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miércoles, 2 de abril de 2014

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¿Quieres curarte? La Cuaresma conduce al bautismo. (2014-04-01)


Francisco, Benedicto XVI, Juan Pablo II y Juan XXIII

Francisco invita a Benedicto a participar en la canonización de Juan XXIII y Juan Pablo II
El día de los cuatro papas en San Pedro

Roma podría albergar a cinco millones de peregrinos el próximo 27 de abril

Redacción, 31 de marzo de 2014 a las 18:07

El 26 de abril, a partir de las 21, habrá una "Noche blanca de oración" y las iglesias del centro de Roma estarán abiertas para rezar y confesarse en diversos idiomas

(J. Bastante/Agencias).- El próximo 27 de abril puede resultar histórico en plaza de San Pedro. Por varias razones. En primer lugar, por la canonización simultánea de dos papas:Juan Pablo II y Juan XXIII; en segundo término, por la más que previsible millonaria asistencia de fieles a la ceremonia; y en tercer lugar, porque Francisco ha invitado a Benedicto XVI a concelebrar con él este acto. En caso de aceptar, en Roma se viviría el día de los cuatro Papas.

Así lo ha confirmado esta mañana el portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, quien no obstante no ha podido confirmar si Ratzinger ha aceptado o no la invitación. "Habrá que esperar para ver si decidirá estar presente", añadió, incidiendo en que "podemos decir que es normal que haya sido invitado".

Con todo, no sería la primera ocasión en la que los dos papas, el emérito y el pontífice en ejercicio, coinciden en una celebración pública, pues Benedicto XVI ya asistió por sorpresa al consistorio de cardenales del pasado 22 de febrero. Pero sí sería la primera ocasión en que ambos aparecieran juntos ante la feligresía en San Pedro.

Aunque no hay previsiones oficiales, algunas fuentes hablan de la posible presencia de cinco millones de fieles a la ceremonia. Con este motivo, la Santa Sede lanzó una amplia operación mediática en las redes sociales. "Vengan tranquilamente", aseguró con tono prudente Lombardi.

Si se toma en cuenta la explanada de la plaza de San Pedro y la amplia avenida de acceso, Via la Conciliación, "llegamos a un buen número", comentó Lombardi.

Los organizadores de la canonización de esos "dos gigantes de la historia", como los calificó el cardenal Agostino Vallini, Vicario de Roma, aseguraron que la ceremonia estará marcada por la "sobriedad", respetando el estilo de papa Francisco.

Para informar y dialogar con los peregrinos, el Vaticano abrió una página internet oficial (www.2papisanti.org), una cuenta en twitter (@2popesaints), un canal you tube (2popesaints), un Instagram (#2popesaints) y hasta una aplicación con el nombre "Santo Subito".

La vida y obra de Juan XXIII (1958-1963) así como de Juan Pablo II (1978-2005) será examinada a través de conferencias y encuentros.

En Google + se ofrecerá la posibilidad de seguir en "hangout" los briefings diarios de la semana anterior a la canonización. También se creará un QR code para entrar con rapidez en el sitio 2popesaints.org. La iniciativa "Rome connecting to the world", un hermanamiento entre los fieles llegados a Roma y los jóvenes romanos, hará posible conocer los lugares más significativos de Roma unidos a la historia de Juan XXIII y Juan Pablo II, facilitando informaciones sobre la página de Facebook.

Por otra parte, en la diócesis de Roma, el 22 de abril en la basílica de San Juan de Letrán, el cardenal Agostino Vallini presidirá un encuentro destinado a los jóvenes con los postuladores de las causas de ambos papas: Mons. Slavomir Oder (Juan Pablo II) y el padre Giovangiuseppe Califano (Juan XXIII).

El 26 de abril, a partir de las 21, habrá una "Noche blanca de oración" y las iglesias del centro de Roma estarán abiertas para rezar y confesarse en diversos idiomas.

Asimismo, la diócesis de Bérgamo, rinde homenaje a Juan XXIII, con "Las Obras signo", una serie de actividades dedicadas a la caridad, la promoción humana y la solidaridad que repercutan en la vida diaria. Entre ellas, un proyecto de ayuda a Haití para garantizar tres años de escolarización en la escuela Juan XXIII; la invitación a los sacerdotes a contribuir con un mes de su sueldo y el importe de la colecta del 27 de abril a un fondo de ayuda para las familias en dificultad o la conmemoración, el 12 de abril, de la publicación de la encíclica "Pacem in Terris" a la que están invitados los embajadores de los países en que el entonces nuncio Angelo Roncalli desempeñó su misión diplomática (Bulgaria, Turquía, Grecia y Francia) y cuya presentación correrá a cargo de Jacques Delors, ex Presidente de la Comisión Europea.
IV MARTES DE CUARESMA -El Bautismo

(Ez 47, 1-9. 12; Sal 45; Jn 5, 1-3. 5-16)

TRES LLAMADAS

“El Ángel me sacó por la puerta septentrional y me llevó a la puerta exterior que mira a levante. El agua iba corriendo por el lado derecho.” (Ez 47, 2)

“El correr de las acequias alegra la ciudad de Dios, el Altísimo consagra su morada.” (Sal 45)

-«Señor, no tengo a nadie que me meta en la piscina cuando se remueve el agua; para cuando llego yo, otro se me ha adelantado.»

Jesús le dice: -«Levántate, toma tu camilla y echa a andar.» (Jn 5, 8)

CONSIDERACIÓN

La razón por la que, a esta altura del tiempo cuaresmal, se escogen estas lecturas en las que concurre el agua en las tres citas, es porque aquí se ve la prefiguración del agua bautismal.

La corriente que mana del santuario, del lado derecho, es profecía del borbotón que mana del costado de Cristo, origen de la fuente bautismal. La providencia nos permite contemplar hoy la duodécima estación del Via Crucis, imagen del Crucificado.

El hombre curado de parálisis, puesto en pie, representa lo que significa el bautismo. De vivir postrado, sin referencias, a caminar erguido, gracias a la relación con Jesús.

EL BAUTISMO

El bautismo “no es una formalidad. Es un acto que toca en profundidad nuestra existencia.” (Francisco 8-01-2014)

Por el bautismo nos incorporamos a la familia de los hijos de Dios.

“El Bautismo es el sacramento en el cual se funda nuestra fe misma, que nos injerta como miembros vivos en Cristo y en su Iglesia” (Francisco).

“Así como de generación en generación se transmite la vida, del mismo modo también de generación en generación, a través del renacimiento de la fuente bautismal, se transmite la gracia, y con esta gracia el Pueblo cristiano camina en el tiempo, como un río que irriga la tierra y difunde en el mundo la bendición de Dios” (Francisco)

“Debemos despertar la memoria de nuestro Bautismo. Estamos llamados a vivir cada día nuestro Bautismo, como realidad actual en nuestra existencia.” (Francisco)

Gracias al Bautismo somos capaces de perdonar y amar incluso a quien nos ofende y nos causa el mal (Francisco).

Por el bautismo logramos reconocer en los últimos y en los pobres el rostro del Señor que nos visita y se hace cercano. (Francisco)

Evangelio según San Juan 5,1-3a.5-16.

Se celebraba una fiesta de los judíos y Jesús subió a Jerusalén. Junto a la puerta de las Ovejas, en Jerusalén, hay una piscina llamada en hebreo Betsata, que tiene cinco pórticos.

Bajo estos pórticos yacía una multitud de enfermos, ciegos, paralíticos y lisiados, que esperaban la agitación del agua. Había allí un hombre que estaba enfermo desde hacía treinta y ocho años. Al verlo tendido, y sabiendo que hacía tanto tiempo que estaba así, Jesús le preguntó: "¿Quieres curarte?". El respondió: "Señor, no tengo a nadie que me sumerja en la piscina cuando el agua comienza a agitarse; mientras yo voy, otro desciende antes". Jesús le dijo: "Levántate, toma tu camilla y camina".

En seguida el hombre se curó, tomó su camilla y empezó a caminar. Era un sábado, y los judíos dijeron entonces al que acababa de ser curado: "Es sábado. No te está permitido llevar tu camilla". El les respondió: "El que me curó me dijo: 'Toma tu camilla y camina'". Ellos le preguntaron: "¿Quién es ese hombre que te dijo: 'Toma tu camilla y camina?'". Pero el enfermo lo ignoraba, porque Jesús había desaparecido entre la multitud que estaba allí. Después, Jesús lo encontró en el Templo y le dijo: "Has sido curado; no vuelvas a pecar, de lo contrario te ocurrirán peores cosas todavía". El hombre fue a decir a los judíos que era Jesús el que lo había curado.
Ellos atacaban a Jesús, porque hacía esas cosas en sábado.

San Máximo de Turín (¿- c.420), obispo. Sermón de Cuaresma, CC Sermón 50, p. 202; PL 57, 585

“¿Quieres curarte? La Cuaresma conduce al bautismo."

En el Antiguo Testamento leemos que en tiempo de Noé todo el género humano estaba perdido en el pecado, las cataratas del cielo se abrieron y durante cuarenta días las aguas de la lluvia se precipitaron sobre la tierra. Simbólicamente, durante cuarenta días la tierra fue empapada de agua. No se trata aquí tanto de un diluvio como de un bautismo. Fue un bautismo que quitó la iniquidad de los pecadores y liberó la justicia de Noé. Así, pues, el Señor, hoy como entonces, nos ha dado también a nosotros en la Cuaresma un tiempo para que durante el mismo número de días se abrieran los cielos para inundarnos de la misericordia divina. Una vez lavados en las aguas salvíficas del bautismo, nos ilumina el sacramento. Como entonces, las aguas se llevan la iniquidad de nuestras faltas y reafirman la justicia de nuestras virtudes.

La situación de hoy es la misma que en los días de Noé. El bautismo es un diluvio para el pecador y una consagración para los fieles. En el bautismo, el Señor salva la justicia y destruye la injusticia. Lo vemos en un hombre concreto: Pablo. Antes de ser purificado por los preceptos espirituales era un perseguidor de la Iglesia y un blasfemo. Una vez bañado por la lluvia celestial del bautismo, el blasfemo murió, murió el perseguidor, murió Saulo y llegó a la vida el apóstol, el justo, Pablo... Cualquiera que vive religiosamente la Cuaresma y observa las prescripciones del Señor experimenta dentro de sí la muerte al pecado y la vida a la gracia. Sucediendo a sí mismo, de alguna manera, muere como pecador y vive como justo.

Levántate, toma tu camilla y camina

Juan 5, 1-3.5-16. Cuaresma. La presencia de Cristo en nosotros bastará para aceptar los pequeños sacrificios de nuestra vida diaria.

Oración introductoria

Señor, en este día, quiero aprovechar al máximo este momento de contacto que tengo contigo. Hazme sentir tu presencia amorosa, no con los sentimientos, sino con un verdadero espíritu de fe. Señor, Tú estás aquí conmigo, guía mis pasos y sáname de mis flaquezas. Dame unos ojos nuevos que perciban tu amor en todos los momentos de mi existencia.

Petición

Señor, que me dé cuenta de lo pequeño que soy y de lo necesitado que estoy de tu misericordia y de tu amor.

Meditación del Papa Francisco

Una fe vivida de forma seria suscita comportamientos de caridad auténtica. Tenemos muchos testimonios sencillos de personas que se convierten en apóstoles de caridad en la familia, la escuelas, las parroquias, en lugares de trabajo y de encuentro social, en las calles, en cualquier lugar... ¡Se han tomado en serio el Evangelio!

El verdadero discípulo del Señor se compromete personalmente en un ministerio de la caridad, que tiene como dimensión la variedad y la pobreza inagotable del hombre. No es un ministerio excepcional u ocasional, sino fundamental, en el que la Iglesia se identifica, ejercitándolo cotidianamente. Asimismo, cada día, todos estamos llamados a convertirnos en "caricia de Dios" para que aquellos que quizá hayan olvidado las primeras caricias o que quizá nunca en su vida han sentido una caricia.

Les exhorto a continuar siendo signo visible de la caridad de Cristo tanto hacia los que se encuentran en necesidad material o espiritual. (Cf. S.S. Francisco, 31 de octubre de 2013, homilía en la capilla de Santa Marta). )

Reflexión

El milagro del paralítico de la piscina es conmovedor. Cristo se acerca a aquel hombre y sabiendo que ya llevaba mucho tiempo decide curarle.

Aquel enfermo era ciertamente un hombre de gran corazón.

De ésos que no se desaniman a pesar de los problemas. No sabemos, pero tal vez no era de Jerusalén, y se había hecho traer hasta la ciudad en busca de curación.

Quizá muchas veces habría querido que todo terminase pronto para él. Quizá pensó que su vida ya no tenía sentido; que vivía sólo para sufrir, aceptando las burlas y las muecas de la gente que acertaba a pasar por ahí. Cuántos amaneceres y atardeceres habrían pasado por encima de aquel pobre hombre, y él no perdía la esperanza de que el buen Dios de Israel le auxiliaría.

Confiaba, y así pasó mucho tiempo hasta que Cristo se acercó. Y sabiendo que ya llevaba mucho tiempo de sufrimiento, se acercó para restablecerle la salud.

El Señor había previsto el encuentro para aquel momento preciso. No porque no hubiese querido ahorrarle el sufrimiento de tantos años, sino porque quiso regalarle un don mayor: la fe y poco más tarde el perdón de sus pecados.

Todos estamos expuestos a sentirnos desamparados en los momentos duros, o en la cotidianidad de nuestro trabajo diario. Sin embargo, Cristo nos sale al encuentro. Nos cura y hace que cambie nuestra vida yendo en contra de las costumbres frívolas del mundo en que vivimos. Porque Él quiere permanecer con nosotros en nuestras almas, por medio de la gracia. (Bajo la condición de que respetemos sus mandamientos.)

Entonces, el recuerdo de Cristo y su presencia en nosotros bastarán para aceptarnos y aceptar los pequeños sacrificios de nuestra vida diaria.

Todos somos como este paralitico. Todos los días constatamos nuestra pequeñez y nos sentimos frágiles, sin fuerzas. Y en realidad lo somos, pues cojeamos siempre en nuestros mismos defectos. Y este paralítico del evangelio de hoy nos da la solución: Exponer nuestros problemas a Jesús con confianza y Él va a obrar maravillas en nosotros. Somos esos hombres que continuamente tropiezan, somos cojos, necesitamos de alguien que nos sostenga.

Ese alguien es Cristo, el Hijo de Dios. Él quiere ser nuestra fortaleza, nuestra seguridad. A su lado todo lo podemos. Debemos confiar ciegamente en Él, pues Él es el amigo fiel que nunca nos abandona.

¡Qué alegría debemos sentir al sabernos amados por Dios! Para Dios somos muy importantes. Con Él a nuestro lado, todo lo podemos. Jesús es nuestra fortaleza.

Propósito

Hoy haré una visita a Jesús Eucaristía, exponiéndole mis problemas con plena confianza.

Diálogo con Cristo

Señor, gracias por tu amor y tu presencia que verdaderamente hace que nos sintamos como hijos tuyos. Sé que hoy me has escuchado y te pido la gracia de ser paciente para esperar que Tú obres en mí. Hazme ver tu mano amorosa que me sostiene y me hace ver qué grande es tu amor hacia mí.

Reza, espera y no te preocupes. La preocupación es inútil. Dios es misericordioso y escuchará tu oración.

La belleza valiente de la fe

Dar el paso cuesta. Pero, una vez dado, la certeza de que Cristo vive y actúa con su Espíritu consuela a los corazones.

Creer nunca ha sido fácil. Abrirse a un Hombre venido de Galilea, acoger un mensaje contra la lógica del mundo, enfrentarse a las potencias del mal, proclamar una ley de misericordia y perdón, confirmar la Buena noticia con la Sangre en el Calvario y la Resurrección la mañana de Pascua... Parecen provocaciones que superan los límites de la "prudencia" y del sentido común.

Pero así nació, hace 2000 años, la Iglesia católica. Acogió el mensaje del Maestro, predicó desde los techos, sufrió persecuciones, enseñó a perdonar al enemigo, promovió un nuevo estilo de vida, se puso al servicio de los pobres y los últimos...

El cristianismo presenta una belleza inaudita. Abre el mundo a Dios porque afirma que Dios vino al mundo. Ofrece la paz que recibe de Jesucristo. Enseña una doctrina única en la que se vislumbra un núcleo radiante: Dios es Amor, Dios es Trinidad, Dios es misericordia.

El mundo romano no fue capaz de entender aquella novedad. Encarceló y mató a cientos de creyentes. El mundo moderno tampoco comprende un Evangelio construido desde paradojas magníficas: perder la vida para ganarla, morir para vivir, dar para recibir, perdonar para implantar una justicia más completa.

Hoy, como en el pasado, es posible decir "creo" desde una valentía que viene de la gracia. Los mártires de todos los tiempos muestran hasta qué punto la fe sostiene a hombres y mujeres en el momento de la prueba. Sin que lleguen al derramamiento de su sangre, también da fuerzas a millones de bautizados que sufren discriminaciones, burlas, desprecios, entre los suyos y ante un mundo fascinado por engaños pasajeros.

Hay una belleza valiente en el mundo de la fe. Dar el paso cuesta. Pero, una vez dado, la certeza de que Cristo vive y actúa con su Espíritu consuela a los corazones y permite caminar, cada día, con un canto sencillo de gratitud, de esperanza y de alegría.
El Papa en Sta. Marta. ¿Quieres sanar". Y después el 'no peques más'

Los cristianos anestesiados le hacen mal a la Iglesia, como los formalismos, es necesario vencer la inercia espiritual y arriesgar en primera persona para anunciar el evangelio. Lo ha indicado este martes el papa Francisco en la misa cotidiana que celebra en Santa Marta. La homilía de hoy se centró en el evangelio que narra el encuentro de Jesús con una persona paralítica desde hacía 38 años, que estaba debajo de los pórticos pero no encontraba a nadie que lo sumergiera en las aguas agitadas porque siempre alguien le precedía. Jesús en cambio le ordena levantarse e ir. Un milagro que despierta las críticas de los fariseos porque esto sucedía un sábado, día no permitido.

El Pontífice indica que aquí encontramos dos enfermedades espirituales fuertes. Dos enfermedades sobre las que “nos hará bien reflexionar”. De un lado la resignación del enfermo que triste se lamenta. Y el Papa precisa: “Pienso a tantos cristianos, tantos católicos que sí, son católicos pero sin entusiasmo, tristes”.

Que dicen: 'Sí, es la vida, es así, pero la Iglesia... Voy a misa todos los domingos, pero mejor no meterse, mantengo la fe por motivos de salud, y no tengo necesidad de darla a otro... Mejor cada uno en su casa, tranquilos en la vida... Además si haces algo corres el riesgo que te critiquen. No, mejor no arriesgar...' Ésta es la enfermedad de la indolencia, de la indiferencia de los cristianos. Esta actitud paraliza el celo apostólico, no se preocupan de salir para anunciar el evangelio. Son personas anestesiadas. Son cristianos tristes, personas no luminosas, personas negativas y esta es una enfermedad de los cristianos. Vamos a misa todos los domingos pero decimos 'por favor no nos molesten'. Estos cristianos sin celo apostólico no le hacen bien a la Iglesia. Hay muchos cristianos que son egoístas, sólo para sí mismos. Y añadió que “El pecado de la indiferencia es contrario al celo apostólico, de dar la novedad que nos trajo Jesús, que a mi me ha sido dada gratuitamente”.

En este paso del evangelio, explicó el Papa, encontramos también otro pecado, cuando vemos que Jesús es criticado porque realizó una curación siendo día sábado. Es el pecado del formalismo. “Cristianos -dijo Francisco- que no dejan lugar a la gracia de Dios. Y a la vida cristiana, la vida de esta gente, es tener todos los documentos en regla, todos los certificados”. “Los cristianos hipócritas, como éstos, solo se interesan por las formalidades.

¿Era sábado? Entonces no se pueden hacer milagros, la gracia de Dios no puede operar el sábado. Entonces le cierran la puerta a la gracia de Dios”. Tenemos a tantos así en la Iglesia, a tantos. Es otro pecado. Primero los que no tienen celo apostólico porque decidieron detenerse en sí mismos, en sus tristezas, en sus resentimientos. Y estos otros que no son capaces de llevar la salvación porque le cierran la puerta. Para ellos cuentan solamente las formalidades,. “No se puede, es la palabra que tienen más a mano”. A gente así la encontramos también nosotros. Tantas veces tuvimos apatía o fuimos hipócritas como los fariseos. Son tentaciones que vienen y que debemos conocerlas para defendernos. Y delante de estas dos tentaciones, delante de este “hospital de batalla como símbolo de la Iglesia”, delante a tanta gente herida, Jesús se acerca y pregunta solamente: ¿Quieres sanarte? Y le da la gracia. Y después cuando encuentra de nuevo al paralítico le dice 'no peques más'. “Las dos palabras cristianas son: ¿quieres sanarte?; no peques más. Pero primero lo cura, y después le dice no peques más. Palabras dichas con ternura y con amor. Y esta es el camino cristiano, el camino del celo apostólico: acercarse a tantas personas heridas en este hospital de campo, y tantas veces heridas por hombres de la Iglesia. Es una palabra de hermano y de hermana: ¿quieres sanar? Y después cuando va adelante, entonces dice: 'No peques más que no te hace bien'. Es mucho mejor así. Las dos palabras de Jesús son más hermosas que la actitud de la indiferencia o de la hipocresí

San Hugo Francia

San Hugo, (significa "el inteligente"), obispo, nació en Francia en el año 1052.

Gregorio VII ordenó de obispo a Hugo cuándo sólo tenía 28 años, lo envió a dirigir la diócesis de Grenoble, en Francia. Allá estará de obispo por 50 años, aunque intentará renunciar al cargo ante 5 Pontífices, pero ninguno se la aceptará.

El dedicaba largas horas a la oración y a la meditación y recorría su diócesis de parroquia en parroquia corrigiendo abusos y enseñando cómo obrar el bien. Creyéndose un inepto y un inútil para este cargo, se fue a un convento a rezar y a hacer penitencia. Pero el Sumo Pontífice Gregorio VII, que lo necesitaba muchísimo para que le ayudara a volver más fervorosa a la gente, lo llamó paternalmente y lo hizo retornar otra vez a su diócesis a seguir siendo obispo.

Un día llegó San Bruno con 6 amigos a pedirle a San Hugo que les concediera un sitio donde fundar un convento de gran rigidez, para los que quisieran hacerse santos basado en oración, silencio, ayunos, estudio y meditación. El santo obispo les dio un sitio llamado Cartuja, fue fundada la Orden de los Cartujos, donde el silencio es perpetuo (hablan el domingo de Pascua) y donde el ayuno, la mortificación y la oración llevan a sus religiosos a una gran santidad. Para San Hugo sus días en la Cartuja eran como un oasis en medio del desierto de este mundo corrompido y corruptor, pero cuando ya llevaba varios días allí, su director San Bruno le avisaba que Dios lo quería al frente de su diócesis, y tenía que volverse otra vez a su ciudad.

Los sacerdotes más fervorosos y el pueblo humilde aceptaban con muy buena voluntad las órdenes y consejos del Santo obispo. Varias veces fue a Roma a visitar al Papa y a rogarle que le quitara aquel oficio de obispo porque no se creía digno. Pero ni Gregorio VII, ni Urbano II, ni Pascual II, ni Inocencio II, quisieron aceptarle su renuncia porque sabían que era un gran apóstol. Cuando ya muy anciano le pidió al Papa Honorio II que lo librara de aquel cargo porque estaba muy viejo, débil y enfermo, el Sumo Pontífice le respondió: "Prefiero de obispo a Hugo, viejo, débil y enfermo, antes que a otro que esté lleno de juventud y de salud". Era un gran orador, y como rezaba mucho antes de predicar, sus sermones conmovían profundamente a sus oyentes.

Era muy frecuente que en medio de sus sermones, grandes pecadores empezaran a llorar a grito entero y a suplicar a grandes voces que el Señor Dios les perdonara sus pecados. Sus sermones obtenían numerosas conversiones.

Al final de su vida la artritis le producía dolores inmensos y continuos pero nadie se daba cuenta de que estaba sufriendo, porque sabía colocar una muralla de sonrisas para que nadie supiera los dolores que estaba padeciendo por amor a Dios y salvación de las almas. Un día al verlo llorar por sus pecados le dijo un hombre: "- Padre, ¿por qué llora, si jamás ha cometido un pecado deliberado y plenamente aceptado?- ". Y él le respondió: "El Señor Dios encuentra manchas hasta en sus propios ángeles. Y yo quiero decirle con el salmista: "Señor, perdóname aun de aquellos pecados de los cuales yo no me he dado cuenta y no recuerdo". Murió a los 80 años, el 1 de abril de 1132. El Papa Inocencio II lo declaró santo, dos años después de su muerte.

Oremos

Señor, tú que colocaste a San Hugo en el número de los santos pastores y lo hiciste brillar por el ardor de la caridad y de aquella fe que vence al mundo, haz que también nosotros, por su intercesión, perseveremos firmes en la fe y arraigados en el amor y merezcamos así participar de su gloria. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.

Calendario de Fiestas Marianas: Nuestra Señora de las Lágrimas, Sicilia (1953)

Quinta rato de oración

Preparando la oración

En cada una de los ratos de oración de " este remanso puedes ejercitarte en diversos métodos que ayuden a estar más centrado y sereno a la " hora de " escuchar la palabra de Dios . Hoy podrías empezar cogiendo algún objeto , algo que no cueste sostener : una taza , una pieza de fruta , una pluma , un guijarro . Si no tienes nada a mano , puedes centrarte en una pieza de ropa que llevas . una vez has elegido el " objeto siéntate en silencio durante un momento . Haz girar este objeto sobre tus manos . Míralo "atentamente . Date cuenta " del peso , de su tacto rugoso o suave , de su consistencia o ligereza . Pone en ello toda tu atención , durante unos momentos , concéntrate " mientras lo " estás sosteniendo .

Continúa la preparación

Dale aún otra vuelta. ¿Qué hay en el " objeto que te " había pasado

desapercibido la primera vez ? ¿Que lo hace único ? Incluso si es algo producida en serie , hay algún detalle que lo hace diferente de los objetos de su clase .

Dedica un tiempo a apreciar el " objeto que has elegido , es algo que en último término forma parte de la creación de Dios .

Escucha ahora en silencio la Palabra de " este creador en boca del " apóstol Pablo Romanos 12,3-13: En virtud de la gracia que he recibido , digo a todos y cada uno: no os tengáis por más de lo que eres ; tenga una idea justa de vosotros mismos , juiciosamente , sin ambiciones , cada uno según la medida de la fe que Dios le ha concedido. En un cuerpo hay muchos miembros , y no todos tienen la misma función ; también nosotros , que somos muchos , unidos a Cristo formamos un solo cuerpo y somos miembros los unos de los otros . Tenemos dones diferentes, según la gracia que hemos recibido .

Si es el don de profecía , ejercemos con arreglo a la fe ; si es el de servicio , ejercemoslo sirviendo , si es el de enseñar , enseñando; si es el de exhortar , exhortando. El que reparte las limosnas , que lo haga con sencillez , el que preside , que sea solícito , el que hace obras de misericordia , que las haga con alegría. Que el amor no sea fingido . Huid del mal, apegaos al bien. Amaos cariñosamente como hermanos , avanzad ayudarán a honrar Obtener los unos a otros. Esforzaos a ser solícitos . Sed fervientes de espíritu , servir al Señor. Que la esperanza os llene de alegría . Sed pacientes en la tribulación, constantes en la oración . Hágase solidarios de las necesidades del pueblo santo. Practica con ahínco la hospitalidad.

Reflexiona

La carta de Pablo con los que hemos ido rogando no fue dirigida a un individuo sino a toda una comunidad : la comunidad cristiana de Roma. Son las comunidades , no sólo los individuos las que están llamadas a la santidad . El papa Francisco nos ha recordado que Dios llama individuos , los llama a convertirse en un pueblo , una comunidad . Recuerda ahora grupos o personas que han sido importantes para ti en el seguimiento de Cristo . Es una constatación frecuente que las personas hoy vivimos vidas más aisladas que en el pasado . Las familias son más pequeñas y dispersas . el trabajo es precario y cambiamos a menudo de " empleo y de compañeros de trabajo. Puedes estar tiempo viviendo en un lugar sin ni siquiera conocer los vecinos.

¿Qué papel tiene la comunidad en tu vida ? ¿Qué papel crees que debería tener ?

Hablando con el Señor

Las personas que Dios llama son tan únicas como el " objeto que contemplabas al comenzar la oración . Cada uno de nosotros tenemos nuestra propia mezcla de fortalezas y debilidades , de talentos y de puntos ciegos . La comunidad se construye a partir de " esta mezcla de fortalezas y talentos . Debería ser un soporte de nuestra debilidad y un contraste para nuestros puntos ciegos. El mejor camino para que esto se produzca , dice Pablo , es que cada uno tenga una mirada realista de "él mismo , ni una sobrevaloración que lleve al " orgullo , ni tampoco una modestia falsa que oculte o reste importancia a los propios talentos .

¿De qué manera crees que has colaborado y colabores en las comunidades de has que has formado parte ? En las comunidades , has experimentado apoyo a las propias debilidades ? ¿has encontrado luz y contraste en tus ofuscaciones?

Pablo termina este fragmento con una lista de maneras como cada uno de nosotros puede ayudar a hacer de las comunidades auténticos lugares de apoyo amoroso . Es su lista , pero seguro que tú podrías elaborar también la tuya. Imagina que alguien te pregunta cómo podría ayudar a hacer de la comunidad a la que pertenece un lugar de dignidad y amor . Termina esta oración dando gracias a Dios por las comunidades que han formado parte de tu vida y pídele que te guíe para ayudar a construir comunidades que respondan a lo que Pablo describe.

Conclusión

Que el Dios de la " esperanza os llene de gozo y paz en la fe , hasta rebosar de " esperanza por el poder del " Espíritu Santo. Amén .



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