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domingo, 27 de octubre de 2013

Dibujos y profecías recibidas desde 1970 en adelante

Dibujos y profecías recibidas desde 1970 en adelante
Tercera Parte

Dibujos y profecías recibidas desde 1970 en adelante

Benjamín Solari Parravicini
Las siguientes psicografías son lo último que recibirnos, junto con la carta de Pelón (apodo de Benjamín Solari Parravicini) del 8-11-72, la que a continuación reproducimos
Para facilitar la lectura de la presente carta, aquí su reproduc­ción en letras de imprenta.
Buenos Aires. Noviembre 8 – 1972
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PAX
Mi gran amigo: Hoy temprano me apresuro a enviarle los men­sajes recibidos el Sábado de tarde y el Domingo antes de media no­che; es decir anoche, francamente me parecen magníficas, y creo contribuye a darle valor al libro en su final.
Si Ud. piensa lo mismo y está de acuerdo, le agradeceré le inclu­ya en el orden indicado por Fray José, el que me entregó también la frase que le incluyo, para colocar, dice, en el comienzo del libro y me recomienda en manera especial que le diga, que mucho pero mucho te agradece su obra en pro de la humanidad en caos, es la hora de gritar verdades sin ira, más con tangibles realidades que harán ver, meditar y cambiar de rumbo hasta el más confundido y extrañado en: el oscuro laberinto que se vive. Dice además que las indicaciones que hace, no son órdenes sino ruego y que le perdone por el retraso incó­modo. ¿Cómo están los suyos? Le repito, porque ya lo dije en mi ante­rior de hace unos días, que aún guardo el grato rato que pasamos con la encantadora presencia de su señora.
¡El tiempo escapó! Le ruego le entregue mis saludos agradeci­dos. Esperando sus noticias con su presencia, y con afectos a los suyos, le abraza afectivo.
Pelón.
Hasta aquí la carta.
En las próximas páginas los mensajes, que vinieron con esta carta,  la cual llegó cuando el Tomo I ya estaba en imprenta.

Una veloz carrera se desatará en la Tierra. El hombre vencido querrá alzarse ante la lascivia destructora de todo bien, y ésta omnímoda y perversa raptará a la Juventud y la destrozará. ¡Generaciones quedarán vacías!     
 

El vicio camina con su relajo total. El Joven en él se solaza, baila, desnuda sus vergüenzas en calles y escenarios, anulan su dignidad, en tanto el ateo ordena su continuidad, edificando con la anulación del Joven, el imperio mundial del mal. Mas, llega ¡la cruz!
 

Imagen fue de sí mismo el hombre de ayer, y se vio. Imagen es de sí mismo el hombre de hoy, y no se ve. Su mente es un laberinto infinito sin salidas, teniéndolas a la vista en su verdad.
Camina sin buscar, buscando en su búsqueda la búsqueda del camino que lleva sin buscar.
Tiempo pierdes, hombre de la música suelta y del cabello largo; sin ropas limpias, no tendrás jamás el espíritu limpio.
¡Comprende y entiende, porque ya es la hora y el grito llega!
Imagen eres de ti mismo y no observas.
¡Observa y verás! Serás.
 

El ateo marcha, grita, destroza, mata, envicia al joven, entorpece a la mujer, la maternidad se niega y la virilidad se arroja.
El caos es, en este imperio de males aceptados y aplaudidos, el Todo de Todos y Todos en el Todo, son ellos barro, pestilencia. ¡Asco! Mas todos en lo intimo escuchan su voz interior que les dice: apartaos, lloraréis, abrazad la cruz. ¡Ya ella llega! El mundo será en luz.
 

¿Qué sucede en el mundo afantochado? Los Títeres se les ve, mas no se les distingue en su sexo. ¿Por qué son así sus hilos manejados ante el asombro de la civilización que fue y que no se fue? ¡Por qué se olvidó a Dios! Y Dios les permite hasta el OM¿Por qué?
 

La ligereza de observación del hombre liviano, de la hora deformada en el que el mundo vive, le hará desencontrarse: ya sea en política, ya en religión, ya en familia y ya también en la ciencia.
En todo lugar será lugar de desencuentros y por lo tanto la hora del derrumbe. Comenzará pues OM. ¡Se avecina!
 

Ve. caminante amigo; sana tu sed de deseo en el saber de la hora en la hora de ser.
¡Ella será! Cerca viene: es la hora del decir, del enseñar, del llamar, de la protección. ¡Es la hora de Dios! Porque el mundo oscurece y debes ser luz en la luz que entregamos a tu mente desde el ayer. ¡Guia!
 

Caminante; por esta noche basta. Entrega estas páginas que nos entretuvieron ratos, entrégalas al amigo hermano Sigurd. Él debe guardarlas para cuando el momento se allegue, al momento que aguardo.
Todo lo nuestro tuvo siempre su momento y su depositario. El hermano de Santa Fe por su Santa Fe, es y será nuestro "guardador" por siempre. Él sabrá propalar el grito, que llega y la hora que se acerca. Agradezcole y le bendigo como a ti.
 

Caminante: el craso positivismo que habita y reina sobre mundo, observando va el acercamiento del intuitivo ser, que le desenmascarará y le desalojará.
Entonces el mundo sabrá la verdad de lo real y de lo irreal, que siendo hasta entonces será con toda naturalidad real, porque el hombre comprenderá al fin que ambas cosas fueron siempre una misma cosa, y esa misma cosa será la revelación total del Universo en su verdad espiritual.
¡El degradante positivismo rodará en la hora 11!
 

¿Adonde va el Mundo? ¿Adonde va el hombre? La iglesia de Cristo se apresta ya a la nueva regencia al llegar ¿Será el Otoño Romano, el tiempo en que el nuevo tiempo hable?
Sera porque la joven iglesia comenzó y dirá lo que dice el joven. La Campana Sacra anunciará lo inesperado. ¡Y lo inesperado será!
 

Viaja la leyenda del joven Mandarín, que un día de sol tomó su corcel y partió hacía la región del premio.
El llegó, tomó una pluma del ganso verde y regresó. Él con aquella pluma observó el decir y el espectáculo del redor y escribió, escribió no su decir, mas sí el decir del Celeste decir, y le entregó al envíado para su propalación.   
Aquel decir fue lluvia en el plantío sediento, y el Mandarín callé en el decir, porque el decir fue integramente dicho, y él se entregó a OM.
 

¡Amarillos! - Amarillos sobre el Mundo en invasión de paz - Amarillos con lección de entendimiento - amarillos en relaciones científicas -Amarillos, en determinaciones obedientes y mandantes - luego, ama­rillos en el Grito, y cuando el Grito sea: Amarillos enseñarán al OM y en América será y ... ¡Será!
 

¡Caminante!: prosigue tu andar - tu decir - tu cantar - tu orar - tu amor al prójimo - a la familia - al amigo - al necesitado - al que a tus puertas llegare - aunque en desagrado fuere. Caminante: tiende tu mano - tu enseñanza - tus mensajes - tu diario, porque es la hora del oscurecimiento - entrega nuestra luz, entrega nuestra paz.
 

Llegará la hora. luego de la espera - llegará la nueva luz de la fe, en la misma; y entonces los hombres que supieron del saber sabio; del hombre que se guardó en guardado espíritu de niño: el que aprendió palabra de las palabras, el que amó en el puro amor - ese - ese hombre, el que jamás olvidó a Dios; ese - ese será el que diga - Yo soy milla del mañana - soy el Trigo de Dios -¡y será!
 

Cae ya la lámpara de la terminada luz. La oscuridad se acerca, y los seres simples - los pobres de espíritu que nada dijeron, dirán verdades que aterraran a los que de ellos se mofaron, y ellos dirán en razón, porque "bendecidos serán los simples" - dijo Cristo ¡y lo seran!
 

La humanidad será herida de muerte por la flecha del amor, la flecha hará sentir dolor, mas placer en sincero y sano Amor, que llega sin visible actor.
 

Comienza el advenimiento de la Cruz Orlada, aún lo impide el caretón hipócrita de la civilización revolucionaria y el martillo de la gastada voz que fue rebelión - y cae - en fatiga.
¡Comienza el amor!
 
 
 
 

¡Caminante!
Una tarde será tu partida en un abril... dijo un poeta, y fue tu mente la que le tomó un día diciendo: partiré en un abril de melancó­lico otoñado... fue una tarde que leíste, y desde ese entonces aguar­das, ¡Oh!
¡No! Caminante: aún no es la hora, ni será tu abril - Tal vez en un mañana inesperado llegue tu abril, mas no en el instante en que tu misión es álgida y necesaria al hermano amigo, a los que te ro­dean, a los que a tí lleguen, a los que ciegos van - Entrega nuestra luz que llevas de nuestra mano, entrégala y serás.
 

Surge el amor y arrebata a la insidia su reinado vanal - inútil será que la derrotada causa intente reconquistar su cetro de maldad -inútil será, porque el amor será.
 

Llega ya el día y la hora en que el «monstruo›› materia estallará con sus armas y se derrumbará ante la exacta verdad. ¡Cristo! - Ante su Santa «Cruz orlada» y ante el bendecido amor.
- ¡Llega la hora del Sol! -
 

Llega la unificación de ideas - de procederes - de razas –
Unificación de la Babel mundana en la "Cruz Orlada".
 
 

La hora de las Tres Horas

¡Presto viene la verdad, de lo real y de lo irreal!... Se sabría entonces que am­bas verdades, fueron siempre una, y esa será la revelación del principio.
Avanza una nueva ideología, será tor­turante y en una diferente postura a lo visto entregará fuego, y luego oscuridad.
Los hombres hablaron sin fe, olvida­ron que sin ella, el caminar será, sin luz.
Caen las testas coronadas, junto a las que ambicionaron coronarse. Caen en el lodo y enlodadas dañarán hasta el cambio.
¡La traición entre los grandes del mundo llegó, más aún no es la reali­dad de su realidad la que será, en la hora once!
Lo imposible, es posible en el joven en repulsa que es en inutilidad de vida y es vida en condenación.
¡Podrá ser luz!
El joven en repulsa es un ser en des­arraigo que miente, esperanzado a solas en un reencuentro.
El joven en repulsa, es violento por­que teme al mundo, sin temer a Dios. Al que a solas aguarda, negándole en la calle; y en público luce a Cristo en su cruz.
La ciencia mata a la ciencia. La tec­nología a la humanidad.
El hombre jugó siempre con fuego y fue siempre víctima de su juego. Hoy lo hace con la bomba en fuerza ató­mica. con gases, computadoras, con robots. El mañana proclamará ¡des­trucción!
La inteligencia mecánica llegará a di­rigir al hombre cómodo hasta desacomodarlo. ¡Le intemará!
El arte absurdo, no lo será frente al cósmico real: que llega en su exacta verdad.
El arte intuitivo mostrará civilizacio­nes desconocidas que fueron. El pin­tor "videncial" dirá: ¡Aún están!
La pintura regresará a la pintura arro­jando los desperdicios materiales que usó. La basura regresará a la basu­ra.
¡La pintura será sol!
El arte depravado de la hora diez será... quemado.
El arte irracional será hasta el fuego.
El mundo verá al hombre en el día de la fatiga. Él será ciego, sordo, sin apo­yo, sin Dios, sin amor. Él querrá mo­rir, mas no morirá hasta ver, lo que no vio.

Puño cerrado

El mundo conocerá el puño cerrado y sin Dios. Luego el puño abierto abrazando en Dios. ¡Hermandad!
El proletariado marchará en el desencuentro, hasta el encuentro, luego: ¡Hermandad mundial!
La guerra de los tres lanzará ira en desencuentros. Verán sin ver, obra­ran sin bien obrar. Serán en el des­trozo. ¡Serán en el fin!
El "Niño Nuevo", dejará de ser muñe­co para entregarse a la responsabili­dad de la hora once. El Niño Nuevo será además joven y hombre en ma­durez.
El Niño Nuevo enseñará al adulto. El adulto escuchará, porque llegado será el fuego, y la hora de la procreación superior, y el instante OM.
Los padres del Niño Nuevo, respeta­ran sus manifestaciones asombrantes de joven y hombre. Si tal no lo hicie­ran serán ellos responsables de la muerte moral del niño salvador. El Alto les ajusticiará.
Una nueva educación llegará para el Niño Nuevo. Ella será superior, por­que el Niño Nuevo sabrá desde el nacer.
El padre del Niño Nuevo, deberá res­petarle su derecho de hijo en la "Nue­va Visión". Guiarle y cuidarle, hasta el instante en que el niño entregue su mensaje y rol.
El orden nuevo llegará, en un nuevo orden, que engañará de nuevo al hom­bre ciego. El nuevo orden será en el 2000.

¡Argentina!

La grandeza de la playa oculta será en la palabra "regreso". La palabra será: "Argentina". Será con ella prin­cipio. ¡Será paz!
La argentada playa mostrará al hom­bre Nuevo, y el hombre Nuevo enseñará ¡Amor!
Argentina: puerto de puerta celeste, de arenas de oro, de pastos verdes, de flores rojas. Argentina hablará al mundo y dirá: "Tierras tengo para el que supo en quemazón. Tierras ten­go para el sin hogar, para el huérfano niño, para el que de hambre padece, para el desposeído, para el enfermo, para el anciano. Tierra tengo para el que nace, y para el que debe nacer, en esta tierra de promisión. ¡Argenti­na samarítana del mundo!
Argentina en Amor; será en Amor para el que lloró, será en abrazo para el que cayó en el rodar del ciego, Argen­tina... ¡Samarítana del mundo!
Argentína tendrá su "Revolución fran­cesa", sin sangre y en triunfo.
Sangre en las calles, podrá ver la Ar­gentina en su prueba. Si no ve el ins­tante del hombre gris.
Argentina no será comunizada, lo fue sin saberle, y siendo no tendrá cabi­da, porque tiene... ¡Amor!
Argentina tendrá diferentes posturas a las posturas puestas. La suya será del mundo. ¡Será la cuarta!
La clase media salva a la Argentina.
En la Argentina una nueva Oligarquía democrática, será y será del pueblo en el pueblo, y para el pueblo porque tiene... ¡Amor!
Argentina tiene a su argentino ser en amor. porque a pesar del pesar, supo cantar y ver a Dios.
En la tierra Argentina un nuevo faro ¡Neuquen!
Argentina llegará a la clase social "única". ¡Será ejemplo!
"El hombre gris" en la Argentina será abrazo en la prueba.
Llega a la Argentina la grande prueba y en la prueba grande, verá sin ver hasta el instante de ver lo que... ¡no
vio!
Llega a la Argentina el tiempo azul. Tiempo que entregará un nuevo sol.
¡Argentinos! aprestaos el día de la mesa llega, limpiad vuestra ropa, humillad el carácter, perdonad la ofensa, besad al que llora, atended al que sufre. Si tal hicieres, entraréis en la paz de la hora azul.
Amor en amor será vida en vida en la Argentina de Sol.
Argentina pasará en pequeño, lo que luego pasará el mundo. ¡Será ejem­plo!
Argentina conservará sus parcelas como los hospitales sus camas, para el llegar del sufriente ardido por los humos. Será en caridad. Será OM.
Argentina es vacía, porque vacía debe permanecer hasta el dia de la llegada del hermano del mundo herido.
El Argentino ser, es y será en el amor, porque supo cantar y ¡Ver a Dios!
Argentina abrazará la tormenta que luego aprisionará al mundo. Argenti­na será en el triunfo. ¡Enseñará!

¡Latino América!

¡Latíno América hogar mundial será!
El hombre de bronce de Latino Amé­rica encontrará a su tierra, sin tie­rra, a su ser, sin ser. su vida sin vida, en el día del día, de la "Nueva Visión". Mas la visión nueva le entregará Dios y Amor. ¡Será en construcción!
Brasil ve sin ver, presto verá lo que no vio. Comprenderá y será fuerte. Abrirá la mano al que lloró.
Brasil será fuerte si conserva el costumbrismo que se discutirá.
¡Será con él!
Venezuela verá su paz en Amor des­pués de las lluvias, será fuerte por­que, será en Sol.
Venezuela tiene a Maracaibo - que no ve mas le verá porque será faro en la nueva luz.
Latino América verá en amor y sabrá de sus valores ocultos.
¡Edificara!
El guerrillero acribillará al que le creó.
El guerrillero se tomará en contra del guerrillero.
¡Se exterminarán en fatiga!
Caminante; tú que observas, ve ha­cia la playa de las arenas argentadas. Allí aguarda la paz.
¡Faro de faros!
¡Voz del justo en Argentina!
Argentina sabrá de la voz del justo, le comprenderá en su verdad porque Argentina fue siempre Amor.
Argentina estará en tropiezos sin es­tar, porque verá lo que creyó no ver. ¡Luego será!
El cantar del canto humilde no será cantado en las tierras en quemazón. ¡Será en la Argentina en unión!
Viajará el hombre ametrallado hacia el "sin fin" de un destino.
La voz del justo dirá: ¡Argentina! En­tonces el ser allí detenido curará jun­to al nativo y cantará.
El hombre en la Argentina escucha­rá: comienza ya el comienzo del co­mienzo. ¡Comprenderá lo que no comprendió, y... ¡Será!
Comprenderá la Argentina. lo que no comprendió por haber sido siempre en abundancia y sin dolor.
¡El mañana!
Los obeliscos de la luna hablarán y asombrarán.
El cráter lunar de los siete escalones circulares develará al hombre su se­creto.
La luna dirá de seres que alli fueron y son. ¡Dirá de la luz azul!
Los planetas dirán del hombre, de razas no humanoides, de belleza es­tética y poder mental superior.
La telepatía une al universo, el hom­bre será telépata.
La monstruosidad fea y deformada de los estraterráqueos es fantasía huma­na. ¡No existe!
El hombre nuevo creará una nueva conciencia en Dios.
La nueva conciencia guiará al hom­bre nuevo por el camino de la eterna paz. ¡Será de Dios!
Vida interior, elevación espiritual. Vida exterior, elevación material. Ambos serán... ¡Amor!
Los opuestos extremos empujarán al hombre hacia el regreso del primitivo existir y a la compaginación del alma en su potencia virginal.
¡Será en el comienzo ...
¡Hora doce!
Cuarta Parte

Cartas de Benjamín Solari Parravicini

Para mostrar también la faz humana de "Pelón" y así desviarnos un poco de sus profecías, hemos agregado el contenido de algunas de sus cartas. Nos costó mucho elegirlas entre tantas oirás, llenas de sabiduría y sapiencia, que demuestran la gran belleza interior de su persona.
Bs.As. 10/8/1971
+
PAX
Distinguida amiga:
                               Visita fugaz
mas de perenne recuerdo - esto me repito
y créalo usted - no olvidaré nunca la
tarde pasada con ustedes en ésta mi casa,
casa de ustedes.
¡Castillo de cuentos!
y la voz amiga
que se irá tan lejos...
Cómo he de extrañarlos
si parece un sueño
pero... no he soñado,
¡Castíllo de cuentos!
Mil gracias amiga por la visita - y por el rato
feliz que viví con sus versos, los que parecen
hijos de mi intimo sentir –
¡mi sincero y fuerte aplauso!
Tal vez algún día
asi sin quererlo
sienta la nostalgia
un poquito adentro.
Por eso le escribo - para que al leerme
pueda recordar a esta casa mía
¡La casa de ustedes!
Le repito mil gracias - Afectuoso.
Pelón
+
PAX
Mi muy estimado amigo:
Aun con la impresión grata de la valiosa visita de ustedes, esta­da que lamentablemente fue corta pero de abierto afecto.
A su familia la tendré presente en todo tiempo - son ustedes como soy y supe ser; ¡de hogar! Factor primordial para unir semejan­tes en amistad franca y sobre todo para cultivarse en sincera comu­nicación.
Créalo mi buen amigo - estoy satisfecho ampliamente con el re­galo de su amistad que agradezco a Ud. y por supuesto a Fray José -que fue el conducto realizador. Anoche, terminé de escuchar su au­dición radial - la última no  perdí palabra, quedé contento porque pienso lo entendí. Soy tan poco ilustrado en semejantes temas - soy tan pequeño ante su madura sapiencia pero... nunca es tarde para avanzar y si Dios permite... ¡Avanzaré!
Quedé aun más entusiasmado por la existencia de los obeliscos en la Luna.
Su maravillosa idea de publicar un libro con mi "historial" —el que, por supuesto firmará usted— me honra, yo había pensado pe­dírselo - pero para ser lanzado "post mortem"- ¿comprende? Porque justo es reconocer, las acciones personales se duplican invariable­mente.
¡El mundo es asi! - y en este caso no será raro que tenga que ser asi - de esa manera singular.
Yo seguiré enviándole todas mis páginas coincidentes a la temá­tica propuesta. Además dibujos inéditos con predicciones "no cum­plidas" y algunos otros ejecutados en el presente.
Será una tarea, que me hará feliz y pienso que nos hará felices.
La propuesta para el titulo me parece espléndida. Todo lo que usted resuelva será bien estoy seguro- porque nuestro Fray ha di­cho: ¡Llegó la hora, en la hora de la hora! Y tiene cabal razón. El mundo pierde su luz - pasará la oscuridad... regresará la luz.
¡Será el Reíno!
La semana pasada tuvimos con Generoso una palpable prueba, de la mano protectora de Fray José. Una tarde me dijo: Te llama por teléfono una señorita de Del Solar -parece que quiere invitarte para entrevistarte en la Radio Antártida - Te considera muy interesante. Atendí a la Niña y antes de pensar mi respuesta ante su proyecto, mi voz dijo: "Señorita - a pesar de encontrarme algo impedido por haber sufrido un accidente automovilístico estaré allí- a la hora que dice -me haré acompañar con un amigo, porque temo caer."
Agradecí después y después ella agradeció. La noche indicada llegamos al Hall de entrada de Radio Antártida como ya había prometido y fue aquí nuestra gran sorpresa - la Niña que allí aguardaba se dirigió a Generoso con muestra de afecto diciéndole:
¡Generoso! - ¿Me recuerda usted? Yo soy la hija de la amiga íntima, de su desaparecida hija - yo he visitado su casa y el taller del Sr. Solar en compañía de mi madre - en ese entonces yo tendría más o menos cuatro años y hoy tengo veinte.
Quiero hacerles saber que la predicción que Solari le hizo a mi madre antes de encontrar novio, íntegramente se cumplió - en aquel enton­ces Solari dijo: "Usted es joven (mi madre creo tendría 18 años), en­contrará pronto un buen partido - se casará y tendrá una hija (que soy yo) - su marido irá tras otra; se divorciará - encontrará un hombre bueno - grueso - brusco tal vez - muy celoso - con él se casará usted de nuevo - tendrá dos hijos varones y si usted sabe ser toleran­te y comprensiva será feliz - pero... más con sus hijos.
Asi fue Generoso - Mi madre se casó con el hombre bueno, grueso, celoso y brusco - tiene dos varoncitos y es feliz... mas lo es más, con sus hijos.
Es por esta causa que me atreví a llamar a Solari y a ud., Generoso, le esperaba - como siempre le acompaña y andan juntos.
Quedamos asombrados, con largo comentario.
Antes de salir de casa - delante de Generoso, Fray José me dijo -escribe cuatro palabras, para que ellas sean leídas en la audición -por la Señorita de Del Solar.
La entrevista que esperaba - no fue tal - fue una mesa redonda con cinco personas - incluyendo a la Niña Amiga y el tema fue: "Parapsicología".
Un sacerdote jesuíta -joven profesor de la Universidad de El Salva­dor llegó - se mostró en "superior" - cuando fue presentado.
La Señorita invitante le habló de mí y le mostró los trabajos míos de las revistas " Conocimiento". Las hojeó con displicencia y dijo, no me interesan los dibujos ni el contenido - me interesa el cómo los recibe –
Yo expliqué mi forma de trabajo y me respondió casi con desprecio
¡Ah! si, sí... como médium -
Comenzó la sección - la buena amiga hizo una apología tal vez dema­siada laudatoria sobre mi persona relatando mi predicción a su ma­dre y el total cumplido –
Al Reverendo - le cayó esta entrada como plomo en la cabeza – me miró incómodo y yo disimulé –
La Niña que dirigía el debate me preguntó si podía yo explicar lo que era Parapsicología –
Yo respondí: "Yo nada puedo decir sobre la materia, no soy científico solo puedo hablar de mi fenómeno y de sus derivaciones".
Se me pidió que narrara cómo empezó en mí esta cualidad fascinante - yo, expliqué con detenido detalle (publicado en "Conocimiento") -descripción que termina con las palabras que atribuí a Mi Cristo ruso - las que me aconsejaron seguir - Fe en la Fe - Esperanza en los designios - Caridad en los sentimientos - ¡cúmplelos y serás salvado!...
Aquí el padre dijo "Imposible - inadmisible para la ciencia - Usted habla de un fenómeno de audiencia y de otro de materialización -dado que a Usted le tomaron el cuello y le quedaron las marcas por un rato - Son dos cosas diferentes que no me explico".
Una señora, que nada entendía pero que se las dio de leguleya sen­tenció: "Algún amigo se metió en su dormitorio con los zapatos en­vueltos para no hacer ruido".
Yo sin amilanarme - les dije eso sucedió - sucede aún en mi y espero sucederá –
Mi amiga dijo: Aquí en "Conocimiento" leo que en su Taller una vez tocó el piano solo, estando la casa sola y el concierto que fue exclusi­vamente de Chopin fue escuchado largamente por sus vecinos - yo le pido Solari que lo relate - y lo relaté tal cual sucedió - por supuesto no se creyó— y se dijo: Alguien habrá entrado.
El padre dijo que tampoco científicamente podía ser posible.
Yo entonces algo amostazado le dije "vea padre - la ciencia podrá decir lo que ella deduce haciendo investigaciones múltiples, pero yo le puedo asegurar para los fenómenos Parapsicológicos - ella está muy lejos de estar en la Verdad - Además la ciencia jamás podrá pasar más allá de lo que el Alto lo permita - Si es admitida la voz y los hechos, en verdad separadamente, pero es admitida - debe pues re­conocerse, de que sí, la voz o las fuerzas se detienen y callan será inútil y le vuelvo a repetir, que los investigadores indaguen y sentencien - será inútil - Sería como querer ver una televisión sin ser prendida - o escuchar una radio sin ser enchufada."
El padre se alteró y como para cortar la polémica - dijo: "puede usted aclararme - a qué se refiere, cuando dice, el Alto".
"Padre - pues sencillamente a Dios", yo me di cuenta que él esperó que dijera - "espíritus" y tildarme, por supuesto de espiritista y calló.
Los comentarios generales fueron adversos y yo entonces dije ¡El mundo en su mayoría no quiere detenerse en creer lo que tal vez les hiciera bien y no trepida en tildar de mentiroso a quien relata verda­des serias!
¡Estoy tan acostumbrado a esas expresiones, que francamente no las tomo en cuenta! - Un día querrán creer y ver - mas será tarde.
La señorita de Del Solar - visiblemente molesta - por la contra sin razón tomó uno de los libros de "Conocimientos" y leyó varias premo­niciones que se habían todas cumplido - y eran de 1933 - cuando terminó de leer, el problema de la Natalidad - fue llamada por teléfo­no.
El padre - mostrándose casi iracundo pegó una palmada sobre la mesa y gritó con sorna y risa- ¡Bah!, eso ya estaba en el Vaticano, en el año 1933 - Y yo - sin poder evitarlo exclamé, casi contento "Vea la mesa: el padre como la generalidad de la gente, los que no quieren dejar pasar una realidad probada, ofende y trata a uno como a un mentiroso, simulador - quiero dejar sentado: a mi edad no me voy a prestar a semejante tontería".
No he venido aquí para fantochadas. Sé lo que digo y sé lo que hago.
El padre alarmado por su descontrol y resultado, se retractó diciendo: "no lo he dicho por usted - lo digo en general" “Igual padre - le contesté - no lo digo por usted - lo digo por el vulgo".
Aqui regresó la señorita de Del Solar y con alegre expresión exclamó: ¡"Acaba de telefonear una soprano lírica que está escuchando la audición y dijo: "Yo una noche escuché a mi piano en la soledad de la hora - tocar algunas notas - como dudara pedí en voz alta su repeticíón... se repitió".
Hubieron comentarios alegando "sugestión", la señorita amiga, que tenía en su poder el corto mensaje de Fray José, dado al salir - anunció: "Leeré ahora unas líneas recibidas por Solari Parravicini antes de salir para esta estación" y lo hizo delante ; de su amigo Ruiz de Sdarraga, él tuvo la recomendación de que fuera leida en nuestra mesa.
Y la Niña leyó: "¡Hombre! - es la hora de aprender a mirar la realidad del nuevo ambiente que vives.
Es hora de observar –
¡Hombre! - Tú no eres quien crees que eres - apenas eres la décima parte de lo que debes ser-.
La ciencia escasa - ha descubierto de que únicamente - la décima parte de tu cerebro funciona ¿y el resto?
¡Búscalo - es la hora!"
Todos quedaron de una pieza.
Una señorita tratando de quebrar el impacto dijo; "cuando una tiene ganas de escribir palabras bonitas - pues las escribe.
¡Eso es un poema!".
El reloj anunció el final del debate.
Después el padre escapó con un rápido saludo - seguido por varios y la del poema aclaró, ¡me esperan!
Mi buen Generoso que había asistido a la mesa desde fuera le encontré congestionado y temblando de frío - en enojo me dijo: creo que si no te da una manito Fray José - Yo la hubiera dado - yo al padre le estaba esperando para decirle: “Si en 1933 ya el asunto de la Natalidad estaba en el Papado ¿cómo no se conoció antes?
Ese problema fue tocado durante el último concilio; quiero entonces creer de que el Papa se lo trasmitió a Solari, o Solari entró a leer los asuntos religiosos - ¡desdoblado!
¡Los comentarios por supuesto risueños, duraron hasta el amanecer - diciéndonos... la mano de Fray José!
¿Qué piensa usted?
Le ruego como siempre me perdone la extensa charla - pero quería que esta anécdota probatoria de la ayuda del Alto - la supiera en su exacta verdad.
A la espera de sus noticias y con el saludo a los suyos, le abraza afectuoso
B. Solari Parravícíní
Le adjunto el mensaje radial
Pelón
B. Aires 8 de Setiembre de 1971
+
PAX
Mi gran amiga
Mucho le agradezco sus líneas afectuosas - es grato saber que mi contestación que hice para usted con sus mismos versos, le gustó -es que amiga mía - sus versos me llegaron profundamente, son tan intimos - tan espontáneos y vividos - cuando así se escribe delata un caudal enorme de exquisita sensibilidad - que usted no debe dejar aprisionada - debe seguir con mayor entusiasmo.
Vivir en poesía es cantar - y cantar es andar el camino de la Gracia -esto un día me dijo una flor - "Amigo mío: Es bella la vida cuando se es hermosa - ayer fui capullo - hoy soy gallardía. ¿Y mañana?
Mañana seré marchita, pero siempre seré flor en paz - porque fui poesía en mis días y ¡supe cantar!"
Sin más - reciba mi sincero saludo con participación del agradecido Generoso.
Suyo Afectísimo
Pelón
Bs. As. 8 de setiembre de 1971
+
PAX
Mi gran y estimado amigo:
Mil gracias por su interesante artículo que veo continúa, muy bueno en verdad y pleno de luz. Yo en diferentes ocasiones tuve que explicar y discutir el tema, con personas que no quieren ver, a pesar de tener el problema resuelto, montado sobre la nariz.
Vivimos un momento de incredulidad - por un lado - y desmedido afan de no dejar pasar - y destruir por el otro - ¿Cuál es la causa?
Yo en mi solitario andar - sin ser entendido, he tenido que librar batallas serias y resistir conceptos lastimosos - Fui denunciado en mi trabajo - en los días del Banco Municipal - como espiritista - ateo -como charlatán embaucador de gente que acudían a mi oficina - en verdad, acudían por diferentes consultas relacionadas al salón pero... y en finales que yo era un desequilibrado loco - Pagó mi pintura - Yo salvé siempre porque jamás me faltó ayuda del Alto, colocándome personas de bien - que se interesaron por mí suerte y mi obra - defendiéndo­me.
Créalo nunca me afectaron los cargos injuriosos, pienso que las ma­neras atacantes y condenatorias de los que se proponen destrozar, no nos debe incomodar y menos detener el paso firme que llevamos y por ello, marché y marcho.
Lamentablemente en todo esto, es la causa primordial la ignorancia del vulgo y la incredulidad de la ciencia cada día más dispuesta a observar todo caso nuestro, bajo la lente del fraude, o el trastorno patológico. Esta manera de proceder, que desgraciadamente se agudiza, aleja a la verdad, mata a la ciencia, la estanca, la bifurca, la confunde, la deshace. ¡El científico está ciego! - digo ciego cuando no infatuado, no admitiendo más de lo que él ve, dice y sabe, pero él no sabe que él ignora su propio alcance, alcance que él busca en el hombre.
Alcance cerebral dentro de lo que según él, es fenómeno extrasensorial, más allá de lo normal, lo que en verdad no lo es, porque, como usted bien sabe, existen fuerzas que aún se desconocen, pero que son naturales y fueron en épocas pretéritas - conocidas -.
Debemos convencernos; la ciencia ha quedado atrás y en el presente está en pañales. Nada o casi nada podrá adelantar, conseguir o ampliar dentro de los fenómenos humanos, con la forma que lleva, para enfrentar lo que exige paciencia y humildad.
El buscar la capacidad oculta será, si no es como digo, tarea difícil e improba de llegar a lo que el científico investigador se propone y repito; él piensa lograrlo con su sapiencia irreversible, la que cree superior a la capacidad del investigado, sin tener en cuenta que el fenómeno receptivo humano aceptado por él, muy a regañadientes, es semejante al receptor radial o televisivo; si el contacto no está dado, nada podrá escucharse en el aparato receptor: será todo inútil.
El ministerio que no devela aún la ciencia - no es misterio - es realidad no alcanzada por la ciencia corta -
¿No piensa Ud. lo mismo?
La sorpresa ante mí envío experimentada por usted me ha hecho feliz; espero será un recuerdo de éste su amigo agradecido, por su comprensión sincera, recuerde, usted me valoró sin conocerme - y muchos bien conociéndome no me valoraron nunca, condenándome muchos, como ya le dije, con diversos juicios desagradables.
¡En fin! El tiempo me va otorgando razón. Las "psicografias" - cantan - su publicación aún aquí repercute.
Como verá, le adjunto otra remesa de mi "memorial" - aún queda algo que continuaré enviándole - podrá entretenerse, y recuerde y no olvide. Todo este material es suyo. Puede usted disponer de él para lo que usted crea útil y necesario - en este momento de incertídumbre espiritual, pienso será un pequeño aporte para lo mucho que ense­ñar-.
¡Y bien! - No quiero distraerle más - le ruego mis saludos a los suyos. Generoso me encarga lo mismo y que retribuye agradecido.
Esperando sus noticias que siempre son placer - le abraza con el afecto de siempre.
Pelón
9 de Noviembre de 1971
+
PAX
Gran amigo:
Me apresuro en contestar su carta del 30-10-71, recibida esta maña­na. Mucho le agradezco todo respeto a nuestro libro y le diré; ayer le envié otras notas interesantes, que le gustarán. Su consulta sobre el asunto de nuestro amigo, le diré; "Un ser supe­rior Jamás puede descender de su alto plano" para desplazar a un alma de un cuerpo, por supuesto inferior a él, para usarlo en una misión que debe ser superior, y que bien mirado, dejaría por este solo hecho de robar un cuerpo a un alma, de ser "misión superior", y también por el hecho criminal de dejar el espíritu desplazado mar­chando a la deriva en el espacio de oscuridad turbadora, que le lleva­ría fatalmente a la anulación.
No es de Dios tal manera, ni lo autorizará jamás. El solo pensar irrita: es como si en la Tierra un rico robara a un pobre lo poco que tiene y que al rico nada podrá hacer con tal caudal y dejar abandona­do al infeliz por los caminos destinándole a morir.
No es de Dios la transmutación; en verdad veces hay que después de un accidente la "psiquis" del ser cambia, pero ello se debe a una afectación orgánica cerebral. Veces hay, que es para bien, pues apa­rece luego el accidentado con síntomas superiores (videncia, etc.), pero veces hay también que pierde luz, opaca todo o casi todo senti­do, que le lleva a un estado demencial transitorio o bien definitivo. El cuerpo y el alma, juntados en destino por la mano de Dios es y será de Dios y sólo Él podrá disponer de él en su futuro: nunca el Alto permitirá ese trueque a nadie para realizar una obra, que Él puede realizar sin intervención extraña. La Divina mano castigará terriblemente al que intentare destruirle su obra y mandato.
Si esto fuera posible, Dios hubiera desplazado a cualquier alma, para hacer nacer al Cristo, su hijo, entre los hombres. El necesitaba con urgencia colocarle sobre la Tierra y sin embargo, le hizo nacer del vientre de Madre. Esto da la pauta de lo que digo.
En el tiempo no existe tiempo de apuro que justifique semejante anor­malidad. Existe si el mandato y el mandato debe cumplirse, porque Dios rige a sus hijos, les ordena, les entrega los escalones a trepar y les atiende hasta en el más mínimo detalle en su andar, cuidándoles y cuidando que se cumpla lo que Él dispuso.
Las fuerzas contrarias, que arrastran al rebelde, al corrompido, al que desobedece y se aleja, esas fuerzas podrán sobre esos, pero te­men tocar a los que Dios porta, porque temen su ira a tal punto que escapan desesperados al ver una cruz o al escuchar una oración.
Yo tuve varios accidentes serios, estuve en grave estado de coma, en estado de delirio y ausencia, fui, si se quiere, materia para ser trasmutado, pero yo debía proseguir mi misión, estaba defendido, como lo estamos todos, por nuestros ángeles guardianes, y por su­puesto, no fui ni rozado.
Si tal cosa me hubiera pasado, hubiera sido la anulación del Divino Poder del Señor. No, amigo mío, estamos, como dije, todos defendi­dos en nuestra ascensión hacia el plano de superación que nos aguar­da.
Como le dije; si hemos llegado al lugar en que nos hallamos, fácil es ver, que desde que partimos caminamos en ascenso. ¿No es así?, basta observar lo andado para descubrir nues­tra constante superación.
Observamos al amigo, él sigue siendo el bueno y humilde de superándose como todos. Sí fuere "transmutación” , ya lo variamos con cambios "bárbaros" inimaginables; un ser superior en su cuerpo, le haria hacer cosas incomprensibles en este plano aun “tan poca cosa"; y ese ser desesperaría de su descenso buscado y sin causa.
Hay que cuidarse de las revelaciones absurdas propias de “brujerias negras". En ese plano se admiten creencias tales, primero por el fanatismo reinante en ellos, ocasionados por seres oscuros poco evolucionados y segundo por la ignorancia que tienen de nuestro Dios.
Ellos tienen dioses, que le ayudan a caminar el "embrollo" en que viven pero como esos dioses no son tales, sino son seres inferiores del bajo plano; son lúbricos, burlones, malos, y hasta perversos, que llevan al odio, a la corrupción, al crimen y a la muerte. ¡Demasiados conocemos los brujos en sus teorías y tareas de regir campamentos primitivos!
Desgraciadamente, el mundo se va envolviendo en esa espesa confusión, desastre que existió en las caídas de toda civilización, confu­sión que no debe tomarnos bajo ningún concepto.
Recuerde siempre: el ser dotado por el Alto - en misión determinada- debe con su ajustado sentido de exacto razonamiento, analizar hasta la pequenez de lo recibido - yo así siempre lo hice y rechacé siempre lo dudoso, lo absurdo, lo estúpido e infantil - porque igualmente es­tos pequeños seres engañan y molestan con una constancia de no creer - y por ello se delatan ¡Tanto malo pulula!, además, yo nada de dudosa estructura dejo de consultar a "Fray José", él que, a veces me dice: "Analiza hijo como se te ha dicho, con tu seguro criterio - Yo solamente te diré; sí y no" y así sucede, y luego de haberlo yo diluci­dado me agrega: "Hijo, bien lo has resuelto en verdad, con tu verdad- camina confiado en tí, debemos luchar con el derrumbe de la civili­zación actual".
Cuando se vive en fe - pero en el fanatismo - el ser humano enceguese, pierde su ubicuidad - se sumerge en un ambiente oscurecido, y se entrega al mensaje burlón, cruel, destructor, que conduce a la locu­ra, al crimen, y hasta el suicidio.
Fray José dice: "Hasta el fanatismo en Dios es peligroso, porque se cae en la "beatez" que entrega al mal, al egoísmo, a la vituperación, a la envidia, etc. - por lo tanto debe escucharse la palabra santa y proseguir andando con el ajusta­do sentido común.
Le diré; cientos de veces recibí mensajes dudosos, diciéndose ser "Fray José".
Fray José les deja hacer para probarme, yo analizo, descubro - y les arrojo sin ira - pero con compasión. Ellos se retiran en vergüenza y a veces con improperios de la más baja ralea.
Volviendo al tema del desalojo espiritual que como podrá ver no es así posible, se puede pensar en la reencarnación, hecho si que Dios permite otorgando el libre albedrío - para probar al que lo realiza y darle una lección.
La reencarnación es un atraso espiritual del ser que le busca y logra puesto que permanecerá de nuevo en el plano que debió superar.
En verdad es un "auto-castigo" - pues se nace en inferioridad a lo vivido y por último una cosa que olvidé; si nuestro amigo se salvó de su accidente "milagrosamente" es sólo por la mano de Dios - y no de un extraño ser, que si bien es tan superior como dice, no precisaba del humilde cuerpo de este muchacho bueno- ¿No le parece?
Estas cosas me han hecho recordar un caso que tal vez venga a esta ocasión.
Una noche fui invitado por un amigo a un "cocktail" íntimo. Asistí complacido y al rato de estar en su líving - con invitados en grata conversación - escuché que en una pequeña sala contigua se produ­cía una acalorada discusión entre varias personas.
El dueño de casa aclaró entonces: son varios amigos fanatizados por los espiritas y están allí haciendo hablar a una mesa de tres patas.
Como la disputa subiera de tono acudimos al lugar y encontramos a cuatro personas que gritaban en contra de un espíritu que según ellos dijeron - les quería convencer de que, uno de ellos no era hijo de su padre - porque él había sido "trasmutado".
Yo entonces, experimenté un vivo deseo de desmentir semejante pa­traña, pero en el momento en que me proponía a decir lo que pensa­ba - la mesa escapó de las manos de los contertulios y ante el asom­bro general fue a estrellarse contra el muro de la habitación hacién­dose trizas.
Yo pasmado - sin alcanzarme a dar cuenta de lo que veía - recibí un invisible empellón que me hizo llegar al living - trastabillando - ob­servando que todos salían de la salita en idéntica forma.
Uno de ellos cayó al piso y tendido vio a un diario desplegarse y pasar por debajo de él, de uno a otro costado sin arrugarse, ni doblarse, parecía una hoja de metal.
Acto seguido se hizo sentir un ronquido que llevó a todos a escapar hasta la calle.
Pasado el sofocón supe después por uno de ellos que me visitó que ellos pertenecían a un grupo afecto a semejantes reuniones y que él se sentía el día entero como tomado por alguien que le inducía a realizar actos "raros" que no aclaró.
Al tiempo se suicidó - otro de ellos enloqueció - el año pasado falleció entre visiones.
Sin más por hoy y con el apuro que experimento porque Usted com­prenda y quede tranquilo por el amigo humilde y bueno que quere­mos - con saludos a la buena amiga "la joven de Leo", a los hijos, le abrazo cordíalmente, esperando verle pronto por esta.
Su af. amigo
Pelón
Bs. As. 18 de Noviembre de 1971
+
PAX
Mi gran amigo: Con franqueza me dejó preocupado el caso de la Sra. Otilia A. Y me preocupa, no por el caso en particular, mi amigo, sino por el concepto confundido que tiene y tienen sobre la misión del ser, desde que es concebido.
Un alma podrá reencarnar, en el momento en que el "numen" se forma; es allí, en ese instante, en donde el ser a venir comienza a ser del mundo, y de su destino nadie le podrá desviar y menos "raptar". Unicamente Dios lo podría hacer, si tal cosa Él resolviera, hecho muy dificil, porque Él ya dictó el destino. Es lógico.
“La vida es Misión" escribió José Mazzini (nacido en 1805, falleció 1872); ilustre pensador y luchador patriota por su Italia.
El dijo: "La vida es Misión; cualquier otra definición es falsa y extravia a quien lo acepta."
La religión, la ciencia, y la filosofía, dispares todavía en muchos pun­tos, están de acuerdo hoy en uno - en el que todavía no se ha desmentido. ¡Toda existencia lleva un fin!, y un fin de superación cons­tante.
Dante, hace cinco siglos así lo dijo, cuando habló del "Gran mar del Ser”, en el cual todas las existencias eran guiadas por la "Virtud Divina” hacía diversos puertos astrales de elevada espiritualidad llamada azul.
Todavía somos jóvenes en ciencia y virtud y una tremenda inseguri­dad pende aún sobre la determinación de los fines particulares hacía los cuales debemos dirigirnos. Basta entonces aplicar (como tantas veces lo dije) la seguridad de la lógica para saber que parte de cada uno de nosotros debe transformar o cambiar, siempre con el consejo propio y no de seres invisibles o de hermanos prójimos que pueden ser perjudiciales, por la sencilla razón de que cada uno - vive su plano y en él debe luchar sólo y por supuesto, como dije, por la eleva­ción espiritual en él más y más cada vez - La vida no debe ser una simple y pueril existencia vegetativa, o en fuerte palabra... animal.
La vida es "Misión" y por lo tanto el deber es su ley suprema - en comprender esa misión y cumplir ese deber está el medio de todo progreso futuro y se halla el "secreto" del periodo de vida consignado e incambiable, en el cual después de la "humana", seremos inicia­dos. La vida en verdad es inmortal, pero la manera y el tiempo en que se produzcan las evoluciones a través de las cuales progresamos - o progresaremos según obremos - es decir ¡se halla en nuestras manos!
No debe olvidarse: cada uno debe purificarse la propio alma - como si fuera un templo, separarlo del egoísmo y de bajezas - enfrentar reli­giosamente el problema de la propia vida - Ponerla en manos de Dios, interrogando a las propias facultades y adaptarlas resueltamente, incesantemente con el pensamiento - con la acción en todas las vías que pueda seguir para la satisfacción de esa necesidad - escuchando las voces del propio corazón - siempre guiado por el Tutelar único -por el "Guardián Ángel" que lleva de la mano - para ayudar a no caer y levantar de los tropiezos.
Cuando nuestra alma haya entrevistado su propia misión - hay que seguirla sin detención - seguirla hasta que las fuerzas lo permitan -asistido por el Yo - el Ángel como dije, bendecidos por su amor - o atacados por el odio de los bajos seres humanos -y de los oscureci­dos Astrales- que casi siempre rondan en torno de los que ven y andan el bien - Por ello hay que ver bien.
El camino claro se vislumbra ante el claro espíritu - seria cobardía dudar de él, por palabras engañosas que surgen de sus costados -debe caminarse con el pecho henchido de Fe - debe andarse cantan­do al universo conversando con los astros en luz, y de manos tomadas del Señor -- ¡Se debe llegar hasta el fin, y en triunfo!
Cuando nos convenzamos, como dijo Fillmore, de lo que nuestra fidelidad a la misión representa, nos regocijaremos al ser fieles a las grandes verdades que eventualmente - lograrán establecer la época en que la muerte y la sepultura no existirán, recuerde: - "y la muerte no existirá, más tampoco habrá tristeza - ni llanto - ni dolor; porque, las cosas de antes han pasado"
Y le dejo por hoy ¡mi buen amigo!, rogándole mis saludos a la "joven de Leo".
Saludos igualmente a los hijos y mi cordial abrazo acostumbrado para Usted.
Pelón
8 de Junio 1972
+
PAX
Mi gran amigo:
Recibí la suya del 30 de Mayo y me apresuro en contestarle; sus declaraciones me agradan, por coincidir conmigo. Respecto al programa de TV de Tu Sam - al simpático J. Press -lo que me cuenta me alegra; esa noche algo perdí por tener gente en casa.
Asi como el papelón que pasó el médico delegado del Colegio Médico, en esa audición; siempre como todos los inferiores que no quieren admitir nuestra sabida realidad, con el constante afán de ridiculizar al que buenamente, como en este caso, se presta a favore­cer las exigencias de estos señores, explicando las experiencias vivi­das, en pro del avance de lo que los investigadores sanos buscan.
Así pasó el papelón aquel sacerdote profesor de Parapsicología ¿re­cuerda?, en aquella mesa redonda radial, de la que yo fui "panel". ¿Tie­ne presente la prueba final del pequeño mensaje que yo recibiera antes de salir hacia la estación?
La táctica de los investigadores, no sé porqué curiosa causa, siempre infatuados y condenatorios, hasta acusar sin respeto algu­no, de mentirosos o visionarios y hasta de enfermos.
Yo siempre me he preguntado ¿Por qué llaman a "científicos" para estos asuntos, que nada los pobrecitos "sabios" entienden y menos hoy día a los que se titulan de "Parapsicólogos", si a gatas saben leer el título, e ignoran totalmente el fenómeno?
Recuerdo que a ese Reverendo yo le dije: "Señor, entre Ud. y yo, que vivo dentro del fenómeno que Ud. intenta investigar, existe una linea divisora, la cual Ud. jamás pasará en tanto el Alto no lo permi­ta".
Picado entonces, el Padre me preguntó con fastidio: "¿Y qué en­tiende Ud. por el Alto?"
"Padre - le contesté - demostrándole un algo de lástima ¡Simple­mente... Dios!"
Es así, amigo; si las investigaciones se hicieran con humildad, interés y amor, sin ofender con actitudes de superioridad desmedi­das, sería otra cosa.
He leído detenidamente la carta del Ingeniero Lobaczewsky y le hallo razón en mucho - usted puede, en su sincera explicación que ese señor experimentó y estudió serenamente apartado, como él dice, de sus cinco sentidos y de los inútiles y diferentes aparatos materiales, agregando: ¿Hasta cuándo vamos a seguir como niños testarudos e ingenuos insistiendo en las investigaciones del fenómeno cuyas ca­racterísticas y nivel se nos escapa por completo tomando en cuenta nuestro grado lamentablemente bajo, en lo que se refiere a nuestra evolución espiritual, psíquica, científica y tecnológica? Nos encon­tramos recién en pañales de la evolución, amigo mío.
Este concepto coincide con una "psicografía" mía publicada en el N9 378 de "Conocimiento" - en la página 78 - No 290 - que dice: Fuerza científica en el mundo "minidesarrollada" - ante el cúmulo de siglos que posee el planeta y los planetas. ¡Saben en pañales sobre un Uni­verso Viejo! - Más adelante (292) dice: "El científico debe alejarse del encastillamíento infatuado que le ciega". "El joven lo hará y... verá."
Más adelante aún (294) dice: "La pequeña ciencia percibe la verdad -La Ciencia Astral transmite - más la nuestra pequeña no capta aún -mas captará (a su hora)" - y al No siguiente 295 - prosigue: "Ante las constantes visitas de navieros extraterrestres la ciencia negará - lue­go dudará y por fin dirá: ¡Verdad es! - Nuestra sapiencia ha quedado atrás ¡Siglos nos vigilan y contemplan! "-
En el No 231 - pág, 68 - dice: "Poderes superiores acudirán a la Tierra en ayuda y orden - serán desoídos y sucumbirá el mundo en mise­rias y castigos - Su ambición castigada junto con su soberbia le mató"-En el No (230) dice: El Universo Poderoso observará a la Tierra en su ceguera y lo guiará, pero la Tierra poderosa y grande en el infinito Universo como el hombre proclama, sabrá al fin de su pequeñez y caerá - Después en el No 83: "La ciencia incapaz de decidir los pro­blemas astrales tan repetidos, no confiesa esta realidad y la niega y la negará, lo que el científico sensato y estudioso sabe y calla por saberse pequeño. No (84) La ciencia ha quedado niña, ante el surgir constante de los "OVNIS". La caja de sorpresa día a día depara un nuevo conejo y ... ¡qué conejo! -La ciencia incapacitada en conocerlo lo niega - La ciencia crece -más... ¡No es! Por ello dice el No (91): "Científicos ahondad en esta importante hora de transformación y reencuentro - el estudio del poder cerebral - adormecido - (sólo el 10% se conoce) y aún no inves­tigado - por lo tanto id hacia la clarividencia - la hipnosis en sus diferentes planteos; la psicokinesia, la telestesía, la mediumnídad, la ectoplastia y el metagnomo. Id a la acción Telérgíca del Volpot, a la híperfísica del electrocervical, del Neurón en su total poder descono­cido. Buscad a través de estos tópicos y algunos otros (glándulas) en derivación hacía la 4a dimensión. Llegad a la Parapsicología - (con todo cuidado y respeto). ¡Es el instante! (si no lo hicieran serán en el castigo de la ceguera- ¡No pasarán!"
92 - "¡Ciencia! despierta y madura tu conocimiento aún joven. Los viejos siglos exigen profundizar no polemizar - (perdedero de tiempo) - Exigen ver y no negar - (es solución) –
El profesor viejo es Terquedad. El profesor joven es Timoralidad - y ceguera - por falta de dedicación paciente y detenida - y por ausencia de fe en sí mismo - se acerca el joven que verá - es promesa."
93 - Después de la grande prueba - La ciencia negará aún - pero el mundo lo verá- (sin temor) El motivo ofrecerá discordias.
94 - La ciencia ante siglos de experiencias superiores - proseguirá pequeña, querrá develar (la aclaración sobre los términos usados en esta página se encuentran al final) hechos astrales, querrán saber de existencias planetarias más no podrá. Negará entonces (como siempre) evidencias tangibles por re­conocerse ineficaz frente a ellas. ¡El hombre se atrasó milenios!
95 - "Científicos que buscáis lo que no deben y no estudias lo que debieras... (96) - ¡Tiempo pierdes!"
El ingeniero Lobaczewsky dice: Hace falta ser un poco humilde para poder vislumbrar la real realidad y no pretender cosas inalcanzables.
63 - "Hombre banal - vigila tu condición y bien comprende; nada tienes, porque jamás poseíste amor de amor - caridad de caridad - ni fe en verdad de fe".
Este señor - cree que el camino es equivocado - ¡No lo es! - lo que sucede es que se hallan (y nos hallamos en la era del confusionismo) en un laberinto que tendrá la segura salida con la reflexión serena y detenida (como dije), sobre lo expuesto. Además; estudio de hechos -recopilación y comparación de experiencias y sobre todo, gran respe­to al declarante. Se debe recordar, de que, en nuestro campo cual­quier fantasía al parecer - puede no serlo, y más aún. ser muy seria realidad - La desconfianza y la duda son los escollos que atrasan. Hay que escuchar, deducir con tacto y aguardar. He pensado siem­pre, que aunque uno se halle frente a una falsedad, un fondo existe de verdad; verdad que fue la que llevó a construir la fantasía, y esa verdad puede ser luz - Nada debe desecharse - si se quiere saber y llegar.
El amigo dice: "Los extraterrestres nos esquivan, hablan con los ele­gidos, y ello duele. ¡No hay elegidos! y nadie debe dolerse por sentirse marginado. Se debe aguardar - los extraterrestres vigilan - y saben cuándo y cómo deben hacerlo. En cierta ocasión tuve yo una sencilla explicación al caso. Para estos seres superiores - el mundo es como si fuera una habitación a oscuras, y que ésta se hallara repleta de velas - algunas encendidas, otras sumamente brillantes, otras ya al terminar, y la mayoría aún sin prender.
Las en luz, que son las que ellos divisan, saben que son seres inicia­dos, prácticamente plenos o terminando - por supuesto sin perder su cualidad, y a ellos se dirigen; no por elegidos, sino por sus sensi­bilidades adquiridas.
Las no prendidas, no las ven y si así viven es porque aún no conocen nuestro plano, y así proseguirán hasta que ellos se encuentren o bien no. Usan la Telepatía - generalmente - y a los que comienzan les entre­gan el "presentimiento", que es el segundo comienzo. Por lo tanto hay que aprender a esperar. La cámara fotográfica rusa - que tam­bién se refiere el Ingeniero, no pasará a mucho, pues hay seres hu­manos que poseen tal cualidad, y aún más desarrollada. Ven las auras de las plantas en general y como usted bien sabe, hablan con ellas.
Tratar de investigar al extraterrestre y a todo fenómeno paranormal (que en ellos son normales, inteligencia cósmica) no es pretencioso. ¿Es acaso pretensión el que­rer conocer y hacer relación con los vecinos? (sin exigir). El término investigación siempre me molestó - es un término que ofende desde su principio –
¿Nos agrada a nosotros que se nos investigue? En verdad que no. Yo digo: entablar relación con los extraterrestres, y también, tratar de conocer lo desconocido.
Habla también del alma - en verdad está en lo cierto - mas no del todo. El alma o espíritu en otra faz - no por el hecho de haber aban­donado la materia, su "mente pensante" - que jamás termina - no cambia, mas sí evoluciona, como lo hizo en la Tierra. Es cierto que marcha hacia un mundo más evolucionado - según el que merezca­mos - eso si, puede comunicarse telepáticamente por medio de inter­mediarios que les son destinados - "Superiores" - los que según fuere su misión, pueden transmitir "precogniciones" - permitidas o nece­sarias al mundo. Estos "ángeles guias - guardianes" - cumpliendo el mandato de caritativa ayuda, a su vez se elevan - jamás se termina la elevación espiritual en esta forma. El amor al prójimo es aquí, y será allá por siempre, en misión, porque lo es, - no quepa duda. Su ami­go, termina resuelto a llevar una vida de desarrollo espiritual - sien­do cada día mejor - y amando al semejante.
Está él justamente en lo cierto - pero no tiene porqué aislarse, si esto hiciera sería anulación - ¡Un Santo triste, es un triste Santo! No verá a Dios. La vida de búsqueda debe ser mundana, alegre, afectiva, sin temores y saber hablar con Dios.
Sin más, y con el afecto a los suyos le abraza.
Pelón
Bs.As. 10 de Julio 1972
+
PAX
Mi gran amigo hermano:
Temprano de mañana llegó Generoso desorbitado exclamando: "lo que te traigo en las manos es lo que menos esperas - abre bien los ojos - es el libro de tu vida - que te envió el señor von Wurmb"
Expresarle a usted querido amigo la emoción que ambos tuvimos al abrir el paquete no es posible - confieso se me cortó la palabra y las lágrimas escaparon íntimas sin poderlo evitar - al buen Vasco le su­cedió lo mismo cuando halló uno para él y dedicado jamás en la vida tuve regalo y emoción mayor.
Su libro es en verdad una obra de arte - desde la tapa hasta el final salta a la vista el amor que en él usted ha puesto, y el sincero afecto que usted guarda para esta pobre persona que no mereció semejante deferencia - felicitarlo es palabra pobre para poder significarle mi sentir - si existiera otra superior a ésta pues esa sena la que expresa­ría hasta el cansancio, agradezco desde lo más íntimo del alma su trabajo y sacrificio, como también el envío de los 50 ejemplares los que escatimo, a pesar de tener que cumplir con mi larga familia y algunas amistades de causa que ya ponderan en asombro todos -Hice llegar el tomo a Pakula por medio de Generoso, éste me dijo:
Vieras - ante el libro quedó anonadado porque él, según expresó, esperaba algo como "Conocimiento".
Tengo opiniones felices - algunas ya me han dicho que lo han leído y releído - otras que es un libro de tenerlo siempre a mano, para tomar cualquier página porque la que no enseña, entrega música y senti­mientos adormecidos - entrega paz - Amigo mió sea en usted mi más grande abrazo el que a pesar de mi edad aún es fuerte y de fuerte corazón - y le ruego lo haga extensivo a la gran colaboradora "La Niña de Leo" - pues ella también fue "alma mater" -de la obra ¿Cómo sigue su salud, y usted sus dificultades? - Creo ya todo se habrá normalizado - vuelvo a repetir - no habiendo otra pala­bra con que expresarle mi profundo reconocimiento - ¡Mil y mil gra­cias!
He leído las páginas del Ing. Zelaya en su pregunta; ¿Cómo diferen­cia usted un mensaje de un ser espiritual altamente evolucionado de un mensaje de un ser extraterrestre - con un cuerpo físico similar o parecido al nuestro - aunque mucho más evolucionado? Él contesta bien - en explicar que las experiencias son personales y no tienen nada que ver con conceptos y experiencias de otros sensitivos que pueden estar o no de acuerdo con este tipo de bibliografía - muy común en estos tiempos que explican toda una fenomenología rara -aceptada - y que también puede ser rotundamente negada. Usted sabe mi querido amigo que cada sensitivo por lo general se cree su­perior a los demás y dueños únicos de la verdad, sensitivo sin humil­dad jamás será en el plano serio - la lógica lo dice y lo repiten de arriba - no existen señorones infalibles repletos de teorías y termino­logía casi no entendibles - que se dicen profesores - psicólogos -parapsicólogos - etc.- estos, cuando menos piensan, una semillita les hace resbalar y caer ¿Recuerda mi caso con aquel enfatuado pre­lado profesor de psicología y parapsicología - que después de querer hundirme quedó planchado con el pequeño mensaje que yo recibiera antes de salir? - que más o menos decía "Hombre; tú no eres nada -entiende - aprende y comprende. La vida espiritual que nos rodea -convive y protege, no es altiva - es por el contrario sencilla hasta lo no creíble"- Usted conoce mi obra desde que comencé - mi Ángel amigo (todos tenemos un ángel) - que me enseñó y dirigió, a esta pregunta me dijo siempre; "Se conoce fácil el mensaje en su origen -primero por mi advertencia - y segundo por la manera de expresión -simple resulta en la vida diaria del mundo, conocer telefónicamente por la manera de expresarse, a qué persona pertenece la voz que llama; si es conocida o si es - de un alto personaje, de un joven jovial, de un doctor de leyes, de un médico, de una persona del montón, de un hombre o mujer inculta, de un humilde obrero, de un buen niño, de una persona canalla, de un truhán mentiroso, y en fin, de tantos y tantos, que de continuo llaman. Exactamente sucede con las psicografías; el trazo les delata y, por supuesto, deben alejarse.
Gracias a esta sencilla enseñanza, a mí me resulta fácil distinguir la verdad o falsedad del que se acerca. Además pregunto al tutelar, el que a veces ni contesta, ríe o queda en silencio, para observar mi capacidad.
El silencio es otro fenómeno que poco se explica, y es exacto: calla la voz o paraliza el lápiz, cuando el que llega no es merecedor de ser tenido en cuenta.
Los seres, que se dicen altamente evolucionados, exactamente se les reconoce haciéndose una reflexión terrena. ¿Qué interés puede tener este ser de elevadísima cultura y cargos en llegarse para hablar con humanos, que no están en ese plano y no le comprenderán jamás? La mediocridad les repele y ni se acercan.
Ahora, cuando es un ser de nuestro plano y de nuestra cultura seria, el sí llega, pero a los que con su preparación coinciden - vienen en misión de enseñanza y de perfeccionar conocimientos que deben emplearse en el bien; si esto no se hiciera, se retiran o confunden, para no permitirles desbordes; cuando se percibe "fenomenologías" asombrantes ¡cuidado! - son inferiores que infiltran el mal, manejan­do el bien para provocar lo que tanto vemos. Por ello, nunca debe entregarse con entera creencia además; el tutelar, que siempre está en Cristo salva al que lo merece. Hay otra causa, que delata al mentiroso; es la polémica. El buen ser no tolera pérdidas de tiempo; él enseña, recalca con bonanza y se retira, hasta que esa "clase" haya dado su fruto; entonces regresa para proseguir.
Todos vivimos nuestros planos, y con los que ya han llegado a ellos y prosiguen su evolución, es con los que nos comprendemos y apren­demos a marchar en superación. No olvide; el insecto mora bajo el mueble, no podrá jamás entenderse con los señores, que junto a ese mueble se sientan, ni comprenderán el uso de los objetos que sobre éste se encuentran.
Este Sr. Zelaya habla de los tres tipos de mensajes que recibe, con diferentes manifestaciones. Al respecto nada puedo alegar, pues como ya vimos en un principio, cada sensitivo tiene su diferente manera y hay quienes llegan a estado de éxtasis, como a él le sucede. Creo que estas diferencias se deben a las distintas constituciones orgánicas, que ya traemos desde que nacimos.
Yo, como le digo, nada puedo alegar, ni rechazar, desde el momento que Ud. bien sabe, yo no experimenté jamás manifestación alguna. Solamente escucho la voz del ángel en aviso y el que humildemente me ruega atenderlo o atender a quien con él se acerca y así es que estoy dispuesto.
Esto me lo enseñó desde un principio; nada debe hacerse en desga­no, como nada debe hacerse sin el propio sentido común, si así no se obrara se corre el riesgo de anular el yo - y anulado el yo, la vida será vida perdida y exige el "Volver a empezar" - en un dudoso mañana. Yo muchas veces caí en esa falta, preguntando ¿Qué hago? Él me con­testa siempre: "lo que pienses". Otras veces me dice - "sí" (o "no") y lo hago porque eres tú el de la dificultad, y sólo y con Dios debes resol­verla. ¡No te anules!
Si mi asunto sale bien, me felicita - si mal sale me hace ver que estuve en prueba y fracasé. Eso sí jamás abandona - y sin decir -presta su ayuda. Conversamos como amigos viejos constantemente y a toda hora reimos, comentamos, hacemos obras de diferentes clases. Veces hay que somos interrumpidos por alguien que llega, o por teléfono o puerta de calle, etc.
Pasada la dificultad proseguimos como si nada hubiera pasado. Ve­ces llega Generoso u otros amigos que se sintieron atraídos en venir y hablamos todos. Y para todos hay guía, consejos, enseñanzas y afectos. Además permite la llegada de otros seres para encontrarse con las visitas. Vuelvo a repetirle, las experiencias son diferentes. Los casos telepáticos también son diferentes - siempre es el tutelar que rige - claro está que muchos sujetos no perciben por no ser ap­tos.
Respecto al proyecto conmigo - lo que siempre mi tutelar me prohibió por considerar "circo" desconfianza constante en sí mismo, afán de progreso sin preparación, busca de fenómenos astrales, etc. etc. hoy me dice: por qué ese empeño de prestarse a burlas, confusiones y sobre todo por qué querer constatar en forma tan espectacular lo que a solas se sabe mejor. La humildad entrega saber, y el saber no existe sin recato y sencillez humilde.
Nadie enseña sus desnudeces por el sólo hecho de saber quién es el mejor formado - no se trata de concurso - se trata de deducción mediativa, de retiro en desierto. Hay que recordar y repito; cada uno vive su plano y sólo en él se avanza sin rebusques terráqueos de infatuados términos, infiltrados, no sólo por los que se titulan supe­riores, sino por los comunes seres que pululan y que hasta cierto punto en misión colocan vallas para evitar lo que hasta ahora no debe saberse.
Si Dios hubiera querido entregarnos la íntegra verdad ya lo hubiera hecho, sin tanta ciencia en juego, la que quedó atrás, porque debió quedar, dado el mal uso que de ella se hizo y se hace. Ya vendrán días de luces nuevas y se verá entonces el tiempo perdido y mal empleado. Se apreciará la sencillez de lo que hoy parece intrincado, y sobre todo, se verá que sin amor a Dios y al prójimo nada podrá construirse.
La humanidad debe igualarse, unificarse en saberes lógicos, menta­les, organizarse en toda costumbre íntima y sexual, respetarse den­tro de la misión.
Hoy ya llega el joven en sapiencia sencilla, humilde superior y sin ruido - llega el "joven-Cristo"- el que dirá y hablará lo que tal vez no le quieran creer y hasta reirán - nada será obstáculo, llegó la hora del "joven-Cristo" - llegó la hora de la verdad en la verdad misma, llegó la hora del principio de los principios, porque llegó el "Niño Nuevo".
Mas el hombre aún no verá - proseguirá en buscas inútiles, por care­cer del apoyo del Alto en su saber - El hombre proseguirá en su soberbia, más caerá presto - poco resta - el castigo será en el castigo de los tres castigos - después el nuevo hombre alzará al que quedó, y no olvidar: "La humildad morará en la sabiduría del Reino - y el Reino ya es en llegar".
Hombre meditad - es la hora del "Joven-Cristo" y él hablará -
Caro amigo, perdóneme este correr sin fin - pero es la palabra que recibo siempre, y es el momento de la nueva luz en nuestro plano -es el principio del 2000 - y del despertar del misterio que aún hoy no se descorre ni se descorrerá - El estudio debe seguir en estudio, pero será en derivación - será sin ser más será siendo - y siendo se sa­brá... ¡es la hora!
De nuevo mi agradecido agradecimiento por todo - y a todos los su­yos.
¡Mi más intimo abrazo!
Pelón

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PAX
1 de Agosto de 1973
Queridos hermanos amigos:
Ante todo perdón por mi tardanza, pero esta tardía contestación se debe a mi poca condición aún de hacerlo, debido a, como ustedes saben, a la precariedad aún de mi salud, que no quiere recuperarse del todo y de la desgracia sufrida con la pérdida de mi hermana pre­ferida Lola y de la gravedad de la otra. Mercedes, la cual no sabemos si amanecerá noche a noche.
¡En fin! Estoy en un profundo pozo que trato de sortear, pero poco me ayuda la vejez.
Gran noticia la conferencia de la Srta. Amondarain sobre mis y nues­tros trabajos en el Club Español de Rosario. Será a no dudar un éxito, máxime con la ayuda de las diapositivas que estoy seguro mis queridos hermanos estarán trabajando, con el ahínco de siempre.
"Niña de Leo": las ponderaciones a sus versos son pocas para mi pobre persona, pero muchas para quien sinceramente admira la be­lleza del juglar, como yo lo admiro; por ello mil aplausos a la "Niña de Leo - que sabe cantar".
Queridos hermanos, les ruego no me juzguen de ingrato, ni de falta de atención hacia ustedes que estimo y debo tanto, pero honesta­mente mi salud aún no me permite explayarme a gusto, como lo supe hacer - me cuesta escribir; aun la fatiga persiste.
Generoso y flia. me encargan agradecer sus saludos haciéndolo tam­bién.
Sin más, les abraza como siempre su siempre amigo.
Pelón
· · ·
Ésta fue su última carta.
A pesar de su buena voluntad, ya no recuperó su salud.
Generoso lo internó en el Hospital Británico, donde lo visitamos.
De allí regresó a su departamento en la calle México.
Pero ya no se levantó más, y nuevamente fue internado, esta vez en el Policlínico Bancario.
Allí falleció el día 12 de diciembre de 1974. Su cuerpo fue sepul­tado en la bóveda de su familia en el cementerio Antiguo de Recoleta.
Así perdimos físicamente a nuestro Gran Amigo y Hermano en afecto Pelón; pero espiritualmente estará siempre con nosotros, jun­to con Fray José de Aragón y nos ha dejado para ello su hermosa Cruz Orlada del Nuevo Milenio, como guía y protección.
En su memoria hacemos este segundo tomo de sus profecías y algunas de sus queridas cartas.
Con Amor y Humildad.
IA CRUZ ORLADA
Una noche. Fray José de Aragón, el Ángel Guardián de Benjamín Solari Parravicini, le dictó lo siguiente:
"Hijo, esta noche llego a ti, para decirte: escribe y dibuja, es hora de echar a correr la palabra en amor, el amor en Fe, y la Fe en Santa Paz.
Se vive una época Bizantina - y como en ese ayer que brilló con Justiniano I - en ese ayer entre el caer de una civilización y el nacer de otra, y en el que después de caer y sacados de todo, la cruz regre­só y de nuevo se supo de algo de lo mucho que se había perdido...
No quiero extenderme en historia, mas si, quiero rogarte: dibuja al­gunos premonitorios trazos sobre lo que te daré. He pensado que es el momento de echar a correr la palabra en amor, el amor en Fe, y la Fe con Santa Paz.
Es el momento de decirlo: porque viene a la Tierra el Temblor de la ira - y la ira será ciega y cruenta. Por lo tanto, si ella es ciega, antes de que se desate, es preciso hacer ver, que la cruz puede ser de nuevo símbolo de salvación y rescate de muchos que sin ver podrán ver, y sin saber podrán saber.
He tomado la "Cruz Orlada". ¿Tú dirás por qué? Muy sencillo, hijo querido: porque Dios es universo, y como el universo es circular, tenemos que Dios es Círculo, por lo tanto: Dios Universal.
Esta cruz colocada dentro del Círculo, que puede ser liso u orlado con llamas, símbolo sol, igualmente de Dios - será decir Díos Cristo-será Amor- Fe - Luz, si lleva el corazón en la unión de los brazos, es decir en el cruce de los leños.
Tómala pues, hijo - habla de ella, entrégala, es la hora.
Envíala a nuestro muy amado hermano Sígurd, que él igual la podrá echar a correr por medio de su pluma, en diarios y revistas del país y del extranjero.
Colaboró siempre en ellos por nuestra causa, y le estoy agradecido. Díle, que es la hora de la "Cruz Orlada".
...dile. que llegue a él mi bendición y renuevo mi agradecimiento por la mano en amor puesta en nuestro libro.
El argumento va en los dibujos.
Fray José
Servidor

La cruz griega y la cruz romana

El Sacerdote católico de la Obra de Don Bosco, y Pro­fesor en Filosofía y Letras, el Presbítero Ricardo Gerula, se refiere en su libro “Territorio Inte­rior" (Manual práctico de psicopedagogía del crecimiento, parapsicología y control mental), a la cruz con los dos brazos iguales con las siguientes palabras: "Son símbolos": son muchos los símbo­los que pueden influir y desequilibrar la energía personal.
Citamos uno solo: La Cruz. Con todo, hay una aclaración que realizar. La Cruz griega (con los dos brazos iguales) no desequilibra. Lo que interesa en realidad es el brazo vertical que está debajo del horizontal. El que está por encima de la horizontal, no ejerce ningún influjo energético (puede tener cualquier longitud).

Una prueba con la «Cruz Orlada»

El miércoles 24 de mayo de 2000, el padre Ricardo Gerula ofre­ció una conferencia sobre las influencias de las ondas magnéticas en la salud, como así también el uso del péndulo en la Sala "Luz y Fuer­za" de nuestra ciudad. Rosario.
Durante la conferencia, Gerula dijo; "Mi misión es: divulgar la radiestesía, que es la ciencia que permite sentir indicadores energé­ticos. La radiestesía permite dar respuestas científicas a interrogan­tes como; enfermedades inexplicables para el diagnóstico médico, casas con sensación de "presencia", atípicas peleas familiares, fatiga constante y escaso rendimiento psícofísíco en jóvenes y adultos, de­presión, insomnio, sensación de falta de aire, etc."
Días después de la conferencia, nuestra amiga Myriam realizó con su hijo un viaje a Quilmes Oeste para consultar al padre Gerula algo relacionado con su departamento.
Durante la entrevista hicieron notar la similitud de la "Cruz Orlada" con la "Cruz Griega", publicada en su libro "Energía Radian­te", mostrando para ello una reproducción de la "Cruz Orlada", plas­mada en una medalla. El padre Gerula tomó entonces la medalla en sus manos y acercándole su péndulo, éste giró fuertemente, deter­minando un campo de energía positiva.
El padre quedó sorprendido y propuso hacer una prueba con esa medalla. Colocó la misma sobre un cruce energético negativo, ubicado en el piso de una de las habitaciones de la parroquia.
Al aplicar el péndulo constató que la medalla habla convertido la polaridad negativa en positiva, demostrando así la capacidad que posee la Cruz Orlada de revertir energía negativa en energía positiva.
La así denominada Cruz Griega (con los dos brazos iguales) la encontramos en prácticamente todas las culturas precristianas como signo sagrado, como conexión entre la Tierra y el Cielo.
La hallamos entre los egipcios, hititas, sumeros, asirlos, babilónicos, caldeos, hindúes, persas, chinos, árabes, judíos, islámicos, indígenas en Norte, Centro y Sudamérica y en Europa entre los griegos, germanos, celtas y vascos.
Más tarde también la podemos observar en el interior y exterior de todas las iglesias y templos cristianos en la Época Bizantina.
Los ejemplos más conocidos son las iglesias de Advat, la de San Vital en Rávena y la de San Marcos en Venecia.
Las iglesias se levantaban, además, sobre una base en forma de la Cruz Griega. Así explican los libros de "Historia antigua y medie­val" lo siguiente: "La expresión más destacada de esta arquitectura la constituye la iglesia de Santa Sofía, edificada por orden de Justiniano, quien deseaba que el cristianismo tuviera el templo más grandioso del universo.
Fue construido entre los años 532 y 537. Su nave principal tiene la forma de una Cruz Griega, y sobre la planta, donde se cruzan los dos brazos de la cruz, se levanta la inmensa Cúpula Central de 34 metros de diámetro y más de 50 metros de altura".
La aplicación más conocida en la actualidad de la Cruz Griega es en la "Cruz Roja" y la "Cruz de Caritas".
Además observamos esta Cruz sobre varios objetos litúrgicos en las iglesias católicas, como el Cubrecáliz, la Patena, el Confíteor Deo, el Relicario; cabe destacar además que llevan la cruz con los dos brazos iguales sobre sus estolas, el Papa y los Arzobispos católicos, como puede apreciarse en cualquier publicación.
Quinta Parte

La parapsicología frente a Benjamín Solari Parravicini

Sigurd von Wurmb

La parapsicología frente a Benjamín Solari Parravicini

En el primer tomo de la présenle obra habíamos prometido se­guir ampliando este tema.
A través de su biografía hemos sido informados, que su guía espiritual, o como él decía su Ángel Guardián, era Fray José de Aragón, quien en otra vida fuera un fraile franciscano, perteneciente al Con­vento de la Orden de la Rábida (España).
También nosotros tenemos un Guía Espiritual o Ángel Guar­dián durante toda nuestra vida, aunque en muy pocas ocasiones nos damos cuenta de ello.
En la actualidad existe mayor interés entre las personas de co­nocer su propio Ángel Guardián, esto se refleja en la gran cantidad de libros que han sido publicados durante los últimos tres años. Lamentablemente, muchos de ellos escritos por personas que desco­nocen el tema.
El Profesor Alejandro Erú, quien desde un comienzo estudió, junto con el propio Solari Parravícini, los mensajes que éste recibía, explicaba en su pequeño líbrito en 1960 lo siguiente:
"Del conjunto de trazos es posible apreciar que tienen su origen en entidades diversas, hecho revelado por las diferencias en los ras­gos. Por lo tanto. Benjamín Solari Parravicini se conectaba con dis­tintas entidades, entre ellas también extraterrestres, a veces por intermedio de su Ángel de la Guarda".
Esto parece fantasioso, pero es asi y no es un caso aislado. La­mentablemente, este tema ha sido aprovechado también por una gran cantidad de charlatanes, los que con su "contacto" querían ganar notoriedad, ya sea por la prensa, la radío, la TV o con libros.

La experiencia de Hermann Oberth

Pero que estos contactos realmente pueden existir, lo vemos en el caso del Profesor Dr. Ing. Hermann Oberth, padre de los viajes espaciales, de quien la NASA en su libro "Espacio - Nueva Frontera", distribuido a través del Servicio de Informaciones de los Estados Unidos, decía lo siguiente:
"El Profesor Hermann Oberth dio el impulso principal en Alema­nia a los trabajos experimentales con cohetes, cuando, en 1923, pu­blicó su libro "Con cohetes hacia el espacio interplanetario". Oberth disertaba sobre muchos de los problemas, que todavía hoy sonrojan a los hombres de ciencia, especialistas en cohetes, y explicaba las teorías y cálculos matemáticos que intervienen en la elevación de un objeto desde la superficie de la Tierra a otro mundo".
Efectivamente; sus cálculos sirvieron de base para la realización de viajes orbitales, ya sean tripulados o no, y los envíos de cápsulas y sondas a la Luna, Marte y Venus.
Durante la guerra, el gobierno alemán interviene en sus traba­jos; y con Wernher von Braun trabajó en el proyecto "A-4", que luego terminó en la "V-2", la que a su vez fue la base de la coheteria y los misiles norteamericanos. Luego de haber capturado al fínal de la guerra varios "V-2". estos fueron llevados, junto a Oberth, von Braun y un grupo de ingenieros a White Sands en los Estados Unidos.
Allí construyeron el primer misil norteamericano, el "Redstone", lograron el lanzamiento del primer satélite norteamericano, el "Exploter I", el "Pioneer 4", "Apolo 8", "Apolo 11" (el primer alunizaje) y el "Skylab", la primera Estación Espacial estadounidense.
Mencionamos todo esto, para saber quién era Hermann Oberth; uno de los científicos más importantes del siglo XX.
Luego de volver de los Estados Unidos, Oberth rechazó cargos relacionados con la investigación espacial, ofrecidos por el gobierno de Alemania Federal, y se dedica al estudio de la parapsicología cien­tífica.
Muchos se preguntarán cuál ha sido la causa, o qué ha influido para que el diseñador de la "V-2" cambiara de un campo puramente matemático-técnico a un campo espiritual- parapsicológico.
El cambio tiene su origen en una experiencia propia, que data de muchos años atrás. Así Oberth menciona en su última obra algo que le sucedió en más de una oportunidad, cuando estaba realizan­do un ensayo con cohetes y comenzó a llover.
Este hecho significaba la interrupción del ensayo, muy a pesar de Oberth y de sus compañeros. No obstante el deseo de aquél, la lluvia caía igual, pero en el lugar del ensayo y a 100 metros alrededor no caía una sola gota,
Oberth consultó entonces a colegas, que según sus cátedras, deberían saber algo más sobre este fenómeno.
Ellos le explicaron entonces, que él poseía una fuerza igual a la que tienen algunos magos de ciertas tribus, y algunos iniciados del Tibet, con la que pueden influenciar sobre el tiempo.
Otra experiencia de Oberth era el contacto inesperado con su hermano caído en la Primera Guerra Mundial.
En 1929, Oberth se encontró de casualidad en la casa de un amigo en Berlín con una médium escribiente (escritura automática). Esta dama no conocía a Oberth, como tampoco sabia que éste tenia un hermano y menos aún podría conocer su letra.
No obstante esto, al dirigir, por invitación de ella, algunas pre­guntas a su hermano, recibió la contestación no solamente con su letra, sino que trataba de hechos que recién varios años después de esta entrevista encontraron su confirmación.
Estas y otras experiencias llevaron a Oberth a pensar en la exis­tencia de algo que no podía ser explicado con nuestra ciencia.
Se interesó cada vez más en estos temas y tomó contacto con conocidos parapsicólogos profesionales, entre ellos el Prof. Hans Bender, director del Instituto de Parapsicología de la Universidad de Freiburg, Alemania, y el Prof. Dr. Joseph Bank Rhine, quien fundó y dirigió por entonces el Instituto de Parapsicología de la Universidad de Duke en North Carolina, Estados Unidos.
De regreso a Alemania, le sucedió algo curioso. Su ama de llaves acostumbrada a ver los libros sobre matemática en todos los rinco­nes, un día se sorprendió al ver sobre el escritorio un libro del Prof. Hans Bender. Cuando Oberth entró, le preguntó: "¿Profesor, desde cuándo se interesa en los fenómenos paranormales?"
Oberth le dio algunas explicaciones, y ella le contestó: "Si Ud. encuentra algún problema en su trabajo, pregúnteme; yo se lo resol­veré".
Desde ya, Oberth lo tomó como una broma pero la mujer, que no tenía ninguna preparación, insistió en que le formule alguna pre­gunta científica.
Entonces Oberth entró en su juego y preguntó sobre un tema científico y la mujer contestó, de inmediato y sin equivocarse.
Día tras día fue aumentando la profundidad y complicación de las preguntas, hasta llegar al extremo, en que Oberth le consultó sobre un problema en el que él estaba trabajando y que aún no había resuelto.
Sin titubear, ella contestó correctamente. Oberth tomó en cuen­ta sus opiniones y continuó con las consultas percibiendo que era utilizada por un ser de inteligencia sobrehumana, contestando a tra­vés de ella las preguntas.
Sus conversaciones con este ser, que él decía que era un Uranide, las publicó en el libro titulado "El Catecismo de los Uranides" (en la revista "Cuarta Dimensión" No 88. nos habíamos referido a ese tema). La denominación "Uranides" que eligió Oberth para los seres de otros planetas en su obra, se basa sobre la palabra griega Uranus; Cíelo; o sea que los Uranides son aquellos seres que, vistos desde el punto de nuestra ubicación y observación, vienen del cielo.
Las comunicaciones recibidas a las que nos referíamos ante­riormente, se dividen en los siguientes 7 puntos principales:
1. El alma sobrevive al cuerpo físico y es, al parecer, inmortal.
2. El cuerpo no recibe la enseñanza, sino es el alma que la recibe y esta enseñanza sobrepasa la muerte, lo que nos facilita aprender en una futura vida más fácilmente aquello de lo que ya teníamos una noción en una vida anterior. 3. El desarrollo del mundo va desde el caos hacía el cosmos, de lo inorgánico a lo orgánico y de la lucha de todos contra todos hacia una colaboración plena de sentido.
4. El desarrollo es guiado por una providencia y esta providencia necesita almas experimentadas para influir sobre la materia, almas que desean un mundo armónico. (Podemos imaginar esta providen­cia, ya sea como un ser único o como una asociación de trabajo de seres divinos, o de otra forma: no nos fue explicado en forma clara. Probablemente se trata aquí de uno de aquellos conceptos que so­brepasan la capacidad de entendimiento de nuestros cerebros.)
5. La providencia es absolutamente omnipotente. Ella puede al­canzar cualquier meta y usar para esto cualquier camino.
6. Para seguir el desarrollo, la providencia utiliza la experiencia y el ejercicio de las almas. Los impulsos sociales de los seres en gene­ral y de la humanidad en especial, deben ser reforzados por expe­riencias.
7. La providencia interviene en el desarrollo de nuestra historia, cuando un hecho toma el camino que cambiaría el destino de la Tie­rra como planeta de capacitación y enseñanza.
En la página 137 de su libro, Oberth agrega:
"La providencia ha elegido a nuestra Tierra, como planeta de castigo y de enseñanzas. Almas, que en ningún sitio se han supera­do, aquí deben limarse y desarrollar la experiencia propia, amar lo bueno y odiar lo malo y entender por sí mismo, qué es mejor: guerra contra todos o amor y armonía. Con esa sola vida sobre la Tierra no termina todo. Hay hechos que recién bajo distintas condiciones, al valorar los recuerdos, pueden ser asimilados en el más allá".
"Si la humanidad estuviese tratando de modificar el desuno de la Tierra como planeta de desarrollo, acontece algo inesperado, que hace volver a la Tierra a su nivel correspondiente; un instituto de corrección no debe convertirse en paraíso."
"Mientras existan pupilos que necesiten ser corregidos, el insti­tuto debe permanecer como está, lo que no excluye que pupilos que se han valorizado, puedan ser liberados o transferidos a secciones menos rígidas.
Sobre esto no puedo dar más detalles. No es permitido transcri­bir ciertas cosas, como lo son en realidad. En sí, ya he llegado al límite de las posibilidades."
A la edad de 90 años, Oberth terminó de escribir otro libro, que quería se publicara recién después de su muerte.
Este libro, titulado "Wahlerfíbel für eín Weitparlament (Manual para la elección de un Parlamento Mundial). (Uní-Veriag, Feucht, 1983), contiene las conversaciones de Oberth con una señorita de unos 60 años de edad. la Srta. Bárbara Troll, que no poseía una preparación intelectual fuera de lo normal.
El contacto de la Srta. Troll, eran los Üranides del Planeta Gralo, como lo llaman ellos a su planeta de origen.
Debido al contenido de los mensajes, Oberth, luego de un profun­do estudio crítico, quedó convencido de que su origen no podía ser terrestre, sino de seres más avanzados cultural y espiritualmente.
Ellos, escribe Oberth, han observado, que la humanidad terrícola se acerca a una crisis peligrosa y quieren ayudarnos a pasar este punto de inflexión, dentro de los límites que les es permitido interve­nir, sin influir en nuestro desarrollo característico. Desde su planeta de origen, ellos no pueden realizar estos trabajos; por lo tanto debe colaborar en esta amplia tarea, toda la humanidad del sistema solar.
En su libro, Oberth pone en acción procesos de pensamiento, que puedan ayudar al hombre actual a superar su falta de esperanza y dar voluntad. Capítulos, como por ejemplo "Equivocaciones socio­lógicas". "¿Qué es la cultura?", "Creadores de cultura y su recom­pensa", “La Kakocracia" (el dominio del o de los malos), "La burocra­cia y el militarismo", "La falsificación de la historia", "Cuestiones de educación", "El sentido de la humanidad", "¿Por qué debe participar el pueblo en la política?", etc., se ocupan de los problemas actuales candentes y deben ser solucionados: y para esto, el libro da la ayuda requerida, enfocando la temática desde una determinada altura, responsabilidad, madurez, honestidad y ética.
Quisiéramos cerrar el presente capítulo dedicado a Oberth, con las palabras que Wernher von Braun pronunció en la oportunidad en que Oberth cumplió 75 años, publicadas en la revista "Astronautik":
"El Profesor Hermann Oberth ha sido y es para nuestro mundo, profeta y maestro a la vez, anticipándose a su tiempo. Oberth no tenía prejuicios en comunicar sus ideas revolucionarias sobre la lle­gada del hombre a otros mundos situados en el espacio.
Sus ideas estaban en contradicción con la ciencia de aquel tiem­po y poco a poco estamos viviendo la realidad de su visión".

El Dr. Jussek y el Guía espiritual Yan Su Lu del siglo 13

Solari Parravícini nos había hablado de su "Ángel de la Guarda". A continuación el relato sobre el mismo tema por parte de un profe­sor universitario; médico cirujano y especialista en enfermedades psicosomáticas, Profesor Dr. Eugene G. Jussek.
Su libro, editado por Goldman -Verlag en Munich, llevaba el tí­tulo "Encuentros con los sabios dentro de nosotros".
Antes de profundizar el contenido de su obra, unas breves pala­bras sobre el autor:
Nació en Frankfurt - Main, Alemania, en el año 1920.
La muerte de su abuelo materno. Georg, resultó ser un aconte­cimiento que le impactó cuando niño (tenía apenas 10 años).
Él comenta: "Me recuerdo bien de aquel día lluvioso, cuando estaba parado con mi familia en el cementerio, mirando a la fosa, mientras el sacerdote dio una prédica. Después bajaron el ataúd y asi terminó el entierro de mi abuelo. Nunca más podría ver a aquel hombre que yo había amado tanto.
Comencé a llorar. Más tarde pregunté a mi madre qué sentido había tenido la muerte del abuelo y qué pasaría ahora con él. Mi madre contestó: "Estoy segura, que ahora ya está en el cíelo, porque él era una persona muy buena.
También tú has sido educado con la religión y has aprendido a orar. Cuando algún día llegue tu tiempo, también irás al cielo."
Esta explicación de su madre no lo conformó en absoluto. Así fue que desde muy Joven comenzó a buscar la contestación en libros.
Especialmente le fascinaron los libros de la Dra. Alexandra David-Neel; su vida en el Tíbet y su aprendizaje con los hombres santos de ese país y los libros del maestro hindú Paramahansa Yogananda (Yogi y autor hindú, de padres bengalíes. Sus obras más conocidas: "Autobiografía de un Yogi contemporáneo", "El Maestro dijo", "Meditacio­nes metafísicas". "La madre cósmica", "Afirmaciones científicas para la curación", etc.)
"Comencé a aprender meditación "relata el Dr, Jussek- y ciertas técnicas de respiración. Me imaginaba el interior de mi cuerpo con fuego, haciendo funcionar mis pulmones como fuelle para aumentar el calor poco a poco.
Cuando llegué a tener 14 años pensé que había llegado el mo­mento de hacer la prueba. En aquel invierno de frío intenso, crucé nadando el río Main ida y vuelta, sin que el frío me afectara. ¡Pasé la prueba!
Cada vez mi cuerpo estaba en mejores condiciones de producir calor cuando yo lo quería.
En los inviernos busqué en los Alpes aquellos lagos que aún no estaban cubiertos con hielo y me sumergía en el agua helada hasta el cuello. Con reloj tomaba el tiempo, el cual cada vez podía prolongar un poco más.
No podía imaginar que esta técnica algún día me salvaría la vida y tampoco, que esta relación misteriosa entre mente y cuerpo mu­chos años más tarde tendría una influencia profunda sobre mi vida futura.
He sido siempre un deportista entusiasta: yudo, atletismo y ski han sido mis deportes favoritos.
Después comenzó la guerra. Me llamaron para ingresar al ejér­cito (a pesar de que nunca quise ser soldado). Estaba convencido que la guerra solamente traía miseria. Yo estaba desesperado y me sentía infeliz.
Llegué a Rusia en una unidad de comunicación y exploración de una división de artillería montada. En el frente me tocó el puesto de observador en primera línea. Uno de mis trabajos era el manteni­miento de la comunicación telefónica entre nuestra división y la in­fantería.
Durante el invierno en Rusia no llegó el reabastecimiento y tam­poco recibimos ropa de invierno. Muchos de mis camaradas sufrieron congelamiento y amputaciones: otros murieron de frío. Durante la noche dormíamos en la nieve o en taperas, envueltos en lona de carpa, con 30, hasta 40 grados Celsius bajo cero. Me salvé de mayo­res problemas, ya que había aprendido a mantener mi cuerpo calien­te a través de la técnica del "Tumo" (Técnica, que puede ser aprendida a través del sistema respiratorio (Pranayama) del yoga).
Yo dudaba de la existencia de un Dios, un Dios que permitía que toda una generación de jóvenes encontraran la muerte en este de­sastre. Tenía lástima de los chacareros rusos, cuyos campos y exis­tencia quedaron destruidos. Cuando los rusos nos encerraron, una vieja campesina me escondió y salvé asi mi vida. ¿Por qué lo había hecho?
De pronto sentí un gran amor por todas las almas que tenían que dejar su cuerpo forzosamente al morir.
¿Qué pasaba con ellos, cuya vida recién había comenzado?
Luego de habernos liberado del encierro fui trasladado a una compañía de médicos de campaña detrás del frente.
Había escasez de remedios, plasma y antisépticos. Viví la ago­nía, escuché los gritos y el silencio. Poco pude hacer. Oraba y hablé con ellos tantas veces como fue posible. Les di mi fuerza, sentí que mi voz y mi pensamiento les daba fuerza y les hacía más tolerables los dolores,
Después, mi unidad siguió a Obojan, una localidad cerca de Charkow.
Nuevamente, los rusos nos cercaron. Sin víveres nos encontra­mos en idéntica situación que el ejército napoleónico. Nuestros ca­ballos se habían muerto y comimos su carne.
Yo trabajaba en el sótano de una escuela destruida, en calidad de asistente de un médico cirujano. No había razón alguna en pensar que algún día podía salir de ese infierno.
Nuestras tropas habían hecho una abertura en el cerco ruso y se presentaban para la última batalla en Stalingrado.
Hasta hoy no me explico por qué llegó sorpresivamente un cable que autorizó mi regreso a Alemania, para terminar mis estudios de medicina.
Volví y seguí con mis estudios. Acepté el desafío del filósofo grie­go Heráclides del siglo VI antes de Cristo, que dijo: "Las fronteras del alma son insondables, aunque se utilicen todos los caminos en esa búsqueda".
Al eco de estas palabras lo encontré en Carl Gustav Jung, quien escribió: "Nadie puede decir dónde termina el ser humano: su sub­consciente sólo sabe Dios hasta dónde llega".
A pesar de que he recibido una formación científica, no puedo decir qué es el subconsciente. La ciencia solamente puede mostrar pequeños componentes de esa formación energética, asombrosa, que nosotros llamamos consciente. El consciente, para mí, no es visible, pero sí comprensible; solamente su accionar puede ser reconocido.
Mi formación clínica comenzó como médico en el Instituto Pato­lógico de la Universidad de Frankfurt-Main.
De la Patología cambié luego a la Cirugía. Quería estar en condi­ciones de poder realizar operaciones quirúrgicas pequeñas y media­nas para especializarme en medicina interior en la Clínica Médica de la misma Universidad. De esta época data mi amistad con el Prof. Dr. Schmaitz, alumno de C.G. Jung y uno de los grandes de la psicología profunda. Bajo su dirección terminé mis estudios de las enfermeda­des psicosomáticas.
Finalizados mis estudios y recibido de médico especialista en enfermedades psicosomáticas, me encontré ante la disyuntiva de seguir como Profesor de la Universidad o abrir un consultorio parti­cular. No me decidí ni por una ni por otra posibilidad. Me interesaba conocer los adelantos en la medicina norteamericana.
Luego de cumplir con el tiempo de médico asistente, que exige la ley norteamericana, cumplí con el examen del Estado y abrí un con­sultorio en el sur de California. En relación con el invierno en Rusia durante la guerra, el clima templado, el cielo azul y el mar de California, me parecía un paraíso.
Pero seguí manteniendo contacto con los colegas de mi patria, ya que opino que un intercambio internacional libre de experiencias médicas es indispensable. La medicina moderna acepta cada día más que el "stress" emocional es la causa primaría de las enfermedades. Dentro de este marco también encuentran reconocimiento los pen­samientos de los grandes médicos de la antigüedad (Esculapio, Hipócrates, Galeno, Avícena y Paracelso), Además, poco a poco, se impone un pensamiento dinámico, que respeta también los campos e impulsos sutiles (supuestamente electromagnéticos), propios del cuerpo humano, durante un diagnóstico o una terapia.
El estudio de la acupuntura me abrió nuevas perspectivas, para saber hasta dónde el cuerpo humano se encuentra bajo la influencia de estos invisibles campos de energía.
En mi deseo de alcanzar un entendimiento más profundo de la compleja naturaleza humana, también agregué la hipnosis a mi tra­tamiento terapéutico y entré así a los mundos entrelazados de la mente humana.
Me di cuenta entonces de que tenía que entrar en los planos más profundos de la mente, para conocer el sufrimiento.
A través de la hipnosis, hice regresar a mis pacientes a un pasa­do olvidado hace tiempo por completo y hacerles vivir nuevamente este pasado: en muchos casos fue suficiente para la curación.
Pero estas regresiones, a veces no se limitaron hasta llegar al momento que provocó el problema actual, sino que llevaban a una vida anterior.
Así, Jussek se convenció que no solamente las experiencias trau­máticas de esta vida eran las causantes de enfermedades, sino a veces también las de vidas anteriores.
En su ya mencionado libro, cuyo titulo completo es "Encuentro con los sabios dentro de nosotros - Conversaciones con Yan Su Lu", Jussek describe cómo encuentra, luego de varias regresiones con un paciente, Charles Roberts, un guia interior.
Este guía se presentó como chino del siglo 13 con nombre Yan Su Lu y dio a su vez los siguientes detalles sobre su función dentro de la dimensión espiritual:
"En todo Universo, las cosas vivientes son acompañadas por guías espirituales; Ud. debe saber que el Padre en su consciencía univer­sal, ha puesto a la par de cada ser viviente alguien que lo acompaña y guía".
Entre Yan Su Lu y el Dr. Jussek comenzó entonces un diálogo fascinante. Sea quien fuera el sabio, una entidad independiente o separada de Roberts, Yan Su Lu aparece como una parte de búsque­da humana por la sabiduría, y convence por la profundidad de sus palabras.
Así, en otra oportunidad, comenta que todos los seres humanos están beneficiados con la condición de desarrollar sus posibilidades espirituales, que en la mayoría quedan escondidas, porque ellos se niegan a aceptar la fuerza que se encuentra en su interior. La huma­nidad hace uso solamente de una pequeña parte de una fuerza divina que le ha sido dada.
Usted preguntará cómo puede abrirse esta dimensión y yo con­testo: meditación, silencio.
Uno de los puntos principales es la aceptación y el reconoci­miento del hombre en su necesidad del silencio y el poder estar solo con su pensamiento. Solamente entonces estará en condiciones de poder usar las energías para tomar contacto con el Padre. En una comunicación asi se encuentran todas las contestaciones a todas las preguntas.
De otra conversación con Yan Su Lu se puede entender, que él ya ha acompañado en su forma espiritual a varias existencias de su protegido Roberts y, desde ya, el paso de una existencia a la otra. Pero según su propio comentario, el no es una excepción en el mun­do espiritual, sino miembro de una red: "Nosotros estamos para to­dos ustedes, para guiarlos en la hora de la necesidad, en la medita­ción y en la oración".
En la introducción del mencionado libro, la mundialmente co­nocida Tanóloga (especialidad poco conocida en nuestro país,que se ocupa de hacer comprender la muerte como una etapa másde la vida) Dra. Elisabeth Kübler-Ross escribe: "Nuestros guías espirituales siempre están con nosotros. Nos acompañan des­de el momento del nacimiento a través de nuestra vida y el cambio, que llamamos muerte. Puedo asegurar que encontré la mayor parte de este libro confirmado a través de mis estudios de la vida después de la muerte."
Para el Dr. Jussek, sus pacientes siempre han sido una unidad de cuerpo, espíritu y alma. "Bajo la guía de formidables profesores, como los Dres. Willian Kroeger y Bill Brian apliqué a menudo el hip­nosis rápido en mi consultorio, para llegar directamente al proble­ma, para lo que un médico especializado en enfermedades nerviosas o un analista psicológico necesita meses. Yo soy médico de la medici­na integral y para una terapia integral corresponde también que uno se ocupe del alma del paciente; encontrar un camino hacia su inte­rior.
En realidad, debería eliminarse la palabra hipnosis en estos ca­sos, porque no se trata de otra cosa que de una concentración forza­da sobre el alma del paciente. Pero nadie debería realizar regresiones hipnóticas, si no ha vivido una determinada ampliación de su consciencia (quiero decir que debe haber tenido contacto con su propio Yo Superior) y así poder transmitir una energía positiva. La curación, muchas veces, se produce a través de la transmisión de esa energía. Tampoco deben realizarse regresiones para satisfacer alguna curiosidad por investigar vidas anteriores.
Siempre he puesto la regresión en el sentido de la terapia espiri­tual. La posibilidad de una comunicación con el Yo verdadero del paciente es mayor, cuando el terapeuta ha alcanzado la citada am­pliación a su consciencía. La manera y el tipo de protector que apa­rece, depende también de la consciencía del mismo paciente. En el caso de Yan Su Lu pienso que hemos contactado un Guía superior, un Yo superior o elevado.
La energía en todo el consultorio cambia entonces en estos mo­mentos.
Esas energías entre terapeuta y paciente son investigadas ahora científicamente. Trabajamos en eso Junto con el Dr. Staton Maxey, director del Frezer Medicine Research Instituto, donde se investigan estos fenómenos. En la terapia regresiva existe un solo peligro, que no son las palabras, sino la transmisión de la energía. Cuando uno trabaja con hipnotizador, que se encuentra en un bajo escalón de consciencia, él transmite esa energía al paciente, porque el paciente está abierto para eso. Cuando puedo, prescindo durante el tratamiento de una enfer­medad, de un regreso; prefiero no aplicarlo. Pero voy a dar un ejemplo. Llegó un paciente a mi consultorio con una colitis crónica (úlcera intestinal). Estaba bajo tratamiento con cortisona, antes de la última operación. Hicimos una regresión al estado prenatal y luego se comunicó a través de él, su protector. Esta entidad explicó que el hombre solamente podía ser curado, cuan­do volviera a revivir en su vida anterior el momento en que se mató por un problema sentimental con veneno. El hecho de haber vuelto a vivir este momento de desesperación fue suficiente para lograr una curación completa. Este ha sido un ejemplo de una regresión simple con un fin determinado. En todas las regresiones a vidas anteriores es ventajoso comu­nicarse primeramente con el protector del paciente, ya que éste co­noce el pasado y sabe qué clase de terapia puede ser aplicada.
Yo he trabajado varios años en hipnoterapia, hasta que llegó el día en que se me presentó en uno de mis pacientes su protector. Este hecho se debe a mi propio desarrollo espiritual y un acontecimiento trascendental místico, causado por el maestro hindú Sai Baba.
En cuanto a la consulta -prosigue el Dr. Jussek - por qué he escrito este libro, quiero aclarar que el motivo fue transmitir al hom­bre una consciencia que le aleje del "stress"; el stress causado por un excesivo contacto con el ego limitado y por los miedos que esto pro­duce.
Yo quería llamar la atención sobre otra dimensión, que es más amplia y puede dar consuelo: una dimensión donde el miedo por la muerte, causante de todos los temores, esté de más.

Los ángeles de la guarda

En su biografía, Benjamín Solari Parravicini habla, cuando se refiere a su Ángel Titular, de su "voz intima" o de su "pequeña voz".
Pero esta "voz" también podía materializarse: relata que al tratar de prender la luz eléctrica de su dormitorio, fue impedido por la opre­sión de una mano fuerte que le tomó de manera enérgica por el cue­llo, bajo la nuca, haciéndole girar y desplazarse hasta la mitad del dormitorio.
A través de relatos sobre ángeles, sabemos que ellos pueden manifestarse de las maneras más inverosímiles.
Existe en las librerías una amplia variedad de libros sobre este tema. Expondremos solamente tres casos de cien, contenidos en el libro del médico holandés H. C. Moolenburg "Een engel op je pad", desconocido aquí en nuestro país.

Primer caso:

Era un hermoso día en Marzo en Limburg. Un joven matrimonio y su hija de un año y medio de edad, estacionaron su automóvil junto a una cafetería al costado de una ruta con intenso tráfico y se sentaron sobre la terraza. Un mozo toma el pedido.
La pequeña Anna salta alegremente de un lado a otro. Delante del café corre a toda velocidad, sin pausa alguna, el tránsito.
¡Qué fácil se llega en una atmósfera relajada a una distracción!
Repentinamente los padres asustados se preguntan: ¿Dónde está Anna? Miran a todos lados y descubren con terror, que la pequeña había logrado bajarse de la terraza y corría directamente hacia la muy transitada ruta.
Era demasiado tarde para impedirlo. No obstante los padres sal­tan en pánico de sus sillas, y el padre va tras la niña, seguido de su esposa.
Entonces, justo en el momento en que Anna iba a cruzar la ruta, aparece una niña hermosa de unos cuatro años de edad. Se ubica entre la ruta y Anna, abre sus brazos, reteniendo asi a la niña. Poco después llegó el padre atemorizado y alzó a su hija, diciéndole: "Nun­ca más debes escaparte de papá y mamá, ¿entendiste?
Los padres se inclinaron para agradecer a la extraña niña, el haber salvado a su hija; pero aquella había desaparecido. La busca­ron por toda la zona y no la encontraron.
Preguntaron a otras personas y nadie la había visto, parecía que se había esfumado en el aire.

Segundo caso:

En la localidad de Drente, el pastor J. Van Petegem predicaba contra el excesivo consumo de alcohol en el pueblo; esto provocó que la concurrencia a los bares y restaurantes se redujera enormemente.
Finalmente, los propietarios de esos locales decidieron poner fin a esta situación, dando muerte al pastor.
Durante un tiempo lo observaron y constataron que, un día de­terminado de cada semana iba a una reunión en el pueblo vecino.
Para esto, tenía que pasar por un puente, que cruzaba por un pantanal.
La determinación fue tomada de inmediato: arrojarlo del puen­te, para que se ahogase en el pantano, esto luego podría aparecer como un accidente.
Pero cuando llegó el día, los hombres que tenían a su cargo eje­cutar el plan, no pudieron actuar, porque ese día el pastor se despla­zaba con dos acompañantes.
Más tarde, en una de sus reuniones intentaron averiguar quién los había traicionado, sin resultado alguno.
El pastor finalmente se enteró del plan. Cabe destacar que él no había observado nada; ninguna persona le había acompañado esa noche. Pronto entendió lo sucedido ya que en un caso anterior el pastor Haitsma de la localidad de Vledderveen, fue protegido por dos seres extraños contra presuntos asesinos que luego desaparecieron.

Tercer caso:

Era un día feísimo. La tormenta de nieve que de pronto comenzó no permitía prácticamente ver nada.
Un matrimonio viajaba ese día en su automóvil sobre la ruta de Prades a Bourg-Madame. La ruta, a una altura de 1500 metros, era muy angosta y llena de curvas.
A su izquierda tenían una pared de roca escarpada y a la dere­cha el barranco. Los neumáticos, a medida que aumentaba la capa de nieve patinaban y la tormenta, con viento de más de 100 km/ hora, sacudía el coche, haciéndole perder su estabilidad. El conduc­tor entonces decidió colocar cadenas para nieve sobre los neumáti­cos y dirigió el coche hacia un hueco en la pared de roca.
Pero no lo logró y el vehículo quedó atravesando la ruta. Cuando nuevamente intentó enderezar el automóvil, las ruedas patinaron y el coche quedó parado al borde del barranco con peligro de desba­rrancarse.
Debido a la tormenta de nieve, prácticamente no había tránsito, pero si en esas condiciones se hubiera desplazado un vehículo en la dirección opuesta, ambos habrían caído al precipicio.
El conductor no sabía qué hacer: en la zona no se observaba casa alguna donde pudiera pedir auxilio.
En ese momento de desesperación, apareció caminando un hom­bre de unos 40 años, vestido sencillo pero correctamente, con una expresión amigable en su rostro. No decía nada, empujó el coche con una fuerza increíble desde el barranco hacia el otro lado, hasta la hendidura en la pared de roca. Luego, sin mediar palabra alguna, abrió el baúl del coche, sacó y colocó las cadenas en los neumáticos con rapidez e intentó proseguir su camino. En ese momento, el con­ductor del coche sacó un billete para recompensarlo, pero lo recha­zó, saludó y siguió su camino en dirección opuesta a la que había venido, desapareciendo sin dejar rastro.
Lo llamativo fue, que siguió en esa dirección, porque si hubiera venido de un coche estacionado más atrás, él tendría que haber re­gresado en la misma dirección por la que vino, Pero lo que más le llamó la atención fue que este hombre llegó caminando a través de la tormenta de nieve, que en ningún momento cedió; había colocado las cadenas y luego partió, durante todo ese tiempo, ningún copo de nieve quedó sobre el cabello, ni su ropa; para él la nieve parecía no existir.
Estos casos son tres ejemplos, de la manera en que puede mani­festarse un ángel, sin que tenga alas necesariamente.

Los duendecillos

Benjamín, o como él decía de sí mismo, el "Niño de Leo", recuer­da en sus memorias su contacto con los duendecillos, cuando reco­rría alegremente la frondosa quinta de sus padres en Palermo.
Por esa razón, algunos niños y adultos, cuando él hablaba de sus encuentros decían que era un chico tonto.
Entre nuestros amigos debe haber habido muchos "chicos ton­tos", que hablaban y jugaban con sus pequeños amigos, que sólo ellos veían.
Al comparar los casos de "chicos tontos", vemos que esa "anor­malidad" de ver lo que nosotros no vemos se pierde, cuando los chi­cos pasan los 8 años; unos antes y otros un poco más tarde.
Tiempo atrás leí en un diario que en una escuela de Italia, los alumnos de primero y segundo grado se juntaban durante el recreo en un rincón del patio de la escuela, riéndose alegremente.
El maestro que estaba de turno finalmente se acercó, para saber qué es lo que les provocaba tanta risa y observó que dentro del circu­lo que habían formado los niños nada había. Preguntó el motivo de tanta risa, y los pequeños señalaron con los dedos el centro vacio, diciendo: "¿Pero Ud. no ve los enanitos, y las payasadas que hacen?"
Por supuesto, el maestro no veía nada. Al parecer todos los chi­cos de los dos grados eran "tontos".
A continuación dos experiencias propias:
Vivíamos en la ciudad de Rathenow, distante de unos 60 km. de Berlín; por entonces yo tenia 6 años.
En verano, todos los domingos iba con mi tía en bicicleta a un bosque cercano, cada uno con un balde en el portaequipaje, para juntar arándanos (Blaubeeren, internacionalmente llamados Blueberries).
Estapequeña fruta,de un color azul intenso, crece sobre unos arbustos, no más altos que 50 cm, debajo de los árboles.
A pesar de que se trata de una fruta muy apreciada, hay pocas personas que se atreven a Juntarlas, por el peligro de ser picadas por una víbora de la cruz.
Yo sabía cómo espantarlas, de manera que no corríamos peligro alguno. Siempre llegábamos muy temprano, juntábamos hasta el mediodía, comíamos sandwiches con leche fresca que llevábamos dentro de un termo y después nos acostábamos a la sombra de los árboles, para descansar de tanto trabajar agachados.
Cuando llegaba el mediodía, habíamos juntado siempre apenas medio balde, porque los arándanos son muy pequeños, su diámetro está entre los 5 y 8 milímetros.
Debido a que mi tía había tenido varios encuentros con duendes en este bosque, ella ponía en una fuentecita un poco de leche y en un platito unas galletitas para los enanitos, antes de acostarnos.
Cuando nos despertábamos, todo estaba como lo habíamos de­jado y así tomaba yo la leche y comía las galletitas.
Pero un domingo sucedió algo, imposible de olvidar.
Mi tía realizó la ceremonia, como todos los domingos antes de acostarnos y dormir la siesta.
Durante el sueño oímos, como siempre, el silbido de los pájaros; al despertarnos, encontramos con sorpresa que la leche y las galleti­tas habían desaparecido y los dos baldes estaban colmados de arándanos, ahorrándonos el trabajo de varias horas.
Otro caso ocurrió aquí en la Argentina, en Arequito.
A través de un amigo que trabajaba en Molinos Fénix, un día me enteré, que la esposa de uno de los operarios cuyo nombre es Luis Bret, en compañía de su suegra, su hija de 6 años, junto con una compañerita de la escuela y vecinita a la vez, habían visto sobre el río Carcarañá un enanito.
Como esta noticia me interesaba, conseguí en Molinos Fénix la dirección del señor Bret: Garay 187 bis.
Debido a que no tenía teléfono, lo visité sin previo aviso.
Cuando llegué, solamente se encontraba en la casa su suegra; su esposa había ido a la escuela, para buscar a su hija y Bret, aún no había regresado del trabajo.
Como la señora me invitó a pasar, le conté el porqué de mi visita.
Entonces me narró que los cinco habían viajado aquel domingo en la camioneta de su yerno a la chacra de un amigo, el Sr. Balón,junto al río Carcarañá.
Allí Bret y Balón iban a cazar perdices, mientras que las cuatro mujeres se fueron a la orilla del rio, tomando mate.
Mientras estaban jugando con las dos nenas, apareció de repen­te sobre el río un enanito, de una altura de unos 30 cm, deslizándose sobre el agua como un patinador sobre el hielo.
Aquí dejó la palabra a la suegra de Bret, para explicar lo que sucedió: "Cuando mi nieta vio al enanito, corrió a la barranca del rio y gritó "Mami, mamí, quiero ese payaso".
Entonces, el enanito se acercó más a la costa, pero mi hija tuvo miedo y ordenó a la nena que volviera de inmediato.
Al escuchar los gritos desesperados de mi hija, el enanito dio media vuelta y se alejó sobre el agua con cierta velocidad, hasta que lo perdimos de vista".
Después de una espera de media hora, regresó la esposa de Bret con su nena de la escuela.
Pedí entonces que me haga el favor de contarme también ella que sucedió aquel domingo cuando apareció el enanito.
Su relato no era diferente al de su madre. Cuando le pregunté porque se asustó tanto cuando apareció aquella criatura, que para su hija era un payaso, me contestó, porque era todo de color verde e inmediatamente, recordó que siempre se habló de los hombrecitos verdes de otros planetas que a veces se llevaban seres humanos y por eso tenía tanto miedo.
Luego pedí a su hija que me haga un dibujo del hombrecito que vio sobre el río.
Dibujó entonces una figura, que realmente se asemejaba a un payaso, con unos botones grandes en la parte central de su trajecito. Sobre la cabeza llevaba una gorra alta y puntiaguda.
Después pedí hablar también con la pequeña vecinita, compa­ñera de la escuela de su hija.
La nena era algo más tímida, pero finalmente tuvo confianza y me contó lo que ella había visto en aquella oportunidad.
Tanto su relato y su dibujo del hombrecillo, coincidieron con el de la hija de Bret.
El domingo siguiente viajé con mi esposa a Arequito, tal como habíamos convenido anteriormente con la esposa de Bret, al lugar donde las cuatro mujeres habían visto al enanito.
No teníamos la esperanza de ver nosotros también al hombrecito; ya que los Bret nos habían contado que desde hacía muchos años visitaban ese sitio, pero sólo en aquella ocasión habían visto esa extraña criatura.
Lo único que queríamos ver era el lugar en sí.
Las barrancas del rio tenían una altura de entre 1 y 2 metros, llenas con agujeros; nosotros suponíamos que eran cuevas de algu­nos animales.
El ancho del río era de entre 5 y 6 metros: la corriente no era muy fuerte, el silencio era total, porque prácticamente no llegaba nadie.
Solamente una vez cada semana, el dueño daba una vuelta, para ver si había algún problema en el alambrado.
Desde aquel acontecimiento pasaron años y los Bret seguían yendo a ese lugar preferido a la orilla del Carcarañá, todos los do­mingos, pero nunca más se presentó aquel "payasito".
En una revista porteña se había publicado el muy interesante informe del Dr. Alvaro Pinedo; con el que tomamos luego contacto, justamente debido a su experiencia con una de esas "niñas tontas" de 3 años.
Aquí su relato abreviado:
Había llegado en compañía de dos guardias de la Policía Rural Montada a una estancia a orillas del río Yacuma (Bolívia).
En aquel establecimiento ganadero había ocurrido días atrás un extraño hecho, que yo quería investigar.
El dueño era un hombre de 38 años de origen árabe, casado con una mujer joven, también de padres árabes, con quien tenía dos hijos; el mayor de 7 años y una niña rubia de 3 años.
La mujer nos invitó a desmontar. Tenía tez muy blanca, cabello castaño y ojos negros.
Tomamos asiento en sillas de cuero sin curtir, muy comunes en esas regiones.
La señora nos comentó que su marido se encontraba con el ga­nado y que pronto vendría.
Después de una media hora, el dueño de la casa entró saludan­do muy cortés, mientras se quitaba el sombrero de ala ancha.
Luego de disculparse por la tardanza, nos consultó por el motivo de nuestra visita.
Contesté que estábamos en camino hacia Nievas y solicitamos pasar la noche en su estancia para seguir viaje por la mañana. "De ninguna manera es molestia", nos contestó, "pero pensé que su llegada se debía a un hecho muy curioso, que ha ocurrido aquí y nos tiene muy preocupados."
"Ignoro qué es lo que los tiene preocupados, pero si en algo pue­do ser útil, estoy a su disposición", le contesté.
Después de la cena, el dueño me dijo:
"Quisiera que usted nos ayude a analizar en forma lógica lo que le voy a contar: Hace exactamente nueve días salí a mi trabajo como de costumbre, y mi esposa se quedó como siempre, dirigiendo los quehaceres de la casa. Cerca de las once llamó a los niños para al­morzar, pero fue sólo Díeguito el que se presentó, entonces llamó a Rosita, la hija de 3 años.
Al no tener respuesta, preguntó a su hermano dónde estaba ella, ya que raramente se separan en sus juegos. El contestó que Rosita había estado jugando buena parte de la mañana bajo el tamariado y una hora atrás escucharon los dos un silbido que pare­cía de un pajarito. Rosita fue hacia un matorral, de donde parecía venir el silbido.
En ese momento, Dieguito fue hacia la tranquera para ver pasar unos toros que estaban llevando al corral.
Desde ese momento ya no vio a su hermanita y pensó que había regresado a la casa. La mamá se alarmó mucho y comenzó a llamar a la niña a los gritos.
Todos los sirvientes y peones comenzaron a buscarla. Cuando llegué, ya todo era un revuelo.
Traté de calmar a Rita e interrogué a Diego y me repitió lo mismo que a su madre.
Nadie daba ningún dato. Ordené a algunos baqueanos salir a caballo por los alrededores y otro grupo fue hacia el río, con el miedo de que mi pequeña se haya ahogado o haya sido presa de algún caimán.
Nos pusimos a rastrillar el fondo hasta la noche.
Volví y encontré a mi esposa llorando desesperadamente.
Los tres días siguientes los pasamos en, la misma operación de rescate con ningún resultado: no había el menor rastro de Rosita.
El cuarto día de la desaparición de mi hijita, estando yo reco­rriendo la pampa, vi a la distancia que venía un jinete.
A un comienzo no reconocí que era Héctor Antelo, un vecino que tiene su establecimiento próximo al nuestro.
Él traía en su silla una criatura. Cuando estaba a pocos metros comenzó a gritar: "Oiga, Asbún, traigo a su niña, a la que encontré en una isla y usted muy tranquilo paseando".
Me llevé una gran sorpresa y fui corriendo a su encuentro, la niña estaba sana y salva, sonriendo; mi alegría no tenía límites.
Mi felicidad era tan grande que sin decir nada al Sr. Antelo. tomé a mi niña y partí a todo galope hacía mi casa, gritando ¡Rosita esta viva. Rita sal a verla!
Todos estábamos contentos y reíamos y llorábamos besando a la niña.
Con la alegría de todos nosotros nos habíamos olvidado del se­ñor Antelo, quien en esos momentos llegaba a las tranqueras.
Corrí para hacerlo pasar y pedirle disculpas por mi forma de actuar.
De inmediato le pregunté cómo había encontrado a mí pequeña. Después de tomar un refresco y acomodarse en una buena hamaca comenzó a contarnos lo siguiente:
"Mire, Asbún, a más o menos dos leguas de aquí, cuando pasa­ba cerca de la isla "Pió", escuché unas voces y risas de niños, pero al no ver ningún caballo ni carretón cerca me intrigó y quise averiguar quiénes eran esos niños que jugaban allí solos. Me aproximé y mi sorpresa fue ver a Rosita jugando sola.
Ella se sorprendió, pero cuando la llamé por su nombre se tran­quilizó. Le pregunté; ¿Y tus papas? ¿Con quién viniste?
Ella me contestó muy tranquila:
"Mis papis están en mi casa y yo vine con mí amiguito". Traté que me explicara quién era su amiguito pero es demasiado pequeña para poder dar explicaciones coherentes. Tomé a la niña y la llevé hasta mi caballo: retorné al centro de la isla en busca de alguna huella y no hallé absolutamente nada. Con muchos interrogantes traje la niña de nuevo con ustedes".
Así fue que el Sr. Antelo nos relató el hallazgo de la niña. ¿Qué opina Ud., doctor, de este misterio?
Esta narración me dejó perplejo. ¿Cómo puede una niña de tres años recorrer semejante distancia? ¿Cuál era el amiguito que la lle­vó?
El señor Asbún accedió a que yo tratara de interrogar a Rosita a fin de poder develar algo de este hecho.
Rosita era una criatura de cabellos rubios, un par de ojazos negros, con rostro angelical, con una boquita adornada con dientes blancos y siempre con una sonrisa. Cuando estuvo ante mí se portó un poco tímida, recorrió con su mirada todo mi cuerpo. Comencé por preguntarle cosas diversas y finalmente por su amiguíto. Ya había tomado confianza conmigo y comenzó a contarme: "El otro día ruando estaba jugando apareció mi amiguito y me dio dulces y nos pusimos a jugar juntos. Después me llevó a su casa de la mano."
-"¿Tú ya conocias a tu amiguito?"
-"Sí. siempre viene a jugar conmigo".
Todo lo que pude averiguar fue que él la llevó a su casa, que tenía muchos dulces y galletitas, y era muy linda. En cuanto a su apariencia física dijo que tenía su cabello igual que ella y que también era pequeño como ella y que cantaba cancio­nes bonitas.
¿Cómo la había transportado dos leguas por plena pampa sin que se cansara? ¿Por qué en los cuatro días de ausencia no se le estropeó ni ensució el vestídito, que estaba tal como se lo había puesto su mamá? ¿Qué comió esos días? Y por último, en aquellos lugares donde abundan millones de sabandijas, ¿cómo no tenia ni una picadura en la piel, ya que ni los rudos vaqueros pueden aguantar sin mosquite­ro, sobre todo por las noches?
Sólo cabria la hipótesis, aunque fantástica, pero lógica, de los indios vaqueros y mozos de estancia: fue el duende que se la llevó. Dije a sus padres que yo también estaba desconcertado y que lo único que podía aconsejarles era que cuidarán mucho a la niña y que por ningún motivo la dejaran sola.

¿Qué pasará después de la muerte?

La pregunta, sí hay una continuación de la vida después de la muerte (y en caso afirmativo, cómo sería esa nueva vida) preocupó y sigue preocupando a la humanidad. Para unos, los materialistas, con la muerte del cuerpo físico se acabó todo. Para otros, la vida sigue más allá de la muerte física, en otra dimensión.
Pero solamente unos pocos han tenido el privilegio de conocer algo de las dimensiones paralelas, al trasladarse a esos universos desconocidos, donde sigue la vida sin el cuerpo físico.
La abundante documentación, procedente de personas que han sido revividas de una muerte clínica, a quienes ya se les había dete­nido el corazón y su regreso a la vida se logró con equipos coronarios en terapia intensiva o con masajes a corazón abierto, puede ser dis­cutida, porque su regreso a la vida puede ser interpretado como que aún no había muerto definitivamente.
Veamos sobre este tema de la "muerte clínica", lo que nos dice el Dr. Paúl Becker, médico - jefe del Hospital de Limburg, Alemania Federal, interview publicada en la revista "der Spiegel":
Pregunta: "Dr. Becker: Ud. se ocupa en el hospital también de asistir a los enfermos terminales, en base a una ayuda psícoterapeútíca; y conversa con aquellas personas, que habían sido declaradas clínicamente muertas, pero luego han sido reanimadas, sobre sus experiencias. ¿Qué entiende Ud. bajo 'clínicamente muertos'?"
Dr. Becker: “Entíendo bajo 'clínicamente muerto' a que las funcio­nes vitales, como la del corazón, respiración y circulación sanguínea han cesado por completo, pero no de manera irreversible, o sea con posibilidad de reanimación."
Pregunta: "¿Cuando un "clínicamente muerto" ya no puede ser re­animado?
Dr. Becker: "En el caso en que el cerebro, durante más de cuatro minutos, no es irrigado por la corriente sanguínea, o sea que ya no recibe oxígeno."
Pregunta: "¿Cuál es normalmente la experiencia de sus pacientes durante estos cuatro minutos?"
Dr. Becker: "Las experiencias son prácticamente idénticas entre sí; la salida del cuerpo físico, la observación de su reanimación desde arriba, el regreso algo doloroso al cuerpo y luego dificultad durante las primeras horas o días, de reencontrarse con la realidad. Pero lo que más me impresiona es que estas personas me aseguran que ahora ya no tienen más miedo a la muerte."
Informes similares a los del Dr. Becker, han sido publicados por el Dr. Fred W. Schoonmaker, médico-jefe del Hospital "Lucas" de Denver, EE.UU, quien estudió 2400 casos de personas clínicamente muertas y luego revividas por el Dr. Michael Sabon, profesor de cardiología de Emory-Universíty de Atlanta, quien estudió 120 de estos casos, por el Dr. Raymond Moody. con un estudio sobre 300 casos y por la Dra. Elisabeth Kübler-Ross, quien estudió 4000 casos de reanimación en el departamento psiquiátrico de la Universidad de Chicago, cuyos resultados publicó en su obra "Interviews mit Sterbenden" ("Reportajes con moribundos").
Para tratar a fondo esa especialidad llamada "Tanatología", no nos alcanzaría el espacio disponible; por esa razón nos limitaremos a nuestro tema específico.
Tampoco queremos ocuparnos de los viajes astrales provocados de una u otra manera, que en una época eran el privilegio de unos pocos (sacerdotes, iniciados, adeptos, chamanes, etc.) y hoy día se enseñan en cursos acelerados en "Eckankar" o en el "Monroe Instituto O fApplied Sciences", ambos en los Estados Unidos.
Nos interesa aquí tratar un caso diferente: el de un soldado raso, quien en los últimos días de la Segunda Guerra Mundial, había re­gresado del frente a su patria, con nombre Herbert H.G. Engel. Sus experiencias las volcó en un libro, que tituló "Der Spháren-Wanderer" ("El Caminante en otra dimensión").
De esta obra hemos traducido solamente aquellos párrafos, que nos hablan de aquel mundo desconocido, que algún día forzosamen­te vamos a conocer todos.
"Ya era tarde", comenzó Engel uno de sus relatos. "Me acosté en mi cama y caí en un sueño profundo. De repente, me di cuenta, que estaba paseando, en compañía de un hombre joven y agradable, so­bre una lejana playa, junto al mar.
Hablábamos sobre diversos temas. Yo me quejaba de las dificul­tades por las que tenía que pasar y de la situación deplorable en la que se encontraba todo el país. Me consoló que el tiempo me libraría de este paso por el planeta Tierra. Nos reíamos sobre varias cosas que yo le contaba. Así, por ejemplo, cómo piensa el hombre común, no atado a creencias religiosas, sobre la vida después de la muerte o cómo algunos se imaginan el cielo de acuerdo a sus creencias religio­sas.
Durante nuestra conversación le mencioné que me resultaba incomprensible que mi cuerpo duerma en la noche terrena, mientras que yo estoy aquí paseando con él en un ambiente maravilloso, a la orilla del mar.
Me explicó que esto simplemente era el resultado de mi búsque­da hacia el conocimiento de las verdaderas relaciones de la vida y que los amigos del más allá en estos casos pueden ayudar; también me díjo, que hace tiempo me observan y que en el futuro me busca­rían más a menudo, para acompañarme en visitas a la otra dimen­sión.
Mi compañero del paseo estaba vestido con un pantalón, una camisa blanca y zapatos elásticos, también blancos. Yo también es­taba vestido de la misma manera.
En un momento dado, expliqué a mi acompañante que yo tenía que volver en mi cuerpo físico. Con una sonrisa en sus labios me contestó: Vamos a hacer un pequeño experimento, para que tú no creas, al despertarte en tu cuerpo, que simplemente has soñado.
Se inclinó y levantó unas piedritas de la playa, las colocó en mis manos y cerró mis manos con las suyas, diciéndome a su vez 'ahora vete'.
En el mismo instante, una fuerza me arrastró hacía atrás, con una velocidad que aumentaba cada vez más, igual como me había pasado unos días atrás. A mi alrededor todo se oscureció y con un golpe me desperté en mí cuerpo. Me incorporé y tenía aún mis dos manos cerradas. Las abrí y las piedritas caían con su ruido caracte­rístico, sobre la cama. En el mismo momento, la luz en la habitación se oscureció algo. Era como si el sol se cubriese por un segundo y las piedritas se disolvieron como una fina neblina, hasta desaparecer por completo.
Cuando me recuperé de la sorpresa vi que el cielo estaba nubla­do y gris. Me vino la idea de que la claridad que yo había visto era la luz astral, que permitía que las piedritas pudieran manifestarse aún en nuestro mundo físico. Pero al retirarse la luz, se disolvieron. Eran la cinco de la mañana y yo había aprendido algo más. Un sentimien­to de gratitud por las enseñanzas recibidas del más allá ya me había quitado el sueño esa mañana.
Pasaron varios meses y faltando pocos días para Navidad, apro­veché algunas horas para estar solo en casa, y meditar.
Encendí tres velas en el árbol de Navidad y me acomodé sobre una almohada.
Después de un tiempo sentí una fuerza y carga dentro de la habitación, como nunca antes. El hecho de observar alrededor de las velas una amplia aureola, no me sorprendió, porque fenómenos de esa naturaleza, visible solamente por la persona que medita, no son algo especial. Pero a continuación, una luz brillante y dorada cubrió toda la habitación. Debido a que acostumbro a controlar todos los fenómenos que se me presentan, giré sobre la almohada y observé toda la habitación. Todo, arriba el cíelo raso, abajo el piso, las pare­des, brillaban como bañados en oro. Los muebles, el arbolito, todo estaba cubierto por oro.
El fenómeno seguía, a pesar que ya habían pasado varios se­gundos y de pronto, sentí miedo de que esto podría permanecer así para siempre. En ese instante, todo terminó y volvió a su normali­dad. Me di cuenta que aún no estaba maduro para reaccionar sobre el efecto del mundo superior.
Tiempo después, en otra ocasión, mi pregunta sobre la posibili­dad de reencontrarme con familiares ya fallecidos, me fue contesta­da que el alma, que 'allí' sigue su desarrollo espiritual, poco a poco toma el aspecto de su cuerpo físico que éste tenía en los mejores años de su vida, pero al encontrarse con sus familiares, puede tomar el aspecto que tenía antes de morir, para poder ser reconocido.
Días después de esa explicación, me fue permitido vivir un en­cuentro de esa naturaleza en aquel otro mundo,
A medianoche me desperté. No en mi cuerpo, ya que éste dormía tranquilamente en mi cama. El lugar en que me encontré era una quinta-jardín grande, llena con árboles frutales. Luego de asegurar­me que no estaba soñando, miré el cielo. Era azul, como en la Tierra en verano. 'Asi que, pensé, estoy en el 'Sommerland' (País de verano), donde hay un ambiente bastante agradable.'
Mi acompañante, quien siempre facilitaba estos encuentros, esta vez no estaba. Me encontré totalmente solo.
Me llamó la atención, que la plantación de frutales tenía el as­pecto de cualquier plantación terrena. Peras grandes y manzanas colgaban de las ramas. Entre las manzanas vi algunas con manchas, como si estuvieran atacadas por alguna enfermedad. Saqué como conclusión que debería tratarse de un plano bastante cercano al te­rrenal.
Caminé a través de la quinta hasta llegar a una pradera. No muy lejos observé una edificación. Me acerqué y vi que se trataba de una especie de tinglado, construido de madera. Sobre el portón observé guirnaldas y en el interior, debajo del techo, también guirnaldas he­chas de flores. Detrás de esa edificación pude ver las primeras casas del poblado. El camino hacia el poblado estaba rodeado por un bos­que de coniferas y árboles con hojas.
El camino estaba cubierto con piedritas. como aquí en los par­ques.
Entré al tinglado. No había nadie. Al lado de las largas mesas había bancos y sillas rústicas, así como se acostumbra en ocasión de fiestas campestres. Las mesas estaban cubiertas con manteles blan­cos, platos, cubiertos, etc.
Mientras observaba todavía el interior, escuché el murmullo de voces, como si mucha gente se acercara.
Vi un grupo de aproximadamente cincuenta personas. Adelante caminaba una mujer de edad avanzada, brazo en brazo con un hom­bre.
Al acercarse el grupo, todos vestidos como en una fiesta, di un paso al costado, para dejarlos pasar. Recién entonces miré con más atención a la pareja que encabezaba el grupo, y reconocí en el hom­bre a mi padre, fallecido hace veintidós años y a mi tía Olga, muerta hace veinticuatro años,
Con la mirada amable de mi padre entendí de repente todo lo que estaba sucediendo; él estaba acompañando a su prima Olga, la que en vida terrena muy poco se había preocupado por su elevación espiritual, desde un plano triste, hacia el 'Sommerland'.
Allí se acostumbra usar una circunstancia así para realizar una fiesta, la que dentro de muy poco iba a comenzar.
Tía Olga, aunque habían pasado veinticuatro años, mostraba el mismo aspecto que tenía poco antes de morir, porque recién ahora, al entrar en las esferas más lúcidas, ganaría la fuerza de dejar sus viejas ideas, como así también las relacionadas con su edad.
Mi padre, quien ya desde hace tiempo se encontraba allí, había tomado el aspecto que tenía con 70 años, para que su prima (y tam­bién yo) lo pudiéramos reconocer.
Lamentablemente no me fue permitido participar de la fiesta. Yo, el caminante terrestre, tenia un tiempo limitado para eso: un permiso solamente para una caminata astral.
Como de costumbre, fui arrojado hacia atrás y desperté con un leve golpe en mi cuerpo en la cama. Aún era de noche.
Había pasado un tiempo, cuando una noche, mi acompañante (a veces era aquel a quien yo llamaba Iream) me llevó a un plano, que llaman 'Winterland' (País de invierno), y también podría llamarse 'El Infierno'.
Era nebuloso y casi oscuro. Solamente en las casas grandes, una especie de misiones, había luz. Iream me acompañó y entramos en una sala muy amplia. En su parte superior había unas cíen sillas, mientras que el lugar de abajo era reservado para el disertante.
En la parte superior estaban sentadas personas, que daban lastima. A ellos dirigió su palabra un hombre de aspecto agradable, vestido con ropa clara.
Con Iream nos habíamos sentado en una especie de palco. Es­cuché con atención las palabras, que el hombre de vestimenta clara dirigía a las que me parecían "pobres almas". Les explicaba, entre otras cosas, que tendrían que dominar su cuerpo, para poder desha­cerse de su pensamiento, de la enfermedad, etc.; entonces también ellos podrían liberarse de la atracción terrestre. Además explicó que cantando un tono de una manera determinada, podrían liberarse de la supuesta gravedad, "supuesta", ya que en este plano no tenía va­lidez.
No sé cómo me atreví, pero cuando el disertante habló de este tema, recordé que había practicado esto y debía demostrarlo ahora. Me levanté de mi silla, canté el determinado tono alto y volé hacia el lugar del disertante.
Las cien personas, sentadas humildemente en sus sillas, me miraban con la boca abierta y el disertante, quien desde luego había observado mi maniobra, sonrió y explicaba: Vean, mis queridos, aquí tienen una demostración, cómo puede vencerse esa supuesta grave­dad.
Después me preguntó con tono amable, de dónde venia yo. En sus ojos vi, a pesar de su amabilidad, que veía en mi cierta imperti­nencia y el deseo de ser admirado. Agradecí rápidamente la lección y volví al lado de Iream, quien pronto me despidió en dirección 'mate­ria'.
Paso el tiempo. Llegó un día en que Iream me explicó que todo aspirante a la liberación de la materia debe deshacerse de su depen­dencia de sus propiedades, de querer poseer todo, de practicar el poder en el sentido de influenciar sobre sus congéneres, sin que exista una causa real necesaria, brindando así ayuda a los que verdadera­mente la necesitan. Pero nadie debe menospreciar tampoco la exis­tencia física como algo sin importancia. En cada instante, la vida que vivimos, ya sea en materia o en el más allá, es la existencia más importante para el desarrollo espiritual".
Es un error creer que solamente en la existencia terrenal el hombre hace importantes experiencias para su desarrollo espiritual, y es igualmente un error creer que se llegue a su desarrollo sin experien­cias materiales.
Uno puede acelerar o demorar su desarrollo, pero no evitarlo.
Después de esas experiencias de un simple soldado, nos pre­guntamos: ¿Se trata de un elegido, de un caso aislado, único?
Podemos contestar que no.
Así escribe, por ejemplo, Frederic William Henry Myers, junto con Sidwick. Hodgson, Gurney y Podmore, de la Society for Psychical Research en Londres. Myers tuvo un papel principal en una enorme cantidad de experimentos, que luego tuvieron su reflejo en varios libros, entre los que se destacan los dos tomos de "Phantasmas of the living".
En esta obra, Myers menciona entre otros temas, el "país de verano" y el "país de invierno".
Ambos estados, según Myers, existen gracias al yo interior del individuo. Cuando el individuo alcanza un estado espiritual más ele­vado, puede trascender a otros niveles.
Los que han superado el estado "país de verano", llegan al "pri­mer cielo". Aquí pueden desarrollarse ideales altruistas dentro de una vida compartida con otros, que también desean hacer el bien a los demás.
Poco a poco, al alma se le va mostrando cómo era ella, cuando estaba en la Tierra. Este conocimiento de uno mismo incluye la rela­ción y revelación de todas las culpas y errores, muchas de las cuales, inclusive en este estado, resultan difícil de aceptar.
A este proceso se lo denomina "el juicio". Este juicio no lo realiza Dios (como es presentado en la conocida imagen del "Juicio Final"), ni tampoco un ser superior, sino se trata más bien de algo "autoinducido".
El hecho de ver uno sus propias faltas y tener luego que conde­narse a si mismo, es muy doloroso. El juzgarse uno a sí mismo es muy positivo y de gran ayuda.
Las culpas o los errores, una vez reconocidos, pueden superar­se, dando lugar a un nuevo ser.
En esta tarea se cuenta también con la ayuda de buenos compa­ñeros que están allí, para explicar las cosas, dar ánimo y guiar a la persona en la corrección de sus defectos.
Al motivo o la causa de las correcciones se da mucha importancia, ya que las acciones de uno se ven aquí tal como fueron en reali­dad y no como uno preferiría recordarlas. Además se sienten en sí mismos todos y cada uno de los placeres y sufrimientos que estas acciones produjeron en otras personas. Esto puede llegar a ser muy penoso sin el efecto amortiguador del cuerpo físico. Del mismo modo sucede con las emociones (amor, miedo, repugnancia), se sienten durante el sueño con mucha mayor profundidad, mientras que las mismas emociones sentidas en la vida corriente quedan amortigua­das por las exigencias y los estímulos del mundo exterior. En este plano no hay ningún "mundo exterior"; todo es "interior", todo se siente con la maravillosa u horrible claridad de los sueños. Hasta aquí el comentario de F. W. Henry Myers. Recordemos lo que escribió Benjamín Solari Parraviciní sobre el momento de la muerte de su padre: El joven de Leo resolvió velarle noche a noche. Era él el más indicado por su cualidad de noctámbulo, corriendo luego temprano a descansar. Una mañana, el Ángel le dijo: "Duerme bien el día, porque esta noche será la última. A las cinco de la tarde debes estar preparado porque tu padre comenzará a llamarte a gritos y tu hermana a su vez te llamará por teléfono. Recuerda, sin pérdida de momentos debes acudir, porque ya es la hora".
El reloj del estudio del joven de Leo, en la tarde esperada hizo escuchar sus cinco campanadas, y con la última comenzó el teléfono a llamar, y la hermana dijo: "Ven. corriendo, papá te llama a gritos entre quejidos que desgarran". El joven corrió al Sanatorio, cuando entró en la habitación, el padre le dijo; "Al fin has venido, ansiaba tu presencia. Ven hijo mío, siéntate a mi costado y medita. Siéntate que necesito tu consejo, escucha bien, mi padre está aquí en espíritu, me ha revelado la verdad de las ver­dades que me decías. Ahora hijo, me explico, que sí tú decías va a llover, pues llovía. Perdóname la incredulidad que tuve, reconozco que fui injusto e ingrato contigo. Hijo, mí padre me dice que debo ir mañana con él. en el momen­to justo de salir el sol. ¿Podré irme?" "Padre", contestó el joven, "creo que sí debes marchar con él. Si él lo dice está bien."
Y el padre contestó observando el alto de la habitación: "Iré tata contigo mañana al despuntar el sol". Después exclamó feliz: "Hijo mió, no siento dolor alguno, y ya camino, ando por un sendero, ba­rroso, oscuro, con lluvia y cuevas repletas de alimañas repugnantes y horribles fantasmas".
El Ángel dijo al Joven; "Dile que siga caminando, dile y repítele que lo haga hasta que él se halle en un lugar que le plazca y haga feliz". Y el joven ordenó. Padre, sigue...sigue caminando".
Rato después, el padre dijo; "Ahora todo el ambiente mejora, escampó la lluvia, desapareció el barro, terminaron las cuevas pero persisten los fantasmas".
"Sigue caminando padre, sigue caminando", repetía el hijo con cariñosa y empeñada voz.
"Hijo", explicó de nuevo el padre, "el paisaje disipó la bruma, el camino ahora es césped amarillo, escaparon los fantasmas, pero nubes oscuras trepan el horizonte".
"Sigue... sigue caminando", repetía el joven... y así, de esta ma­nera, el padre fue atravesando paisajes diferentes siempre, y siem­pre en mejoras hasta que al fín exclamó en asombro: "Hijo, al fin estoy en un hermoso lugar de sol y flores, quisiera quedarme aquí a descansar. Es tanta su magnificencia que me quedaría por siempre.
Veo el cielo de un azul jamás visto; palomas que vuelan en círcu­lo ¡son todas blancas!"
Y el Ángel dijo al joven: "Es el vuelo del Espíritu Santo".
"Veo hijo, además, la Cruz salida de Cristo enredada en flores también blancas",
Y el Ángel dijo: "La humanidad, el mañana".
"Veo hijo, un río transparente y tranquilo".
Y el Ángel dijo: "La paz"
Entonces el padre rogó: "Déjenme descansar aquí y para siem­pre",
"Allí si quedarás, dijo el joven, y con tu padre partirás mañana al salir el Sol."
Después, el enfermo entró en agonía, su ronquido fue fuerte, atenuándose en las horas. El médico explicó al joven: "En realidad ya su padre no está, su pecho debe arrojar el aire acumulado en los pulmones, el desenlace será posiblemente en la madrugada". El jo­ven entonces comentó: "Al salir el sol" y callaron.
Y con el salir del sol, la imperceptible respiración cesó. Los médicos entonces anunciaron: "El Dr. ha muerto"

La vida después de la muerte

Un grupo de investigadores, con sede en Würzburg, Alemania, que desde hace años se dedicaba, sin influencias religiosas, dogmas. etc., al estudio del tema "Qué pasará después de la muerte", llegó a la siguiente conclusión;
Poco antes de que el alma (espíritu, soplo de vida, que los roma­nos llamaban ánima y los griegos psyche, o sea psique) deje el cuer­po físico, el moribundo ve en una película acelerada toda su vida. El espíritu valoriza su pasado, su vida que en ese momento termina y valoriza esa vida desde otros puntos de vista, como lo habría hecho cuando aún vivía. Asi, el propio espíritu se transforma en el juez sobre si mismo.
Sí el ser humano se había preparado para su muerte, su alma puede desprenderse del cuerpo fácilmente. Seres espirituales le ayu­dan durante ese proceso: el ángel de la guarda o las almas de amigos o parientes. Ellos saludan al espíritu, que recién se desprendió de la materia y le ayudan a ubicar su lugar en el más allá.
Pero si la persona no se había preparado para morir, nunca ha tenido ningún interés espiritual y todo su pensamiento solamente estaba concentrado en las condiciones de la vida terrestre, entonces se resiste a la muerte.
También a esta alma quieren ayudar los seres espirituales, para que pueda separarse con más facilidad del cuerpo, pero mientras el hombre no quiera aceptar la muerte, la ayuda de ellos es limitada, porque los seres espirituales respetan la voluntad (libre albedrio).
El alma que tan intensamente ha vivido su vida terrena, queda también, una vez desprendida del cuerpo, conectada al mismo a tra­vés de una curtiente de energía, puede decirse, que se aferra a su casa y no quiere salir de ella.
¿Qué pasa con el alma en el caso, por ejemplo, de una muerte violenta?
Si el alma es arrojada de su cuerpo a través de una acción vio­lenta, no podrá separarse como corresponde. Esto significa que ella, a pesar de su desenlace, aún queda unida a este plano.
En este momento de la separación violenta, el alma se encuen­tra desorientada, pese a que seres espirituales se ocupan de ella.
Debido al shock, el alma cree encontrarse aún dentro del cuerpo físico, porque siente susto o temor y dolor aún después de su des­prendimiento.
El médico puede haber declarado la muerte y el cuerpo haber sido enterrado, pero el alma aún supone encontrarse dentro del cuer­po.
Es posible que ella siga yendo a su trabajo diario, moviéndose en las calles y usando los medios de transporte.
Tal vez visite a sus amigos y se pregunte: ¿Por qué nadie me ve, o por qué mí lugar de trabajo ha sido ocupado por otra persona? ¿Por qué estoy tan solo? ¿Qué me pasa?
Recién después de ese proceso es posible que el mundo espiri­tual pueda actuar sobre él. Cuando el alma se da cuenta, que ella no es algo físico y que su cuerpo carnal hace tiempo ya había sido ente­rrado, puede despertarse con la ayuda de su ángel protector y según su estado de consciencia, seguir su camino.
Totalmente distinta es la muerte de una persona unida a Dios. Este ser sabe, que su alma viene de Dios y recibe de él su energía vital, y que dentro de su alma existe una vida eterna e inmortal. El alma, el hijo de Dios, siempre está en contacto con su padre y quiere volver hacía él. El hombre comprende que este cuerpo fisico es com­parable a un vestido del cual se desprende cuando ya no se lo nece­sita.
Cada alma es llevada, según su estado, de una manera distinta; tal vez ve un camino, un túnel, una hermosa pradera. El alma unida a Dios contempla por un momento hacia atrás, solicita ayuda para los parientes afligidos y sigue su camino.
¿Y dónde se van a encontrar nuestras almas después?
Según la ley de la gravitación espiritual: "Igual busca su igual", el alma es atraída hacía los correspondientes planos, hacia las almas que corresponden a su elevación espiritual. Lo que el hombre no ha podido entender y eliminar durante su vida terrestre, lo lleva consi­go, cuando ya ha deshecho (quitado) su cuerpo físico.
Pero sí no está en condiciones de entender su propia lección, entonces se va a reunir con todos aquellos en el plano astral, que compartan sus intereses o se va a dirigir hacía la Tierra nuevamente y visitar aquellos lugares en los que anteriormente satisfacía sus pasiones.
Aquellas almas que tienen algún vicio (alcohol, tabaco, drogas, etc.) encuentran pocas veces en el mundo astral su lugar de destino. Ellos vuelven a la Tierra y tratan de influir a aquellas personas en su misma sintonía, ya que ellas pueden hacer, lo que las almas ya no están en condiciones de hacer.
Así estamos rodeados por innumerables almas atadas a la vida terrestre, porque quieren compartir nuestra vida. Se "adhieren", si esto puede decirse, a aquellas personas que viven solamente en lo material, porque a ellos pueden influir y a ellos pueden también "chu­par" energía vital.
Si tenemos continuamente pensamientos y sentimientos negati­vos y malos, le damos a estas almas la posibilidad de influir sobre nosotros.
Estas almas que corresponden a nuestras propias bajas vibra­ciones, absorben nuestra fuerza, tratan de mantenernos en estas vibraciones o bajarlas aún más.
Si el hombre había dirigido su psique durante su vida hacía regiones superiores, entonces ella será atraída, después de la muer­te, hacia allá.
Allí recibirá las enseñanzas que aún necesitaba. De esta manera vemos que el alma, una vez separada del cuer­po, se encontrará en un mundo, que no le es extraño, ya que corres­ponde a su estado de consciencia.
Nos queda solamente una pregunta abierta: ¿Qué significa el luto de los que quedan (madre, padre, cónyuge, hijos, etc.) para el alma de la persona fallecida?
Duelo y luto deberían ser superados por los parientes lo antes posible.
A la mayoría de las personas les resulta muy difícil aceptar la muerte de un ser querido, sin llorar o sin afligirse. Para muchos no es posible aceptar el hecho sin entender su sentido.
Pero este luto lo siente el alma que ha dejado su cuerpo físico y será frenado asi su siguiente camino y desarrollo. Si los que han quedado quieren retener al muerto, piensan que es su propiedad, quieren que vuelva a la vida, entonces atan el alma al ambiente te­rrenal.
En realidad sólo piensan en ellos y no en el bien del fallecido; por lo tanto solamente deberán acompañar al alma que ya se separó de su cuerpo, con buenos pensamientos y pedir a Dios que siga el camino que le corresponda.
De ninguna manera deberá ser retenida un alma a través del luto, lamentos y deseos.
Y finalmente puede preguntarse: ¿Cuál es el sentido de nuestra vida terrestre?
Es nuestro deber entender que el sentido de la vida no solamen­te es vivir y disfrutarla. Porque esa vida terrestre es un tiempo de escuela, de aprendizaje, y ese tiempo debe ser aprovechado para esto. Si el alma no ha alcanzado la meta del aprendizaje terrestre, será colocada nuevamente delante de los mismos deberes, para ocuparse de ellos, hasta que hayan sido solucionados y entendidos.
Es nuestro deber transformar durante nuestra vida todo lo ne­gativo en positivo, de manera que al final de la vida, el saldo quede en positivo.
Entonces el alma podrá volver a su condición de ser purificado y de luz y retornar al Padre"
In Memorian
Benjamín Solari Parravicini
En el amanecer de un nuevo día,
cuando la aurora alumbre el firmamento
las densas brumas den paso a la luz
en el alborear de un nuevo milenio,
el hombre adámico de la era
post industrial y post religiosa
comprenderá, tras cruenta tribulación,
que su comportamiento ciego sordo,
soberbio y egoísta, se parece a un arbusto
espinoso bajo el cual la semilla de la
palabra de Dios se asfixia,
entenderá tras seis mil años de lenta
evolución sobre el planeta Tierra,
que ha llegado al fin de su infancia,
un beso de paz mil años germinará en el suelo,
y un hombre nuevo sobre la Tierra será.
G.K.
Mensaje de un hombre de buena voluntad.
ACLARACIÓN DE LOS TÉRMINOS
1) Psicokinesia o Psicoquinesia: Acción directa de la mente sobre la materia, sin intermediario material conocido.
La psicoquinesia demuestra, que la mente (espíritu) posee una energía que puede actuar, consciente o inconscientemente, sobre la materia, transformándose en energía física, pudiendo provocar así el movimiento de objetos a distancia (telequinesia) o la elevación en el aire (levitación).
2) Telestesía: Clarividencia. Un término introducido por F.W.H.Myers (1843-1901)
3) Mediumnidad: Facultad propia de las personas sensitivas o hipersensitivas, llamadas médiums capaces de producir fenómenos metapsiquícos.
Pertenece a la mediumnidad psíquica, por ejemplo, la xenoglosia, o sea, que un médium en trance, hable una o varias lenguas que no ha estudiado ni conocido con anterioridad y que no sabe hablar fue­ra de la sesión.
Pertenece a la mediumnidad física la ectoplasmía (producir me­diante el propio organismo, u organismos vecinos, una sustancia semifísica), los aportes (desplazamientos paranormal de objetos), la levitación. los fenómenos luminosos paranormales y los "Poltergeist" (fantasmas ruidosos).
4) Ectoplasmía o Ectoplastía: Término introducido por Myers, como sinónimo de teleplastia y materialización. Se trata de un fenó­meno de orden metapsiquico, consistente en la creación de formas fantasmales, con caracteres de materialidad, como figuras brumo­sas, formación de miembros y cuerpos humanos con rasgos vivien­tes.
En suma: la ectoplasmía es un desdoblamiento del dotado, quien exterioriza una sustancia amorfa de apariencia gaseosa, que luego se organiza. Depende estrechamente del cuerpo del dotado, y al final del fenómeno se reabsorbe.
El sacerdote jesuíta Dr. Osear González Quevedo menciona una observación interesante sobre este tema en su libro "Las fuerzas físi­cas de la mente": "Cuando el ectoplasma es tocado o incluso ilumi­nado, es frecuente que el dotado se queje de un violento dolor. Evi­dentemente, esto indica que el ectoplasma (siempre reabsorbido en el organismo del dotado), es como una prolongación del cuerpo y de la sensibilidad del mismo dolado".
5} Metagnomia o Metagnosia: Es lo que se encuentra más allá del conocimiento obtenido por medio de los sentidos comunes y el razonamiento, como por ejemplo, la clarividencia y las premonicio­nes.
6) Telergia: Fuerza material puesta en juego en el acto de la telepatía. Los fenómenos por los cuales el "fluido" psíquico realiza más o menos visiblemente un trabajo exterior sobre la materia co­mún.
Aclaración: sobre el comentario de B.S.P. en su carta publicada en la página 133, en la que se refiere a mi audición radial sobre los obeliscos en la Luna. En esa audición volví a repetir mi conferencia dada en el Canal 5, en ocasión del festejo al viaje del "Apolo 11" a la Luna (ver también "La Capital" del 20/07/69).
Un año después (28/11/70), "Crónica" publicó un artículo mío sobre el mismo tema.

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