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domingo, 9 de marzo de 2014

¿Qué es salvación? | Ministerio de Apologética e Investigación Cristiana

¿Qué es salvación? | Ministerio de Apologética e Investigación Cristiana












¿Qué es salvación?




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La salvación es ser salvo del justo juicio de Dios sobre el pecador.


Muchas personas piensan que la salvación significa ser salvo de uno
mismo o del diablo. Pero esto no es exacto. Todos los que han pecado
contra Dios están bajo el juicio de Dios. Este juicio es conocido como
condenación en donde Dios condena eternamente en el infierno a aquellos
que lo han ofendido a Él rompiendo Su Ley.


Esto no significa que Dios sea injusto. Esto muestra que Dios es
santo. Dios debe castigar al pecador; pero Él ha suministrado la
salvación para que así las personas no tengan que enfrentar Su justo
juicio. Esto significa que Dios es tanto santo como amoroso. Él debe
manifestar cada una de Sus cualidades de la misma forma. Así que el ser
salvo de la ira de Dios es salvación.


La salvación se encuentra en Jesús y solamente en Él, quien es Dios
en carne (Jn 1:1, 14), el cual murió por nuestros pecados y se levantó
de la muerte. 1 Co 15:1-4 dice:


“Además os declaro, hermanos, el
evangelio que os he predicado, el cual también recibisteis, en el cual
también perseveráis; 2por el cual asimismo, si retenéis la palabra que
os he predicado, sois salvos, si no creísteis en vano. 3Porque
primeramente os he enseñado lo que asimismo recibí: Que Cristo murió por
nuestros pecados, conforme a las Escrituras. 4y que fue sepultado, y
que resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras;”
Esta es la forma como la salvación trabaja: Todos nosotros hemos
pecados contra Dios y merecemos el juicio. Pero Jesús nunca pecó (1 P
2:22). Él vivió la Ley de Dios perfectamente. En esto, Su justicia es
perfecta para poder estar delante de Dios. Cuando los líderes corruptos
Judíos forzaron la mano de Roma para crucificar a Jesús, Dios usó esta
crucifixión como un medio para colocar los pecados de la humanidad sobre
Jesús. (1 P 2:24; 1 Jn 2:2). En ese momento fue cuando Jesús se
convirtió en pecado para beneficio nuestro.
2 Co 5:21 dice:


“Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él.”
En la crucifixión Jesús llevó nuestros pecados en Su cuerpo y sufrió
en nuestro lugar. “Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por
nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su
llaga fuimos nosotros curados.” (Is 53:5). Recuerde: ningún pecador
podrá perfectamente complacer a Dios y ningún pecador ofrecería un
sacrificio perfecto a Dios; sólo Dios en carne, Jesús, podría hacer eso.


Así que, puesto que no hay nada que hacer que sea justo delante de
Dios, Is 64:6 dice que nuestra justicia son como trapos de inmundicia;
entonces, no podemos complacer con nada a un Dios que es infinitamente
santo y justo. Pero Jesús, el cual es perfectamente justo delante de
Dios el Padre, murió en nuestro lugar; lo que no podíamos hacer, lo hizo
Jesús.


Si Usted quiere escapar del justo juicio de Dios, entonces, Usted
necesita creer en el sacrificio de Dios. Usted necesita ser hecho justo
delante de Dios por Dios. Esta justicia de Cristo se le es dada a Usted
si lo acepta a Él, cree en Él y en lo que Jesús hizo. Esta es la razón
por la cual la Biblia dice que somos salvos por gracia a través de la
fe: “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de
vosotros, pues es don de Dios;” (Ef 2:8).


Cuando Usted cree en lo que Cristo ha hecho en l cruz, y no en sus
propias obras (ya que ninguna es lo suficientemente buena), entonces la
justicia de Cristo se le es contada a Usted; aún cuando sus pecados se
le hayan “imputado” a Jesús. Esto es como en un intercambio: Él toma sus
pecados, Usted obtiene Su justicia.


Una vez que Usted ha creído en lo que Cristo ha hecho, entonces,
Usted posee la vida eterna y nunca enfrentará el juicio de Dios.


“Mis ovejas oyen mi voz, y yo las
conozco, y me siguen, 28y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás,
ni nadie las arrebatará de mi mano.” (Jn 10:27-28).



Este artículo también está disponible en: inglés.














 

CARM ison
 

 


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