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jueves, 12 de diciembre de 2013

- Decenas de miles de fieles desafiaron hoy el gélido invierno para asistir a misa al aire libre durante la madrugada y cantar mañanitas a la Virgen Morena en el santuario Nuestra Señora de Guadalupe cercano a Chicago (EE.UU.). La primera misa se realizó en el gimnasio del santuario, pero cuando llegó la medianoche la multitud ocupó el llamado Cerrito del Tepeyac ubicado a unos 32 kilómetros al noroeste de la ciudad, donde hay una ermita que desde 1995 alberga una estatua de la virgen acompañada por una imagen del indígena Juan Diego. “No importa, vale la pena estar aquí”, declaró a Efe Irene Zacarías, quien asistió a la ceremonia con un hijo pequeño en los brazos. Para proteger a los fieles, el Arzobispado de Chicago levantó varias carpas climatizadas. El sacerdote mexicano Marco Mercado, director del santuario ubicado en el suburbio de Des Plaines, señaló que sin importar el frío y la nieve, el culto guadalupano en Estados Unidos “se fortalece y mueve multitudes”. La réplica de la virgen fue donada por la Basílica de Guadalupe de México y todos los años es el eje de peregrinaciones que llegan desde todos los rincones de Illinois. Roberto Pedraza llegó desde South Bend (Indiana) y, según declaró, “aunque esté muy frío, de aquí no nos vamos”. Muchos de los fieles hicieron largas peregrinaciones a pie en la noche desde las 145 parroquias del área de la arquidiócesis que organizaron procesiones, misas y mañanitas cantadas por mariachis. Eduardo Rojas, de la iglesia San José Obrero de la ciudad de Wheeling (Illinois), caminó durante tres horas porque esta festividad es “especial” y una “tradición para todos los latinos”. En las misas, las homilías tuvieron un enfoque espiritual y mensajes alusivos a los inmigrantes mexicanos que son mayoría en Illinois y a la necesidad de una reforma migratoria. El padre Mercado tuvo a su cargo la misa inaugural, donde hubo una oración “por los niños migrantes que están solos, para que sean protegidos de todo daño y puedan reunirse con sus familias”. En el santuario fue bendecida la antorcha guadalupana, una ceremonia que se hace desde 2004 y donde cada una de las diez parroquias participantes encendió una antorcha con el fuego que hay en la base de la imagen de la virgen y los peregrinos la transportaron de regreso.Fieles desafían frío en Chicago para rendir homenaje a la Virgen de Guadalupe | Noticias SIN

Fieles desafían frío en Chicago para rendir homenaje a la Virgen de Guadalupe | Noticias SIN- Decenas de miles de fieles desafiaron hoy el gélido invierno para asistir a misa al aire libre durante la madrugada y cantar mañanitas a la Virgen Morena en el santuario Nuestra Señora de Guadalupe cercano a Chicago (EE.UU.).
La primera misa se realizó en el gimnasio del santuario, pero cuando llegó la medianoche la multitud ocupó el llamado Cerrito del Tepeyac ubicado a unos 32 kilómetros al noroeste de la ciudad, donde hay una ermita que desde 1995 alberga una estatua de la virgen acompañada por una imagen del indígena Juan Diego.
“No importa, vale la pena estar aquí”, declaró a Efe Irene Zacarías, quien asistió a la ceremonia con un hijo pequeño en los brazos.
Para proteger a los fieles, el Arzobispado de Chicago levantó varias carpas climatizadas.
El sacerdote mexicano Marco Mercado, director del santuario ubicado en el suburbio de Des Plaines, señaló que sin importar el frío y la nieve, el culto guadalupano en Estados Unidos “se fortalece y mueve multitudes”.
La réplica de la virgen fue donada por la Basílica de Guadalupe de México y todos los años es el eje de peregrinaciones que llegan desde todos los rincones de Illinois.
Roberto Pedraza llegó desde South Bend (Indiana) y, según declaró, “aunque esté muy frío, de aquí no nos vamos”.
Muchos de los fieles hicieron largas peregrinaciones a pie en la noche desde las 145 parroquias del área de la arquidiócesis que organizaron procesiones, misas y mañanitas cantadas por mariachis.
Eduardo Rojas, de la iglesia San José Obrero de la ciudad de Wheeling (Illinois), caminó durante tres horas porque esta festividad es “especial” y una “tradición para todos los latinos”.
En las misas, las homilías tuvieron un enfoque espiritual y mensajes alusivos a los inmigrantes mexicanos que son mayoría en Illinois y a la necesidad de una reforma migratoria.
El padre Mercado tuvo a su cargo la misa inaugural, donde hubo una oración “por los niños migrantes que están solos, para que sean protegidos de todo daño y puedan reunirse con sus familias”.
En el santuario fue bendecida la antorcha guadalupana, una ceremonia que se hace desde 2004 y donde cada una de las diez parroquias participantes encendió una antorcha con el fuego que hay en la base de la imagen de la virgen y los peregrinos la transportaron de regreso.

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