Gran Cuaresma - Wikipedia, la enciclopedia libre
Cuaresma
Para la equivalente ortodoxa, véase Gran Cuaresma.
CUARESMA1
Cuaresma viene de latín “quadragesima dies”, el día cuadragésimo antes de Pascua. Es
el tiempo de preparación “por el que se asciende al monte santo de la Pascua”, como lo
describe el Ceremonial de Obispos (CE 249)- empieza el miércoles de ceniza y concluye el
Jueves Santo por la tarde, antes de la Misa Vespertina de la Cena del Señor, con la que se
inaugura el Triduo Pascual.
La Cuaresma se organizó a partir del siglo IV. Su historia anterior no está muy aclarada.
Parece ser que el germen original fue el ayuno pascual de dos días, el Viernes y Sábado
antes del Domingo de Resurrección, espacio que poco a poco se alargó a una semana,
luego a tres, y según las diversas regiones, sobre todo en las de Oriente, como Egipto, hasta
las seis semanas o cuarenta días. En Roma ya estaba constituida la Cuaresma entre el año
350 y 380.
A la hora de dar sentido a este período como preparación a la Pascua, influyó
ciertamente el símbolo bíblico del número cuarenta: los episodios de los cuarentas días del
diluvio antes de la alianza con Noé, de Moisés y sus cuarenta días en el monte, del pueblo de
Israel y sus cuarenta años por el desierto, de Elías caminando cuarenta días hacia el monte
del encuentro con Dios, y sobre todo los cuarenta días de Jesús en el desierto antes de
empezar su misión mesiánica, tienen de común que este espacio de tiempo sirve de prueba,
purificación y preparación de un acontecimiento importante y salvador. “La Iglesia se une
todos los años, durante los cuarenta días de Cuaresma, al misterio de Jesús en el desierto”
(CCE 540).
La Cuaresma comenzaba originariamente en domingo. Pero más tarde – siglos VI - VII –
se acentúo como característica determinante el ayuno, y como los domingos no se
ayunaba, se adelantó su inicio al miércoles anterior al primer domingo, el que luego se llamó
de ceniza, para que a la Pascua le precedieran cuarenta días de ayuno efectivo. Y todavía
se fue anticipando más la preparación con los domingos de Quincuagésima, Sexagésima y
Septuagésima, que en la última reforma han quedado suprimidos.
En la liturgia hispano – mozárabe la Cuaresma empieza en el primer domingo con una
festiva despedida del Aleluya. La segunda parte, que comienza en el tercer domingo, recibe
el nombre de “De Traditione” (La Pasión).
En este contexto de Cuaresma tenía lugar la última etapa del catecumenado: los que se
preparaban para bautizarse en la noche pascual, tenían, en estas semanas anteriores,
reunidos de oración, escrutinios y exorcismos.
El Concilio Vaticano II encargó expresamente que se acentuaran de la Cuaresma su
carácter bautismal y penitencial, “puesto que el tiempo cuaresmal prepara a los fieles,
entregados más intensamente a oír la Palabra de Dios y a la oración, para que celebren el
misterio pascual, sobre todo mediante el recuerdo o la preparación del bautismo y mediante
la penitencia” (SC 109). Ahora “la liturgia cuaresmal prepara para la celebración del misterio
pascual tanto a los catecúmenos, haciéndolos pasar por los diversos grados de la iniciación
cristiana, como a los fieles que recuerdan el bautismo y hacen penitencia” (UN 27).
1
José Aldazábal, Vocabulario Básico de Liturgia, biblioteca litúrgica 3, Barcelona 20023.
La nueva ordenación del Calendario (UN, de 1969), prefirió no situar el inicio de la
Cuaresma en el primer domingo, que parecía lo más lógico, por la raigambre que a lo largo
de los siglos ha tomado el miércoles de ceniza.
Las seis semanas de la Cuaresma se dividen en tres etapas, marcadas por los evangelios
correspondientes: los dos primeros domingos, con las tentaciones y la transfiguración del
Señor; los tres siguientes, con las catequesis bautismales de la samaritana (agua), el ciego
(luz) y Lázaro (vida), propias del ciclo A, pero que se pueden seguir cada año, aunque hay
otra serie de lecturas para cada ciclo; y finalmente el domingo sexto, llamado de Ramos o
de Pasión, que inaugura la Semana Santa.
También las primeras lecturas de estos domingos tienen una organización interior que da
un sentido especial a la Cuaresma, sobre todo en el ciclo A. son seis momentos significativos
de la Historia de la Salvación: creación del mundo, Abraham, el éxodo y Moisés, Davis rey, los
profetas, y el Siervo de Yahvé. Todo ello ayuda a entender la Cuaresma como un camino de
creciente preparación a la celebración de la Pascua.
Las características ambientales y celebrativas de la Cuaresma, ya desde hace siglos, son
la ausencia del aleluya en los cantos, la austeridad en el ornato del espacio celebrativo, sin
flores ni música instrumental, el color morado de los vestidos del sacerdote (menos en el
domingo cuarto, “Laetare”, en que puede usarse el color rosa); los escrutinios catecumenales
(el Ritual de la iniciación de adultos pone el rito de “elección” para la última etapa
catecumenal en el primer domingo de Cuaresma, y a partir de ahí varias reuniones de
escrutinios); las misas estacionales en torno al propio obispo, originadas en Roma pero
recomendadas para otras Iglesias en las que parezcan convenientes; el ejercicio del Via
Crucis; la “confesión pascual”, la celebración del sacramento de la Reconciliación como
preparación inmediata a la Pascua...
Una buena motivación y descripción de la Cuaresma y su pastoral es la que nos
proporciona la “Carta sobre las fiestas pascuales”, del año 1988 (CFP 6 – 26: E 4449 - 4469).1
1
José Aldazábal, Vocabulario Básico de Liturgia, biblioteca litúrgica 3, Barcelona 20023.
Gran Cuaresma
Para otros usos de este término, véase Cuaresma.
Iglesia ortodoxa en la República Checa vestida con los colores litúrgicos de la Gran Cuaresma.
La Gran Cuaresma es, en las Iglesias ortodoxas, el periodo de preparación para la Semana Santa y la Pascua. Durante ella el creyente renueva su devoción y se arrepiente de sus pecados.
En la Gran Cuaresma se practica la abstinencia de algunos alimentos y se intensifica la limosna y la perseverancia en la oración. Los alimentos que se dejan de consumir son la carne, el pescado, el aceite y el vino. En algunas tradiciones se prohíbe consumir el aceite de oliva, mientras que en otras se evita toda clase de aceites. Como no se permite (desde el punto de vista canónico) el ayuno estricto durante el sábado y el domingo; el vino y el aceite se consumen en estos días. Si la fiesta de la Anunciación cae durante la Gran Cuaresma; se permite comer pescado, vino y aceite en ese día.
La Gran Cuaresma dura cuarenta días, pero a diferencia de la Cuaresma occidental los domingos se toman en cuenta para el conteo. Su comienzo se fija en base a la fecha de la Pascua (el cual es una fiesta movible). Empieza oficialmente un lunes, siete semanas antes de la Pascua, y termina en la víspera del Sábado de la resurrección de Lázaro, es decir el día anterior al Domingo de Ramos. Sin embargo el ayuno continúa durante toda la Semana Santa hasta la Pascua.
El propósito original del ayuno pre-pascual (conocido ahora como Gran Cuaresma) era el de preparar al catecúmeno para el bautismo por medio del ayuno. Con el tiempo se convirtió en la preparación de todos los cristianos para celebrar la resurrección de Cristo.
La Gran Cuaresma está estructurada en las siguientes celebraciones:
El lunes posterior al Domingo de Consumir Queso.
Domingo de la Ortodoxia (Juan; 1:43-51).
Domingo de San Gregorio Palamas.
Domingo de la Santa Cruz.
Domingo de San Juan Clímaco.
Domingo de Santa María la egipcia.
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Liturgia de las iglesias orientales
Ayuno
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La Cuaresma (latín: quadragésima, ‘Cuadragésimo día (antes de la pascua)’)? es el período del tiempo litúrgico (calendario cristiano) destinado por la Iglesia católica, la Iglesia católica ortodoxa y la Iglesia anglicana, además de ciertas Iglesias evangélicas, aunque con inicios y duraciones distintas, para la preparación de la fiesta de Pascua.
Índice
1 La Cuaresma
1.1 Desarrollo histórico
1.2 Calendario
2 Práctica
3 Miércoles de Ceniza
4 Referencias
5 Bibliografía
La Cuaresma
Rito de imposición de la ceniza, parte integral de la celebración litúrgica del Miércoles de Ceniza con que se inicia la Cuaresma en el rito romano. Se observa al celebrante con vestimenta de color morado, típica de este tiempo litúrgico, que simboliza la actitud penitencial.
En el rito latino, la Cuaresma comienza el Miércoles de Ceniza y termina justo antes de la "Misa de la Cena del Señor" en la tarde del Jueves Santo.1 La duración de cuarenta días proviene de varias referencias bíblicas y simboliza la prueba de Jesús al permanecer durante 40 días en el desierto previos a su misión pública. También simbolizan los 40 días que duró el diluvio, además de los 40 años de la marcha del pueblo israelita por el desierto y los 400 años que duró la estancia de los judíos en Egipto.2 A lo largo del tiempo de Cuaresma, los cristianos son llamados a reforzar su fe mediante diversos actos de penitencia y reflexión. La Cuaresma tiene cinco (5) domingos más el Domingo de Ramos (seis en total), en cuyas lecturas los temas de la conversión, el pecado, la penitencia y el perdón, son dominantes. No es un tiempo triste, sino más bien meditativo y recogido. Es, por excelencia, el tiempo de conversión y penitencia del año litúrgico. Por eso, en la misa católica no se canta el “Gloria” al final del acto penitencial (excepto el jueves santo, en la misa de la cena del Señor), ni el “Aleluya” antes del evangelio. El color litúrgico asociado a este período es el morado, asociado al duelo, la penitencia y el sacrificio a excepción del cuarto domingo que se usa el color rosa y el Domingo de Ramos en el que se usa el color rojo referido a la Pasión del Señor.
Desarrollo histórico
Existen evidencias de la existencia de prácticas cuaresmales, en particular del ayuno como preparación de la Pascua, desde fines del siglo II y principios del siglo III. Desde el año 322 existen noticias de la cuaresma en Oriente, mientras que en Roma se celebró con seguridad al menos desde 385.3 En los primeros tiempos de la Iglesia, la duración de la cuaresma variaba. Finalmente en el siglo IV se fijó su duración en 40 días, con inicio seis semanas antes del domingo de Pascua.4 Por tanto, un domingo llamado precisamente «domingo de cuadragésima».
En los siglos VI-VII cobró gran importancia el ayuno como práctica cuaresmal, presentándose un inconveniente: desde los orígenes nunca se ayunó en domingo por ser día de fiesta, la celebración del Día del Señor. Para respetar el domingo y, a la vez, tener cuarenta días efectivos de ayuno durante la cuaresma, en el siglo VII, se agregaron cuatro días más a la cuaresma, antes del primer domingo, estableciendo los cuarenta días de ayuno, para imitar el ayuno de Cristo en el desierto. Son exactamente cuarenta los días que van del Miércoles de Ceniza al Sábado Santo, sin contar los domingos.
Calendario
La Pascua tiene mucha relación con el calendario agrícola y el tiempo de renovación de la tierra. Para calcular su celebración se toman en cuenta el sol y la luna (sol de primavera y luna llena). En ese sentido, se debe buscar el primer domingo posterior a la primera luna llena de primavera septentrional (Hemisferio Norte). Una vez encontrada la Pascua, se cuentan cuarenta días antes para fijar el primer día de la cuaresma, es decir, el correspondiente al llamado "miércoles de ceniza" (los domingos, según se explica arriba, no se tienen en cuenta para hacer este cálculo).
Práctica
Según el pasaje del Libro de Isaías 58:6-9 utilizado en celebraciones litúrgicas cuaresmales, el ayuno agradable a Dios consiste en compartir el pan con el hambriento, dejar entrar en la casa a los pobres sin techo, vestir al que se ve desnudo y no volver la espalda a los demás.
La práctica de la Cuaresma data del siglo IV, cuando se da la tendencia para constituirla en tiempo de penitencia y de renovación para toda la Iglesia, con la práctica del ayuno y de la abstinencia de ingesta de carne. Conservada con bastante vigor —al menos en un principio— en las iglesias de Oriente, la práctica penitencial de la Cuaresma se aligeró en Occidente, aunque debe observarse un espíritu penitencial, de conversión y de oración.
En el presente, más que el simple ayuno de comida, se incentivan prácticas que afectan áreas más personales de la vida: «se trata de ayunar de la comodidad, de una vida fácil, de la mínima resistencia, de la mentalidad gregaria, del placer por el placer. Y sobre todo, se trata de ayunar del poder, la autocomplacencia y la gloria [...] ayunar de egoismo, insensibilidad e inhumanidad. Es ayunar de competitividad y beneficios a costa de otros; de las formas de proceder del mundo y de los reinos construidos con la acumulación de bienes a costa de las enormes necesidades de todos los que habitan en la tierra»,5 como forma de interpretar un pasaje bíblico utilizado en la liturgia de Cuaresma:
Ustedes ayunan entre peleas y contiendas, y para dar de puñetazos a malvados.
No ayunen como hoy para hacer oír en las alturas su voz.
¿No será más bien este otro el ayuno que yo quiero?
Desatar los lazos de maldad, deshacer las amarras del yugo,
dar la libertad a los oprimidos, y romper toda clase de yugo.
Partir tu pan con el hambriento,
hospedar a los pobres sin techo,
vestir al que veas desnudo y
no apartarte de tu semejante.
Entonces brotará tu luz como la aurora,
y tu herida se curará rápidamente.
Te precederá tu justicia, la gloria del Señor te seguirá.
Entonces clamarás, y el Señor te responderá. Pedirás socorro, y dirá: «Aquí estoy».
Libro de Isaías 58:4.6-9
Según san León, la Cuaresma es “un retiro colectivo de cuarenta días, durante los cuales la Iglesia, proponiendo a sus fieles el ejemplo de Cristo en su retiro al desierto, se prepara para la celebración de las solemnidades pascuales con la purificación del corazón y una práctica perfecta de la vida cristiana” (Esta definición es deducida del análisis del sermón 42).
Se trataba, por tanto, de un tiempo, introducido por la imitación de Cristo y de Moisés, en el que la comunidad cristiana se esforzaba en realizar una profunda renovación interior. El Catecismo de la Iglesia Católica retoma esta idea y la expresa de la siguiente manera: “La Iglesia se une todos los años, durante los cuarenta días de la Gran Cuaresma, al Misterio de Jesús en el desierto” (n. 540).
Miércoles de Ceniza
Artículo principal: Miércoles de Ceniza
El Miércoles de Ceniza, el anterior al primer domingo de Cuaresma, se realiza el gesto simbólico de la imposición de ceniza en la frente de los fieles católicos. La ceniza representa la destrucción de los errores del año anterior al ser éstos quemados. Mientras el sacerdote impone la ceniza dice una de estas dos expresiones: "Arrepiéntete y cree en el evangelio" ( Mc 1,15) o "Acuérdate de que eres polvo y al polvo has de volver" (Gén 3,19)
Referencias
Aciprensa.com: Normas Universales sobre el Año Litúrgico y el Calendario] (Pablo VI, 1969), punto 28; original en latín: clerus.org, Congregación para el Clero de la Santa Sede: Missale Romanum
Génesis 15:13
Bernal (1984). Iniciación al año litúrgico, p. 176.
Bernal (1984). Iniciación al año litúrgico, p. 176. En el siglo IV, el ayuno de tres semanas se alargó a seis. De esas seis hay que restar los dos días últimos —viernes y sábado— que en la Iglesia romana pertenecen al Triduo pascual. Entonces quedan exactamente cuarenta días.
McKenna (1999). La Cuaresma, día a día, pp. 35-36. Interpretando las palabras del Libro de Isaías 58:6-9, el autor refiere una serie de prácticas y de actitudes como expresión de un ayuno interior.
Bibliografía
Bernal, J. M. (1984). Iniciación al año litúrgico. Madrid: Ediciones Cristiandad. pp. 157-187. ISBN 84-7057-357-8. Consultado el 10 de febrero de 2013.
McKenna, Megan (1999). La Cuaresma, día a día. Maliaño (Cantabria): Sal Terrae. ISBN 84-293-1284-6. Consultado el 10 de febrero de 2013.
Categoría:
Año litúrgico4.
Subsidio de Cuaresma y Semana Santa
SEMANA SANTA
4.1. DOMINGO DE RAMOS
Hoy nos reunimos para celebrar el Domingo de Ramos en la Pasión del Señor. Es un Domingo que
nos recuerda la entrada triunfal del Señor en Jerusalén, y también hoy es una entrada en Santiago,
en sus distintas Comunas, y Comunidades, hoy queremos alabar al Señor, aunque seamos frágiles
y no siempre constantes.
38
Arzobispado de Santiago
El Papa Francisco, nos recordaba el año pasado lo siguiente en este momento
“Al comienzo de la Misa.... Hemos agitado nuestras palmas. También nosotros hemos acogido al
Señor; también nosotros hemos expresado la alegría de acompañarlo, de saber que nos es cercano,
presente en nosotros y en medio de nosotros como un amigo, como un hermano, también como
rey, es decir, como faro luminoso de nuestra vida. Jesús es Dios, pero se ha abajado a caminar
con nosotros. Es nuestro amigo, nuestro hermano. El que nos ilumina en nuestro camino. Y así
lo hemos acogido hoy. Y esta es la primera palabra que quisiera decirles: alegría. No sean nunca
hombres y mujeres tristes: un cristiano jamás puede serlo. Nunca se dejen vencer por el desánimo.
Nuestra alegría no es algo que nace de tener tantas cosas, sino de haber encontrado a una persona,
Jesús; que está entre nosotros; nace del saber que, con él, nunca estamos solos, incluso en los
momentos difíciles, aun cuando el camino de la vida tropieza con problemas y obstáculos que
parecen insuperables, y ¡hay tantos! Y en este momento viene el enemigo, viene el diablo, tantas
veces disfrazado de ángel, e insidiosamente nos dice su palabra. No le escuchen. Sigamos a Jesús.
Nosotros acompañamos, seguimos a Jesús, pero sobre todo sabemos que él nos acompaña y nos
carga sobre sus hombros: en esto reside nuestra alegría, la esperanza que hemos de llevar en este
mundo nuestro. Y, por favor, no se dejen robar la esperanza, no dejen robar la esperanza. Esa que
nos da Jesús.”
Por eso con alegría este Domingo quiere ser también un testimonio, en cada lugar que hagamos
nuestra Procesión con nuestras palmas, queremos dar testimonio de la esperanza, del Señor en
nuestras vidas y en nuestras comunidades, que seamos alegres, acogedores y misericordiosos
para mostrar el rostro de nuestro Salvador. Como en el Evangelio de inicio, también hoy nosotros
anunciemos al Señor diciendo: ¡Hosanna al Hijo de David! ¡Bendito el que viene en nombre del
Señor! ¡Hosanna en las alturas!
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Subsidio de Cuaresma y Semana Santa
Invitamos a todos a congregarnos para iniciar nuestra Procesión.
Luego de nuestra bendición de Ramos, queremos testimoniar en cada Comunidad la esperanza,
la vida y la comunión que brotan del Señor. Nuestro caminar en torno a nuestro Templo, es una
invitación a mostrar la alegría del Discípulo, invitar a reconocer al Señor como nuestro Rey, invi-
tación a mostrarnos humildes y descubrir que no siempre somos fieles, por eso Señor aumenta
nuestra fe, danos la gracias de la fidelidad.
En cada momento de nuestro caminar (cuando se hace la procesión) queremos ir recordando los
espacios de dolor que tenemos en nuestras Comunidades. Recordar a nuestros hermanos que
están enfermos. Recordar a quienes pasan por dificultades. Recordar a quienes han sido víctimas
de la violencia. Recordar al que nunca es visto, a aquel hermano que está solo y desamparado,
hagámoslo rostro, tengámoslo presente, invitémoslo en nuestro recuerdo a que se encuentre con
el Señor y nosotros acerquémosnos a él.
Nuestros cantos, quieren ser también un motivo de alegría, de esa alegría que viene del encuen-
tro y anuncio gozoso del Señor. Nuestras Comunidades dicen Hosanna, bendito el que viene en
nombre del Señor. Jesucristo llega a nuestras vidas, Señor bienvenido en nuestros corazones,
Hosanna en el cielo. Bendito seas por las maravillas que obras en cada uno de nosotros, bendito
seas porque nunca nos abandonas, bendito por permitirnos ser tus testigos, Hosanna en el cielo.
40
Arzobispado de Santiago
DOMINGO 13 DE ABRIL - Domingo de Ramos
Salterio II
Color: rojo
Con este domingo el pueblo de Dios entra en el misterio pascual de Cristo, que resume nuestra fe,
funda nuestra esperanza y nos lleva a acoger con gratitud y con todo el amor del cual somos capaces,
el ofrecimiento divino de la salvación.
El rito particular de este domingo tiene una lectura del Evangelio que evoca el ingreso triunfal de Jesús
en Jerusalén, donde el pueblo lo aclama como Mesías y Redentor.
Ha llegado la hora en que Jesús mismo aclara el significado de su realeza. Él es un rey manso y humilde
de corazón y, como tal, se propone para ser imitado por sus fieles. Jesús es un rey que da la vida por su
pueblo y, por esto, para cada creyente llega la hora en la cual es necesario salir al descubierto gritando
y testimoniando la propia fe. Esto lo debemos hacer aún al costo de ser incomprendidos o despreciados.
A este testimonio de nuestra fe puede estar ligada, incluso la salvación de hermanos nuestros que con
nuestro ejemplo y testimonio salen al encuentro del Señor.
La Iglesia recuerda hoy la entrada que nuestro Señor Jesucristo hizo en Jerusalén para llevar a cabo su
misterio pascual. Que en este año de la Misión Territorial, nuestra fe y devoción impulse a muchos a
seguir a Jesucristo, Señor de la vida, Rey humilde, nuestro Mesias y Redentor.
CONMEMORACION DE LA ENTRADA DEL SEÑOR EN JERUSALEN
LA PROCESION
A una hora conveniente, se reúne la asamblea de los fieles en alguna capilla o en otro lugar apto que esté
separado de la iglesia hacia la cual se dirigirá la procesión. Los fieles tienen los ramos en sus manos.
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Subsidio de Cuaresma y Semana Santa
Antífona Mt. 21, 9
Hosanna al Hijo de David: bendito el que viene en nombre del Señor, el Rey de Israel. ¡Hosanna en
el cielo!
Monición
Queridos hermanos:
Después de haber preparado nuestros corazones desde el comienzo de la Cuaresma por medio de la
penitencia, la oración y las obras de caridad, hoy nos congregamos para iniciar con toda la Iglesia la
celebración del misterio pascual de nuestro Señor.
Este sagrado misterio se realiza por su muerte y resurrección; para ello, Jesús ingresó en Jerusalén, la
ciudad santa. Nosotros, llenos de fe y con gran fervor, recordando esta entrada triunfal, sigamos al Señor
para que, por la gracia que brota de su cruz, lleguemos a tener parte en su resurrección y en su vida.
Oremos
Dios todopoderoso y eterno, santifica con tu bendición estos ramos para que, cuantos seguimos con
aclamaciones a Cristo Rey, podamos llegar por él a la Jerusalén celestial. Que vive y reina por los
siglos de los siglos.
R. Amén.
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Arzobispado de Santiago
Evangelio
«Bendito el que viene en nombre del Señor»
+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo
Mt 21, 1-11
Cuando se acercaron a Jerusalén y llegaron a Betfagé, al monte de los Olivos, Jesús envió a
dos discípulos, diciéndoles:
«Vayan al pueblo que está enfrente, e inmediatamente encontrarán un asna atada, junto con su
cría. Desátenla y tráiganmelos. Y si alguien les dice algo, respondan: «El Señor los necesita
y los va a devolver enseguida»».
Esto sucedió para que se cumpliera lo anunciado por el Profeta: «Digan a la hija de Sión:
Mira que tu rey viene hacia ti, humilde y montado sobre un asna, sobre la cría de un animal
de carga».
Los discípulos fueron e hicieron lo que Jesús les había mandado; trajeron el asna y su cría,
pusieron sus mantos sobre ellos y Jesús montó sobre él. Entonces la mayor parte de la gente
comenzó a extender sus mantos sobre el camino, y otros cortaban ramas de los árboles y lo
cubrían con ellas.
La multitud que iba delante de Jesús y la que lo seguía gritaba: «¡Hosanna al Hijo de David!
¡Bendito el que viene en nombre del Señor! ¡Hosanna en las alturas!».
Cuando entró en Jerusalén, toda la ciudad se conmovió, y preguntaban: «¿Quién es éste? ».
Y la gente respondía: «Es Jesús, el profeta de Nazaret en Galilea».
Queridos hermanos: Imitemos a la muchedumbre que aclamó a Jesús, y caminemos cantando y
glorificando a Dios, unidos por el vínculo de la paz.
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Subsidio de Cuaresma y Semana Santa
Antífona de entrada Cf. Jn 12, 1. 12-13; Sal 23, 9-10
Seis días antes de la solemnidad de la Pascua, cuando el Señor entraba a la ciudad de Jerusalén, los
niños salieron a su encuentro con palmas en sus manos y aclamaban con toda su voz: “Hosanna en las
alturas. Bendito tú, que has venido lleno de misericordia”.
Puertas, levanten sus dinteles. Ábranse, puertas eternas, para que entre el rey de la gloria. ¿Y quién es
ese Rey de la gloria? El Rey de la gloria es el Señor de los ejércitos. * Hosanna en las alturas. Bendito
tú, que has venido lleno de misericordia.
MISA
Oración colecta
Dios todopoderoso y eterno, tú mostraste a los hombres el ejemplo de humildad de nuestro Salvador,
que se encarnó y murió en la cruz; concédenos recibir las enseñanzas de su Pasión, para poder participar
un día de su gloriosa resurrección. Él que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es
Dios, por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
Primera lectura
No retiré mi rostro cuando me ultrajaban, pero sé muy bien que no seré defraudado.
Lectura del libro de Isaías 50, 4-7
El mismo Señor me ha dado una lengua de discípulo, para que yo sepa reconfortar al fatigado con
una palabra de aliento. Cada mañana, Él despierta mi oído para que yo escuche como un discípulo. El
Señor abrió mi oído y yo no me resistí ni me volví atrás. Ofrecí mi espalda a los que me golpeaban y
mis mejillas, a los que me arrancaban la barba; no retiré mi rostro cuando me ultrajaban y escupían.
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Arzobispado de Santiago
Pero el Señor viene en mi ayuda: por eso, no quedé confundido; por eso, endurecí mi rostro como
el pedernal, y sé muy bien que no seré defraudado.
Salmo responsorial 21, 8-9. 17-18a. 19-20.23-24
R/. Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?
Los que me ven, se burlan de mí, hacen una mueca y mueven la cabeza, diciendo: “Confió en el
Señor, que Él lo libre; que lo salve, si lo quiere tanto”.
Me rodea una jauría de perros, me asalta una banda de malhechores; taladran mis manos y mis pies.
Yo puedo contar todos mis huesos.
Se reparten entre sí mi ropa y sortean mi túnica. Pero Tú, Señor, no te quedes lejos; Tú que eres mi
fuerza, ven pronto a socorrerme.
Yo anunciaré tu Nombre a mis hermanos, te alabaré en medio de la asamblea: “Alábenlo, los que
temen al Señor; glorifíquenlo, descendientes de Jacob; témanlo, descendientes de Israel”.
Segunda lectura
Se anonadó a sí mismo. Por eso, Dios lo exaltó.
Lectura de la carta del Apóstol san Pablo a los cristianos de Filipos 2, 6-11
Jesucristo, que era de condición divina, no consideró esta igualdad con Dios como algo que debía
guardar celosamente: al contrario, se anonadó a sí mismo, tomando la condición de servidor y
haciéndose semejante a los hombres. Y presentándose con aspecto humano, se humilló hasta aceptar
por obediencia la muerte y muerte de cruz.
Por eso, Dios lo exaltó y le dio el Nombre que está sobre todo nombre, para que al nombre de Jesús,
se doble toda rodilla en el cielo, en la tierra y en los abismos, y toda lengua proclame para gloria
de Dios Padre: “Jesucristo es el Señor”.
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Subsidio de Cuaresma y Semana Santa
Evangelio
En los lugares en que pareciera oportuno, durante la lectura de la Pasión se pueden incorporar aclamaciones.
+ Pasión de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo 26, 3-5. 14—27, 66
C. Unos días antes de la fiesta de Pascua, los Sumos Sacerdotes y los ancianos del pueblo
se reunieron en el palacio del Sumo Sacerdote, llamado Caifás, y se pusieron de acuerdo
para detener a Jesús con astucia y darle muerte. Pero decían:
S. “No lo hagamos durante la fiesta, para que no se produzca un tumulto en el pueblo”.
C. Entonces, uno de los Doce, llamado Judas Iscariote, fue a ver a los sumos sacerdotes
y les dijo:
S. “¿Cuánto me darán si se lo entrego?”
C. Y resolvieron darle treinta monedas de plata. Desde ese momento, Judas buscaba una
ocasión favorable para entregarlo.
C. El primer día de los Ácimos, los discípulos fueron a preguntar a Jesús:
S. “¿Dónde quieres que te preparemos la comida pascual?”
C. Él respondió:
+ “Vayan a la ciudad, a la casa de tal persona, y díganle: “El Maestro dice: Se acerca mi
hora, voy a celebrar la Pascua en tu casa con mis discípulos””.
C. Ellos hicieron como Jesús les había ordenado y prepararon la Pascua.
C. Al atardecer; estaba a la mesa con los Doce y, mientras comían, Jesús les dijo:
+ “Les aseguro que uno de ustedes me entregara”.
C. Profundamente apenados, ellos empezaron a preguntarle uno por uno:
S. “¿Seré yo, Señor?”
C. El respondió:
+ “El que acaba de servirse de la misma fuente que Yo, ése me va a entregar. El Hijo del
46
Arzobispado de Santiago
hombre se va, como está escrito de Él, pero ¡ay de aquél por quien el Hijo del hombre
será entregado: más le valdría no haber nacido!”
C. Judas, el que lo iba a entregar, le preguntó:
S. “¿Seré yo, Maestro?”
+ «Tú lo has dicho».
C. Le respondió Jesús.
C. Mientras comían, Jesús tomó el pan, pronunció la bendición, lo partió y lo dio a sus
discípulos, diciendo:
+ “Tomen y coman, esto es mi Cuerpo”.
C. Después tomó una copa, dio gracias y se la entregó, diciendo:
+ “Beban todos de ella, porque esta es mi Sangre, la Sangre de la Alianza, que se derrama
por muchos para la remisión de los pecados. Les aseguro que desde ahora no beberé
más de este fruto de la vid, hasta el día en que beba con ustedes el vino nuevo en el
Reino de mi Padre”.
C. Después del canto de los Salmos, salieron hacia el monte de los Olivos.
C. Entonces Jesús les dijo:
+ “Esta misma noche, ustedes se van a escandalizar a causa de mí. Porque dice la Escritura:
“Heriré al pastor, y se dispersarán las ovejas del rebaño”. Pero después que Yo resucite,
iré antes que ustedes a Galilea”.
C. Pedro, tomando la palabra, le dijo:
S. “Aunque todos se escandalicen por tu causa, yo no me escandalizaré jamás”.
C. Jesús le respondió:
+ “Te aseguro que esta misma noche, antes que cante el gallo, me habrás negado tres
veces”.
C. Pedro le dijo:
S. “Aunque tenga que morir contigo, jamás te negaré”.
47
Subsidio de Cuaresma y Semana Santa
C. Y todos los discípulos dijeron lo mismo.
C. Cuando Jesús llegó con sus discípulos a una propiedad llamada Getsemaní, les dijo:
+ “Quédense aquí, mientras Yo voy allí a orar”.
C Y llevando con Él a Pedro y a los dos hijos de Zebedeo, comenzó a entristecerse y a
angustiarse. Entonces les dijo:
+ “Mi alma siente una tristeza de muerte. Quédense aquí, velando conmigo”.
C. Y adelantándose un poco, cayó con el rostro en tierra, orando así:
+ “Padre mío, si es posible, que pase lejos de mí este cáliz, pero no se haga mi voluntad,
sino la tuya”.
C. Después volvió junto a sus discípulos y los encontró durmiendo. Jesús dijo a Pedro:
+ “¿Es posible que no hayan podido quedarse despiertos conmigo, ni siquiera una hora?
Estén prevenidos y oren para no caer en la tentación, porque el espíritu está dispuesto,
pero la carne es débil”.
C. Se alejó por segunda vez y suplicó:
+ “Padre mío, si no puede pasar este cáliz sin que yo lo beba, que se haga tu voluntad”.
C. Al regresar los encontró otra vez durmiendo, porque sus ojos se cerraban de sueño.
Nuevamente se alejó de ellos y oró por tercera vez, repitiendo las mismas palabras.
Luego volvió junto a sus discípulos y les dijo:
+ “Ahora pueden dormir y descansar: ha llegado la hora en que el Hijo del hombre va
a ser entregado en manos de los pecadores. ¡Levántense! ¡Vamos! Ya se acerca el que
me va a entregar”.
C. Jesús estaba hablando todavía, cuando llegó Judas, uno de los Doce, acompañado de
una multitud con espadas y palos, enviada por los sumos sacerdotes y los ancianos del
pueblo. El traidor les había dado esta señal:
S. “Es aquél a quien voy a besar. Deténganlo”.
Inmediatamente se acercó a Jesús, diciéndole:
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Arzobispado de Santiago
S. “Salud, Maestro”.
C. Y lo besó. Jesús le dijo:
+ “Amigo, ¡cumple tu cometido!”
C. Entonces se abalanzaron sobre Él y lo detuvieron. Uno de los que estaban con Jesús
sacó su espada e hirió al servidor del Sumo Sacerdote, cortándole la oreja. Jesús le dijo:
+ “Guarda tu espada, porque el que a hierro mata, a hierro muere. ¿O piensas que no puedo
recurrir a mi Padre? Él pondría inmediatamente a mi disposición más de doce legiones
de ángeles. Pero entonces, ¿cómo se cumplirían las Escrituras, según las cuales debe
suceder esto?”
C. Y en ese momento, Jesús dijo a la multitud:
+. “¿Soy acaso un bandido, para que salgan a arrestarme con espadas y palos? Todos los
días me sentaba a enseñar en el Templo, y ustedes no me detuvieron”.
C. Todo esto sucedió para que se cumpliera lo que escribieron los profetas. Entonces todos
los discípulos lo abandonaron y huyeron.
C. Los que habían arrestado a Jesús lo condujeron a la casa del Sumo Sacerdote Caifás,
donde se habían reunido los escribas y los ancianos. Pedro lo siguió de lejos hasta el
palacio del Sumo Sacerdote; entró y se sentó con los servidores para ver cómo terminaba
todo.
Los sumos sacerdotes y todo el Sanedrín buscaban un falso testimonio contra Jesús
para poder condenarlo a muerte; pero no lo encontraron, a pesar de haberse presentado
numerosos testigos falsos. Finalmente, se presentaron dos que declararon:
S. “Este hombre dijo: “Yo puedo destruir el Templo de Dios y reconstruirlo en tres días””.
C. El Sumo Sacerdote, poniéndose de pie, dijo a Jesús:
S. “¿No respondes nada? ¿Qué es lo que estos declaran contra ti?”
C. Pero Jesús callaba. El Sumo Sacerdote insistió:
S. “Te conjuro por el Dios vivo a que me digas si Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios”.
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Subsidio de Cuaresma y Semana Santa
C. Jesús le respondió:
+ “Tú lo has dicho. Además, les aseguro que de ahora en adelante verán al Hijo del hombre
sentarse a la derecha del Todopoderoso y venir sobre las nubes del cielo”.
C. Entonces el Sumo Sacerdote rasgó sus vestiduras, diciendo:
S. “Ha blasfemado. ¿Qué necesidad tenemos ya de testigos? Ustedes acaban de oír la
blasfemia. ¿Qué les parece?”
C. Ellos respondieron:
S. “Merece la muerte”.
C. Luego lo escupieron en la cara y lo abofetearon. Otros lo golpeaban, diciéndole:
S. “Tú, que eres el Mesías, profetiza, dinos quién te golpeó”.
C. Mientras tanto, Pedro estaba sentado afuera, en el patio. Una sirvienta se acercó y le
dijo:
S. “Tú también estabas con Jesús, el Galileo”.
C. Pero él lo negó delante de todos, diciendo:
S. “No sé lo que quieres decir”.
C. Al retirarse hacia la puerta, lo vio otra sirvienta y dijo a los que estaban allí:
S. “Este es uno de los que acompañaban a Jesús, el Nazareno”.
C. Y nuevamente Pedro negó con juramento:
S. “Yo no conozco a ese hombre”.
C. Un poco más tarde, los que estaban allí se acercaron a Pedro y le dijeron:
S. “Seguro que tú también eres uno de ellos; hasta tu acento te traiciona”.
C. Entonces Pedro se puso a maldecir y a jurar que no conocía a ese hombre. En seguida
cantó el gallo, y Pedro recordó las palabras que Jesús había dicho: “Antes que cante el
gallo, me negarás tres veces”. Y saliendo, lloró amargamente.
C. Cuando amaneció, todos los sumos sacerdotes y ancianos del pueblo deliberaron sobre
la manera de hacer ejecutar a Jesús. Después de haberlo atado, lo llevaron ante Pilato,
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Arzobispado de Santiago
el gobernador, y se lo entregaron.
C. Judas, el que lo entregó, viendo que Jesús había sido condenado, lleno de remordimiento,
devolvió las treinta monedas de plata a los sumos sacerdotes y a los ancianos, diciendo:
S. “He pecado, entregando sangre inocente”.
C. Ellos respondieron:
S. “¿Qué nos importa? Es asunto tuyo”.
C. Entonces él, arrojando las monedas en el Templo, salió y se ahorcó. Los sumos
sacerdotes, juntando el dinero, dijeron:
S. “No está permitido ponerlo en el tesoro, porque es precio de sangre”.
C. Después de deliberar, compraron con él un campo, llamado “del alfarero”, para sepultar
a los extranjeros. Por esta razón se lo llama hasta el día de hoy “Campo de sangre”. Así
se cumplió lo anunciado por el profeta Jeremías: “Y ellos recogieron las treinta monedas
de plata, cantidad en que fue tasado aquel a quien pusieron precio los israelitas. Con el
dinero se compró el “Campo del alfarero”, como el Señor me lo había ordenado”.
C. Jesús compareció ante el gobernador, y éste le preguntó:
S. “¿Eres Tú el rey de los judíos?”
C. Él respondió:
+ “Tú lo dices”.
C. Al ser acusado por los sumos sacerdotes y los ancianos, no respondió nada. Pilato le
dijo:
S. “¿No oyes todo lo que declaran contra ti?”
C. Jesús no respondió a ninguna de sus preguntas, y esto dejó muy admirado al gobernador.
En cada Fiesta, el gobernador acostumbraba a poner en libertad a un preso, a elección
del pueblo. Había entonces uno famoso, llamado Jesús Barrabás. Pilato preguntó al
pueblo que estaba reunido:
S. “¿A quién quieren que ponga en libertad, a Jesús Barrabás o a Jesús llamado el Mesías?”
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Subsidio de Cuaresma y Semana Santa
C. El sabía bien que lo habían entregado por envidia. Mientras estaba sentado en el tribunal,
su mujer le mandó decir:
S. “No te mezcles en el asunto de ese justo porque hoy, por su causa, tuve un sueño que
me hizo sufrir mucho”.
C. Mientras tanto, los sumos sacerdotes y los ancianos convencieron a la multitud que
pidiera la libertad de Barrabás y la muerte de Jesús. Tomando de nuevo la palabra, el
gobernador les preguntó:
S. “¿A cuál de los dos quieren que ponga en libertad?”
C. Ellos respondieron:
S. “A Barrabás”.
C. Pilato continuó:
S. “¿Y qué haré con Jesús, llamado el Mesías?”
C. Todos respondieron:
S. “¡Que sea crucificado!”
C. Él insistió:
S. “¿Qué mal ha hecho?”
C. Pero ellos gritaban cada vez más fuerte:
S. “¡Que sea crucificado!”
C. Al ver que no se llegaba a nada, sino que aumentaba el tumulto, Pilato hizo traer agua
y se lavó las manos delante de la multitud, diciendo:
S. “Yo soy inocente de esta sangre. Es asunto de ustedes”.
C. Y todo el pueblo respondió:
S. “Que su sangre caiga sobre nosotros y sobre nuestros hijos”.
C. Entonces, Pilato puso en libertad a Barrabás; y a Jesús, después de haberlo hecho azotar,
lo entregó para que fuera crucificado.
C. Los soldados del gobernador llevaron a Jesús al pretorio y reunieron a toda la guardia
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Arzobispado de Santiago
alrededor de Él. Entonces lo desvistieron y le pusieron un manto rojo. Luego tejieron una
corona de espinas y la colocaron sobre su cabeza; pusieron una caña en su mano derecha y,
doblando la rodilla delante de Él, se burlaban, diciendo:
S. “Salud, rey de los judíos”.
C. Y escupiéndolo, le quitaron la caña y con ella le golpeaban la cabeza. Después de haberse
burlado de Él, le quitaron el manto, le pusieron de nuevo sus vestiduras y lo llevaron a
crucificar.
C. Al salir, se encontraron con un hombre de Cirene, llamado Simón, y lo obligaron a
llevar la cruz. Cuando llegaron al lugar llamado Gólgota, que significa “lugar del
Cráneo”, le dieron de beber vino con hiel. Él lo probó, pero no quiso tomarlo. Después
de crucificarlo, “los soldados sortearon sus vestiduras y se las repartieron;” y sentándose
allí, se quedaron para custodiarlo. Colocaron sobre su cabeza una inscripción con el
motivo de su condena: “Este es Jesús, el rey de los judíos”. Al mismo tiempo, fueron
crucificados con Él dos bandidos, uno a su derecha y el otro a su izquierda.
C. Los que pasaban, lo insultaban y, moviendo la cabeza, decían:
S. “Tú, que destruyes el Templo y en tres días lo vuelves a edificar, ¡sálvate a ti mismo,
si eres Hijo de Dios, y baja de la cruz!”
C. De la misma manera, los sumos sacerdotes, junto con los escribas y los ancianos, se
burlaban, diciendo:
S. “¡Ha salvado a otros y no puede salvarse a sí mismo! Es rey de Israel: que baje ahora
de la cruz y creeremos en Él. “Ha confiado en Dios; que Él lo libre ahora si lo ama”,
ya que Él dijo: “Yo soy Hijo de Dios””.
C. También lo insultaban los bandidos crucificados con Él.
C. Desde el mediodía hasta las tres de la tarde, las tinieblas cubrieron toda la región. Hacia
las tres de la tarde, Jesús exclamó en alta voz:
+. “Elí, Elí, lemá sabactaní”.
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Subsidio de Cuaresma y Semana Santa
C. Que significa:
+. “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?”
C. Algunos de los que se encontraban allí, al oírlo, dijeron:
S. “Está llamando a Elías”. En seguida, uno de ellos corrió a tomar una esponja, la empapó
en vinagre y, poniéndola en la punta de una caña, le dio de beber. Pero los otros le decían:
S. “Espera, veamos si Elías viene a salvarlo”.
C. Entonces Jesús, clamando otra vez con voz potente, entregó su espíritu.
C. Inmediatamente, el velo del Templo se rasgó en dos, de arriba abajo, la tierra tembló,
las rocas se partieron y las tumbas se abrieron. Muchos cuerpos de santos que habían
muerto resucitaron y, saliendo de las tumbas después que Jesús resucitó, entraron en la
Ciudad santa y se aparecieron a mucha gente. El centurión y los hombres que custodiaban
a Jesús, al ver el terremoto y todo lo que pasaba, se llenaron de miedo y dijeron:
S. “¡Verdaderamente, éste era Hijo de Dios!”
C. Había allí muchas mujeres que miraban de lejos: eran las mismas que habían seguido
a Jesús desde Galilea para servirlo.
Entre ellas estaban María Magdalena, María -la madre de Santiago y de José- y la madre
de los hijos de Zebedeo.
C. Al atardecer, llegó un hombre rico de Arimatea, llamado José, que también se había
hecho discípulo de Jesús, y fue a ver a Pilato para pedirle el cuerpo de Jesús. Pilato
ordenó que se lo entregaran. Entonces José tomó el cuerpo, lo envolvió en una sábana
limpia y lo depositó en un sepulcro nuevo que se había hecho cavar en la roca. Después
hizo rodar una gran piedra a la entrada del sepulcro, y se fue. María Magdalena y la
otra María estaban sentadas frente al sepulcro.
C. A la mañana siguiente, es decir, después del día de la Preparación, los sumos sacerdotes
y los fariseos se reunieron y se presentaron ante Pilato, diciéndole:
S. “Señor, nosotros nos hemos acordado de que ese impostor, cuando aún vivía, dijo: “A
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Arzobispado de Santiago
los tres días resucitaré”. Ordena que el sepulcro sea custodiado hasta el tercer día, no
sea que sus discípulos roben el cuerpo y luego digan al pueblo: “¡Ha resucitado!” Este
último engaño sería peor que el primero”.
C. Pilato les respondió:
S. “Ahí tienen la guardia, vayan y aseguren la vigilancia como lo crean conveniente”.
C. Ellos fueron y aseguraron la vigilancia del sepulcro, sellando la piedra y dejando allí
la guardia.
Credo
Oración de los fieles
Imploremos, hermanos, a Jesús, el Sumo Sacerdote de la fe que profesamos, que en la cruz
presentó, con lágrimas en los ojos, oraciones y súplicas al Padre, y oremos también nosotros por
todos los hombres:
- Para que el Señor, que en la cruz excusó y pidió por los ignorantes, tenga piedad de los fieles que
han caído en el pecado, les dé coraje para recurrir al sacramento de la penitencia y les conceda el
gozo del perdón y de la paz, roguemos al Señor.
- Para que la sangre de Jesús, que habla más favorablemente que la de Abel, reconcilie con Dios a
los que aún están lejos a causa de la ignorancia, la indiferencia, la maldad o las propias pasiones,
roguemos al Señor.
- Para que el Señor, que en la cruz experimentó la amargura de sentirse triste y abandonado, se apiade
de los enfermos, los afligidos y los oprimidos y les envíe a su ángel para que los conforte, roguemos
al Señor.
- Para que el Señor, que recibió en su reino al ladrón arrepentido, se apiade de nosotros, nos dé sentimientos
de contrición y nos admita, después de la muerte, en su paraíso, roguemos al Señor.
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Subsidio de Cuaresma y Semana Santa
Dios todopoderoso y eterno, que enviaste a tu Hijo al mundo, para que, con su pasión, destruyese
el pecado y la muerte y, con su resurrección, nos devolviese la vida y la felicidad, escucha las
oraciones de tu pueblo y haz que podamos gozar de los frutos de la cruz gloriosa de Jesucristo.
Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.
LITURGIA EUCARÍSTICA
(Ver Ordinario de la Misa)
Oración sobre las ofrendas
Por la Pasión de tu Hijo unigénito danos, Señor, tu perdón y aunque no lo merecen nuestras obras, haz
que lo recibamos de tu misericordia por este único sacrificio. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar,
Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo, Señor nuestro.
Él, que era inocente, quiso padecer por los pecadores y fue condenado injustamente para salvar
a los culpables; al morir, borró nuestros pecados, y al resucitar, nos obtuvo la salvación.
Por eso, con todos los ángeles te alabamos, diciendo con alegría:
Santo, Santo, Santo ...
PLEGARIA EUCARÍSTICA
(Ver Ordinario de la Misa)
RITO DE LA COMUNIÓN
(Ver Ordinario de la Misa)
Antífona de comunión Mt 26, 42
Padre mío, si no puede pasar este cáliz sin que yo lo beba, que se haga tu voluntad.
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Arzobispado de Santiago
Oración después de la comunión
Alimentados con tus sagrados dones, te pedimos, Padre, que así como por la muerte de tu Hijo nos
haces esperar lo que creemos, por su resurrección lleguemos a la gloria que anhelamos. Por Jesucristo,
nuestro Señor.
RITO DE CONCLUSIÓN
(Ver Ordinario de la Misa)
4.2. JUEVES SANTO
La institución de la Eucaristía es el aspecto más importante de la celebración de este día. Ella es
el rito memorial de la nueva alianza. Pero el mismo misal romano nos invita en este día a meditar
y tener presente dos aspectos del misterio que celebramos: el servicio fraterno de la caridad y
la institución del sacerdocio ministerial. Ambas están vinculadas íntimamente con la Eucaristía.
Es significativo el hecho de que San Juan, cuando hace referencia a las ultimas palabras de Jesús
con sus discípulos y cuando recoge en las palabras de la ultima cena los temas fundamentales
57
Subsidio de Cuaresma y Semana Santa
de su Evangelio, no hace referencia a los gestos rituales sobre el Pan y el vino como sí lo hacen
los otros Evangelistas. Ciertamente este era un dato que era bien conocido y utilizado por la
comunidad, tal como lo encontramos de manera bien definida en la carta de San Pablo a los
Corintios (primera lectura).
Juan pone la atención en el gesto de Jesús que lava los pies a sus discípulos y que les deja como
testamento de palabra y ejemplo el hacer lo mismo con los hermanos. La Invitación Eucarística
es a hacer como El, es decir celebrar en cada Eucaristía la donación de uno mismo. La invitación
del Señor Jesús es que hagamos actual con nuestros contemporáneos, el gesto del servicio con-
tenido en el lavado de los pies y la donación de la vida que se simboliza en la comida Eucarística.
Al interior de la comunidad eclesial las relaciones debieran ser evaluadas en clave de servicio y
no de poder, servicio que encuentra la más perfecta y hermosa expresión en el momento de la
acción Eucarística.
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Arzobispado de Santiago
MISA VESPERTINA DE LA CENA DEL SEÑOR
RITOS INICIALES
(Ver Ordinario de la Misa)
Antífona de entrada Cf. Ga1 6, 14
Debemos gloriarnos en la Cruz de nuestro Señor Jesucristo: en él está nuestra salvación, nuestra vida
y nuestra resurrección; por él hemos sido salvados y redimidos.
Oración colecta
Dios nuestro, reunidos para celebrar la santísima Cena en la que tu Hijo unigénito, antes de entregarse
a la muerte, confió a la Iglesia el nuevo y eterno sacrificio, banquete pascual de su amor, concédenos
que, de tan sublime misterio, brote para nosotros la plenitud del amor y de la vida. Por nuestro Señor
Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos
de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
Primera lectura
Prescripciones sobre la cena pascual.
Lectura del libro del Éxodo 12, 1-8. 11-14
El Señor dijo a Moisés y a Aarón en la tierra de Egipto: “Este mes será para ustedes el mes inicial,
el primero de los meses del año. Digan a toda la comunidad de Israel:
“El diez de este mes, consíganse cada uno un animal del ganado menor, uno para cada familia.
Si la familia es demasiado reducida para consumir un animal entero, se unirá con la del vecino
que viva más cerca de su casa. En la elección del animal tengan en cuenta, además del número de
comensales, lo que cada uno come habitualmente.
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Subsidio de Cuaresma y Semana Santa
Elijan un animal sin ningún defecto, macho y de un año; podrá ser cordero o cabrito. Deberán
guardarlo hasta el catorce de este mes, y a la hora del crepúsculo, lo inmolará toda la asamblea de
la comunidad de Israel. Después tomarán un poco de su sangre, y marcarán con ella los dos postes
y el dintel de la puerta de las casas donde lo coman. Y esa misma noche comerán la carne asada al
fuego, con panes sin levadura y verduras amargas.
Deberán comerlo así: ceñidos con un cinturón, calzados con sandalias y con el bastón en la mano.
Y lo comerán rápidamente: es la Pascua del Señor.
Esa noche Yo pasaré por el país de Egipto para exterminar a todos sus primogénitos, tanto hombres
como animales, y daré un justo escarmiento a los dioses de Egipto. Yo soy el Señor.
La sangre les servirá de señal para indicar las casas donde ustedes estén. Al verla, Yo pasaré de
largo, y así ustedes se librarán del golpe del Exterminador, cuando Yo castigue al país de Egipto.
Éste será para ustedes un día memorable y deberán solemnizarlo con una fiesta en honor del Señor.
Lo celebrarán a lo largo de las generaciones como una institución perpetua””.
Salmo responsorial 115, 12-13. 15-16bc. 17-18
R/. ¿Con qué pagaré al Señor todo el bien que me hizo?
¿Con qué pagaré al Señor todo el bien que me hizo? Alzaré la copa de la salvación e invocaré el
nombre del Señor.
¡Qué penosa es para el Señor la muerte de sus amigos! Yo, Señor, soy tu servidor, lo mismo que mi
madre: por eso rompiste mis cadenas.
Te ofreceré un sacrificio de alabanza, e invocaré el nombre del Señor. Cumpliré mis votos al Señor,
en presencia de todo su pueblo.
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Arzobispado de Santiago
Segunda lectura
Siempre que coman este pan y beban este cáliz, proclamarán la muerte del Señor.
Lectura de la primera carta del Apóstol san Pablo a los cristianos de Corinto 11, 23-26
Hermanos:
Lo que yo recibí del Señor, y a mi vez les he transmitido, es lo siguiente:
El Señor Jesús, la noche en que fue entregado, tomó el pan, dio gracias, lo partió y dijo: “Esto es
mi Cuerpo, que se entrega por ustedes. Hagan esto en memoria mía”.
De la misma manera, después de cenar, tomó la copa, diciendo: “Esta copa es la Nueva Alianza que
se sella con mi Sangre. Siempre que la beban, háganlo en memoria mía”.
Y así, siempre que coman este pan y beban esta copa, proclamarán la muerte del Señor hasta que
Él vuelva.
Aclamación al Evangelio Jn 13, 34
“Les doy un mandamiento nuevo: Ámense los unos a los otros, como Yo los he amado”, dice el Señor.
Evangelio
Los amó hasta el fin.
+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan 13, 1-15
Antes de la fiesta de Pascua, sabiendo Jesús que había llegado su hora de pasar de este mundo
al Padre, Él, que había amado a los suyos que quedaban en el mundo, los amó hasta el fin.
Durante la Cena, cuando el demonio ya había inspirado a Judas Iscariote, hijo de Simón, el
propósito de entregarlo, sabiendo Jesús que el Padre había puesto todo en sus manos y que
Él había venido de Dios y volvía a Dios, se levantó de la mesa, se sacó el manto y tomando
61
Subsidio de Cuaresma y Semana Santa
una toalla se la ató a la cintura. Luego echó agua en un recipiente y empezó a lavar los pies
a los discípulos y a secárselos con la toalla que tenía en la cintura.
Cuando se acercó a Simón Pedro, éste le dijo: “¿Tú, Señor, me vas a lavar los pies a mí?”
Jesús le respondió: “No puedes comprender ahora lo que estoy haciendo, pero después lo
comprenderás”.
“No, le dijo Pedro, ¡Tú jamás me lavarás los pies a mi!”
Jesús le respondió: “Si Yo no te lavo, no podrás compartir mi suerte”.
“Entonces, Señor, le dijo Simón Pedro, ¡no sólo los pies, sino también las manos y la
cabeza!”
Jesús le dijo: “El que se ha bañado no necesita lavarse más que los pies, porque está
completamente limpio. Ustedes también están limpios, aunque no todos”. Él sabía quién
lo iba a entregar, y por eso había dicho: “No todos ustedes están limpios”.
Después de haberles lavado los pies, se puso el manto, volvió a la mesa y les dijo:
“¿comprenden lo que acabo de hacer con ustedes? Ustedes me llaman Maestro y Señor, y
tienen razón, porque lo soy. Si Yo, que soy el Señor y el Maestro, les he lavado los pies,
ustedes también deben lavarse los pies unos a otros. Les he dado el ejemplo, para que hagan
lo mismo que Yo hice con ustedes”.
LAVATORIO DE LOS PIES
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Arzobispado de Santiago
ORACIÓN DE LOS FIELES
Señor, venimos a entregarte nuestras carencias, Tú eres el único que puedes ayudarnos. Lo hacemos
porque creemos en tu amor.
R. CON TU SERVICIO, RENUEVANOS EN LA FE
1. Por la Iglesia; para que no se canse de coger la jofaina, ceñirse la cintura y arrodillarse para
lavar los pies a todos los hombres signo de la fe en cristo.
OREMOS.
2. Por el Papa, los obispos, los sacerdotes; para que esa imagen de servidores que les dejó Jesús
nos la enseñen con su ejemplo a todos los seguidores de Cristo.
OREMOS
3. Por los que sólo buscan que les laven a ellos los pies; para que siempre encuentren a ese
Cristo en la tierra, capaz de arrodillarse para ayudarles a disminuir su arrogancia.
OREMOS
4. Por los que no nos dejamos lavar los pies porque creemos que estamos demasiado limpios.
OREMOS.
5. Por todos los que rigen las naciones; para que no usen el poder para servirse de él sino para
servir a los demás.
OREMOS.
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Subsidio de Cuaresma y Semana Santa
6. Por todos nosotros; para que no nos conformemos con hablar de amor, sino que lo
demostremos con nuestras obras.
OREMOS.
Señor: Tú que desbordaste la capacidad humana cuando demostraste lo que era amar, ablanda
nuestro corazón y hazlo sensible a las necesidades de los demás. Te lo pedimos por Jesucristo
nuestro Señor.
Amén
LITURGIA EUCARÍSTICA
(Ver Ordinario de la Misa)
Oración sobre las ofrendas
Concédenos, Señor, participar dignamente de estos misterios, pues cada vez que celebramos el memorial
del sacrificio de tu Hijo, se realiza la obra de nuestra redención. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO
PLEGARIA EUCARÍSTICA
(Ver Ordinario de la Misa)
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Arzobispado de Santiago
RITO DE LA COMUNIÓN
(Ver Ordinario de la Misa)
Antífona de comunión Cf. 1 Cor 11, 24-25
Esto es mi Cuerpo, que se entrega por ustedes. Esta copa es la nueva alianza que se sella con mi Sangre.
Siempre que beban de ella, háganlo en memoria mía.
Oración después de la comunión
Dios todopoderoso, te pedimos que, así como somos alimentados en esta vida con la Cena pascual de
tu Hijo, también merezcamos ser saciados en el banquete eterno. Por Jesucristo, nuestro Señor.
TRASLADO SANTÍSIMO SACRAMENTO
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Subsidio de Cuaresma y Semana Santa
A. PREPARACION DE LA ADORACION
Materiales
Hojas de canto
Hojas con textos bíblicos y oraciones.
Silla
Alfombras mesa, mantel para colocar la reserva del Santísimo
Recomendaciones previas
Invitar a los miembros de la comunidad a vivir una experiencia muy significativa en la adoración
al Santísimo Sacramento en clave de lectio divina.
Pedir que cada persona lleve un lápiz, y una Biblia ese día.
Ambientación:
El lugar donde se realizará la reserva del sacramento ha de estar especialmente ornamentado
para esta ocasión. Tener presente algunas sillas y alfombras y para que las personas se ubiquen
frente al santísimo.
- Tener distribuido los espacios del coro, animador y celebrante.
- Poner como sugerencia un gran cartel en un lugar destacado con algunas frases eucarísticas.
- Al comienzo se hará una breve introducción para comprender lo que haremos, y así dedicar
toda nuestra atención contemplativa y adoración a Jesucristo, que ha querido ser alimento
para nosotros y dejarnos su curpo y su sangre en el sacramento de la Eucaristía.
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Arzobispado de Santiago
Personas:
Un animador (a) Celebrante
Equipo de liturgia: personas para ambientación, personas para acoger, lector para el texto
bíblico, personas para ayudar a distribuir el material
Coro.
B. DESARROLLO DE LA ADORACION
A. Incensar la reserva:
Acogemos con nuestro corazón orante la procesión. El sacerdote dejará la reserva en el lugar que
se ha destinado para orar esta noche y lo incensará. Nosotros estamos invitados a acompañar
este gesto con el canto. Les invitamos a tomar sus hojas de canto y cantar el himno eucarístico.
Himno Eucaristico
Señor, tu eres nuestro pan
Que hay que compartir
Un mundo nuevo llega ya
Que hay que construir
1. Jesús la noche en que se dio a todos, dice así: “Tomad, comed, mi cuerpo es por todos, yo lo
doy”
2. Estando ya la Cena al fin, el cáliz da a beber: “Tomad mi sangre, ésta es por todos, yo la doy”
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Subsidio de Cuaresma y Semana Santa
3. “El pan que da la vida soy y la resurrección;
Quien coma de este mismo pan conmigo vivirá”
4. “Yo he venido a salvar y no a condenar:
Mi Padre es quien me envío al mundo vida dar”
5. Si un mismo pan nos da el Señor con él habrá
unidad y un mismo cuerpo se hará: el Pueblo del Señor.
6. No vayas ante el altar sin antes perdonar;
festín gozoso luego habrá en alegría y paz
B. Palabras de Inicio:
Animador: Hermanos, hoy nos hemos reunido junto al altar del Señor, para agradecer a Jesús el
regalo de la Eucaristía. Sacramento que nos une profundamente con el sentido de su vida y de su
muerte, que se hace alimento para transformarnos en mejores discípulos misioneros a su estilo y
al servicio de Reino de vida. Este Reino de vida que hoy tantos de nuestros hermanos necesitan.
Hoy, de manera particular, queremos rogarle al Señor presente en la eucaristía que nos de forta-
leza, que nos anime en su amor y que nos haga ofrenda agradable al Padre.
Por eso esta noche, queremos estar con Jesucristo, Pan de vida eterna. Queremos estar con Él.
Para llevar a cabo todos estos anhelos nos dejaremos acompañar por una forma de orar que hace
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Arzobispado de Santiago
mucho tiempo en la Iglesia practica, que es la lectura orante de su palabra, lo que conocemos
como Lectio divina Por esto, les invitamos a disponer todo nuestro ser, para la palabra penetre
en nuestro corazón y hacer la experiencia personal y comunitaria de Dios con nosotros que nos
llama como Iglesia a fortalecer nuestra fe
Iniciemos esta adoración al santísimo cantando
Vengan a Él, Él es fuente de vida nueva.
Vengan a Él, Él es vida y verdadera paz.
Vamos a Él, Él es fuente de vida nueva.
Vamos a Él, Él es vida y verdadera paz.
Por largo tiempo yo vagué con un vacío en el corazón, estaba herido y mendigué, en un mundo
donde no hay paz.
Pero hoy día mi vida cambió, Jesucristo la transformó, quiero cantar y proclamar que Jesús es la
verdad.
Es en su vida que descubrí mi rostro y mi identidad. Cristo me trajo a renacer a la vida de
eternidad.
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Subsidio de Cuaresma y Semana Santa
C. Oración al Espíritu Santo
Pidamos al Espíritu Santo, que acompaña a Jesucristo en la oración en el huerto de los
Olivos, que nos acompañe esta noche con sus siete dones.
Espíritu Santo, que aleteabas pon encima de las aguas
y pusiste orden en el caos.
Espíritu Santo, que has hablado desde antiguo
por boca de los profetas,
que te manifestaste en el susurro suave de una brisa en el Horeb,
y en el fuerte viento de pentecostés,
mostrando tu fuerza y tu poder.
¡Ven, Espíritu Santo! ¡Ven!
Tú, eres el amor,
Quien nos enseña toda la verdad
Tú que obraste en el seno de la virgen
Tú, que por las palabras del sacerdote
traes al mismo Hijo en el altar
¡Ven, Espíritu Santo! ¡Ven!
Ven ahora, con tu poder y en la íntima amistad.
Ven, llénanos de ti, Santo Espíritu.
Sopla sobre nuestras vidas
y despeja toda tiniebla.
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Arzobispado de Santiago
Llénanos con tu luz. ¡Ilumínanos! Trae la santidad a nuestras vidas
y haz de nosotros esos adoradores que busca el Padre
en Espíritu y en verdad.
¡Ven, Espíritu Santo! ¡Ven!
Ven, para que adorando demos testimonio de Jesucristo.
Ven, en el nombre de Jesús, por la intercesión de María.
¡Ven, Espíritu Santo! ¡Ven!
Celebrante: Petición
Señor que podamos reconocerte y adorarte en el Santísimo Sacramento, y así orar esta noche
en que vives la pasión por toda la humanidad, que contemplando tu sacrifico este sirva para que
podamos aumentar nuestra fe.
Cantemos En nuestra oscuridad
En nuestra oscuridad
Enciende la llama de tu amor, Señor
De tu amor Señor
En nuestra oscuridad
Enciende la llama de tu amor, Señor
De tu amor Señor. (bis)
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Subsidio de Cuaresma y Semana Santa
Celebrante:
OREMOS
Oh Dios,
Que en este sacramento admirable
nos dejaste el memorial de tu pasión,
Te pedimos nos concedas venerar de tal modo los sagrados misterios de tu cuerpo y de tu
sangre, que experimentemos constantemente en nosotros el fruto de tu redención.
Tú que vives y reinas con el Padre
en la unidad del Espíritu Santo
y eres Dios por los siglos de los siglos.
Amén
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Arzobispado de Santiago
5.3. VIERNES SANTO
18 abril 2014
VIERNES 18 DE ABRIL - Viernes Santo
Celebración de la Pasión del Señor
Color: rojo
El Viernes Santo concentra en la pasión de Cristo todos los pensamientos y la piedad de los fieles. Es
un día de ayuno obligado para todos los adultos (excluyendo de ello a los ancianos y a los afectados
por alguna enfermedad), y expresa los sentimientos de contrición y penitencia con los cuales se reviven
las últimas trágicas horas de Cristo.
El profeta Isaías contempla con estupor y consternación la violencia hecha al inocente siervo de Dios
que se ofrece para la expiación de los pecados de todos. La Segunda lectura, refiriéndose al sacerdocio
y a los sacrificios del antiguo pueblo de Dios, exalta a Cristo como sacerdote y único mediador de la
reconciliación de sus hermanos con el Padre celeste, causa de salvación eterna para cuantos en Él creen
y a Él obedecen.
La lectura de la Pasión, según san Juan, constituye el modo privilegiado de acceso al misterio Pascual,
que en este día revivimos, sobre todo, como muerte del Señor.
Jesús muere en el momento en el que en el Templo se inmolan los corderos destinados a la fiesta de la
Pascua (Jn. 19, 31). La inmolación de Cristo es una inmolación real, un sacrificio cumplido una vez
para siempre, porque la víctima espiritual ha hecho inútiles las víctimas materiales.
Cristo, crucificado, es el verdadero cordero pascual. Él es nuestra pascua inmolada. La cruz es el abrazo
de paz de Dios al mundo.
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Subsidio de Cuaresma y Semana Santa
Oración
Acuérdate, Señor, de tu gran misericordia y santifica con tu eterna protección a esta familia tuya por
la que Cristo, tu Hijo, instituyó, por medio de su Sangre, el misterio pascual. Que vive y reina por los
siglos de los siglos.
R. Amén
LITURGIA DE LA PALABRA
Primera lectura
Él fue traspasado por nuestras rebeldías.
Lectura del libro de Isaías 52, 13—53, 12
Sí, mi Servidor triunfará: será exaltado y elevado a una altura muy grande. Así como muchos quedaron
horrorizados a causa de él, porque estaba tan desfigurado que su aspecto no era el de un hombre y
su apariencia no era más la de un ser humano, así también él asombrará a muchas naciones, y ante
él los reyes cerrarán la boca, porque verán lo que nunca se les había contado y comprenderán algo
que nunca habían oído.
¿Quién creyó lo que nosotros hemos oído y a quién se le reveló el brazo del Señor? Él creció como
un retoño en su presencia, como una raíz que brota de una tierra árida, sin forma ni hermosura que
atrajera nuestras miradas, sin un aspecto que pudiera agradarnos. Despreciado, desechado por los
hombres, abrumado de dolores y habituado al sufrimiento, como alguien ante quien se aparta el
rostro, tan despreciado, que lo tuvimos por nada.
Pero él soportaba nuestros sufrimientos y cargaba con nuestras dolencias, y nosotros lo
considerábamos golpeado, herido por Dios y humillado.
Él fue traspasado por nuestras rebeldías y triturado por nuestras iniquidades. El castigo que nos da
la paz recayó sobre él y por sus heridas fuimos sanados. Todos andábamos errantes como ovejas,
siguiendo cada uno su propio camino, y el Señor hizo recaer sobre él las iniquidades de todos
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Arzobispado de Santiago
nosotros. Al ser maltratado, se humillaba y ni siquiera abría su boca: como un cordero llevado al
matadero, como una oveja muda ante el que la esquila, él no abría su boca. Fue detenido y juzgado
injustamente, y ¿quién se preocupó de su suerte? Porque fue arrancado de la tierra de los vivientes
y golpeado por las rebeldías de mi pueblo. Se le dio un sepulcro con los malhechores y una tumba
con los impíos, aunque no había cometido violencia ni había engaño en su boca.
El Señor quiso aplastarlo con el sufrimiento. Si ofrece su vida en sacrificio de reparación, verá su
descendencia, prolongará sus días, y la voluntad del Señor se cumplirá por medio de él. A causa de
tantas fatigas, él verá la luz y, al saberlo, quedará saciado. Mi Servidor justo justificará a muchos y
cargará sobre sí las faltas de ellos. Por eso le daré una parte entre los grandes y él repartirá el botín
junto con los poderosos. Porque expuso su vida a la muerte y fue contado entre los culpables, siendo
así que llevaba el pecado de muchos e intercedía en favor de los culpables.
Salmo responsorial 30, 2. 6. 12-13. 15-17. 25
R/. Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu.
Yo me refugio en ti, Señor, ¡que nunca me vea defraudado! Yo pongo mi vida en tus manos: Tú me
rescatarás, Señor, Dios fiel.
Soy la burla de todos mis enemigos y la irrisión de mis propios vecinos; para mis amigos soy motivo
de espanto, los que me ven por la calle huyen de mí. Como un muerto, he caído en el olvido, me
he convertido en una cosa inútil.
Pero yo confío en ti, Señor, y te digo: “Tú eres mi Dios, mi destino está en tus manos”. Líbrame
del poder de mis enemigos y de aquéllos que me persiguen.
Que brille tu rostro sobre tu servidor, sálvame por tu misericordia. Sean fuertes y valerosos, todos
los que esperan en el Señor.
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Subsidio de Cuaresma y Semana Santa
Segunda lectura
Aprendió qué significa obedecer y llegó a ser causa de salvación eterna para todos los que le obedecen.
Lectura de la carta a los Hebreos 4, 14-16; 5, 7-9
Hermanos:
Ya que tenemos en Jesús, el Hijo de Dios, un Sumo Sacerdote insigne que penetró en el cielo,
permanezcamos firmes en la confesión de nuestra fe. Porque no tenemos un Sumo Sacerdote incapaz
de compadecerse de nuestras debilidades; al contrario Él fue sometido a las mismas pruebas que
nosotros, a excepción del pecado.
Vayamos, entonces, confiadamente al trono de la gracia, a fin de obtener misericordia y alcanzar
la gracia de un auxilio oportuno.
Cristo dirigió durante su vida terrena súplicas y plegarias, con fuertes gritos y lágrimas, a Aquél que
podía salvarlo de la muerte, y fue escuchado por su humilde sumisión. Y, aunque era Hijo de Dios,
aprendió por medio de sus propios sufrimientos qué significa obedecer. De este modo, Él alcanzó
la perfección y llegó a ser causa de salvación eterna para todos los que le obedecen.
Aclamación al Evangelio Flp. 2, 8-9
Cristo se humilló por nosotros hasta aceptar por obediencia la muerte, y muerte de cruz. Por eso, Dios
lo exaltó y le dio el Nombre que está sobre todo nombre.
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Arzobispado de Santiago
Evangelio
Pasión de nuestro Señor Jesucristo según san Juan 18, 1—19, 42
C. Jesús fue con sus discípulos al otro lado del torrente Cedrón. Había en ese lugar un
huerto y allí entró con ellos. Judas, el traidor, también conocía el lugar porque Jesús y sus
discípulos se reunían allí con frecuencia. Entonces Judas, al frente de un destacamento
de soldados y de los guardias designados por los sumos sacerdotes y los fariseos, llegó
allí con faroles, antorchas y armas. Jesús, sabiendo todo lo que le iba a suceder, se
adelantó y les preguntó:
+ “¿A quién buscan?”
C. Le respondieron:
S. “A Jesús, el Nazareno”.
C. Él les dijo:
+ “Soy Yo”.
C. Judas, el que lo entregaba estaba con ellos. Cuando Jesús les dijo: “Soy yo”, ellos
retrocedieron y cayeron en tierra. Les preguntó nuevamente:
+ “¿A quién buscan?”
C. Le dijeron:
S. “A Jesús, el Nazareno”.
C. Jesús repitió:
+ “Ya les dije que soy Yo. Si es a mí a quien buscan, dejen que estos se vayan”.
C. Así debía cumplirse la palabra que Él había dicho: “No he perdido a ninguno de los que
me confiaste”. Entonces Simón Pedro, que llevaba una espada, la sacó e hirió al servidor
del Sumo Sacerdote, cortándole la oreja derecha. El servidor se llamaba Malco. Jesús
dijo a Simón Pedro:
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Subsidio de Cuaresma y Semana Santa
+ “Envaina tu espada. ¿Acaso no beberé el cáliz que me ha dado el Padre?”
C. El destacamento de soldados, con el tribuno y los guardias judíos, se apoderaron de
Jesús y lo ataron. Lo llevaron primero ante Anás, porque era suegro de Caifás, Sumo
Sacerdote aquel año. Caifás era el que había aconsejado a los judíos: “Es preferible que
un solo hombre muera por el pueblo”.
C. Entre tanto, Simón Pedro, acompañado de otro discípulo, seguía a Jesús. Este discípulo,
que era conocido del Sumo Sacerdote, entró con Jesús en el patio del Pontífice, mientras
Pedro permanecía afuera, en la puerta. El otro discípulo, el que era conocido del Sumo
Sacerdote, salió, habló a la portera e hizo entrar a Pedro. La portera dijo entonces a
Pedro:
S. “¿No eres tú también uno de los discípulos de ese hombre?”
C. Él le respondió:
S. “No lo soy”.
C. Los servidores y los guardias se calentaban junto al fuego, que habían encendido porque
hacía frío. Pedro también estaba con ellos, junto al fuego. El Sumo Sacerdote interrogó a
Jesús acerca de sus discípulos y de su enseñanza. Jesús le respondió:
+ “He hablado abiertamente al mundo; siempre enseñé en la sinagoga y en el Templo,
donde se reúnen todos los judíos, y no he dicho nada en secreto. ¿Por qué me interrogas
a mí? Pregunta a los que me han oído qué les enseñé. Ellos saben bien lo que he dicho”.
C. Apenas Jesús dijo esto, uno de los guardias allí presentes le dio una bofetada, diciéndole:
S. “¿Así respondes al Sumo Sacerdote?”
C. Jesús le respondió:
+ “Sí he hablado mal, muestra en qué ha sido; pero si he hablado bien, ¿por qué me
pegas?”
C. Entonces Anás lo envió atado ante el Sumo Sacerdote Caifás. Simón Pedro permanecía
junto al fuego. Los que estaban con él le dijeron:
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Arzobispado de Santiago
S. “¿No eres tú también uno de sus discípulos?”
C. Él lo negó y dijo:
S. “No lo soy”.
C. Uno de los servidores del Sumo Sacerdote, pariente de aquél al que Pedro había cortado
la oreja, insistió:
S. “¿Acaso no te vi con Él en la huerta?”
C. Pedro volvió a negarlo, y en seguida cantó el gallo.
C. Desde la casa de Caifás llevaron a Jesús al pretorio. Era de madrugada. Pero ellos no
entraron en el pretorio, para no contaminarse y poder así participar en la comida de
Pascua. Pilato salió adonde estaban ellos y les preguntó:
S. “¿Qué acusación traen contra este hombre?”
C. Ellos respondieron:
S. “Si no fuera un malhechor, no te lo hubiéramos entregado”.
C. Pilato les dijo:
S. “Tómenlo y júzguenlo ustedes mismos, según la ley que tienen”.
C. Los judíos le dijeron:
S. “A nosotros no nos está permitido dar muerte a nadie”.
C. Así debía cumplirse lo que había dicho Jesús cuando indicó cómo iba a morir. Pilato
volvió a entrar en el pretorio, llamó a Jesús y le preguntó:
S. “¿Eres Tú el rey de los judíos?”
C. Jesús le respondió:
+ “¿Dices esto por ti mismo u otros te lo han dicho de mí?”
C. Pilato replicó:
S. “¿Acaso yo soy judío? Tus compatriotas y los sumos sacerdotes te han puesto en mis
manos. ¿Qué es lo que has hecho?”
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Subsidio de Cuaresma y Semana Santa
C. Jesús respondió:
+ “Mi realeza no es de este mundo. Si mi realeza fuera de este mundo, los que están a mi
servicio habrían combatido para que Yo no fuera entregado a los judíos. Pero mi realeza
no es de aquí”.
C. Pilato le dijo:
S. “¿Entonces Tú eres rey?”
C. Jesús respondió:
+ “Tú lo dices: Yo soy rey. Para esto he nacido y he venido al mundo: para dar testimonio
de la verdad. El que es de la verdad, escucha mi voz”.
C. Pilato le preguntó:
S. “¿Qué es la verdad?”
C. Al decir esto, salió nuevamente a donde estaban los judíos y les dijo:
S. “Yo no encuentro en Él ningún motivo para condenarlo. Y ya que ustedes tienen la
costumbre de que ponga en libertad a alguien, en ocasión de la Pascua, ¿quieren que
suelte al rey de los judíos?”
C. Ellos comenzaron a gritar, diciendo:
S. “¡A Él no, a Barrabás!”
C. Barrabás era un bandido.
C. Entonces Pilato tomó a Jesús y lo azotó. Los soldados tejieron una corona de espinas y
se la pusieron sobre la cabeza. Lo revistieron con un manto púrpura, y acercándose, le
decían:
S. “¡Salud, rey de los judíos!”
C. Y lo abofeteaban. Pilato volvió a salir y les dijo:
S. “Miren, lo traigo afuera para que sepan que no encuentro en Él ningún motivo de
condena”.
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Arzobispado de Santiago
C. Jesús salió, llevando la corona de espinas y el manto púrpura. Pilato les dijo:
S. “¡Aquí tienen al hombre!”
C. Cuando los sumos sacerdotes y los guardias lo vieron, gritaron:
S. “¡Crucifícalo! ¡Crucifícalo!”
C. Pilato les dijo:
S. “Tómenlo ustedes y crucifíquenlo. Yo no encuentro en Él ningún motivo para
condenarlo”.
C. Los judíos respondieron:
S. “Nosotros tenemos una Ley, y según esa Ley debe morir porque Él pretende ser Hijo
de Dios”.
C. Al oír estas palabras, Pilato se alarmó más todavía. Volvió a entrar en el pretorio y
preguntó a Jesús:
S. “¿De dónde eres Tú?”
C. Pero Jesús no le respondió nada. Pilato le dijo:
S. “¿No quieres hablarme? ¿No sabes que tengo autoridad para soltarte y también para
crucificarte?”
C. Jesús le respondió:
+ “Tú no tendrías sobre mí ninguna autoridad, si esta ocasión no la hubieras recibido de
lo alto. Por eso, el que me ha entregado a ti ha cometido un pecado más grave”.
C. Desde ese momento, Pilato trataba de ponerlo en libertad. Pero los judíos gritaban:
S. “Si lo sueltas, no eres amigo del César, porque el que se hace rey se opone al César”.
C. Al oír esto, Pilato sacó afuera a Jesús y lo hizo sentar sobre un estrado, en el lugar
llamado “el Empedrado”, en hebreo, “Gábata”.
Era el día de la Preparación de la Pascua, alrededor del mediodía. Pilato dijo a los judíos:
S. “Aquí tienen a su rey”.
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Subsidio de Cuaresma y Semana Santa
C. Ellos vociferaban:
S. “¡Sácalo! ¡Sácalo! ¡Crucifícalo!”
C. Pilato les dijo:
S. “¿Voy a crucificar a su rey?”
C. Los sumos sacerdotes respondieron:
S. “No tenemos otro rey que el César”.
C. Entonces Pilato se lo entregó para que lo crucificaran, y ellos se lo llevaron.
C. Jesús, cargando sobre sí la cruz, salió de la ciudad para dirigirse al lugar llamado “del
Cráneo”, en hebreo “Gólgota”. Allí lo crucificaron; y con Él a otros dos, uno a cada
lado y Jesús en el medio. Pilato redactó una inscripción que decía: “Jesús el Nazareno,
rey de los judíos”, y la colocó sobre la cruz.
Muchos judíos leyeron esta inscripción, porque el lugar donde Jesús fue crucificado
quedaba cerca de la ciudad y la inscripción estaba en hebreo, latín y griego. Los sumos
sacerdotes de los judíos dijeron a Pilato:
S. “No escribas: “El rey de los judíos”, sino: Éste ha dicho: Yo soy el rey de los judíos””.
C. Pilato respondió:
S. “Lo escrito, escrito está”.
C. Después que los soldados crucificaron a Jesús, tomaron sus vestiduras y las dividieron en
cuatro partes, una para cada uno. Tomaron también la túnica, y como no tenía costura, porque
estaba hecha de una sola pieza de arriba abajo, se dijeron entre sí:
S. “No la rompamos. Vamos a sortearla, para ver a quién le toca”.
C. Así se cumplió la Escritura que dice: “Se repartieron mis vestiduras y sortearon mi
túnica”. Esto fue lo que hicieron los soldados.
C. Junto a la cruz de Jesús, estaba su madre y la hermana de su madre, María, mujer de
Cleofás, y María Magdalena. Al ver a la madre y cerca de ella al discípulo a quien Él
amaba, Jesús le dijo:
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Arzobispado de Santiago
+ “Mujer, aquí tienes a tu hijo”.
C. Luego dijo al discípulo:
+ “Aquí tienes a tu madre”.
C. Y desde aquella Hora, el discípulo la recibió como suya.
C. Después, sabiendo que ya todo estaba cumplido, y para que la Escritura se cumpliera
hasta el final, Jesús dijo:
+ “Tengo sed”.
C. Había allí un recipiente lleno de vinagre; empaparon en él una esponja, la ataron a una
rama de hisopo y se la acercaron a la boca. Después de beber el vinagre, dijo Jesús:
+ “Todo se ha cumplido”.
C. E inclinando la cabeza, entregó el espíritu.
C. Era el día de la Preparación de la Pascua. Los judíos pidieron a Pilato que hiciera quebrar
las piernas de los crucificados y mandara retirar sus cuerpos, para que no quedaran en
la cruz durante el sábado, porque ese sábado era muy solemne.
Los soldados fueron y quebraron las piernas a los dos, que habían sido crucificados con
Jesús. Cuando llegaron a Él, al ver que ya estaba muerto, no le quebraron las piernas,
sino que uno de los soldados le atravesó el costado con la lanza, y en seguida brotó
sangre y agua.
El que vio esto lo atestigua: su testimonio es verdadero y él sabe que dice la verdad,
para que también ustedes crean. Esto sucedió para que se cumpliera la Escritura que
dice:
“No le quebrarán ninguno de sus huesos”. Y otro pasaje de la Escritura, dice:
“Verán al que ellos mismos traspasaron”.
C. Después de esto, José de Arimatea, que era discípulo de Jesús -pero secretamente, por
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Subsidio de Cuaresma y Semana Santa
temor a los judíos- pidió autorización a Pilato para retirar el cuerpo de Jesús. Pilato se
la concedió, y él fue a retirarlo.
Fue también Nicodemo, el mismo que anteriormente había ido a verlo de noche, y trajo
una mezcla de mirra y áloe, que pesaba unos treinta kilos.
Tomaron entonces el cuerpo de Jesús y lo envolvieron con vendas, agregándole la mezcla
de perfumes, según la costumbre de sepultar que tienen los judíos.
En el lugar donde lo crucificaron había una huerta y en ella, una tumba nueva, en la que
todavía nadie había sido sepultado. Como era para los judíos el día de la Preparación y
el sepulcro estaba cerca, pusieron allí a Jesús.
Oración universal
I. Por la santa Iglesia
Oremos, queridos hermanos, por la santa Iglesia de Dios, para que nuestro Dios y Señor le conceda la paz
y la unidad, se digne protegerla en toda la tierra y nos conceda glorificarlo con una vida calma y serena.
Dios todopoderoso y eterno, que en Cristo has revelado tu gloria a todas las naciones: protege la obra
de tu misericordia, para que la Iglesia, extendida por toda la tierra, persevere con fe inquebrantable en la
confesión de tu Nombre. Por Jesucristo, nuestro Señor.
R. Amén.
II. Por el Papa
Oremos también por nuestro santo Padre, el Papa N., para que Dios nuestro Señor, que lo llamó al orden
episcopal, lo asista y proteja en bien de su Iglesia, para gobernar al pueblo santo de Dios.
Dios todopoderoso y eterno, con tu sabiduría ordenas todas las cosas; escucha nuestra oración y protege
con amor al Papa que nos diste, para que el pueblo cristiano que tú gobiernas progrese siempre en la
fe, guiado por su pastor. Por Jesucristo, nuestro Señor.
R. Amén.
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Arzobispado de Santiago
III. Por el pueblo de Dios y sus ministros
Oremos también por nuestro obispo N., por todos los obispos, presbíteros y diáconos de la Iglesia, y
por todo el pueblo santo de Dios.
Dios todopoderoso y eterno, que con tu Espíritu santificas y gobiernas a la Iglesia, escucha nuestras
súplicas por tus ministros para que, con ayuda de la gracia, todos te sirvan con fidelidad. Por Jesucristo,
nuestro Señor.
R. Amén.
IV. Por los catecúmenos
Oremos también por (nuestros) los catecúmenos, para que Dios nuestro Señor abra los oídos de sus
corazones y les manifieste su misericordia, de manera que, perdonados sus pecados por medio del agua
bautismal, sean incorporados a Jesucristo.
Dios todopoderoso y eterno, que fecundas sin cesar a tu Iglesia con nuevos miembros; acrecienta la fe
y la sabiduría de (nuestros) los catecúmenos, para que, renacidos en la fuente bautismal, sean contados
entre tus hijos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
R. Amén.
V. Por la unidad de los cristianos
Oremos también por todos nuestros hermanos que creen en Cristo; para que Dios nuestro Señor reúna
y conserve en su única Iglesia a quienes procuran vivir en la verdad.
Dios todopoderoso y eterno, que congregas a quienes están dispersos y conservas en la comunión a
quienes ya están unidos, mira con bondad el rebaño de tu Hijo, para que la integridad de la fe y el vínculo
de la caridad reúnan a los que han sido consagrados por el único bautismo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
R. Amén
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Subsidio de Cuaresma y Semana Santa
VI. Por los Judíos
Oremos también por el pueblo judío, a quien Dios nuestro Señor habló primero, para que se acreciente
en ellos el amor de su Nombre y la fidelidad a su alianza.
Dios todopoderoso y eterno, que confiaste tus promesas a Abraham y a su descendencia, escucha con
bondad las súplicas de tu Iglesia, para que el pueblo de la primera Alianza llegue a la plenitud de la
salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.
R. Amén
VII. Por quienes no creen en Cristo
Oremos igualmente por quienes no creen en Cristo, para que, iluminados por el Espíritu Santo, puedan
también encontrar el camino de la salvación.
Dios todopoderoso y eterno, concede a quienes no creen en Cristo que, viviendo en tu presencia con
sinceridad de corazón, encuentren la verdad; a nosotros, ayúdanos a progresar en la caridad fraterna y en
el deseo de conocerte mejor, para ser ante el mundo, testigos más auténticos de tu amor. Por Jesucristo,
nuestro Señor.
R. Amén
VIII. Por quienes no creen en Dios
Oremos también por quienes no conocen a Dios, para que, buscando con sinceridad lo que es recto,
puedan llegar hasta él.
Dios todopoderoso y eterno, tú has creado al hombre para que te buscara con ansia y hallara reposo
al encontrarte; concede que todos, aun en medio de las dificultades, por los signos de tu amor y el
testimonio de los creyentes, se alegren al reconocerte como único Dios verdadero y Padre de todos los
hombres. Por Jesucristo, nuestro Señor.
R. Amén
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Arzobispado de Santiago
IX. Por los gobernantes
Oremos también por los gobernantes de las naciones, para que Dios nuestro Señor guíe sus mentes y
sus corazones, según su voluntad, hacia la paz verdadera y la libertad de todos.
Dios todopoderoso y eterno, en cuyas manos están los corazones de los hombres y los derechos de las
naciones, asiste con bondad a nuestros gobernantes para que, con tu protección, afiancen en toda la
tierra la prosperidad de los pueblos, la paz duradera y la libertad religiosa. Por Jesucristo, nuestro Señor.
R. Amén.
X. Por los que sufren
Oremos, hermanos, a Dios Padre todopoderoso por todos los que sufren las consecuencias del pecado en
el mundo, para que aleje las enfermedades, alimente a los que tienen hambre, redima a los encarcelados,
libere de la injusticia a los oprimidos, dé seguridad a los viajeros, conceda el regreso a los ausentes, la
salud a los enfermos y la salvación a los moribundos.
Dios todopoderoso y eterno, consuelo de los afligidos y fuerza de los atribulados, lleguen hasta ti las
súplicas de los que te invocan en cualquier necesidad, para que puedan alegrarse al experimentar la
cercanía de tu misericordia. Por Jesucristo, nuestro Señor.
R. Amén
Adoración de la santa Cruz
V/ Este es el árbol de la Cruz donde estuvo suspendida la Salvación del Mundo.
R/ Vengan adoremos
Antífona
Señor, adoramos tu Cruz, alabamos y glorificamos tu santa Resurrección. Porque gracias al árbol de la
Cruz el gozo llegó al mundo entero.
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Subsidio de Cuaresma y Semana Santa
Salmo 66, 2
V/. El Señor tenga piedad y nos bendiga. Ilumine su rostro sobre nosotros.
R/. Tu cruz adoramos, Señor, y tu santa resurrección alabamos y glorificamos: Por el madero ha
venido la alegría al mundo entero.
LAMENTOS DE CRISTO A SU PUEBLO
I
1 y 2: ¡Pueblo mío! ¿Qué te he hecho, en qué te he ofendido? ¡Respóndeme!
1. Yo te saqué de Egipto; tú preparaste una cruz para tu Salvador.
1. Hágios o Theós.
2. Santo es Dios.
1. Hágios Ischyrós.
2. Santo y Fuerte.
1. Hágios Athánatos, eléison himás.
2. Santo e Inmortal, ten piedad de nosotros.
1 y 2: Yo te guié cuarenta años por el desierto, te alimenté con el maná, te introduje en una tierra
excelente; tú preparaste una Cruz para tu Salvador.
1. Hágios O Theós.
2. Santo es Dios.
1. Hágios Ischyrós.
2. Santo y Fuerte.
1. Hágios Athánatos, eleison himás.
2. Santo e Inmortal, ten piedad de nosotros.
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Arzobispado de Santiago
1 y 2: ¿Qué más pude hacer por ti? Yo te planté como viña mía escogida y hermosa.
¡Qué amarga te has vuelto! Para mi sed me diste vinagre, con la lanza traspasaste el costado de tu Salvador.
1. Hágios o Theós.
2. Santo es Dios.
1. Hágios Ischyrós.
2. Santo y Fuerte.
1. Hágios Athánatos, eléison himás.
2. Santo e Inmortal, ten piedad de nosotros.
II
Cantores
Yo por ti azoté a Egipto y a sus primogénitos; tú me entregaste para que me azotaran.
1 y 2. ¡Pueblo mío! ¿Qué te he hecho, en qué te he ofendido?
¡Respóndeme!
Cantores
Yo te saqué de Egipto, sumergiendo al Faraón en el Mar Rojo; tú me entregaste a los sumos sacerdotes.
1 y 2. ¡Pueblo mío! ¿Qué te he hecho, en qué te he ofendido?
¡Respóndeme!
Cantores
Yo abrí el mar delante de ti; tú, con una lanza, abriste mi costado.
1 y 2. ¡Pueblo mío! ¿Qué te he hecho, en qué te he ofendido?
¡Respóndeme!
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Subsidio de Cuaresma y Semana Santa
Cantores
Yo te guiaba como una columna de nubes; tú me guiaste al pretorio de Pilato.
1 y 2. ¡Pueblo mío! ¿Qué te he hecho, en qué te he ofendido? ¡Respóndeme!
Cantores
Yo te sustenté con maná en el desierto; tú me abofeteaste y me azotaste.
1 y 2. ¡Pueblo mío! ¿Qué te he hecho, en qué te he ofendido?
¡Respóndeme!
Cantores
Yo te di a beber el agua salvadora que brotó de la peña; tú me diste a beber hiel y vinagre.
1 y 2. ¡Pueblo mío! ¿Qué te he hecho, en qué te he ofendido? ¡Respóndeme!
Cantores
Yo por ti herí a los reyes cananeos; tú me heriste la cabeza con la caña.
1 y 2. ¡Pueblo mío! ¿Qué te he hecho, en qué te he ofendido? ¡Respóndeme!
Cantores
Yo te di un cetro real; tú me pusiste una corona de espinas.
1 y 2. ¡Pueblo mío! ¿Qué te he hecho, en qué te he ofendido?
¡Respóndeme!
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Arzobispado de Santiago
Cantores
Yo te levanté con gran poder; tú me colgaste del patíbulo de la Cruz.
1 y 2. ¡Pueblo mío! ¿Qué te hecho, en qué te he ofendido?
¡Respóndeme!
HIMNO
Oh Cristo, tu reinaras
Oh Cristo, tú reinarás.
¡Señor, tú nos salvarás!
Hermanos, la cruz de Cristo
nos muestra el amor de Dios.
Sabemos que Dios nos quiere:
su amor por Cristo nos dio.
Con nuestra vida entregamos
el mismo amor del Señor;
así conocerán todos
que están más cerca de Dios.
Perdona nuestro egoísmo,
envidia y debilidad,
ayúdanos con tu fuerza
a vivir en tu amistad.
Sé, tú, la luz que nos guíe
en medio del mundo actual;
que por nosotros tu Iglesia
llegue a la humanidad.
Reúne a nuestros hermanos,
hijos de un Padre común;
tu Espíritu nos conduzca
a la unidad en Jesús.
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Subsidio de Cuaresma y Semana Santa
Venid, oh cristianos ¡Oh árbol divino!
Venid, oh cristianos, ¡Oh fuente de gloria!
la Cruz adoremos, Eterna memoria
la Cruz ensalcemos de mi Redentor.
de nuestro Jesús.
¡Oh Cruz adorable, Tus brazos abiertos
yo te amo, te adoro, disipan temores
de gracias tesoro, y vierten amores,
emblema de amor! piedad y perdón.
Amemos, cristianos,
la Cruz del Amado Jesús,
que enclavado
en ella expiró.
RITO DE LA COMUNIÓN
Fieles a la recomendación del Salvador y siguiendo su divina enseñanza, nos atrevemos a decir:
Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu
voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos
del mal.
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Arzobispado de Santiago
Líbranos de todos los males, Señor, y concédenos la paz en nuestros días, para que, ayudados por tu
misericordia, vivamos siempre libres de pecado y protegidos de toda perturbación, mientras esperamos
la gloriosa venida de nuestro Salvador Jesucristo.
Tuyo es el reino, tuyo el poder y la gloria, por siempre, Señor.
Señor Jesucristo, que la comunión de tu Cuerpo y de tu Sangre no sea para mí un motivo de juicio y
condenación, sino que, por tu piedad, sirva para defensa de alma y cuerpo y como remedio saludable.
Este es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. Dichosos los invitados a la cena del Señor.
Señor, no soy digno de que entres en mi casa, pero una palabra tuya bastará para sanarme.
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Subsidio de Cuaresma y Semana Santa
Oremos
Dios todopoderoso y eterno, tú nos has redimido por la santa muerte y la resurrección de Jesucristo;
mantén viva en nosotros la obra de tu misericordia para que, por la participación en este santo misterio,
permanezcamos dedicados a tu servicio. Por Jesucristo, nuestro Señor.
R. Amén.
Oración sobre el pueblo
Te pedimos, Señor, que descienda una abundante bendición sobre tu pueblo, que ha recordado la muerte
de tu Hijo con la esperanza de su Resurrección: llegue a él tu perdón, concédele tu consuelo, acrecienta
su fe y asegúrale la eterna salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.
R. Amén.
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Arzobispado de Santiago
VÍA CRUCIS
PRESENTACION
El Via Crucis es un ejercicio de piedad que nos ayuda a contemplar a Jesús en su entrega total por
nosotros. El día antes de padecer, dice San Juan: “Habiendo amado a los suyos los amó hasta el
extremo” (Jn 13, 1 ). Jesús nos ha amado siempre, desde el momento de su encarnación, pasando
por los treinta años de Nazaret y los tres años de su ministerio público. Hizo de su vida un don
permanente al Padre y a nosotros. Por eso elige quedarse entre nosotros bajo la forma de pan.
Jesús fue un pan que se dejó comer.
También nosotros tenemos la capacidad de amar porque hemos sido creados a imagen y
semejanza de un Dios que es amor (ver 1 Jn. 4, 16), pero muchas veces esta capacidad está
debilitada por nuestro propio pecado, por las corrientes egoístas e individualistas de nuestra
cultura y por nuestra lejanía de Dios. Necesitamos recuperar nuestra capacidad de amar. Para ello
contemplamos a Jesús en el Evangelio y particularmente en su Pasión y Muerte.
Jesús es traicionado por su amigo y discípulo Judas, es detenido, sufre un juicio injusto, es objeto
de burlas y golpes por parte de las autoridades y de los soldados, es negado por Pedro y sufre
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Subsidio de Cuaresma y Semana Santa
los dolores atroces de la crucifixión. Sin embargo, su capacidad de amar no disminuye, al revés,
muestra toda su grandeza al dirigir a Pedro una mirada misericordiosa, al entregarnos su Madre
como madre nuestra y al perdonar a sus verdugos. Verdaderamente nos amó hasta el extremo.
Contemplar a Jesús en los distintos momentos de su Pasión nos hace bien. Cada estación del
Vía Crucis cuestiona la mediocridad de nuestro amor, nuestras comodidades y flojeras, nuestras
incoherencias y traiciones, nuestra costumbre de dejar las cosas a medio camino y nuestro miedo
a la cruz. Pero al mismo tiempo, nos hace admirar cada vez más el espíritu de Jesús, su manera
de enfrentar la vida. Jesús nos mueve el corazón. Cada estación es por lo mismo un llamado a
la conversión y una oportunidad de pedir y recibir la gracia de ser discípulos fieles de nuestro
Maestro y Señor Jesús.
ALGUNAS CONSIDERACIONES Y SUGERENCIAS PARA PREPARAR
Y VIVIR EL VIA CRUCIS
• Es importante que los jóvenes tengan participación en esta celebración, trabajando en comu-
nión con los adultos, por lo que es relevante dar espacio a la creatividad y compromiso de los
jóvenes de nuestra comunidad, reconocer el gran aporte que ellos pueden hacer, y asumir en
conjunto la realización del Via Crucis.
• Para que este Vía Crucis tenga un impacto misionero es importante que se realice un tiempo
de difusión, agotando los medios de información y convocatoria en nuestra pastoral y nuestro
barrio. No podemos conformarnos con los avisos en las misas. Se puede contar con carteles
que indiquen las estaciones y las intenciones que proponemos en ellas.
96
Arzobispado de Santiago
• Incorporar a los vecinos en las estaciones. Con ellos se puede realizar una misión muy hermosa
al encomendárseles preparar pequeños altares para acoger a la procesión del Via Crucis. Muchos
de ellos se encontrarán en situaciones donde necesitan de sus hermanos para acompañarlos en
sus dificultades, con su oración, con su cariño.
• Sería un gesto importante integrar al recorrido del Via Crucis un par de lugares significativos
para el barrio o sector parroquial, o que estén marcados por algún hecho histórico, de manera
que podamos darles un sentido esperanzador para toda la comunidad.
• Durante el camino es importante cultivar el espíritu de acogida con quienes nos encontramos:
saludar con cariño, invitarlos a participar, orar por sus intenciones.
• El canto contribuye a la participación y ayuda a cultivar el ambiente de oración. Para ello es
importante contar con un coro y una amplificación apropiada. En la medida de las posibilida-
des se recomienda multicopiar un breve programa con oraciones y cantos para favorecer la
participación de los asistentes. Si el Vía Crucis se realiza en la tarde/noche, es bueno que los
participantes lleven velas.
• El Via Crucis se tiene que desarrollar en un clima de silencio contemplativo de la persona de
Jesús, dejando que la Palabra de Dios, bien proclamada, toque nuestros corazones y repose en
ellos para transformarlos. Los signos sugeridos intentan unir la fe y la vida y por eso se pueden
adaptar a las distintas circunstancias, lo mismo que las peticiones de la oración comunitaria
y los cantos. Todo esto implica una preparación previa de toda la Comunidad Cristiana, que
distribuya roles y provea de los materiales que se requieren en cada estación.
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Subsidio de Cuaresma y Semana Santa
I. PRIMERA ESTACIÓN:
JESUS EN EL HUERTO DE LOS OLIVOS
Guía: Te adoramos Jesús y te bendecimos
Todos: Que por tu santa cruz redimiste al mundo.
Motivación:
Acompañamos nuevamente a Jesús con nuestras actuales cruces. Es un sendero sembrado por
los dolores y angustias de la humanidad de hoy. Nos abrimos al misterio que irá de la muerte a
la vida.
Lo iniciamos, contemplando la fidelidad suprema de Jesús frente al dolor que va a acontecer. Es
la oración en la prueba, es la presencia del amor infinito que todo lo sostiene. ¡Ahí está nuestra
única esperanza!
Lectura: Lc.22, 39-46
Después salió y fue, como de costumbre, al monte de los Olivos. Sus discípulos lo siguieron. Al
llegar allí, les dijo: “Oren para que puedan hacer frente a la prueba”.
Se alejó de ellos como a la distancia de un tiro de piedra, se arrodilló y suplicaba así: “Padre, si
quieres aleja de mí este cáliz de amargura; pero que no se haga mi voluntad, sino la tuya”.
Entonces, se le apareció un ángel del cielo, que lo estuvo confortando. Lleno de angustia, oraba
más intensamente, y comenzó a sudar como gotas de sangre que corrían hasta el suelo.
Después de orar, se levantó y fue adonde estaban sus discípulos. Los encontró dormidos, pues
estaban rendidos por la tristeza. Entonces les dijo: “¿Cómo es que están durmiendo? Levántense
y oren, para que puedan hacer frente a la prueba”.
¡Palabra de Dios!
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Arzobispado de Santiago
Meditación:
Es humano afligirse frente al dolor, Jesús también lo vive. Sin embargo, antes de la pasión el Señor
entrega su angustia en oración. El temor frente a lo que va a acontecer está presente pero confía
en la entrega filial. Que nuestra angustia de hoy y los miedos permanentes de nuestro mundo los
cobijemos en los brazos del Padre. No escapamos a la realidad sino que nos atrevemos a colocarlos
en el misterio pascual. Es la semilla de la fe que resiste en nuestras familias y comunidades
logrando construir misteriosamente el Reino.
Preguntas para reflexionar:
¿Cómo tener esperanza en medio del dolor, porqué confiamos que la última palabra la tiene Dios
que es vida?
¿Cómo construir una oración en la prueba?
Signo:
Elevamos nuestra mirada y manos al cielo pidiendo que este gesto nos ayude a construir una
oración frente a toda prueba. Que el dolor no nos haga perder la confianza en Dios.
Antífona:
Si alguno tiene sed, que venga a mí y beba. (bis)
Alimenta, Señor, nuestro desierto, que una flor quiere vivir.
Oración comunitaria:
• Te pedimos Señor que oremos y luchemos contra nuestros temores frente a todo dolor y
prueba. Roguemos al Señor.
• Que seamos solidarios en la oración y en la acción frente a los que hoy están angustiados por
la realidad muchas veces tan cruel. Roguemos al Señor.
• Que este Vía Crucis nos fortalezca frente a los dolores que hoy tenemos en el corazón.
Roguemos al Señor.
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Subsidio de Cuaresma y Semana Santa
Canto para continuar el Via Crucis
No fijéis los ojos
en nadie más que en Él.
No fijéis los ojos
en nadie más que en Él.
No fijéis los ojos en nadie más,
no fijéis los ojos en nadie más.
No fijéis los ojos
en nadie más que en Él.
No adoréis a nadie,
a nadie más que a Dios.
No adoréis a nadie,
a nadie más que a Dios.
No adoréis a nadie, a nadie más,
no adoréis a nadie, a nadie más.
No adoréis a nadie,
a nadie más que a Dios.
Porque sólo Él nos sostendrá
Porque sólo Él nos sostendrá
Porque sólo Él nos sostendrá
Porque sólo Él nos sostendrá
Porque sólo Él nos sostendrá.
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Arzobispado de Santiago
II. SEGUNDA ESTACIÓN:
JESUS ES TRAICIONADO POR JUDAS Y DETENIDO POR LAS AUTORIDADES RELIGIOSAS
Guía: Te adoramos Jesús y te bendecimos
Todos: Que por tu santa cruz redimiste al mundo.
Motivación:
Se va moviendo el poder injusto del mal. La traición se enquista en el inocente traicionado.
Caben en la detención de Jesús todos los arbitrariamente detenidos, los que hoy claman por su
libertad y no se les cree. Al alero de la cárcel llegamos ahora con la fuerza de la paz. Escuchemos
y contemplemos nuevamente al Señor en el evangelio de San Lucas.
Lectura: Lc. 22, 47-49. 52-54a
Aún estaba Jesús hablando, cuando llegó una multitud, encabezada por uno de los Doce, llamado
Judas, que se acercó a Jesús para besarlo. Jesús le dijo: “Judas ¿con un beso entregas al hijo del
hombre?”. Viendo los suyos lo que iba a pasar, le dijeron: “Señor, ¿sacamos la espada?”. Y a los
que venían contra él, jefes de los sacerdotes, jefes de la guardia del templo y ancianos, les dijo:
“Han salido a detenerme con espadas y palos, como si fuera un ladrón. Todos los días estaba con
ustedes en el templo, y no movieron un dedo en mi contra; pero ésta es su hora: la hora del poder
de las Tinieblas”. Después de arrestarlo, se fueron y entraron en la casa del sumo sacerdote
Meditación:
Judas tiene el rostro de la traición de este mundo. Es el costo terrible de los que se la han
jugado por un mundo mejor y han sido acusados. Ahí está el testimonio de tantos hombres
y mujeres de nuestra Patria, ahí está monseñor Romero, Mandela, reflejos del Maestro
101
Subsidio de Cuaresma y Semana Santa
injustamente encarcelado. La rebeldía humana, no obstante, es la paradoja. Que sea al modo de
Jesús, no con más violencia sino con la fuerza de la palabra, y el compromiso hasta el martirio.
Humanamente terrible, divinamente posible.
Pregunta para reflexionar:
¿Cómo conseguir que la indignación que origina la injusticia de este mundo, no sea fermento de
odio y de más violencia, sino que la fuerza de la palabra y nuestro testimonio comprometido,
rompa el círculo de muerte para que reine el Espíritu de Jesús?
Signo:
Vamos a empuñar primero nuestras maños, simbolizando la rabia natural que nos da la injusticia
de este mundo, dejemos que los sentimientos que nos invaden se expresen. Pero en segundo
lugar, vamos a abrir nuestras manos sintiendo como se van desplegando y las juntamos con los
que están a nuestro lado, sintiendo la fuerza de la comunidad. Unidos nos enfrentamos con el
poder de las tinieblas que continúa activo, representamos la Iglesia que tiene como único poder
el amor comprometido.
Antífona:
Padre únenos, Padre únenos
Que el mundo crea en tu amor
Padre únenos
Oración comunitaria:
• Pidamos al Señor que nos ayude a tener esa mirada profunda que logra distinguir esperanza
frente a las iniquidades de hoy. Roguemos al Señor.
• Pidamos por todos los hombres y mujeres que estén detenidos y perseguidos hoy injustamente,
que nuestra oración logre llegar a aquéllos que pueden resolver estas situaciones. Roguemos al
Señor.
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Arzobispado de Santiago
• Que no nos cansemos de creer que la fuerza de la justicia siempre es posible y la urjamos a los
que tienen el poder. Roguemos al Señor.
Canto para continuar el Via Crucis
Paz, paz, paz, el mundo pide paz, logra la paz en tu interior
y derrámala en la tierra.
Sólo la paz trae la paz,
la guerra engendra guerra.
Paz es la hermana del amor,
cuando vence no hay vencido.
Paz es la fuerza con que sale
el sol cada mañana,
es la conciencia universal
que descansa en su inocencia.
Siembra el árbol de la paz
por doquiera que tú vayas.
y el cielo entero regará
las semillas con tu paz.
Sólo si tienes puedes dar,
la paz no es un decreto.
Es una forma de vivir,
un camino a seguir.
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Subsidio de Cuaresma y Semana Santa
III. TERCERA ESTACION:
JESUS ES CONDENADO POR EL SANEDRÍN
Guía: Te adoramos Jesús y te bendecimos
Todos: Que por tu santa cruz redimiste al mundo.
Motivación:
Nuevamente contemplaremos a Jesús, a semejanza de los que hoy son injustamente acusados,
en este caso por un poder religioso, que se ha construido un dios autoritario y auto suficiente.
Abramos nuestros oídos y corazón para que esta Palabra nos mueva a la humildad y a saber que
nadie tiene toda la verdad.
Lectura: Lucas 22, 54a. 66-71
Entonces lo tomaron preso y lo llevaron a la casa del Sumo Sacerdote, donde entraron. Cuando
amaneció, se reunieron los jefes de los judíos, los jefes de los sacerdotes y los maestros de la ley.
Y mandaron traer a Jesús ante el tribunal. Le dijeron: “Dinos si tú eres el Cristo”. Jesús respondió:
“Si se lo digo, ustedes no me creerán, y si les pregunto algo, no me van a contestar. Pero en ade-
lante el Hijo del Hombre estará sentado a la derecha del Dios Poderoso”. Le preguntaron todos:
“Entonces, ¿tú eres el Hijo de Dios?”. Les declaró: “Lo soy”. Ellos dijeron: “¿Para qué buscar otro
testimonio? Nosotros mismos lo hemos oído de su boca”.
Meditación:
El Hijo de Dios está detenido por los que tendrían que haber sido los primeros en reconocerlo y
alabarlo. La verdad de Jesús es su profunda debilidad, paradoja que no logró reconocer el Sanedrín.
Considerarse “sagrados” e intocables, los encerró en tal ceguera que condenaron al Señor. Jesús
preso es el resultado de no escuchar, de no estar abiertos a la realidad, de no discernir la verdad
del otro.
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Arzobispado de Santiago
Pregunta para reflexionar:
¿Cómo bajar nuestros egos y el afán de tener siempre la verdad? ¿Cómo construir un mundo
justo y humano con tantos hombres y mujeres que buscan a Dios sinceramente desde otras
visiones?
Signo:
Vamos a cerrar los ojos simbolizando nuestra ceguera, muchas veces por una fe egoísta y des-
comprometida de la realidad. Ahora los abrimos para agradecer la luz de Cristo y pedir poder
descubrirlo en quienes viven en las periferias geográficas, existenciales y sociales.
Antífona:
En Ti Señor reposa todo mi ser
he sido amado por Ti,
sí sólo en Ti se alumbra la esperanza,
en Ti sólo Señor.
Oración comunitaria:
• Para que trabajemos ecuménicamente frente a tanto que nos une y no dividamos a Dios.
Roguemos al Señor.
• Que seamos siempre buscadores de la verdad y no nos creamos nunca poseedores de ella.
Roguemos al Señor.
• Para que la divinidad de Jesús se transparente en la lucha por los injustamente tratados.
Roguemos al Señor
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Subsidio de Cuaresma y Semana Santa
Canto para continuar el Via Crucis
Yo no se que está pasando,
parece quieren cambiarme
al hombre que llevo dentro
y que vive en cada gente.
Yo no se si ya no escucho,
o si es él quien me habla menos,
lo que siempre fue su canto
hoy presiento que es mi llanto.
Eres, Jesús, el carpintero,
el de alegrías y quebrantos
de pobres y afligidos,
de mi canto y el de tantos.
Jesús, amor, Padre, ternura,
Dios del pan, Dios del madero.
Señor de la esperanza,
eres el hombre que yo espero.
El hombre que yo conozco
no es de espuma y vanidades,
siempre es libre y verdadero;
son sus ojos diferentes.
106
Arzobispado de Santiago
Cuando llama es un susurro,
cuando calla una tormenta,
una brasa cuando ama,
cuando siente es un torrente.
El otro el que quieren imponerme
es de piedras y mentiras,
sólo compra, suma y vende;
está lleno de amargura.
Yo no quiero parecerme
a eso que llaman el hombre,
el hombre es uno y desde siempre,
en Él creo y quiero verle.
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Subsidio de Cuaresma y Semana Santa
IV. CUARTA ESTACION:
JESUS ES NEGADO POR PEDRO
Guía: Te adoramos Jesús y te bendecimos
Todos: Que por tu santa cruz redimiste al mundo.
Motivación:
La mayor debilidad humana de Pedro será simiente profunda de madurez. Escuchamos nueva-
mente este terrible relato dispuestos a dejar que nuestra fragilidad sea tocada por la verdadera
conversión que inaugura el reconocimiento de nuestro pecado.
Lectura: Lucas 22,54-62
“Después de arrestarlo, se fueron y entraron en la casa del sumo sacerdote. Pedro los seguía de
lejos. Habían encendido fuego en medio del patio, y Pedro se sentó entre los que estaban alrede-
dor de la lumbre. Una criada lo vio sentado junto al fuego, lo miró con atención y dijo: “También
éste andaba con él”. Pedro lo negó, diciendo: “No lo conozco, mujer”.
Poco después otro, al verlo dijo: “Tú también eres de ellos”. Pedro dijo: “No lo soy”. Transcurrió
como una hora, y otro afirmó rotundamente: “Es verdad, éste andaba con él, pues es galileo”. En-
tonces Pedro dijo: “No sé de qué me hablas”. Inmediatamente, mientras estaba hablando, cantó
un gallo.
Entonces, el Señor dirigiéndose hacia Pedro, lo miró. Pedro recordó que el Señor le había dicho:
“Hoy mismo, antes que el gallo cante, me habrás negado tres veces”; y saliendo afuera, lloró
amargamente”. Palabra de Dios.
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Arzobispado de Santiago
Meditación:
La misericordia de Jesús con Pedro es infinita; ahí estamos todos a partir de nuestras traiciones
cotidianas y permanentes. No se trata de lamentar, se trata de tener la audacia de creer que el
amor de Dios todo lo reconstruye y que hoy más que nunca necesitamos la audacia de la fe en
que toda miseria humana puede ser redimida. Al contemplar a Pedro con su mayor pecado, re-
conocemos nuestras negaciones al cerrarnos a tener mayor conciencia con los niños de la calle,
con las mujeres maltratadas, con los encarcelados, con los desempleados, con los migrantes, con
las víctimas de abusos de todo orden, con los ancianos abandonados. Imploramos nuevamente
tu misericordia.
Pregunta para reflexionar:
¿cómo dejar que aflore el amor de Dios frente a nuestro pecado y debilidad humana? ¿Cómo no
quedar a medio camino y dar el paso al arrepentimiento como lo hizo Pedro?
Signo:
Coloquemos nuestra mirada hacia abajo simbolizando las negaciones a Dios que hacemos de
manera consciente. Ahora colocamos las manos en el corazón para pedir la gracia del arrepenti-
miento como camino a la conversión verdadera.
Antifona:
Ten piedad de mí, oh Dios,
conforme a tu misericordia,
conforme a la multitud de tus piedades,
borra mis rebeliones.
Lávame más y más de mi maldad
y límpiame de mis pecados. (bis)
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Subsidio de Cuaresma y Semana Santa
Oración comunitaria
• Para que el Señor nos de la gracia de la conversión permanente frente a las traiciones de cada
día en el seguimiento a Jesús. Roguemos al Señor.
• Para que estemos conscientes como Iglesia de la necesidad diaria de reconocer nuestra debili-
dad. Roguemos al Señor.
• Para que mirando a Pedro, podamos colaborar con un mundo, un país más reconciliado. Rogue-
mos al Señor.
Canto para continuar el Vía Crucis
Aún en la tormenta,
aún cuando arrecia el mar;
te alabo, te alabo en verdad.
Aún lejos de los míos,
aún en mi soledad;
te alabo, te alabo en verdad.
Pues sólo a Ti te tengo, Señor
pues Tú eres mi heredad;
te alabo, te alabo en verdad (bis).
Aún en la tormenta,
aún cuando arrecia el mar;
te alabo, te alabo en verdad.
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Arzobispado de Santiago
Aún sin muchas palabras,
aunque no sé alabar;
te alabo, te alabo en verdad.
Pues sólo a Ti te tengo...
Te alabo, te alabo en verdad.
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Subsidio de Cuaresma y Semana Santa
V. QUINTA ESTACIÓN:
JESUS ES JUZGADO POR PONCIO PILATO
Guía: Te adoramos Jesús y te bendecimos
Todos: Que por tu santa cruz redimiste al mundo.
Motivación:
Ahora escucharemos nuevamente el juicio político a Jesús. Es la condenación al inocente cuando
la cobardía o el interés se han apoderado de las instituciones y surge un poder que obscurece la
justicia.
Lectura: Lucas 23,1-5.14.18.20-21. 24-25
Después se levantó toda la asamblea y lo llevaron ante Pilato. Ahí empezaron a acusarlo, diciendo:
“Hemos comprobado que este hombre es un agitador. No quiere que se paguen los impuestos al
César y se hace pasar por el rey enviado por Dios. Pilato, pues, lo interrogó en estos términos: “¿Eres
tú el rey de los judíos?”. Jesús le contestó: “Tú eres el que lo dice”.
Pilato dijo a los jefes de los sacerdotes y a la multitud: “Yo no veo delito alguno en este hombre”.
Pero ellos insistieron: Está alborotando al pueblo y difunde su doctrina por todo el país de los judíos.
Comenzó por Galilea y ha llegado hasta aquí”. Les dijo: “Ustedes me presentaron a este hombre
acusándolo de agitador. Lo interrogué personalmente delante de ustedes, pero no lo hallé culpable
de ninguno de los crímenes de que lo acusan. Así que después de castigarlo, lo dejaré libre”. Pero
ellos se pusieron a gritar todos juntos: ¡Mátalo a él y deja libre a Barrabás!
Pilato, que quería dejar libre a Jesús, les dirigió de nuevo la palabra. Pero ellos le gritaban: ¡Crucifícalo,
crucifícalo!. Entonces Pilato pronunció la sentencia que ellos reclamaban. Luego soltó al que estaba
preso por agitador y asesino, según ellos mismos exigían, y dejó que tratarán a Jesús como quisieran.
112
Arzobispado de Santiago
Meditación:
Nos quedamos sorprendidos nuevamente por las acusaciones falsas de un pretendido juicio po-
lítico. Hay una liviandad impresionante de los sacerdotes y de la multitud al juzgar a Jesús. Es el
reflejo cotidiano, desgraciado, de la política y de todo poder cuando está al servicio de intereses
particulares, perdiendo de vista el bien común. Oremos y trabajemos para que la política cons-
truya una justicia para todos, especialmente para los más débiles, los pobres. Estos son los tiem-
pos para exigir con la fuerza del evangelio la dignificación de la justicia, de la política de todas las
formas de poder en nuestro país.
Pregunta para reflexionar:
¿Cuánto dejamos adormecer nuestra conciencia frente a las injusticias sobre todo con los más
pobres?
Signo:
Colocamos las manos sobre nuestros ojos, simbolizando las veces que hemos oscurecido nuestra
conciencia, estando al servicio de nuestros propios intereses. Extendemos ahora nuestras manos
al cielo, clamando por la justicia y para que todo poder esté siempre esté al servicio de los más
débiles.
Antifona:
El Señor es mi fortaleza,
el Señor es mi pastor,
El nos da la salvación,
en El confío y no temo más,
en El confío y no temo más.
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Subsidio de Cuaresma y Semana Santa
Oración comunitaria:
• Que los cristianos podamos comprometernos en las estructuras sociales, políticas, económicas
y de justicia, para urgir mayor sensibilidad con los más débiles en nuestro país. Roguemos al
Señor.
• Que nuestra tentación del temor a los intereses del poder, como lo vivió Pilatos, no nos lleve a
negar los valores de nuestra conciencia. Roguemos al Señor.
• Que nuestra Iglesia tenga como único norte la defensa de los más pobres y no sucumba a otros
intereses. Roguemos al Señor.
Canto para continuar el Via Crucis.
Jesús, me abriste tu puerta
para que entrara contigo
y en tu casa, deje de ser peregrino.
Jesús, en el amor he llegado a conocerte,
en tu misericordia a comprenderte
y en mi cruz, a quererte.
Siempre has sido Tú
quien habló primero,
compañero de tantos caminos
tus manos siempre se ofrecieron.
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Arzobispado de Santiago
Siempre has sido Tú
quien amó primero,
quien cargó con mi cruz para ver
que no cayera al suelo.
Jesús, eres hermano en mi hermano
eres la fuente.
En el monte, eres quien lleva hacia el padre, eres quien vive en el hombre.
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Subsidio de Cuaresma y Semana Santa
VI. SEXTA ESTACIÓN
JESÚS ES AZOTADO Y CORONADO DE ESPINAS.
Guía: Te adoramos Jesús y te bendecimos
Todos: Que por tu santa cruz redimiste al mundo.
Motivación
Contemplamos a Jesús azotado y coronado de espinas por los soldados romanos. No bastó la
condena injusta. Ahora vienen los golpes y la burla.
Lectura: Mateo 27, 26-31
Entonces les soltó a Barrabás; y a Jesús, después de haberle hecho azotar, se lo entregó para que
fuera crucificado. Entonces los soldados del Procurador llevaron a Jesús al Pretorio y reunieron en
torno a él a toda la tropa. Le desnudaron, le pusieron una túnica roja, y trenzando una corona de
espinas, se la pusieron en la cabeza, y en su mano derecha una caña; se arrodillaron ante él y se
burlaban diciendo: Salve, Rey de los judíos. Le escupían, le quitaron la caña y lo golpeaban en la
cabeza. Después de reírse de él, le despojaron de la túnica, le pusieron sus vestidos y lo llevaron
a crucificar.
Meditación
El poder político, representado por Poncio Pilato, suelta a un delincuente y condena a un inocente.
Los soldados, impunemente, abusan de su poder, azotan a Jesús y se burlan de él. Le ponen una
corona de espinas, lo saludan como rey, lo escupen y lo golpean en la cabeza. ¿Por qué tanto
116
Arzobispado de Santiago
ensañamiento con Jesús? ¿Qué mal ha hecho? Pensamos en tantos inocentes que por defender
la vida y los derechos de los más pobres son encarcelados, abusados y maltratados en tantos
países del mundo.
Pensamos en nosotros mismos cuando a veces hemos abusado de personas más débiles, hemos
tratado mal a hermanos nuestros y nos hemos burlado de otras personas por su nacionalidad, su
manera de hablar, sus defectos o cualquier otra razón.
En los colegios se habla hoy de bulling. Eduquemos a nuestros hijos e hijas en el respeto a la
dignidad de toda persona humana.
Pregunta para reflexionar
¿Soy yo alguien que ve en todo hombre y mujer una persona que tiene una dignidad inviolable?
¿He abusado de mi poder en mi familia, trabajo o en cualquier otra situación? ¿Cómo? ¿He
tratado mal a personas inocentes? Recordar algunos hechos y pedir perdón.
Signo
Levantar un cartel con la frase: “RESPETEMOS LA DIGNIDAD DE TODA PERSONA HUMANA” y
leerlo todos juntos tres veces.
Antífona
La misericordia del Señor
cada día cantaré. (Bis)
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Subsidio de Cuaresma y Semana Santa
Oración comunitaria
• Señor Jesús, danos la gracia de respetar en todo ser humano su dignidad de persona e hijo tuyo,
cualquiera sea su condición social, cultural o sexual. Por esto, roguemos al Señor.
• Señor Jesús, te pedimos por todos los inocentes que sufren malos tratos y abusos por defender
los derechos humanos en tantos países del mundo. Que encuentren en ti su fortaleza.
Roguemos al Señor
• Señor Jesús, líbranos de ejercer o padecer la violencia en nuestras relaciones humanas y haznos
hombres y mujeres de justicia, de diálogo y de paz. Por esto roguemos al Señor.
Canto para continuar el Via Crucis
Tantos hombres hay que sufren sin consuelo,
tantos hombres hay que viven sin sentido,
tanta gente que hay botada en el camino y que busca la mirada de un amigo.
Mucho tiempo tu palabra fue olvidada
y tu luz entre rincones fue dejada por los hombres que no esperan tu venida
hazme un signo de tu amor y de tu vida.
Hoy señor me llamas tú con mi manos y mi voz
a ser luz entre los hombres
ser un canto de esperanza.
Tu me sabes tan pequeño entre tus manos
y tan débil para levantar el mundo
Necesito de tu fuerza y de tu alegría
de tu luz que me ilumine cada día.
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Arzobispado de Santiago
VII. SÉPTIMA ESTACIÓN
JESÚS ES CARGADO CON LA CRUZ
Guía: Te adoramos Jesús y te bendecimos
Todos: Que por tu santa cruz redimiste al mundo.
Motivación
Contemplamos a Jesús cargando con su cruz hacia las afueras de Jerusalén. Este gesto es
un símbolo de toda la vida de Jesús. Bajó del cielo a la tierra para cargar nuestras cruces y
transformarlas en fuentes de vida.
Lectura: San Juan 19, 16-17
Entonces Pilatos les entregó a Jesús para que lo crucificaran. Se hicieron, pues, cargo de Jesús
quien, llevando a hombros su propia cruz, salió de la ciudad hacia un lugar llamado “la Calavera”
(que en la lengua de los judíos se dice “Gólgota”).
Meditación
Desde los inicios de su vida en esta tierra, Jesús cargó con las cruces de los excluidos. Cargó con
la pobreza, con el desprecio de los poderosos, con el hostigamiento de sus adversarios, con las
críticas malintencionadas de los fariseos, con la incomprensión de sus propios discípulos. Lo hizo
por amor a los últimos, para que pudieran recuperar su dignidad de personas y ser felices.
Hay cruces que nosotros no elegimos. Nos vienen: una enfermedad grave, una ruptura emocional,
la cesantía, etc. El Señor nos invita a tomar estas cruces, con amor y seguir tras Él, porque
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Subsidio de Cuaresma y Semana Santa
Él nos va a ayudar a soportar el peso de esas cruces, a madurar en el dolor y el sufrimiento. Otras
cruces las elegimos nosotros porque dan vida a otros. Pensemos en tanta mamá y tanto papá que
con mucho esfuerzo cuidan y educan a sus hijos, en aquéllos que cuidan enfermos terminales,
que visitan ancianos abandonados, que dan su tiempo para la recuperación de alcohólicos y
drogadictos, los que acogen a los inmigrantes, los que luchan por los derechos de los más pobres,
los que se van como misioneros a tierras lejanas, y nuestros pastores que entregan sus vidas por
sus comunidades, etc. Todos estos sacrificios son fuente de vida para quien los hace y para los que
se benefician con ellos. Sin embargo, a veces nos cansamos de servir y nos viene la tentación de
dejar todo botado, de tirar la cruz. Es el momento de pedir la gracia de perseverar en el servicio
de quienes nos necesitan.
Pregunta para reflexionar:
¿Qué cruces cargo hoy en mi vida? ¿Pido al Señor su ayuda para cargarlas?
¿Qué cruces he elegido yo tomar para dar vida a otros? ¿Qué he hecho cuando me viene la ten-
tación de tirar esas cruces?
Signo
Cada persona recibe una cruz hecha en cartón o cartulina y mentalmente le pone un nombre y
en silencio le pide al Señor fuerza para cargar con esa cruz.
Antífona
Vengan a Él, Él es fuente de vida nueva,
vengan a Él, Él es vida y verdadera paz.
Vamos a Él, Él es fuente de vida nueva,
vamos a Él, Él es vida y verdadera paz.
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Arzobispado de Santiago
Oración comunitaria.
Señor Jesús, tu cargaste toda tu vida con nuestras cruces y lo sigues haciendo. Ayúdanos a confiar
siempre en tu ayuda. Roguemos al Señor.
Señor Jesús, hay cruces que no hemos elegido, que se presentaron inesperadamente en nuestras
vidas. Ayúdanos a cargarlas con paciencia. Roguemos al Señor.
Señor Jesús, como discípulos tuyos hemos elegido la cruz del servicio; como Tu queremos ayudar
a los que nos necesitan, pero de repente nos cansamos. Ayúdanos a ser perseverantes. Roguemos
al Señor.
Canto para continuar el Via Crucis
Yo no soy nada y del polvo nací,
pero tú me amas y moriste por mí.
Ante la cruz sólo puedo exclamar:
Tuyo soy, tuyo soy.
Toma mis manos, te pido,
toma mis labios, te amo,
toma mi vida, oh Padre,
tuyo soy, tuyo soy.
Cuando de rodillas te miro, Jesús,
veo tu grandeza y mi pequeñez.
¿Qué puedo darte yo? Sólo mi ser,
tuyo soy, tuyo soy.
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Subsidio de Cuaresma y Semana Santa
VIII. OCTAVA ESTACIÓN
JESÚS ES AYUDADO POR EL CIRENEO A LLEVAR LA CRUZ.
Guía: Te adoramos Jesús y te bendecimos
Todos: Que por tu santa cruz redimiste al mundo.
Motivación
Contemplamos a Jesús ayudado por una persona que va pasando, Simón de Cirene. Muchas veces
hemos sido ayudados por otros a cargar nuestras cruces o nosotros mismos nos hemos acercado
a otras personas para aliviar el peso de su cruz.
Lectura: Lucas 23, 26.
Cuando le llevaban echaron mano de un tal Simón de Cirene, que venía del campo y le cargaron
la cruz para que la llevara detrás de Jesús.
Meditación
La solidaridad es una virtud cristiana fundamental: ponerme en el lugar del otro, comprenderlo,
sentir su dolor y ayudarlo. Lo contrario es la indiferencia, la insensibilidad. Contemplando a Cristo
que se hizo solidario con nosotros desde el momento de su encarnación, brota en nuestro cora-
zón el deseo de ser solidarios con los que sufren y ayudarles a cargar sus cruces. Damos gracias
a Dios por tantos voluntarios, especialmente jóvenes, que ofrecen su colaboración gratuita en el
campo de la salud, de la vivienda, de la educación y de la recreación. Pensemos en los voluntarios
del Hogar de Cristo, de Colonias Urbanas, de un Techo para Chile, en tantos misioneros y misio-
neras dentro y fuera de Chile.
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Arzobispado de Santiago
El papa Francisco nos ha dado innumerables ejemplos de solidaridad, particularmente hacia los
inmigrantes y los refugiados. Nos basta recordar su viaje a la isla de Lampedusa para orar por
los inmigrantes ahogados en el mar y para mostrar su cercanía y apoyo a los que están en los
centros de acogida.
Pregunta para reflexionar
¿Soy un cristiano solidario? ¿A quién he ayudado gratuitamente en este último año? Rezar un
momento por esas personas.
Signo
Nos unimos en oración, enlazando nuestros brazos, formando una cadena de fraternidad que nos
compromete a hacernos responsables unos de otros. Cantamos:
Antífona
Danos un corazón grande para amar
Danos un corazón fuerte para luchar.(Bis)
Oración comunitaria.
• Señor Jesús, tú fuiste ayudado por Simón el Cirineo a cargar tu cruz. Ayúdanos a reconocerte
en aquéllos que hoy necesitan ser ayudados a cargar sus cruces y danos disponibilidad para
hacerlo con amor.
• Señor Jesús, ayúdanos a ser una Iglesia atenta a los sufrimientos de nuestros hermanos y
hermanas más vulnerables y a ser creativos en nuestras respuestas solidarias.
• Señor Jesús, ayúdanos a construir un Chile solidario que supere las escandalosas desigualdades
que existen entre nosotros. Roguemos al Señor
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Subsidio de Cuaresma y Semana Santa
Canto para continuar el Vía Crucis
Consolad a mi pueblo, dice el Señor, hablad al corazón del hombre.
Gritad que mi amor ha vencido,
preparad el camino, que viene tu Redentor.
Yo te he elegido para amar,
te doy mi fuerza y luz para guiar.
Yo soy consuelo en tu mirar, Gloria a Dios.
Consolad a mi pueblo, dice el Señor, sacad de la ceguera a mi pueblo.
Yo he sellado contigo, alianza perpetua yo soy el único Dios.
Yo te he elegido para amar,
te doy mi fuerza y luz para guiar.
Yo soy consuelo en tu mirar, Gloria a Dios.
Consolad a mi pueblo, dice el Señor, mostradles el camino de libertad.
yo les daré fuertes alas, transformaré sus pisadas, en sendas de eternidad.
Yo te he elegido para amar,
te doy mi fuerza y luz para guiar.
Yo soy consuelo en tu mirar, Gloria a Dios.
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Arzobispado de Santiago
IX. NOVENA ESTACIÓN
JESÚS SE ENCUENTRA CON LAS MUJERES DE LA CIUDAD DE JERUSALÉN
Guía: Te adoramos Jesús y te bendecimos
Todos: Que por tu santa cruz redimiste al mundo.
Motivación
Contemplemos a Jesús consolado por las mujeres de Jerusalén. Ellas saben que El es inocente,
que “pasó haciendo el bien” y que se está cometiendo una tremenda injusticia con su persona.
Lectura: Lucas 23, 27-31
“Lo seguía muchísima gente, especialmente mujeres que se golpeaban el pecho y se lamentaban
por Él. Jesús, volviéndose a ellas, les dijo: “Hijas de Jerusalén, no lloren por mí. Lloren más bien por
ustedes mismas y por sus hijos. Porque está por llegar el día en que se dirá: Felices las madres sin
hijos, felices las mujeres que no dieron a luz ni amamantaron. Entonces se dirá: ¡Ojalá los cerros
caigan sobre nosotros! ¡Ojalá que las lomas nos ocultaran! Porque si así trataron al árbol verde,
¿qué harán con el seco?”
¡Palabra de Dios!
Meditación
Las mujeres son especialmente sensibles ante el sufrimiento humano. Lloran y se lamentan por
lo que está sufriendo Jesús. El, sin embargo, reconoce que ellas sufren tanto o más que El. En su
tiempo la mujer era discriminada en todos los campos: social, cultural, religioso, etc. Jesús las
había dignificado en cada encuentro que había tenido con ellas. Pensemos en María Magdalena,
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Subsidio de Cuaresma y Semana Santa
en la samaritana, en la mujer pecadora, etc. Las trató siempre con respeto y cariño.
Gracias a Dios hoy la mujer es menos discriminada, sin embargo se ejerce violencia contra ellas
al interior de las familias, se les paga salarios más bajos que a los varones por hacer el mismo
trabajo, etc.
El Papa Francisco desea que al interior de la Iglesia la mujer sea más valorada y su aporte femenino más
considerado en todos los niveles eclesiales. Más aún, a menudo recurre a la figura de la madre para
hablar de la Iglesia: “Yo sueño con una Iglesia Madre y Pastora”, decía en una entrevista el año pasado.
Pregunta para reflexionar:
¿Conozco mujeres que trabajan incansablemente por los enfermos, los ancianos desvalidos, los
niños sin familia, los privados de libertad, etc.? Agradecer su labor muchas veces silenciosa y
escondida:
¿Cómo es el trato que actualmente reciben las mujeres en nuestro barrio, en nuestra comunidad
de Iglesia?
Signo:
Levantar carteles con nombres de mujeres que en nuestra comunidad eclesial se han destacado
por su servicio solidario y su lucha por defender los derechos de todos. Alguien pronuncia su
nombre en voz alta y todos responden ¡Gracias Señor!
Antifona:
Donde hay amor y caridad
donde hay amor, Dios ahí está.(Bis)
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Arzobispado de Santiago
Oración comunitaria:
• Señor Jesús, tú fuiste consolado por las mujeres de Jerusalén, danos a todos un corazón com-
pasivo capaz de consolar a los que sufren a nuestro alrededor. Roguemos al Señor.
• Señor Jesús, tu dignificaste a la mujer y la trataste siempre con respeto y cariño, ayuda a
nuestra sociedad chilena a terminar con toda forma de discriminación y violencia contra las
mujeres. Roguemos al Señor.
• Señor Jesús, tu elegiste mujeres para ser tus discípulas y ellas te acompañaron con su cariño
y con sus bienes, ayúdanos a valorar más el aporte femenino y la participación de la mujer en
todos los niveles de nuestra Iglesia. Roguemos al Señor.
Canto para continuar el Vía Crucis
He pensado cuántas cosas quisiera decirte,
cuántas cosas quisiera entregarte;
cuántas veces me he quedado muy triste
al darme cuenta que he vuelto a fallarte.
Quisiera poder abrazarte
y en tu oído volcar todos mis secretos,
pero para sentirte muy cerca
no necesito que bajes del cielo.
Cuando veo que eres tan bueno conmigo,
porque caigo y Tú estás para levantarme;
no consigo entender tu grandeza,
pero es simple: yo soy hijo y Tú mi padre.
Porque sé que conoces mi alma;
Tú le das vida, sin tu amor yo me muero.
Yo soy tuyo(a), y entero me entrego
en tus manos, y te digo: te quiero.
Gracias por ir a mi lado, por ser mi camino
gracias por ser compañero, porque eres mi amigo;
gracias por darme tu mano, porque vamos juntos
gracias por dejar la huella de tus pasos
junto a los míos.
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Gracias por ir.....
Subsidio de Cuaresma y Semana Santa
X. DÉCIMA ESTACIÓN
JESÚS ES CRUCIFICADO
Guía: Te adoramos Jesús y te bendecimos
Todos: Que por tu santa cruz redimiste al mundo.
Motivación
Contemplamos a Jesús sufriendo el tormento de la crucifixión, en medio de dos bandidos, des-
pojado de su ropa y objeto nuevamente de las burlas de los jefes de su pueblo y de los soldados.
Sin embargo, su corazón misericordioso no deja de latir y ora a su Padre para que perdone a sus
verdugos.
Lectura: Lucas 23, 33-38
Cuando llegaron al lugar llamado la Calavera, lo crucificaron a él y a los malhechores, uno a su
derecha y el otro a su izquierda. Mientras tanto Jesús decía: “Padre, perdónalos, porque no saben
lo que hacen”. Después se repartieron sus ropas, sorteándoselas. La gente estaba ahí mirando. Los
jefes, por su parte, se burlaban diciendo: “Ya que salvó a otros, que se salve a sí mismo, para ver si
es el Cristo de Dios, el Elegido”. Los soldados también se burlaban de él. Cuando le ofrecieron de
su vino agridulce para que lo tomara, le dijeron: “Si tú eres el rey de los judíos, sálvate a ti mismo”.
Porque había un letrero en lo alto de la cruz que decía: “Este es el rey de los judíos”.
¡Palabra de Dios!.
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Arzobispado de Santiago
Meditación
Los clavos atraviesan las manos y los pies de Jesús y se entierran en el madero de la cruz. Es le-
vantado en alto y todos los ojos están fijos en El: unos para seguir burlándose y otros, particular-
mente su Madre, para acompañarlo con un silencio orante atravesado de dolor e impotencia. Las
fuerzas del mal, de la injusticia y de la violencia se han volcado sobre Jesús, pero no logran apagar
la llama de su amor misericordioso. Mira a sus verdugos y siente que no saben lo que hacen: están
matando al Autor de la vida y pide a su Padre que los perdone.
Perdonar en esas circunstancias y a esas personas es una gracia de Dios. Es un gesto de alguien
que ha sido salvado de toda forma de odio y de rencor y que ha amado hasta el extremo. A to-
dos nos cuesta perdonar porque las ofensas que recibimos producen heridas muy profundas que
despiertan en nosotros deseos de venganza. Sin embargo, en la medida en que hemos dejado al
Señor habitar en nuestros corazones, es posible para nosotros perdonar, aún cosas graves. El es
capaz de quitarnos el odio, el rencor y los deseos de venganza y dejar espacio a la misericordia
hacia aquéllos que nos han ofendido.
Pregunta para reflexionar
¿Me cuesta perdonar? ¿Hay personas a quienes todavía no puedo perdonar?
Signo
Cerrar los ojos y traer a la mente rostros de personas que me han ofendido y a quienes aun no
puedo perdonar. Pedir al Señor la gracia del perdón y repetir todos juntos en voz alta las palabras
de Jesús: “Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen”.
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Subsidio de Cuaresma y Semana Santa
Antífona
Amor, amor, amor, amor.
Hermanos míos, Dios es amor.
Ama a todos como hermanos,
Dios es amor.
Dios es amor, amor.
Oración comunitaria.
• Señor Jesús, desde lo alto de la cruz, en medio de tus indecibles dolores, perdonas a tus verdu-
gos. Danos la gracia de perdonar a quienes nos han ofendido. Roguemos al Señor.
• Señor Jesús, hoy sigues crucificado en los enfermos, en los migrantes, en los drogadictos. Da-
nos un corazón misericordioso como el tuyo para no abandonarlos a su suerte y acompañarlos
para mitigar su dolor y despertar en ellos y ellas la esperanza de la salvación. Roguemos al
Señor.
• Señor Jesús, también nosotros con nuestras palabras y acciones hemos crucificado a otras per-
sonas. Danos la gracia de saber pedir perdón y de recibirlo con humildad. Roguemos al Señor.
Canto para continuar el Via Crucis
Jesús, estoy aquí,
Jesús, que esperas de mí,
mis manos están vacías,
¿qué puedo ofrecerte?
Sólo sé que quiero ser diferente.
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Arzobispado de Santiago
Jesús, estoy aquí, Jesús,
¿qué esperas de mí?
Mis ojos temen al mirarte,
quisiera poder enfrentarte.
Amar como tú amas,
sentir como tú sientes,
mirar a través de tus ojos,
Jesús.
Contigo mi camino es difícil,
me exiges abrir un nuevo horizonte,
en la soledad de mi noche,
Jesús.
No, no puedo abandonarte;
Jesús, en mí penetraste,
me habitaste, triunfaste
y hoy vives en mí.
Amar como tú amas...
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Subsidio de Cuaresma y Semana Santa
XI. UNDÉCIMA ESTACIÓN
JESÚS PROMETE SU REINO AL BUEN LADRÓN
Guía: Te adoramos Jesús y te bendecimos
Todos: Que por tu santa cruz redimiste al mundo.
Motivación
Jesús yace en la cruz junto a dos ladrones, ha sido juzgado como un malechor más y ha corrido la
suerte de un criminal. Uno de los que está crucificado junto a él, reconoce la inocencia de Jesús,
el otro lo insulta. Contemplemos cómo el que reconoce quién es Jesús, se abre a su gracia.
Lectura: Lucas 23, 39-42
Cuando llegaron, uno de los malhechores crucificado, insultándolo, le dijo “¿Así que tú eres el
Cristo?” Sálvate, pues, y también a nosotros. Pero el otro lo reprendió, diciéndole: ¿No temes
a Dios, tú que estás en el mismo suplicio? Nosotros lo tenemos merecido, y pagamos nuestros
crímenes. Pero él no ha hecho nada malo”. Y añadió: “Jesús, acuérdate de mí cuando llegues a tu
Reino”. Respondió Jesús: “En verdad, te digo que hoy mismo estarás conmigo en el paraíso”.
¡Palabra de Dios!
Meditación:
El crucificado que insulta a Jesús, se burla diciendo “Sálvate a ti mismo”. Jesús, pudiendo salvarse,
no lo hace, escoge salvar a la humanidad, y el primero de todos será el buen ladrón que lo ha
reconocido y se ha abierto a su perdón y su gracia. Ni el pecado ni el delito le han impedido en-
contrase con el Señor, pedirle su misericordia.
Para Jesús tampoco el pecado es motivo de distancia o reproche. Sin dudarlo, le abre las puertas
del cielo, porque ha visto su fe, ha visto su esperanza, ha visto su arrepentimiento.
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Arzobispado de Santiago
Pregunta para reflexionar:
¿Cuántas veces nos hemos distanciado del Señor por no sentirnos dignos, porque nuestra imagen
de pecadores nos pesa más que nuestra imagen de hijos?
Signo:
Cierro los ojos y escucho las palabras de Jesús: “Hoy mismo estarás conmigo en el paraíso”. La
repito una y otra vez en el corazón.
Antífona
Oh Santo Dios, Jesús, Señor.
Tú mano me tocó.
Me amaste a mí, un pecador.
Tu gracia me salvó.
Oración comunitaria:
• Oremos por todos los jóvenes, hombres y mujeres privados de libertad o presos en situaciones
que consideran sin arreglo. Roguemos para que el Señor los consuele en su soledad, en su des-
amparo y angustia. Que en ellos se despierte el deseo de salir adelante y construir una nueva
vida. Roguemos al Señor.
• Oremos por aquellos que nunca han experimentado la misericordia y el perdón, por aquellos
que se les ha endurecido el corazón por la falta de amor para que se abran a la gracia como el
buen ladrón y experimenten el amor que Dios les tiene. Roguemos al Señor
• Oremos por nuestra Iglesia, para que cada día seamos más misericordiosos y compasivos
como el Señor. Maestro, danos la gracia de mirar a hombres y mujeres como tú los miras, a
reconocerlos como hijos e hijas y no como pecadores. Roguemos al Señor
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Subsidio de Cuaresma y Semana Santa
Ave María
Canto para continuar el Via Crucis
Vuelvan los ojos hacia el Señor
y despierten su amor.
Canten por Él con el corazón,
Él es el Salvador, Él es nuestro Señor.
Yo llamé al Señor
y siempre me escuchó.
De mis miedos me libró
y sin fin lo alabaré.
Dios guarda a los que ama
y escucha su voz.
Les consuela de sus penas
y sus pasos Él guía.
Los que buscan al Señor,
todo lo tendrán.
Las que abren su corazón,
nada les faltará.
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Arzobispado de Santiago
XII. DUODÉCIMA ESTACIÓN
JESÚS EN LA CRUZ, LA MADRE Y EL DISCÍPULO AMADO
Guía: Te adoramos Jesús y te bendecimos
Todos: Que por tu santa cruz redimiste al mundo.
Motivación
María ha acompañado a Jesús a lo largo de todo el camino de la cruz. En este momento final
contemplemos cómo Jesús a pesar de su dolor, nos la entrega como madre de todos.
Lectura: Juan 19, 25-27.
“Estaban junto a la cruz de Jesús su madre y la hermana de su madre, María de Cleofás, y María
Magdalena. Jesús, viendo a su madre y al discípulo a quien amaba, que estaba allí, dijo a su ma-
dre: “Mujer, ahí tienes a tu hijo”. Después, dice al discípulo: “He ahí a tu madre”. Y desde aquel
momento el discípulo la recibió en su casa”.
¡Palabra de Dios!
Meditación
María está a los pies de la cruz de su hijo contemplando dolorosa cómo Jesús vive su máximo
dolor, su entrega. María acompaña, sufre, se compadece, se mantiene serena y se queda hasta el
final.
María lleva en el corazón la cruz de su hijo, quisiera cargar con ella, liberarlo de su sufrimiento,
asumir ella el dolor de su hijo. Está junto a Jesús viviendo en su interior lo que él vive.
María se vuelve madre de todos, porque Jesús nos la ha entregado, pero por sobre todo, porque
María también asume en su corazón el dolor de su hijo, y el dolor del hijo es el dolor de todos.
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Subsidio de Cuaresma y Semana Santa
Pregunta para reflexionar:
¿De qué manera dejo que María también me acompañe en mis dolores y sufrimientos? ¿Qué
lugar ocupa María en mi oración y en mi esperanza?
Signo:
Hagamos memoria de todas aquellas mujeres que han estado en mis duelos y penas. Recordemos
sus rostros, sus nombres (el que guía invita a nombrar en voz alta a las mujeres que recordamos).
Es María, nuestra madre, la que ha estado junto a nosotros a través de ellas.
Canto:
Dios te salve, María,
llena eres de gracia
el Señor es contigo,
bendita tú eres entre todas las mujeres,
y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Oración comunitaria:
• Señor, hoy queremos pedirte por las mujeres más pobres de nuestra sociedad, por aquéllas que
son el pilar del hogar, muchas veces padre y madre. Te pedimos que sepamos como sociedad
brindarle a la mujer lo que necesita para sacar adelante a su familia y así alcance el bienestar
para sus hijos que tanto anhela. Roguemos al Señor
• Señor, te presentamos a todas las mujeres que aún en estos tiempos viven sin derechos básicos,
encerradas, sin posibilidades de estudiar ni progresar. Ilumina a nuestros gobernantes para que
tomen las decisiones que cambiarán su condición. Roguemos al Señor.
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Arzobispado de Santiago
• Señor, te pedimos por todas aquellos niños sin hogar. Despierta corazones generosos que se
muestren disponibles a ser madres y padres, que sean muchos los que quieran disponer su
hogar para educar y amar a cada uno de ellos. Roguemos al Señor.
Ave María
Canto para continuar el Vía Crucis
María, mírame;
María, mírame,
si tú me miras,
Él también me mirará.
Madre mía, mírame
de la mano llévame
muy cerca de Él,
que ahí me quiero quedar.
Madre, consuélame de mis penas,
es que no quiero ofenderte más;
que por tus ojos misericordiosos
quiero ir al cielo y verlos ya.
María, mírame...
En tus brazos quiero descansar.
María, cúbreme con tu manto
que tengo miedo, no sé rezar;
que por tus ojos misericordiosos
tendré la fuerza, tendré la paz.
María, mírame...
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Subsidio de Cuaresma y Semana Santa
XIII. DÉCIMOTERCERA ESTACIÓN
JESÚS MUERE EN LA CRUZ
Guía: Te adoramos Jesús y te bendecimos
Todos: Que por tu santa cruz redimiste al mundo.
Motivación
Acompañemos a Jesús en su último aliento de vida, contemplemos cómo en el momento de
mayor dolor e impotencia, se pone en las manos del Padre y se confía a su amor.
Lectura: Lucas 23, 44-46
Como al mediodía, se ocultó el sol y todo el país quedó en tinieblas hasta las tres de la tarde. En
ese momento, la cortina del templo se rasgó por la mitad, y Jesús gritó muy fuerte: “Padre, en tus
manos encomiendo mi espíritu”, y al decir estas palabras, expiró.
Los que puedan se colocan de rodillas y se hace una pausa de silencio.
(Continúa la lectura)
El capitán, al ver lo que había pasado, reconoció la obra de Dios. Diciendo: “Realmente este hom-
bre era un justo. Y toda la gente que se había reunido para este espectáculo, al ver lo sucedido,
comenzó a irse golpeándose el pecho.
¡Palabra de Dios!
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Arzobispado de Santiago
Meditación
Contemplemos la cruz, la muerte, el dolor de un inocente, la impotencia ante la aparente victoria
del mal. Ante esta imagen nos brota decir: Señor, ¿dónde está tu victoria?
El dolor de un inocente, el sufrimiento injusto, la muerte son realidades que vemos cada día, y que
también nos ha tocado vivir personalmente. Cuando Jesús vivió su pasión, aceptó su cruz y cami-
nó con ella herido y dañado, lo hizo poniendo su dolor en las manos del Padre, solo él lo sostuvo.
La forma en que Jesús vivió su momento más difícil es modelo y camino para vivir nuestros mo-
mentos de dolor. Confiar en el Padre y entregarle nuestro espíritu, es descansar en la esperanza
de que la vida vence a la muerte.
Pregunta para reflexionar:
En mis momentos de dolor, de angustia, ¿en quién pongo mi esperanza? ¿Cómo expreso mi fe en
el Señor, mi confianza en el Padre?
Signo:
Pongamos ante el Señor, lo que cada uno trae en el corazón, lo que le duele, le preocupa, le afecta.
Como signo de nuestra confianza en el Señor, hagamos nuestra oración de rodillas.
Antífona:
Nada te turbe, nada te espante
quien a Dios tiene, nada le falta.
Nada te turbe, nada te espante
sólo Dios basta.
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Subsidio de Cuaresma y Semana Santa
Oración comunitaria:
• Oremos por todas aquellas personas que han perdido el sentido de vivir, la alegría, por aqué-
llos que se sienten muertos en vida. Ilumina Señor sus corazones con la gracia de la paz y la
esperanza, para que encuentren motivos para salir adelante y buscar la plenitud que solo tú les
puedes dar. Roguemos al Señor.
• Oremos por aquéllos que pasan hambre, que van muriendo de a poco por la falta de alimento.
Señor, despierta corazones generosos que sepan cambiar las estructuras de pecado y egoísmo
que generan estas desigualdades. Roguemos al Señor.
• Oremos por tantas víctimas inocentes que mueren producto de la guerra y la violencia. Señor,
trae la paz y la reconciliación a quienes buscan la solución a sus conflictos a través de las armas
y la violencia. Por esto, roguemos al Señor.
Padrenuestro
Canto para continuar el Via Crucis:
No me mueve, mi Dios, para quererte
el cielo que me tienes prometido,
ni me mueve el infierno tan temido
para dejar por eso de ofenderte.
Tú me mueves, Señor, muéveme el verte
clavado en una cruz y escarnecido,
muéveme ver tu cuerpo tan herido,
muévenme tus afrentas y tu muerte.
Muéveme, en fin, tu amor, y en tal manera,
que aunque no hubiera cielo, yo te amara,
y aunque no hubiera infierno, te temiera.
No me tienes que dar porque te quiera,
pues aunque lo que espero no esperara,
lo mismo que te quiero te quisiera.
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Arzobispado de Santiago
XIV. DÉCIMOCUARTA ESTACIÓN
JESÚS ES COLOCADO EN EL SEPULCRO
Guía: Te adoramos Jesús y te bendecimos
Todos: Que por tu santa cruz redimiste al mundo.
Motivación
El Señor se ha ido, una profunda soledad sienten aquellos que lo amaron y acompañaron. Jesús
ha asumido en su cuerpo todos los dolores de mundo. Acompañemos su cuerpo hasta el sepulcro.
Lectura: Lucas 23, 50-55.
Intervino, entonces, un hombre del Consejo Supremo de los judíos que se llamaba José. Era un
hombre bueno y justo que no había estado de acuerdo con los planes ni actos de los otros. Este
hombre de Arimatea, pueblo de Judea, esperaba el Reino de Dios. Fue a presentarse a Pilato para
pedirle el cuerpo de Jesús. Habiéndolo bajado de la cruz, lo envolvió en una sábana y lo depositó
en un sepulcro cavado en la roca, donde nadie había sido enterrado aún.
Era día de la preparación de la Pascua y ya estaba por comenzar el día sábado. Entonces las
mujeres que habían venido de Galilea con Jesús, siguieron a José para conocer el sepulcro y ver
cómo ponían su cuerpo.
¡Palabra de Dios!
Meditación:
En el sepulcro yace el cuerpo de Jesús. La vida pareció detenerse con su muerte. Su proyecto
parece fracasar. Como que todo terminara ahí, ya todos se han ido desilusionados, entristecidos,
porque el maestro ha muerto y sus promesas no se han cumplido.
141
Subsidio de Cuaresma y Semana Santa
Sin embargo, sabemos que para Dios la muerte no es la última palabra. Jesús nos invitó a creer y
esperar, porque Dios actúa misteriosamente más allá de lo que podemos imaginar ¿Qué misterio
oculto se está gestando en el sepulcro? ¿Será posible que Dios venza la muerte? Es un tiempo de
silencio, pero también de misteriosa presencia y esperanza.
Para reflexionar:
Pienso realidades de muerte que se están dando en Chile (por ejemplo: narcotráfico, drogadicción
etc.)
Signo:
Luego, comparto con el que camina junto a mí: dónde quisiera que el Señor derramara su gracia
y pusiera nuevamente vida.
Antífona:
En nuestra oscuridad
enciende la llama de tu amor, Señor
de tu amor Señor.
En nuestra oscuridad
enciende la llama de tu amor, Señor
de tu amor Señor. (bis)
Oración comunitaria:
• Señor, te rogamos por los enfermos, que aguardan con esperanza recuperarse. Anima su espí-
ritu y fortalece su fe cuando la fragilidad y el dolor los desanime. Por esto roguemos al Señor.
142
Arzobispado de Santiago
• Señor, te rogamos por todas las personas que viven en la marginación, ya sea por su origen,
por su género, o por su condición social. Ilumina los corazones de quienes integramos esta
sociedad para que sepamos construir una sociedad más justa y solidaria con todos. Por esto
roguemos al Señor.
• Señor, te rogamos por la Iglesia, especialmente por aquellos que han perdido la fe y la espe-
ranza en tu Resurrección. Te pedimos que derrames tu gracia en todos aquellos que ya no
encuentran motivos para seguir esperando en ti.
Gloria al Padre...
Canto: Amor que abre sus brazos de acogida.
Quiero hablar de un amor infinito Quiero hablar del camino hacia la vida;
Que se vuelve niño frágil, Corazón paciente, Amor ardiente;
Amor de hombre humillado; Quiero hablar de aquel que vence a la muerte.
quiero hablar de un amor apasionado.
Con dolor carga nuestros pecados. Quiero hablar de un amor generoso
Siendo rey, se vuelve esclavo; Que hace y calla, amor a todos;
Fuego de amor poderoso, Buscándonos todo el tiempo,
Salvador, humilde, fiel, silencioso Esperando la respuesta, el encuentro.
143
Subsidio de Cuaresma y Semana Santa
5.4. VIGILIA PASCUAL CICLO A
Sabado 19 abril 2014
LA CELEBRACION DE LA VIGILIA PASCUAL:
Hemos terminado nuestro camino Cuaresmal y nos preparamos a vivir la culminación de los
misterios de Jesucristo celebrando la Vigilia Pascual, redescubriendo una fe profesada, celebrada,
vivida y rezada.
Estamos en la celebración de la “Madre de las Vigilias”, como la llama San Agustín, es el Centro
de la Vida cristiana, ya que en ella celebramos la Muerte y la Resurrección de Jesús.
Es bueno que la Comunidad vaya tomando conciencia y preparándose para la celebración de la
Vigilia Pascual. Ver la distribución de los asientos, el audio fuera del templo para la celebración
de la bendición del fuego, que cada uno se incorpore en esta procesión y lo haga con su luz en la
mano, para renovar nuestras Promesas Bautismales, como verdaderos discípulos misioneros del
Señor, en particular en este Año de la Misión Territorial.
Preparar a la Comunidad en el sentido que esta Vigilia no es lo mismo que el año pasado, no es la
misma es la Vigilia de este Año 2014, de ahí la importancia de destacar y hacer resaltar los signos
propios de este año: Cirio Nuevo con el año 2014.
144
Arzobispado de Santiago
Los cuatro momentos de la Vigilia Pascual
1. La Bendición del Fuego Nuevo y Procesión de la Luz
Al inicio de la celebración el Pueblo fiel, se reúne en la Puerta de la Iglesia, donde el sacerdote
bendice el fuego nuevo y prepara el Cirio grabando la Cruz y el año correspondiente, en este
caso 2014.
Se inicia la procesión con el Cirio encendido con el fuego nuevo, que lo lleva un diácono o en
su defecto un Ministro .
En la procesión, encabezada por el Cirio y luego el sacerdote y ministros, se canta la “Luz de
Cristo”. Todos hacen entrada al templo que se encuentra en oscuridad total, sería lo ideal,
en caso contrario en tinieblas, con el fin de mostrar el gran signo: Cristo el Señor Resucitado
ilumina las tinieblas del mundo y también nuestra propia tiniebla. Por dos veces canta la
aclamación “luz de Cristo” encendiendo paulatinamente las velas la asamblea.
“Yo soy la Luz del mundo” nos lo ha dicho Jesús, y esta procesión viene a corroborar estas pa-
labras del Maestro. Especialmente en este Año de la Misión Territorial, debemos mostrar que
Jesús es la Luz para aquellos que están en tinieblas y alejados de Él.
Al llegar al presbiterio se coloca el Cirio en su pedestal, desde donde presidirá toda la cin-
cuentena pascual. Luego el diácono proclama el “Exulte” himno con que la Iglesia proclama la
Resurrección del Señor Jesús y hace la ofrenda del Cirio a Dios.
145
Subsidio de Cuaresma y Semana Santa
2. Liturgia de la Palabra:
“Después de haber iniciado solemnemente esta Vigilia, escuchemos serenamente la Palabra de
Dios”, con estas palabras el Misal nos invita a entrar en la Liturgia de la Palabra. Es el momento
en que el Pueblo fiel reunido en la liturgia terrena, vela y ora en común la espera de su Señor, lo
hace en vigilia ,es decir, atentos, despiertos para gozarse de este tiempo prolongado de oración.
La proclamación de la Palabra de Dios, con sus Salmos y Oraciones, constituye propiamente la
Vigilia.
Evangelio
Representación de los cuatro evangelistas con su correspondiente simbología:
Mateo (hombre-ángel),
Marcos (león alado),
Lucas (toro alado) y
Juan (águila).
Evangelio de Pedro
Evangelio de Pedro.
El Evangelio de Pedro es un evangelio apócrifo que se conoce sólo fragmentariamente, gracias a un manuscrito hallado en Egipto en el invierno de 1886-87. Escrito en primera persona, el narrador se identifica como Simón Pedro (versículo 60), aunque los estudiosos actuales descartan que pudiera ser efectivamente escrito por el apóstol. Sólo se conserva de este relato la parte correspondiente a la Pasión y Resurrección de Cristo, con importantes diferencias con respecto a la narración de los evangelios canónicos. Aunque hay quienes retrotraen su fecha de composición hasta el año 70, con lo cual sería aproximadamente contemporáneo de los evangelios sinópticos, la mayor parte de los investigadores lo sitúa en la primera mitad del siglo II.
Índice
1 Referencias
2 Descubrimiento del manuscrito de Ajmin
3 Hallazgos posteriores
4 Contenido
5 Fecha y relación con otros evangelios
6 Difusión
7 Notas
8 Bibliografía
9 Enlaces externos
Referencias
La primera referencia a este texto en los escritos del cristianismo primitivo se encuentra en la Historia eclesiástica, de Eusebio de Cesarea, donde se cita una carta que Serapión, obispo de Antioquía entre 190 y 211, escribe a la comunidad cristiana de Rhossos, en Cilicia (Asia Menor). Del texto se deduce que en la comunidad de Rhossos se utilizaba un "evangelio atribuido a Pedro" y que Serapión consideraba que ciertos pasajes podían alentar la herejía docética, según la cual los padecimientos y la muerte de Cristo, en tanto que Dios, habían sido meramente aparentes, bien porque Jesús fuera enteramente divino y sólo había tomado apariencia humana, bien porque el hombre Jesús y el Cristo divino fueran entidades diferentes, que se habrían juntado en el momento del bautismo en el Jordán, y se habrían separado poco antes de la muerte de Jesús. Serapión niega que el evangelio haya podido ser escrito por el apóstol Pedro, extremo en el que coincide plenamente con los estudiosos actuales.
Descubrimiento del manuscrito de Ajmin
En el invierno de 1886-87 fue hallado en el sepulcro de un monje cristiano en Ajmin, antigua Panópolis, en el Alto Egipto, un libro de pergamino de 66 páginas, datado alrededor del siglo VIII, que contiene fragmentos de varios textos apócrifos. Entre ellos se encuentra (páginas 2-10) una copia fragmentaria del Evangelio de Pedro, en griego. El fragmento conservado es la narración del juicio, crucifixión y resurrección de Jesús. No es posible saber si el evangelio de Pedro original era o no más extenso que el fragmento que actualmente se conserva, pero el hecho es que comienza en mitad de una escena. Comienza así "Pero de entre los judíos nadie se lavó las manos, ni Herodes ni ninguno de sus jueces",1 lo que implica una referencia anterior al conocido pasaje evangélico (Mateo 27:24) en que Pilatos se lava simbólicamente las manos.
Hallazgos posteriores
Con posterioridad al hallazgo del manuscrito de Ajmin, se han encontrado tres breves fragmentos correspondientes a este evangelio. Uno de ellos procede aparentemente de una copia del siglo II, o principios del siglo III, y contiene la escena en que José de Arimatea solicita el cuerpo de Jesús para darle sepultura (versículos 23 y 24 del manuscrito de Ajmin). Los otros dos —muy breves— parecen referirse a conversaciones entre Jesús y Pedro, narradas en primera persona por este último. No se corresponden con el manuscrito de Ajmin, y se discute si formaban o no parte del evangelio de Pedro.
Contenido
El relato de la Pasión de Cristo presenta importantes diferencias con respecto a los evangelios canónicos. Por una parte es Herodes, no Pilatos, el que ordena la ejecución de Jesús, y tanto el monarca como los jueces (vid. texto citado anteriormente) incluyendo a todos los judíos, se niegan a declararse inocentes de la sangre de Jesús. En el relato de la crucifixión se encuentran frases que pueden ser interpretadas desde el punto de vista del docetismo, como cuando se dice (versículo 102 ), "Mas él callaba como si no sintiera dolor alguno", o, cuando, en el momento inmediatamente anterior de la muerte, Jesús grita: "¡Fuerza mía, fuerza mía, tú me has abandonado!" (versículo 193 ), en lugar de "Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?" Marcos 15:34.
Tras la muerte de Jesús, el relato contínúa describiendo su sepultura por José de Arimatea. Cuenta en primera persona la aflicción de los discípulos (versículo 26). Como ocurre en el Evangelio de Mateo, Mateo 27:62-66, los sacerdotes hebreos piden a Pilatos soldados para que vigilen la tumba. Indica detalles sobre estos soldados, como que el centurión se llamaba Petronio.
La diferencia más importante con los evangelios canónicos, sin embargo, es que se relata la resurrección de Jesús, de la que son testigos directos los guardias romanos y otras muchas personas que se habían congregado allí. Durante la noche, se escuchó "una gran voz en el cielo" (versículo 354 ), se abrieron los cielos y bajaron de ellos dos varones en medio de un gran resplandor. La piedra que cerraba el sepulcro se retiró a un lado, y los dos varones entraron en él. Los guardias fueron a despertar a su centurión y, cuando le estaban explicando lo que acababan de ver, ven salir del sepulcro a tres hombres, "dos de los cuales servían de apoyo a un tercero, y una cruz que iba en pos de ellos" (versículo 395 ). Los tres son de gigantesca estatura. Se escucha una voz proveniente de los cielos, que pregunta: "¿Has predicado a los que duermen?" Y la cruz responde: "Sí" (versículos 41-42).
Los testigos del acontecimiento relatan lo ocurrido a Pilatos, quien reitera la culpabilidad de los judíos (versículo 46). Estos le suplican que se guarde silencio sobre lo ocurrido, lo que el gobernador consiente. Al día siguiente, María Magdalena llegó al sepulcro, lo encontró vacío, con un joven vestido de blanco sentado sobre la sepultura, en un relato que tiene su paralelo en Mateo 28:1-8, aunque existen algunas diferencias entre las dos versiones. El manuscrito termina en medio de un relato que seguramente describía la aparición de Jesús a sus discípulos, en el versículo 60: "Yo, Simón Pedro, por mi parte, y Andrés, mi hermano, tomamos nuestras redes y nos dirigimos al mar, yendo en nuestra compañía Leví el de Alfeo, a quien el Señor..."6 ).
Fecha y relación con otros evangelios
La mayor parte de los autores establece que este evangelio fue redactado hacia el año 150. Es con bastante seguridad posterior a los evangelios canónicos (finales del siglo I), y debió ser compuesto antes de la época de Serapión, quien lo menciona a comienzos del siglo III. Por otra parte, su antijudaísmo se relaciona con puntos de vista que se desarrollaron en círculos cristianos en el siglo II. Hay bastante coincidencia entre los estudiosos en pensar que el autor del evangelio de Pedro conoció y utilizó como fuentes los sinópticos.
Difusión
Es difícil extraer conclusiones sobre en qué comunidades -dejando aparte la de Rhossos, en Cilicia, mencionada en la carta de Serapión- se utilizó el Evangelio de Pedro. Sin embargo, Ehrman7 destaca que desde 1880 se han encontrado tres manuscritos de los siglos II y III correspondientes a este evangelio, en tanto que sólo se ha hallado uno del evangelio, canónico, de Marcos. El hallazgo en 1904 de un ostrakon o pieza de cerámica, del siglo VI o VII, en que se identifica a Pedro como evangelista, parece también un argumento a favor de una extensa difusión del Evangelio de Pedro.
Notas
Santos Otero, p. 374
Santos Otero, p. 377
Santos Otero, p. 379
Santos Otero, p. 383
Santos Otero, pp. 383-384
Santos Otero, p. 387
Ehrman, p.47
Bibliografía
Ehrman, Bart D.: Cristianismos perdidos. Los credos proscritos del Nuevo Testamento. Barcelona, 2003.
Santos Otero, Aurelio de: Los evangelios apócrifos. Edición crítica y bilingüe. Madrid, 1996. Todas las citas del Evangelio de Pedro proceden de esta edición.
Enlaces externos
Wikisource contiene obras originales de o sobre Evangelio de Pedro.
Evangelio de Pedro (Fragmento griego de Akhmin)
Citas en la literatura cristiana primitiva
El Evangelio de Pedro en Early Christian Writings (en inglés)
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EL EVANGELIO DE SAN PEDRO
(Fragmento griego de Akhmin)
Endurecimiento de los judíos contra Jesús, después de haber protestado Pilatos de su inocencia ante ellos
I 1.Mas ninguno de los judíos se lavó las manos, ni Herodes, ni ninguno de los jueces de Jesús.
2. Y, como no querían lavárselas, Pilatos se levantó del tribunal.
3. Y entonces el rey Herodes ordenó a los judíos que aprehendieran al Señor, diciéndoles: Haced todo lo que os he mandado que hagáis.
Herodes entrega a Jesús al pueblo
II 1.Empero José, el amigo de Pilatos y del Señor, permaneció allí. Y, sabiendo que se le iba a crucificar, fue a Pilatos, y le pidió el cuerpo del Señor, para sepultarlo.
2. Y Pilatos envió a pedir a Herodes el cuerpo del Señor.
3. Mas Herodes dijo: Hermano Pilatos, aun cuando nadie lo pidiese, nosotros lo sepultaríamos, sin esperar a que despuntase el día del sábado, porque escrito está en la ley que no se ocultará el sol sobre un hombre puesto en suplicio mortal.
4. Y lo entregó al pueblo, la víspera de los Ázimos, su fiesta.
Pasión de Jesús
III 1. Y ellos, habiendo agarrado al Señor, lo empujaban a toda prisa, y decían: Arrastremos al Hijo de Dios, ahora que somos dueños de él.
2. Y lo revistieron con un manto de púrpura, y lo hicieron sentarse en el Tribunal, diciendo: Juzga equitativamente, rey de Israel.
3. Y uno de ellos, habiendo traído una corona de espinas, la colocó sobre la cabeza del Señor.
4. Y otros, puestos delante de él, le escupían en el rostro, y otros le pegaban en las mejillas, y otros lo golpeaban con una caña, y algunos lo azotaban con un látigo, diciendo: Tributemos estos honores al Hijo de Dios.
Crucifixión de Jesús
IV 1.Y tomaron dos malhechores, y crucificaron al Señor entre ellos. Mas él se callaba, como aquel que no siente sufrimiento alguno.
2. Y, cuando hubieron levantado la cruz, inscribieron en ella: Éste es el rey de Israel.
3. Y, habiendo depositado ante él sus vestidos, echaron suertes sobre ellos, y se los repartieron.
4. Empero uno de los malhechores les dirigió reproches, diciendo: Nosotros, por el mal que hemos hecho, sufrimos así. Mas éste, que se ha convertido en el Salvador de los hombres, ¿qué mal os ha hecho?
5. Y, habiéndose irritado contra él, ordenaron que se le rompiesen las piernas, a fin de que muriese entre tormentos espantosos.
Últimos momentos de Jesús
V 1.Y era mediodía, y las tinieblas se apoderaron de toda la Judea, y ellos estaban turbados, y se preguntaban con inquietud si el sol se habría ocultado ya, considerando que él vivía aún, y que está escrito para ellos que el sol no debe ocultarse sobre un hombre puesto en suplicio mortal.
2. Y uno de ellos dijo: Dadle a beber hiel con vinagre. Y, habiendo hecho la mezcla, se la dieron a beber.
3. Y consumaron todas las cosas, y acumularon sobre sus cabezas sus pecados.
4. Muchos circulaban con lámparas encendidas, pensando que era ya de noche, y se ponían a la mesa.
5. Y el Señor clamó, diciendo: Mi potencia, mi potencia, me has abandonado. Y pronunciadas estas palabras perdió la vida.
6. Y, en aquella misma hora, el velo del templo de Jerusalén se rompió en dos.
Sepultura de Jesús
VI 1.Entonces los judíos arrancaron los clavos de las manos del Señor y lo pusieron en tierra. Y la tierra entera tembló y un gran temor se esparció entre el pueblo.
2. Mas el sol volvió a brillar, y se encontró que era la hora de nona.
3. Los judíos se regocijaron de ello, y dieron a José el cuerpo del Señor, para que lo sepultase. Porque José había sido testigo de todo el bien que el Señor había hecho.
4. Habiendo, pues, tomado al Señor, lo lavó, y lo envolvió en un lienzo, y lo transportó a su propia tumba, llamada el huerto de José.
5. Y los judíos y los ancianos y los sacerdotes comprendieron el mal que se habían hecho a sí mismos, y comenzaron a lamentarse y a exclamar: ¡Malhayan nuestros pecados! El juicio y el fin de Jerusalén se aproximan.
Duelo de los discípulos
VII 1.Cuanto a mí, me afligía con mis compañeros y, con el espíritu herido, nos ocultábamos, porque sabíamos que los judíos nos buscaban, como malhechores y como acusados de querer incendiar el templo.
2. A causa de todo esto, ayunábamos, y permanecimos en triste duelo, y llorando, noche y día, hasta el sábado.
Pánico de los judíos
VIII 1.Pero los ancianos y los escribas y los fariseos se habían reunido en concilio, y, al saber que todo el pueblo murmuraba, y se golpeaba el pecho, diciendo: Si a su muerte se han producido tamaños signos, ello demuestra que era justo, cobraron gran pavor.
2. Y fueron a Pilatos, rogándole, y diciendo:
3. Procúranos soldados, a fin de que guardemos su tumba durante tres días. Así evitaremos que sus discípulos vayan a robar su cuerpo y que el pueblo, creyendo que ha resucitado de entre los muertos, nos cause algún mal.
El sepulcro de Jesús guardado y sellado
IX 1. Pilatos, pues, les dio al centurión Petronio con soldados, para guardar el sepulcro. Y a éste fueron con ellos los ancianos y los escribas y los fariseos.
2. Y habiendo arrastrado hasta aquel lugar una enorme piedra, en un esfuerzo común y con ayuda del centurión y de los soldados, todos los que estaban allí la colocaron a la puerta del sepulcro, de modo que obstruyese su entrada.
3. Y fijaron, para asegurarla, siete sellos y, plantando una tienda, montaron la guardia.
4. Y por la mañana, cuando el sábado comenzaba a despuntar, llegó una gran multitud de gentes de Jerusalén y de sus cercanías, para ver el sepulcro sellado.
Prodigios que en el sepulcro ocurrieron
X 1.Empero, en la noche tras la cual se abría el domingo, mientras los soldados en facción montaban dos a dos la guardia, una gran voz se hizo oír en las alturas.
2. Y vieron los cielos abiertos, y que dos hombres resplandecientes de luz se aproximaban al sepulcro.
3. Y la enorme piedra que se había colocado a su puerta se movió por sí misma, poniéndose a un lado, y el sepulcro se abrió. Y los dos hombres penetraron en él.
4. Y, no bien hubieron visto esto, los soldados despertaron al centurión y a los ancianos, porque ellos también hacían la guardia.
5. Y, apenas los soldados refirieron lo que habían presenciado, de nuevo vieron salir de la tumba a tres hombres, y a dos de ellos sostener a uno, y a una cruz seguirlos.
6. Y la cabeza de los sostenedores llegaba hasta el cielo, mas la cabeza de aquel que conducían pasaba más allá de todos los cielos.
7. Y oyeron una voz, que preguntaba en las alturas: ¿Has predicado a los que están dormidos?
8. Y se escuchó venir de la cruz esta respuesta: Sí.
9. Los circunstantes, pues, se preguntaban unos a otros si no sería necesario marchar de allí, y relatar a Pilatos aquellas cosas.
10. Y, en tanto que deliberaban todavía, otra vez aparecieron los cielos abiertos, y un hombre que de ellos descendió y que entró en el sepulcro.
Temor de los que hicieran la guardia en el sepulcro
XI 1.Visto lo cual, el centurión y sus compañeros de guardia se apresuraron a ir a visitar a Pilatos por la noche, abandonando el sepulcro que vigilaran. Y contaron todo lo que habían presenciado, vivamente inquietos y diciendo: Verdaderamente era Hijo de Dios.
2. Mas Pilatos, respondiendo, dijo: Yo estoy puro de la sangre del Hijo de Dios, y sois vosotros los que lo habéis decidido así.
3. Entonces todos le rogaron, sumisos, que ordenase al centurión y a los soldados no decir nada de lo que habían visto.
4. Porque (arguyeron), siendo culpable del mayor pecado ante Dios, nos importa no caer en manos del pueblo judío, y no ser lapidados.
5. Y Pilatos ordenó al centurión y a los soldados que nada dijesen.
Visita de varias mujeres al sepulcro
XII 1.Al rayar el alba, María Magdalena, discípula del Señor, tomando consigo a varias de sus amigas, fue con ellas al sepulcro en que aquél había sido depositado.
2. Y eligió esa hora, por temor a los judíos, los cuales estaban inflamados de cólera, y ella no había hecho, sobre el sepulcro del Señor, lo que las mujeres acostumbran a hacer con los muertos y con los seres queridos.
3. Y las visitantes temían que los judíos las viesen, y decían: Aunque el día en que se lo crucificó no hayamos podido llorar y lamentarnos, hagámoslo ahora, al menos sobre su sepulcro. ¿Quién nos revolverá la piedra de la puerta del sepulcro, a fin de que entremos, nos sentemos junto a él, y lo unjamos?
4. Porque la piedra es enorme, y tememos que alguien nos vea. Y, si no podemos revolverla, al menos depositaremos a la entrada lo que traemos en memoria suya. Y lloraremos, y nos lamentaremos, hasta que volvamos a nuestras casas.
Las mujeres encuentran el sepulcro abierto y un ángel les anuncia la resurrección de Jesús
XIII 1.Y, habiendo llegado al sepulcro, lo encontraron abierto. Y aproximándose, y bajándose a mirar, vieron, sentado en medio del sepulcro, un mancebo hermoso y vestido con una ropa muy brillante, que les dijo:
2. ¿Por qué habéis venido? ¿A quién buscáis? ¿Al crucificado? Resucitó, y se fue. Y, si no lo creéis, mirad, y ved que no está ya en el lugar en que se lo puso. Porque se ha levantado de entre los muertos, y se ha ido a la mansión de donde se lo había enviado.
3. Entonces las mujeres, espantadas, huyeron.
Los discípulos continúan afligidos
XIV 1.Y era el último día de los Ázimos, y muchos salían de la ciudad, y regresaban a sus hogares, por haber terminado la fiesta.
2. Nosotros, los doce discípulos del Señor, llorábamos y nos afligíamos. Y cada cual, apesadumbrado por lo que sucediera, se retiró a su casa.
3. Cuanto a mí, Simón Pedro, y a Andrés, mi hermano, tomamos nuestras redes y nos fuimos al mar. Y estaba con nosotros Levi, hijo de Alfeo, cuando el Señor...
Fuente: Los Evangelios Apócrifos, por Edmundo González Blanco
(Citas en la literatura cristiana primitiva)
Serapión (Ob. de Antioquía 190-211)
1. Nosotros, en efecto, hermanos, recibimos tanto a Pedro como a los demás apóstoles cual si se tratara de Cristo mismo, pero rechazamos con conocimiento de causa las obras falsificadas con sus nombres, sabiendo que semejantes escritos no los hemos recibido por tradición. Yo, cuando me encontraba en medio de vosotros, suponía que todos estabais adheridos a la verdadera fe, y por no hojear el evangelio atribuido a Pedro, que ellos mismos me presentaban, dije que, si era aquello lo único que les acongojaba, podían leerlo. Mas ahora, al enterarme de que su verdadero sentir estaba enmarañado en cierta herejía, a juzgar por lo que se me ha dicho, me apresuré a personarme de nuevo entre vosotros. Así, pues, hermanos, esperadme en breve. Por nuestra parte, hermanos, después de darnos perfecta cuenta de la herejía a que estaba adherido Marciano, quien llegaba a contradecirse a sí mismo, no entendiendo lo que decía (cosa que podréis saber por mi carta), nos ha sido, pues, posible por medio de los que manejaron este mismo evangelio; es decir, por los sucesores de los que le entronizaron (a los que llamaremos docetas, pues la mayor parte de sus doctrinas están impregnadas en las enseñanzas de estos herejes), hemos podido, digo, por medio de éstos manejar el libro en cuestión, hojearlo y comprobar que la mayor parte del contenido está conforme con la recta doctrina del Salvador, si bien se encuentran algunas recomendaciones nuevas que hemos sometido a vuestra consideración. Y esto es lo que escribía Serapión. (citado por Eusebio, Hist. Eccl. VI 12,2-6)
Orígenes (+ 253-254)
2. Algunos, haciendo caso a la tradición contenida en el evangelio titulado según Pedro o en el libro de Santiago, dicen que los hermanos de Jesús son hijos de José, habidos de una primera mujer que convivió con éste antes que María. (Comm. in Mt. 10,17)
Eusebio de Cesarea (+ 339)
3. Y por lo que se refiere a los llamados Hechos suyos [de Pedro], al Evangelio que lleva su nombre y a lo que llaman su Predicación y su Apocalipsis, sabemos que no han sido en manera alguna incluidos por la tradición entre los católicos [libros canónicos], pues ningún escritor eclesiástico antiguo o contemporáneo se sirvió de testimonios procedentes de tales obras. (Hist. Eccl. III 3,2)
4. Por otra parte, el estilo desdice de las maneras apostólicas; además, las sentencias y principios del contenido, en total desacuerdo con la verdadera ortodoxia, demuestran claramente que se trata, en efecto, de teorías inventadas por herejes. Por que tales obras no deben ser catalogadas siquiera entre las apócrifas, sino rechazadas por absurdas e irreverentes. (Hist. Eccl. III 25,6-7)
Teodoreto Cirense (+ h.460)
5. Los nazarenos son judíos que veneran a Cristo como hombre justo y que se sirven del evangelio llamado según Pedro. (Haeret. fabularum. comp. II 2)
Fuente: Los Evangelios Apócrifos, por Aurelio De Santos Otero, BAC
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Categorías:
Evangelios apócrifos
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El evangelio (del griego εὐ, «bien» y αγγέλιον, «mensaje») es según la fe cristiana la buena noticia del cumplimiento de la promesa hecha por Dios a Abraham, Isaac y Jacob de que redimiría a su descendencia del pecado1 por medio de la muerte de su Hijo unigénito Jesús,2 quien moriría en expiación por el pecado de toda la Humanidad3 y resucitaría al tercer día4 para dar arrepentimiento y perdón de los pecados a todo aquel que crea en él.5 David profetizó que Jesús resucitaría al tercer día sin ver corrupción;6 David murió y su cuerpo vio corrupción7 y la tumba de David está en el Monte Sion, pero Jesús resucitó al tercer día8 cumpliendo la profecía de su resurrección y su tumba está vacía y es conocida como el Santo Sepulcro. Este es el evangelio que predicaban los primeros discípulos de Jesús.9
El cumplimiento de la promesa de Dios, o evangelio, fue escrito por los primeros discípulos cristianos en los evangelios, que son los escritos que recogen las primeras predicaciones de los discípulos de Jesús de Nazaret y cuyo núcleo central del mensaje es la muerte y resurrección de Jesús de Nazaret. En un sentido más general, el término evangelio puede referirse a los evangelios. En ese sentido, existen cuatro evangelios contenidos en el Nuevo Testamento de la Biblia cristiana, llamados evangelios canónicos, reconocidos como parte de la Revelación por las diferentes confesiones cristianas. Son conocidos con el nombre de sus supuestos autores: Mateo, Marcos, Lucas y Juan. La mayoría de los expertos considera que estos cuatro evangelios fueron escritos entre los años 65 y 100 d. C., aunque otros académicos proponen fechas más tempranas. Existen otros escritos, conocidos como evangelios apócrifos, no reconocidos como canónicos por las iglesias cristianas actuales, de manera que estos evangelios apócrifos no son ahora aceptados por estas instituciones religiosas como fidedignos, ni como textos inspirados por la divinidad. Pero sí fueron considerados «escritura» por algunas de las facciones en que se dividió el cristianismo durante los primeros siglos de su historia, especialmente por la corriente cristiana gnóstica, que fue la que aportó la mayor parte de estos textos, y por comunidades cristianas que conservaron una ligazón más estrecha con la tradición judía de la que surgió el cristianismo. Este último es el caso del evangelio de los hebreos y el evangelio secreto de Marcos, que diversos autores (como Morton Smith) datan como contemporáneos de los evangelios canónicos y aún como fuente de algunos de estos. Debido a este tipo de debates, hay autores que prefieren hablar de «evangelios extracanónicos», en vez de «apócrifos», para evitar un término que implica a priori la falsedad de los textos. El evangelio de Tomás es incluso datado por algunos expertos en el año 50 dC, hipótesis que lo convertiría en el más antiguo conocido.10 11 12
Índice
1 Origen del término
2 Evangelios canónicos
2.1 Origen de los evangelios canónicos
2.1.1 Teoría de las dos fuentes
2.1.2 Otras teorías
2.1.3 Evangelio según Juan
2.2 Autoría de los evangelios canónicos
2.3 Fechas de los evangelios canónicos
3 Armonización y concordismo
4 Evangelios apócrifos
4.1 Textos fragmentarios
4.2 Apócrifos de la Natividad
4.3 Apócrifos de la infancia
4.4 Apócrifos de la Pasión y Resurrección
4.5 Apócrifos gnósticos de Nag Hammadi
5 Véase también
6 Referencias
6.1 Bibliografía
7 Enlaces externos
Origen del término
La palabra «evangelio» es empleada por primera vez en los escritos de las primeras comunidades cristianas por Pablo de Tarso, en la primera epístola a los corintios,13 redactada probablemente en el año 57:
Γνωρίζω δὲ ὑμῖν, ἀδελφοί, τὸ εὐαγγέλιον ὃ εὐηγγελισάμην ὑμῖν, ὃ καὶ παρελάβετε, ἐν ᾧ καὶ ἑστήκατε, Os recuerdo, hermanos, el evangelio que os anuncié, que recibisteis, y en el que habéis perseverado.
Dicho evangelio consiste, según Pablo, en «que Cristo murió por nuestros pecados según las Escrituras; que fue sepultado y resucitó al tercer día según las Escrituras; que se apareció a Pedro y luego a los doce. Después se apareció a más de quinientos hermanos a la vez, de los que la mayor parte viven todavía, si bien algunos han muerto. Luego se apareció a Santiago, y más tarde a todos los apóstoles. Y después de todos se me apareció a mí, como si de un hijo nacido a destiempo se tratase».
Con el mismo sentido aparece la palabra en el evangelio de Mateo14 y en el evangelio de Marcos.15 Es posible que sea la traducción al griego de una expresión aramea empleada en su predicación por Jesús de Nazaret, pero no existen datos concluyentes que permitan afirmar esto de forma definitiva. En total, la expresión «evangelio» es usada en 76 ocasiones en el Nuevo Testamento. Es significativo que sesenta de ellas tengan lugar en las cartas de Pablo, y que no exista ninguna mención del término en el evangelio de Juan y en el Evangelio de Lucas, aunque sí aparece en los Hechos de los Apóstoles, atribuidos a Lucas. El número de menciones de cada término es el siguiente:16
Término Evangelio de Mateo Evangelio de Marcos Evangelio de Lucas Hechos de los Apóstoles Evangelio de Juan
Evangelio (euangélion) 4 8 0 2 0
Evangelizar (euangelízō) 1 0 10 15 0
Se ha especulado sobre si las comunidades cristianas helenísticas adoptaron el término «evangelio» a partir del culto al emperador. Existe en Priene una inscripción, fechada en el año 9 a. C., en que aparece esta palabra con un sentido muy similar al que después le darían los cristianos. En cualquier caso, la palabra había sido frecuentemente utilizada en la literatura anterior en lengua griega, incluyendo la primera traducción de la Biblia a este idioma, conocida como Biblia de los Setenta.
Evangelios canónicos
Del elevado número de evangelios escritos en la Antigüedad, sólo cuatro fueron aceptados por la Iglesia y considerados canónicos. Establecer como canónicos estos cuatro evangelios fue una preocupación central de Ireneo de Lyon, hacia el año 185. En su obra más importante, Adversus haereses, Ireneo criticó con dureza tanto a las comunidades cristianas que hacían uso de un solo evangelio, el de Mateo, como a los que aceptaban varios de los que hoy son considerados como evangelios apócrifos, como la secta gnóstica de los valentinianos. Ireneo afirmó que los cuatro evangelios por él defendidos eran los cuatro pilares de la Iglesia. «No es posible que puedan ser ni más ni menos de cuatro», declaró, presentando como lógica la analogía con los cuatro puntos cardinales, o los cuatro vientos (1.11.18). Para ilustrar su punto de vista, utilizó una imagen, tomada de Ezequiel 1, del trono de Dios flanqueado por cuatro criaturas con rostros de diferentes animales (hombre, león, toro, águila), que están en el origen de los símbolos de los cuatro evangelistas en la iconografía cristiana.
Tres de los evangelios canónicos, Marcos, Mateo y Lucas, presentan entre sí importantes similitudes. Por la semejanza que guardan entre sí se denominan sinópticos desde que, en 1776, el estudioso J.J. Griesbach los publicó por primera vez en una tabla de tres columnas, en las que podían abarcarse globalmente de una sola mirada (synopsis, «vista conjunta»), para mejor destacar sus coincidencias.
Origen de los evangelios canónicos
La historia del desarrollo de los evangelios es confusa, existiendo varias teorías acerca de su composición, como se expone a continuación. Los análisis de los estudiosos se han centrado en lo que se llama el problema sinóptico, es decir, las relaciones literarias existentes entre los tres evangelios sinópticos, Mateo, Lucas y Marcos.
La teoría que ha obtenido el mayor consenso es la «teoría de las dos fuentes».
Teoría de las dos fuentes
Las diferencias y semejanzas entre los evangelios sinópticos se han explicado de diferentes formas. Una de las teorías más extendidas es la llamada «teoría de las dos fuentes». Según esta teoría, Marcos es el evangelio más antiguo de los tres, y fue utilizado como fuente por Mateo y Lucas, lo que puede explicar la gran cantidad de material común a los tres sinópticos. Sin embargo, entre Lucas y Mateo se han observado coincidencias que no aparecen en Marcos; se han atribuido a una hipotética fuente Q (del alemán Quelle, fuente) o protoevangelio Q, que consistiría básicamente en una serie de logia («dichos», es decir, «enseñanzas» de Jesús), sin elementos narrativos. El descubrimiento en Nag Hammadi del evangelio de Tomás, recopilación de dichos atribuidos a Jesús, contribuye a consolidar la hipótesis de la existencia de la fuente Q.
La existencia de Q fue defendida por los teólogos protestantes Weisse (Die evangelische Geschichte kritisch und philosopisch bearbeitet, 1838), y Holtzmann (Die Synoptischen Evangelien, 1863), y desarrollada posteriormente por Wernle (Die synoptische Frage, 1899), Streeter (The Four Gospels: A Study of Origins, treating of the manuscript tradition, sources, authorship, & dates, 1924), quien llegó a postular cuatro fuentes (Marcos, Q, y otras dos, que denominó M y L) y J. Schmid (Matthäus und Lukas, 1930). Aunque para Dibelius y Bornkann pudo tratarse de una tradición oral, lo más probable es que se tratase de una fuente escrita, dada la coincidencia a menudo literal entre los evangelios de Mateo y Lucas. También se ha considerado probable que el protoevangelio Q fuera redactado en arameo, y traducido posteriormente al griego.
Si bien la fuente Q es una hipótesis de los eruditos para intentar explicar el problema sinóptico; esta colección de dichos de Jesús – también conocido modernamente como Logia – era de lectura y estudio cotidiano en la iglesia primitiva y Lucas la menciona en Hechos de los Apóstoles como “Las Palabras del Señor”. De tal forma la hipótesis de Q y de Logia adquiere sustancia.
Otras teorías
Existen otras hipótesis que prescinden de la existencia de una fuente Q. De estas, algunas afirman la prioridad temporal de Mateo y otras consideran que Marcos fue el primer evangelio. Las más destacadas son las siguientes:
La hipótesis propuesta por Farrer postula que el evangelio de Marcos se escribió primero y fue utilizado como fuente por Mateo. Lucas, en una tercera etapa, habría utilizado ambos como fuentes.
La hipótesis de Griesbach da prioridad al evangelio de Mateo. Lucas lo habría utilizado como fuente, y, finalmente, Marcos habría hecho uso de los dos precedentes. Fue propuesta por Johann Jakob Griesbach en 1789.
La hipótesis agustiniana sostiene que Mateo fue el primer evangelio, seguido de Marcos y de Lucas, y que cada evangelista utilizó el precedente como fuente. Esta es la teoría más próxima a los planteamientos de los Padres de la Iglesia, y la más frecuente en la tradición católica.
La hipótesis de los esenios sostiene que fue este grupo quien escribió y recopiló la mayor parte de los escritos de la vida de Jesús y dio inicio al evangelio de Q.
La hipótesis de Goinheix dice que el primer evangelio que circuló fue el de Mateo en lengua aramea. Siguiendo la narrativa de este, y ayudándose con el documento que llamamos Q o Logia, Marcos y luego Lucas escriben sus respectivos evangelios. Luego, Mateo, conociendo ya estos dos evangelios, traduce el suyo al griego y toma elementos de aquellos. Finalmente es Juan quien da a conocer el evangelio que estuvo escribiendo por años en Jerusalén primero y en Éfeso finalmente.
Evangelio según Juan
Artículo principal: Evangelio según Juan
Juan es sin duda el último de los evangelios canónicos, de fecha bastante más tardía que los sinópticos. En él, los milagros no son presentados como tales sino como «signos», es decir, gestos que tienen una significación más profunda: revelar la gloria de Jesús (ver Rivas, L.H., El Evangelio de Juan). La hipótesis elaborada por Rudolf Bultmann (Das Evangelium des Johannes, 1941) postula que el autor de este evangelio tuvo a su disposición una fuente, oral o escrita, sobre los «signos» de Cristo, independiente de los evangelios sinópticos, que ha sido denominada Evangelio de los Signos, cuya existencia es meramente hipotética.
Autoría de los evangelios canónicos
Tradicionalmente se atribuye la autoría de los evangelios a Mateo, apóstol de Jesús, a Marcos discípulo de Pedro, a Lucas, médico de origen sirio discípulo de Pablo de Tarso y a Juan apóstol de Jesús. Sin embargo, hasta hoy no ha sido determinada aún la autoría real de cada evangelio.
En el seno de la Iglesia Católica, el Concilio Vaticano II en su Constitución Dei Verbum señaló que «la Iglesia siempre ha defendido y defiende que los cuatro evangelios tienen origen apostólico. Pues lo que los Apóstoles predicaron por mandato de Cristo, luego, bajo la inspiración del Espíritu Santo, ellos y los varones apostólicos nos lo transmitieron por escrito, fundamento de la fe, es decir, el evangelio en cuatro redacciones, según Mateo, Marcos, Lucas y Juan».17
Fechas de los evangelios canónicos
No hay acuerdo acerca de las fechas exactas en que fueron redactados. La mayoría de los expertos considera que los evangelios canónicos fueron redactados en la segunda mitad del siglo I d. C., alrededor de medio siglo después de la desaparición de Jesús de Nazaret, aunque muchos expertos consideran que fueron redactados antes de la destrucción del Templo de Jerusalén (p.e. J.A.T. Robinson en su libro Redating the New Testament, J. Carrón García y J.M. García Pérez en su obra ¿Cuándo fueron escritos los evangelios?, entre otros)
También existe una minoría que propone que los evangelios fueron redactados tras la destrucción definitiva de Jerusalén durante el reinado de Adriano.
Raymond E. Brown, en su libro An Introduction to the New Testament, considera que las fechas más aceptadas son:
Marcos: c. 68–73.
Mateo: c. 70–100 (aunque algunos autores, que no aceptan la prioridad de Marcos, sitúan su redacción en una fecha anterior al año 70).
Lucas: c. 80–100 (una mayoría de estudiosos lo data en torno al años 85).
Juan: c. 90–110. (fecha propuesta por C.K. Barrett; R.E. Brown no ofrece una fecha consensuada para el evangelio de Juan).
Estas fechas están basadas en el análisis de los textos y su relación con otras fuentes.
En cuanto a la información que nos proporciona la arqueología, el manuscrito más antiguo de los evangelios es el llamado papiro P52, que contiene una breve sección del evangelio de Juan (Juan 18: 31-33,37-38). Según los papirólogos, y sobre la base del estilo adriánico de escritura, dataría de la primera mitad del siglo II, aunque no existe consenso total acerca de la fecha exacta.18 De todos modos, el lapso que separa la fecha de redacción tentativa del manuscrito original de Juan respecto de la del papiro P52, considerado la copia sobreviviente más antigua, es extraordinariamente breve, si se compara con la de otros manuscritos de la antigüedad preservados. Y esto se constata – en menor grado - en todos los evangelios cuyas copias más antiguas guardan menos de un siglo de diferencia respecto de la fecha estimada de redacción de sus originales.
Armonización y concordismo
La «armonización» fue un recurso utilizado cuando se buscaba la forma de «forzar» textos de los evangelios que parecen contradecirse o que no están totalmente de acuerdo entre sí, para que parezca que expresan lo mismo. De allí el nombre de «problema armónico», con el que se refería la dificultad para reunir los cuatro relatos evangélicos en uno solo.
Uno de los ejemplos más famosos fue el «Diatéssaron», nombre griego que se podría traducir como «formado por cuatro». Se trata de una obra griega escrita entre los años 165 y 170 por el autor sirio Taciano, que consiste en un solo evangelio compuesto con elementos tomados de los cuatro evangelios canónicos, y posiblemente también de alguna fuente apócrifa. Taciano eliminó las repeticiones y armonizó los textos para ocultar las posibles discrepancias que se encuentran en los evangelios.
Esa obra tuvo mucha popularidad en la Iglesia de lengua aramea, hasta llegar a convertirse en el evangelio de las Iglesias de Siria. Efrén de Siria (306-373) escribió un comentario al Diatéssaron que se conserva en la actualidad. Pero por las armonizaciones y omisiones, la obra de Taciano no refleja fielmente el texto de los evangelios. Por otra parte, al mostrar un evangelio «único», no permite ver el mensaje propio que ofrece cada uno de los evangelistas. Por esa razón, se ordenó en el siglo V que se volvieran a leer los evangelios por separado.
El «concordismo» fue otro recurso que se utilizó cuando ciertos textos bíblicos en general, que reflejan conceptos científicos de épocas en las que las ciencias estaban mucho menos desarrolladas, son presentados de manera forzada para que expresen lo mismo que dice la ciencia en la actualidad.
Estos recursos, utilizados en otros tiempos con cierta frecuencia hasta llegar a ser populares, han sido dejados totalmente de lado en la actualidad. Los evangelios recogen las predicaciones apostólicas que se desarrollaron a partir de la persona de Jesús de Nazaret, y su finalidad se vincula al anuncio de la salvación, no a la proclamación de verdades científicas en general. Esto no impide que los evangelios puedan ser analizados además como cualquier material antiguo (crítica histórico-literaria, crítica textual, etc.), pero el objetivo de su redacción se sitúa en otro plano.
Evangelios apócrifos
Véase también: Evangelios apócrifos
Textos fragmentarios
Evangelio de los Hebreos
Evangelio griego de los egipcios
Evangelio de Marción
Evangelio secreto de Marcos
Evangelio de Judas
Evangelio de María Magdalena
Apócrifos de la Natividad
Protoevangelio de Santiago
Evangelio del Pseudo Mateo
Libro sobre la Natividad de María
Liber de infantia Salvatoris
Apócrifos de la infancia
Evangelio del Pseudo Tomás
Evangelio árabe de la infancia
Historia de José el Carpintero
Evangelio armenio de la infancia
Libro sobre la infancia del Salvador
Apócrifos de la Pasión y Resurrección
Evangelio de Pedro
Actas de Pilato
Evangelio de Bartolomé
Apócrifos gnósticos de Nag Hammadi
Evangelio de Tomás
Evangelio de Felipe
Evangelio de Nicodemo
Véase también
Evangelio según san Mateo
Evangelio según san Marcos
Evangelio según san Lucas
Evangelio según san Juan
Búsqueda del Jesús histórico
Fuente bíblica
Fuente teológica
Referencias
cf. Hechos 13:32
cf. Génesis 22:2; Salmos 130:8; Salmos 2:7
cf. Isaías 53:10
cf. Salmos 16:10
cf. Lucas 24:47
cf. Salmos 16:10
cf. 1Reyes 2:10
cf. Marcos 16:1-6
cf. 1-12 15
John P. Meier,A Marginal Jew: Rethinking the Historical Jesus, v. 1, p. 128.
Theissen, Gerd, Annette Merz (1998). El Jesús Histórico: Una guía completa. Minneapolis: Fortress Press. pp 38-39. ISBN 0-8006-3122-6.
Stevan L. Davies, Análisis de correlación
1Corintios 15:1; cf. texto griego Πρὸς Κορινθίους Α΄ 15:1
Mateo 4:23; Mateo 9:35
Marcos 1:15
Rivas, L.H. El Evangelio de Juan
Constitución Dei Verbum. 18.
Raymond Edward Brown (El Evangelio según Juan, vol. I, p. 104) señala: «ha sido ampliamente aceptada la datación de este papiro en 135-150». Kurt Aland y Barbara Aland (The text of the New Testament: an introduction to the critical editions and to the theory and practice of modern textual criticism, pp. 84 y 99) señalan «ca. 125». Antonio Piñero (Guía para entender el Nuevo Testamento, p. 328) indica: «se fecha entre el 125/130». Theissen y Mertz (El Jesús histórico, p. 33) sugieren una datación de «la primera mitad del siglo II». Eduardo Arens (Los evangelios ayer y hoy, p. 362.) propone como fecha ante quem el año 130.
Bibliografía
Cantera, F. & Iglesias, M. (2003 [1975]). Sagrada Biblia. Versión crítica sobre textos hebreo, arameo y griego. 3ª edición 2000, 2ª impresión 2003. Madrid: Biblioteca de Autores Católicos. ISBN 978-84-7914-490-6.
Rivas, Luis H. (2001). ¿Qué es un Evangelio?. Buenos Aires: Claretiana. ISBN 978-950-512-401-5.
Santos Otero, Aurelio de (2009 [2003]). Los evangelios apócrifos. 1ª edición, 12ª impresión. Edición bilingüe. También en colección BAC Selecciones. Madrid: Biblioteca de Autores Católicos. ISBN 978-84-7914-044-1 / ISBN 978-84-220-1409-6.
Piñero, Antonio (2009). Todos los evangelios. Madrid: Editorial Edaf. ISBN 978-84-414-2116-5.
Rivas, Luis H. (2008 [2005]). El Evangelio de Juan. Introducción, Teología, Comentario. Buenos Aires: San Benito. ISBN 987-1177-18-6.
Enlaces externos
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El paso del Antiguo Testamento al Nuevo Testamento se realiza con el canto del “Gloria”,
canto pascual por excelencia de los cristianos
El ritual ofrece nueve lecturas: siete del A.T. y dos del N.T. el sacerdote junto al equipo de
liturgia determinarán los textos a proclamar, mirando el bien pastoral de la comunidad.
3. Liturgia bautismal:
Se inicia con la bendición del agua, que se utilizará en la celebración de los bautizos de esa
noche, si los hay, o en otro momento dentro del tiempo de pascua. La liturgia comienza con el
canto de las letanías de los Santos, si hay bautizos, si no los hay puede omitirse. En ese caso el
sacerdote bendice agua para la aspersión al pueblo fiel.
La oración de bendición hace memoria del simbolismo natural y bíblico de esta agua, recuerda
el bautismo recibido por cada uno, asociándoles a la alegría de los que en todo el mundo
reciben en aquel momento el Bautismo.
146
Arzobispado de Santiago
Sería conveniente este año, con mirar al Año de la Misión Territorial, agregar una promesa en
relación a la Misión: “prometes apoyar la misión, participar de la Misión, ser un Misionero, en
fin que haga tomar conciencia que por ser bautizados, nos hemos comprometido con el Señor,
que nos ha enviado a hacer discípulos suyos, y bautizar a todas las gentes en el nombre del
Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Luego se asperja al pueblo fiel. Habrá que prever más de una palangana para la aspersión.
4. Liturgia Eucarística:
Ésta se desarrolla de manera acostumbrada.
Destacando la ofrenda del Pan y del Vino en una procesión que represente a la Comunidad.
Cuidar de los cantos alegres, pascuales, animadores de esta noche y de este tiempo.
En la despedida, el sacerdote va repitiendo el ALELUYA y el pueblo proclama con su respuesta
una gozosa acción de gracias.
Cuidar la presencia de los niños, con algunos cantos que ellos se sepan, considerarlos.
147
Subsidio de Cuaresma y Semana Santa
La bendición final podría tocar algunos elementos de envío misionero:
Que los bendiga Dios todopoderoso
en esta noche solemne de Pascua
y que su misericordia los guarde de todo pecado.
Amén
Jesús el Señor Resucitado
Los acompañe en el camino de la Misión
y les anime y fortalezca para darlo a conocer
Amén
Y a ustedes, que el terminar los días de la pasión del Señor,
celebran con gozo y alegría la Fiesta de la Pascua,
vayan y den a conocer a todo hombre y mujer
la Buena Nueva de la Salvación que nos trae el Resucitado
Amén
148
Arzobispado de Santiago
SÁBADO 19 DE ABRIL - Sábado Santo
Vigilia Pascual en la Noche Santa
Color: blanco
Durante el Sábado Santo la Iglesia permanece junto al sepulcro del Señor, en la oración y el ayuno,
meditando su pasión y su muerte, así como su descenso al lugar de los muertos en la espera de su
resurrección.
La Iglesia se priva de la celebración del sacrificio de la Misa y mantiene despojado el altar hasta que,
después de la solemne Vigilia o espera de la resurrección durante la noche, comience la alegría pascual,
cuya plenitud se extenderá a lo largo de cincuenta días.
Como la semilla confiada a la tierra, Cristo reposa en el sepulcro a la espera de la resurrección.
Solemne comienzo de la Vigilia
Queridos hermanos:
En esta noche santa, en la que nuestro Señor Jesucristo pasó de la muerte a la Vida, la Iglesia invita a
sus hijos diseminados por toda la tierra a que se reúnan y permanezcan en vela para orar.
Si hacemos memoria de la Pascua del Señor, escuchando su Palabra y celebrando sus misterios, esperemos
con fe compartir su triunfo sobre la muerte y vivir siempre con él en Dios.
Oremos.
Dios nuestro, que por medio de tu Hijo has dado a tus fieles el fuego de tu luz, santifica este fuego
nuevo y concédenos que, por esta celebración pascual, seamos de tal manera inflamados con los
deseos celestiales, que podamos llegar con un corazón puro a la fiesta de la luz eterna. Por Jesucristo,
nuestro Señor.
R. Amén.
149
Subsidio de Cuaresma y Semana Santa
1. Cristo ayer y hoy, (Marca la línea vertical de la cruz)
2. Principio y Fin, (marca la línea horizontal de la cruz)
3. Alfa (marca la letra Alfa en la parte superior de la cruz)
4. y Omega. (marca la letra Omega en la parte inferior de la cruz)
5. A Él pertenecen el tiempo (marca en el ángulo superior izquierdo la primera cifra del año actual)
6. y la eternidad. (marca en el ángulo superior derecho la segunda cifra del año actual)
7. A Él la gloria y el poder, (marca en el ángulo inferior izquierdo la tercera cifra)
8. por los siglos de los siglos. Amén. (marca en el ángulo inferior derecho la última cifra del año actual)
2
1
A
Ω
0
4
1. Por sus llagas santas
2. y gloriosas
3. nos proteja
4. y nos conserve
5. Cristo el Señor. Amén.
Que la luz de Cristo gloriosamente resucitado disipe las tinieblas de la inteligencia y del corazón.
150
Arzobispado de Santiago
PROCESIÓN
La luz de Cristo.
Demos gracias a Dios.
LITURGIA DE LA PALABRA
Hermanos:
Después de haber iniciado con solemnidad esta Vigilia, escuchemos serenamente la Palabra de Dios;
meditemos cómo, al cumplirse el tiempo, Dios salvó a su pueblo y finalmente envió a su Hijo para
redimirnos. Oremos para que Dios lleve a su plenitud la redención obrada por el misterio pascual.
Primera lectura
Dios miró todo lo que había hecho y vio que era muy bueno.
Lectura del libro del Génesis 1, 1—2, 2
Al principio, Dios creó el cielo y la tierra. La tierra era algo informe y vacío, las tinieblas cubrían
el abismo, y el soplo de Dios se cernía sobre las aguas.
Entonces Dios dijo: “Que exista la luz”. Y la luz existió. Dios vio que la luz era buena, y separó la
luz de las tinieblas; y llamó Día a la luz y Noche a las tinieblas. Así hubo una tarde y una mañana:
este fue el primer día.
Dios dijo: “Que haya un firmamento en medio de las aguas, para que establezca una separación
entre ellas”. Y así sucedió. Dios hizo el firmamento, y éste separó las aguas que están debajo de él,
de las que están encima de él; y Dios llamó Cielo al firmamento. Así hubo una tarde y una mañana:
este fue el segundo día.
Dios dijo: “Que se reúnan en un solo lugar las aguas que están bajo el cielo, y que aparezca el suelo
firme”. Y así sucedió.
151
Subsidio de Cuaresma y Semana Santa
Dios llamó Tierra al suelo firme y Mar al conjunto de las aguas. Y Dios vio que esto era bueno.
Entonces dijo: “Que la tierra produzca vegetales, hierbas que den semilla, y árboles frutales que
den sobre la tierra frutos de su misma especie con su semilla adentro”. Y así sucedió. La tierra
hizo brotar vegetales, hierba que da semilla según su especie y árboles que dan fruto de su misma
especie con su semilla adentro. Y Dios vio que esto era bueno. Así hubo una tarde y una mañana:
este fue el tercer día.
Dios dijo: “Que haya astros en el firmamento del cielo para distinguir el día de la noche; que ellos
señalen las fiestas, los días y los años, y que estén como lámparas en el firmamento del cielo para
iluminar la tierra”. Y así sucedió. Dios hizo los dos grandes astros -el astro mayor para presidir el
día y el menor para presidir la noche- y también hizo las estrellas. Y los puso en el firmamento del
cielo para iluminar la tierra, para presidir el día y la noche, y para separar la luz de las tinieblas. Y
Dios vio que esto era bueno. Así hubo una tarde y una mañana: este fue el cuarto día.
Dios dijo: “Que las aguas se llenen de una multitud de seres vivientes y que vuelen pájaros sobre la
tierra, por el firmamento del cielo”. Dios creó los grandes monstruos marinos, las diversas clases de
seres vivientes que llenan las aguas deslizándose en ellas y todas las especies de animales con alas.
Y Dios vio que esto era bueno. Entonces los bendijo, diciendo: “Sean fecundos y multiplíquense;
llenen las aguas de los mares y que las aves se multipliquen sobre la tierra”. Así hubo una tarde y
una mañana: este fue el quinto día.
Dios dijo: “Que la tierra produzca toda clase de seres vivientes: ganado, reptiles y animales salvajes de
toda especie”. Y así sucedió. Dios hizo las diversas clases de animales del campo, las diversas clases
de ganado y todos los reptiles de la tierra, cualquiera sea su especie. Y Dios vio que esto era bueno.
Dios dijo: “Hagamos al hombre a nuestra imagen, según nuestra semejanza; y que le estén sometidos
los peces del mar y las aves del cielo, el ganado, las fieras de la tierra, y todos los animales que se
arrastran por el suelo”.
Y Dios creó al hombre a su imagen lo creó a imagen de Dios, los creó varón y mujer.
Y los bendijo, diciéndoles: “Sean fecundos, multiplíquense, llenen la tierra y sométanla; dominen
a los peces del mar, a las aves del cielo y a todos los vivientes que se mueven sobre la tierra”. Y
continuó diciendo: “Yo les doy todas las plantas que producen semilla sobre la tierra, y todos los
152
Arzobispado de Santiago
árboles que dan frutos con semilla: ellos les servirán de alimento. Y a todas las fieras de la tierra, a
todos los pájaros del cielo y a todos los vivientes que se arrastran por el suelo, les doy como alimento
el pasto verde”. Y así sucedió. Dios miró todo lo que había hecho, y vio que era muy bueno. Así
hubo una tarde y una mañana: este fue el sexto día.
Así fueron terminados el cielo y la tierra, y todos los seres que hay en ellos.
El séptimo día, Dios concluyó la obra que había hecho, y cesó de hacer la obra que había emprendido.
Salmo responsorial 103, 1-2a. 5-6. 10. 12-14ab. 24. 35
R/. Señor, envía tu Espíritu y renueva toda la tierra.
Bendice al Señor, alma mía: ¡Señor, Dios mío, qué grande eres! Estás vestido de esplendor y majestad
y te envuelves con un manto de luz.
Afirmaste la tierra sobre sus cimientos: ¡no se moverá jamás! El océano la cubría como un manto,
las aguas tapaban las montañas.
Haces brotar fuentes en los valles, y corren sus aguas por las quebradas. Las aves del cielo habitan
junto a ellas y hacen oír su canto entre las ramas.
Desde lo alto riegas las montañas, y la tierra se sacia con el fruto de tus obras. Haces brotar la hierba
para el ganado y las plantas que el hombre cultiva.
¡Qué variadas son tus obras, Señor! ¡Todo lo hiciste con sabiduría, la tierra está llena de tus criaturas!
¡Bendice al Señor, alma mía!
153
Subsidio de Cuaresma y Semana Santa
Oración
Dios todopoderoso y eterno, tú eres admirable en todas tus obras; te pedimos que quienes hemos sido
redimidos por ti, comprendamos que la creación del mundo, en el comienzo de los siglos, no es obra
de mayor grandeza que el sacrificio pascual de Cristo, realizado en la plenitud de los tiempos. Por
Jesucristo, nuestro Señor.
R. Amén.
Segunda lectura
El sacrificio de Abraham, nuestro padre en la fe.
Lectura del libro del Génesis 22, 1-18
Dios puso a prueba a Abraham. “¡Abraham!”, le dijo.
Él respondió: “Aquí estoy”.
Entonces Dios le siguió diciendo: “Toma a tu hijo único, el que tanto amas, a Isaac; ve a la región
de Moria, y ofrécelo en holocausto sobre la montaña que Yo te indicaré”.
A la madrugada del día siguiente, Abraham ensilló su asno, tomó consigo a dos de sus servidores y
a su hijo Isaac, y después de cortar la leña para el holocausto, se dirigió hacia el lugar que Dios le
había indicado. Al tercer día, alzando los ojos, divisó el lugar desde lejos, y dijo a sus servidores:
“Quédense aquí con el asno, mientras yo y el muchacho seguimos adelante. Daremos culto a Dios,
y después volveremos a reunirnos con ustedes”.
Abraham recogió la leña para el holocausto y la cargó sobre su hijo Isaac; él, por su parte, tomó en
sus manos el fuego y el cuchillo, y siguieron caminando los dos juntos.
Isaac rompió el silencio y dijo a su padre Abraham: “¡Padre!”
Él respondió: “Sí, hijo mío”.
“Tenemos el fuego y la leña -continuó Isaac- pero ¿dónde está el cordero para el holocausto?”
“Dios proveerá el cordero para el holocausto”, respondió Abraham. Y siguieron caminando los
dos juntos.
154
Arzobispado de Santiago
Cuando llegaron al lugar que Dios le había indicado, Abraham erigió un altar, dispuso la leña, ató a
su hijo Isaac, y lo puso sobre el altar encima de la leña. Luego extendió su mano y tomó el cuchillo
para inmolar a su hijo. Pero el Ángel del Señor lo llamó desde el cielo: “¡Abraham, Abraham!”
“Aquí estoy”, respondió él.
Y el Ángel le dijo: “No pongas tu mano sobre el muchacho ni le hagas ningún daño. Ahora sé que
temes a Dios, porque no me has negado ni siquiera a tu hijo único”.
Al levantar la vista, Abraham vio un carnero que tenía los cuernos enredados en una zarza. Entonces
fue a tomar el carnero, y lo ofreció en holocausto en lugar de su hijo. Abraham llamó a ese lugar:
“El Señor proveerá”, y de allí se origina el siguiente dicho: “En la montaña del Señor se proveerá”.
Luego el Ángel del Señor llamó por segunda vez a Abraham desde el cielo, y le dijo: “Juro por mí
mismo -oráculo del Señor-: porque has obrado de esa manera y no me has negado a tu hijo único,
Yo te colmaré de bendiciones y multiplicaré tu descendencia como las estrellas del cielo y como
la arena que está a la orilla del mar. Tus descendientes conquistarán las ciudades de sus enemigos,
y por tu descendencia se bendecirán todas las naciones de la tierra, ya que has obedecido mi voz”.
Salmo responsorial 15, 5. 8-11
R/. Protégeme, Dios mío, porque en ti me refugio.
El Señor es la parte de mi herencia y mi cáliz, ¡Tú decides mi suerte! Tengo siempre presente al
Señor: Él está a mi lado, nunca vacilaré.
Por eso mi corazón se alegra, se regocijan mis entrañas y todo mi ser descansa seguro: porque no
me entregarás a la muerte ni dejarás que tu amigo vea el sepulcro.
Me harás conocer el camino de la vida, saciándome de gozo en tu presencia, de felicidad eterna a
tu derecha.
155
Subsidio de Cuaresma y Semana Santa
Oración
Dios y Padre de los creyentes, que multiplicas a los hijos de tu promesa derramando la alegría de llegar
a ser hijos de Dios, y por el misterio pascual cumples la promesa hecha a Abrahán de hacerlo padre de
todas las naciones; concede a los pueblos de la tierra responder dignamente a la gracia de tu llamado.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Tercera lectura
Los israelitas entraron a pie en el cauce del mar.
Lectura del libro del Éxodo 14, 15—15, 1a
El Señor dijo a Moisés: “Ordena a los israelitas que reanuden la marcha. Y tú, con el bastón en alto,
extiende tu mano sobre el mar y divídelo en dos, para que puedan cruzarlo a pie. Yo voy a endurecer
el corazón de los egipcios, y ellos entrarán en el mar detrás de los israelitas. Así me cubriré de gloria
a expensas del Faraón y de su ejército, de sus carros y de sus guerreros. Los egipcios sabrán que soy
el Señor, cuando Yo me cubra de gloria a expensas del Faraón, de sus carros y de sus guerreros”.
El Ángel de Dios, que avanzaba al frente del campamento de Israel, retrocedió hasta colocarse
detrás de ellos; y la columna de nube se desplazó también de adelante hacia atrás, interponiéndose
entre el campamento egipcio y el de Israel. La nube era tenebrosa para unos, mientras que para los
otros iluminaba la noche, de manera que en toda la noche no pudieron acercarse los unos a los otros.
Entonces Moisés extendió su mano sobre el mar, y el Señor hizo retroceder el mar con un fuerte
viento del este, que sopló toda la noche y transformó el mar en tierra seca. Las aguas se abrieron, y
los israelitas entraron a pie en el cauce del mar, mientras las aguas formaban una muralla, a derecha
e izquierda. Los egipcios los persiguieron, y toda la caballería del Faraón, sus carros y sus guerreros,
entraron detrás de ellos en medio del mar.
Cuando estaba por despuntar el alba, el Señor observó las tropas egipcias desde la columna de fuego
y de nube, y sembró la confusión entre ellos. Además, frenó las ruedas de sus carros de guerra,
haciendo que avanzaran con dificultad.
156
Arzobispado de Santiago
Los egipcios exclamaron: “Huyamos de Israel, porque el Señor combate en favor de ellos contra
Egipto”.
El Señor dijo a Moisés: “Extiende tu mano sobre el mar, para que las aguas se vuelvan contra los
egipcios, sus carros y sus guerreros”.
Moisés extendió su mano sobre el mar y, al amanecer, el mar volvió a su cauce. Los egipcios ya
habían emprendido la huida, pero se encontraron con las aguas, y el Señor los hundió en el mar.
Las aguas envolvieron totalmente a los carros y a los guerreros de todo el ejército del Faraón que
habían entrado en medio del mar para perseguir a los israelitas. Ni uno solo se salvó. Los israelitas,
en cambio, fueron caminando por el cauce seco del mar, mientras las aguas formaban una muralla,
a derecha e izquierda.
Aquel día, el Señor salvó a Israel de las manos de los egipcios. Israel vio los cadáveres de los
egipcios que yacían a la orilla del mar, y fue testigo de la hazaña que el Señor realizó contra Egipto.
El pueblo temió al Señor, y creyó en Él y en Moisés, su servidor.
Cántico de Moisés Ex 15, 1b-6. 17-18
R/. Cantaré al Señor, que se ha cubierto de gloria.
Cantaré al Señor, que se ha cubierto de gloria: Él hundió en el mar los caballos y los carros. El
Señor es mi fuerza y mi protección, Él me salvó. Él es mi Dios y yo lo glorifico, es el Dios de mi
padre y yo proclamo su grandeza.
El Señor es un guerrero, su nombre es “Señor”. Él arrojó al mar los carros del Faraón y su ejército,
lo mejor de sus soldados se hundió en el Mar Rojo.
El abismo los cubrió, cayeron como una piedra en lo profundo del mar. Tu mano, Señor, resplandece
por su fuerza, tu mano, Señor, aniquila al enemigo.
Tú llevas a tu pueblo, y lo plantas en la montaña de tu herencia, en el lugar que preparaste para tu
morada, en el Santuario, Señor, que fundaron tus manos. ¡El Señor reina eternamente!
157
Subsidio de Cuaresma y Semana Santa
Oración
Dios nuestro, cuyas maravillas vemos brillar también en nuestros días, porque lo que hiciste en favor de tu
pueblo elegido librándolo de la persecución del Faraón, lo realizas por medio del agua del bautismo para
la salvación de las naciones; te pedimos que todos los hombres del mundo se conviertan en verdaderos
hijos de Abraham y se muestren dignos de la promesa de Israel. Por Jesucristo, nuestro Señor.
R. Amén.
Cuarta lectura
Se compadeció de ti con amor eterno tu redentor, el Señor.
Lectura del libro de Isaías 54, 5-14
Tu esposo es Aquél que te hizo: su nombre es Señor de los ejércitos; tu redentor es el Santo de Israel:
Él se llama “Dios de toda la tierra”. Sí, como a una esposa abandonada y afligida te ha llamado
el Señor: “¿Acaso se puede despreciar a la esposa de la juventud?”, dice el Señor. Por un breve
instante te dejé abandonada, pero con gran ternura te uniré conmigo; en un arrebato de indignación,
te oculté mi rostro por un instante, pero me compadecí de ti con amor eterno, dice tu redentor, el
Señor. Me sucederá como en los días de Noé, cuando juré que las aguas de Noé no inundarían de
nuevo la tierra: así he jurado no irritarme más contra ti ni amenazarte nunca más. Aunque se aparten
las montañas y vacilen las colinas, mi amor no se apartará de ti, mi alianza de paz no vacilará, dice
el Señor, que se compadeció de ti.
¡Oprimida, atormentada, sin consuelo! ¡Mira! Por piedras, te pondré turquesas y por cimientos,
zafiros; haré tus almenas de rubíes, tus puertas de cristal y todo tu contorno de piedras preciosas.
Todos tus hijos serán discípulos del Señor, y será grande la paz de tus hijos. Estarás afianzada en la
justicia, lejos de la opresión, porque nada temerás, lejos del temor, porque no te alcanzará.
158
Arzobispado de Santiago
Salmo responsorial 29, 2. 4.6. 11-12a. 13b
R/. Yo te glorifico, Señor, porque Tú me libraste.
Yo te glorifico, Señor, porque Tú me libraste y no quisiste que mis enemigos se rieran de mí. Tú,
Señor, me levantaste del Abismo y me hiciste revivir, cuando estaba entre los que bajan al sepulcro.
Canten al Señor, sus fieles; den gracias a su santo Nombre, porque su enojo dura un instante, y su
bondad, toda la vida: si por la noche se derraman lágrimas, por la mañana renace la alegría.
Escucha, Señor, ten piedad de mí; ven a ayudarme, Señor, Tú convertiste mi lamento en júbilo.
¡Señor, Dios mío, te daré gracias eternamente!
Oración
Dios todopoderoso y eterno, para que tu nombre sea glorificado multiplica la solemne promesa que hiciste a nuestros
padres en la fe y aumenta con tu adopción los hijos de la promesa, para que tu Iglesia reconozca, desde ahora, el
cumplimiento de cuanto creyeron y esperaron los patriarcas. Por Jesucristo, nuestro Señor.
R. Amén.
Quinta lectura
Vengan a mí y vivirán.
Yo haré con ustedes una alianza eterna
Lectura del libro de Isaías 55, 1-11
Así habla el Señor:
¡Vengan a tomar agua, todos los sedientos, y el que no tenga dinero, venga también! Coman
gratuitamente su ración de trigo, y sin pagar, tomen vino y leche. ¿Por qué gastan dinero en algo
que no alimenta y sus ganancias, en algo que no sacia? Háganme caso y comerán buena comida,
se deleitarán con sabrosos manjares. Presten atención y vengan a mí, escuchen bien y vivirán. Yo
159
Subsidio de Cuaresma y Semana Santa
haré con ustedes una alianza eterna, obra de mi inquebrantable amor a David. Yo lo he puesto como
testigo para los pueblos, jefe y soberano de naciones. Tú llamarás a una nación que no conocías, y
una nación que no te conocía correrá hacia ti, a causa del Señor, tu Dios, y por el Santo de Israel,
que te glorifica.
¡Busquen al Señor mientras se deja encontrar, llámenlo mientras está cerca! Que el malvado abandone
su camino y el hombre perverso, sus pensamientos; que vuelva al Señor, y Él le tendrá compasión, a
nuestro Dios, que es generoso en perdonar. Porque los pensamientos de ustedes no son los míos, ni
los caminos de ustedes son mis caminos -oráculo del Señor-. Como el cielo se alza por encima de la
tierra, así sobrepasan mis caminos y mis pensamientos a los caminos y a los pensamientos de ustedes.
Así como la lluvia y la nieve descienden del cielo y no vuelven a él sin haber empapado la tierra,
sin haberla fecundado y hecho germinar, para que dé la semilla al sembrador y el pan al que come,
así sucede con la palabra que sale de mi boca: ella no vuelve a mí estéril, sino que realiza todo lo
que Yo quiero y cumple la misión que Yo le encomendé.
Cántico de Isaías
R/. Sacarán aguas con alegría de las fuentes de la salvación.
Éste es el Dios de mi salvación: yo tengo confianza y no temo, porque el Señor es mi fuerza y mi
protección; Él fue mi salvación.
Ustedes sacarán agua con alegría de las fuentes de la salvación. Den gracias al Señor, invoquen su
Nombre, anuncien entre los pueblos sus proezas, proclamen qué sublime es su Nombre.
Canten al Señor porque ha hecho algo grandioso: ¡que sea conocido en toda la tierra! ¡Aclama y
grita de alegría, habitante de Sión, porque es grande en medio de ti el Santo de Israel!
160
Arzobispado de Santiago
Oración
Dios todopoderoso y eterno, esperanza única del mundo, por la voz de tus profetas diste a conocer los
misterios salvadores que sucederían en el tiempo; acrecienta los santos propósitos de tu pueblo, porque
tus fieles no podrán alcanzar la santidad sin la ayuda de tu gracia. Por Jesucristo, nuestro Señor.
R. Amén.
Sexta lectura
Camina hacia el resplandor, atraído por su luz.
Lectura del libro de Baruc 3, 9-15. 32—4, 4
Escucha, Israel, los mandamientos de vida; presta atención para aprender a discernir. ¿Por qué,
Israel, estás en un país de enemigos y has envejecido en una tierra extranjera? ¿Por qué te has
contaminado con los muertos, contándote entre los que bajan al Abismo? ¡Tú has abandonado la
fuente de la sabiduría! Si hubieras seguido el camino de Dios, vivirías en paz para siempre. Aprende
dónde está el discernimiento, dónde está la fuerza y dónde la inteligencia, para conocer al mismo
tiempo dónde está la longevidad y la vida, dónde la luz de los ojos y la paz.
¿Quién ha encontrado el lugar de la Sabiduría, quién ha penetrado en sus tesoros? El que todo lo
sabe, la conoce, la penetró con su inteligencia; el que formó la tierra para siempre, y la llenó de
animales cuadrúpedos; el que envía la luz, y ella sale, la llama, y ella obedece temblando. Las
estrellas brillan alegres en sus puertos de guardia: Él las llama, y ellas responden: “Aquí estamos”, y
brillan alegremente para Aquel que las creó. ¡Éste es nuestro Dios, ningún otro cuenta al lado de Él!
Él penetró todos los caminos de la ciencia y se la dio a Jacob, su servidor, y a Israel, su predilecto.
Después de esto apareció sobre la tierra, y vivió entre los hombres.
La Sabiduría es el libro de los preceptos de Dios y la Ley que subsiste eternamente: los que la retienen,
alcanzarán la vida, pero los que la abandonan, morirán. Vuélvete, Jacob, y tómala, camina hacia el
resplandor, atraído por su luz. No cedas a otro tu gloria, ni tus privilegios a un pueblo extranjero.
Felices de nosotros, Israel, porque se nos dio a conocer lo que agrada a Dios.
161
Subsidio de Cuaresma y Semana Santa
Salmo responsorial 18, 8-11
R/. Señor, Tú tienes palabras de Vida eterna.
La ley del Señor es perfecta, reconforta el alma; el testimonio del Señor es verdadero, da sabiduría
al simple.
Los preceptos del Señor son rectos, alegran el corazón; los mandamientos del Señor son claros,
iluminan los ojos.
La palabra del Señor es pura, permanece para siempre; los juicios del Señor son la verdad,
enteramente justos.
Son más atrayentes que el oro, que el oro más fino; más dulces que la miel, más que el jugo del panal.
Oración
Dios nuestro, que haces crecer a tu Iglesia convocando a todos los pueblos; protege siempre a cuantos
purificas en el agua del bautismo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
R. Amén.
162
Arzobispado de Santiago
Séptima lectura
Yo los rociaré con agua pura y les daré un corazón nuevo.
Lectura de la profecía de Ezequiel 36, 17a. 18-28
La palabra del Señor me llegó en estos términos:
“Hijo de hombre, cuando el pueblo de Israel habitaba en su propio suelo, lo contaminó con su
conducta y sus acciones. Entonces derramé mi furor sobre ellos, por la sangre que habían derramado
sobre el país y por los ídolos con que lo habían contaminado. Los dispersé entre las naciones y
ellos se diseminaron por los países. Los juzgué según su conducta y sus acciones. Y al llegar a las
naciones adonde habían ido, profanaron mi santo Nombre, haciendo que se dijera de ellos: “Son el
pueblo del Señor, pero han tenido que salir de su país”. Entonces yo tuve compasión de mi santo
Nombre, que el pueblo de Israel profanaba entre las naciones adonde había ido.
Por eso, di al pueblo de Israel: “Así habla el Señor: Yo no obro por consideración a ustedes, casa de
Israel, sino por el honor de mi santo Nombre, que ustedes han profanado entre las naciones adonde
han ido. Yo santificaré mi gran Nombre, profanado entre las naciones, profanado por ustedes. Y las
naciones sabrán que Yo soy el Señor -oráculo del Señor- cuando manifieste mi santidad a la vista
de ellas, por medio de ustedes.
Yo los tomaré de entre las naciones, los reuniré de entre todos los países y los llevaré a su propio
suelo. Los rociaré con agua pura, y ustedes quedarán purificados. Los purificaré de todas sus
impurezas y de todos sus ídolos.
Les daré un corazón nuevo y pondré en ustedes un espíritu nuevo: les arrancaré de su cuerpo el
corazón de piedra y les daré un corazón de carne.
Infundiré mi espíritu en ustedes y haré que sigan mis preceptos, y que observen y practiquen mis
leyes. Ustedes habitarán en la tierra que Yo he dado a sus padres. Ustedes serán mi Pueblo y Yo
seré su Dios””.
163
Subsidio de Cuaresma y Semana Santa
Salmo responsorial 41, 3. 5bcd; 42, 3-4
R/. Mi alma tiene sed de Dios.
Mi alma tiene sed de Dios, del Dios viviente: ¿Cuándo iré a contemplar el rostro de Dios?
¡Cómo iba en medio de la multitud y la guiaba hacia la Casa de Dios, entre cantos de alegría y
alabanza, en el júbilo de la fiesta!
Envíame tu luz y tu verdad: que ellas me encaminen y me guíen a tu santa Montaña, hasta el lugar
donde habitas.
Y llegaré al altar de Dios, el Dios que es la alegría de mi vida; y te daré gracias con la cítara, Señor,
Dios mío.
Oración
Dios de poder inmutable, cuyo resplandor no conoce el ocaso, mira con bondad a tu Iglesia, signo de
tu presencia entre nosotros; prosigue serenamente la obra de la salvación humana según tu proyecto
eterno, y haz que todos los hombres experimenten y vean cómo lo abatido por el pecado se restablece,
lo viejo se renueva, y la creación se restaura plenamente por Cristo, de quien todo procede. Que vive
y reina por los siglos de los siglos.
R. Amén.
Gloria
Oración colecta
Dios nuestro, que iluminas esta santísima noche con la gloria de la resurrección del Señor; acrecienta
en tu Iglesia el espíritu de adopción de hijos para que, renovados en el cuerpo y en el alma, te sirvamos
con plena fidelidad. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo que vive y reina contigo en la unidad del
Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos.
R. Amén.
164
Arzobispado de Santiago
Epístola
Cristo, después de resucitar, no muere más.
Lectura de la carta del Apóstol san Pablo a los cristianos de Roma 6, 3-11
Hermanos:
¿No saben ustedes que todos los que fuimos bautizados en Cristo Jesús, nos hemos sumergido en su
muerte? Por el bautismo fuimos sepultados con Él en la muerte, para que así como Cristo resucitó
por la gloria del Padre, también nosotros llevemos una Vida nueva.
Porque si nos hemos identificado con Cristo por una muerte semejante a la suya, también nos
identificaremos con Él en la resurrección.
Comprendámoslo: nuestro hombre viejo ha sido crucificado con Él, para que fuera destruido este
cuerpo de pecado, y así dejáramos de ser esclavos del pecado. Porque el que está muerto, no debe
nada al pecado.
Pero si hemos muerto con Cristo, creemos que también viviremos con Él. Sabemos que Cristo,
después de resucitar, no muere más, porque la muerte ya no tiene poder sobre Él. Al morir, Él murió
al pecado, una vez por todas; y ahora que vive, vive para Dios. Así también ustedes, considérense
muertos al pecado y vivos para Dios en Cristo Jesús.
Salmo responsorial 117, 1-2. 16-17. 22-23
R/. Aleluya, aleluya, aleluya.
¡Den gracias al Señor, porque es bueno, porque es eterno su amor! Que lo diga el pueblo de Israel:
¡es eterno su amor!
La mano del Señor es sublime, la mano del Señor hace proezas. No, no moriré: viviré para publicar
lo que hizo el Señor.
La piedra que desecharon los constructores es ahora la piedra angular. Esto ha sido hecho por el
Señor y es admirable a nuestros ojos.
165
Subsidio de Cuaresma y Semana Santa
Evangelio
Jesús de Nazaret, el Crucificado, ha resucitado.
+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo 28, 1-10
Pasado el sábado, al amanecer del primer día de la semana, María Magdalena y la otra
María fueron a visitar el sepulcro. De pronto, se produjo un gran temblor de tierra: el Ángel
del Señor bajó del cielo, hizo rodar la piedra del sepulcro y se sentó sobre ella. Su aspecto
era como el de un relámpago y sus vestiduras eran blancas como la nieve. Al verlo, los
guardias temblaron de espanto y quedaron como muertos.
El Ángel dijo a l as mujeres: “No teman, yo sé que ustedes buscan a Jesús, el Crucificado.
No está aquí, porque ha resucitado como lo había dicho. Vengan a ver el lugar donde estaba
y vayan en seguida a decir a sus discípulos: “Ha resucitado de entre los muertos, e irá antes
que ustedes a Galilea: allí lo verán”. Esto es lo que tenía que decirles”.
Las mujeres, atemorizadas pero llenas de alegría, se alejaron rápidamente del sepulcro y
corrieron a dar la noticia a los discípulos.
De pronto, Jesús salió a su encuentro y las saludó, diciendo: “Alégrense”. Ellas se acercaron
y, abrazándole los pies, se postraron delante de Él. Y Jesús les dijo: “No teman; avisen a
mis hermanos que vayan a Galilea, y allí me verán”.
166
Arzobispado de Santiago
BENDICIÓN DEL AGUA
Queridos hermanos:
Invoquemos con humildad a nuestro Dios y Señor,
para que bendiga esta agua con la cual seremos rociados
en recuerdo de nuestro bautismo.
Que Él nos renueve a fin de permanecer fieles al Espíritu Santo
que hemos recibido.
Señor y Dios nuestro,
acompaña con tu bondad a tu pueblo
que en esta santísima noche permanece en vela.
Al rememorar la obra admirable de la creación
y el acontecimiento aún más admirable de la redención,
te pedimos que bendigas esta agua.
Ella fue creada por ti
para dar fecundidad a la tierra
y restaurar nuestros cuerpos
con su frescura y pureza.
Hiciste también el agua como instrumento de tu misericordia:
por ella libraste a tu pueblo de la esclavitud
y apagaste su sed en el desierto.
Por ella, los profetas anunciaron la Nueva Alianza
que habrías de pactar con los hombres.
167
Subsidio de Cuaresma y Semana Santa
Finalmente, al ser consagrada por Cristo en el río Jordán,
por ella renovaste nuestra naturaleza pecadora
con el baño de renacimiento espiritual.
Que esta agua nos recuerde ahora nuestro bautismo,
y concédenos participar de la alegría de nuestros hermanos
que son bautizados en la Pascua.
Por Jesucristo nuestro Señor.
Renovación de las promesas bautismales
Queridísimos hermanos:
Por el Misterio Pascual,
en el bautismo fuimos sepultados con Cristo
para que también nosotros llevemos con él una vida nueva.
Por eso, culminado nuestro camino cuaresmal,
renovemos las promesas del santo bautismo,
por las que un día renunciamos al demonio y a sus obras
y prometimos servir al Señor en la santa Iglesia Católica.
Por tanto:
Sacerdote: ¿Renuncian al Demonio?
Todos: Sí, renuncio.
Sacerdote: ¿Renuncian a todas sus obras?
Todos: Sí, renuncio.
168
Arzobispado de Santiago
Sacerdote: ¿Renuncian a todos sus engaños?
Todos: Sí, renuncio.
Sacerdote: ¿Creen en Dios Padre todopoderoso, creador del cielo y de la tierra?
Todos: Sí, creo.
Sacerdote: ¿Creen en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor,
que nació de la Virgen María, padeció y fue sepultado,
resucitó de entre los muertos y está sentado ala derecha de Padre?
Todos: Sí, creo.
Sacerdote: ¿Creen en el Espíritu Santo, la santa Iglesia católica,
la comunión de los santos, el perdón de los pecados,
la resurrección de la carne y la vida eterna?
Todos: Sí, creo.
Y Dios todo poderoso, Padre de nuestro Señor Jesucristo,
Que nos ha hecho renacer por el agua y el Espíritu Santo,
Y nos ha perdonado los pecados,
Nos conserve con su gracia en Jesucristo, nuestro Señor,
Para la vida eterna.
Todos: Amén
169
Subsidio de Cuaresma y Semana Santa
LITURGIA EUCARÍSTICA
(Ver Ordinario de la Misa)
Oración sobre las ofrendas
Señor Dios, recibe las oraciones de tu pueblo junto con estas ofrendas, de manera que tu acción
sacramental inaugurada por los misterios pascuales nos sirva de remedio para la eternidad. Por Jesucristo,
nuestro Señor.
PREFACIO DE PASCUA I
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación glorificarte siempre, Señor; pero más
que nunca en (esta noche) (este día) (este tiempo) en que Cristo, nuestra Pascua, ha sido inmolado.
Porque Él es el verdadero Cordero que quitó el pecado del mundo; muriendo destruyó nuestra
muerte y resucitando restauró la vida.
Por eso, con esta efusión del gozo pascual, el mundo entero está llamado a la alegría junto con los
ángeles y los arcángeles que cantan un himno a tu gloria, diciendo sin cesar:
Santo, Santo, Santo ...
PLEGARIA EUCARÍSTICA
(Ver Ordinario de la Misa)
170
Arzobispado de Santiago
RITO DE LA COMUNIÓN
(Ver Ordinario de la Misa)
Antífona de comunión Cf. 1 Cor 5, 7-8
Cristo, nuestra pascua, ha sido inmolado. Celebremos, entonces, esta fiesta con los panes sin levadura
de la pureza y la verdad, aleluya.
Oración después de la comunión
Infunde en nosotros, Padre, tu espíritu de amor, para que, saciados con los sacramentos pascuales,’
permanezcamos unidos en la misma fe. Por Jesucristo, nuestro Señor.
RITO DE CONCLUSIÓN
(Ver Ordinario de la Misa)
171
Pascua
Este artículo trata sobre la festividad cristiana. Para otros usos de este término, véase Pascua (desambiguación).
Pascua
Resurrection.JPG
La Resurrección de Cristo, de Piero della Francesca (siglo XV).
Tipo Celebración religiosa
Celebrada por Cristianismo
Motivo Resurrección de Jesús.
Costumbres Procesiones religiosas y celebraciones eucarísticas.
Relacionada con Semana Santa
Sábado Santo Pascua
La Pascua,1 2 también llamada Pascua Florida,1 Domingo de Pascua,3 4 Domingo de Resurrección3 o Domingo de Gloria es la fiesta central del cristianismo,5 6 en la que se conmemora, de acuerdo con los evangelios canónicos,Se denominan evangelios canónicos aquellos escritos neotestamentarios de carácter evangélico, redactados probablemente en el siglo I y admitidos en el canon o lista de libros aceptados por las Iglesias cristianas en general.
Los evangelios canónicos abarcan los tres evangelios sinópticos (Evangelio de Marcos, Evangelio de Mateo, Evangelio de Lucas), y el Evangelio de Juan, también conocido como el cuarto evangelio. Los evangelios canónicos se distinguen así de los evangelios apócrifos, unas 70 obras que han llegado hasta nosotros completas o fragmentadas, y cuya composición no fue considerada inspirada por Dios por las Iglesias cristianas.
HistoriaFragmento Muratoriano
El fragmento muratoriano, o fragmento de Muratori, también llamado canon muratoriano es la lista más antigua conocida de libros considerados canónicos del Nuevo Testamento. En la lista figuran los nombres de los libros que el autor consideraba admisibles, con algunos comentarios. Está escrito en latín. Fue descubierto por Ludovico Antonio Muratori (1672-1750) en la Biblioteca Ambrosiana de Milán, y publicada por él mismo en 1740.
Aunque el manuscrito en que figura el Fragmento Muratoriano data del siglo VII, la lista se ha fechado en torno al año 170, ya que se refiere como reciente al papado de Pío I, muerto en 157 (" Pero el Pastor fue escrito por Hermas en la ciudad de Roma bastante recientemente, en nuestros propios días, cuando su hermano Pío ocupaba la silla del obispo en la iglesia de la ciudad de Roma").
Los libros canónicos mencionados en esta lista son aproximadamente los mismos que se tienen hoy por canónicos neotestamentarios, con algunas variaciones. El Fragmento acepta cuatro evangelios, dos de ellos son Lucas y Juan -falta el principio del manuscrito, donde estarían los nombres de los dos primeros-, los Hechos de los Apóstoles, y 13 epístolas de Pablo (no se menciona la Epístola a los Hebreos). Considera falsificaciones las epístolas supuestamente escritas por Pablo a los laodiceanos y a los alejandrinos. Sólo se mencionan dos epístolas de Juan, sin describirlas. Figuran también en el fragmento como canónicos los apocalipsis de Juan y Pedro, aunque este último con ciertas reservas ("el cual algunos de los nuestros no permiten que sea leído en la iglesia").
Categoría:Patrología del siglo II
Páginas en la categoría «Patrología del siglo II»
Esta categoría incluye las siguientes 37 páginas:
A
Aniceto
Apocalipsis de Pedro
Apologetas griegos
Apología de Arístides
Aristón de Pella
Atenágoras de Atenas
C
Celso
Cerinto
Clemente de Alejandría
D
Demostración de la predicación apostólica
Didaché
A Diogneto
E
Encratismo
E (cont.)
Primera epístola de Clemente
Segunda epístola de Clemente
F
Fragmento de Cuadrato
Fragmento Muratoriano
H
Hegesipo de Jerusalén
Contra las Herejías
Hermas de Roma
Hermias el Filósofo
I
Ignacio de Antioquía
Ireneo de Lyon
J
Justino Mártir
M
Melitón de Sardes
Milcíades, el apologeta
M (cont.)
Minucio Félix
P
Panteno
Papías de Hierápolis
Policarpo de Esmirna
Primera Apología de Justino Mártir
S
Segunda Apología de Justino Mártir
Sotero
T
Taciano
Teófilo de Antioquía
Trigo soy de Dios (Ignacio de Antioquía)
V
Víctor I
Categoría:
Patrología
Menú de navegación
No hay unanimidad acerca del momento en que estos evangelios se convirtieron en canónicos. La historia de la formación de esta «lista» se remonta aproximadamente al año 110, época de composición de un escrito judeocristiano primitivo conocido como Didaché o Doctrina de los doce apóstoles, que ya parece hacer referencia al Evangelio de Mateo.1 Otros testimonios, como el Fragmento Muratoriano (hacia 170) o la obra Adversus haereses de Ireneo de Lyon (hacia 185), parecen indicar que entre el 150 y 200 existía ya cierta unanimidad sobre la inclusión en el canon de los cuatro evangelios mencionados. Su confirmación definitiva como canónicos, sin embargo, con la exclusión de los manuscritos conocidos como evangelios apócrifos, no se produjo hasta finales del siglo IV. La lista oficial de libros del Nuevo Testamento no se presentó con carácter dogmático hasta el Concilio de Trento (1546).
la resurrección de Jesús al tercer día después de haber sido crucificado.
La Pascua marca el final de la Semana Santa, en la que se conmemora la crucifixión y muerte de Jesús. A la Semana Santa le sigue un período de cincuenta días llamado Tiempo pascual, que termina con el Domingo de Pentecostés.7
El Domingo de Pascua es una fiesta móvil,2 lo que significa que no se fija en relación al calendario civil. El Primer Concilio de Nicea (año 325) estableció la fecha de la Pascua como el primer domingo después de la luna llena tras el equinoccio de primavera en el hemisferio norte.8 La fecha por tanto, varía entre el 22 de marzo y el 25 de abril.9 10 El cristianismo oriental basa sus cálculos en el calendario juliano, por lo que su fecha se sitúa entre el 4 de abril y 8 de mayo.
Durante este día se celebran en distintos lugares del mundo procesiones religiosas, así como celebraciones litúrgicas.11 Las costumbres del Domingo de Resurrección varían en todo el mundo cristiano, pero la decoración de los huevos de Pascua es algo común en el mundo occidental.12
Índice
1 Etimología
2 Origen
3 Significado teológico
4 Práctica religiosa
4.1 Iglesia católica y occidental
5 Tradiciones del Domingo de Pascua
5.1 Celebración del Domingo de Pascua en España
5.1.1 Procesiones de Interés Turístico Internacional
5.1.2 Otras procesiones
5.2 El huevo de pascua
6 Véase también
7 Referencias
8 Enlaces externos
Etimología
El término español «pascua» proviene del latín páscae, que a su vez proviene del griego πάσχα (pasja), una adaptación del hebreo פסח (pésaj), que significa ‘paso’.
Origen
Los primeros cristianos ―que eran judíos― celebraban la Pascua de Resurrección a la par cronológica que la Pascua judía, hasta que el Primer Concilio de Nicea (en el 325 d. C.) separó la celebración de la Pascua judía de la cristiana, quitando a esta los elementos hebreos. Pero dejaron el carácter móvil de la fiesta recordando que Cristo resucitó en la Pascua hebrea. Hoy día la Iglesia católica mantiene el carácter móvil de la fecha de Pascua.
Esta fiesta determina el calendario móvil de otras fiestas: así la Ascensión (el ascenso de Jesús al cielo) se celebra 40 días después de Pascua, y Pentecostés 10 días después de la Ascensión. La semana anterior a la Pascua de Resurrección es la Semana Santa, que comienza con el Domingo de Ramos (que conmemora la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén). La Octava de Pascua (popularmente conocida como «semana de Pascua») es la semana que sucede a este Domingo de Pascua (o Domingo de Resurrección). El tiempo pascual o tiempo de Pascua designa, en la liturgia católica, las semanas que van desde el Domingo de Resurrección hasta el de Pentecostés.
La expresión «pascua» remite principalmente a la fiesta de la Resurrección, que también es llamada a veces «pascua florida», pero también se usa para referirse a otras tres celebraciones cristianas: la Navidad (25 de diciembre), la Epifanía o Adoración de los Magos (6 de enero) y Pentecostés, la venida del Espíritu Santo (cincuenta días después de la Resurrección). En Chile, Cuba y Filipinas, el término Pascua se aplica coloquialmente a la Navidad, mientras que a la Pascua se le llama «Pascua de Resurrección».[cita requerida]
Significado teológico
Icono ortodoxo de la Resurrección de Jesús.
El Nuevo Testamento enseña que la resurrección de Jesús, que celebra la Pascua, es fundamento de la fe cristiana.13 14 La resurrección estableció a Jesús como el Hijo de Dios y se cita como prueba de que Dios juzgará al mundo con justicia. Dios ha dado a los cristianos "un nuevo nacimiento a una esperanza viva por la resurrección de Jesucristo de entre los muertos". Los cristianos, por la fe en el poder de Dios han de discernir espiritualmente con Jesús resucitado, para que se puede caminar en una nueva forma de vida.
La Semana Santa, y la Pascua en particular, está ligada a través de la última cena y la crucifixión de Jesús a la Pésaj (Pascua Judía) y al Éxodo del pueblo hebreo narrado en el Antiguo Testamento. De acuerdo con las escrituras, Jesús, mientras preparaba a sus discípulos y a él mismo para su muerte durante la última cena, dio a la cena de Pascua un nuevo significado. Él identificó el pan y la copa de vino como su cuerpo antes de ser sacrificado y su sangre derramada. El apóstol Pablo, sobre la celebración de la Pascua dice: "Despójense de la vieja levadura, para ser una nueva masa, ya que ustedes mismos son como el pan sin levadura. Porque Cristo, nuestra Pascua, ha sido inmolado. Celebremos, entonces, nuestra Pascua, no con la vieja levadura de la malicia y la perversidad, sino con los panes sin levadura de la pureza y la verdad".15
Práctica religiosa
Iglesia católica y occidental
La celebración de la Pascua de Resurrección se presenta de diferentes formas entre los cristianos occidentales. La práctica litúrgica tradicional, tal como se practica entre los católicos y algunos luteranos y anglicanos, se inicia en la noche del Sábado Santo con la Vigilia Pascual. Así pues, la liturgia más importante del año se inicia con la bendición del fuego pascual en la oscuridad total, la iluminación del Cirio Pascual (símbolo de Cristo resucitado) y el canto del Exultet, o pregón pascual, atribuido a san Ambrosio de Milán.
Después se leen numerosas lecturas del Antiguo Testamento: pasajes como las historias de la creación, el sacrificio de Isaac, el cruce del Mar Rojo y la anunciada venida del Mesías. Esta parte del servicio religioso culmina con el canto del Gloria y del Aleluya y con la proclamación de la resurrección según el Evangelio.
En ese momento, y dependiendo la costumbre local, se pueden tocar las campanas de los templos y encender las luces. A continuación, la atención se desplaza desde el altar a la pila bautismal. Durante este tiempo litúrigico el sacerdote o celebrante de la eucaristía va vestido de color blanco, para celebrar la pureza y el alzamiento de cristo. Antiguamente, la Pascua se consideraba el momento ideal para que los conversos recibieran el bautismo, y esta práctica continúa dentro de la Iglesia católica y la Iglesia anglicana. Si hay bautizos en este momento o no, es tradicional que la congregación a renovar los votos de su fe bautismal. Este acto es a menudo sellado por la aspersión de la congregación con el agua bendita. El sacramento católico de la Confirmación también puede ser celebrado durante la Vigilia.
En general, las misas se celebran como de costumbre, pero de manera más solemne y festiva, con abundantes instrumentos musicales y arreglos corales, incienso, y un reiterativo Aleluya que se verá en el Salmo que se canta ese día, en la propia aclamación al Evangelio. La Vigilia Pascual concluye con la celebración de la Eucaristía (conocida en algunas tradiciones como la Sagrada Comunión).
Como algunas diferencias, ciertas iglesias prefieren mantener esta vigilia desde muy temprano en la mañana del domingo en vez del sábado por la noche, las iglesias protestantes en especial, para reflejar el relato del evangelio de las mujeres que acuden a la tumba al amanecer del primer día de la semana.
Procesión del Encuentro en la Plaza Mayor de Soria el Domingo de Pascua.
En países hispanos, y en particular en España, se celebran procesiones poniendo un punto final a la celebración de la Semana Santa. Muchas de ellas tienen como punto más destacado el Encuentro entre las imágenes de la Virgen y Cristo Resucitado.
En Filipinas, de religión predominantemente católica romana, la mañana de Pascua (conocido en el idioma nacional como "Pasko ng Pagkabuhay Muling" o la Pascua de la Resurrección) está marcada con una celebración de gozo, al amanecer, en la que grandes estatuas de Jesús y María son llevadas en procesión para encontrarse, imaginando la primera reunión de Jesús y su madre, María, después de la Resurrección de Jesús. Esto es seguido por una alegre misa de Pascua.
Procesión durante el Domingo de Pascua en Polonia.
En la cultura polaca, se celebra la Rezurekcja (procesión de Resurrección) en una alegre Misa de Pascua por la mañana, al amanecer, cuando las campanas suenan y se tiran petardos para conmemorar la resurrección de Cristo sobre la muerte. Antes de que comience la misa al amanecer, una procesión festiva lleva el Santísimo Sacramento bajo un palio rodea a la iglesia. Dentro del templo, las campanas replican y son agitadas vigorosamente por monaguillos, y el aire se llena de incienso. Otra tradición polaca de Pascua es la denominada Święconka, la bendición de las cestas de Pascua por el sacerdote de la parroquia el Sábado Santo. Esta costumbre se celebra no sólo en Polonia, sino también en los Estados Unidos por los ciudadanos de ascendencia polaca.
Tradiciones del Domingo de Pascua
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Celebración del Domingo de Pascua en España
Como ha sucedido en toda la semana precedente, en multitud de lugares de España se celebran procesiones que, en este caso, conmemoran la Resurrección, poniendo un punto final a la celebración de la Semana Santa. Muchas de ellas tienen como punto más destacado el Encuentro entre las imágenes de la Virgen y Cristo Resucitado.
Procesiones de Interés Turístico Internacional
Nuestro Padre Jesús Resucitado (Ricardo Flecha, 1994). Valladolid.
En Balmaseda (Vizcaya) se celebra la Pasión Viviente de Cristo en las fechas de Jueves y Viernes Santo. Más de 600 vecinos de la villa encartada representan por sus calles "La Última Cena", "La oración del huerto", "El juicio ante el Sanhedrín", "El prendimiento" y la "Crucifixión de Jesús".
En Cartagena procesiona la Real e Ilustre Cofradía de Nuestro Padre Jesús Resucitado, desde el santo Ángel de la Cruz Triunfante hasta san Juan (del Resucitado) y la Santísima Virgen del Amor Hermoso.
En Cáceres, la Cofradía de la Soledad celebra el encuentro entre Jesús Resucitado y la Virgen de la Alegría, encontrándose en la Plaza Mayor de la ciudad.
En Coria del Río, la Hermandad de la Soledad Coronada celebra el encuentro entre Jesús Resucitado y la Virgen de la Soledad Coronada, encontrándose en la Plaza de la Soledad de la localidad.16
En Cuenca tiene lugar la Procesión del Encuentro que nace partida en dos, Jesús Resucitado por una parte, y la Virgen del Amparo por otra, celebrando el Encuentro de ambas imágenes entre tracas y vuelos de palomas.
En Zamora se encuentra la Procesión del Encuentro con las imágenes de Jesús resucitado y la Virgen, acompañados de la Guardia Civil y otro del cuerpo de Policía, para juntarse en la Plaza Mayor, donde el manto de luto de la Virgen cae al suelo.
En Hellín, (Albacete) tiene lugar el Encuentro entre las imágenes de la Dolorosa y el Resucitado. La tamborada continúa, cesando tan sólo unos minutos durante el encuentro entre ambas imágenes.
En Málaga procesionan el Santísimo Cristo Resucitado y María Santísima Reina de los Cielos.
En Murcia sale a la calle la Real y Muy Ilustre Archicofradía de Nuestro Señor Jesucristo Resucitado, procesionando un total de 11 hermandades además del popular personaje del Demonio encadenado.
La Semana Santa en Salamanca culmina con la procesión de Resurrección, organizada por la Cofradía de la Vera Cruz. Durante la misma se escenifica el Encuentro entre las imágenes del Resucitado y la Virgen de la Alegría, que en ese instante de despoja del luto, en el marco de la Plaza Mayor.
En Sevilla, el punto final a su Semana Santa lo pone la salida de la Hermandad de La Resurrección
Otras procesiones
En Almería procesiona Jesucristo Resucitado.
En Alhaurín el Grande Málaga procesiona Nuestro Padre Jesús Resucitado, uno de los Sagrados Titulares de la Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno. Este desfile, que ostenta la dignidad de ser la Procesión Oficial de la Semana Santa alhaurina, pone punto y final a una celebración que ha sido declarada de Interés Turístico Nacional de Andalucía.
En Almuñécar (Granada) procesionan Nuestro Padre Jesús Resucitado y Santa María del Triunfo, poniendo punto y final a la Semana Santa de este pueblo, declarada de Interés Turístico Nacional de Andalucía.
En Ayamonte (Huelva) procesiona en Estación de Gloria la Hermandad de Jesús Resucitado y Mª Stma. de la Victoria, cerrando la magnífica Semana Santa Ayamontina (Declarada Fiesta de Interés Turístico Nacional de Andalucía).
En Benavente (Zamora) tiene lugar la procesión del Resucitado, con el Encuentro entre las imágenes de Jesús y la Virgen, esta última articulada.
En Ciudad Real procesiona el misterio del Señor Resucitado y María Santísima de la Alegría.
En Coria (Cáceres) se realiza la procesión del encuentro, organizada por la Cofradía de Jesús Resucitado y Nuestra Señora del Rosario.
En Semana Santa en Zaragoza tiene lugar la procesión de Cristo Resucitado y encuentro con Nuestra Señora de la Esperanza a manos de la Real Hermandad de Cristo Resucitado y Santa María de la Esperanza y del Consuelo
En Córdoba saldrá Nuestro Padre Jesús Resucitado, acompañado en el misterio por un ángel y dos romanos, y María Santísima Reina de Nuestra Alegría.
En Elche procesionan El Cristo Resucitado y La Vírgen de la Asunción, en la llamada Procesión de las Aleluyas.
En Ferrol se celebran las procesiones de Jesús Resucitado al Encuentro con Su Madre; María Magdalena al Encuentro con Jesús Resucitado; Virgen de la Luz al Encuentro con su Hijo; y Procesión de la Resurrección, al fusionarse todas las anteriores.
En Fuente el Fresno procesionan desde la parroquia de Santa Quiteria las imágenes de Cristo Rey o el Resucitado y Nuestra Santísima Señora la Virgen de la Esperanza.
En Jaén procesiona la Cofradía del Resucitado.
En Melilla procesionan el Resucitado (desde Cabrerizas) y la Virgen del Rocío (desde el Barrio Victoria). Ambos, se encuentran en Plaza de España, donde centenares de melillenses esperan el conocido como el "Encuentro". Los costaleros alzan a ambas tronos, entre el aplausos de los asistentes. Uno de los momentos más esperados por la Comunidad Cristiana de Melilla.
En Ocaña (Toledo), tiene lugar la Procesión del Encuentro, en la que procesionan Nuestra Señora de Gracia y Jesús Resucitado, los cuales entrarán en la Plaza Mayor de la ciudad por dos arcos distintos. En el momento del encuentro, los cofrades dan la vuelta a su capa enlutada para cambiarla por la blanca, a la vez que se lanzan "aleluyas" desde los balcones y suenan los acordes del Himno Nacional.
En Peraleda de la Mata (Cáceres), a las 7:30 de la mañana comienza el encuentro. La Amos y los Mozos van a recoger a los Angelitos, mientras que las Mozas y el Ama recogen a las Magdalenas, que van a la iglesia a por la Virgen. El encuentro se realiza con una talla de una Virgen del siglo XVI y un pequeño Cristo resucitado que es vestido cada año por la diputación saliente. Al acabar el encuentro se procesiona por las calles del pueblo hasta la iglesia donde da comienzo la misa de Resurrección.
Soria. Semana Santa silenciosa y austera, devocional; fiel reflejo de la sociedad soriana que la sustenta. Destaca por su intenso sentimiento religioso. Fue declarada de Interés Turístico de Castilla y León. El encuentro entre la Madre de Dios y su hijo Resucitado tiene lugar en la Plaza Mayor de la ciudad de Soria. La imagen de El Resucitado sale desde la Concatedral de San Pedro Apóstol al encuentro de la Virgen de la Alegría que lo hace desde la iglesia del Salvador. A las 12:00 del mediodía, en la Plaza Mayor de Soria, se le retira el manto de luto a la Virgen de la Alegría con los acordes del Himno de la Alegría y el canto del Regina Coeli. En este acto toman participación las ocho cofradías de la ciudad y, tras éste, la ciudad en procesión se dirige hasta la S.I. Concatedral de San Pedro Apóstol.
En Tobarra (Albacete) finalizan las ciento cuatro horas ininterrumpidas de toque de tambor. Tiene lugar el "saludo" entre las imágenes del Resucitado y Santa María Magdalena y posteriormente el "Encuentro" entre el Resucitado y la Virgen Dolorosa en el Monte Calvario.
En Yecla (Murcia) procesiona la imagen del Resucitado, con el Encuentro y la suelta del tradicional diablo portado por los sanjuaneros.
En Martos (Jaén) procesiona la hermandad de Jesús Resucitado y la Virgen de la Esperanza.
En la Semana Santa de Huétor-Tájar (Granada), el punto final lo pone la llamada "procesión de los recaicos" de la Hermandad de Ntro. Padre Jesús Nazareno y Ntra. Sra. de los Dolores procesionando a Jesús Resucitado por las calles de la localidad.
El huevo de pascua
Artículo principal: Huevo de Pascua
Huevos decorados.
El intercambio de huevos de Pascua de chocolate es muy extendido en Polonia, Alemania, República Checa, Eslovaquia, Italia, Estados Unidos, Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay, Perú, Chile y en ciertas zonas de México, viene celebrándose desde hace poco más de 8 siglos.
El hecho de asociar el huevo a la fertilidad y por coincidir la Pascua con la estación primaveral, estación fértil por excelencia, hace que se establezca por toda Europa como símbolo de la Pascua. De modo que rápidamente los pasteleros de época comenzaron a elaborarlos utilizando distintos ingredientes. Primero fue el azúcar, luego el chocolate.
En los países de tradición ortodoxa se intercambian huevos de color carmesí para recordar la sangre de Cristo.17 Los armenios los vacían y los decoran con imágenes de Cristo y de la Virgen. Y en Polonia y Ucrania por Pascua, hacen obras de arte con cera fundida sobre su cáscara.18
Véase también
Año litúrgico
Semana Santa
Cirio pascual
Computus
Conejo de Pascua
Huevo de Pascua
Lunes de Pascua
Pange lingua
Vigilia Pascual
Referencias
Real Academia Española. «Pascua». Consultado el 3 de abril de 2012.
Padre Jordi Rivero. «La Pascua». Consultado el 4 de abril de 2012.
Catholic.net. «Domingo de Resurrección». Consultado el 3 de abril de 2012.
Benedicto XVI (12 de abril de 2009). «Homilía de Su Santidad Benedicto XVI». Consultado el 4 de abril de 2012.
Aveni, Anthony (2004). "The Easter/Passover Season: Connecting Time's Broken Circle", The Book of the Year: A Brief History of Our Seasonal Holidays. Oxford University Press. pp. 64–78. ISBN 0195171543.
«“La Pascua es la fiesta más importante para los cristianos porque da nuevo sentido a la vida”», La Actualidad, 4 de marzo de 2010. Consultado el 3 de abril de 2012.
Teresa Fernández. «Tiempo Pascual». Consultado el 4 de abril de 2012.
Bachiller, Rafael. «Así cambia la fecha de la Semana Santa», El Mundo, 23 de abril de 2011. Consultado el 3 de abril de 2012.
Cofradía Penitencial de Semana Santa - LA VERÓNICA. «¿Cuándo cae la próxima Semana Santa?». Consultado el 3 de abril de 2012.
Hijos de la Divina Voluntad. «¿Cómo se calcula la Fecha de la Pascua de Resurección?». Consultado el 3 de abril de 2012.
Teresa Fernández. «Domingo de Resurrección y tradiciones de Pacua». Consultado el 3 de abril de 2012.
«Los huevos de Pascua, una dulce tradición que cada año gana más adeptos», ABC, 2 de abril de 2012. Consultado el 3 de abril de 2012.
«1 Corintios 15, 14» (Y si Cristo no resucitó, es vana nuestra predicación y vana también la fe de ustedes.). Consultado el 3 de abril de 2012.
Iglesia Católica. «Catecismo de la Iglesia Católica: La profesión de la fe cristiana». Consultado el 3 de abril de 2012. «La Resurrección de Jesús es la verdad culminante de nuestra fe en Cristo, creída y vivida por la primera comunidad cristiana como verdad central, transmitida como fundamental por la Tradición».
Iglesia Católica. «1 Corintios, 5». Consultado el 3 de abril de 2012.
Coria del Río
«La Pascua Ortodoxa». Consultado el 4 de abril de 2012.
Travelnauta (3 de abril de 2009). «Huevos de Pascua, costumbres y tradiciones». Consultado el 4 de abril de 2012.
Enlaces externos
Colabora en Commons. Wikimedia Commons alberga contenido multimedia sobre Domingo de Resurrección o de Pascua.
Pascua, artículo en el sitio oficial del Vaticano.
Domingo de Resurrección o de Pascua en la Enciclopedia Católica.
Domingo de Resurrección o de Pascua en Catholic.net
Nuestro Calendario, contiene amplia información sobre técnicas para determinar el día de la Pascua de Resurrección.
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