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martes, 6 de diciembre de 2016

El Remanente de Israel - Las Dos Babilonias 5

El Remanente de Israel - Las Dos Babilonias 5
EL REMANENTE DE ISRAEL.dk
Yo soy YAHWEH, ese es Mi Nombre No comparto Mi Gloria con nadie más,
ni mi alabanza con ningún ídolo.

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Los Martires de Yahshua
Las Dos Babilonia 1
Mere

Con esta Senal venceras
Xριστου-Christo
SECCION VI — LA SEÑAL DE LA CRUZ

Todavía queda un símbolo más del culto romano para ser considerado,
y es el signo de la cruz. En el sistema papal, como es
bien sabido, el signo de la cruz y la imagen de la cruz se encuentran
en todo. No puede decirse ninguna oración, ni realizarse
ningún culto, y casi ni darse ningún paso, sin el uso frecuente
del signo de la cruz. La cruz es considerada como el gran talismán,
como el gran refugio en todos los momentos de peligro, en
todos los momentos de tentación, como la protección infalible
contra todos los poderes de las tinieblas. La cruz es adorada con
todo el homenaje debido sólo al Altísimo; y que cualquiera la
llame por el término bíblico de “el madero maldito” es, a oídos
de un romanista genuino, una gravísima ofensa. Decir que tal
sentimiento supersticioso por el signo de la cruz, que un culto
como el que Roma le rinde a una cruz de madera o de metal
procede de lo dicho por Pablo: “Mas lejos esté de mí gloriarme,
sino en la cruz del Señor nuestro Jesús, el Cristo” – es decir, en
la doctrina de Cristo crucificado – es un mero disparate, un bajo
subterfugio y apenas un pretexto. Las virtudes mágicas atribuidas
al así llamado signo de la cruz, y el culto que se le rinde,
nunca procedió de tal fuente. El mismo signo de la cruz adorado
ahora por Roma, se usó en los Misterios babilónicos, fue aplicado
por el paganismo a los mismos fines mágicos, y se le tributaron
los mismos honores. Lo que ahora se llama la cruz cristiana,
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Lo Que Usted Debe Saber
no fue originalmente un emblema cristiano en modo alguno, sino
que fue el Tau místico – la forma verdadera y original de la T –
de los caldeos y de los egipcios, y la letra inicial del nombre de
Tamuz que, en hebreo, tiene el mismo radical que lleva en el
caldeo antiguo, y que, tal como se encuentra en las monedas,
tenía la forma que se ve en el Nº 1106 del grabado adjunto (Fig.
43); y en etrusco y en copto, como en los números 2107 y 3.108
Este Tau místico se marcaba en la frente de los iniciados en los
Misterios109 cuando recibían el bautismo, y se le empleaba de
muy diversas maneras como símbolo sacratísimo. Algunas veces,
para identificar a Tamuz con el Sol, se le agregaba al círculo
solar como en el Nº 4; otras veces, se inscribía dentro del círculo,
como en el Nº 5.110 Puede haber dudas con respecto a que la
cruz de Malta que los obispos romanos agregan a sus nombres
como símbolo de su dignidad episcopal, sea la letra Tau; pero
parece que no hay razón para dudar que la cruz de Malta es un


107 De Sir W. BETHAM, Etruria, vol. I. p. 54.
108 De BUNSEN, vol. I. p. 450.
109 TERTULIANO, De Proescript. Hoeret. cap. 40, vol. II. p. 54, y Nota. Lo dicho
por Tertuliano quiere decir que aquellos que eran iniciados en los Misterios mediante
el bautismo, eran señalados en la frente de la misma manera en que lo eran sus compatriotas
de Africa que, por ese tiempo, habían empezado a ser marcados en el bautismo
con el signo de la cruz.
110 STEPHEN, América Central, vol II. p. 344, lámina 2.
111 LAYARD, Nínive y Babilonia, p. 211; Nínive y sus Ruinas, vol. II. p. 446.
112 WILKINSON, vol. I. p. 365, lámina.
113 Ver el grabado del rey en el capítulo siguiente.
114 PÈRE LAFITAN, Costumbres de los Salvajes Americanos, vol I. p. 442.


Fig. 43

La T cruciforme o Tau de las Naciones Antiguas


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Acerca de los Misterios. . . y el Culto al Hombre

símbolo del sol, pues Layard la encontró como símbolo sagrado
en Nínive, asociada con él de tal forma que lo llevó a identificarla
con el sol.111 Al Tau místico, como símbolo de la gran divinidad,
se le llamó el “signo de la vida,” se usaba sobre el corazón
como amuleto,112 se marcaba en las vestiduras ceremoniales de
los sacerdotes, tal como se hace en las vestiduras ceremoniales
de los sacerdotes de Roma; y los reyes lo llevaron en la mano
como señal de su dignidad o autoridad concedida de modo divino.
113 Las vestales de la Roma pagana lo usaban suspendida de
sus gargantillas, tal como lo hacen las monjas ahora.114 Los egipcios
hacían lo mismo, y muchas de las naciones bárbaras con las
cuales comerciaban ellos, como lo testimonian los monumentos
egipcios. En relación con el aderezo de algunas de estas tribus,
Wilkinson escribe esto: “El cinturón estaba algunas veces grandemente
ornamentado; tanto los hombres como las mujeres usaban
aretes; y, frecuentemente, llevaban una cruz pequeña suspendida
del collar o en el cuello de sus vestidos. La adopción de
esto último no les era peculiar; también se colgaba, o se le veía
sobre las vestiduras del Rot-n-no; y sus huellas pueden verse en
los fantásticos ornamentos del Rebo, mostrando que ya se usaba
en tiempos tan remotos como el siglo quince antes de la era


Fig. 44
Paganos Antiguos acicalados con Cruces



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Lo Que Usted Debe Saber

cristiana.”115 (Fig. 44). Difícilmente se encuentra una tribu donde
no aparezca la cruz. La cruz era adorada por los celtas paganos
mucho antes de la encarnación y de la muerte de Cristo.116
“Es un hecho,” dice Mauricio, “no menos notable que bien atestiguado,
que los druidas acostumbraban seleccionar para sus tumbas,
como emblema de la Deidad que ellos adoraban, el árbol
más soberbio y hermoso, al que le cortaban las ramas laterales,
uniendo dos de las más grandes en la parte más alta del tronco,
de tal manera que esas ramas extendidas a cada lado como los
brazos de un hombre daban, junto con el tronco, la apariencia de
una CRUZ ENORME; y también, en algunos lugares de la corteza,
se inscribía la letra Tau.”117 En México, donde se levantaban
grandes cruces de piedra dedicadas
probablemente al
“dios de la lluvia,”118 fue adorada
muchísimo antes de que
los misioneros católico-romanos
pusieran allí sus pies. La
cruz ampliamente adorada, o
considerada como emblema
sagrado, fue el símbolo inequívoco
de Baco, el Mesías babilónico,
pues se le representaba
con una cinta cubierta de
cruces en la cabeza (Fig.
45).119 Este símbolo del dios
babilónico se reverencia hoy
día en los dilatados desiertos


115 WILKINSON, vol. I. p. 376.
116 CRABB, Mitología, p. 163.
117 MAURICE, Antigüedades Indias, vol. VI. p. 49.
118 PRESCOTT, La Conquista de México, vol. I. p. 242.
119 Esta figura es la cabeza agrandada de la figura que aparece en la Fig. 22 para que
puedan verse claramente las cruces. Que el lector vuelva a leer lo que se dice sobre el culto a la “cruz de fuego” en Roma el Viernes Santo, y ese culto aparecerá en toda su significación.


Fig. 45
Baco con una Cinta cubierta de Cruces en la Cabeza


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Acerca de los Misterios. . . y el Culto al Hombre

de Tartaria, donde prevalece el budismo, y la forma en que es
representada entre ellos, es una sorprendente interpretación del
lenguaje aplicado por Roma a la cruz. “La cruz,” dice el coronel
Wilford, en Las Investigaciones Asiáticas, “aunque no es un
objeto de culto entre los baudas o budistas, es un emblema y una
divisa favorita entre ellos. Es exactamente la cruz de los
maniqueos, con hojas y flores que brotan de ella. Esta cruz que
da hojas y flores (y también fruto, según se me dijo), se llama el
árbol divino, el árbol de los dioses, el árbol de la vida y del
conocimiento, y que produce todo lo que es bueno y deseable, y
se encuentra en el paraíso terrenal.”120 (Fig. 46).121 Compárese
esto con el lenguaje aplicado por Roma a la cruz, y se verá cuán
exacta es la coincidencia. En el Oficio de la Cruz se le llama el
“Arbol de la vida,” y a los adoradores se les enseña a dirigirse a
ella de esta manera: “Santa Cruz, madero triunfal, verdadera salvación
del mundo, entre los árboles no hay ninguno como tú en
hoja, flor y capullo.... Oh Cruz, nuestra única esperanza, au-


Fig. 46
Algunos Ejemplos de Cruces Paganas


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Lo Que Usted Debe Saber

menta la justicia al piadoso y perdona las ofensas del culpable.”122
¿Puede creer alguien, al leer la narración de la crucifixión en los
Evangelios, que sea posible que esa narración haya germinado
en una extravagancia tal como “hoja, flor y capullo,” como aparece
en el Oficio romano? Pero cuando se considera que la cruz
budista, al igual que la cruz babilónica, era el emblema reconocido
de Tamuz, y se le conocía como la rama de muérdago o
“sanalotodo,” entonces es fácil ver por qué se representaba la
sagrada inicial recubierta con hojas, y por qué Roma, al adoptarla,
la llamaría “medicina que preserva al sano, cura al enfermo,
y hace lo que el mero poder humano nunca podría hacer.”123
Parece que este símbolo pagano se hubiese deslizado primero
dentro de la Iglesia cristiana de Egipto y, en general, en Africa.
Un relato de Tertuliano, a mediados del siglo tercero, muestra
cómo, en dicha época, gran parte de la Iglesia de Cartago estaba
contaminada con la vieja levadura.124 Y parece que Egipto, que


120 Investigaciones Asiáticas, vol. X. p. 124.
121 Las dos de arriba ( ver Fig. 46)son estandartes de las naciones bárbaras del Oriente,tomadas de la Mitología de BRYANT, vol III. p. 327. La cruz negra de la mitad es“el Tau sagrado egipcio o Signo de la Vida,” tomado de WILKINSON, vol. V. p. 283.Las dos de abajo son cruces budistas, tomadas de Investigaciones Asiáticas, vol. X. p.124.
122 Análisis de la Epístola, Dr. GENCIANO HARVET de Lovaina, p. 251, A. La
siguiente es una de las estrofas del himno original:

“O crux, lignum triumphale
Mundi vera salus, vale,
Inter ligna nullum tale
Fronde, flore, germine.”

Lo anterior fue versificado realmente por los romaniseros de la Iglesia de Inglaterra,
y publicado hace algunos años, junto con muchas otras cosas de la misma
fuente, en un volumen titulado Devociones sobre la Pasión. La Crónica
Londinense de abril, 1842, traía la siguiente muestra de las “Devociones” dadas
por estos “lobos con piel de oveja” para los miembros de la Iglesia de Inglaterra:

“Oh cruz fiel, árbol incomparable,
Ninguna floresta produce algo semejante a ti,
Hoja, flor y capullo;
Dulce es el madero, y dulce el peso,
Y dulces los clavos que te penetraron
A ti, dulce madero.”
123 Del himno ya citado.

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Acerca de los Misterios. . . y el Culto al Hombre

nunca fue evangelizado completamente, tomó la delantera en la
introducción de este símbolo pagano. La primera forma de lo
que se llama la Cruz cristiana encontrado allí en los monumentos
cristianos, es el inequívoco Tau pagano, o “signo de la vida”
egipcio. Que el lector lea cuidadosamente el siguiente relato de
Sir G. Wilkinson: “Un hecho todavía más curioso se puede
mencionar con respecto a esta clase de jeroglífico [el Tau] que
adoptaron los primeros cristianos de Egipto en lugar de la cruz,
y que después fue substituido por ella, anteponiéndolo a las inscripciones
de la misma manera en que se antepone la cruz en los
tiempos actuales. Pues aunque el Dr. Young tuvo algunos reparos
para darle crédito a lo dicho por Sir A. Edmonstone, en cuanto
a que el Tau tiene tal colocación en los sepulcros del gran Osiris,
yo puedo atestiguar que así es, y que numerosas inscripciones
encabezadas por el Tau se han preservado hasta el día de hoy en
los primitivos monumentos cristianos.”125 Es evidente que el
propósito de este relato es hacer ver que, en Egipto, la forma
más antigua de lo que desde entonces se ha llamado la cruz, no
fue otra cosa que la “Crux Ansata,” o “Signo de la Vida,” llevado
por Osiris y por todos los dioses egipcios, en que la ansa o
“asa” fue suprimida después, convirtiéndose en el Tau sencillo o
cruz común y corriente, tal como es actualmente, y que, por tanto,
el propósito de su primer empleo en los sepulcros, no podía
tener relación con la crucifixión del Nazareno, sino que fue, simplemente,
el resultado del apego a los viejos y muy apreciados
símbolos paganos, que siempre es fuerte en aquellos que, al adoptar
el nombre y la profesión de fe cristianos, siguen siendo, en
grado sumo, paganos de corazón y sentimiento. Este, y sólo
éste, es el origen del culto a la “cruz.”
Esto, sin duda, les parecerá muy extraño e increíble a quienes
hayan leído la historia de la Iglesia, como lo ha hecho en grado
sumo la mayoría, incluso los protestantes, con anteojos romanos;
y especialmente por quienes recuerdan la famosa historia


124 TERTULIANO, De Corona Militis, cap. III., vol. II. p. 80.
125 WILKINSON, vol. V. pp. 283,284.

312
Lo Que Usted Debe Saber

que se cuenta sobre la aparición milagrosa de la cruz a
Constantino la víspera de la decisiva victoria en el puente Milvio,
que decidió la suerte del paganismo aceptado y del cristianismo
nominal. Si tal historia, como se dice vulgarmente, fuera verdadera,
se habría dado ciertamente una justificación divina a la
reverencia por la cruz. Pero si se escudriña hasta el fondo esa
historia, según la versión común de ella, se encuentra que se
fundamentó en una alucinación – alucinación, sin embargo, en
la cual creyó un hombre tan bueno como Milner. El relato de
Milner es como sigue: “Constantino, al marchar de Francia hacia
Italia contra Majencio, en una expedición que posiblemente
lo podría exaltar o acabar con él, se encontraba dominado por la
ansiedad. Así que creyó necesario que algún dios lo protegiera;
él se sentía más inclinado a venerar al Dios de los cristianos,
pero quería una prueba satisfactoria de Su existencia real y de
Su poder; pero él no conocía los medios para lograrlo, ni podía
estar contento con la indiferencia atea a la que se habían resignado
tantos generales y héroes de su tiempo. Oró e imploró con
tal vehemencia y porfía que Dios no lo dejó sin respuesta. Al
atardecer, mientras marchaba con sus fuerzas, apareció en los
cielos, más brillante que el sol, el trofeo resplandeciente de la
cruz, con esta inscripción: ‘Vence con esta.’ El y sus soldados
se quedaron atónitos ante la visión; pero él siguió reflexionando
sobre el suceso hasta que llegó la noche. Y Cristo se le apareció
cuando dormía con el mismo signo de la cruz, y le dijo que hiciera
uso del símbolo como su insignia militar.”126 Tal es el relato
de Milner. Con respecto al “trofeo de la cruz,” serán suficientes
unas pocas palabras para demostrar que eso carece completamente
de fundamento. No creo que sea necesario discutir el
hecho de que se hubiera dado algún signo milagroso. Puede que
sí, o puede que no haya habido en tal ocasión un “dignus vindice
nodus,” una crisis digna de la intervención divina. Sin embargo,
si hubo algo fuera del acontecer ordinario, no lo averiguo;
pero digo esto en el supuesto de que Constantino obrara en este


126 Historia de la Iglesia, vol. II. p. 41. Milner se refiere a EUSEBIO, Constant.
XVII. Pero esto es un error, pues está tomado de De Vita Constant. lib. I. cap. 28, 29.p. 173.

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Acerca de los Misterios. . . y el Culto al Hombre

asunto de buena fe, y de que hubiera habido realmente una aparición
milagrosa en los cielos que no fuera el signo de la cruz
que se vio, sino algo bastante diferente como el nombre de Cristo.
De que esto fue lo que ocurrió nos lo dice enseguida el testimonio
de Lactancio, quien era el tutor de Crispo, el hijo de
Constantino, y el autor más antiguo que hace un relato del asunto,
además de la indisputable evidencia de los mismos estandartes
de Constantino, tal como nos ha sido transmitida en las medallas
acuñadas en ese tiempo. El testimonio más decisivo es el
de Lactancio: “Constantino fue advertido en un sueño para que
pusiera el signo celestial de Dios sobre los escudos de sus soldados,
y así librara la batalla. El hizo lo que se le pidió, y con la
transversa letra X en la parte superior, el marcó Cristo en sus
escudos. Pertrechado con este signo, su ejército tomó la espada.”
127 La letra X, el equivalente griego de la Ch, era justamente
la inicial del nombre de Cristo. Por tanto, si Constantino hizo lo
que se le pidió, cuando trazó el “signo celestial de Dios” en forma
de “letra X,” fue esa “letra X” como símbolo de “Cristo”, y
no el signo de la cruz, lo que él vio en los cielos. Cuando se
elaboró el lábaro, el famosísimo estandarte del propio
Constantino, tenemos la evidencia de Ambrosio, el bien conocido
obispo de Milán, en el sentido de que ese estandarte se confeccionó
según lo dicho en el relato de Lactancio, a saber, para
que se viera simplemente el nombre del Redentor. Ambrosio lo
llamó “Labarum, hoc est Christi sacratum nomine signum,”128
“El lábaro, es decir, la insignia consagrada por el NOMBRE de
Cristo.”129 No se hace la menor alusión a ninguna cruz, a ninguna
otra cosa que no fuera el simple nombre de Cristo. Teniendo
estos testimonios de Lactancio y de Ambrosio, cuando examinamos
el estandarte de Constantino, encontramos que lo dicho
por ambos autores se cumple plenamente; encontramos que ese
estandarte llevando inscritas las mismas palabras: “Hoc signo


127 LACTANCIO, De mortibus Persecutorem, 44, pp. 565,566. Las palabras exactas
de Lactancio son éstas: “Commonitus est in quiete Constantinus, tu coeleste signum
Dei notaret in scutis, atque ita proelium committeret. Fecit ut jussus est et transversa
X litera summo capite circumflexo, Christum scutis notat. Quo signo armatus exercitus ferram.”
128 Ambrosii Opera, vol. IV. p. 327.


314
Lo Que Usted Debe Saber

victor eris,” “Con este signo vencerás,” que se decía habían sido
dirigidas desde el cielo al emperador, no tienen nada que ver con
la forma de una cruz, sino con la “letra X.” En las catacumbas
romanas, sobre un monumento cristiano dedicado a “Sinfonía y
sus hijos” hay una clara alusión a la historia de la visión; pero
esa alusión también demuestra que era la X, y no la cruz, la que
se consideraba como el “signo celestial.” Las palabras en la
parte superior de la inscripción son éstas:

“IN HOC VINCES 130
X”

Ninguna otra cosa fuera de la X se da aquí como el “Signo Victorioso.”
Hay, sin duda, algunos otros ejemplos del estandarte
de Constantino en los cuales se encuentra un travesaño del que
va suspendido el estandarte que tiene esa “letra X;”131 y Eusebio,
que escribió cuando la superstición y la apostasía estaban obrando,
se esfuerza por demostrar que ese travesaño era el elemento
esencial de la insignia de Constantino. Pero, obviamente, esto
es un error; ese travesaño no era nada nuevo, nada especial en el
estandarte de Constantino. Tertuliano demuestra132 que ese travesaño
se encontraba desde mucho antes en el vexillum, el estandarte
pagano-romano que llevaba el pendón, y que se usaba
únicamente para que éste se desplegara. Por tanto, si ese travesaño
era el “signo celestial,” no se hubiera necesitado ninguna


129 Epístola de Ambrosio al Emperador Teodosio sobre el propósito de restaurar el
Altar pagano de la Victoria en el Senado romano. Ha habido mucha confusión sobre
el asunto del lábaro por ignorancia sobre el significado de la palabra. Bryant supone
(y a mí mismo me sedujo tal suposición) que se aplicaba al estandarte que llevaba la
media luna y la cruz, pero él no da evidencias para tal suposición; y ahora estoy
satisfecho de que no haya habido ninguna. En el nombre de lábaro, que por lo general
se creía que había venido del Oriente, al considerlo como tal, se ve enseguida su
significado. Viene, evidentemente, de Lab, “vibrar,” o “moverse de un lado a otro,”
y ar, “ser activo.” Interpretado de este modo, lábaro significa simplemente bandera
o estandarte, “que ondea” al viento, y esto concuerda completamente con lo que dice Ambrosio: “una insignia consagrada por el nombre de Cristo,” es decir, estandarte.
130 “Con esto vencerás.”
131 Dr. MAITLAND, La Iglesia en las Catacumbas, p. 169.
132 Apologeticus Adv. Gentes, cap. 16, vol. I. pp. 368,369.

315
Acerca de los Misterios. . . y el Culto al Hombre

voz del cielo para decirle a Constantino que hiciera eso; ni su
elaboración o despliegue habría despertado curiosidad alguna
por parte de aquellos que lo vieran. No tenemos absolutamente
ninguna evidencia de que la famosa leyenda: “Con ésta vencerás,”
tenga ninguna relación con ese travesaño; sin embargo, tenemos
la más decisiva evidencia de que esa leyenda sí se refiere
a la letra X. Que esa X no tenía por objeto representar el signo
de la cruz, sino que era la inicial del nombre de Cristo, se hace
evidente porque la P griega, equivalente a nuestra R, se inscribía
en medio de ella haciendo, mediante su enlace, la expresión CHR.
Cualquiera que lo desee, puede convencerse de esto examinando
las láminas que trae Horae Apocalypticae133 del señor Elliot.
Entonces, el estandarte de Constantino sólo tenía el nombre de
Cristo. Si la insignia procedió de la tierra o del cielo, si fue
sugerida por la sabiduría humana o divina, en el supuesto de que
Constantino fuera sincero en su profesión de fe cristiana, en todo
ello no estuvo implicada ninguna cosa distinta a la incorporación
literal del sentimiento del salmista: “Alzaremos pendón en
el nombre de nuestro Dios.” Alzar tal nombre en los estandartes
de la Roma Imperial era algo absolutamente nuevo; y qué poca
duda queda de que la visión de ese nombre animó a los soldados
cristianos del ejército de Constantino con mayor fogosidad que
la usual para luchar y para vencer en el puente Milvio.
En las observaciones anteriores he partido de la suposición de
que Constantino obró de buena fe como cristiano. Sin embargo,
su buena fe ha sido puesta en duda;134 y tengo mis sospechas de
que la X puede haber sido ideada con el fin de que tuviera un
significado para los cristianos, y otro para los paganos. Es cierto
que la X era el símbolo del dios Ham en Egipto y que, como
tal, era exhibida en el pecho de su imagen.135 Sin embargo, tómese
por donde se tome la sinceridad de Constantino, el supuesto
mandamiento divino para reverenciar el signo de la cruz, cae


133 Horae, vol. I. pp. 226,240.
134 Por GAVAZZI, en su publicación titulada La Palabra Libre.
135 Ver WILKINSON, vol. VI., “Khem.”

316
Lo Que Usted Debe Saber

por el suelo completamente. Con respecto a la X, no hay duda
de que los cristianos, que no sabían nada de maquinaciones secretas
ni de engaños, la consideraron generalmente, según lo dice
Lactancio, como equivalente del nombre de “Cristo.” En este
aspecto, por tanto, ella no tenía muy grandes atractivos para los
paganos que, incluso, al adorar a Horus, siempre habían estado
acostumbrados a hacer uso del místico Tau o cruz, como el “signo
de la vida,” o como el talismán mágico que garantizaba todo
lo que era bueno, y desviaba todo lo que era malo. Por tanto,
cuando, con la conversión de Constantino, multitud de paganos
llegaron en tropel a la Iglesia, llevaron consigo, como los
semipaganos de Egipto, su predilección por el viejo símbolo.
La consecuencia de esto fue que, sin que transcurriera mucho
tiempo y, como avanzada de la apostasía, la X que por sí misma
no era un símbolo contranatural de Cristo, el verdadero Mesías,
y que en otro tiempo había sido considerada como tal, se permitió
que cayera completamente en desuso y que el Tau, el signo
de la cruz, el signo indisputable de Tamuz, el falso Mesías, se
pusiera en su lugar en todas partes. Así, por el “signo de la
cruz,” Cristo ha sido crucificado de nuevo por aquellos que pretenden
ser Sus discípulos. Si estas cosas corresponden a hechos
históricos, ¿quién puede sorprenderse de que la Iglesia romana
haya adoptado el “signo de la cruz,” que ha sido considero siempre
y en todas partes como un fértil instrumento de superstición?
Hay más, mucho más, en los ritos y ceremonias de Roma que
podrían ser traídos para dilucidar nuestro tema. Pero puede que
lo anterior sea suficiente.


136 Si las observaciones anteriores están bien fundamentadas, entonces no puede estar
bien que este signo de la cruz, o emblema de Tamuz, sea usado en el bautismo
cristiano. En la época de la Revolución, se nombró una Comisión Real para que
investigara sobre los ritos y ceremonias de la Iglesia de Inglaterra, incluyendo entre
sus miembros a ocho o diez obispos, quienes recomendaron que se desechara el uso de la cruz por su tendencia hacia la superstición. Si tal recomendación fue hecha con la autoridad de miembros de la Iglesia de Inglaterra, entonces debe ser acatada, ¿cuánto más debe reforzarse esa recomendación por la nueva luz que la Providencia ha arrojado sobre el asunto?


317
Acerca de los Misterios. . . y el Culto al Hombre

CAPITULO VI
LAS ORDENES RELIGIOSAS

SECCION I — EL SOBERANO PONTIFICE

El don del ministerio es uno de los dones más grandes que Cristo
ha dado al mundo. Es con respecto a esto que el salmista, al
predecir la ascensión de Cristo, habla inspiradamente de sus benditos
resultados, diciendo: “Subiste a lo alto, cautivaste la cautividad,
tomaste dones para los hombres, y también para los rebeldes,
para que habite entre ellos JAH Dios” (Efesios 4:8,11). En
un principio, la Iglesia de Roma tuvo el don, dado en forma divina,
de un ministerio y de un gobierno en acuerdo con las sagradas
escrituras; y entonces “su fe (fue) proclamada por todo el
mundo;” y sus obras de justicia fueron a la vez ricas y abundantes.
Pero, en mala hora, se permitió que entrara en su ministerio
el elemento babilónico; y, desde entonces, lo que había sido prometido
como bendición, se convirtió en maldición. Desde entonces,
en lugar de santificar a los hombres, ha sido un instrumento
para corromperlos y para hacer de ellos “dos veces más
los hijos del averno,” de lo que hubieran sido de haberlos dejado
simplemente abandonados a sí mismos.
Si hay algunos que crean que hay alguna virtud oculta y misteriosa
en una sucesión apostólica que ha pasado por el papado,
que consideren seriamente entonces el verdadero carácter de las
disposiciones emanadas del Papa y de sus obispos y clerecía.
Puede demostrarse que todo, del Papa hacia abajo, es ahora radicalmente
babilónico. El Colegio de Cardenales, con el Papa a
la cabeza, es apenas el duplicado del pagano Colegio de los Pontífices,
con su “Pontifex Maximus,” o “Soberano Pontífice,” que
existió en Roma desde tiempos muy remotos, y que se sabe que
había tomado como modelo original el gran Concilio de los Pontífices
de Babilonia. El Papa pretende tener ahora la supremacía

318
Lo Que Usted Debe Saber

en la Iglesia como sucesor de Pedro, a quien se alega que nuestro
Señor le entregó exclusivamente las llaves del Reino del Cielo.
Pero el hecho importante está en que, hasta que el Papa fue
investido con el título, al que durante mil años se le había atribuido
el poder de las llaves de Jano y Cibeles,1 ningún derecho
papal preeminente, o algo que se le pareciera, se hizo público
alguna vez por parte suya, por ser el poseedor de las llaves dadas
a Pedro. Muy pronto, en verdad, los obispos de Roma hicieron
gala de un espíritu soberbio y ambicioso; pero durante
los tres primeros siglos, su pretensión a un honor más alto, se
fundamentaba simplemente en la dignidad de su sede, por ser
ésta la de la ciudad imperial, la capital del mundo romano. Sin
embargo, cuando la sede del imperio fue trasladada al Oriente, y
Constantinopla amenazaba con eclipsar a Roma, debía buscarse
un nuevo asidero para mantener la dignidad del Obispo de Roma.
Ese nuevo asidero se encontró cuando, hacia el año 378 D.C., le
correspondió al Papa ser el heredero de las llaves que eran los
símbolos de las bien conocidas divinidades paganas de Roma.
Jano llevaba una de las llaves,2 y Cibeles la otra;3 y estas son las
dos llaves que el Papa ostenta en su escudo de armas como insignias
de autoridad espiritual. A continuación se verá de qué
manera llegó a ser considerado el Papa como el usufructuario de
dichas llaves, siendo indudable lo que él logró en la creencia
popular al ser investido de tal poder en el período señalado.
Cuando en concepto de los paganos, él había llegado a ocupar el
lugar de los representantes de Jano y Cibeles y, por tanto, estaba
autorizado para usar sus llaves, el Papa vio entonces que podía
hacer creer entre los cristianos que únicamente Pedro tenía el
poder de las llaves, y que él era el sucesor de Pedro, manteniendo
el engaño con la exhibición de dichas llaves; y así, aunque
hubiera decaído la dignidad temporal de Roma como ciudad, su


1 Fue solamente en el siglo segundo de la era cristiana cuando se introdujo en Roma,con tal nombre, el culto de Cibeles; pero la misma diosa con el nombre de Cardea y con el “poder de la llave” era adorada en Roma, junto con Jano, desde muchos siglosantes. – OVIDIO, Fastos, vol. III. l. 101, p. 340.
2 Ibid. Fastos, lib. I. ll. 95,99, vol. III. p. 18.
3 TOOKE, Panteón, “Cibeles,” p. 153.

319
Acerca de los Misterios. . . y el Culto al Hombre

propia dignidad como Obispo de Roma se había establecido más
firmemente que nunca. Es evidente que él actuó siguiendo esta
política. Se dejó que pasara algún tiempo; y después, cuando la
obra secreta del Misterio de Iniquidad hubo preparado el camino
para ello, el Papa hizo por primera vez la afirmación pública
de su preeminencia, fundamentada en las llaves dadas a Pedro.
Hacia el año 378 fue elevado al lugar a que le daba derecho,
según el concepto pagano, el poder de las llaves mencionadas.
En el año 431, y no antes, hizo pública manifestación laica de la
posesión de las llaves de Pedro.4 Seguramente, sea esta una coincidencia
sorprendente. El lector se preguntará, ¿cómo fue posible
que los hombres pudieran dar crédito a tal presunción?
Con respecto a este asunto, las palabras de las Escrituras dan
una solemnísima y satisfactoria respuesta (2 Tesalonicenses 2:10,11):
“Por cuanto no recibieron el amor de la verdad para ser salvos.
Por esto Dios les envía un poder engañoso, para que crean la
mentira.” Y pocas mentiras podrían ser más grandes; pero, con
el paso del tiempo, llegó a ser creída ampliamente. Ahora, cuando
en Roma se adora la estatua de Júpiter como la imagen verdadera
de Pedro, así también se cree devotamente que las llaves de
Jano y Cibeles representan las llaves del mismo apóstol.
Mientras no haya ninguna otra cosa que no sea apasionamiento
jurídico lo que pueda explicar la credulidad de los cristianos con
respecto a tales llaves como emblema de un poder exclusivo
dado por Cristo al Papa por medio de Pedro, no es difícil ver
cómo los paganos se congregaron rápidamente en torno del Papa
cuando oyeron que el fundamento de su poder radicaba en la
posesión de las llaves de Pedro. Las llaves que el Papa llevaba
eran las llaves de un “Pedro” bien conocido por los paganos
iniciados en los Misterios caldeos. Se ha comprobado muchas
veces que no es cierto que Pedro hubiera ido alguna vez a Roma;
e, incluso, que es sumamente dudoso que alguna vez pisara suelo
romano. Su visita a esa ciudad no se apoya en autoridad distinta
a la de un escritor de fines del siglo segundo o de principios


4 Como prueba del hecho de que esta manifestación se hizo por primera vez en al año 431, ver ELLIOT, Horae, vol. III. p. 139. En el año 429 hubo indicios de ella, pero solamente en el año 431 se hizo abierta y claramente.

320
Lo Que Usted Debe Saber

del tercero, a saber, el autor de la obra titulada Los Clementinos,5
y quien nos cuenta seriamente que, con ocasión de su visita, y
encontrándose allí Simón el Mago, el apóstol lo desafió para
que diera una prueba de sus milagros o poderes mágicos, después
de lo cual el hechicero se elevó en el aire, pero Pedro lo
hizo bajar tan de prisa que se rompió una pierna.6 Esta historia
del encuentro apostólico con el mago ha sido rechazada enseguida
por todos los historiadores de renombre como carente de
toda evidencia contemporánea; pero como la visita de Pedro a
Roma se apoya en tal autoridad, o se afianza o se cae con ella,
por lo menos, debe aceptarse que tal hecho resulta extremadamente
dudoso. Pero en tanto que este es el caso con respecto a
Pedro - el cristiano - se puede demostrar, de manera indudable,
que antes de la era cristiana, y con posterioridad a ella, hubo en
Roma un tal “Pedro,” que ocupaba el más alto lugar en el
sacerdocio pagano. Al sacerdote que explicaba los Misterios a
los iniciados se le llamaba a veces con el nombre griego de
Hierofante; pero en caldeo primitivo, que era el verdadero lenguaje
de los Misterios, su título, pronunciado sin los puntos, era
“Pedro,” es decir, “el Intérprete.”7 Como revelador de lo que
estaba oculto, nada más natural que ese nombre; mientras que,
para abrir la doctrina esotérica de los Misterios, sería condecorado
con las llaves de las dos divinidades cuyos misterios revelaba.
8 Así podemos ver de qué manera las llaves de Jano y Cibeles
llegaron a ser reconocidas como las llaves de Pedro, “el Intérprete”
de los Misterios. Ciertamente, tenemos la más firme evidencia
de que, en países muy apartados unos de otros, y muy
distantes de Roma, los iniciados paganos conocían dichas llaves
no solamente como las “llaves de Pedro,” sino como las llaves
de un Pedro identificado con Roma. En Atenas, en los Misterios
eleusinos, cuando se instruía a los iniciados en la doctrina secre-


5 GIESELER, vol. I. pp. 206-208.
6 Ver BOWER, vol. pp. 1,2.
7 PARKHURST, Léxico Hebreo, p. 602.
8 Los muftis turcos o “intérpretes” del Corán, toman ese nombre del mismo verbo delque viene Miftah, llave.

321
Acerca de los Misterios. . . y el Culto al Hombre

ta del paganismo, las lecturas sobre la explicación de tal doctrina
se tomaban de un libro llamado por los escritores corrientes
“El Libro Petroma,” es decir, como si se nos dijera que era un
libro hecho de piedra.9 Pero, evidentemente, esto sólo es un
juego de palabras, de acuerdo con el espíritu usual del paganismo,
destinado a divertir al vulgo. La naturaleza del caso y la
historia de los Misterios, demuestran por igual que tal libro no
podía ser otro que “El Libro Pet-Roma,” es decir, “El Libro del
Gran Intérprete” o, en otras palabras, el libro de Hermes
Trismegisto, el gran “Intérprete de los dioses.” En Egipto, del
cual tomó Atenas su religión, los libros de Hermes se consideraban
como la fuente divina de todo conocimiento verdadero de
los Misterios.10 Por tanto, allí se veneraba a Hermes con el mismo
carácter del Gran Intérprete, o “Peter-Roma.”11 Como es
bien sabido, Hermes ocupaba en Atenas exactamente el mismo
lugar;12 y, por supuesto, en el lenguaje sagrado se le debe haber
conocido por el mismo título. Por esto, el sacerdote que expli-


9 POTTER, Antigüedades, vol. I., Los Misterios, p. 356.
10 Las siguientes son las citas de autoridad para la afirmación del texto: “Yámblico
dice que Hermes [es decir, el egipcio] era el dios de todo conocimiento celestial que,
al ser comunicado por él a los sacerdotes, los autorizaba para suscribir sus comentarios
con el nombre de Hermes” (WILKINSON, vol. V. cap. XIII. pp. 9,10). Otras
veces, según los relatos fabulosos del Mercurio egipcio, se decía... que él había enseñado
a los hombres la forma apropiada de acercarse a la divinidad con oraciones y
sacrificios (WILKINSON, vol. V., cap. XIII. p. 10). Parece que a Hermes Trismegisto
se le había considerado como una encarnación de Tot, y merecedor de altos honores.
Según Clemente de Alejandría, los libros principales de este Hermes eran considerados por los egipcios con el más profundo respeto, y llevados en sus procesiones religiosas
(CLEMENTE DE ALEJANDRIA, Strom., lib. VI., vol. III. pp. 214-219).
11 En Egipto, “Petr” se usaba en el mismo sentido. Ver BUNSEN, vol. I., Jeroglífico,
p. 545, donde se dice que Ptr significa “mostrar.” A los intérpretes se les llamaba
hierofantes, que tiene la misma idea de “mostrar.”
12 Al Hermes ateniense o griego, se le celebraba como “La fuente de la inventiva... .
También daba a las almas el arte de aprender, revelando la voluntad del padre, de
Júpiter, y esto lo llevaba a cabo como el ángel o el mensajero de Júpiter... . El es el
tutor de la educación, porque la invención de la geometría, la lógica y el lenguaje se
atribuyen a este dios. Por tanto, él preside sobre toda clase de erudición, llevándonos a una esencia inteligible desde esta morada mortal, guiando los diferentes rebaños de almas” (PROCULO, en Comentario sobre el primer Alcibíades, en las notas sobre
los Himnos Orficos de TAYLOR, pp. 64,65). El Hermes griego era de tal manera el
revelador o intérprete de las cosas divinas, que se decía generalmente que hermeneuta,o intérprete, venía de su nombre (HIGINIO, nota de la página 114).

322
Lo Que Usted Debe Saber

caba, en nombre de Hermes, los Misterios tenía que llevar no
solamente las llaves de Pedro, sino las llaves de “Peter-Roma.”
Aquí, entonces, empieza a aparecer el famoso “Libro de Piedra”
con una nueva luz, y no solamente esto, sino que arroja nueva
luz sobre uno de los más obscuros y enigmáticos pasajes de la
historia papal. Siempre ha sido motivo de asombro para los investigadores
cándidos de la historia, cómo pudo llegar a ocurrir
alguna vez que el nombre de Pedro se asociara con Roma, en la
forma en que se encuentra asociado desde el siglo cuarto, y cómo
tantos y tan diferentes países han sido inducidos para que crean
que Pedro, que fue un “apóstol de la circuncisión,” hubiera apartado
de su encargo divino para convertirse en obispo de una Iglesia
de gentiles, y ser el jefe espiritual de Roma, cuando no ha
podido encontrarse evidencia satisfactoria de que él hubiera estado
alguna vez y de alguna manera en Roma. Pero el libro de
“Peter-Roma” explica lo que de otro modo sería inexplicable.
La existencia de tal título era demasiado valiosa para no ser tenida
en cuenta por el papado; y, de acuerdo con su acostumbrada
política, era seguro, de presentarse la oportunidad, que la aprovecharía
para su propio engrandecimiento. Y esa oportunidad
se presentó. Cuando el Papa llegó a tener, como lo hizo, una
íntima relación con el sacerdocio pagano; cuando ellos, como le
hemos visto, estuvieron al fin bajo su control, ¿qué otra cosa
más natural que buscar no sólo reconciliar el paganismo con el
cristianismo, sino hacer aparecer que el pagano “Peter-Roma”
con sus llaves, quería decir “Pedro de Roma,” y que ese “Pedro
de Roma” era el mismo apóstol a quien el Señor Jesucristo le
había dado las “llaves del Reino del Cielo”? Así, por un mero
juego de palabras, se mezclaron personas y cosas esencialmente
diferentes; y se revolvió paganismo con cristianismo, para que
pudiera ser gratificada la dominante ambición de sacerdotes perversos;
y así, mientras que para los enceguecidos cristianos de la
apostasía, el Papa era el representante de Pedro, el apóstol; para
los paganos iniciados, sólo era el representante de Pedro, el intérprete
de sus bien conocidos Misterios.13 De este modo, el
Papa se convirtió en la copia exacta de “Jano, el dios de las dos


13 Para evidencia con respecto al título de intérprete de los Misterios, ver BRYANT,
Mitología, vol. I. pp. 308-311, 356, 359-362.

323
Acerca de los Misterios. . . y el Culto al Hombre

caras.” ¡Cuán significativa resulta la enfática expresión bíblica
“el Misterio de Iniquidad” aplicada al papado!
El lector estará preparado ahora para comprender la razón por la
cual el Gran Departamento de Estado que asiste al Papa en el
gobierno de la Iglesia, ha llegado a llamarse Colegio de Cardenales.
El término cardenal se deriva de Cardo, bisagra. Jano,
cuya llave lleva el Papa, era el dios de las puertas y de las bisagras,
y se le llamó Patulcius y Clusius, “el que abre y el que
cierra.”14 Esto tenía un significado blasfemo, porque a él se le
adoraba en Roma como el gran mediador. Para cualquier negocio
importante que se llevara a cabo entre los romanos, para invocar
a cualquier deidad, primero que todo debía hacerse una
invocación dirigida a Jano,15 que era reconocido como el “Dios
de los dioses,”16 en cuya misteriosa divinidad se combinaban los
caracteres del padre y del hijo,17 y sin lo cual no podía ser escuchada
ninguna oración, pues no podía ser abierta la “puerta del
cielo.”18 Este era el mismo dios cuyo culto predominaba en Asia
Menor en el momento en que el Señor envió, por medio de su
siervo Juan, los siete mensajes del Apocalipsis a las iglesias establecidas
en esa región. Y, por esto, encontramos en uno de
esos mensajes que El reprocha tácitamente el que se hubiera atribuido
paganamente Su propia y particular dignidad a dicha divinidad,
y hace valer Su derecho exclusivo a la prerrogativa atribuida
generalmente a Su rival. Así que, en Apocalipsis 3:7, se
dice: “Y escribe al ángel de la iglesia que está en Filadelfia: El
Santo y Verdadero, que tiene la llave de David; que abre, y ninguno
cierra; que cierra, y ninguno abre.” A este Jano, adorado
en Asia Menor, e igualmente en Roma, desde tiempos remotos,
como mediador, le pertenecía el gobierno del mundo, y tenía
absolutamente “todo poder en el cielo, en la tierra, y en el mar,”


14 LEMPRIERE, sub voce.
15 OVIDIO, Fastos, lib 20. I. ll. 171,172, vol. III. p. 24.
16 Así llamado en los Himnos del Salii, MACROBIO, Sat., lib. I. c- 9, p. 54, col. 2, H.
17 Ver ante, pp. 28 (Nota) y 134.
18 OVIDIO, Fastos, lib. I. ll. 117-121.

324
Lo Que Usted Debe Saber

según las ideas paganas.19 En tal carácter, se decía que él tenía
“jus vertendi cardinis,” “el poder de hacer girar la bisagra” - de
abrir y de cerrar las puertas de la paz o de la guerra sobre la
tierra. Por tanto, el Papa cuando fue establecido como sumo
sacerdote de Jano asumió también el “jus vertendi cardinis,”
“el poder de hacer girar la bisagra,” – de abrir y de cerrar en el
blasfemo sentido pagano. Al principio, este poder se hizo valer
lenta y cautelosamente, pero al imponerse con constancia, siglo
tras siglo, su establecimiento, se convirtió en la gran superestructura
del poder sacerdotal erigido sobre él. Los paganos, que
veían las grandes zancadas que estaba dando el cristianismo profesado
en Roma, bajo la dirección del Papa, hacia el paganismo,
estaban más que satisfechos, y reconocían al Papa como el poseedor
de tal poder; lo animaban de buena gana para que alcanzara,
paso a paso, la plena estatura de las pretensiones blasfemas
dignas del representante de Jano, pretensiones que, como lo saben
todos los hombres, se le reconocen ahora, con el beneplácito
unánime de la cristiandad apóstata occidental, como inherentes
al oficio del Obispo de Roma. Sin embargo, se necesitó de la
cooperación de otros para animar al Papa con el fin de que alcanzara
la total plenitud del poder que él hace valer ahora. Cuando
se incrementó su poder, cuando su dominio se extendió y,
especialmente, después de que llegó a ser un soberano temporal,
la llave de Jano se hizo demasiado pesada para sus solas manos,
necesitando de alguien que compartiera con él el poder de la
“bisagra.” De aquí que sus consejeros privados, sus altos funcionarios
de estado, asociados con él en el gobierno de la Iglesia
y del mundo, tomaron el ahora bien conocido nombre de “Cardenales,”
o los sacerdotes de la “bisagra.” Este título lo habían
llevado antes los altos funcionarios del emperador romano quien,
como “Pontifex Maximus,” era de por sí el representante de Jano,
y delegaba sus poderes en sus siervos. Aun en el reinado de
Teodosio, el emperador cristiano de Roma, su primer ministro
llevaba el título de Cardenal.20 Pero ahora, tanto el nombre como
el poder asignados a tal título, han desaparecido, desde hace tiem-


19 Ibid. lib. I. ll. 117, 120, 125.
20 PARKHURST, Léxico, p. 627.

325
Acerca de los Misterios. . . y el Culto al Hombre

pos, para los funcionarios civiles de los soberanos temporales; y
únicamente aquellos que ayudan al Papa a empuñar la llave de
Jano - los que abren y cierran - se conocen por el nombre de
Cardenales, o sacerdotes de la “bisagra.”
He dicho que el Papa llegó a ser el representante de Jano quien,
como es evidente, no era otro que el Mesías babilónico. Si el
lector considera solamente las posturas blasfemas del papado,
verá cuan exactamente han sido copiadas del original. En los
países donde se desarrolló más ampliamente el sistema babilónico,
encontramos al Soberano Pontífice del dios babilónico,
investido con los mismos atributos aplicados ahora al Papa. ¿Al
Papa se le llama “Dios sobre la tierra,” el “Vice Dios,” y el “Vicario
de Jesucristo”? Al rey de Egipto, que era Soberano Pontífice,
21 se le consideraba con la más grande reverencia, según
Wilkinson, como “EL REPRESENTANTE DE LA DIVINIDAD EN
LA TIERRA.”22 ¿El Papa es “infalible;” y, en consecuencia, la
Iglesia de Roma hace alarde de que ella ha sido siempre “igual e
inmutable”? Lo mismo ocurría con el Pontífice caldeo, y con el
sistema sobre el cual presidía. Se creía, dice el escritor ya citado,
que el Soberano Pontífice era “INCAPAZ DE EQUIVOCACION”
23 y, en consecuencia, existía “grandísimo respeto por la
santidad de los viejos decretos;” y, de aquí, sin duda, se originó
también la costumbre de que “las leyes de los medos y de los
persas no podían ser cambiadas.” ¿Recibe el Papa la adoración
de los Cardenales? El rey de Babilonia, como Soberano Pontífice,
era adorado de igual manera.24 ¿Se les pide a los reyes y a los
embajadores que besen la zapatilla del Papa? Esto también se
copió del mismo modelo; pues dice el profesor Gaussen, citando
a Estrabón y a Heródoto, “los reyes de Caldea usaban zapati-


21 Wilkinson demuestra que el rey tenía el derecho de decretar leyes, y de administrar
todos los negocios de la religión y del Estado (vol. II. p. 22), lo cual prueba que era el Soberano Pontífice.
22 WILKINSON, Los Egipcios, vol. II. p. 68.
23 Ibid. Los Egipcios. “La infalibilidad” era la consecuencia natural de creencia
popular con respecto a la relación en la cual permanecía el Soberano ante los dioses,pues dice Diodoro Sículo, hablando de Egipto, que se creía que el rey “participaba de la naturaleza divina” (lib. I. cap. 7, p. 57).

326
Lo Que Usted Debe Saber

llas que acostumbraban besar los reyes a quienes vencían.”25
En resumen, ¿al Papa se le da el tratamiento de “Su Santidad”?
Así también ocurría con el Pontífice pagano de Roma. Tal tratamiento
parece haber sido común para todos los pontífices. Al
dirigirse a Símaco, el último representante pagano del Emperador
romano como Soberano Pontífice, uno de sus colegas o
copontífices, que estaba a punto de obtener un grado de promoción,
dice: “Oigo que SU SANTIDAD (sanctitatem tuam) va a
ser llamado por las cartas sagradas.”26
Las llaves de Pedro han sido restituidas ahora a su legítimo dueño.
La silla de Pedro debe acompañarlas también. Esa
famosísima silla tiene la misma procedencia que las llaves con
la cruz. La misma razón que llevó al Papa para apropiarse de las
llaves caldeas, lo llevó también, naturalmente, a tomar posesión
de la silla vacante del Pontifex Maximus pagano. Como el
Pontifex, en virtud de su oficio, había sido el Hierofante, o Intérprete
de los Misterios, su silla oficial también tenía su título y
se le llamaba la silla de “Pedro,” así como a las llaves se les
llamaba “las llaves de Pedro;” y tal era el nombre que se le daba
por consiguiente. El verdadero origen de la famosísima silla
provenía del siguiente hecho: “Los romanos tenían,” dice Bower,
“como lo creyeron hasta 1662, una prueba importante no sólo de
que su silla era la que Pedro había erigido, sino en la que se


24 Por las aseveraciones de LAYARD (Nínive y sus Ruinas, vol. II. pp. 472-474, y
Nínive y Babilonia, p. 361), parece que así como el rey de Egipto era la “Cabeza de la
religión y del Estado,” lo era el rey de Asiria, que incluía a Babilonia. Entonces
tenemos la evidencia de que se le rendía culto. Las imágenes sagradas se representaban
adorándolo (LAYARD, Nínive y sus Ruinas, vol. II. p. 464), lo cual no habría
ocurrido si sus propios súbditos no le rindieran homenaje de igual manera. Entonces
la adoración proclamada por Alejandro el Grande provenía evidentemente de la misma
fuente. Era claramente a imitación de la adoración tributada a los reyes persas
que él exigía tal homenaje. Quinto Curcio dice (lib. VIII. cap. 5, pp. 592,593),
“volebat... itaque more Persarum Macedonas venerabundus ipsum salutare
prosternentes humi corpora.” Por Jenofonte tenemos la evidencia de que esta costumbre
persa vino de Babilonia. Fue cuando Ciro entró en Babilonia que los persas le
testimoniaron, por primera vez, su homenaje por medio de la adoración; porque,
“antes de esto,” dice Jenofonte (Ciropedia, lib. VIII. p. 215, C), “ninguno de los
persas había rendido adoración a Ciro.”
25 GAUSSEN, en Daniel, vol. I. p. 114.
26 SIMACO, Epístola, lib. VI. 31, p. 240.

327
Acerca de los Misterios. . . y el Culto al Hombre

había sentado él mismo; porque, hasta ese año, la misma silla en
que ellos creían, o le hacían creer a los demás, que se había sentado
él, se mostraba y se exponía a la adoración pública el 18 de
enero, día de la fiesta de dicha silla. Pero cuando la estaban
limpiando para ponerla en algún lugar destacado del Vaticano,
¡aparecieron inscritos en ella, desafortunamente, los doce trabajos
de Hércules!27 Y así tuvo que ser desechada. Los partidarios
del papado estaban no poco desconcertados ante este descubrimiento,
pero trataban de ponerle al asunto tan buena cara como
podían. “Nuestro culto,” decía Giacomo Bartolini, en sus Antigüedades
Sagradas de Roma, al relatar las circunstancias del
descubrimiento, “nuestro culto, sin embargo, no fue desechado,
puesto que no era a la madera a la que se lo rendíamos, sino a
San Pedro, el príncipe de los apóstoles,” que se suponía se había
sentado en ella.28 Sea lo que fuere lo que el lector piense de esta
apología del culto a la silla, seguramente que comprenderá, por
lo menos, relacionando esto con lo que ya hemos visto, que la
fábula blanca de la silla de Pedro se ha desbaratado por completo.
Con respecto a la silla de Pedro, parece que Roma ha sido
bastante desafortunada en los tiempos modernos; porque, aun
después de que aparecieron los doce trabajos de Hércules, condenados
y desechados como inadecuados para soportar la luz
que había derramado la Reforma sobre las tinieblas de la Santa
Sede, la que se escogió para reemplazarla, estaba destinada a
revelar más ridículamente todavía las descaradas imposturas del
papado. La primera silla había sido tomada de los paganos; la
siguiente parece haber sido escamoteada a los musulmanes, pues
cuando los soldados franceses al mando del general Bonaparte,
se apoderaron de Roma en 1795, encontraron en el respaldo de
ella, inscrita en árabe, la bien conocida sentencia del Corán: “No
hay más Dios que Alá, y Mahoma es su profeta.”29


27 BOWER, Historia de los Papas, vol. I. p. 7.
28 BARTOLINI, Antichitá Sacré di Roma, p. 32, Ibid.
29 Lady MORGAN, Italia, vol III. p. 81. El Dr. Wiseman trató de controvertir esto;
pero creo, como lo advirtió El Times, que “la señora tenía evidentemente el mejor
argumento.”

328
Lo Que Usted Debe Saber

El Papa no sólo tiene una silla para sentarse, sino que tiene una
silla para que lo lleven en hombros con pompa y aparato, cuando
él hace una visita a San Pedro o a cualesquiera de las iglesias de
Roma. Así describe un testigo ocular tal precesión en el Día del
Señor en los cuarteles de la idolatría papal: “Afuera se oía el
golpear de los tambores. Los fusiles de los soldados resonaron
sobre el pavimento de piedra de la casa de Dios cuando, a la
orden de su comandante, presentaron armas. ¡Qué sábado tan
distinto, qué religión tan diferente, qué preparativos tan inadecuados
para recibir a un ministro del manso y humilde Jesús!
Después, moviéndose entre dos hileras de soldados armados,
apareció una larga procesión de eclesiásticos, obispos, canónigos
y cardenales que precedía al Romano Pontífice, llevado sobre
una silla dorada, y ataviado con vestiduras resplandecientes
como el sol. Sus portadores eran doce hombres vestidos de carmesí,
precedidos inmediatamente por algunas personas que llevaban
una cruz, la mitra y la tiara del Papa, y otra insignia de su
oficio. Mientras era llevado en hombros, su cabeza era sombreada
y protegida por dos abanicos inmensos, hechos con plumas de
pavo real, llevados por dos cortesanos.”30 Así ocurre hoy día
con el Soberano Pontífice de Roma, sólo que, además de ser
protegido por el abanico que es, precisamente, el “abanico místico
de Baco,” su silla gestatoria está cubierta también por un
dosel corriente. Miremos retrospectivamente la perspectiva de
tres mil años, y veremos de qué manera hacía el Soberano Pontífice
de Egipto una visita al templo de su dios. “Habiendo llegado
al recinto del templo,” dice Wilkinson, “los guardias y los
servidores reales seleccionados para representar a todo el ejército,
se integraban al séquito... . Las bandas militares tocaban los
aires favoritos del país; y los numerosos estandartes de los diferentes
regimientos, las banderas que flotaban al aire, el lustre
brillante de las armas, la enorme concurrencia de gente, y la
imponente majestad de las torres del vestíbulo del templo, enga-


30 BEGG, Guía del Papado, p. 24.
31 WILKINSON, vol. V. pp. 285,286.
32 Ibid. vol. VI. lámina 76.

329
Acerca de los Misterios. . . y el Culto al Hombre

lanados con sus banderas multicolores, ondeando sobre la cornisa,
presentaban una decoración, podemos decir, raras veces
igualada en cualquier ocasión en ningún otro país. El rasgo más
sorprendente de esta fastuosa ceremonia era el cortejo del monarca
que, o bien era llevado en su silla de estado por los principales
dignatarios, bajo un suntuoso dosel, o bien andando a pie,
protegido con suntuosos flabelos y abanicos de vistosas plumas.”
31 Presentamos un grabado de Wilkinson (Fig. 47),32 que
comprende la parte central de una de sus láminas correspondientes
a esa procesión egipcia, para que el lector pueda ver, con
sus propios ojos, cómo concuerda exactamente la procesión pagana
con el bien conocido relato del ceremonial pontificio.
¡Tánto por la silla de Pedro, y tánto por las llaves de Pedro!
Jano, cuya llave usurpó el Papa junto con la de Cibeles, su esposa
o madre, también era Dagón. Jano, el dios de las dos caras,
“que había vivido en dos mundos,” era la divinidad babilónica
que encarnaba a Noé. Dagón, el dios-pez , representaba a esa
deidad como una manifestación del mismo patriarca que había
vivido tanto tiempo en las aguas del diluvio. Cuando el Papa
lleva la llave de Jano, de igual modo lleva puesta la mitra de

Fig. 47
El Rey-Pontífice Egipcio llevado a hombros bajo Dosel

330
Lo Que Usted Debe Saber

Dagón. Las excavaciones hechas en Nínive han sobrepasado
toda posibilidad de duda. La mitra del Papa es totalmente diferente
a la mitra de Aarón y de los sumos sacerdotes judíos, pues
esa mitra era un turbante. La mitra de dos puntas que usa el
Papa cuando se sienta en el trono elevado de Roma para recibir
la adoración de los Cardenales, es la misma mitra usada por
Dagón, el dios-pez de los filisteos y de los babilonios. De dos
maneras se representaba antiguamente a Dagón. Una era cuando
se le representaba como medio hombre y medio pez; la parte
superior completamente humana, y la inferior terminada en la
cola de un pez. La otra era cuando, para usar las palabras de
Layard, “la cabeza del pez formaba una mitra sobre la del hombre,
mientras su escamosa cola, a modo de abanico, caía por
detrás como una túnica, dejando al descubierto los miembros y
los pies.”33 Esta es la representación de Dagón que Layard trae
en su última obra, y que aparece aquí (Fig. 48) para el lector. Y
nadie que examine esta mitra y la compare con la del Papa, tal
como se da en Horae de Elliot,34 podrá dudar ni por un momento,
que de esa fuente y de ninguna otra, se ha tomado la mitra
pontifical. Las mandíbulas abiertas del pez que coronan la cabeza
del hombre en Nínive, son el duplicado inequívoco de las
puntas de la mitra del Papa en Roma. Así fue en el Oriente, por


Fig. 48
El Dagón Egipcio con la Mitra de Cabeza de Pez

331
Acerca de los Misterios. . . y el Culto al Hombre

lo menos quinientos años antes de la era cristiana. Parece que
también en Egipto hubo algo semejante, porque Wilkinson, hablando
de un pez de la especie de los silúridos, dice “que uno de
los genios del panteón egipcio aparece bajo forma humana, con
la cabeza de este pez.”35 En Occidente, en un período posterior,
tenemos la evidencia de que los paganos separaban la mitra en
forma de cabeza de pescado del cuerpo del pez, y sólo usaban
esta mitra para adornar la cabeza del gran dios Mediador pues,
en algunas monedas paganas de Malta ese dios, con los bien
conocidos atributos de Osiris, está representado sin forma alguna
de pez, salvo por la mitra sobre su cabeza (Fig. 49),36 mitra
muy parecida en la forma a la que hoy usan el Papa y los obispos.
Incluso en China, la misma práctica de usar la mitra de
cabeza de pescado prevaleció alguna vez, pues el uso por parte
del emperador chino de una mitra semejante a la papal ha subsistido
hasta los tiempos modernos. “¿Se sabe,” pregunta un autor


33 LAYARD, Babilonia y Nínive, p. 343.
34 4ª edición, vol. III. part. 4, lámina 27.
35 WILKINSON, vol. V. p. 253.
36 De BRYANT, vol. V. p. 384. Ver también el grabado de Ceres y la espiga de trigo,
Fig. 37.

Fig.49
Dios Maltés con una Mitra similar

332
Lo Que Usted Debe Saber

muy leído en la actualidad, en una comunicación privada que
me envió, “que el Emperador de China, en todas las épocas, incluso
en el año en curso, como sumo sacerdote, una vez al año,
ora y bendice a toda la nación, llevando puestas sus vestiduras
sacerdotales y en la cabeza su mitra, idéntica en todo a la usada
por el Romano Pontífice durante cerca de 1200 años? Pues así
es.”37 Como prueba de esta aseveración, se muestra la Mitra
imperial (Fig. 50),38 que es la copia exacta de la mitra episcopal
papista vista de frente. El lector recordará que, incluso en el
Japón, a pesar de estar tan distante de Babel, como la misma
China, una de sus divinidades se representa con el mismo símbolo
de poder que prevaleció en Asiria, incluyendo los cuernos
de toro, y se le llama “El Príncipe cabeza de buey del Cielo.”39


37 A. TRIMEN, Esq., el distinguido arquitecto de Londres, autor de La Arquitectura
de Iglesias y Capillas.
38 De HAGER, en Jeroglíficos Chinos, B XXXV. en el Museo Británico, reproducido
para mí por el hijo del Sr. Trimen, el Sr. L. B. Trimen. Las palabras de Hager son: “Lo mismo que la mitra del sacrificio del Emperador chino (el Pontifex Maximus de sunación), que se representaba desde tiempos antiguos de esta manera [y entonces se le dio la forma que se ve arriba] (Philos. Transact. en c. 41), tiene una notable semejanza con la Mitra Episcopal romana.”
39 KEMPFER, El Japón, en la Colección de PINKERTON, vol. VII. p. 776.
40 Ver Gradus ad Parnassum, recopilado por G. PYPER, miembro de la Compañía
de Jesús, sub vocibus Lituus Episcopus et Pedum, pp. 372, 464.
41 BEROSO apud ABIDENO, en Fragmentos de CORY, p. 32. Ver también
EUSEBIO, Crónica, part. I. pp. 46,47.

Fig.50
La Mitra Ceremonial del Emperador Chino como
Pontífice Máximo de la Nación


333
Acerca de los Misterios. . . y el Culto al Hombre

Si el símbolo de Nimrod, como Cronos, “el Cornudo,” se encuentra
representado de este modo en el Japón, no puede causar
sorpresa que en China se encuentre el símbolo de Dagón.
Pero hay otro símbolo de poder del Papa que no debe dejarse a
un lado, y ese símbolo es el báculo pontifical. ¿De dónde vino
el báculo? En primer lugar, la respuesta es que el Papa lo hurtó
del arúspice romano. El lector de los clásicos podrá recordar
que cuando el augur romano consultaba a los cielos, debía proveerse
de cierto instrumento que era indispensable. Este instrumento,
con el cual demarcaba la porción de los cielos sobre la
cual iba a hacer sus observaciones, era curvo en uno de sus extremos,
y se llamaba “lituus.” Es tanta la semejanza del “lituus,”
o vara curva de los augures romanos con el báculo pontifical,
que los mismos escritores católico-romanos, al escribir en las
edades del obscurantismo, una época en que el disimulo no se
consideraba necesario, no dudaron en emplear el término “lituus”
como sinónimo de báculo.40 Así, un escritor papal describe a
cierto Papa u obispo papal como “mitra lituoque decorus,” adornado
con la mitra y la vara del augur, dando a entender que él
estaba “adornado con la mitra y el báculo.” Pero este lituus, o
vara adivinatoria, de los augures romanos se había tomado, como
es bien sabido, de los etruscos, que lo habían tomado asimismo,
junto con su religión, de los asirios. Así como el augur romano
se distinguía por su vara curva, del mismo modo los adivinos y
sacerdotes caldeos, para la realización de sus ritos mágicos, estaban
provistos generalmente de un cayado o báculo. Este cayado
mágico puede rastrearse directamente en el primer rey de
Babilonia, es decir, en Nimrod que, como afirma Beroso, fue el
primero que llevó el título de rey-pastor.41 En hebreo, o caldeo
de los días de Abraham, “Nimrod el pastor,” es precisamente
Nimrod “He-Roè;” y de este título de “vigoroso cazador delante
del SEÑOR,” se derivó indudablemente tanto el nombre Héroe
en sí, como todo ese culto a los héroes que desde entonces se
extendió por todo el mundo. Es cierto que los deificados sucesores
de Nimrod se han representado generalmente con el cayado
o báculo. Esto fue lo que ocurrió en Babilonia y en Nínive,
como lo demuestran los monumentos existentes. El grabado

334
Lo Que Usted Debe Saber

adjunto (Fig. 51)42 de Babilonia, muestra el báculo de manera
tosca. En Layard puede verse de una manera más ornamentada,
y casi parecido al báculo papal, tal como se usa hoy día.43 Esto
fue lo que ocurrió en Egipto después de que el poder babilónico
se estableció allí, como lo atestiguan las estatuas de Osiris con
su báculo.44 A Osiris mismo se le representaba como un báculo
con un ojo encima de él.45 Un caso similar es el de los negros de
Africa, cuyo dios, llamado Fetiche, se representa en forma de
báculo, como se evidencia por las siguientes palabras de Hurd:
“Ellos ponen fetiches antes sus puertas, y estas deidades tutelares
se hacen en forma de garabato o gancho, como el que usamos
generalmente para sacudir nuestros árboles frutales.”46 Esto
es lo que ocurre actualmente en el Tibet, donde los lamas o teros
llevan, como lo dice el jesuita Huc, un báculo como insignia de
su oficio. Este es el caso, incluso en el remoto Japón, donde, en
el templo de Miaco, la capital espiritual, encontramos una descripción
de los dioses en estos términos: “Sus cabezas están adornadas
con rayos de gloria, y algunos de ellos tienen cayados de
pastor en sus manos, para indicar que son los guardianes de la
humanidad contra todas las maquinaciones de los malos espíritus.”
47 El báculo del Papa, entonces, que él lleva como emblema
de su oficio, en su carácter de gran pastor de las ovejas, es nada

Fig. 51
El Báculo Babilonio

335
Acerca de los Misterios. . . y el Culto al Hombre

más ni nada menos que el cayado curvo o vara mágica de los
sacerdotes de Nimrod.
¿Qué dicen a todo esto los adoradores de la sucesión apostólica?
¿Qué piensan ahora de sus disposiciones jactanciosas como
emanadas de Pedro de Roma? Seguramente que tienen mucha
razón para sentirse orgullosos de ellas. Pero, pregunto nuevamente,
¿qué dirían también los antiguos sacerdotes paganos que
salieron de la escena del tiempo mientras los mártires todavía
estaban luchando contra sus dioses y que, antes que simpatizar
con ellos, “no amaron sus vidas hasta la muerte,” si llegaran a
ver el actual estado de la así llamada Iglesia de la cristiandad
europea? ¿Qué diría el mismo Belsasar si le fuera posible “ver
de nuevo el resplandor de la luna,” y entrar a San Pedro en Roma,
y ver al Papa en sus pontificales, con toda su pompa y su gloria?
Seguramente que concluiría que sólo había entrado a uno de sus
propios y bien conocidos templos, y que todo continuaba como
era en Babilonia en aquella noche memorable en que vio con
ojos asombrados la escritura en la pared: “Mene, mene, tekel,
Upharsin.”


42 De KITTO, Enciclopedia Bíblica, vol. I. p. 272. – Ver también KITTO, Comentario
Ilustrado, vol. IV. p. 31, donde se da otra figura de Babilonia con un báculo semejante.
43 Nínive y Babilonia, p. 361. Parece que Layard cree que el instrumento aludido
llevado por el rey y que “ornaba como sumo sacerdote su manto del sacrificio,” era
una hoz; pero cualquiera que lo examine atentamente verá que es un báculo con clavos de adorno, como ocurre comúnmente ahora incluso con los báculos romanos,solamente que, en lugar de sostenerlo levantado, lo mantiene hacia abajo.
44 El bien conocido nombre de Faraón, el título de los reyes-pontífices de Egipto, es
solamente la forma egipcia del hebreo He-Roè. En el Génesis, Faraón sin los puntos es “Phe-Roè.” Phe es el artículo definido egipcio. No eran los reyes-pastores que los egipcios detestaban, sino Roi-Tzan, “hombres de ganadería” (Génesis 46:34). Con el artículo Roé, “pastor” es claramente el original del francés Roi, rey, de donde viene el adjetivo real; y de Ro, que significa “pastorear,” que se pronuncia frecuentemente como Reg, (con el afijo Sh, que significa “el que es,” o “el que hace”) viene Regsh,“el que pastorea,” de donde viene la palabra latina Rex, y el inglés Regal.
45 PLUTARCO, vol. II. p. 354, F.
46 HURD, p. 374, col. 2.
47 Ibid. p. 104, col. 2.

336
Lo Que Usted Debe Saber

SECCION II — SACERDOTES, MONJES Y MONJAS


Si la cabeza se corrompe, así también debe ocurrirle a los miembros.
Si el Papa es esencialmente pagano, ¿cuál otro puede ser
el carácter de su clero? Si sus órdenes provienen de una fuente
radicalmente corrupta, tales órdenes deben participar de la corrupción
de la fuente de la cual fluyeron. Esto puede inferirse
independientemente de cualquier evidencia específica; pero la
evidencia con respecto al carácter pagano del clero del Papa es
tan absoluta como la que hay con respecto al mismo Papa. Sea
la que fuere la luz con que se mire el asunto, esto será muy claro.
Existe un contraste indudable entre el carácter de los ministros
de Cristo, y el del sacerdocio papal. Cuando Cristo envió a Sus
siervos, fue para “apacentar Sus ovejas, para apacentar Sus corderos,”
y eso con la Palabra de Dios, que da testimonio de Sí
Mismo, y contiene palabras de vida eterna. Cuando el Papa le
ordena a sus clérigos y los obliga a que prohiban, excepto en
circunstancias especiales, la lectura de la Palabra de Dios “en
lengua vulgar,” es decir, en un lenguaje que el pueblo pueda
comprender, les da, ciertamente, una comisión; y, ¿cuál es esa
comisión? La que está encubierta en estas asombrosas palabras:
“Recibe el poder de sacrificar para los vivos y para los muertos.”
48 ¿Qué blasfemia puede ser peor que esta? ¿Qué más denigrante
para el único sacrificio de Cristo, por medio del cual
“con una sola ofrenda hizo perfectos para siempre a los santificados”?
Esta es la verdadera función caracterizadora del
sacerdocio papista. Años después, Lutero se estremecía ante el
recuerdo de que ese mismo poder y con esas mismas palabras le
hubiera sido conferido cuando fue ordenado para el sacerdocio,
y se asombraba de que “la tierra no hubiera abierto su boca para
tragarse tanto al que pronunciaba estas palabras, como al que
iban dirigidas.”49 El sacrificio que el sacerdocio papal está
facultado para ofrecer como un “verdadero sacrificio propicia-


48 D’AUBIGNÉ, La Reforma, vol. I. B. II. cap. 4, p. 171.
49 Ibid. vol. I. p. 171.

337
Acerca de los Misterios. . . y el Culto al Hombre

torio” por los pecados de los vivos y de los muertos es, precisamente,
el “sacrificio incruento” de la misa que se ofrecía en
Babilonia, mucho antes de que, alguna vez, se hubiera oído sobre
él en Roma.
Mientras Semíramis, el verdadero prototipo de la Reina caldea
del Cielo, a quien primero se ofreció el “sacrificio incruento” de
la misa, era en sí misma, como ya lo hemos visto, un dechado de
impureza, gozaba, al mismo tiempo, del más grande favor para
esa clase de santidad que menosprecia el sagrado mandato del
matrimonio de Dios. Los Misterios sobre los cuales presidía
ella, eran escenas de la más nauseabunda corrupción; y, sin embargo,
las más altas órdenes del sacerdocio estaban obligadas a
llevar una vida de celibato, como muestra de una vida de particular
y notoria santidad. Por extraño que pueda parecer, la voz
de la antigüedad le asigna, no obstante, a esa reina disoluta, la
invención del celibato clerical, y precisamente, en su forma más
estricta.50 En algunos países, como Egipto, la naturaleza humana
reclamó sus derechos y, aunque se mantuvo el sistema general
de Babilonia, el yugo del celibato fue abolido, permitiendo
que los sacerdotes se casaran. Sin embargo, toda persona ilustrada
sabe que cuando se introdujo en la Roma pagana el culto
de Cibeles, la diosa babilónica, se hizo en su forma primitiva,
con celibato del clero.51 Cuando el Papa se apropió de lo que era
peculiar al culto de esa diosa, igualmente introdujo en el
sacerdocio bajo su autoridad, tomándola de la misma fuente, la
obligación forzosa del celibato. La introducción de tal principio
en la Iglesia cristiana había sido profetizada claramente como
una gran señal de apostasía cuando los hombres “con hipocresía
hablarán mentiras, teniendo cauterizada la conciencia, [y] prohibirán
casarse” (1 Timoteo 4:2,3). Los efectos de su introducción
fueron completamente desastrosos.52 Los informes de todas las


50 AMIANO MARCELINO. “Semiramis teneros mares castravit omnium prima,”
lib. XIV. cap. 6, p. XXVI.
51 PAUSANIAS, lib. VII. cap. 17, p. 566; y KENNETT, lib. II. cap. VII., “De los
Duunviros,” etc.
52 Ver Luz de la Profecía, capítulos I. p. 28, y IV. p.114; y Los Reformadores Británicos,“Jewel,” p. 228.

338
Lo Que Usted Debe Saber

naciones donde ha sido introducido el celibato sacerdotal, han
demostrado que, en lugar de ministrar para la pureza de los condenados
a él, solamente los ha hundido en la más profunda corrupción.
La historia del Tibet, y de la China, y del Japón, donde
ha prevalecido desde tiempo inmemorial la institución babilónica
del celibato sacerdotal, da testimonio de las abominaciones que
han dimanado de él.53 Los excesos cometidos en la Roma pagana
por los sacerdotes célibes de Baco en sus Misterios secretos,
fueron tales que el Senado se sintió llamado a expulsarlos de los
límites de la república romana.54 En la Roma papal han resultado
las mismas abominaciones producidas por el celibato sacerdotal,
en asocio con el sistema corrupto y corruptor del confesionario,
hasta el punto en que todos los hombres que han examinado
el asunto se han visto obligados a admirarse de la asombrosa
significación del nombre que se le ha dado en forma divina
tanto en sentido literal como figurado: “BABILONIA LA
GRANDE, MADRE DE LAS FORNICACIONES Y DE LAS ABOMINACIONES
DE LA TIERRA.”55 Aduzcamos uno solo de los
miles de hechos similares, atestiguado por el distinguido historiador
católico-romano De Thou. Cuando el Papa Paulo V meditaba
en la supresión de los burdeles permitidos en la “Ciudad
Santa,” el Senado romano se opuso a la realización de sus designios,
fundándose en que la existencia de tales lugares era la única
manera de impedir que los sacerdotes ¡sedujeran a sus esposas
y a sus hijas!56 Todos estos sacerdotes célibes tienen desde su ordenación cierta
marca sobre ellos; y esa marca es la tonsura clerical. La tonsura


53 HAMEL, Viajes por Corea, en la Colección de PINKERTON, vol. VII. pp. 536,537.
Ver también Descripción del Tibet en la misma Colección, p. 554; CARON, El Japón,
Ibid. p. 630; y KEMPFER, El Japón, Ibid. p. 747.
54 LIVIO, lib. XXXIX. 8 y 18, vol. V. pp. 196-207.
55 Apocalipsis 17:5. El Rev. M. H. Seymour demuestra que en 1836 el número total
de nacimientos en Roma fue de 4373, ¡de los cuales no menos de 3160 eran niños
expósitos! – “Consecuencias Morales del Sistema Romano,” p. XLIX. en Noches
con los Romanistas.
56 TUANO, Historia, lib. XXXIX. cap. 3, vol. II. p. 483.

339
Acerca de los Misterios. . . y el Culto al Hombre

es la primera parte de la ceremonia de ordenación, y se afirma
que es un elemento muy importante con respecto a las órdenes
del clero romano. Cuando los pictos, después de prolongada
contienda, se vieron obligados a someterse al Obispo de Roma,
la aceptación por parte de la clerecía de esa tonsura como la
tonsura de San Pedro, fue el símbolo visible de su sometimiento.
Naitan, el rey picto, habiendo reunido a los nobles, a su corte
y a los pastores de su iglesia, se dirigió a ellos de este modo:
“Recomiendo a todo el clero de mi reino que reciba la tonsura.”
Entonces, sin dilación, como nos informa Bede, se llevó a cabo
esta importante revolución mediante la autoridad real.57 El rey
envió agentes a cada provincia, e hizo que todos los ministros y
los monjes recibieran la tonsura circular, según la moda de Roma,
para someterse de ese modo a Pedro, “el muy bienaventurado
príncipe de los apóstoles.”58 “Esta era la marca,” dice Merle
D’Aubigné, “que los papas estampaban no en la frente, sino en
la coronilla. Una proclama real, y unos cuantos cortes con las
tijeras, pusieron a los escoceses como rebaño de ovejas bajo el
cayado del pastor del Tíber.”59 Como Roma le daba tanta importancia
a esta tonsura, ¿se preguntará cuál era su significado?
Era la iniciación visible de los que se sometían a ella como sacerdotes
de Baco. Esta tonsura no puede tener la más mínima
pretensión de autoridad cristiana. Fue, en verdad, la “tonsura de
Pedro,” pero no la de Pedro de Galilea, sino la de “Pedro,” el
caldeo de los Misterios. El era un sacerdote tonsurado, porque
así lo era el dios cuyos Misterios revelaba. Siglos antes de la era
cristiana, Heródoto se refirió así a la tonsura babilónica: “Los
árabes no conocen dioses diferentes a Baco y Urania [es decir, la
Reina del Cielo], y dicen que sus cabellos están recortados de la
misma manera que el de Baco; ahora, se lo recortan en forma
circular, afeitándose en torno a las sienes.”60 ¿Qué puede haber
llevado entonces a esta tonsura de Baco? En su historia, todo
estaba mística o jeroglíficamente representado, y eso de tal ma-


57 BEDE, lib. V. c. 21, p. 216.
58 Ibid.
59 D’AUBIGNÉ, vol. V. p. 55.

340
Lo Que Usted Debe Saber

nera que nadie pudiera comprenderlo, fuera de los iniciados. Una
de las cosas que ocupaban lugar preponderante en los Misterios,
era la de la mutilación a la que fue sometido Baco cuando le
dieron muerte. En memoria de esto, se le lamentaba con amargo
llanto todos los años, como “Rosh-Gheza,” “el Príncipe mutilado.”
Pero “Rosh-Gheza”61 también significa “cabeza trasquilada
o afeitada.” Por tanto, se le representaba o bien con una forma
de tonsura, o bien con la otra; y sus sacerdotes, por la misma
razón, llevaban la cabeza o trasquilada o afeitada en el momento
de su ordenación. En todo el mundo, dondequiera que haya huellas
del sistema caldeo, se le encuentra acompañado por la tonsura
o el afeitado de la cabeza. Los sacerdotes de Osiris, el Baco
egipcio, se distinguían siempre por llevar afeitadas sus cabezas.62
En la Roma pagana,63 en la India e, incluso, en la China, la marca
distintiva del sacerdocio babilónico es la cabeza afeitada. Así,
Gautama Buda, que vivió, por lo menos, 540 años antes de Cristo,
cuando estableció en la India la secta del budismo, la cual se
propagó hasta las regiones más remotas del Oriente, se afeitó
primero la cabeza, obedeciendo un mandato divino, según lo
pretendía, y después se puso en el trabajo de hacer que los demás
imitaran su ejemplo. Uno de los muchos títulos por los
cuales se le llamaba era el de la “Cabeza afeitada.”64 “El cabeza
afeitada,” dice uno de los Puranas, “para que pudiera cumplir
las órdenes de Visnú, formó cierto número de discípulos, y de
cabezas afeitadas como él mismo.” La gran antigüedad de esta
tonsura puede verse en la norma de la ley mosaica contra ella.
A los sacerdotes judíos se les prohibía expresamente hacerse
cualquier tonsura en sus cabezas (Levítico 21:5), lo que demuestra
suficientemente que, aun en tiempos tan remotos como los de
Moisés, ya se había introducido lo de la “cabeza afeitada.” En la


60 HERODOTO, lib. III. cap. 8, p. 185, C.
61 Gheza significa o “esquileo,” o “afeitada.”
62 MACROBIO, lib. I. c. 23. p. 189.
63 TERTULIANO, vol. II., Carmina, pp. 1105,1106.
64 Coronel KENNEDY, “Buda,” en La Mitología Hindú, pp. 263,264.

341
Acerca de los Misterios. . . y el Culto al Hombre

Iglesia de Roma, sólo eran trasquiladas las cabezas de los sacerdotes
seculares, pues las cabezas de los monjes, o clero regular,
eran afeitadas, pero ambos grupos recibían por igual la tonsura
circular en su ordenación, identificándolos así, más allá de toda
duda posible, con Baco, “el Príncipe mutilado.”65 Si los sacerdotes
de Roma menosprecian la llave del conocimiento, y cierran
la Biblia para el pueblo; si son ordenados para ofrecer el
sacrificio caldeo en honor de la Diosa Pagana del Cielo; si están
atados por la ley caldea del celibato, que los hunde en el libertinaje;
si, en resumen, todos llevan desde su consagración la marca
de los sacerdotes caldeos de Baco, ¿qué derecho, qué posible
derecho pueden tener para ser llamados ministros de Cristo?
Pero Roma no tiene solamente su clero secular ordinario, como
se les dice; también tiene, como todo el mundo lo sabe, otras
órdenes religiosas diferentes. Tiene incontables ejércitos de


65 Ya se ha visto que entre los caldeos el término Zero significa por igual “el círculo”
y “la simiente.” En la India, como hemos visto, “Suro,” “la simiente” era la divinidad
solar encarnada. Cuando se representó esa simiente en forma humana para identificarla con el sol, se le representó con el círculo, el bien conocido emblema del curso anual del sol, en alguna parte de su persona. Así, a nuestro propio dios Tor se le representó con un círculo llameante en su pecho.– (WILSON, La Religión Parsi, p.31). En Persia y en Asiria, el círculo se representaba algunas veces sobre el pecho;otras, en torno a la cintura, y algunas más, en la mano de la divinidad solar. – (BRYANT,vol. II., láminas, pp. 216, 406, 409: y LAYARD, Nínive y Babilonia, p. 160). En la India se le representaba en la punta del dedo.– (MOOR, Panteón, lámina 13, “Visnú.”).Por lo tanto, el círculo se convirtió en el emblema de Tamuz nacido de nuevo, o de “la simiente.” La tonsura circular de Baco pretendía indudablemente señalarlo como “Zero,” o “la simiente,” el gran libertador. Y el círculo de luz que rodea la cabeza de las así llamadas imágenes de Cristo es apenas otra forma de lo mismo, y tomado de la misma fuente. La ceremonia de la tonsura, dice Maurice, refiriéndose a la práctica de
esa ceremonia en la India, “era una antigua práctica de los sacerdotes de Mitra, que
imitaban con sus tonsuras el disco solar.” – (Antigüedades, vol. VII. p. 851. Londres,
1800). Como el dios-sol era el dios lamentado grandemente, y tenía el cabello
recortado en forma circular, y los sacerdotes que lo lamentaban tenían el cabello
recortado en forma similar, así en países diferentes, los que lamentaban a los muertos, se recortaban el cabello en forma circular en honor de ellos. Huella de esto se encontraron en Grecia, como se ve por Electra de Sófocles (verso 52, pp. 108,109); y Heródoto se refiere particularmente a esta práctica entre los escitas cuando relata un funeral real entre ese pueblo. “El cuerpo.” dice él, “se recubre de cera. Luego lo colocan en un carro, y lo llevan a otro lugar, donde las personas que lo reciben, como los escitas reales, se cortan una parte de las orejas, y se afeitan las cabezas en forma circular.” – (Historia, lib. IV. cap. 71 p. 279). En tanto que el Papa, como representante
del falso Mesías, recibió la tonsura circular, asimismo se les exige a todos sus
sacerdotes que se sometan a la misma tonsura circular para identificarlos con el mismo sistema, para marcarlos como representantes de ese mismo falso Mesías.


342
Lo Que Usted Debe Saber

monjes y de monjas, empeñados todos en servirla. ¿Dónde puede
encontrarse la menor justificación para tal institución en las
Escrituras? En la religión del Mesías babilónico, tal institución
data desde tiempos remotísimos. En ese sistema había monjes y
monjas en abundancia. En el Tibet y en el Japón, donde se introdujo
prontamente el sistema caldeo, todavía se encuentran algunos
monasterios, y con los mismos resultados desastrosos para
la moral, como ocurre en la Europa papal.66 En Escandinavia,
las sacerdotisas de Freya que, por lo general, eran hijas de reyes,
y cuya obligación era mantener el fuego sagrado, estaban atadas
por la virginidad perpetua y constituían una orden monacal.67
En Atenas, había vírgenes mantenidas con los fondos públicos y
que estaban obligadas a perpetua soltería.68 En la Roma pagana,
las vestales que eran vírgenes, tenían que cumplir la misma obligación
que las sacerdotisas de Freya, ocupaban una posición similar.
Incluso en el Perú, durante el reinado de los incas, prevaleció
el mismo sistema, y su semejanza es tan notoria como para
indicar que las vestales de Roma, las monjas del papado, y las
vírgenes sagradas del Perú deben haber tenido un origen común.
Prescott se refiere de este modo a los conventos de las monjas
peruanas: “Otra analogía singular con las instituciones católicoromanas
se presenta en el caso de las vírgenes del sol, las elegidas,
como se les llama. Estas eran jóvenes doncellas dedicadas
al servicio de la deidad, las cuales eran sacadas de sus hogares
desde tierna edad, y llevadas a los conventos, donde eran puestas
al cuidado de ciertas matronas de edad, las mamaconas,69
que habían envejecido entre sus paredes. Su obligación era mantener
el fuego sagrado, encendido durante la fiesta de Raymi.


66 Ver ante, Notas p. 220, y también Historia de Tonquín, en PINKERTON, vol. IX.
p. 766. Hay algunos, y también protestantes, que empiezan a hablar de lo que ellos
llaman los beneficios de los monasterios en tiempos difíciles, ¡como si ellos sólo
estuvieran en peligro por la “senectud y la depravación”! Intensificar el celibato, que
descansa en el establecimiento del sistema monástico, está en la propia esencia de la apostasía, que en forma divina está caracterizada como el “Misterio de Iniquidad.”
Que esos protestantes lean 1 Timoteo 4:1-3, y seguramente nunca hablarán más de las abominaciones de los monasterios como debidas solamente a la “senectud.”
67 MALLET, vol. I. p. 141.
68 POTTER, Antigüedades, vol. I. p. 369.


343
Acerca de los Misterios. . . y el Culto al Hombre

Desde el momento en que ellas entraban al convento se les privaba
de toda comunicación con el mundo, incluso con su propia
familia y sus amigos... . ¡Ay de la infeliz doncella que fuera
cogida en algún enredo amoroso; pues, de acuerdo con la dura
ley de los incas era enterrada viva!” Este era precisamente el
destino que esperaba a la vestal romana a quien se le comprobara
que había violado su voto. Sin embargo, ni en el Perú, ni en la
Roma pagana era obligatoria la virginidad de modo tan estricto
como lo es en el papado; no era perpetua y, por lo tanto, no era
tan excesivamente desmoralizadora. Después de algún tiempo,
las monjas podían ser liberadas de su confinamiento, pudiendo
casarse, esperanza de la cual se ven privadas absolutamente en
la Iglesia de Roma. En todos estos casos es claro, sin embargo,
que el principio sobre el cual se fundamentaban tales instituciones
era originalmente el mismo. “Uno se asombra,” añade
Prescott, “de encontrar un parecido tan estrecho entre las instituciones
de los indígenas americanos y las de la Roma antigua y
del catolicismo moderno.”70
Prescott encuentra difícil explicarse este parecido, pero la breve
cita del profeta Jeremías que aparece al comienzo de esta investigación,
lo explica suficientemente: “Vaso de oro fue Babilonia
en la mano del SEÑOR, que EMBRIAGA TODA LA TIERRA”
(Jeremías 51:7). Esta es la piedra Roseta que ha ayudado para sacar
a la luz tanta de la secreta iniquidad del papado, y que está
destinada, además, a descifrar también los oscuros misterios de
todo sistema de mitología pagana que haya existido, o que siga
existiendo. Puede comprobarse que lo que dice el texto citado
es un hecho manifiesto. Se puede comprobar que la idolatría de
toda la tierra es una sola, que el lenguaje secreto de todas las
naciones es radicalmente caldeo, que los GRANDES DIOSES de
todos los países llevan nombres babilónicos, y que todo el paga-


69 Mamacona, “madre sacerdotisa,” es casi hebreo puro, derivada de Am, “madre,” y Cohn, “sacerdote,” sólo que con terminación femenina. Nuestra palabra mamá, así
como la de Perú es sólo una reduplicación del hebreo Am. Resulta sorprendente que en Irlanda el estilo usual y el título de abadesa sea “Reverenda Madre.” (GIESELER,vol. II. p. 14, Nota).
70 PRESCOTT, El Perú, vol. I. p. 103.

344
Lo Que Usted Debe Saber

nismo de la raza humana es solamente una malvada y deliberada
corrupción del evangelio primigenio, predicado primero en el
Edén; y, después, transmitido a toda la humanidad por medio de
Noé. El sistema cocido primero en Babilonia, y de allí, propagado
a todos los confines de la tierra se modificó y se diluyó en
las distintas épocas y en los diferentes países. Sólo en la Roma
papal se le encuentra ahora casi puro y completo. Pero todavía,
en medio de la aparente variedad del paganismo, hay una asombrosa
unidad e identidad que sirve de testimonio para la verdad
de la Palabra de Dios. No puede estar lejos ahora el derrumbamiento
de toda idolatría. Pero antes de que los ídolos de los
paganos sean finalmente arrojados a los topos y a los murciélagos,
estoy convencido de que ellos serán obligados a postrarse y
adorar al “Señor el rey,” a dar testimonio de Su gloriosa verdad,
y con una fuerte y unánime aclamación reconocerán que la salvación,
y la gloria, y la honra, y el poder pertanecen a Aquel que
se sienta en el trono, y al Cordero para siempre jamás.

34 Mas al fin del tiempo yo Nabucodonosor alcé mis ojos al
cielo, y mi sentido me fue vuelto; y bendije al Altísimo, y alabé y
glorifiqué al que vive para siempre; porque su señorío es sempiterno,
y su Reino por todas las edades.
35 Y todos los moradores de la tierra por nada son contados; y
en el ejército del cielo, y en los moradores de la tierra, hace
según su voluntad: ni hay quien estorbe con su mano, y le diga:
¿Qué haces?
36 En el mismo tiempo mi sentido me fue vuelto, y torné a la
majestad de mi reino; mi dignidad y mi grandeza volvieron a
mí, y mis gobernadores y mis grandes me buscaron; y fui restituido
en mi reino, y mayor grandeza me fue añadida.
37 Ahora yo, Nabucodonosor, alabo, engrandezco y glorifico al
Rey del cielo, porque todas sus obras son verdad, y sus caminos
juicio; y a los que andan con soberbia, puede humillar.
(Daniel 4:34-37).


345
Acerca de los Misterios. . . y el Culto al Hombre

CAPITULO VII

EL DESARROLLO
DE LOS DOS SISTEMAS
CONSIDERADO HISTORICA
Y PROFETICAMENTE

Hasta aquí hemos considerado la historia de las dos Babilonias.
Ahora vamos a verlas como sistemas organizados. El sistema
idólatra de la antigua Babilonia presenta distintas fases en diferentes
períodos de su historia. En la descripción profética de la
Babilonia moderna también hay, evidentemente, una evolución
de poderes diversos en épocas distintas. ¿Tienen estas dos evoluciones
alguna característica en común? Sí que la tienen. Cuando
hacemos que la historia religiosa del antiguo paganismo babilónico
aparezca en los símbolos proféticos que revelan el trabajo
organizado de la idolatría en Roma, puede verse que esto
arroja mucha luz tanto sobre este aspecto del asunto, como sobre
lo que ha ocupado nuestra atención hasta ahora. Los poderes
de la iniquidad que obran en la Babilonia moderna, están
descritos específicamente en los capítulos 12 y 13 del Apocalipsis,
y son los siguientes: I, El Gran Dragón Bermejo; II, la Bestia
que sube del mar; III, la Bestia que sube de la tierra, y IV, la
Imagen de la Bestia.1 Al investigar, encontramos que todos los
conceptos con respecto a la sucesión y al orden de la evolución
del paganismo de la Babilonia del Antiguo Testamento, constituyeron
el modelo exacto del paganismo de la Nueva Babilonia.


1 Omito a propósito la consideración de la “Bestia que sube del abismo” (Apocalipsis17:8). El lector encontrará una discusión sobre este asunto en la República Roja.

346
Lo Que Usted Debe Saber

SECCION I — EL GRAN DRAGON BERMEJO


Así se describe especialmente en Apocalipsis 12:3 a este formidable
enemigo de la verdad: “Y fue vista otra señal en el cielo: y
he aquí un grande dragón bermejo.” En todas partes se admite
que este es el primer gran enemigo que atacó a la iglesia cristiana
en tiempos del Evangelio. Si se consideran los términos en
que se le describe, y los hechos que se le atribuyen, se encontrará
que existe una gran analogía entre él y el primero de todos los
enemigos que se levantaron contra la antigua Iglesia de Dios,
poco después del diluvio. El término dragón, según los conceptos
que se asocian generalmente con él, es algo capaz de despistar
al lector, trayendo a su mente los fabulosos dragones dotados
de alas de las Edades del Obscurantismo. En la época en que se
hace esta descripción divina, la palabra dragón no tenía tal significado
ni entre los profanos ni entre los escritores sagrados.
“El dragón de los griegos,” dice Pausanias, “era solamente una
gran serpiente;”2 y el contexto muestra que aquí se trata de algo
semejante, pues lo que en el tercer versículo se llama “dragón,”
en el versículo catorce se describe simplemente como una “serpiente.”
Entonces, la palabra traducida por “bermejo” significa
propiamente “ígneo;” de suerte que “dragón bermejo” significa
“serpiente ígnea” o “serpiente de fuego.” Así parece haber ocurrido
exactamente en la primera forma de idolatría que apareció
en el mundo bajo el patrocinio de Nimrod. La “Serpiente de
Fuego” parece haber sido el gran objeto de culto en las llanuras
de Sinar. Existe la más firme evidencia de que la apostasía empezó
entre los hijos de Noé como culto al fuego, y ello, relacionado
con el símbolo de la serpiente.
Ya hemos visto, en diferentes ocasiones, que el fuego era adorado
como el elemento esclarecedor y purificador. Así fue desde
el mismo principio cuando la voz de la antigüedad señala a
Nimrod como el iniciador de ese culto al fuego.3 Ya se ha de-


2 PAUSANIAS, lib. II., Corinthiaca, cap. 28, p. 175.
3 JUAN CLERICO, tom. II. p. 199, y VUAX, p. 8.

347
Acerca de los Misterios. . . y el Culto al Hombre

mostrado la identidad de Nimrod y de Nino, y con el nombre de
Nino se le representa como el inventor de tal práctica. En un
fragmento de Apolodoro se dice que “Nino enseñó a los asirios
el culto del fuego.”4 El sol, como la gran fuente de luz y calor,
fue adorado con el nombre de Baal. El hecho de que el sol fuese
adorado con tal nombre en las edades primigenias del mundo,
demuestra el carácter audaz de esos comienzos de la apostasía.
Los hombres se han referido al culto del sol y de los cuerpos
celestes como si ello fuera algo muy justificable, en lo que la
raza humana podía caer muy fácil e ingenuamente. Pero, ¿cómo
sustentar tal hecho? Según el lenguaje primitivo de la humanidad,
al sol se le llamaba “Shemesh,” es decir, “el Servidor,” nombre
este dado, sin duda, en forma divina, para recordarle al mundo
la gran verdad de que no obstante lo glorioso que pudiera ser
el astro del día era, después de todo, el insigne Ministro de la
generosidad del gran Creador invisible para con Sus criaturas de
la tierra. Los hombres sabían esto; pero, con pleno conocimiento
de ello, pusieron al siervo en el lugar del Amo, y lo llamaron
Baal, es decir, el Señor, y lo adoraron de conformidad. Lo que
quiere decir, entonces, como dijo Pablo, que “porque habiendo
conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios,” sino que “mudaron
la verdad de Dios en mentira, honrando y sirviendo a las
criaturas antes que al Creador, el cual es bendito por los siglos.”
Entonces, el principio del culto al sol y del culto a la hueste del
cielo, fue un pecado contra la luz, un pecado temerario y presuntuoso.
Y así como el sol del cielo fue el gran objeto de culto, así
también fue adorado el fuego como su representante terrenal. A
este culto primigenio del fuego se refiere Vitruvio cuando dice
que “los hombres se organizaron en estados y comunidades, reuniéndose
en torno al fuego.”5 Y esto está plenamente de acuerdo
con lo que ya hemos visto con respecto a Foroneo, a quien
hemos identificado con Nimrod, y de quien, en tanto que se decía
que era el “inventor del fuego,” también se le consideraba
como el primero que “reunió en comunidades a la humanidad.”


4 MULLER, Frag., 68, vol. I. p. 440.
5 VITRUVIO, lib. II. cap. 1, vol. II. p. 36 y siguientes.

348
Lo Que Usted Debe Saber

Junto con el sol, como el gran dios del fuego, e identificado con
él a su debido tiempo, estaba el culto a la serpiente. (Ver Fig.
52).6 “En la mitología del mundo primitivo,” dice Owen, “la
serpiente es universalmente el símbolo del sol.”7 En Egipto,
uno de los símbolos más comunes del sol, o del dios-sol, es un
disco con una serpiente alrededor de él.8 Parece que la razón
original de tal identificación se debía únicamente a que, como él


6 De una moneda fenicia, en MAURICE, Antigüedades Indias, vol. VI. p. 368. Londres,1796.
7 OWEN, apud DAVIES, Los Druidas, en Nota, p. 437.
8 BUNSEN, Jeroglíficos, vol. I. p. 497.

era el gran iluminador del mundo físico, así también la serpiente
se consideraba como la gran iluminadora del mundo espiritual,
al darle a la humanidad el “conocimiento del bien y del mal.”
Esto, por supuesto, implica una tremenda depravación por parte
de los promotores de tal sistema, teniendo en cuenta el período
en el cual comenzó; sin embargo, parece que ese es el significado
real de tal identificación. En todo caso, tenemos evidencia,
tanto bíblica como profana, del hecho de que el culto a la serpiente
empezó conjuntamente con el culto al fuego y el culto al
sol. Parece que es decisiva la inspirada afirmación de Pablo
sobre el asunto. El dice que eso ocurrió “porque habiendo conocido
a Dios, no lo glorificaron como a Dios,” y trocaron la

La Serpiente Deificada o Serpiente de Fuego
Fig. 52

349
Acerca de los Misterios. . . y el Culto al Hombre

gloria de Dios no sólo en semejanza de imagen de hombre corruptible,
sino en semejanza de “cosas que se arrastran” - es
decir, de serpientes - (Romanos 1 :23). Esto coincide exactamente
con la historia profana. Entre los escritores profanos,
Sancuniatón, el fenicio, que se cree que vivió aproximadamente
en tiempos de Josué, dice: “Tot atribuyó primero algo de la naturaleza
divina a la serpiente y al grupo de las serpientes, en lo
cual fue seguido por los fenicios y los egipcios. Porque este
animal fue considerado por él como el más espiritual de todos
los reptiles, y de naturaleza FOGOSA, por cuanto ella exhibe una
increíble rapidez, moviéndose por su espíritu, sin manos ni pies....
Además, por su larga vida, y porque tiene la cualidad de RENOVAR
SU JUVENTUD... como Tot ha escrito en los libros sagrados;
en cuyos relatos se presenta este animal en los ritos sagrados
y en los Misterios.”9
Se recordará que Tot fue el consejero de Tamuz, es decir, de
Nimrod. Entonces, por este relato, llegamos a la conclusión de
que el culto a la serpiente era una parte de la apostasía primigenia
de Nimrod. La “NATURALEZA FOGOSA” de la serpiente a la
que se alude en la cita anterior, es celebrada continuamente por
los poetas paganos. Así, Virgilio, “valiéndose,” como observa
el autor de Pompeya, “de la naturaleza divina atribuida a las
serpientes,”10 describe también en el pasaje siguiente la “fogosa”
serpiente sagrada que salió de la tumba de Anquises, cuando
su hijo Eneas se encontraba sacrificando delante de ella, en términos
tan ilustrativos como el lenguaje usado por el fenicio:
“Apenas había terminado cuando, con manchado orgullo,
Una serpiente de la tumba empezó a deslizarse;
Su enorme tamaño enrollado en siete vueltas,
Azul era su ancho dorso, listado de oro escamoso.
Así, al moverse, en sus ondulaciones parecía que pasara
Un fuego ondulante que chamuscara la hierba.”11


9 VERSION DE LOS SETENTA, lib. I. pp. 46-49.
10 Vol. II. p. 114.
11 DRYDEN, Virgilio, lib. V. ll. 111-116, vol. II. pp. 460, 461; en el original, ll. 84-
88.

350
Lo Que Usted Debe Saber

No sorprende entonces, que el culto al fuego y el culto a la serpiente
se hayan asociado. Además, la serpiente, como la que
“renueva su juventud” todos los años, se representó
plausiblemente para aquellos que deseaban una justificación para
la idolatría, como un emblema apropiado del sol, el gran
regenerador, que todos los años regenera y renueva el rostro de
la naturaleza y que, al ser deificado, fue adorado como el gran
Regenerador de las almas de los hombres.
En el capitulo en consideración, la “gran serpiente de fuego” se
representaba en todos los emblemas de la realeza. Todas sus
testas estaban ceñidas con “coronas y diademas;” y es así como
en Egipto fue la serpiente de fuego, o la serpiente del sol; en
Grecia, se le dio el nombre de Basilisco, es decir, la “serpiente
real,” para identificarla con Moloc, cuyo nombre, al tiempo que
evoca las ideas de fuego y sangre, significa propiamente “el Rey.”
El basilisco fue considerado siempre entre los egipcios, y entre
muchas naciones cercanas, como “el verdadero emblema de la
majestad y del dominio.”12 Como tal, su imagen se usó para
ponerla sobre el tocado de los monarcas egipcios; y no estaba
permitido que la usara ninguna otra persona.13 Al sol, identificado
con esta serpiente, se le llamaba “P´ouro,”14 que significa
al mismo tiempo “el Fuego” y “el Rey,” y de este mismo nombre
se deriva el epíteto “Purros,” “Fogosa” que se le da a la “Gran
serpiente de las siete coronas,” de nuestro texto.15
Así se identificó al Sol, el gran dios del Fuego, con la Serpiente.
Pero él también tenía su representante humano, es decir, Tamuz,
en otras palabras, Nimrod, por quien se lamentaban las hijas de
Israel. Ya hemos visto la identidad entre Nimrod y Zoroastro.


12 WILKINSON, vol. IV. p. 239.
13 Ibid. vol. IV. p. 239.
14 BUNSEN, vol. I. pp. 407, 457.
15 La palabra Purros del texto no excluye la idea de “Rojo,” porque el dios-sol se
pintaba de rojo para identificarlo con Moloc, que era, a la vez, el dios del fuego y el
dios de la sangre .– (WILKINSON, vol. IV. pp. 288-296). Sin embargo, la primera
idea directriz es la del Fuego.

351
Acerca de los Misterios. . . y el Culto al Hombre

Zoroastro no fue solamente la cabeza de los Misterios caldeos,
sino la cabeza de los adoradores del fuego,16 como todos lo aceptan.
El título dado por Beroso a Nimrod como el primero de los
reyes babilonios, indica la misma cosa. Ese título es Alorus,17 es
decir, “el dios del fuego.”18 Como Nimrod, “el dios del fuego,”
era Molk-Gheber, o “el Rey poderoso,” por cuanto él fue el primero
a quien se llamó Moloc, o Rey, y el primero que empezó a
ser “poderoso” (Gheber) en la tierra; veremos enseguida cómo
ocurrió el “paso por el fuego para Moloc,” y que el dios del
fuego llegara a llamarse “Mulciber”19 entre los romanos. Sin
embargo, parece que sólo fue deificado después de su muerte.
Después fue adorado retrospectivamente como el hijo del Sol, o
como el Sol encarnado. Con todo, durante el curso de su vida,
sus más grandes pretensiones se redujeron a ser Bol-Khan, o
sacerdote de Baal, del cual se deriva,20 evidentemente, el otro
nombre de Vulcano, el dios romano. En la historia de Vulcano,
todo concuerda exactamente con la historia de Nimrod. Vulcano
era “el más feo y deformado de todos los dioses.”21 A Nimrod
se le representaba en todo el mundo con los rasgos y la condición
de negro. Aunque Vulcano era tan feo que cuando buscó
esposa, “todas las diosas hermosas lo rechazaron horrorizadas;”
sin embargo, “el irrevocable Destino se interpuso y promulgó el
decreto por el cual la más hermosa de todas las diosas [Venus],
se uniría con el más repugnante de los dioses.”22 Así también,


16 Con respecto a Zoroastro como cabeza de los adoradores del fuego, ver Apéndice,
Nota N.
17 BUNSEN, vol. I. p. 710.
18 BRYANT, vol. I. p. 10, y vol. IV. p. 152. Bryant deriva el nombre Alorus de Al-
Aur, “dios del fuego.” Me inclino a creer que, de la analogía del nombre que lo
reemplaza, viene de Al-Hor, “el dios que quema;” pero, de cualquier modo, el significado es el mismo.
19 Escrito comúnmente Mulciber (OVIDIO, Art. Am., lib. II. l. 562, vol. I. p. 535);
pero la c romana era fuerte. Del epíteto “Gheber,” los parsis, o adoradores del fuego
de la India, se llaman todavía “Guebros.”
20 OVIDIO, De Art. Am., Ibid., Nota.
21 Mitología Pagana Ilustrada, p. 66.
22 Ibid. p. 75.


352
Lo Que Usted Debe Saber

Nimrod, a pesar de ser negro y de tener rasgos cusitas, tuvo por
esposa a Semíramis, la más hermosa de las mujeres. La esposa
de Vulcano era famosa por sus infidelidades y por su libertinaje;
la esposa de Nimrod no se quedaba atrás.23 Vulcano fue la cabeza
y el jefe de los cíclopes, es decir, de “los reyes del fuego.”24
Nimrod fue la cabeza de los adoradores del fuego. Vulcano era
el forjador de los rayos que causaban estragos entre los enemigos
de los dioses. Parece que Nino, o Nimrod, en sus contiendas
contra el rey de Bactria, sostuvo el conflicto de manera similar.
Por Arnobio sabemos que cuando los asirios, a órdenes de Nino,
hicieron la guerra contra los bactrianos, la contienda no se sostuvo
solamente por medio de la espada y de la fuerza corporal,
sino que se hizo por medio de la magia y con los recursos provenientes
de las instrucciones secretas de los caldeos.25 Cuando se
sabe que los cíclopes históricos se remontan, según el historiador
Cástor, a la misma época de Saturno o Belo, el primer rey de
Babilonia,26 y cuando sabemos que Júpiter (que era adorado con
el mismo carácter de Nino, “el hijo”),27 al luchar contra los
Titanes, “recibió la ayuda de los cíclopes,” por medio de “de
deslumbrantes rayos y de truenos,” podemos tener alguna idea
bastante clara de las artes mágicas provenientes de los Misterios
caldeos, que empleó Nino contra el rey bactriano. Hay evidencia
de que, en tiempos remotos, los sacerdotes de los Misterios
caldeos conocían la composición del formidable fuego griego,
el cual ardía bajo el agua, y cuyo secreto se ha perdido,28 quedando
poca duda de que Nimrod, para subir al poder, se valió de


23 Nimrod, como rey universal, era Khuk-hold, “Rey de la palabra.” Como tal, el
emblema de su poder eran los cuernos de toro. De aquí, el origen de los cuernos de
Cuckhold.
24 Kuclops, de Khuk, “rey,” y Lohb, “fuego.” La imagen del gran dios se representaba con tres ojos – uno en la frente; de aquí, la historia de los cíclopes con un solo ojo en la frente.
25 ARNOBIO, lib. I. p. 327, col. 1.
26 EUSEBIO, Chronicon. Traducción armenia, part. I. p. 81.
27 EUSEBIO, Chronicon, p. 139.
28 SALVERTÉ, Las Ciencias Ocultas, p. 415.


353
Acerca de los Misterios. . . y el Culto al Hombre

iguales o de similares secretos científicos, que sólo sus aliados poseían.
Por estos conceptos, y por otros que vamos a ver, existe una
exacta coincidencia entre Vulcano, el dios del fuego de los romanos,
y Nimrod, el dios del fuego de Babilonia. En el caso del
clásico Vulcano, era solamente en su carácter de dios del fuego
como agente físico, como se le representaba popularmente. Pero
fue en sus aspectos espirituales de purificador y de regenerador
de las almas de los hombres, como el culto al fuego alcanza su
mayor eficacia en el mundo. El poder, la popularidad y la destreza
de Nimrod, así como la naturaleza seductora del sistema
mismo, le permitieron divulgar en todas partes la engañosa doctrina,
siendo representado bajo el bien conocido nombre de Faetón,
29 como si estuviera a punto de “prenderle fuego a todo el
mundo,” o (sin la metáfora poética) de involucrar a toda la humanidad
en la culpa de la adoración al fuego. El extraordinario
prevalecimiento del culto al dios del fuego en las edades
primigenias del mundo, se comprueba por las leyendas encontradas
en toda la tierra, y por los hechos ocurridos en casi todas
partes. Así, en México, los nativos relataban que, en los tiempos
primigenios, poco después de la primera edad, el mundo fue
quemado con fuego.30 Como su historia lo mismo que la de los
egipcios estaba escrita en jeroglíficos, es claro que debe ser entendida
simbólicamente. En la India hay una leyenda del mismo
tenor, aunque algo diferente en la forma. Los brahmanes dicen
que, en una época muy remota del pasado, uno de los dioses
fulguraba con tan insufrible resplandor, “infligiendo dolor en el
universo con sus refulgente rayos, más brillantes que mil mun-


29 Faetón era el nombre de un etíope, es decir, de un cusita. Para mayor explicación
ver Apéndice, Nota O.
30 HUMBOLDT, México, vol. II. pp. 21, 22.
31 SKANDA PURAN, y PADMA PURAN, apud KENNEDY, La Mitología Hindú,
p. 275. En el mito, esta divinidad se representa como la quinta cabeza de Brahma;
pero como esta cabeza se representa por haber conseguido el conocimiento que lo
hizo tan insufriblemente orgulloso al examinar los Vedas producidos por las otras
cabezas de Brahma, lo que demuestra que debe haber sido considerado como poseedor de una individualidad diferente.


354
Lo Que Usted Debe Saber

dos,”31 que a no ser porque otro dios más poderoso se interpuso
cortándole la cabeza, el resultado habría sido más desastroso.
En las Triadas Druídicas de los antiguos bardos británicos, hay
una clara referencia al mismo suceso. Ellos dicen que en los
tiempos primigenios, “se produjo una tempestad de fuego que
partió en dos la tierra a gran profundidad,” de la cual nadie escapó,
con excepción de “la compañía selecta encerrada en el recinto
de la puerta fuerte,” con el gran “patriarca, famoso por su
integridad,”32 es decir, evidentemente con Sem, el líder de los
fieles, quien preservó la “integridad” de ellos, cuando tantos otros
echaron a pique la fe y la buena conciencia. Estas historias apuntan
todas a la misma época, y muestran lo poderosa que fue esta
forma de apostasía. El purgatorio papal y los fuegos de la Víspera
de San Juan, que ya hemos considerado, además de muchos
otras fábulas o prácticas todavía existentes, sólo son otras
tantas reliquias de la misma superstición antigua.
Sin embargo, se observará que el Gran Dragón Bermejo, o la
Gran Serpiente de Fuego se representa parado delante de la Mujer
con la corona de doce estrellas, es decir, delante de la verdadera
Iglesia de Dios, “a fin de devorar a su hijo cuando hubiese nacido.”
Esto concuerda perfectamente con el carácter del Gran Jefe
del sistema del culto al fuego. Nimrod, como representante del
fuego devorador al cual se le ofrecían víctimas humanas, especialmente
niños, en sacrificio, era considerado como el gran devorador
de niños. Aunque en su primera deificación fue ensalzado
como Nino, el niño; sin embargo, por ser el primer humano
deificado, era, por supuesto, el verdadero padre de todos los dioses
babilónicos y, desde luego, con tal carácter fue considerado
después universalmente.33 Como Padre de los dioses recibió,
como hemos visto, el nombre de Cronos; y todos saben que la
historia clásica de Cronos era justamente la de que “él devoraba


32 DAVIES, Los Druidas, p. 226.
33 Faetón, aunque era hijo del sol, también se le llamaba el Padre de los dioses.–
(LACTANCIO, La Falsa Religión, lib. I. cap. 5, p. 10). En Egipto, Vulcano era
también el Padre de los dioses.– (AMIANO MARCELINO, lib. XVII. cap. 4, p. 163).
34 LEMPRIERE, “Saturno.”


355
Acerca de los Misterios. . . y el Culto al Hombre

a sus hijos tan pronto como ellos nacían.”34 Esta es la analogía
que existe entre el símbolo y el antisímbolo. Esta leyenda tiene
un significado más amplio y profundo; pero aplicada a Nimrod,
o “el Cornudo,”35 sólo se refiere al hecho de que, como representante
de Moloc o Baal, las ofrendas más aceptables en su
altar eran los niños. Tenemos una amplia y triste evidencia sobre
este asunto por los relatos de la antigüedad. “Los fenicios,”
dice Eusebio, “sacrificaban todos los años a sus amados hijos
unigénitos a Cronos o Saturno,36 y los rodios también hacían lo
mismo frecuentemente.” Diodoro Sículo dice que los
cartagineses, estando sitiados una vez por los sicilianos, y sintiéndose
dolorosamente afligidos por el error de haberse alejado
en Cartago de tal costumbre, según lo suponían, se apresuraron
a “escoger doscientos de los más nobles de sus niños, y los sacrificaron
públicamente” a ese dios.37 Hay fundamento para creer
que la misma práctica prevaleció en nuestra propia tierra en tiempos
de los druidas. Sabemos que ellos ofrecían sacrificios humanos
a sus dioses sanguinarios. Tenemos evidencia de que
hacían que “sus hijos pasaran por el fuego de Moloc,” y esto
hace altamente probable que también los ofrecían en sacrificio,
pues comparando Jeremías 32:35 con Jeremías 19:5, encontramos
que estas dos cosas hacían parte del mismo sistema. El dios
a quien adoraban los druidas era Baal, como lo demuestran los
fuegos en su honor, y el último pasaje citado, comprueba que los
niños eran ofrecidos en sacrificio a Baal. Cuando “el fruto del
cuerpo” era ofrecido de esa manera, lo era “por el pecado del
alma.” En la ley mosaica era un precepto, proveniente sin duda
de la fe patriarcal, de que el sacerdote debía participar de todo lo
que se ofreciera como ofrenda expiatoria (Números 18 :9,10). Por
consiguiente, a los sacerdotes de Nimrod o Baal se les exigía
necesariamente que comieran de los sacrificios humanos; y fue


35 Ver grabado, Fig. 10.
36 EUSEBIO, De Laud. Constantini, cap. XIII. p. 267, A, C.
37 DIODORO, lib. XX. pp. 739, 740.
38 La palabra Cahna es la forma enfática de Cahn. Cahn es “un sacerdote,” Cahna es“el sacerdote.”

356
Lo Que Usted Debe Saber

así como “Cahna-Bal,”38 el “Sacerdote de Baal,” aparece en nuestra
propia lengua para designar al devorador de carne humana.39
Las tradiciones antiguas relatan que los apóstatas que se unieron
a la rebelión de Nimrod, hicieron la guerra a los fieles entre los
hijos de Noé. El poder y el mayor número estaban de parte de
los adoradores del fuego. Pero del lado de Sem y de los fieles
estaba el poder eficaz del Espíritu de Dios. Por tanto, muchos


39 Por la historia de Castor (en la traducción armenia de EUSEBIO, part. I. p. 81)
sabemos que los cíclopes vivieron bajo Bel, o Belo, es decir, Baal; y el escoliasta en
Esquilo (p. 32, ante, Nota) dice que estos cíclopes eran hermanos de Cronos, que era también Bel o Bal, como lo hemos visto en otra parte. El ojo en la frente indica que
originalmente este nombre fue un nombre del gran dios; porque ese ojo en la India y
en Grecia es la característica de la divinidad suprema. Los cíclopes, entonces, han
sido los representantes de ese dios, en otras palabras, sacerdotes, y sacerdotes de Bel o Bal. Encontramos que los cíclopes eran bien conocidos como caníbales, Referre ritus Cyclopum, “volver a los ritos de los cíclopes,” significa revivir la práctica de comer carne humana.– (OVIDIO, Metam., XV. 93, vol II. p. 132).
40 Las guerras de los gigantes contra el cielo, a las que aluden los escritores paganos
antiguos, hacen referencia principalmente a la guerra contra los santos; porque los
hombres no pueden hacer guerra contra Dios, excepto atacando al pueblo de Dios. El antiguo escritor Eupolemo, citado por Eusebio (Praeparatio Evang., lib. I. cap. 17,
vol. II. p. 19), dice que los que edificaron la torre de Babel fueron estos gigantes;
afirmación esta que equivale casi a la misma conclusión a la cual ya habíamos llegado,pues hemos visto que los “poderosos” de Nimrod fueron “los gigantes” de la
antigüedad (ver ante, p. 54, Notas). Epifanio relata (lib. I. vol. I. p. 7) que Nimrod fue
el cabecilla de estos gigantes, y que “la conspiración, la sedición, y la tiranía, continuaron bajo su mando.” Por la misma necesidad del caso, el fiel tiene que haber sufrido más, por ser el que más se oponía a sus ambiciosos y sacrílegos proyectos.Ese reinado de Nimrod terminó en una catástrofe muy señalada, de la que ya hemos visto abundantes razones para llegar a tal conclusión. La siguiente aseveración de Sincelo confirma las conclusiones a las que ya hemos llegado sobre la naturaleza de esa catástrofe; refiriéndose a la interrupción del proyecto de la edificación de la torre,
Sincelo (Cronografía, vol. I. p. 77), continúa así: “Pero Nimrod todavía persistiría
obstinadamente (cuando los otros edificadores de la torre fueron dispersados), y se
radicó en el lugar; no pudiendo ser retirado de la torre, conservando todavía el mando sobre un no despreciable cuerpo de hombres. Sobre esto, hemos sido informados que
la torre, al ser derribada por vientos violentos, cedió, y por el justo juicio de Dios, lo
volvió pedazos.” Aunque puede que esto no sea literalmente cierto, pues la torre
permaneció en pie durante mucho tiempo; hay, sin embargo, una considerable cantidad
de tradición al efecto de que la torre en la cual se gloriaba Nimrod, fue derribada
por el viento, lo que da razón para suponer que esta historia, cuando es interpretada
apropiadamente, tiene de suyo un significado real. Tomándola figurativamente, y
recordando que la misma palabra que significa viento, también significa Espíritu de
Dios, resulta altamente probable que el significado sea el de que su encumbrado y
ambicioso proyecto, por el cual, en el lenguaje de las Escrituras, él estaba buscando
“subir al cielo,” y “poner su nido entre las estrellas,” fue derribado por un tiempo por
el Espíritu de Dios, como ya hemos concluido, y que él mismo pereció en ese derrumbamiento.


357
Acerca de los Misterios. . . y el Culto al Hombre

fueron convencidos de su pecado, y detenidos en su carrera de
maldad; y la victoria, como ya hemos visto, se decidió en favor
de los santos. El poder de Nimrod llegó a su fin,40 y con esto,
durante algún tiempo, terminaron el culto al sol y a la serpiente
de fuego, asociados con ese poder. Y ocurrió exactamente como
se dijo aquí con respecto al prototipo (Apocalipsis 12 :9): “Y fue
lanzado fuera aquel gran dragón,” o serpiente de fuego, “y fue
arrojado en tierra, y sus ángeles fueron derribados con él,” es
decir, la Cabeza del culto al fuego, y todos sus asociados y subordinados,
fueron arrojados del poder y de la gloria a los que
habían sido elevados. Luego vino la época en que todos los
dioses del clásico Panteón de Grecia se resignaron a huir de sus
adversarios y a esconderse de su ira.41 Entonces fue cuando en
la India, Indra, el rey de los dioses; Surya, el dios del sol; Agni,
el dios del fuego, y todo el populacho alborotado del Olimpo
hindú, fueron arrojados del cielo y anduvieron errantes por la
tierra,42 o se ocultaron en los bosques,43 desconsolados y dispuestos
a “morir de hambre.”44 Entonces fue cuando Faetón,
mientras conducía el carro del sol, estuvo a punto de incendiar el
mundo, y fue castigado por el Dios Supremo y arrojado de cabeza
a la tierra, en tanto que sus hermanas, las hijas del sol, se
lamentaban inconsolablemente por él, así como “las mujeres lloraban
por Tamuz.” Entonces fue, como el lector debe estar ya
listo para verlo, cuando Vulcano, o Molk-Gheber, el clásico “dios
del fuego,” fue arrojado ignominiosamente del cielo, como él
mismo lo cuenta en Homero, hablando de la ira del Rey del Cielo
que, en este caso, debe significar Dios, el Altísimo:


“Siento su fuerza incomparable,
Lanzado hacia abajo de cabeza desde la etérea altura;


41 OVIDIO, Metamorfosis, lib. V., fab. 5, ll. 321-323.
42 KENNEDY, La Mitología Hindú, p. 336.
43 COLEMAN, p. 89.
44 KENNEDY, La Mitología Hindú, p. 350.
45 POPE, Homero, La Ilíada, lib. I. ll. 750-765, vol. I. p. 39.

358
Lo Que Usted Debe Saber

Sacudido todo el día en rápidos círculos,
Ni toqué el suelo hasta cuando se ocultó el sol.
Caí sin aliento, perdido en vertiginoso movimiento.
Los sintios me recogieron en la costa lemnia.”45

Los versos en los que Milton se refiere a la misma caída, aunque
él le da otra explicación, describen más bellamente aún la grandiosidad
de la caída:

“En la tierra ausonia
Los hombres lo llamaban Mulciber, y fabularon
Como cayó del cielo. Arrojado de un sólo golpe
Por el airado Jove más allá de las almenas de cristal,
Cayó de la mañana a mediodía, de mediodía a la tarde
Cubierta de rocío, en un día de verano; y al ponerse el sol
Cayó del zenit como estrella fugaz,
En Lemnos, la isla egea.46

Estas palabras muestran muy a lo vivo la tremenda caída de Molk-
Gheber, o Nimrod, “el Rey poderoso” cuando “fue arrojado de
repente desde la altura de su poder, y despojado, al mismo tiempo,
de su reino y de su vida.”47 Sobre esta caída hay una alusión
muy clara en el apóstrofe de Isaías al rey de Babilonia, regocijándose
por su inminente caída: “¡Cómo caíste del cielo, oh Lucero,
hijo de la mañana!” El rey babilónico pretendía ser un
representante de Nimrod o Faetón; y el profeta le informa, con
estas palabras, que tan ciertamente como había sido derribado
de su eminente condición el dios en quien él se gloriaba, así
también le ocurriría indudablemente a él. En la historia clásica
se dice que Faetón fue fulminado por el rayo (y, como lo vere-


46 El Paraíso Perdido, lib. I. ll. 738-745.
47 Los poetas griegos hablan de dos caídas de Vulcano. En la primera fue arrojado
por Júpiter, y en la segunda, por Juno. Cuando Júpiter lo arrojó fue por rebelión;
cuando lo hizo Juno, una de las razones especialmente señaladas para hacerlo así fue su “deformidad,” es decir, su fealdad.– (HOMERO, Himno a Apolo, ll. 316-318, p.37). Cómo concuerda esto exactamente con la historia de Nimrod: Primero, él fue
arrojado personalmente cuando, por autoridad divina, fue muerto. Después él fue
arrojado en efigie por Juno, cuando su imagen fue degradada de los brazos de la
Reina del Cielo, para cederle el lugar a un niño más hermoso. – Ver ante, p. 69.


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Acerca de los Misterios. . . y el Culto al Hombre

mos pronto, Esculapio también murió de la misma manera),
pero el rayo es apenas una metáfora para significar la ira de
Dios, bajo la cual su vida y su reino habrían de llegar a su fin.
Cuando se examina la historia, y la figura se despoja de sus arreos,
resulta, como ya lo hemos visto, que él murió justicieramente a
espada.48Tal es el lenguaje de la profecía que se adapta de esa manera al
carácter, a los hechos y al hado del símbolo antiguo. ¿Cómo se
adapta al antisímbolo? ¿Podría representarse el poder de la Roma
imperial pagana - ese poder que primero persiguió a la Iglesia de


48 Aunque a Orfeo se le representaba comúnmente como habiendo sido despedazado,también se fabuló que él había muerto por el rayo. – (PAUSANIAS, Baeotica, cap.XXX. p. 768). Cuando murió Zoroastro, en el mito también se dijo que él había muerto por el rayo (SUIDAS, vol. I. pp. 1133, 1134); y, por tanto, según ese mito, se le representó encargándole a sus conciudadanos que no guardaran su cuerpo, sino sus“cenizas.” Sin embargo, la muerte por el rayo es solamente una figura.
49 El nacimiento del Hijo del hombre, como se cita arriba, es diferente del que se da
usualmente; pero que el lector considere si la visión que he dado no se corresponde
con todos los requerimientos del caso. Creo que habrá unos pocos que estén de
acuerdo con la opinión del Sr. Elliot, que substancialmente equivale a decir que el
Hijo del hombre fue Constantino el Grande, y que cuando la cristiandad se sentó en el trono imperial de Roma, en su persona, eso fue el cumplimiento de lo dicho en el
sentido de que el hijo dado a luz por la mujer, en medio de los dolores del parto, fue
“arrebatado para Dios y para Su trono.” Cuando Constantino llegó al imperio, la
Iglesia ciertamente, de acuerdo con lo predicho en Daniel 11:34: “Sería ayudada de
pequeño socorro,” pero eso fue todo. El cristianismo de Constantino fue más bien de una clase dudosa, pues los paganos no vieron en ello nada que impidiera que, a su muerte, él pudiera ser inscrito entre sus dioses.– (EUTROFIO, X. pp. 131-133). Pero aun cuando hubiera podido ser mejor, la descripción del hijo de la mujer es demasiado grande para Constantino, o para cualquier emperador cristiano que lo hubiera sucedido en el trono imperial. “El Hijo del hombre, nacido para gobernar a todas las naciones con vara de hierro,” es inequívocamente el Cristo (ver Salmo 2:9; Apocalipsis19:15). Los verdaderos creyentes, siendo uno con El en un sentido subordinado, comparten ese honor (Apocalipsis 2:27); pero esa prerrogativa pertenece, propiamente,
sólo a Cristo; y creo que debe ser evidente que es a Su nacimiento a lo que aquí
se hace referencia. Pero aquellos que han contendido por esta visión, no han hecho
justicia a su causa al representar este pasaje como referente a Su nacimiento literal en Belén. Cuando Cristo nació en Belén, no hay duda de que Herodes intentó darle
muerte, y Herodes era un súbdito del Imperio Romano. Pero no fue en ningún aspecto por el César que él hizo esto, sino por temor al peligro para su propia dignidad como Rey de Judea.
Tan poco simpatizaba César con el asesino de los niños de
Belén, que se recuerda que Augusto, al oír sobre esto, observó que era “mejor ser el cerdo de Herodes que ser su hijo.” – (MACROBIO, Saturnalia, lib. II. cap. 4, p. 77,
B). Entonces, aun cuando se admitiera que el sangriento intento de Herodes para dar muerte al Salvador niño, está simbolizado por el dragón romano que “se paró delante de la mujer que estaba de parto, a fin de devorar a su hijo cuando hubiese nacido,” aquí no hay nada que pueda corresponder a la afirmación de que el niño, para ser


360
Lo Que Usted Debe Saber

Cristo, y que puso sus soldados junto a la tumba del propio Hijo
de Dios con el fin de destruirlo, si hubiera sido posible, cuando
El resucitara como el primogénito de los muertos,49 para gobernar
a todas las naciones - por una “Serpiente de Fuego”? Ninguna
otra cosa podría representarse más lúcidamente. Entre los
muchos señores, entre los muchos dioses adorados en la ciudad
imperial, los dos grandes objetos de culto eran el “Fuego Eterno,”
mantenido perpetuamente encendido en el templo de Vesta,
y la sagrada Serpiente epidauriana. En la Roma pagana, el culto
al fuego y el culto a la serpiente se rendían algunas veces separadamente,
y otras, conjuntamente; pero ambos ocupaban un lugar
preeminente en la estimación de los romanos. El fuego de


salvado de ese dragón, “fue arrebatado para Dios y para Su trono.” La huida de José y María con el niño a Egipto, no podría nunca corresponder a tal lenguaje. Además, es digno de especial observación que cuando el Señor Jesús nació en Belén, nació, en
un sentido muy importante, sólo como “Rey de los judíos.” “¿Dónde está El que ha
nacido Rey de los judíos?” fue la pregunta que hicieron los sabios que vinieron del
Oriente para buscarlo. Durante toda Su vida, El no apareció con un carácter distinto;
y cuando murió, la inscripción sobre Su cruz, decía: “Este es el Rey de los judíos.”
Esto no fue algo accidental. Pablo nos dice (Romanos 15:8) que “el Cristo Jesús fue
Ministro de la Circuncisión, por la verdad de Dios para confirmar las promesas de
los padres.” Nuestro Señor Mismo dijo claramente lo mismo: “No soy enviado,” le
dijo a la mujer cananea, “sino a las ovejas perdidas de la Casa de Israel;” y, al enviar a Sus discípulos durante su ministerio personal, este fue el encargo que les dio: “Por el camino de los gentiles no iréis, y en ciudad de samaritanos no entréis.” Fue solamente
al ser “el primogénito de entre los muertos,” y al ser “declarado Hijo de Dios
con poder,” por su victoria sobre la tumba, cuando El fue revelado como “el Hijo del
hombre, nacido para gobernar a todas las naciones.” Entonces, El dijo a Sus discípulos,
cuando estaba para ascender a lo alto: “Todo poder me ha sido dado en el cielo y
en la tierra; id y enseñad a todas las naciones.” Para este glorioso “nacimiento” de la
tumba, y para los dolores de parto de Su Iglesia que lo precedieron, nuestro Señor
Mismo hizo una clara alusión la noche antes de que fuera traicionado (Juan 16:20-
22): “De cierto, de cierto os digo, que vosotros lloraréis y lamentaréis, y el mundo se
alegrará; pero aunque vosotros estaréis tristes, vuestra tristeza se tornará en gozo. La mujer cuando da a luz, tiene dolor, porque es venida su hora; pero después de que ha dado a luz un niño, ya no se acuerda de la apretura, por el gozo de que haya nacido un
HOMBRE en el mundo. También, pues, vosotros ahora ciertamente tenéis tristeza;
mas otra vez os veré, y se gozará vuestro corazón, y nadie quitará de vosotros vuestro
gozo.” Aquí la tristeza de los apóstoles y, por supuesto, de toda la verdadera Iglesia
que simpatizó con ellos durante la hora y el poder de las tinieblas, se compara con los dolores del parto de una mujer; y su gozo, cuando el Salvador los viera de nuevo
después de Su resurrección, con la alegría de una madre cuando ha dado a luz al Hijo del hombre. ¿Puede haber duda, entonces, de lo que significa el símbolo que tenemos
ante nosotros, cuando se representa a la mujer dando a luz con dolor para tener un
“Hijo del hombre, que iba a gobernar a todas las naciones,” y cuando se dice que ese“Hijo del hombre iba a ser arrebatado para Dios y para Su trono”?
50 VIRGILIO, La Eneida, lib. II. ll. 296, 297, p. 78.


361
Acerca de los Misterios. . . y el Culto al Hombre

Vesta se consideraba como una de las grandes salvaguardas del
imperio. Se pretendía que había sido traído de Troya por Eneas,
cuyo cuidado le había sido confiado por la sombra de Héctor,50 y
era mantenido con el mayor celo por las vírgenes vestales que,
por encargarse de él, eran honradas con los más altos honores.
El templo donde se guardaba, dice Agustín, “era el más sagrado
y el más reverenciado de todos los templos de Roma.”51 Al fuego
que era tan celosamente mantenido en ese templo, y del cual
se creía que dependían tantas cosas, se le atribuía la misma trascendencia
que le concedían los antiguos adoradores babilónicos
del fuego. Se le consideraba como el purificador, y todos los
años en abril, durante la palilia o fiesta de Palas, se hacían pasar
por el fuego,52 con tal propósito, tanto hombres como ganados.
La serpiente epidauriana, que los romanos adoraban junto con el
fuego, era considerada como la representación divina de
Esculapio, el hijo del Sol.53 Esculapio, a quien ella representaba,
era evidentemente, sólo otro nombre para el gran dios babilónico.
Su hado era exactamente el mismo que el de Faetón. Se
decía que había sido herido por el rayo por resucitar a los muertos.
54 Es evidente que esto no pudo haber sido lo que ocurrió
realmente, ni podría haber sido fácilmente creíble; pero visto en
sentido espiritual, lo dicho correspondía justamente a lo que se
creía: que él resucitaba a una nueva vida a los hombres
transgresores y pecadores. Esto era exactamente lo que Faetón
pretendía hacer cuando fue herido por haber incendiado el mundo.
En el sistema babilónico había una muerte simbólica,55 por
la que todo iniciado tenía que pasar antes de que alcanzara la
nueva vida implícita en la regeneración, y esto indicaba justamente
que habían pasado de la muerte a la vida. Como el paso
por el fuego era tanto una purificación del pecado como un medio
para la regeneración, así también fue herido Faetón por la


51 De Civitate, lib. III. cap. 28. vol. IX. p. 110.
52 OVIDIO, Fastos, lib. IV. ll. 722-743.
53 Ibid. Metam., lib. XV. ll. 736-745.
54 Ibid. y La Eneida, lib. VII. ll. 769-773, pp. 364, 365.
55 WILKINSON, vol. I. p. 267, y APULEYO, Metam., cap. XI.


362
Lo Que Usted Debe Saber

resurrección de los muertos. Entonces, así como Esculapio era
el hijo del Sol, también lo era Faetón.56 Para simbolizar esta
relación, la cabeza de la imagen de Esculapio estaba generalmente
circundada por rayos.57 El Papa circunda de esta manera
las cabezas de las pretendidas imágenes de Cristo; pero el origen
de estas irradiaciones es evidente para todos los conocedores de
la literatura y del arte de Roma. Así se refiere Virgilio a Latino:


“Y ahora con pompa aparecen los reyes pacíficos,
Cuatro corceles tiraban de la carroza de Latino,
Doce rayos dorados circundaban sus sienes,
Para indicar su linaje proveniente del dios del día.”58


Los “rayos dorados” que circundaban la cabeza de Esculapio,
tenían el propósito de indicar lo mismo, es decir, señalarlo como
el hijo del Sol, o el Sol encarnado. Los “rayos dorados” que
circundaban la cabeza en los cuadros o en las imágenes que llevan
el nombre de Cristo, tenían el propósito de mostrarle a los
paganos que podían adorarlas ciertamente como a las imágenes
de sus bien conocidas divinidades, aunque llevaran un nombre
diferente. En una época de mortal pestilencia, Esculapio fue
invitado a Roma desde Epidauro. El dios, en forma de una gran
serpiente, entró al barco que había sido enviado para llevarlo a
Roma, y habiendo llegado sin novedad al Tíber, fue solemnemente
investido como el dios tutelar de los romanos.59 De ahí en
adelante, tanto en privado como en público, el culto de la serpiente
epidauriana, la serpiente que representaba la divinidad
encarnada del Sol, en otras palabras, la “Serpiente de Fuego,”
llegó a ser casi universal. En casi todas las casas se encontraba
la serpiente sagrada, que era una especie inofensiva. “Estas serpientes
anidaban cerca de los altares domésticos,” dice el autor


56 En el mito, el nacimiento de Esculapio fue exactamente lo mismo que el de Baco.
Su madre fue consumida por el rayo, y el niño fue rescatado del rayo que la consumió,
como Baco fue librado de las llamas que incineraron a su madre.– LEMPRIERE.
57 DYMOCK, sub voce.
58 DRYDEN, Virgilio, lib. XII. ll. 245-248, vol. III. p. 775; en el original, ll. 161-164.
59 LACTANCIO, De Origine Erroris, p. 82.


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Acerca de los Misterios. . . y el Culto al Hombre

de Pompeya, “y salían, como los perros o los gatos, para ser
acariciadas por los visitantes, y para conseguir algo de comer.
Más todavía, en las mesas se arrastraban por entre las copas de
los invitados, si podemos confiar en pasajes aislados; y en tiem-


po caluroso, las mujeres las usaban como un cuello de pieles
viviente, enroscándoselas al rededor de sus cuellos en razón de
su frialdad.... Estos animales sagrados le hacían la guerra a las
ratas y a los ratones, y así acababan con los bichos repugnantes;
pero como llevaban una vida regalada y nadie las trataba con
violencia, se multiplicaban tan rápidamente que, como los mo-

Fig.53
El Culto al Fuego Romano combinado con el Culto a la Serpiente

364
Lo Que Usted Debe Saber

nos de Benares, se convirtieron en una molestia intolerable. Los
frecuentes incendios de Roma fue lo único que los mantuvo a
raya.”60 El lector encontrará en el grabado adjunto (Fig. 53) una
representación del culto al fuego y del culto a la serpiente en
Roma, tanto en forma separada como en forma conjunta.61 No
puedo explicar aquí la razón de la doble representación del dios,
pero resulta evidente, por las palabras de Virgilio, ya citadas,
que las figuras de la parte superior que llevan las cabezas circundadas
de rayos, representan al dios del fuego, o a la divinidad
solar; y lo que es digno de observar especialmente es que
estos dioses del fuego son negros,62 color que los identificaba


60 Pompeya, vol. II. pp. 114, 115.
61 Ibid. vol. II. p. 105.
62 “Todos los rostros del grabado (de MAZOIS) son completamente negros.” –
(Pompeya, vol. II. p. 106). En la India, el niño Crisna (el dios negro por excelencia),
en los brazos de la diosa Devaki, se representa con el cabello lanudo y los rasgos
marcados de la raza negra o africana (ver Fig. 54; de MOOR, lámina 59).
63 AMIANO MARCELINO, lib. XVI. cap. 12, p. 145. (Ver Apéndice, Nota P.).
64 ZOSIMO, Historia, lib. IV. p. 761.


Fig. 54
La Diosa Hindú Devaki
con el Infante Crisna en su Pecho


365
Acerca de los Misterios. . . y el Culto al Hombre

por consiguiente con el negro o etíope Faetón; mientras que,
como lo admite el mismo autor de Pompeya, estos mismos dioses
negros del fuego están representados en la parte inferior por
las dos serpientes enormes. Si este culto a la Serpiente sagrada
del Sol, el gran dios del fuego, era tan universal en Roma, ¿qué
símbolo podía representar más gráficamente el poder idólatra de
la Roma imperial pagana que la “Gran Serpiente de Fuego”?
Sin duda, fue para representar esto mismo, que el propio estandarte
imperial, el estandarte del Emperador pagano de Roma, en
su carácter de Pontifex Maximus y Cabeza del gran sistema del
culto al fuego y del culto a la serpiente, fuera una serpiente izada
en una vara altísima y tan adornada, como para exhibirla como
símbolo reconocido del culto al fuego.63
Cuando el cristianismo se propagó en el Imperio romano, chocaron
los poderes de la luz y de las tinieblas (Apocalipsis 12 :7,9):
“Miguel y sus ángeles lidiaban contra el dragón; y lidiaba el
dragón y sus ángeles. Y no prevalecieron, ni su lugar fue más
hallado en el cielo. Y fue lanzado fuera aquel gran dragón..... y
fue arrojado en tierra, y sus ángeles fueron derribados con él.”
La “gran serpiente de fuego” fue lanzada fuera cuando, por decreto
de Graciano, el paganismo fue abolido en todo el Imperio
romano, cuando se apagaron los fuegos de Vesta, y se confiscaron
las rentas de las vírgenes vestales; cuando el Emperador romano
(que durante siglo y medio de profesar el cristianismo,
había sido “Pontifex Maximus,” la propia cabeza de la idolatría
en Roma y, como tal, en las ocasiones solemnes aparecía revestido
con todas las insignias idólatras del paganismo) abolió, por
motivos de conciencia, su propio oficio.64 En tanto que Nimrod
murió física y figuradamente a espada, fue mediante la espada
del Espíritu como Sem venció al sistema del culto al fuego, y de
esta manera inclinó los corazones de los hombres, como lo logró
por un tiempo, para que se extinguiera por completo. De igual
manera el Dragón de Fuego recibió una herida mortal a espada
en el Imperio romano, y esa espada fue la del Espíritu, que es la
Palabra de Dios. Hasta aquí hay una analogía exacta entre el
símbolo y el antisímbolo.

366
Lo Que Usted Debe Saber

Pero aquí no termina esta analogía. Ella reaparece cuando se
investigan a fondo los relatos históricos, pues cuando la cabeza
de la idolatría pagana de Roma murió a espada por la extinción
de su oficio de Pontifex Maximus, ese último Pontifex Maximus
romano era el VERDADERO, LEGITIMO Y UNICO REPRESENTANTE
DE NIMROD y de su sistema idólatra existente hasta
entonces. Para aclarar esto es necesario echar una breve ojeada
a la historia romana. En común con toda la tierra, Roma bebió
hasta el fondo la “copa dorada” de Babilonia en un período muy
remoto de su prehistoria. Pero por encima de eso, y sobrepasando
a todas las demás naciones, había tenido una relación con la
idolatría de Babilonia que la colocó en una posición peculiar y
única. Mucho antes de los días de Rómulo, un representante del
Mesías babilónico, en su propio nombre, estableció su templo
como dios y su palacio como rey en una de aquellas mismas
colinas que quedaron incluidas dentro de las murallas de esa
ciudad que Remo y su hermano estaban destinados a fundar. En
el monte Capitolino, tan famoso después como el gran altar del
culto romano, se había levantado Saturnia, la ciudad de Saturno,
en la obscura y distante antigüedad.65 En ese entonces tuvo lugar
alguna revolución, y las esculpidas imágenes de Babilonia
fueron suprimidas, por haberse prohibido severamente la erección
de cualquier ídolo,66 y cuando los gemelos fundadores de la
ahora mundialmente famosa ciudad, levantaron sus modestas
murallas, hacía tiempos que la ciudad y el sitio de su predecesor
babilónico se habían convertido en ruinas. Virgilio alude al ruinoso
estado de la ciudad sagrada, incluso en la remota época de
Evandro, al referirse a la época en que se dice que Eneas visitó a
ese antiguo rey italiano, y dice así:


“Luego vio dos montones de ruinas donde una vez se levantaron


65 AURELIO VICTOR, Origo Gent. Roman., cap. 3.
66 PLUTARCO (en Hist. Numae, vol. I. p. 65) dice que Numa prohibió le hechura de
imágenes, y que 170 años después de la fundación de Roma, no se permitían imágenes
en los templos romanos.
67 La Eneida, lib. VIII. ll. 467-470, vol. III. p. 608.

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Acerca de los Misterios. . . y el Culto al Hombre

Dos majestuosas ciudades a uno y otro lado del torrente,
Las ruinas de Saturnia y de Janícula;
Y ambos lugares conservan el nombre del fundador.”67


Sin embargo, la herida mortal causada de esa manera al sistema
caldeo, estaba destinada a ser sanada. Una colonia de etruscos,
apegados fervorosamente a la ideología caldea, que habían emigrado
de Asia Menor, según dicen algunos, o de Grecia, según
otros, se establecieron en las inmediatas vecindades de Roma.68
Finalmente terminaron por incorporarse al Estado romano; pero
mucho antes de que tuviera lugar esta unión política, ejercieron
una poderosísima influencia en la religión de los romanos. Desde
el comienzo, su pericia en los augurios, en la adivinación, y
en toda ciencia real o fingida, monopolizada por los adivinos o
augures, hizo que los romanos los miraran con respeto. Generalmente
se admite que los romanos obtuvieron principalmente
sus conocimientos sobre la adivinación, que ocupaba lugar tan
prominente en todo negocio público en el que ellos se comprometían,
de los toscanos,69 es decir, del pueblo de Etruria pues, al
principio, no se le permitía ejercer el oficio de arúspice a ninguno
que no fuera nativo de ese país y tuviera respeto por todos los
ritos relacionados esencialmente con el sacrificio.70 Entre los
romanos y los etruscos surgieron guerras y disputas; sin embargo,
los jóvenes nobles más distinguidos de Roma eran enviados
a Etruria para ser instruidos en la ciencia sagrada que allí florecía.
71 La consecuencia de esto fue que bajo la influencia de hombres
cuyas mentes eran moldeadas por aquellos que se aferraban
al antiguo culto de los ídolos, los romanos volvieron de nuevo a
mucha de esa idolatría que habían repudiado y desechado antes.


68 DIONISIO HALICARNASO, vol. I. p. 22, Sir W. Betham (Etruria Céltica, vol. I.
p. 47) se opone al origen lidio de los etruscos; pero Layard (Nínive y Babilonia, cap.
XXIV. p. 563) parece definir el asunto a favor de su origen oriental, o al menos su
estrecha relación con el Oriente.
69 KENNETT, Antigüedades, part. II. lib. II. cap. 3, p. 67, y ADAM, Antigüedades.
“Ministros de la Religión,” p. 255.
70 KENNETT, Antigüedades, lib. II. cap. 4, p. 69.
71 CICERON, De Divinatione, lib. I. cap. 41, vol. III. pp. 34, 35.


368
Lo Que Usted Debe Saber

Por tanto, aunque Numa prohibió el culto a las imágenes cuando
estableció su sistema religioso, que difería tanto del sentimiento
prevaleciente en sus días, se dieron, sin embargo, las cosas para
la última subversión contra tal prohibición, como consecuencia
de la alianza subsistente entre Roma y Etruria en los asuntos
sagrados. El colegio de los pontífices que había sido establecido
por él,72 con el paso del tiempo llegó a ser substancialmente
un colegio etrusco, y el Soberano Pontífice, que presidía ese
colegio y que controlaba en sus aspectos esenciales todos los
ritos religiosos públicos y privados del pueblo romano, llegó a
ser, en la práctica, un Pontífice etrusco.
A pesar de eso, el Soberano Pontífice de Roma, aun después de
que la idolatría etrusca se incorporó al sistema romano, sólo era
un vástago del grande y original sistema babilónico, pues era un
adorador ferviente del dios babilónico, aunque no era su legítimo
representante. El verdadero y legítimo Pontífice babilónico


72 LIVIO, lib. IV. cap. 4, vol. I. p. 260.
73 BARKER y AINSWORTH, Lares y Penates de Cilicia, cap. VIII. p. 232. Barker
dice: “Los derrotados caldeos huyeron a Asia Menor, y establecieron su colegio central en Pérgamo.” Frigia, que fue tan famosa por el culto de Cibeles y Ates, formaba parte del reino de Pérgamo. Misia también fue otra de las ciudades, y de los misios se
dice en la Crónica Pascal que eran descendientes de Nimrod. Las palabras son:
“Nebrod, el cazador y gigante, de quien vienen los misios.” – (Crónica Pascal. vol. I.
p. 50). Igualmente Lidia, de la cual Livio y Heródoto dicen que procedían los etruscos,
hizo parte del mismo reino. Para el hecho de que Misia, Lidia, y Frigia eran partes
integrantes del reino de Pérgamo, ver SMITH, Diccionario Clásico, p. 542.
74 Los reyes de Pérgamo, en cuyos dominios encontraron asilo los magos caldeos,
fueron puestos, por la voz general de Pérgamo, que simpatizaba con ellos, en el lugar que habían ocupado Belsasar y sus predecesores. Ellos fueron aclamados como los representantes del antiguo dios babilónico. Esto resulta evidente por las aseveraciones
de Pausanias. Primero, él cita las siguientes palabras del oráculo de una profetiza
llamada Faenis, con respecto a los galos: “Pero la divinidad será afligida más gravemente por aquellos que habitan cerca del mar. Sin embargo, poco tiempo después,Júpiter les enviará un defensor, el amado hijo de Jove criado por un toro, que traerá la destrucción sobre todos los galos.” – (Lib. X., Fócica, cap. XV. p. 833). Luego, él comenta sobre esto lo siguiente: “En este oráculo, Faenis, por el hijo de un toro quiere
decir Atalo, rey de Pérgamo, a quien el oráculo de Apolo llamaba Taurokerón, o toro
cornudo.” – (Ibid.) Este título dado por el dios delfo, prueba que Atalo, en cuyos
dominios los magos tenían su sede principal, había sido establecido y reconocido con el mismo carácter de Baco, la Cabeza de los magos. Así fue ocupada la sede vacante de Belsasar, y se reanudo la rota cadena de la renovada sucesión caldea.
75 SMITH, Diccionario Clásico, p. 542.

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Acerca de los Misterios. . . y el Culto al Hombre

tenía su sede más allá de los límites del Imperio romano. Esa
sede, después de la muerte de Belsasar y de la expulsión del
sacerdocio caldeo de Babilonia por los reyes medo-persas, estaba
en Pérgamo, donde después se estableció una de las siete iglesias
de Asia.73 En consecuencia, allí estuvo durante muchos siglos
el “trono de Satanás” (Apocalipsis 2:13). Allí, con el favor de
los deificados reyes de Pérgamo,74 estaba su domicilio favorito;
allí se rendía culto a Esculapio, bajo la forma de serpiente, celebrado
con orgías y frenéticos excesos que, en cualquier otra parte
eran refrenados con alguna medida de contención. Al principio,
el Pontífice romano no tenía relación alguna con Pérgamo
ni con la jerarquía de allí; sin embargo, con el paso del tiempo,
el pontificado de Roma y el pontificado de Pérgamo llegaron a
identificarse. El propio Pérgamo llegó a ser carne y hueso del
Imperio romano en el año 133 D.C.,75 cuando Atalo III, el último
de sus reyes, dejó voluntariamente, a su muerte, todos sus
dominios al pueblo romano. Algún tiempo después, Pérgamo
fue absorbido por los dominios romanos sin que apareciera nadie
que hiciera valer abierta y deliberadamente la inherente dignidad
del viejo título de los reyes de Pérgamo. Durante ese tiempo
pareció que los poderes originales, incluso el del Romano Pontífice,
habían sido abolidos;76 pero cuando Julio César, que previamente
había sido elegido como Pontifex Maximus,77 llegó a
ser también, en su calidad de Emperador, el supremo gobernante
civil de los romanos, quedó soberanamente investido con todos
los poderes y funciones del verdadero y legítimo pontífice babilónico,
como jefe del Estado romano y como jefe de la religión
romana, encontrándose entonces en posición de hacer valer todos
esos poderes. Parece como si hubiese reclamado para sí la
divina dignidad de Atalo, así como el reino que él había dejado
a los romanos, centrándolo en sí mismo, pues su bien conocido
santo y seña, “Venus Genetrix,” que significaba que Venus ha-


76 NIEBUR, vol. III. p. 27.
77 DYMOCK, sub voce “Julius Caesar,” p. 460, col. 1.
78 La deificación de los emperadores que continuó sucesivamente desde los días de Divus Julius, o el “Deificado Julius,” puede ser rastreada para algo no tan verosímil como la representación del “Toro cornudo,” Atalo, como Pontífice y Soberano.

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Lo Que Usted Debe Saber

bía sido la madre de la estirpe Juliana, estaba destinado a convertirlo
en “el Hijo” de la gran diosa, así como había sido venerado
Atalo, el “Toro cornudo.”78 Luego, en determinadas ocasiones,
en el ejercicio de su alto oficio pontifical aparecía, por
supuesto, con toda la pompa de la costumbre babilónica, como
podía haberlo hecho el propio Belsasar, con vestiduras de grana,
79 con el cayado de Nimrod en la mano, y en la cabeza la
mitra de Dagón, llevando las llaves de Jano y de Cibeles.80 Así
efectivamente continuaron las cosas, como ya se dijo, incluso
bajo los así llamados emperadores cristianos, los cuales, como
un ungüento para su conciencia, nombraron un pagano para que
los substituyera en la ejecución de las funciones más claramente
idólatras del pontificado (sin embargo, tal substituto actuaba en
nombre y por autoridad de ellos), hasta el reinado de Graciano
que, como lo demuestra Gibbon, fue el primero que se negó a
llevar las vestiduras pontificales idólatras y a actuar como Pontífice.
81 Por todo esto es evidente que, cuando fue abolido el
paganismo en el Imperio romano, cuando fue suprimido el oficio
de Pontifex Maximus, y todos los dignatarios del paganismo
fueron despojados de sus puestos de influencia y de poder que,
en alguna medida, se les había permitido retener, esto no fue
solamente el derrocamiento del Dragón de Fuego de Roma, sino
el derrocamiento del Dragón de Fuego de Babilonia. Fue exactamente
como proclamar de nuevo, en sentido simbólico, la caída
del verdadero y único sucesor legítimo de Nimrod (en repre-


79 Esa “grana” era la vestidura de honor en tiempos de Belsasar, ver Daniel 5:7, 29.
80 Que la llave era uno de los símbolos usados en los Misterios, puede verlo el lector consultando la Nota sobre el Himno Orfico a Plutón, de TAYLOR, donde se habla de esa divinidad como el “guardián de las llaves.” El Pontífice, como “Hierofante”estaba “ataviado con la vestidura y engalanado con los símbolos del gran Creador del mundo, de quien se suponía, en estos Misterios, que era el substituto.” – (MAURICIO,
Antigüedades, vol. III. p. 356). El dios Primigenio o Creador se representaba en los
Misterios como andrógino, como poseedor en su propia persona de ambos sexos
(Ibid. vol. V. p. 933), siendo al mismo tiempo, tanto Jano como Cibeles. Por tanto, al
iniciar los Misterios de esta misteriosa divinidad, el Pontífice llevaría las llaves de
ambas divinidades. Sin embargo, a Jano mismo, así como a Plutón, se le representaba frecuentemente llevando más de una llave.
81 La autoridad original de Zósimo ya ha sido dada por esta aseveración. El lector
puede encontrar lo mismo en GIBBON, vol. III. p. 397, Nota.

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Acerca de los Misterios. . . y el Culto al Hombre

sentación de Satanás), como ya le había ocurrido cuando la magnitud
de su caída dio motivo para la exclamación: “¡Cómo caíste
del cielo, oh Lucero, hijo de la mañana!”



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