra justificación es un milagro extremadamente grande que la Sagrada Escritura compara con la resurrección del Maestro divino. Sí, querida amiga, la justificación de nuestra impiedad es tal que bien podemos decir que Dios mostró su potencia más en nuestra conversión que en sacar de la nada el cielo y la tierra, pues hay más contraposición entre el pecador y la gracia que entre la nada y el ser. La nada está menos lejos de Dios que el pecador. Además, en la creación se trata del orden natural; en la justificación del impío, en cambio, se trata del orden sobrenatural y divino» Jesús es con mayor razón para los pecadores «Jesús es de todos, pero lo es con mayor razón para los pecadores. Nos lo dice él mismo: “No he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores”. “No son los sanos los que tienen necesidad del médico, sino los enfermos”. “El Hijo del hombre ha venido a salvar lo que estaba perdido”. “Habrá más alegría en el cielo por un solo pecador que se convierta que por noventa y nueve justos que no tengan necesidad de conversión”» … lo hace para que seas más humilde «Nuestro Señor te ama tiernamente, hija mía. Y si no te hace sentir la dulzura de su amor, lo hace para que seas más humilde y te sientas despreciable. No dejes por ello de recurrir a su santa benignidad con toda confianza, especialmente en el tiempo en el que nos lo representamos como cuando era un niño pequeño en Belén. Porque, hija mía, ¿para qué toma esta dulce, amable condición de niño si no es para provocarnos a amarlo confidentemente y a entregarnos amorosamente a él?» Pidamos que nos revista de humildad «Pidamos al Niño divino que nos revista de humildad, porque sólo con esta virtud podemos gustar este misterio relleno de divinas ternuras» Fuente: 30 Giorni Visto en: Romanistas y en Apostolado Eucarístico 2 Responses » Un nuevo matrimonio camino a los altares: hijos del P. Pío Martes, dic 21 2010 Biografía and Fotos and hijos espirituales pietrelcina 3:07 pm Se ha abierto en Roma el proceso de beatificación de los esposos Settimio Manelli y Licia Gualandris, padres de 21 hijos, entre los cuales se encuentra el fundador de los Franciscanos de la Inmaculada. El Santo Padre Pío de Pietrelcina, según informa la Positio, les había profetizado: “Superaréis los 20 hijos”. *** Aunque en la casa sólo entrara el sueldo de él, tuvieron en total 21 hijos: un ejemplo de “confianza” y de “aceptación” cristiana que la Iglesia, con la causa de beatificación del matrimonio, indica también a las familias de hoy. Las vidas de “esposos y padres ejemplares” de Settimio Manelli (1886-1978) y Licia Gualandris (1907-2004) llegan al proceso para la elevación al honor de los altares. En efecto, mañana a las 12 hs, en el Aula della Conciliazione del Vicariato de Roma, se abrirá oficialmente la causa con la constitución del Tribunal diocesano y con el juramento de los miembros y del postulador, padre Massimiliano Pio M. Maffei, y de la vicepostuladora, madre M. Grazia Palma. La particularidad y la “fecundidad” de la descendencia de los Manelli está también el en hecho de que uno de los 21 hijos, Stefano Maria, fundó en 1990 la Orden de los Franciscanos de la Inmaculada, que en pocos años ha llegado a comprender al menos mil miembros, entre frailes y hermanas, mientras que otro, Pio, ha tenido a su vez nueve hijos, de los cuales siete entraron también en la orden religiosa. “Hoy, entre hijos todavía vivos, nietos y bisnietos, la familia cuenta en total con doscientas personas: una descendencia grandiosa”, dice el padre Stefano Maria en vísperas de la ceremonia en el Vicariato. Settimio Manelli, originario de Teramo, maestro y director en escuelas secundarias, y Licia Gualandris, nacida en Nembro (Bérgamo), se casaron en 1926 y vivieron en Roma. Ambos, desde 1924, conocieron de cerca al Padre Pío, del que se convirtieron en hijos espirituales (y que definió a Settimio “un cristiano de una pieza”) e hicieron profesión como terciarios franciscanos. Incluso en tiempos marcados por la guerra y por condiciones económicas adversas, no dudaron en aceptar los 21 hijos como verdaderos “dones de Dios”. “Recuerdo un episodio de cuando tenía 10 años – cuenta el padre Stefano Maria. Papá entró a casa y mamá le dijo tímidamente, casi en un susurro: «¿Sabes que estoy embarazada de nuevo?». Y él: «¿Ves? Hay otra llama que Dios ha encendido». “Su ejemplo – prosigue – era de aceptar la vida, nunca rechazarla. Y también esto venía de la gran escuela del Padre Pío, con una conducta fidelísima al Evangelio”. El religioso recuerda que, un día, el santo de Pietrelcina, frente a una audiencia de docentes, indicó a Settimio Manelli como un hombre “que observa y vive el Evangelio a la letra”, es decir, su “norma verdadera y concreta”. Las cosas no fueron fáciles, durante la guerra no llegaba ni siquiera el sueldo como profesor y se iba hacia delante “con la ayuda de los comerciantes, que daban créditos”. Pero lo que ayudaba a hacer avanzar “la empresa” – así la llama el padre Stefano – de una familia tan numerosa “era la asistencia de Dios, la ayuda de la Providencia”. “Papá y mamá – añade – nos invitaban siempre a tener confianza en la Providencia, esperaban su llegada a casa como si fuese una persona”. El hecho es que, de los 13 hijos que han quedado, “ocho han obtenido una licenciatura y, de todos modos, todos se han instalado”. Un mensaje “para la vida y para la familia” el de los Manelli, frente a los núcleos “destrozados” de hoy. También la confianza, sin embargo, según el padre Stefano, “se cultiva, en particular, con la oración”. “Papá – cuenta – comulgaba todas las mañanas yendo a Misa antes de dirigirse rápidamente a la escuela”. La llegada a la causa de beatificación, tiempo atrás considerada difícil, “ha estado guiada desde lo alto”. “Hoy son nuestros padrinos – dice el padre Stefano sobre sus padres, pensando en su orden de los Franciscanos de la Inmaculada-. Una vez beatos, serán nuestros protectores”. *** Fuente: La Repubblica Traducción: La Buhardilla de Jerónimo *** 3 Responses » San Padre Pío:BONDADOSO CON LOS PECADORES Sábado, oct 23 2010 Así rezaba el Padre Pío and Biografía and conversiones and Fotos and hijos espirituales pietrelcina 5:59 am San Padre Pío: BONDADOSO CON LOS PECADORES Anecdota tomada de Los Milagros del P. Pío, P. Luis Butera V. (Producciones Humanas, A.C.), pg. 84. Para con los curiosos, los hipócritas y los mentirosos, el P. Pío era severo, muy severo. No así para con los pecadores arrepentidos. Un día llegó a San Giovanni Rotondo la riquísima señora Luisa Vairo movida por pura curiosidad y un poco para desafiar la opinión pública. Al llegar a la Iglesia, donde confesaba el P. Pío, sintió una grandísima angustia por sus pecados, que estalló en llanto, sin preocuparse de los presentes. Nadie pudo consolarla. Se le avisó al P. Pío, quien se le acercó, diciéndole: -Tranquilícese, hija. La misericordia de Dios no tiene límites y la sangre de Jesús lava todos los pecados del mundo. -Quiero confesarme, Padre. -Dijo la señora desconocida que una hora antes se hubiera burlado de una tal propuesta. -Primero cálmese, le contestó el Padre; vuelva mañana. La señora pasó toda la noche trayendo a la mente todos los pecados de su vida. ¡No se confesaba desde su infancia! Al día siguiente, delante del Padre Pío, no pudo decir una sola palabra. Sentía un nudo en la garganta que le impedía confesarse. Viéndole así, el P. Pío le presentó la lista de todos sus pecados, a los cuales contestaba simplemente con un ‘sí’. Cuando pareció terminar, el Padre le preguntó: -¿No te acuerdas más? La señora se sintió profundamente turbada, y calló. El Padre Pío la miró y esperó la respuesta. Finalmente contestó: -Me acuso también de esto… Y confesó el más grande de sus pecados. -¡Bendito sea Dios! -exclamó alegremente el P. Pío- ¡Era esto lo que yo esperaba! Una vez convertida, la señora Vairo siguió el ejemplo de los grandes penitentes. Una mañana de invierno, ella decidió ir a la iglesia descalza. Hacía mucho frío y estaba lloviendo. El camino era lodoso y con abundante grava que cortaba los pies. Empapada de la lluvia y con los pies ensangrentados, llegó a la puerta de la iglesia y en vez de entrar se desmayó. Al despertar vió al P. Pío que le dijo: “hija mía, también en la santa penitencia es necesario no pasarse”. Luego, tocándola suavemente en la espalda, le dijo: “Afortunadamente esta agua no moja…” Grande fue la sorpresa de todos los presentes al ver que de pronto, los vestidos de la señora quedaron secos. 2 Responses » Novena al Santo Padre Pío de Pietrelcina – la humildad Jueves, sep 23 2010 Así rezaba el Padre Pío and doctrina and Fotos and Grupos de Oración and hijos espirituales pietrelcina 7:01 pm 9º DÍA – 23/9 LA HUMILDAD: La humildad es la virtud de asumir los defectos y errores propios. Una de las más difíciles de cultivar para todos los hombres y de la que han gozado, no sin esfuerzo, todos los santos. El Santo padre Pío era muy consciente de sus miserias y rogaba diariamente al Padre para poder combatirse y ayudar a todos sus hijos a ser humildes. En una oportunidad, como una señora admitiera que tenía cierta inclinación a la vanidad, el Padre comentó: – “¿Ha observado usted un campo de trigo en sazón? Unas espigas se mantienen erguidas, mientras otras se inclinan hacia la tierra. Pongamos a pruebe a los mas altivos, descubriremos que están vacíos, en tanto los que se inclinan, los humildes, están cargados de granos” Oración: Humildísimo Santo Padre Pío de Pietrelcina, Tú que has verdaderamente amado a la Santa Madre Iglesia. Ruega a Dios, nuestro Señor, al Señor de la Mies para que mande obreros a Su Mies, y regalos a cada uno de ellos; de manera que llenando el mundo de sacerdotes santos; obtengan la fuerza y la inspiración de Dios. Además te rogamos interceder ante la Santísima Siempre Virgen María; para que conduzcas a todos los hombres hacia la unidad de los cristianos, reuniéndolos en la gran casa de Dios; para que la Iglesia sea el faro de luz y salvación en el mar de tempestad que es la vida. Palabras del Padre Pío: “Siempre mantente unido a la Santa Iglesia Católica, porque sólo ella puede salvarte, porque sólo ella posee a Jesús Sacramentado, que es el verdadero príncipe de la paz. Fuera de la Iglesia Católica, no hay salvación, ella te da el bautismo, el perdón de los pecados, el Cuerpo, la sangre, el Alma, y la Divinidad de Jesucristo, concediéndote por tanto la vida eterna; y todos los santos sacramentos para llevar una vida de santidad.” Esta coronilla que rezaremos, era recitada diariamente por el Padre Pío por todos aquellos que se encomendaban a sus oraciones. CORONITA AL SAGRADO CORAZON DE JESUS I.- ¡Oh Jesús mío!, que dijiste: “En verdad os digo, pedid y obtendréis, buscad y encontraréis, llamad y os abrirán!. He ahí que, confiando en tu Palabra divina, yo llamo, yo busco, yo pido la gracia…… Padre Pío ruega al Señor en nombre de Jesucristo Padre Nuestro, Avemaría y Gloria. Sagrado Corazón de Jesús, en Vos confío. II.- ¡Oh Jesús mío!, que dijiste: ” En verdad os digo, pasarán los cielos y la tierra pero mis palabras jamás!” He ahí que basándome en la infalibilidad de tus santas palabras yo pido la gracia…… Padre Nuestro, Avemaría y Gloria. Sagrado Corazón de Jesús, en Vos confío. III.- ¡Oh Jesús mío!, que dijiste: “En verdad os digo, todo aquello que pediréis a mi Padre en mi Nombre, El os lo concederá”. He ahí que al eterno Padre en tu Nombre yo pido la gracia……. Padre Nuestro, Avemaría y Gloria. Sagrado Corazón de Jesús, en Vos confío. ¡Oh Sagrado Corazón de Jesús, el cual es imposible no sentir compasión por los infelices, ten piedad de nosotros, pobres pecadores, y concédenos las gracias que pedimos en nombre del Inmaculado Corazón de María, nuestra tierna Madre. San José, padre adoptivo del Sagrado Corazón de Jesús, ruega por nosotros. Dios te salve, Reina y Madre… 13 Responses » Novena al Santo Padre Pío – la pureza Jueves, sep 23 2010 Así rezaba el Padre Pío and doctrina and Fotos and hijos espirituales pietrelcina 1:47 am 8º DÍA – 22/9 LA PUREZA: La pureza es algo con lo que nacemos pero a medida que comenzamos a tomar conciencia, por la influencia del mundo, vamos perdiendo. Es necesario ser puros de mente y cuerpo, para poder ser puros de alma. No es una tarea sencilla, ni carente de obstáculos. La pureza de corazón, como toda virtud, exige un entrenamiento diario de la voluntad y una disciplina constante interior. Exige, ante todo, el asiduo recurso a Dios en la oración. Decía el Santo Padre Pío a sus hijos espirituales: “Ten por cierto que si a Dios un alma le es grata, más la pondrá a prueba. Por tanto, ¡Coraje! y adelante siempre.” Pero hay una promesa a tanto esfuerzo: “Felices los limpios de corazón, porque verán a Dios” (Mt 5,8) El corazón limpio es el corazón abierto y humilde. El corazón impuro es, por el contrario, el corazón presuntuoso y cerrado, completamente lleno de sí mismo, incapaz de dar un lugar a la majestad de la verdad. Que pide respeto y, al fin, adoración, nos exhorta S.S. Benedicto XVI Oración: Purísimo Santo Padre Pío de Pietrelcina, Tú que has querido mucho a tus hijos espirituales. Muchos de tus hijos han sido comprados por ti con el precio de tu sangre. También nos concedes a los que no te hemos conocido personalmente, de considerarnos como tus hijos espirituales. Con tu paternal protección, con tu santa guía y con la fortaleza que conseguirás para nosotros de Dios, podremos, en el momento de la muerte, encontrarte en las puertas del Paraíso, en espera de nuestra llegada. Palabras del Padre Pío: “Si me fuera posible, querría conseguir de Dios solamente una cosa; si me dijera: “Vas al Paraíso”, querría conseguir esta gracia: “Señor, no me dejéis ir al Paraíso hasta que el ultimo de mis hijos; la última de las personas que me han sido confiadas, haya entrado antes que Yo.” Esta coronilla que rezaremos, era recitada diariamente por el Padre Pío por todos aquellos que se encomendaban a sus oraciones. CORONITA AL SAGRADO CORAZON DE JESUS I.- ¡Oh Jesús mío!, que dijiste: “En verdad os digo, pedid y obtendréis, buscad y encontraréis, llamad y os abrirán!. He ahí que, confiando en tu Palabra divina, yo llamo, yo busco, yo pido la gracia…… Padre Pío ruega al Señor en nombre de Jesucristo Padre Nuestro, Avemaría y Gloria. Sagrado Corazón de Jesús, en Vos confío. II.- ¡Oh Jesús mío!, que dijiste: ” En verdad os digo, pasarán los cielos y la tierra pero mis palabras jamás!” He ahí que basándome en la infalibilidad de tus santas palabras yo pido la gracia…… Padre Nuestro, Avemaría y Gloria. Sagrado Corazón de Jesús, en Vos confío. III.- ¡Oh Jesús mío!, que dijiste: “En verdad os digo, todo aquello que pediréis a mi Padre en mi Nombre, El os lo concederá”. He ahí que al eterno Padre en tu Nombre yo pido la gracia……. Padre Nuestro, Avemaría y Gloria. Sagrado Corazón de Jesús, en Vos confío. ¡Oh Sagrado Corazón de Jesús, el cual es imposible no sentir compasión por los infelices, ten piedad de nosotros, pobres pecadores, y concédenos las gracias que pedimos en nombre del Inmaculado Corazón de María, nuestra tierna Madre. San José, padre adoptivo del Sagrado Corazón de Jesús, ruega por nosotros. Dios te salve, Reina y Madre… 5 Responses » Novena al Santo Padre Pío – la penitencia Martes, sep 21 2010 Así rezaba el Padre Pío and doctrina and Fotos and Grupos de Oración pietrelcina 6:14 pm 7º DÍA – 21/9 LA PENITENCIA: Conocemos la penitencia como aquel “castigo” que nos impone el Confesor luego de absolvernos de nuestras faltas en el Sacramento de la Confesión. Pero existe también la Penitencia como una serie de diferentes ejercicios penosos que podemos imponernos, con la debida autorización de nuestro director espiritual, para procurar la mortificación de nuestras pasiones y sentidos, como modo de expiación por nuestros pecados ya perdonados. El Santo Padre Pío fue muy penitente y supo vivir en austeras penitencias toda su vida religiosa, sin perder la alegría. Oración: Benditísimo Santo Padre Pío de Pietrelcina. Tú que has realizado el proyecto de salvación de Dios y has ofrecido tus sufrimientos para desatar a los pecadores de las riendas de Satanás. Ruega a Dios para que los hombres, que no creen, tengan una gran y verdadera fe y se conviertan; arrepintiéndose en lo profundo de su corazón; y que las personas con poca fe mejoren su vida cristiana; y que los hombres justos continúen sobre el camino de la salvación. Palabras del Padre Pío: “Si el pobre mundo pudiera ver la belleza del alma sin pecado, todos los pecadores, todos los incrédulos se convertirían al instante. “ Esta coronilla que rezaremos, era recitada diariamente por el Padre Pío por todos aquellos que se encomendaban a sus oraciones. CORONITA AL SAGRADO CORAZON DE JESUS I.- ¡Oh Jesús mío!, que dijiste: “En verdad os digo, pedid y obtendréis, buscad y encontraréis, llamad y os abrirán!. He ahí que, confiando en tu Palabra divina, yo llamo, yo busco, yo pido la gracia…… Padre Pío ruega al Señor en nombre de Jesucristo Padre Nuestro, Avemaría y Gloria. Sagrado Corazón de Jesús, en Vos confío. II.- ¡Oh Jesús mío!, que dijiste: ” En verdad os digo, pasarán los cielos y la tierra pero mis palabras jamás!” He ahí que basándome en la infalibilidad de tus santas palabras yo pido la gracia…… Padre Nuestro, Avemaría y Gloria. Sagrado Corazón de Jesús, en Vos confío. III.- ¡Oh Jesús mío!, que dijiste: “En verdad os digo, todo aquello que pediréis a mi Padre en mi Nombre, El os lo concederá”. He ahí que al eterno Padre en tu Nombre yo pido la gracia……. Padre Nuestro, Avemaría y Gloria. Sagrado Corazón de Jesús, en Vos confío. ¡Oh Sagrado Corazón de Jesús, el cual es imposible no sentir compasión por los infelices, ten piedad de nosotros, pobres pecadores, y concédenos las gracias que pedimos en nombre del Inmaculado Corazón de María, nuestra tierna Madre. San José, padre adoptivo del Sagrado Corazón de Jesús, ruega por nosotros. Dios te salve, Reina y Madre… 3 Responses » Novena al Santo Padre Pío – la obediencia Lunes, sep 20 2010 Así rezaba el Padre Pío and doctrina and Fotos and Grupos de Oración pietrelcina 4:13 pm 6º DÍA – 20/9 LA OBEDIENCIA: a través de la virtud de la obediencia se logra realizar lo que nuestros superiores nos piden sin cuestionar las posibles consecuencias y motivos de la orden que se nos da. Quien obedece se limita a actuar según lo pedido. En la vida religiosa se dice que “quien obedece no se equivoca” y así actuó nuestro santo a lo largo de toda su vida, aún cuando las órdenes que le dieron eran evidentemente injustas, como suspenderlo e impedirle confesar o celebrar la Santa Misa públicamente. Es uno de los votos realizados por el Santo Padre Pío al ingresar a la vida religiosa, que con la ayuda de Dios, pudo cumplir fielmente junto a la pobreza y la castidad, representados visiblemente en los tres nudos de su lazo alrededor de la cintura. Decía nuestro Santo: Es mediante una sumisión completa y ciega que os sentiréis guiado en medio de las sombras, las perplejidades y las luchas de la vida. “El hombre obediente cantará victoria”, nos dice la Escritura. Si Jesús se manifiesta a vosotros, dadle también las gracias; si se oculta a vuestra vista, dadle también las gracias. Todo esto compone el yugo del amor. Vivió la santa obediencia de modo exquisito, incluso en la enfermedad o en el dolor provocado por los continuos ataques y tentaciones del Maligno. Oración: Obedientísimo Santo Padre Pío de Pietrelcina. Tú, que has querido tanto a los enfermos; más que a ti mismo porque en ellos viste a Jesús. Tú, que en el nombre de Dios has obrado Milagros de sanación en el cuerpo, en el alma, y en la mente, en el presente, en el pasado y en el futuro de las personas; devolviendo esperanza de vida y renovación del espíritu, y en la integridad total de las personas. Ruega a Dios para que todos los enfermos; por intercesión de María Santísima, puedan experimentar tu potente ayuda y a través de la sanación de su cuerpo encontrar beneficios espirituales y agradecer para siempre a Dios. Palabras del Padre Pío:”Si yo sé que una persona está afligida, sea en el alma o en el cuerpo, suplicaría a Dios para verla libre de sus males. De buena gana yo tomaría todos sus sufrimientos para verla salvada y cedería los frutos de tales sufrimientos en su favor”. Esta coronilla que rezaremos, era recitada diariamente por el Padre Pío por todos aquellos que se encomendaban a sus oraciones. CORONITA AL SAGRADO CORAZON DE JESUS I.- ¡Oh Jesús mío!, que dijiste: “En verdad os digo, pedid y obtendréis, buscad y encontraréis, llamad y os abrirán!. He ahí que, confiando en tu Palabra divina, yo llamo, yo busco, yo pido la gracia…… Padre Pío ruega al Señor en nombre de Jesucristo Padre Nuestro, Avemaría y Gloria. Sagrado Corazón de Jesús, en Vos confío. II.- ¡Oh Jesús mío!, que dijiste: ” En verdad os digo, pasarán los cielos y la tierra pero mis palabras jamás!” He ahí que basándome en la infalibilidad de tus santas palabras yo pido la gracia…… Padre Nuestro, Avemaría y Gloria. Sagrado Corazón de Jesús, en Vos confío. III.- ¡Oh Jesús mío!, que dijiste: “En verdad os digo, todo aquello que pediréis a mi Padre en mi Nombre, El os lo concederá”. He ahí que al eterno Padre en tu Nombre yo pido la gracia……. Padre Nuestro, Avemaría y Gloria. Sagrado Corazón de Jesús, en Vos confío. ¡Oh Sagrado Corazón de Jesús, el cual es imposible no sentir compasión por los infelices, ten piedad de nosotros, pobres pecadores, y concédenos las gracias que pedimos en nombre del Inmaculado Corazón de María, nuestra tierna Madre. San José, padre adoptivo del Sagrado Corazón de Jesús, ruega por nosotros. Dios te salve, Reina y Madre… Leave a Response » Novena al Santo Padre Pío – la Prudencia Lunes, sep 20 2010 Así rezaba el Padre Pío and Fotos and Grupos de Oración and hijos espirituales pietrelcina 1:50 am 5º DÍA – 19/9 LA PRUDENCIA: La prudencia es una de las cuatro virtudes cardinales, que consiste en discernir y distinguir lo que es bueno o malo, para seguirlo o huir de ello. La prudencia es sinónimo de cautela, de moderación. Es el motor del buen cristiano. Quien la ejerce sabe acallar su lengua, sus malos pensamientos y evitar las malas obras. El santo Padre Pío fue una escuela viva de prudencia, de sensatez y de amor. Decía nuestro Santo sobre la prudencia: La prudencia tiene ojos. El amor piernas. El amor, que tiene piernas, querría correr hacia Dios, pero su impulso es ciego, y uno tropezaría, de no estar dirigido por los ojos de la prudencia… Oración: Prudentísimo Santo Padre Pío de Pietrelcina. Tú que tanto amas y nos enseñasteis a amar a las Almas del Purgatorio; por las que te has ofrecido como víctima que expió sus penas. Ruega a Dios Nuestro Señor, para que ponga en nuestros corazones sentimientos de compasión y amor por estas almas. También nosotros ayudaremos a las Almas del Purgatorio y reduciremos sus tiempos de destierro y de gran aflicción. Ganaremos para Ellas, con sacrificios y oración, el descanso eterno de sus almas; y las santas Indulgencias necesarias para sacarlas del lugar del sufrimiento. Palabras del Padre Pío: “Oh Señor, Padre Jesucristo; te suplico viertas sobre mí, todos los castigos que son para los pecadores y las ánimas benditas del purgatorio; multiplica sobre mí los sufrimientos, con que conviertes y salvas a los pecadores, y líbralos pronto del tormento del purgatorio”. Esta coronilla que rezaremos, era recitada diariamente por el Padre Pío por todos aquellos que se encomendaban a sus oraciones. CORONITA AL SAGRADO CORAZON DE JESUS I.- ¡Oh Jesús mío!, que dijiste: “En verdad os digo, pedid y obtendréis, buscad y encontraréis, llamad y os abrirán!. He ahí que, confiando en tu Palabra divina, yo llamo, yo busco, yo pido la gracia…… Padre Pío ruega al Señor en nombre de Jesucristo Padre Nuestro, Avemaría y Gloria. Sagrado Corazón de Jesús, en Vos confío. II.- ¡Oh Jesús mío!, que dijiste: ” En verdad os digo, pasarán los cielos y la tierra pero mis palabras jamás!” He ahí que basándome en la infalibilidad de tus santas palabras yo pido la gracia…… Padre Nuestro, Avemaría y Gloria. Sagrado Corazón de Jesús, en Vos confío. III.- ¡Oh Jesús mío!, que dijiste: “En verdad os digo, todo aquello que pediréis a mi Padre en mi Nombre, El os lo concederá”. He ahí que al eterno Padre en tu Nombre yo pido la gracia……. Padre Nuestro, Avemaría y Gloria. Sagrado Corazón de Jesús, en Vos confío. ¡Oh Sagrado Corazón de Jesús, el cual es imposible no sentir compasión por los infelices, ten piedad de nosotros, pobres pecadores, y concédenos las gracias que pedimos en nombre del Inmaculado Corazón de María, nuestra tierna Madre. San José, padre adoptivo del Sagrado Corazón de Jesús, ruega por nosotros. Dios te salve, Reina y Madre… 3 Responses » Novena al Santo Padre Pío – la castidad Lunes, sep 20 2010 Así rezaba el Padre Pío and doctrina and Fotos and Grupos de Oración and hijos espirituales pietrelcina 1:48 am 4º DÍA – 18/9 LA CASTIDAD: La castidad es la virtud por la cual se conserva la pureza de mente y cuerpo necesarias para poder cultivar un alma limpia, como la de un niño pequeño. Es uno de los votos realizados por el Santo Padre Pío al ingresar a la vida religiosa, que con la ayuda de Dios, pudo cumplir fielmente junto a la pobreza y la obediencia, representados visiblemente en los tres nudos de su lazo alrededor de la cintura. Esta es, además, una virtud angélica. Oración: Castísimo Santo Padre Pío de Pietrelcina; que tanto amaste y nos enseñasteis a amar al Santo Ángel de la Guarda; el que te sirvió de compañía, de guía, de defensor y de mensajero. A ti las Figuras Angélicas llevaron los ruegos de tus hijos espirituales. Intercede cerca de Dios para que también nosotros aprendamos a hablar con nuestro Ángel de la Guarda, para que en todo momento sepamos obedecerle, pues es la luz viva de Dios que nos evita la desgracia de caer en pecado. Nuestro Ángel siempre está listo a señalarnos el camino del bien y a disuadirnos de hacer el mal. Palabras del Padre Pío: “Invoca a tu Ángel de la Guarda, que te iluminará y te conducirá. Dios te lo ha dado por este motivo. Por tanto válete de él”. Esta coronilla que rezaremos, era recitada diariamente por el Padre Pío por todos aquellos que se encomendaban a sus oraciones. CORONITA AL SAGRADO CORAZON DE JESUS I.- ¡Oh Jesús mío!, que dijiste: “En verdad os digo, pedid y obtendréis, buscad y encontraréis, llamad y os abrirán!. He ahí que, confiando en tu Palabra divina, yo llamo, yo busco, yo pido la gracia…… Padre Pío ruega al Señor en nombre de Jesucristo Padre Nuestro, Avemaría y Gloria. Sagrado Corazón de Jesús, en Vos confío. II.- ¡Oh Jesús mío!, que dijiste: ” En verdad os digo, pasarán los cielos y la tierra pero mis palabras jamás!” He ahí que basándome en la infalibilidad de tus santas palabras yo pido la gracia…… Padre Nuestro, Avemaría y Gloria. Sagrado Corazón de Jesús, en Vos confío. III.- ¡Oh Jesús mío!, que dijiste: “En verdad os digo, todo aquello que pediréis a mi Padre en mi Nombre, El os lo concederá”. He ahí que al eterno Padre en tu Nombre yo pido la gracia……. Padre Nuestro, Avemaría y Gloria. Sagrado Corazón de Jesús, en Vos confío. ¡Oh Sagrado Corazón de Jesús, el cual es imposible no sentir compasión por los infelices, ten piedad de nosotros, pobres pecadores, y concédenos las gracias que pedimos en nombre del Inmaculado Corazón de María, nuestra tierna Madre. San José, padre adoptivo del Sagrado Corazón de Jesús, ruega por nosotros. Dios te salve, Reina y Madre… 2 Responses » Novena al Santo Padre Pío – las virtudes Viernes, sep 17 2010 Así rezaba el Padre Pío and doctrina and Fotos and Grupos de Oración and hijos espirituales pietrelcina 3:14 pm Continuamos rezando la Novena al Santo Padre Pío de Pietrelcina en preparación para su fiesta el próximo 23 de septiembre. Paz y Bien 3º DÍA – 17/9 LAS VIRTUDES: Para crecer como personas necesitamos, al igual que un atleta, ejercitarnos todos los días en aquello que nos perfecciona. No basta querer ser responsables, por ejemplo. Es necesario todos los días hacer ejercicios de responsabilidad, hasta que lo logremos. El fruto será llegar a serlo realmente: ser responsable. De la misma manera, si queremos ser justos, sinceros, ordenados, es necesario que lo practiquemos con esfuerzo y dedicación todos los días, hasta que formemos el hábito, es decir, la costumbre. Ese hábito que desarrollamos, que nos hacer ser mejores personas, se llama VIRTUD. Según el catecismo de la Iglesia Católica las virtudes humanas “son perfecciones habituales y estables del entendimiento y de la voluntad, que regulan nuestros actos, ordenan nuestras pasiones y guían nuestra conducta en conformidad con la razón y la fe. Adquiridas y fortalecidas por medio de actos moralmente buenos y reiterados, son purificadas y elevadas por la gracia divina.” (#1804-1810-1811-1834, 1839) El Santo Padre Pío amó y veneró a la Santísima Virgen María toda su vida. Vio en Ella todas las virtudes posibles y fue su permanente modelo. Ella es grande por su santidad porque supo imitar las virtudes de Jesucristo. También a la Santísima Virgen le costó mucho, pero lo hizo por amor a su hijo y por amor a nosotros. Oración: Virtuosísimo Santo Padre Pío de Pietrelcina, tú que has querido muchísimo a Nuestra Señora; y que cada día te concedió gracias y consuelos solamente por ELLA alcanzables. A la Virgen Santa, te suplicamos ruegues y pongas en Sus manos nuestros pecados y nuestras frías oraciones, para que como en Caná de Galilea, el Hijo le conceda a la Madre; y ya nuestro nombre será escrito en el Libro de la Vida. Palabras del Padre Pío: “María sea la estrella que os alumbre el camino, os enseñe la calle segura para ir al Padre Celestial; Ella sea el asidero firme que tengáis, para que os conservéis cada vez más unidos estrechamente en el tiempo de la prueba”. Esta coronilla que rezaremos, era recitada diariamente por el Padre Pío por todos aquellos que se encomendaban a sus oraciones. CORONITA AL SAGRADO CORAZON DE JESUS I.- ¡Oh Jesús mío!, que dijiste: “En verdad os digo, pedid y obtendréis, buscad y encontraréis, llamad y os abrirán!. He ahí que, confiando en tu Palabra divina, yo llamo, yo busco, yo pido la gracia…… Padre Pío ruega al Señor en nombre de Jesucristo Padre Nuestro, Avemaría y Gloria. Sagrado Corazón de Jesús, en Vos confío. II.- ¡Oh Jesús mío!, que dijiste: ” En verdad os digo, pasarán los cielos y la tierra pero mis palabras jamás!” He ahí que basándome en la infalibilidad de tus santas palabras yo pido la gracia…… Padre Nuestro, Avemaría y Gloria. Sagrado Corazón de Jesús, en Vos confío. III.- ¡Oh Jesús mío!, que dijiste: “En verdad os digo, todo aquello que pediréis a mi Padre en mi Nombre, El os lo concederá”. He ahí que al eterno Padre en tu Nombre yo pido la gracia……. Padre Nuestro, Avemaría y Gloria. Sagrado Corazón de Jesús, en Vos confío. ¡Oh Sagrado Corazón de Jesús, el cual es imposible no sentir compasión por los infelices, ten piedad de nosotros, pobres pecadores, y concédenos las gracias que pedimos en nombre del Inmaculado Corazón de María, nuestra tierna Madre. San José, padre adoptivo del Sagrado Corazón de Jesús, ruega por nosotros. Dios te salve, Reina y Madre… Leave a Response » Novena al Santo Padre Pío – la santidad Jueves, sep 16 2010 Así rezaba el Padre Pío and Fotos and Grupos de Oración pietrelcina 10:37 pm Continuamos rezando la Novena al Santo Padre Pío de Pietrelcina en preparación para su fiesta el próximo 23 de septiembre. Paz y Bien 2º DÍA – 16/9 Meditación sobre la Santidad: la santidad es un llamado para todos los seres humanos. Por el solo hecho de haber nacido y ser hijos de Dios, creados a su Imagen y Semejanza, tenemos la invitación amorosa a imitarlo. Es imposible que Dios inspire deseos irrealizables, decía Santa Teresita, por lo que desde nuestra pequeñez y poquedad, podemos ser santos, si lo deseamos ardientemente y trabajamos lo suficiente para lograrlo. A este llamado obedeció con su SÍ pleno el Santo Padre Pío y nos invita a todos sus hijos espirituales a responder como él, para poder entrar al Paraíso y vivir eternamente en la presencia de Dios. Oración: Santísimo Santo Padre Pío de Pietrelcina, tú que te encuentras cerca de nuestro amadísimo Padre Dios Jesucristo, y has tenido la santidad y resistencia en las tentaciones del Maligno. Tú que has sido golpeado por los demonios del infierno que quisieron convencerte a abandonar tu camino de santidad. Ruega a Dios por nosotros, para que con tu ayuda y con la de Nuestro Señor, encontremos la fortaleza espiritual para renunciar al pecado y para conservar la fe hasta el día de nuestra muerte. Palabras del Padre Pío: “Ánimo y no temas la ira de Lucifer. Recordad siempre: que es una buen señal cuando el enemigo se agita y ruge alrededor vuestro, ya que esto demuestra que él no está dentro de ti”. PARA REZAR TODOS LOS DÍAS Esta coronilla que rezaremos, era recitada diariamente por el Padre Pío por todos aquellos que se encomendaban a sus oraciones. CORONITA AL SAGRADO CORAZON DE JESUSI.- ¡Oh Jesús mío!, que dijiste: “En verdad os digo, pedid y obtendréis, buscad y encontraréis, llamad y os abrirán!. He ahí que, confiando en tu Palabra divina, yo llamo, yo busco, yo pido la gracia…… Padre Pío ruega al Señor en nombre de JesucristoPadre Nuestro, Avemaría y Gloria. Sagrado Corazón de Jesús, en Vos confío. II.- ¡Oh Jesús mío!, que dijiste: ” En verdad os digo, pasarán los cielos y la tierra pero mis palabras jamás!” He ahí que basándome en la infalibilidad de tus santas palabras yo pido la gracia…… Padre Nuestro, Avemaría y Gloria. Sagrado Corazón de Jesús, en Vos confío. III.- ¡Oh Jesús mío!, que dijiste: “En verdad os digo, todo aquello que pediréis a mi Padre en mi Nombre, El os lo concederá”. He ahí que al eterno Padre en tu Nombre yo pido la gracia……. Padre Nuestro, Avemaría y Gloria. Sagrado Corazón de Jesús, en Vos confío. ¡Oh Sagrado Corazón de Jesús, el cual es imposible no sentir compasión por los infelices, ten piedad de nosotros, pobres pecadores, y concédenos las gracias que pedimos en nombre del Inmaculado Corazón de María, nuestra tierna Madre. San José, padre adoptivo del Sagrado Corazón de Jesús, ruega por nosotros. Dios te salve, Reina y Madre… 4 Responses » Novena al Santo Padre Pío – el amor Miércoles, sep 15 2010 Así rezaba el Padre Pío and Fotos and Grupos de Oración and hijos espirituales pietrelcina 7:25 pm Hoy comenzamos la Novena al Santo Padre Pío de Pietrelcina en preparación para su fiesta el próximo 23 de septiembre. Paz y Bien 1º DÍA – 15/9 Meditación sobre el amor: lo que llevó a Nuestro Señor Jesucristo a ofrecerse a sí mismo por el perdón de nuestros pecados. Es el amor el que nos debe también conducir a nosotros a agradecerle eternamente por tanto sufrimiento inmerecido. El Santo Padre Pío comprendió este Amor y quiso ser, humildemente, otro Cristo para en estos tiempos, aplacar la Ira divina. Así el Padre le “regala” el sufrimiento del mismo Jesucristo para expiar en el dolor las faltas de tantos pecadores. Padre Pío responde con amor a este “regalo” haciendo vivas las palabras de San Agustín cuando dice: “Vamos hacia Dios no caminando, sino amando.” Pese a sus padecimientos durante 40 años de tener estigmas sangrantes no deja de trabajar y servir a sus hijos espirituales y sus hermanos con el más puro amor cristiano. Nos dijo nuestro Santo: No lo olvidéis: el eje de la perfección es el amor. Quien está centrado en el amor, vive en Dios, porque Dios es Amor, como lo dice el Apóstol. Oración: Amadísimo Santo Padre Pío de Pietrelcina, tú que has llevado sobre tu cuerpo los estigmas de Nuestro Dios Jesucristo. Tú que también has llevado la Cruz por todos nosotros, soportando los sufrimientos físicos y morales que te flagelaron continuamente el alma y el cuerpo, en un doloroso martirio. Te rogamos, intercedas ante Dios Todopoderoso para que cada uno de nosotros sepa aceptar las pequeñas y grandes Cruces de la vida, transformando cada individual sufrimiento en un seguro vínculo que nos ata a la Vida Eterna. Palabras del Padre Pío: “Conviene acostumbrarse a los sufrimientos que Jesús os manda. Jesús que no puede soportar veros sufrir, vendrá a solicitaros y a confortaros, infundiendo nuevo ánimo en vuestro espíritu” Esta coronilla que rezaremos, era recitada diariamente por el Padre Pío por todos aquellos que se encomendaban a sus oraciones. CORONITA AL SAGRADO CORAZON DE JESUS I.- ¡Oh Jesús mío!, que dijiste: “En verdad os digo, pedid y obtendréis, buscad y encontraréis, llamad y os abrirán!. He ahí que, confiando en tu Palabra divina, yo llamo, yo busco, yo pido la gracia…… Padre Pío ruega al Señor en nombre de Jesucristo Padre Nuestro, Avemaría y Gloria. Sagrado Corazón de Jesús, en Vos confío. II.- ¡Oh Jesús mío!, que dijiste: ” En verdad os digo, pasarán los cielos y la tierra pero mis palabras jamás!” He ahí que basándome en la infalibilidad de tus santas palabras yo pido la gracia…… Padre Nuestro, Avemaría y Gloria. Sagrado Corazón de Jesús, en Vos confío. III.- ¡Oh Jesús mío!, que dijiste: “En verdad os digo, todo aquello que pediréis a mi Padre en mi Nombre, El os lo concederá”. He ahí que al eterno Padre en tu Nombre yo pido la gracia……. Padre Nuestro, Avemaría y Gloria. Sagrado Corazón de Jesús, en Vos confío. ¡Oh Sagrado Corazón de Jesús, el cual es imposible no sentir compasión por los infelices, ten piedad de nosotros, pobres pecadores, y concédenos las gracias que pedimos en nombre del Inmaculado Corazón de María, nuestra tierna Madre. San José, padre adoptivo del Sagrado Corazón de Jesús, ruega por nosotros. Dios te salve, Reina y Madre… 2 Responses » Oración por los niños Jueves, ago 19 2010 Fotos and Grupos de Oración pietrelcina 4:45 pm Oración por los Niños Buen Dios, por intercesión de San Pío de Pietrelcina, que tanto te amó y siempre en ti confió, hasta que consiguió vivir como un niño pequeño abandonado en brazos de su padre, te suplicamos por los niños, por quienes él siempre mostró predilección. Te confiamos a los niños ricos, que tienen abundancia en bienes materiales, pero que a veces carecen del afecto de sus padres. Te encomendamos a los niños más pobres a quienes nuestra sociedad de consumo ha quitado todas las posibilidades de progreso. Te imploramos por los niños sanos, para que no se crea inmortales, ni sean soberbios. Te suplicamos por niños enfermos, para que no desesperen ni caigan en la depresión. Te rogamos por los niños sin hogar, por los que sufren hambre, por los que viven en países en guerra, por los desamparados, por los que han caído en las garras de la droga, por los que son esclavos o viven como si lo fueran, por los chicos de la calle y los encarcelados . Finalmente, Padre bueno y misericordioso, queremos pedirte por quienes no te conocen, ni han oído hablar de tu Hijo: Que como el Padre Pío, muchos se compadezcan de ellos y consagren su vida a servirlos. Amén 6 Responses » UNA SUPERSTICIÓN QUE INVOLUCRA AL PADRE PÍO ¡CUIDADO! Jueves, ago 19 2010 doctrina pietrelcina 4:37 pm UNA SUPERSTICIÓN QUE INVOLUCRA AL PADRE PÍO ¡CUIDADO! EL FALSO PAN BENDITO DEL PADRE PÍO Lea esto para que su fe no se debilite Queridos hermanos: Recientemente recibí este comunicado que he sabido que circula tanto por Internet como por las casas, pasándose de persona a persona. Les escribo, por si llega a sus manos, para que tengan ustedes una explicación, y que este comunicado sirva para aclarar y fortalecer su fe en el Señor y no dejarnos engañar por estos escritos que solo buscan socavar nuestra fe, ya que este tipo de cadenas solo perjudican la fe de nuestro pueblo cristiano, llevándolo a creer en prácticas supersticiosas. Debemos de tener siempre en cuenta que los autores de estas cadenas inventan toda clase de mentiras y amenazas para hacer que circulen sus mensajes. Es una obra del demonio, que siempre busca confundir a los hijos de Dios y llevarlos al camino de la superstición, para de ahí debilitar su fe. El camino del cristiano está claramente indicado en la Sagrada Escritura, en el magisterio de nuestra Iglesia y no en este tipo de mensajes y prácticas supersticiosas. A continuación hago un pequeño comentario del mensaje para que vean con claridad la falsedad e incongruencia de este y no dejemos que más hermanos se vean atrapados en estas artimañas. He puesto en cursiva, azul y entre “comillas” (« ») el mensaje original. « EL PAN BENDITO DEL PADRE PIO » Para empezar, no hay pan que pueda en sí mismo estar bendito. Para que algo esté bendito tiene que ser bendecido por un ministro de la Iglesia (Obispo, Sacerdote, Diácono) y solo ese objeto queda bendito. No se pude dar la bendición por contacto (ponerlo junto a…), ni por ampliación (creencia en cuanto a que si se agrega agua bendita en el agua sin bendecir, ésta también queda bendita, esto es falso). Por otro lado, hasta donde sabemos el Padre Pío (San Pío de Pietrelcina) no hizo jamás pan, ni creó una receta “mágica” para que el pueblo de Dios recibiera bendiciones a través de esto. Si lo hubiera hecho, ciertamente no seria santo, sino un brujo. « Este pan es llamado Hermin, es el pan del Padre Pío y viene del Vaticano. Trae bendiciones abundancia y prosperidad a cada familia que lo reparta a otra familia buena. En el día 10 usted deberá dar este pan a otra persona » Esto de nuevo parece una fórmula mágica, con bendiciones especiales. Cualquier persona instruida sabría que el Padre Pío no vivió jamás en el Vaticano sino en San Giovanni Rotondo, donde murió en su convento. Además, no sabemos qué significa eso de “Hermin”. Quienes hacen estos mensajes buscan poner nombres extraños que más bien parecen estar ligados con ritos mágicos o al menos supersticiosos. « RECUERDA, NO DEBES RECHAZAR ESTE PAN UNA VEZ QUE SE TE DÉ » Ésta es la típica amenaza de las cadenas… ¿qué pasaría si no lo hago? ¿Dios me va a castigar, va a mostrar su cólera contra mí por haber rechazado un pan? Hermanos: Dios NO castiga como merecemos por rechazar el Pan Eucarístico y la palabra de su hijo Jesucristo y, ¿nos va a castigar por no pasarle a otra persona un pan o por no recibirlo en nuestras casas? Por supuesto que no. Sin embargo, las amenazas es lo que le da fuerza a la cadena para que pueda circular. Ahora viene la formula MÁGICA que, la verdad, podría haber sido otra, un poco más interesante: «Cuando recibas la masa del pan, ponla en un recipiente de vidrio y cúbrela con papel transparente o con papel encerado, déjalo en un sitio de la casa a temperatura ambiente» **NUNCA PONGAS LA MASA EN LA NEVERA** «En el día 1 y 2: No toques la masa, el pan se esta adaptando a tu casa, absorber sus alrededores y tomar su atmósfera, esto es lo que hace la masa de familia en familia » Esto de no tocar la masa pues “se está adaptando a tu casa” tiene todos los principios del New Age. Estas son conocidas prácticas Esotéricas, prohibidas por la Iglesia. «En el día 3 y 4: Mezclar bien la masa con una cuchara de madera una vez al día. En el día 5: Agregue a la masa 1 taza de leche, 2 tazas de harina y 1 taza de azúcar y mezclar bien con una cuchara de madera. En el día 6, 7, 8 y 9: Mezclar la masa con una cuchara de madera una vez al día » El tema de la cuchara de madera, de nuevo pone en evidencia el carácter esotérico de la “receta”. « En el día 10: Agregue a la masa, 1 taza de leche, 2 tazas de harina y 1 taza de azúcar. Mezcle todo con una cuchara de madera. Cuando esté bien mezclado divida la masa en 4 porciones iguales, quédese con una porción y distribuya las restantes a 3 familias buenas que usted considere que harán el pan. » Para que la cadena funcione siempre es importante buscar personas ignorantes que puedan continuar con la cadena. De lo contrario se detendrá y no tendrá el efecto nocivo que está buscando el demonio. Esto, porque una vez que la familia lo haga estará ya en las garras de la superstición… y poco a poco irá destruyendo su fe con otras prácticas que seguramente llegarán o buscarán. «A su porción usted deberá agregarle 1/4 de taza de azúcar, 3 huevos, 1/4 de taza de aceite vegetal y 2 cucharaditas de polvo para hornear y la leche necesaria para que la pasta quede a punto de cordón. Mezcle bien con la cuchara de madera. Precaliente el horno a 170 grados C. (325grados F.). Engrase un molde de 9 X 13 y coloque la masa en el horno por espacio de 35 a 40 minutos. Después se puede comer el pan. ****RECUERDE USTED SOLAMENTE DEBE HACER EL PAN DE HERMIN UNA VEZ EN LA VIDA****LA DIVINA PROVIDENCIA SE EXPANDE PARA QUE NUNCA NOS FALTE: CASA, VESTIDO Y SUSTENTO » Resulta que ya no es el “pan del Padre Pío” sino de HERMIN… como vez, querido hermano, esto es una clara burla y una trampa para la fe. Más que un pan de bendición, esta parte final nos inspira a pensar en una serie de maldiciones que ocurrirán si lo repetimos. Más trampas para los ingenuos y faltos de fe en Jesucristo. Solo bastaría recordar las palabras del Apóstol Pablo: ¿Quién nos apartará del amor de Cristo Jesús? (te invito a leer Romanos 8, 31-39). Es necesario que regresemos a la Sagrada Escritura y que dejemos que nuestra vida sea dirigida por ella y no por todos los escritos y prácticas esotéricas (como ésta) ni por todas las supersticiones que circulan por Internet o en escritos como éstos. Que Dios nuestro Señor te dé siempre la sabiduría y la luz para no caer en estas trampas del poder de las Tinieblas. Camina siempre en la luz de Cristo y serás plenamente feliz. Amados hermanos, los invito a comer del Pan verdadero: “Yo soy el pan de vida. El que viene a mí nunca tendrá hambre; el que cree en mí nunca tendrá sed”. Juan 6, 35 Como María, todo por Jesús y para Jesús. P. Ernesto María Caro 5 Responses » La voz y fotos del Padre Pío Domingo, jul 25 2010 Así rezaba el Padre Pío and Biografía and Fotos pietrelcina 5:34 pm http://www.youtube.com/watch?v=xDCFxUQr0EU 8 Responses » UNO DE LOS MILAGROS MAS FAMOSOS: LA NIÑA SIN PUPILAS QUE PUEDE VER Viernes, jun 25 2010 Biografía and hijos espirituales milagros pietrelcina 6:20 pm Uno de los casos más extraordinarios de curación del Padre Pío es el de Anna María Gemma Di Giorgio. Diversos oftalmólogos han examinado a Anna María, los diagnósticos son los mismos: carece de pupilas y sus ojos tienen opacidades grises y blancas; así nació y sus ojos siguen iguales al examen físico hasta la fecha. En el lenguaje médico esta condición física significa que ella es y ha sido ciega, con esos ojos es imposible que vea. ¿Cómo ve entonces? Anna María nació ciega y creció con esta limitación hasta que tuvo siete años. Su ceguera total nunca le había permitido ver ni el menor atisbo de luz. La abuela de la niña decidió escribir al Padre Pío, que le contestó diciendo, “te aseguro que rezaré por la pequeña niña, pidiendo para ella lo que más le convenga”. Poco después la abuelita se fue con la nieta a ver al Padre Pío, en el camino la niña comenzó a decir, “abuela, veo una barca en el mar”, ¡y en el mar había una barca! Esto duró solo unos momentos. Al llegar donde estaba el Padre Pío, éste le tocó los ojos y trazó sobre ellos la Señal de la Cruz… y desde entonces recuperó la vista de forma permanentemente, hasta ahora. Se trata de un hecho inexplicable para la ciencia. Para los católicos es una curación milagrosa (ocurrida cerca de 1948, en vida del Padre Pío). Lo ocurrido no consistió en la restitución del tejido o de la parte de los ojos de la que carecía la beneficiaria, sino que le proporcionó un mecanismo por medio del cual las ondas de lo que ve llegan a la segunda parte del ojo sin ser procesadas por la primera parte porque ésta sigue siendo inexistente (las pupilas). Por eso, todas las veces en que ha sido examinada por los médicos, a éstos no les ha quedado más remedio que concluir: “El mecanismo por el cual ella ve, desafía las leyes naturales y la ciencia es incapaz de explicarlo”. Para tener una idea exacta, equivale a una cámara fotográfica o filmadora sin lente de entrada o con el lente tapado o cerrado. La imagen no existiría, habría un negro total porque la luz no pasaría a la cámara para generar una imagen. No obstante, si en estas condiciones en la cámara se genera una imagen clara, sería algo que pondría de cabeza a todos los expertos en óptica. ¿Cómo se generaría la imagen? Eso es lo que sucede con Anna María. Ella aún vive y da testimonio de este milagro sucedido hace 60 años: 14 Responses » Unido al Hijo por medio de la Madre Sábado, may 29 2010 Así rezaba el Padre Pío and Biografía and Fotos pietrelcina 1:07 pm por Alejandro de Ripabottoni, o.f.m.cap. El padre Pío murió estrechando entre sus manos la corona del rosario; no podía ser de otra manera porque la imagen del padre Pío vivo era inseparable de la corona del rosario: ésta formaba parte, por así decirlo, de su misma estructura física. El rezo del rosario a la Virgen era como el tejido que unía los espacios que había vacíos entre confesar, decir misa, la vida de comunidad y las visitas. Podía parecer como algo mecánico para un observador extraño, pero era sólo el signo visible de una realidad mucho más profunda y maravillosa. Esta realidad no era sino el amor filial, expresado en el epistolario y en el modo de hablar, con una sinfonía de apelativos bellísimos: «querida madrecita», «bella madrecita», «bella Virgen María», «bendita madre», «tierna madre», «queridísima madre», «celestial madrecita», «pobre madrecita». Es en el fondo una ternura teológica ya que María es para el padre Pío el «camino que lleva a la vida», la «vía para llegar a feliz término». Camino y vía que le llevan a combatir por la salvación: «Protegido y conducido por tan tierna madre lucharé hasta que Dios quiera, con la seguridad y confianza puestas en esta madre». Por eso, el rosario es un arma en sus manos. Camino y vía que llevan al misterio de la cruz: «La Virgen dolorosa nos alcance de su santísimo Hijo el adentrarnos cada vez más en el misterio de la cruz hasta embriagarnos con ella en los padecimientos de Jesús»; camino y vía que nos conducen al amor a la cruz: «La santísima Virgen nos alcance el amor a la cruz, a los sufrimientos, a los dolores: ella que fue la primera en poner en práctica el evangelio en toda su perfección, en toda su rigurosidad, incluso antes de que se publicara». Es esta «querida madre» la que le da conciencia de su misión en el mundo: «Salgamos con ella junto a Jesús fuera de Jerusalén, símbolo y figura… del mundo que rechaza y reniega de Jesucristo»; es ella la que le acompaña en el sacrificio. «Pobre madrecita, qué bien me quiere. Lo he constatado hermosamente de nuevo al comenzar este bello mes. Con qué cuidado me ha acompañado en el altar esta mañana». De este modo el padre Pío puede expresar así en síntesis su devoción mariana: «Me siento estrechamente ligado al hijo por medio de esta madre sin ver siquiera las cadenas que tan fuertemente me religan». Leave a Response » LA DEVOCIÓN DEL PADRE PÍO A LA VIRGEN Jueves, may 20 2010 Así rezaba el Padre Pío and Biografía and Fotos pietrelcina 1:48 am El Padre Tiberio Munari nos explica la Espiritualidad mariana de Padre Pío, en su libro, con las siguientes palabras: La devoción de su infancia Un verdadero retrato de Padre Pío estaría incompleto si no se diera el debido realce a su devoción mariana. Cuando niño, Francisco entraba en la iglesia de Pietrelcina a saludar a la Virgen de la “Libera”. En 1901, cuando tenía 14 años, fue a visitar el santuario de nuestra Señora del Rosario de Pompeya, con otros 7 compañeros de escuela y acompañados por el maestro Don Ángel. El 6 de mayo de 1913 escribe al P. Agustín, su director espiritual: “Esta Madre tan tierna, en su gran misericordia, sabiduría y bondad ha querido verter en mi corazón tantas y tales gracias que, cuando me hallo en su presencia y en la de Jesús, me siento estrechamente unido y ligado al Hijo por medio de esta Madre!”. El Mes de mayo dedicado a María El Padre Pío llamaba el mes de mayo: “el mes de la hermosa mamita”. El 1 de mayo de 1912, él escribía a su padre espiritual: “¡oh el hermoso mes de mayo! El más bonito del año. Si, padre mío ¡este mes nos recuerda muy bien las dulzuras y la belleza de María! Pensando en los muchos beneficios que me ha hecho esta querida Mamita, tengo vergüenza de mí mismo por no haberla amado y servido lo bastante: en cambio, a sus cuidados afectuosos he respuesto con ingratitudes” “El mes de mayo para mí es el mes de las gracias y este año espero recibir dos: que me recoja consigo para no seguir viendo esas caras feas (demonios); la otra, usted la conoce. Quisiera tener una voz poderosa para invitar a todos los pecadores del mundo a amar a la Virgen” Para mostrar su devoción a la Virgen y obtener más fácilmente sus gracias, él le ofrece sus sacrificios. El 21 de julio de 1913, escribe al padre espiritual: “Le pido el permiso de abstenerme de la fruta el miércoles en honor de la Virgen” y el 6 de enero de 1917 le pide el permiso de ayunar dos veces por mes, una vez en honor de la Virgen y la otra en honor de San Antonio. “Su amor a la Virgen era muy grande -cuenta un sacerdote-. Recuerdo que una vez le pedimos a Padre Pío, en la fiesta de la Asunción, un pensamiento sobre la Virgen para ese día. Se le iluminó el rostro y sollozando nos dijo:”Hijos míos amemos a la Virgen. Ella (y aquí se emocionó) es nuestra Madre”. También nosotros nos pusimos a llorar, confundidos y humillados ante a tanto amor”. Un día Cleonice Morcaldi, su hija espiritual, le preguntó a Padre Pío: - Padre, ¿la Virgen viene uno que otro día a su celda? -Mejor di -le contestó Padre Pío- si algún día no viene… -¿Se le aparece como en Lourdes?- siguió preguntando atrevida Cleonice -Eh, si. Allá se apareció ., pero aquí nada. -¡Oh qué paraíso, Padre” Dígame un pensamiento sobre la grandeza de María para que me anime a amarla. -¿No te basta saber que es Madre de Dios?¿Que todos los ángeles y santos no llegan a alabarla dignamente? Dios es el Padre del Verbo, María es la Madre del Verbo, hecho carne. Nada nos concede el Señor si no pasa por las manos de la Reina del Cielo. Si Dios es la fuente de agua viva, María es el acueducto que la lleva a nosotros. Ámala en la tierra y la contemplarás en el cielo. Su arma preferida Su amor a la Virgen se expresaba en particular por el rezo del Santo rosario que llevaba siempre enrollado en la mano o en el brazo, como si fuera un arma siempre empuñada. Una tarde Padre Pío estaba en cama y lo asistía su sobrino Mario. El tío le dijo: -Mario, tráeme el arma. El sobrino buscó por aquí y por allá en la celda, sobre la mesa, en el cajón. -Pero tío, no encuentro ninguna arma. -Mira en el bolsillo de mi hábito. El sobrino hurgó en el amplio bolsillo, y nada. -Tío está sólo la corona del rosario. -Tonto-, ¿no es esa el arma? -”Toma esta arma”, le había dicho una vez en sueño la Virgen. Sus cohermanos llamaban a Padre Pío “El rosario viviente” ¿hay oración mas bella -decía él- que aquella que nos enseñó Ella misma? Recen siempre el rosario”. Y con el rosario en la mano, pronunciando dulcemente los nombres de Jesús y María, entregó su hermosa alma a Dios. Le gustaba al Padre Pío contar ese sueño: “Una noche soñé que estaba asomado a la ventana del coro y veía la plaza llena de gente. Les grité: -¿Qué quieren?-La muerte de Padre Pío-contestaron -Ah, entonces ustedes son comunistas! -les dije yo, y me metí al coro. En aquel momento me viene al encuentro la Virgen y me dice: -No le tengas miedo, aquí estoy yo. Toma esta arma, vuelve a la ventana y úsala. Yo obedecí y todos se cayeron muertos. “En nombre de la Virgen te curarás” Una joven enfermera de Bolonia fue hospitalizada en octubre de 1952 por una forma nefrítica muy grave, necesitando la operación. Una noche le apareció en sueño Padre Pío diciéndole.”En nombre de la Virgen María tus riñones desde este momento, no sangrarán más” y la avisó que volvería. La mañana siguiente los médicos la encontraron clínicamente curada y la dieron de alta. Sin embargo ella dijo que los médicos la habían curado. Se le apreció nuevamente Padre Pío, muy serio, reprochándole su mentira. “Ha sido la Virgen quien vino a curarte, recuérdate y repíteselo a todo el mundo, porque hay muchas jóvenes de tu edad que se están perdiendo, pero cuando sepan lo que te ocurrió, podrán rehabilitarse”. “¿Quién no recuerda -escribe Curci- la oración de la “Visita de María Santísima” que Padre Pío rezaba todas la tardes, delante del Santísimo Sacramento? su corazón latía por Ella, y su alma se enternecía hasta las lágrimas cuando llegaba a aquella palabras “No me desampares mientras no me veas salvo en el cielo, bendiciéndote y cantando tus misericordias por toda la eternidad”. El 1959 llegó a Italia, procedente de Fátima, la estatua de la Virgen Peregrina que visitaba varias ciudades de la Península. El 5 de agosto llegó a San Giovanni Rotondo. Padre Pío estaba enfermo y ni siquiera podía celebrar. El se detuvo por mucho tiempo delante de la sagrada imagen y le puso entre las manos su rosario, gesto que arrancó lágrimas a los presentes. Cuando el helicóptero se levantó de la terraza del hospital, llevándose la Virgen Peregrina, Padre Pío la llamó por su nombre y se quejó amorosamente: -”Madrecita linda, has llegado a Italia y me he enfermado; ahora te vas y me dejas enfermo”. En aquel instante sintió como un escalofrío que le corrió por todo el cuerpo. Gritó: -Estoy curado! La Virgen me ha curado. En efecto, se curó de su pleuresía y nunca se sintió tan sano ni tan fuerte en toda su vida. El mismo afirmó: -La Virgen vino hasta aquí porque quería curarme. Amor concreto y profundo La Virgen introdujo a Padre Pío en el misterio de la cruz. El escribió al Padre Agustín, su director espiritual:”La Virgen dolorosa nos obtenga de su santísimo Hijo que ahondemos cada vez más en el misterio de la cruz y nos embriaguemos con ella en los padecimientos de Jesús. Que nos consiga el amor a la cruz, a sus padecimientos y a sus dolores. Que María, que fue la primera en practicar el Evangelio en toda su perfección, nos obtenga también la ayuda de llegar junto a Ella. Asociémonos siempre a esta querida Madre, salgamos con Ella junto a Jesús fuera de Jerusalén”: La Virgen lo introdujo también en el misterio eucarístico. Escribió “Pobre Madrecita, cuanto me quiere. Lo he contemplado con renovado fervor al comienzo del más hermoso mes. Con qué cariño me ha acompañado hasta el altar esta mañana. Me ha parecido que Ella no tuviese ni siquiera en quien pensar sino sólo en mí, al llenarme el corazón de santos afectos”. Padre Pío no soportaba que se pusiera en duda los privilegios de María. Un día oyendo hablar de ciertos errores que circulaban en algunas escuelas teológicas y revistas, referentes a la virginidad de María y a la interpretación de su Anunciación, él se fue de allí pidiendo al padre superior que le excusara: “Me marcho -dijo- porque me hace mucho mal oír ciertas cosas”. 4 Responses » webcam en directo desde San Giovanni Rotondo Lunes, sep 21 2009 Fotos and Incorrupto pietrelcina 9:27 pm http://www.operapadrepio.it/img2.php?counter=1294081042751 67 Responses » “Presencia del Padre Pío” Domingo, ago 23 2009 Biografía and Fotos and Incorrupto pietrelcina 3:15 pm 41 it (agradecemos la foto de la colección personal del R.P. Andrés del C.J.) Junto al cuerpo incorrupto del Santo Padre Pio hay una placa de mármol que reza: “Sucederá en vosotros el milagro que ha sucedido en el Padre Pío. ¡Mirad que fama ha obtenido! ¡Qué clientela mundial a reunido entorno a él! ¿Tal vez porque era un filósofo? ¿Porque era un sabio? ¿Porque tenía medios a su disposición? Porque decía la Misa humildemente, confesaba de la mañana a la noche, y era, difícil de decir, representante, estampado, de los estigmas de Nuestro Señor. Era hombre de oración y de sufrimiento.” SS Paolo VI – Roma, febrero 1971 Y en otro sector de la Iglesia, también cercano a su cuerpo, otra placa: “Presencia del Padre Pío” Por 52 años, en esta capilla y convento, el Padre Pío celebró la Misa, confesó, aconsejó, consoló, guió, exhortó, reprendió con celo apostólico, oró, sufrió y se consumió gritando como San Francisco “no años, sino almas, por María a Jesús, todos en el Paraíso”. Leave a Response » El domingo 21 de junio, tras las huellas del Padre Pío Sábado, jun 27 2009 Fotos and Incorrupto pietrelcina 11:13 pm ITALY POPE PADRE PIOEl Papa Benedicto XVI visitó la tumba de uno de los grandes santos del siglo XX: el Padre Pío, cuyos restos se encuentran en San Giovanni Rotondo, Italia, un permanente destino de peregrinaciones. La visita no fue casual. Autoridades franciscanos acertadamente ya dijeron que el Padre Pío es el ‘Cura de Ars’ de nuestros días. Los superiores apostaban a que ejercería un mediocre apostolado y por ello lo enviaron, una vez ordenado, a un pobre caserío con muy pocos habitantes: Ars, en la Diócesis de Balley. Para sorpresa de todos, 40 años permaneció en el pueblo y fue tan buen predicador y pasaba tantas horas en el confesionario que su prestigio se extendió y de todas partes acudían para pedirle consejos al punto que una empresa ferroviaria tuvo que organizar las corridas de los visitantes en partidas especiales. Por su parte, el padre Pío también pasaba largas horas en el confesionario y de igual modo tuvo problemas algunos de sus superiores, quienes por envidia y prudencia frente a su creciente fama, le hicieron la vida de cuadritos. Desde su muerte, el padre Pío ha recibido la visita de dos Pontífices: Juan Pablo II y ahora Benedicto XVI, quien resumo su discurso en pocas palabras: “Guiar las almas y aliviar el sufrimiento”. En medio de algunos escándalos en los que se han visto involucrado algunos sacerdotes en todo el mundo, el Año Sacerdotal servirá para que juntos, religiosos y fieles, mediten profundamente sobre el papel que tienen por obligación de desempeñar en la Iglesia y en la propia sociedad. Santa Teresa de Lisieux, en ‘Historia de un Alma’, decía que no es lo mismo hablar de Dios que hablar con Dios, y en este sentido el Papa invita a que este año los sacerdotes sigan ambos caminos, porque el púlpito no hace al sacerdote si éste no entabla una relación permanente e íntima con Dios. El ejemplo que dieron con sus vidas el Cura de Ars y el Padre Pío y otros más, se reduce a aspectos básicos del apostolado, como la sencillez, el amor, la coherencia entre el hablar y el actuar, y por supuesto, la absoluta entrega con vocación de servicio al prójimo. Quienes se ocultan tras la casulla para cometer fechorías hacen graves daños a la Iglesia. Más info: http://www.vatican.va/news_services/liturgy/saints/ns_lit_doc_20020616_padre- pio_sp.html 2 Responses » Consejos del Santo Padre Pío Sábado, jun 20 2009 Así rezaba el Padre Pío and Biografía and Fotos and Grupos de Oración pietrelcina 10:57 pm Consejos Del Santo Padre Pio View more presentations from vemultimedios. 3 Responses » ¿Qué es el misterio de la Santísima Trinidad? Jueves, jun 4 2009 Biografía and doctrina and hijos espirituales pietrelcina 8:39 pm SantisimaTrinidad Así respondió el Padre Pío de Pietrelcina a esta pregunta: “El padre, con sencillas palabras, comenzó a disipar las dudas: “Hija, ¿quién puede comprender y explicar los misterios de Dios? Se llaman misterios precisamente porque no pueden ser comprendidos por nuestra pequeña inteligencia. Podemos formarnos alguna idea con ejemplos. ¿Has visto alguna vez preparar la masa para hacer el pan? ¿qué hace el panadero? Toma la harina, la levadura y el agua. Son tres elementos distintos: la harina no es la levadura ni el agua; la levadura no es la harina ni el agua y el agua no es la harina ni la levadura. Se mezclan los tres elementos y se forma una sola sustancia. Por lo tanto, tres elementos distintos forman unidos una sola sustancia. Con esta masa se hacen tres panes que tienen la misma sustancia pero distintos en la forma el uno del otro. Eso es, tres panes distintos el uno del otro pero una única sustancia. Así se dice de Dios: Él es uno en la naturaleza, Trino en las personas iguales y distintas la una de la otra. El Padre no es el Hijo ni el Espíritu Santo; el Espíritu Santo procede del Padre y del Hijo. Son tres personas iguales pero distintas. Sin embargo, son un solo Dios porque única e idéntica es la naturaleza de Dios”. 18 Responses » Las Apariciones y las almas del Purgatorio Miércoles, may 13 2009 Así rezaba el Padre Pío and Biografía and conversiones and hijos espirituales pietrelcina 9:22 pm Para el Padre Pío las apariciones ya comenzaron cuando todavìa era joven. El pequeño Francesco no habló nunca porque creyó que las apariciones eran cosas que ocurrieran a todas las almas. Las apariciones eran de Ángeles, de Santos, de Jesús, de la Virgen, pero a menudo, también de demonios. En los últimos días de diciembre de 1902, mientras él estaba meditando sobre su vocación, Francesco tuvo una visión. He aquí como la describió, muchos años después, “Francesco vio a su lado a un hombre majestuoso de rara belleza, resplandeciente como el sol, que le tomó por la mano y lo animó con la precisa invitación: “Vienes conmigo porque te conviene combatir de bravo guerrero”. Francesco fue conducido a un gran campo, entre una multitud de hombres que fue dividida en dos grupos: En una parte habían hombres de rostro guapísimo y cubiertos de vestidos blancos, cándidos como la nieve, de la otra eran como hombres de horroroso aspecto y vestidos de negro sombríos y oscuros. (Explicación. Vienes conmigo (con Jesús), porque te conviene combatir (te conviene luchar contra la tentación, así te haces mas fuerte), bravo guerrero (buen cristiano).Inútil es tu resistencia (habla la tentación), con este conviene combatir. Ánimo (le dice Jesús), entra confiado en la lucha (puedes vencer al maligno), avanza atrevidamente que Yo te seré propicio (puedes retar al enemigo que siempre estaré contigo); te ayudare y no permitiré que el te venza.) El joven situado entre aquellas dos alas de espectadores, vio venir a su encuentro un hombre de desmedida altura, tan alto, que podía tocar con la frente las nubes, y con un rostro horroroso. El personaje resplandeciente que tuvo a su lado lo exhortó a batirse con el personaje monstruoso. Francesco rogó evitar el furor del extraño personaje, pero aquel luminoso no aceptó: “Inútil es tu resistencia, con éste conviene combatir”. Ánimo, entra confiado en la lucha, avanza atrevidamente que yo te seré propicio; te ayudaré y no permitiré que él venza”. El combate fue aceptado y resultó terrible. Con la ayuda del personaje luminoso siempre ayudándole, Francesco venció. El personaje monstruoso, obligado a huir, se arrastró tras aquella gran multitud de hombres con horroroso aspecto, entre gritos, imprecaciones se aturdió. La otra multitud de hombres del vago aspecto, emanó voces de aplauso y laudos verso al que asistió al pobre Francesco, en una tan áspera batalla. El personaje espléndido y luminoso más que el sol, puso sobre la cabeza de Francesco victorioso una corona de rara belleza, que inútil sería describirla. La corona fue retirada por el personaje bueno el que precisó: “Otra más bonita tengo para ti guardada. Si tú supieras luchar con aquel personaje con el que ahora has combatido. Él siempre volverá al asalto…; combates de bravo y no dudes en mi ayuda… no te asustes por su horrorosa presencia…. Yo estaré cerca de ti, yo siempre te ayudaré, para que tú logres vencerlo”. Tal visión fue seguida, luego, de reales batallas con el Diablo. El Padre Pío enfrentó en efecto numerosas batallas contra el “enemigo” de las almas en el marco de su vida, con el propósito de arrancar las almas de las cadenas de Satanás. Una tarde el Padre Pío estaba descansando en una habitación, en la planta baja del convento, que fue destinada a hospedería. Estuvo solo descansando, y apenas se había extendido sobre el sofá cuando, de repente, he aquí que vino a comparecerle un hombre envuelto en una negra capa. El Padre Pío, sorprendido, levantándose, interrogó al hombre quién era y qué quería. El desconocido le contó que era un alma del Purgatorio. “Soy Pietro Di Mauro. He muerto en un incendio, el 18 de septiembre de 1908, en este convento que fue destinado a un geriátrico, después de la expropiación de los bienes eclesiásticos. Morí entre las llamas, en mi cama de paja, sorprendido en el sueño, justo en esta habitación. Vengo del Purgatorio: el buen Dios me ha concedido la gracia de veniros a preguntar si podrías ofrecer la Santa Misa de mañana por mi descanso eterno. Gracias a esta Misa podré entrar al Paraíso”. El Padre Pío aseguró que ofrecería la Santa Misa por su alma. El. Padre Pío contó: “Yo, quise acompañarlo a la puerta del convento, para despedirlo, y cual sería mi sorpresa; que una vez a mi lado desapareció repentinamente. Por lo que me di verdaderamente cuenta de haber hablado con un difunto”. Tengo que decir que regresé al convento muy asustado. Al padre Paolino de Casacalenda, Superior del convento, que notó mi agitación, le pedí el permiso de celebrar la Santa Misa en sufragio de aquella alma necesitada; después, naturalmente, de haberle narrado lo ocurrido”. Tiempo después, el Padre Paulino, despertado por la curiosidad, quiso hacer la averiguación. Fue al Despacho del registro del ayuntamiento de San Giovanni Rotondo, solicitó y consiguió el permiso de consultar el registro de los fallecidos en el año 1908, la narración del Santo Padre Pío correspondió a la realidad. En el registro relativo a las muertes del mes de septiembre, el padre Paulino localizó el nombre, el apellido y la imputación de la muerte: “En fecha el 18 de septiembre de 1908, en el incendio del geriátrico Pietro Di Mauro verdaderamente murió.” La Señora Cleonice Morcaldi de San Giovanni Rotondo fue una hija espiritual del Padre Pío. A un mes de la muerte de su mamá, el Padre Pío le dijo: “Esta mañana tu mamá ha volado al Paraíso, la he visto mientras estaba celebrando la Misa.” Lo que quiere decir que tuvo la gentileza de ofrecer la misa por el descanso eterno de su alma. El Padre Pío contó esta historia al Padre Anastasio. “Una tarde, mientras yo estaba solo en el coro para orar, oí el susurro de un traje y ví a un monje joven que revolvió al lado del altar principal. Parecía que el joven monje estaba desempolvando los candelabros y arreglando los jarrones de las flores. Yo pensé que él era el Padre Leone que estaba reestructurando el altar; y como ya era la hora de la cena, me acerqué a él y le dije: “Padre Leone, vaya a cenar, no es tiempo para desempolvar y reparar el altar”. Pero una voz que no era la voz del padre Leone me contestó”: “yo no soy el Padre Leone”, “¿y quién es usted? “, le pregunté. “Yo soy un hermano suyo que hice el noviciado aquí, mi misión era limpiar el altar durante el año del noviciado. Desgraciadamente en todo ese tiempo yo no reverencié a Jesús Sacramentado, Dios Todopoderoso, como debía haberlo hecho, mientras pasaba delante del altar. Causando gran aflicción al Sacramento Santo por mi irreverencia; puesto que el Señor se encontraba en el tabernáculo para ser honrado, alabado y adorado. Por este serio descuido, yo estoy todavía en el Purgatorio. Ahora, Dios, por su misericordia infinita, me envió aquí para que usted decida el tiempo desde cuando que yo podré disfrutar del Paraíso. Y para que Ud. cuide de mí.” Yo creí haber sido generoso con esa alma en sufrimiento, por lo que yo exclamé: “usted estará mañana por la mañana en el Paraíso, cuando yo celebre la Santa Misa.”. Esa alma lloró: “Cruel de mí, que malvado fui.” Entonces él lloró y desapareció. Esa queja me produjo una herida tan profunda en el corazón, la cual yo he sentido y sentiré durante toda mi vida. De hecho yo habría podido enviar esa alma inmediatamente al Cielo pero yo lo condené a permanecer una noche más en las llamas del Purgatorio.” Carta que el Padre Pío escribió a su director espiritual: Carta al Fraile Agostino, del 7 de abril de 1913, “Mi estimado Padre, yo todavía estaba en la cama el viernes por la mañana, cuando el Señor Jesús se me apareció. Él se encontraba golpeado y desfigurado. Él me mostró una gran muchedumbre de sacerdotes y dignatarios eclesiásticos indiferentes, quienes estaban celebrando vistiendo sus sagradas túnicas. Cuando yo vi a mi Jesús en esta condición sentí un gran sufrimiento, por consiguiente, yo le pregunte porqué él sufrió tanto. Él no me contestó, él me mostró a los sacerdotes que debía castigar. Pero poco después, el Señor estaba tristísimo al mirar a estos sacerdotes y yo noté, con gran horror, dos lágrimas enormes que emanaron del Santo Rostro. Jesús salió de esa muchedumbre de sacerdotes y con una gran expresión de aversión en la cara, lloró’: ¡”Carniceros”! “Entonces Él me dijo: “Mi Niño, no creas que mi agonía ha sido de tres horas, no; realmente yo estaré en la agonía hasta el fin del mundo; debido a las almas que yo amo. Durante el tiempo de la agonía, mi niño, nadie puede dormir. Mi alma va buscando alguna gota de piedad humana, pero ellos me dejan solo bajo el peso de la indiferencia. La ingratitud hace más severa la agonía para mí. ¡Ellos responden mal a mi amor! El tormento mayor para mí es que crece en las personas su desprecio, indiferencia, e incredulidad. Cuántas veces mi ira deseó destruirlos por el relámpago, pero yo me detuve por los ángeles y las almas que me aman….. Escribe a tu padre y nárrale lo que has visto y Yo te dije en esta Mañana. Dile que muestre tu carta al Padre provincial… “Jesús continuó hablando pero yo nunca puedo revelar lo que él dijo… “ (PADRE PIO DA PIETRELCINA: Epistolario I° (1910-1922) a cura di Melchiorre da Pobladura e Alessandro da Ripabottoni – Edizioni “Padre Pio da Pietrelcina” Convento S.Maria delle Grazie San Giovanni Rotondo – FG) En la carta al Padre Agostino del 13 de febrero de 1913: Nuestro Padre Jesucristo me reveló “no te preocupes, yo le haré sufrir pero yo también te daré la fuerza” – “Yo deseo que tu alma se purifique e con el martirio oculto diario; no te asustes si yo permito al Diablo atormentarte, y al mundo para hastiarlo, porque nadie ganará contra esas personas que sufren bajo la cruz por mi amor y que yo he decidido protegerlos. “ (PADRE PIO DA PIETRELCINA: Epistolario I° (1910-1922) a cura di Melchiorre da Pobladura e Alessandro da Ripabottoni – Edizioni “Padre Pio da Pietrelcina” Convento S.Maria delle Grazie San Giovanni Rotondo – FG) La carta al Padre Agostino, del 18 de noviembre de 1912, “… Jesús, su estimada Madre, y el Ángel Guardián; estuvieron visitándome con otros para animarme, me dijeron que ellos no se olvidan de decirme que la víctima, ser llamado la víctima, tiene que perder toda su sangre.” (PADRE PIO DA PIETRELCINA: Epistolario I° (1910-1922) a cura di Melchiorre da Pobladura e Alessandro da Ripabottoni – Edizioni “Padre Pio da Pietrelcina” Convento S.Maria delle Grazie San Giovanni Rotondo – FG) La carta para al Padre Agostino, del 12 de marzo de 1913, “… mi padre, escucha las quejas de nuestro dulce Jesús: ¡Se reembolsa “mi amor para los hombres con tanta ingratitud! Esas personas me hubieran ofendido menos si yo los hubiera amado menos. Mi padre no quiere llevárselos todavía. ¡Me gustaría dejar de amarlos, pero… (Y aquí Jesús guardó silencio y, luego desprevenidamente me dijo:) ¡pero mi corazón es hecho para amar!. Los hombres no hacen el intento de superar las tentaciones. Más bien estos hombres disfrutan sus faltas de equidad. Las almas que Yo amo más son las que sufren una tentación, y cuando ellos no tienen éxito resistiendo, me invocan pidiendo ayuda, y Yo me presento y las fortifico en la tentación. Las almas débiles se desaniman y desesperan. Las almas fuertes que confían en Jesús, me llaman y Yo vengo para relajarlos. Ellos me dejan solo por la noche y en la mañana en la Iglesia. Ellos no cuidan del Sacramento del Altar; ellos ya no hablan de este sacramento de amor; también, las personas que hablan del sacramento lo hacen con la tanta indiferencia y frialdad. De mi Corazón se han olvidado; nadie cuida de mi amor; Yo siempre me entristezco. Mi casa se ha vuelto un teatro de obras para muchas personas; incluso mis sacerdotes que yo siempre he protegido cuidadosamente, que yo he amado como la niña de mis ojos; ellos deben confortar mi corazón lleno de amargor; ellos deben ayudarme en la redención de las almas, en cambio…. ¿Quién lo creería? Yo recibo la ingratitud de ellos. Yo veo, Hijo mío, a muchos de ellos que… (Aquí él se detuvo, los hipos le apretaron la garganta, él lloró) que bajo la semejanza falsa ellos me traicionan con las comuniones sacrílegas, mientras Yo estoy estampando en ellos la luz y las fuerzas que continuamente les doy… “. (PADRE PIO DA PIETRELCINA: Epistolario I° (1910-1922) a cura di Melchiorre da Pobladura e Alessandro da Ripabottoni – Edizioni “Padre Pio da Pietrelcina” Convento S.Maria delle Grazie San Giovanni Rotondo – FG) Carta a Padre Benedetto del 17 de diciembre de 1917: … “En una de las visitas que tuve de Jesús en estos días, le pregunté con más insistencia si pudiera tener compasión de las pobres naciones, tan a prueba por la desdicha de la guerra y que por fin cediera su justicia y misericordia. ¡Cosa extraña! Él no contestó sino con una señal de mano, que quiso decir: despacio, tranquilo. Pero ¿cuándo?, añadí yo. Y él, con seriedad y con una media sonrisa en boca, posó su mirada sobre de mí y sin decir palabra se despidió.” 17 Responses » «Sacerdote santo – Víctima perfecta» Martes, may 12 2009 Biografía pietrelcina 4:53 pm «Sacerdote santo – Víctima perfecta» por Alejandro de Ripabottoni, o.f.m.cap. P) Vistió el hábito capuchino en el convento de Morcone el 22 de enero de 1903, y recibió su nuevo nombre: Fray Pío de Pietrelcina. Con qué propósito y con cuánta entrega vivió el año de noviciado fray Pío nos lo da a conocer él mismo en una carta autobiográfica de 1922: el Señor hacía comprender al quinceañero Francisco que para él «el puesto seguro, el hogar de paz era el batallón de la milicia eclesiástica. Y, ¿dónde podré servirte mejor, oh Señor, que en el claustro y bajo la bandera del pobrecillo de Asís?… ¡Oh Dios! deja que mi pobre corazón te sienta cada vez más y lleva a término en mí la obra comenzada por ti… Que Jesús me conceda la gracia de ser un hijo menos indigno de san Francisco, que pueda servir de ejemplo a mis hermanos de modo que el fervor continúe siempre en mí y se acreciente cada vez más hasta hacer de mí un perfecto capuchino». El 25 de enero de 1904, dos días después de hacer la profesión temporal, partió del noviciado para continuar los estudios y prepararse al sacerdocio; después de haber permanecido en diferentes conventos, en mayo de 1908, tuvo que volver a su casa paterna por motivos de salud. Continúa privadamente los estudios siendo ordenado sacerdote el 10 de agosto de 1910 en Benevento, y de nuevo se queda en su casa, siempre por motivos de salud, hasta 1916. Cada Santa Misa para el padre Pío es siempre la primera Misa; la gloria es continua e inexpresable, gusta ya el paraíso, siente como un fuego que le abrasa y su boca saborea toda la dulzura de aquella carne inmaculada del Hijo de Dios. Las luchas del espíritu no faltan en este período: grandes tormentas diabólicas, que a veces no lo dejan libre ni siquiera en las horas de descanso: el demonio lo quiere para sí a toda costa; cuando se ve al borde de la desesperación recurre a la Virgen María a la que no sabe cómo agradecer tantas y tan singulares gracias; se pone con confianza en los brazos de Jesús y que suceda lo que Él quiera; Él, ciertamente, vendrá en su ayuda. Orando a los pies de Jesús no siente ni el peso del cansancio al vencer las tentaciones, ni la amargura o el desagrado. Durante un mes de permanencia en el convento de Venafro, en 1911, la comunidad advierte los primeros fenómenos sobrenaturales: «Asistí, y no fui yo el único -escribe el padre Agustín en su diario-, a varios éxtasis y a muchas vejaciones diabólicas. Escribí, entonces, todo lo que escuché de su boca durante el éxtasis y cómo sucedían las vejaciones satánicas». Constreñido a vivir «desterrado en el exilio del mundo, es decir, fuera del convento, en Pietrelcina, como sacerdote se esfuerza por tratar a todos con cordialidad y confianza: el mundo campesino del que proviene es también su propio mundo; va al campo y, lo mismo que antes, saluda, dice buenas palabras de ánimo, acepta voluntariamente la invitación de pararse a descansar, aunque sea por un momento, bajo la sombra de un árbol si hace calor, o dentro del cortijo si hace mal tiempo; en los campos y a los campesinos les habla de Dios en su típico «dialecto». Su apostolado ministerial se reduce a ayudar al párroco en la administración de los sacramentos, excepto oír confesiones para lo que el Provincial no le concede licencia en los primeros años de haber cantado misa, por motivos de salud y por carecer entonces de la suficiente experiencia moral. Hacia finales de este período (1914-1915) inicia la dirección espiritual de algún alma que otra, pero, por correspondencia, y siempre con permiso expreso de los superiores. Pero mucho más que en estas formas visibles, el padre Pío manifiesta su celo por las almas a través del estado de víctima, vivido intensamente como irradiación de la virtud salvífica de Jesús y del sufrimiento del cuerpo y del alma, requerido y aceptado como participación personal y generosa por el rescate de la humanidad redimida y pecadora. Este es su programa trazado desde el día de su ordenación sacerdotal y vivido intensamente día tras día: «Jesús, mi aliento y mi vida, hoy que trepidante te elevo en un misterio de amor, haz que contigo yo sea para el mundo Camino, Verdad y Vida, y para ti sacerdote santo y víctima perfecta». app32p One Response » Oración al Padre Pío por la Conversión de los pecadores Sábado, may 9 2009 Así rezaba el Padre Pío and conversiones and Grupos de Oración pietrelcina 4:30 pm estasi Oración por la Conversión de los Pecadores Señor, tú eres bondadoso y misericordioso, y todo lo hiciste muy bien, creando de la nada cuanto existe. Señor, tú eres clemente y comprensivo, y no quieres la muerte del pecador, sino que se convierta y viva. Señor tú eres paciente y fiel, y esperas al hijo pródigo e invitas al justo a alegrarse a su regreso. Señor, tú tanto amaste al mundo, que enviaste a tu Hijo único, no para juzgarnos, sino para salvarnos. Señor, tú quieres que todos los hombres se salven, lleguen al conocimiento de la verdad y sean uno como tú eres uno. Te pido la conversión de los que, como yo, son pecadores, quiero unirme, junto al Padre Pío, a tu deseo de salvación universal, solidarizándome con mis hermanos y emprendiendo con ellos un camino de sincera conversión. Dame la gracia de cumplir tus mandamientos alimentando al hambriento, dando de beber al sediento, vistiendo al desnudo, alojando al forastero, visitando al enfermo y al encarcelado, descubriéndote y respetándote en la obra de tus manos. Cambia mi forma de pensar y de sentir, porque muchas veces no parezco hijo tuyo. Permíteme disfrutar al final de los tiempos del banquete que tienes preparado no sólo para los que te conocen y sirven, sino también para aquellos que no han tenido esa gracia y que, a pesar de no saberlo, también son hijos tuyos. Amén. 17 Responses » El Padre Pío como Director Espiritual Lunes, abr 13 2009 Biografía and conversiones and Grupos de Oración and hijos espirituales pietrelcina 2:33 am El director espiritual por Alejandro de Ripabottoni, o.f.m.cap. El padre Pío inició su actividad de dirección espiritual, en el sentido ordinario de la expresión, con un primer grupillo de almas desde su llegada a San Giovanni Rotondo. Los puntos clave fueron dos encuentros semanales con conferencias en común, la propuesta de los medios de perfección más principales, según la doctrina común tradicional, y la unidad de padre espiritual y confesor. No es erróneo el reconocer en este pequeño grupo el primer «grupo de oración», según su propósito de formar «pocas y bien formadas almas que a su vez serán simiente para otras almas», y, según su misma sugerencia expresada en el desarrollo de las reuniones: «Los materiales están preparados -dijo-, ahora comenzar a construir». Pero el aspecto más notable de la dirección espiritual del padre Pío y de su estatura como director espiritual se puede deducir de la dirección por correspondencia, considerada por los expertos como extraordinaria. El epistolario publicado comprende tres volúmenes. Tal correspondencia, interrumpida por orden del entonces Santo Oficio el 2 de junio de 1922, ocupa ciertamente un puesto de honor entre los epistolarios clásicos del género. Motivos de espacio no permiten ni siquiera una sumaria indicación de las características y dimensiones de la dirección espiritual hecha por el padre Pío, y por eso hay que remitirse a los estudios realizados por el padre Melchor de Pobladura: En la escuela espiritual del padre Pío y Problemática de la dirección espiritual en el epistolario del padre Pío. La novedad de tal dirección no hay que buscarla tanto en los medios y en las indicaciones de teología espiritual cuanto en la constancia de vivir en primera persona y en hacer vivir a las almas dirigidas las verdades fundamentales de la fe, es decir, en la figura del director espiritual. Con este fin, conviene hacer aquí una primera observación y es que, en la galería de las muchísimas almas dirigidas por él, el padre Pío conmensura el hilo conductor del compromiso en santificarse a la gran variedad de edad, cultura, condición social o profesión de cada una de las personas. El padre Pío se nos revela como un genial y santo artista del método diferenciado. Le dijeron en una ocasión: «Padre, verdaderamente sois todo de todos». Y él añadió rápidamente: «Corrige. ¡Soy todo de cada uno! Cada cual puede decir: el padre es mío». hijos Esta totalidad de rendición voluntaria, centrada en cada una de las almas, está basada en la profunda convicción de actuar por mandato de Dios: «Yo soy un instrumento en las manos divinas, que sólo sirve para algo si es manejado por el artífice divino». La exigencia de que los demás vean a Dios y no la imagen del director es el segundo punto relevante, el cual nos permite explicar, con dificultad pero de forma segura, la fuerza moral, a veces brusca y dolorosa, ejercitada al guiar las almas hacia Dios. «Siguiendo al padre Pío -confiesa cándidamente una hija espiritual- se sufría fuertemente: sus pruebas, sus reprensiones, su diferente trato con las almas, partía de dolor el corazón y se necesitaba mucha fe para decir que su modo de proceder así era justo». Un tercer elemento de relieve, que subraya su constante vocación corredentora, es la clara, sincera, íntima participación del director espiritual padre Pío en las angustias, conflictos interiores, desolaciones y penas de las almas dirigidas: «Siento como mías vuestras aflicciones». «Haré míos todos vuestros dolores y todos los ofreceré en holocausto al Señor por vosotros». Es el método de la dirección espiritual participada que caracteriza específicamente al padre Pío como director espiritual y hace más eficaz su trabajo como guía de la perfección. El padre Pío se sentía dirigiendo a las almas como el «pobre cireneo», el «piadoso cireneo que lleva la cruz por todos». con-sus-hijas La clientela mundial La característica más típica de la poderosa llamada de lo divino realizada por el padre Pío durante cincuenta años, es la universalidad. Casi como por una especie de atracción de gravedad, de todas las partes del mundo se moviliza la gente para acercarse al padre Pío. Gente de todas las edades, de toda clase social, de cualquier condición económica, de todas las jerarquías eclesiásticas y políticas, de todo nivel cultural; gente de todas las naciones, de todas las razas acude al padre Pío con su carga de problemas y necesidades. Y cuando la gente no puede viajar hasta él, escribe centenares, quizá miles de cartas al día en todos los idiomas: desde los más diferentes dialectos italianos a la mayoría de las lenguas más difundidas en el mundo. La novedad del hecho manifiesta una especie de revolución copernicana en San Giovanni Rotondo, realizada por el padre Pío en un momento histórico en el cual se pone de relieve la respuesta al mandamiento evangélico: «Id a todo el mundo», con un exagerado activismo. Pero en San Giovanni Rotondo se cumple aquello que Jesús había dicho de sí mismo: «Venid todos a mí». Autorizada y manifiestamente este hecho ha sido puesto de relieve por el papa Pablo VI cuando se ha referido a la «clientela mundial» del padre Pío. Y es natural preguntarse con fray Maseo: «¿Por qué a ti, por qué a ti, por qué a ti?»… Y la respuesta, una vez más, viene dada por el propio Pablo VI que define al padre Pío como «el representante marcado con los estigmas de nuestro Señor» (20 septiembre 1971). La gente no lleva a San Giovanni Rotondo sólo su carga de problemas y necesidades, sino que en lo más íntimo de su alma lleva consigo la única necesidad de ver a Dios y a Jesucristo en el hombre de Dios que es el padre Pío. Se repiten las maravillas de Dios: «Cuando sea levantado sobre la tierra atraeré todos a mí». El mundo percibía claramente la respuesta alternativa al problema fundamental de su siglo: no se puede ser santos sin Dios, no se puede vivir sin la gracia. «Siento asiduamente una voz que me dice: santifícate y santifica», había dicho el padre Pío a una de sus hijas espirituales en el lejano noviembre de 1922. Y con intuición maravillosa la gente de todo el mundo comprendía rápidamente que las señales en las manos, en los pies y en el costado del primer sacerdote estigmatizado no podían ser interpretadas sino como «motivos de credibilidad» de la misión del padre Pío en el mundo contemporáneo de ser clavado en la cruz para actualizar la redención; y comprendía más pronto todavía que los dones carismáticos concedidos por Dios al padre Pío -como el discernimiento de espíritus, la profecía, el don de la bilocación, los efluvios y perfumes olorosos- no eran otra cosa que «medios providenciales para acreditar el misterio de la reconciliación con Dios». Sin embargo, la «clientela mundial», al mismo tiempo, crecía en torno al padre Pío por otra línea de fuerza, de naturaleza esencialmente espiritual: la dirección de las almas, la confesión sacramental y la celebración de la misa. 5 Responses »

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