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miércoles, 11 de diciembre de 2013

El poder de la esperanza de la resurrección — BIBLIOTECA EN LÍNEA Watchtower

El poder de la esperanza de la resurrección — BIBLIOTECA EN LÍNEA Watchtower

BIBLIOTECA EN LÍNEA Watchtower
Biblioteca: Publicaciones en español (2000-2013)

BIBLIA
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TEXTO DIARIO

Adoremos a Dios
wt cap. 9 págs. 79-89
El poder de la esperanza de la resurrección

Por qué es fundamental para la fe cristiana
El empleo de ‘la llave del Hades’
La esperanza de la resurrección nos fortalece

Capítulo 9

El poder de la esperanza de la resurrección

¿NOS ha arrebatado la muerte a algún ser amado? Si no fuera por la resurrección, no habría ninguna esperanza de volver a verlo, pues permanecería en el estado que la Biblia describe con estas palabras: “En cuanto a los muertos, ellos no tienen conciencia de nada en absoluto, [...] porque no hay trabajo ni formación de proyectos ni conocimiento ni sabiduría en el Seol [la sepultura], el lugar adonde vas” (Eclesiastés 9:5, 10).

2 Mediante la resurrección, Jehová concede misericordiosamente a incontables multitudes de personas la inestimable oportunidad de volver a la vida y disfrutar de ella para siempre. Esto significa que podemos tener la alentadora esperanza de reunirnos algún día, en el nuevo mundo de Dios, con nuestros seres queridos que se han dormido en la muerte (Marcos 5:35, 41, 42; Hechos 9:36-41).

3 La resurrección nos libra del miedo morboso a la muerte. Jehová puede permitir, sin que ello ocasione un daño irreparable a sus siervos fieles, que Satanás vaya hasta el extremo en su intento de probar la maliciosa acusación de que “todo lo que el hombre tiene lo dará en el interés de su alma” (Job 2:4). Puesto que Jesús fue fiel a Jehová hasta la misma muerte, Él lo resucitó para vivir en el cielo. De este modo, el Hijo de Dios pudo presentar ante el trono celestial de su Padre el valor de su sacrificio humano perfecto, sacrificio que nos permite obtener la vida. La resurrección también hace posible que los componentes del “rebaño pequeño”, por ser coherederos con Cristo, tengan la perspectiva de unirse a él en el Reino celestial (Lucas 12:32). En el caso de otras personas, existe la esperanza de que resuciten para vivir eternamente en un paraíso terrestre (Salmo 37:11, 29). Para todo cristiano que se enfrenta a pruebas que lo ponen cara a cara con la muerte, la esperanza de la resurrección es una fuente de fortaleza “más allá de lo normal” (2 Corintios 4:7).

Por qué es fundamental para la fe cristiana

4 Como lo expresa Hebreos 6:1, 2, la resurrección es una “doctrina primaria”, pues forma parte del fundamento de la fe sin el cual nunca llegaríamos a ser cristianos maduros (1 Corintios 15:16-19). Pero la enseñanza bíblica de la resurrección es muy ajena a las ideas del mundo en general. Cada vez más personas, carentes de espiritualidad, opinan que solo la vida presente es real, y por ello se entregan a la búsqueda del placer. Por otra parte, los adeptos de las religiones tradicionales, dentro y fuera de la cristiandad, piensan que poseen un alma inmortal. Sin embargo, tal creencia no puede conciliarse con la enseñanza bíblica de la resurrección, pues esta sería innecesaria si los seres humanos tuvieran un alma inmortal. Tratar de combinar estos dos conceptos confunde en vez de infundir esperanza. ¿Cómo podemos ayudar a las personas sinceras que desean conocer la verdad?

5 Para comprender debidamente la maravillosa dádiva de la resurrección, antes es preciso entender bien qué es el alma y en qué estado se hallan los muertos. Unos pocos textos bíblicos suelen bastar para aclarar estos asuntos a quien tiene hambre de la verdad (Génesis 2:7; Salmo 146:3, 4; Ezequiel 18:4). No obstante, dado que algunas traducciones y paráfrasis modernas de la Biblia oscurecen la verdad respecto al alma, quizá se haga necesario un examen de las palabras que se emplean en los idiomas originales de la Biblia.

6 La Traducción del Nuevo Mundo resulta muy útil a este respecto, pues de manera consecuente vierte el término hebreo né·fesch y su correspondiente griego psy·kjé como “alma”, y en su apéndice da una larga lista de textos bíblicos en los que aparecen estos vocablos. Muchas ediciones de la Biblia no son tan coherentes, pues traducen las palabras originales no solo como “alma”, sino también como “criatura”, “ser”, “persona” y “vida”; “mi né·fesch” quizá se convierta en “yo”, y “tu né·fesch”, en “tú”. Al comparar la Traducción del Nuevo Mundo con otras versiones, el estudiante sincero verá que las palabras de los idiomas originales que se traducen por “alma” se refieren tanto a personas como a animales, pero nunca transmiten la idea de algo invisible e intangible que escape del cuerpo al sobrevenir la muerte y siga su existencia consciente en otro lugar.

7 La Traducción del Nuevo Mundo también es consecuente al emplear la palabra “Seol” para transcribir el término hebreo sche’óhl, así como “Hades” y “Gehena” para los vocablos griegos hái·des y gué·en·na, respectivamente. “Seol” es el equivalente de la palabra “Hades” (Salmo 16:10; Hechos 2:27). La Biblia muestra con claridad que tanto el Seol como el Hades designan la sepultura común de la humanidad y están vinculados con la muerte, no con la vida (Salmo 89:48; Revelación [Apocalipsis] 20:13). Asimismo, las Escrituras ofrecen la perspectiva de regresar de dicha sepultura común mediante una resurrección (Job 14:13; Hechos 2:31). Para quienes van a parar al Gehena, en cambio, no hay ninguna esperanza de vida futura, y jamás se dice que el alma posea existencia consciente en ese lugar (Mateo 10:28).

8 Una vez aclaradas estas cuestiones, será más fácil ayudar a las personas a captar lo que la resurrección podría significar para ellas, pues estarán en situación de apreciar el amor que Jehová ha manifestado mediante esta maravillosa dádiva. La alegre expectativa de reunirse en el nuevo mundo de Dios con los seres amados que han fallecido puede atenuar el sufrimiento de los dolientes. Comprender estos asuntos también es esencial para entender la trascendencia de la muerte de Cristo. Los cristianos del siglo primero reconocían que la resurrección de Jesucristo era parte fundamental de las creencias cristianas, pues abría el camino para que resucitaran otras personas. Por consiguiente, dieron un celoso testimonio acerca de ella y de la esperanza que ofrece. De igual manera, quienes hoy día valoran el significado de la resurrección sienten el vivo deseo de difundir esta valiosísima verdad (Hechos 5:30-32; 10:42, 43).

El empleo de ‘la llave del Hades’

9 Todos los que gobernarán con Cristo en su Reino celestial deben morir antes. Pero conocen muy bien la garantía que él dio al declarar: “Llegué a estar muerto, pero, ¡mira!, vivo para siempre jamás, y tengo las llaves de la muerte y del Hades” (Revelación 1:18). ¿Qué quiso decir con esas palabras? Hablaba de su propia experiencia. Él también había muerto, pero Dios no lo dejó en el Hades, sino que, al tercer día, lo resucitó a la vida espiritual y le confirió la inmortalidad (Hechos 2:32, 33; 10:40). Además, le entregó “las llaves de la muerte y del Hades”, a fin de que con ellas nos liberara de la sepultura común de la humanidad y de los efectos del pecado adánico. Al poseer esas llaves, Jesús puede levantar de la muerte a sus discípulos fieles. Primero resucita a los miembros de su congregación que han sido ungidos por espíritu, y les concede el mismo don precioso que su Padre le otorgó a él: vida inmortal en los cielos (Romanos 6:5; Filipenses 3:20, 21).

10 ¿Cuándo acontecería la resurrección celestial de los fieles cristianos ungidos? La Biblia indica que ya ha empezado. El apóstol Pablo explicó que se les resucitaría ‘durante la presencia de Cristo’, la cual comenzó en el año 1914 (1 Corintios 15:23). Los ungidos leales que llegan al fin de su vida en la Tierra en este tiempo, durante la presencia de él, no tienen que esperar el regreso de su Señor. En cuanto mueren, son resucitados en espíritu, “cambiados, en un momento, en un abrir y cerrar de ojos”. Se sienten muy felices, pues las buenas obras que hicieron “van junto con ellos” (1 Corintios 15:51, 52; Revelación 14:13).

11 Pero la resurrección celestial de los herederos del Reino no es la única. El hecho de que en Revelación 20:6 se la llame “la primera resurrección” muestra que debe seguirle otra. Los favorecidos con esta última tendrán la feliz perspectiva de vivir para siempre en una Tierra paradisíaca. ¿Cuándo tendrá lugar dicha resurrección? Según el libro de Revelación, después de que se hayan eliminado “la tierra y el cielo”, es decir, el malvado sistema de cosas actual, junto con sus gobernantes. Tras el fin, ya muy cercano, del viejo sistema, comenzará la resurrección terrestre en el momento designado por Dios (Revelación 20:11, 12).

12 ¿Quiénes se beneficiarán de la resurrección terrestre? Entre otros, los siervos de Jehová fieles del pasado, hombres y mujeres que debido a su fe firme en la resurrección “rehusaron aceptar la liberación por algún rescate”, es decir, no quebrantaron su integridad para escapar de una muerte prematura y violenta. Será un verdadero placer conocerlos en persona y oír de sus propios labios los detalles de algunos sucesos que la Biblia solo menciona brevemente. También resucitarán para vivir en la Tierra personas como Abel, el primer testigo fiel de Jehová; Enoc y Noé, intrépidos proclamadores del mensaje de advertencia divino que vivieron antes del Diluvio; Abrahán y Sara, que fueron anfitriones de ángeles; Moisés, por medio de quien se entregó la Ley en el monte Sinaí; profetas valerosos como Jeremías, que presenció la destrucción de Jerusalén en el año 607 a.E.C., y Juan el Bautista, que oyó a Dios mismo identificar a Jesús como Su Hijo. También retornarán a la vida muchos hombres y mujeres leales que han muerto en estos últimos días del presente sistema de cosas impío (Hebreos 11:4-38; Mateo 11:11).

13 Además de los siervos fieles de Dios, con el tiempo resucitarán otras personas, hasta que no quede nadie en la sepultura común de la humanidad. El grado al que Jesús la vaciará usando ‘la llave del Hades’ en beneficio de los seres humanos puede desprenderse de una visión que recibió el apóstol Juan, en la que vio que el Hades era ‘arrojado al lago de fuego’ (Revelación 20:14). ¿Qué significan estas palabras? Significan que Jesús destruirá por completo el Hades, la sepultura común de la humanidad. Lo borrará de la existencia al dejarlo vacío, pues no solo resucitará a todos los adoradores fieles de Jehová, sino que, misericordiosamente, traerá de vuelta a la vida incluso a los injustos. La Palabra de Dios nos garantiza: “Va a haber resurrección así de justos como de injustos” (Hechos 24:15).

14 A ninguno de estos injustos se le devuelve la vida sencillamente para juzgarlo merecedor de volver a morir. En el ambiente de justicia que reinará por toda la Tierra bajo el Reino de Dios, se ayudará a los injustos a amoldar su proceder a los caminos de Jehová. La visión indica que se abrirá “el rollo de la vida”, de modo que tendrán la oportunidad de lograr que sus nombres se registren en él. Serán “juzgados individualmente según sus hechos”, esto es, los realizados después de su resurrección (Revelación 20:12, 13). Por tanto, desde la óptica del resultado final, podrán experimentar “una resurrección de vida”, y no necesariamente “una resurrección de juicio [condenatorio]” (Juan 5:28, 29).

15 Sin embargo, no todos los seres humanos que han vivido y muerto serán resucitados. Algunos han cometido pecados imperdonables, y por ello no están en el Hades, sino en el Gehena, que simboliza la destrucción eterna. Allí también irán quienes sean ejecutados en la “gran tribulación” que se aproxima (Mateo 12:31, 32; 23:33; 24:21, 22; 25:41, 46; 2 Tesalonicenses 1:6-9). Así, aunque Jehová manifiesta una misericordia extraordinaria al liberar a los muertos del Hades, esta esperanza no es razón para vivir como nos plazca, pues no hay resurrección posible para quienes de forma voluntaria se rebelan contra la soberanía de Jehová. El conocimiento de estos hechos debería impulsarnos a vivir en armonía con la voluntad de Dios, demostrando así que apreciamos profundamente su bondad inmerecida.

La esperanza de la resurrección nos fortalece

16 La esperanza de la resurrección constituye una fuente de gran fortaleza para quienes la abrigamos. Somos conscientes de que, sin importar los procedimientos médicos que empleemos, por el momento no podemos postergar de forma indefinida la muerte cuando nuestra vida ya toca a su fin (Eclesiastés 8:8). Si hemos servido lealmente a Jehová con su organización, podemos mirar al futuro con plena confianza, pues sabemos que mediante la resurrección volveremos a disfrutar de la vida cuando Dios lo estime oportuno. Y será una vida maravillosa, “la vida que realmente lo es”, como la llamó el apóstol Pablo (1 Timoteo 6:19; Hebreos 6:10-12).

17 Saber que hay una resurrección y conocer a Aquel que la hace posible nos permite estar firmes en la fe. Nos fortalece para que seamos leales a Dios incluso en el caso de que adversarios violentos nos amenacen con matarnos. Desde la antigüedad, Satanás ha esclavizado a la gente con el miedo a una muerte prematura. Pero Jesús no tuvo miedo; se mantuvo fiel a Jehová hasta el mismo momento en que expiró, y con su sacrificio redentor proporcionó el medio para liberar a otras personas de ese temor (Hebreos 2:14, 15).

18 Gracias a su fe en el sacrificio de Cristo y en la resurrección, los siervos de Jehová se han labrado un sobresaliente historial de integridad. Cuando se les ha presionado, han demostrado que ‘no aman sus almas’ más de lo que aman a Jehová (Revelación 12:11). Sabiamente, no renuncian a los principios cristianos para salvar su vida presente (Lucas 9:24, 25). Saben que, aunque mueran por apoyar con lealtad la soberanía de Jehová, él los recompensará con la resurrección. ¿Tiene usted esa clase de fe? La tendrá si de veras ama a Jehová y valora lo que realmente significa la esperanza de la resurrección.

Repaso

• ¿Por qué es preciso que las personas entiendan qué es el alma y cuál es el estado de los muertos, antes de poder comprender la resurrección?

• ¿Quiénes retornarán de la muerte, y qué efecto debería tener en nosotros tal conocimiento?

• ¿Por qué nos fortalece la esperanza de la resurrección?

[Preguntas del estudio]

1. ¿Habría alguna esperanza para los muertos si no fuera por la resurrección?

2. ¿Qué maravillosa perspectiva hace posible la resurrección?

3. a) ¿Por qué razones es importante la resurrección en el cumplimiento del propósito de Jehová? b) ¿En qué situaciones en especial es una fuente de fortaleza para nosotros la esperanza de la resurrección?

4. a) ¿En qué sentido es la resurrección una “doctrina primaria”? b) ¿Qué significa la resurrección para el mundo en general?

5. a) Para comprender qué es la resurrección, ¿qué es preciso entender bien antes? b) ¿Qué textos bíblicos utilizaríamos para explicar qué es el alma y en qué estado se hallan los muertos? c) ¿Qué puede hacerse si alguien emplea una traducción de la Biblia que parece oscurecer la verdad?

6. ¿Cómo podemos ayudar a alguien a entender qué es el alma?

7. ¿Cómo explicaríamos con la Biblia el estado de quienes se encuentran en el Seol, el Hades y el Gehena?

8. ¿Cómo puede influir en la actitud y los actos de una persona el que comprenda bien lo que significa la resurrección?

9. ¿Qué es lo primero que hace Jesús con “las llaves de la muerte y del Hades”?

10. ¿Cuándo tiene lugar la resurrección de los fieles cristianos ungidos?

11. ¿De qué resurrección disfrutará la gente en general, y cuándo comenzará?

12. ¿Quiénes estarán entre los resucitados para vivir en la Tierra, y por qué es tan emocionante esta perspectiva?

13, 14. a) ¿Qué les sucederá al Hades y a los muertos que hay en él? b) ¿A quiénes se resucitará también, y por qué?

15. a) ¿Quiénes no serán resucitados? b) ¿Qué efecto debería tener en nosotros conocer la verdad sobre la resurrección?

16. ¿Por qué constituye la resurrección una fuente de gran fortaleza?

17. ¿Qué puede ayudarnos a mantenernos leales a Jehová?

18. ¿Qué ha ayudado a los siervos de Jehová a labrarse un historial de integridad tan sobresaliente?

[Ilustración de las páginas 84 y 85]

Jehová promete que va a haber resurrección así de justos como de injustos

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